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NÚMERO 14 CRYDES AÑO 2017

La economía de la futura nave espacial Tierra de K.E.


Boulding
FABIÁN ANDRADE NARVÁEZ
1 Introducción
1. En las siguientes líneas nos planteamos un diálogo con Boulding, a través de su
artículo «La economía de la futura nave espacial Tierra».
Se trata de un documento presentado originalmente en 1966. Son 6 años antes de la
Cumbre de Estocolmo de 1972.
La versión que se usa es la publicada en la Revista de Economía Crítica en el año 2012,
en la traducción realizada por Joaquim Solà Solà.
En términos generales, se trata de un planteamiento que nos invita a considerarnos
dentro de un sistema con recursos limitados y en el que no hay modo de acumular el
resultado de las actividades humanas. En el viaje que como comunidad nos corresponde
realizar todavía, el derroche se opone al hecho de que habrá un momento en que los
medios que empleamos dejarán de estar ahí y no habrá forma de desalojar de la nave los
venenos que amenazan nuestra subsistencia.
La cuestión principal consiste en determinar qué se debe hacer a largo plazo para
sobrevivir como especie.
2 Horizonte ilimitado y límites en el horizonte
2. El hombre siempre ha encontrado una especie de frontera en su concepción del
mundo: siempre hay algún límite que superar para explorar. La idea del horizonte
muestra el sentido de concebirnos como seres humanos y de ver el mundo en el que nos
ubicamos. Hay distancia que recorrer y nunca se nos aproxima lo suficiente como para
percibir los límites.
La Tierra se la vio como un plano ilimitado, antes de que los avances en el
conocimiento la muestren en su forma esférica.
3. No obstante, parece que esta idea se puede superar. La actividad del hombre se
circunscribe a un entorno de perfiles cerrados. El horizonte sí tiene límites.

1
3 La Tierra como un sistema abierto o como un sistema cerrado
4. La Tierra como un sistema abierto, «denota alguna clase de estructura que se
mantiene en el medio de un proceso de transformación de inputs y outputs».1 Algo se
toma del exterior y algo se expulsa del sistema.
La segunda es una concepción de un sistema cerrado donde los inputs y los outputs se
obtienen y se quedan dentro de él. Están ligados necesariamente.
La visión sistémica, en bajo una concepción de lo complejo, muestra que los elementos
del sistema operan en función de las condiciones de su entorno próximo. Siempre ha
resultado difícil, desde la perspectiva del sujeto cognoscente, del sujeto práctico, asumir
una perspectiva macroscópica. Es que en los sistemas complejos, la realidad se mide en
función de las propiedades del vecindario.
5. Señala Boulding que «[l]os sistemas cerrados son muy raros en la experiencia
humana; son casi por definición incognoscibles, puesto que si existen a nuestro
alrededor sistemas auténticamente cerrados, no hay manera de obtener información ni
dentro ni fuera de ellos y, en consecuencia, si son realmente cerrados, ignoraríamos
completamente su existencia».2
Tal apreciación epistemológica no es correcta, por supuesto. Parte de la idea de que el
sujeto cognoscente debe encontrarse en el exterior del sistema. Solo de este modo se
puede sostener que el sistema cerrado por definición es inaccesible. En realidad,
integramos el sistema y la dificultad consiste en asumir la postura objetiva del tercero
observador, del que está fuera del sistema.
6. Las sociedades humanas se conciben son sistemas abiertos, donde se reciben inputs
procedentes de la tierra, atmósfera y agua, y regresan outputs de residuos. Un sistema
abierto, así, puede mantenerse indefinidamente.
Un ejemplo que se plantea es la situación de la población en las sociedades, donde los
inputs están dados por los niños que nacen y los outputs por los fallecimientos. Mira
que este es un caso de un sistema que parece conservarse a sí mismo.
4 Materia, energía e información como sistemas abiertos
7. Los sistemas pueden ser abiertos o cerrados con respecto a un cierto número de
inputs y outputs, nos dice Boulding. Caracteriza el caso de la materia, la energía y la
información, partiendo de la idea de lo que se podría denominar la «econosfera», que
podría ser concebida como el stock de capital total (incluye objetos, individuos,
organizaciones, entre otros elementos).
8. En lo que respecta a la materia, en la econosfera, se puede apreciar un proceso de
descubrimiento y extracción de objetos que se integran al proceso productivo del que
pasan los residuos a sumideros no económicos que no son susceptibles de apropiación y
por ello no entran al sistema de intercambio.

1
K.E. B O U L D I N G , « La economía de la futura nave espacial Tierra», Revista de Economía Crítica, 14,
2012, p. 328.
2
K.E. B O U L D I N G , « La economía de la futura nave espacial Tierra», Revista de Economía Crítica, 14,
2012, p. 328.
9. En lo que respecta a la energía, la econosfera toma fuentes de energía del ámbito no
económico para pasarlo al económico y de este hacia el no económico, en forma de
calor, por ejemplo.
10. Es la información generada por el mismo hombre la que constituye la mayor parte
del sistema de información. Se trata de un sistema abierto en que se obtienen
conocimientos en el proceso de desarrollo y formación del hombre y se lo pierde con su
fenecimiento. Es el sistema de conocimiento el más importante de los tres. La
acumulación de conocimientos es la clave del desarrollo humano. Entiende por
conocimiento las valoraciones, motivaciones y las imágenes del mundo real.
5 Entropía
11. El concepto de entropía se aplica a los tres sistemas. La entropía es el proceso por el
que se toman materiales concentrados y se esparcen en el medio natural; y, procesos
antientrópicos por los que se toma la materia dispersa y se la concentra.
12. En la materia, la reducción de la entropía se compensa con inputs de energía y de
información. La materia desde la perspectiva de la entropía puede concebirse como un
sistema cerrado, donde no hay incrementos o reducciones: todos los residuos se
emplean como inputs para la producción.
El ideal no es compatible con la realidad. Los cambios no son meramente físicos. La
naturaleza no es benigna con la especie humana, únicamente alcanza sus propios
equilibrios, con independencia del efectos en la vida y, en particular, de la vida de la
comunidad de humanos.
13. En lo que respecta a la energía, el criterio lo fija la Segunda Ley de la
Termodinámica. Los combustibles fósiles tienden a agotarse. Las fuentes alternativas de
energía por ahora no son suficientes ni sustituyen a las fuentes de energía de los
combustibles fósiles. Para ello se requiere mejoras en el conocimiento.
14. En lo que respecta al sistema de información, el asunto de la entropía es un enigma.
Lo que observa el autor es que ha habido sociedades en las que se ha perdido la riqueza
cultural, en forma de destrezas, adaptabilidad y tradiciones. Observa también que lo que
se puede constatar es las diferencias en el ritmo crecimiento del conocimiento.
Me parece que el problema de la cultura, esas cadenas invisibles que limitan el libre
albedrío, impone hábitos de los que no es posible escapar sino en movimientos
imperceptibles. Los hábitos de consumo en un sistema de intercambio son útiles en el
mismo sistema que se requiere modificar.
«Quizá el factor más signifcativo de esta relación —nos dice— es la existencia de un
“margen” en la cultura, que permite la divergencia respecto de los patrones establecidos
y el desarrollo de una actividad que no se dedica solamente a la reproducción de la
sociedad existente sino que está orientada a cambiarla».3

3
K.E. B O U L D I N G , « La economía de la futura nave espacial Tierra», Revista de Economía Crítica, 14,
2012, p. 333.
6 Economía de cowboy y economía de astronauta
15. Caracteriza dos tipos de economía: la del «cowboy», correspondiente a la idea de la
Tierra como un sistema abierto, donde el derroche es la cualidad principal; y, la del
«astronauta», en la que se ve a la Tierra como un sistema cerrado, donde la Tierra es una
nave espacial, sin reservas ilimitadas. «[E]l hombre debe hallar su lugar en un sistema
ecológico cíclico que sea capaz de una reproducción continua de las formas materiales,
aún cuando no pueda evitar la utilización de inputs de energía».4
16. La diferencia entre los dos tipos de economía resulta más clara en las actitudes hacia
el consumo.
«En la economía del cowboy el consumo se considera algo positivo y la producción
también; el éxito de la economía se mide por el rendimiento de los “factores de
producción”, una parte de los cuales es extraída en diferentes proporciones de las
reservas de materias primas y objetos no económicos, mientras otra parte son residuos
que se añaden a los sumideros. Si hay unas reservas infinitas de las que se pueden extraer
materias primas y en las que es posible depositar los desechos, entonces el flujo de
recursos-residuos será un buen patrón de medida del éxito de la economía».5 Debería
medirse en el PIB aquello que resulta de recursos agotables y diferenciarse el consumo
que deja residuos que pueden ser reutilizados en el proceso productivo de aquellos que
no.
En efecto, si uno aprecia el modo en que se compara el desarrollo entre los países, se
produce la información y se la presenta, nada de aquello que no tiene cabida en un
sistema en que la acumulación del capital e intercambio es relevante. El mismo
desarrollo humano debe medirse en función de ciertos satisfactores que tienen una
medida monetaria. Cualquier postura pragmática nos obliga a hacerlo.
17. En la economía del astronauta, el rendimiento no es la meta, sino algo que
disminuir. No es el consumo y la producción la medida del éxito, sino la conservación
del stock total del capital.
7 Bienestar como stock o flujo
18. ¿La prosperidad o el bienestar deben ser considerados como un stock o un flujo? El
autor estima que se trata de un stock, en el sentido de que dadas las condiciones de
satisfacción de una necesidad humana, esta tiende a disminuir hasta que se haga
necesario incorporar un nuevo elemento en el stock.
Un ejemplo es «el comer». No se trata de simplemente comer, sino de conseguir un
estado en el que el sujeto se encuentre alimentado. De modo que el consumo absoluto
(su incremento sin más) no tiene sentido si no es limitado a la medida en que se
recupera el estado de satisfacción de la necesidad.
19. Pero, ¿por qué ocuparnos del futuro? ¿Qué ha hecho por mi la prosperidad? ¿Por
qué no se debe maximizar el bienestar en esta generación a costa de las que vienen? La

4
K.E. B O U L D I N G , « La economía de la futura nave espacial Tierra», Revista de Economía Crítica, 14,
2012, p. 333.
5
K.E. B O U L D I N G , « La economía de la futura nave espacial Tierra», Revista de Economía Crítica, 14,
2012, p. 333.
posteridad tiene voz aunque no tenga voto, dice Boulding. El problema se lo presenta
como un problema ético. Esto explica porqué las políticas conservacionistas se postergan
frente a aquellas que se consideran urgentes como la defensa.
La idea para quien se aparta de la conservación, es que le corresponderá al futuro
ocuparse de los problemas del futuro. Frente a ello, coincidimos con el autor que el
mañana está próximo en muchos sentidos: ve que el problema ambiental ya está
presente particularmente por el lado de la contaminación.
20. Mira también que la promoción de la producción y el consumo mueven el esfuerzo
del cambio tecnológico en un sentido indeseable: un ejemplo de ello está en la
durabilidad de lo que se produce y se consume.
8 El arreglo institucional como medios para corregir los problemas
inmediatos y estrategia para ocuparnos del futuro
21. Cierra su planteamiento con dos consideraciones sobre las soluciones. La primera
tiene que ver con el uso del derecho como instrumento de prevención para los
problemas inmediatos, introduciendo por vía impositiva el efecto del daño social.
Luego, como una estratégica para ocuparnos hoy de los problemas de largo plazo.
22. Finalmente, Boulding presenta lo que finalmente se concretó en una serie de
instrumentos internacionales, al menos, desde una perspectiva declarativa. El
crecimiento, de acuerdo a la tradición ortodoxa, tiene límites y es insostenible en el
largo plazo.

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