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Organizarte y estudiar por tí mismo tiene una gran ventaja: avanzar a tu propio ritmo, sin
tener que ajustarte a alguien a quien quizás no puedes seguirles el paso. Y esto, a través
del conocimiento de tus propias necesidades y objetivos, porque eres la persona que más
te conoce.
Lo principal para poder estudiar sólo y para que saques un buen provecho de ello, es la
autogestión en el estudio, manteniendo una actitud de observación, investigación y
reflexión propia de los temas vistos en la escuela, intentando, por ejemplo, darle tu sello
personal a trabajos individuales o grupales.
Lo segundo es la confianza, es decir, el convencimiento de que eres capaz de lograr todo lo
que emprendes.
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¿Por dónde comenzar?
1° Identifica tus necesidades de aprendizaje, para esto hazte las siguientes preguntas:
¿Qué necesito aprender? ¿Qué me falta aprender? ¿Qué requiero reforzar?
2° Una vez que encuentres estas necesidades de aprendizaje, debes ser capaz de acudir
a las fuentes de información y a los procesos de formación para satisfacer dichas
necesidades.
3° Formula tus propios objetivos de aprendizaje y acciones necesarias para lograrlos.
4° Planifica un horario de estudio que te permita llevar a cabo todo lo que tienes que
estudiar.
5° Evalúa tu horario de estudio, es decir, si tu planificación te fue útil y si lograste los
objetivos que te propusiste al empezar a estudiar, los problemas detectados, situaciones
no contempladas, etc., y hacer una reformulación del horario de estudio si los resultados
no fueron tan favorables como esperabas.
Lo importante es comprender que sólo aquel que se pregunta y se cuestiona puede avanzar
en su proceso de aprendizaje. Por lo tanto, es primordial saber buscar más referencias
sobre un tema y solicitar ayuda para no quedarse con la duda.
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2- FICHAR, RESUMIR, MEMORIZAR: TRUCOS PARA ESTUDIAR MEJOR
No hay una sola manera de estudiar y cada quien sabe qué trucos o técnicas le funcionan
mejor; pero para quienes prefieren la organización “visual”, las fichas son una buena
alternativa. Presta atención a estos consejos prácticos y podrás sacarle más provecho.
Ni más ni menos que eso: una tarjetita que te ayuda a recordar rápidamente lo que
necesitas, y con un mínimo de esfuerzo. Hacerla no cuesta nada, sólo hay que tener en
cuenta la información que escribes en ella.
Las fichas pueden ser de varios colores, que puedes usar creativamente para
diferenciarlas o para distinguirlas por su importancia. Asimismo, las fichas tienen dos
caras, puedes escribir sobre ambas o bien sobre una sola.
En caso de utilizar las dos caras de la ficha, estas deben estar relacionadas y la cara 1
debe describir el contenido de la cara 2. Por ejemplo, una ficha útil puede contener una
fórmula física en una cara y la explicación en la otra. O bien el nombre de una guerra o
evento social en una cara y los personajes más destacados en la otra. O bien puedes poner
el nombre de una asignatura en una cara y los contenidos más importantes en la otra. O las
palabras que te cuesta memorizar, etc, etc, etc: las posibilidades dependen de tu
comodidad. Anímate y el estudio se te hará más fácil.
Saber resumir información es una habilidad que se valora no solamente en los ejercicios
escolares sino también en la vida laboral, y además es una buena manera de fijar los
contenidos de cualquier asignatura en la memoria.
Recuerda que:
El resumen debe contener sólo lo esencial, omitiendo la información obvia.
Debe ser imparcial, esto es, no debe incluir tus propias ideas o reflexiones.
Debe ser coherente y funcionar como un texto independiente con ideas claras y
ordenadas.
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Cómo memorizar mejor al estudiar
Aparte de comprender lo que se quiere memorizar, existen trucos muy simples y lógicos.
Uno de ellos figura al comienzo de esta página: la elaboración de fichas con palabras
claves es un buen gancho para recordar. Otro es dibujar un dibujo, esquema o un mapa
conceptual de los contenidos, a fin de comprometer otros sentidos, como la vista.
Si lo que debes memorizar es una lista de cosas o de nombres, vale más unir las palabras
recordando la primera sílaba de cada una, o tal vez la musicalidad de su pronunciación.
Estas son algunas ideas, con toda seguridad encontrarás las tuyas propias en la práctica
diaria del estudio.
3- ESTILOS DE APRENDIZAJE:
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Seguramente puedes comprobarlo tu mismo: cuando uno estudia tu aprendizaje se ve
afectado por múltiples factores. Desde características ambientales (como la luz, la
temperatura o el ruido) hasta rasgos emocionales (como la motivación y la
responsabilidad). El "estilo de aprendizaje" de cada persona, es según la escuela de
programación neurolingüistica (PNL) la manera preferida que cada uno tiene de captar,
recordar,imaginar o enseñar un contenido determinado .
Para Mariluz Yáñez, profesora de la Universidad Blas Cañas, magister en gestión escolar
en la Universidad del Desarrollo y académica de la facultad de pedagogía de la
Universidad Alberto Hurtado, lo principal es que siempre tengas "experiencias de
aprendizaje". Es decir, que la enseñanza no sea simplemente que el profesor te entregue
información y tu simplemente la recibas, sino que te empapes de lo que estás viendo,
oliendo, tocando, escuchando o percibiendo en general.
Aprendizaje visual
Lo ideal es que pudieras proponerle a tu profesor generar un espacio al aire libre con
"experiencias de aprendizaje". Por ejemplo: ir a observar una situación determinada
vinculada con la vida diaria, con la experiencia vital. Observar y mirar un paisaje, una
pintura, un registro visual de alguna situación que te estén enseñando.
La manera más eficiente que tienes de almacenar información es visual (en una clase
con retroproyector, por ejemplo, preferirás leer las fotocopias o transparencias a
seguir la explicación oral, o tomarás notas para tener después algo que leer).
Los cassettes y discos, las discusiones en público y las lecturas en voz alta, mejoran
tu aprendizaje.
Aprendizaje kinestésico
Hacer, elaborar y construir tu material de estudio te hace recordar mejor los contenidos
que te enseñan. Si es así, palpa, toca texturas, determina formas, y relaciona eso con lo
que estás aprendiendo.
Puedes recordar mejor lo que haces en lugar que lo que ves o escuchas.
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Como puedes ver, los distintos estilos de aprendizaje no son mejores o peores, pero si más
o menos eficaces para aprender distintos contenidos. Estudiantes visuales o auditivos se
desempeñan usualmente con éxito en el sistema escolar, mientras que estudiantes
kinestésicos suelen tener dificultades académicas, al ser este el estilo de aprendizaje
menos considerado en la mayoría de las salas de clase.
En todo caso, cada estilo de aprendizaje señala la preferencia por un determinado canal
perceptual, no su exclusividad. El uso de distintos canales perceptuales puede ser
reforzado con la práctica. En este sentido, el ideal del aprendizaje es el uso eficiente de
los tres canales y la capacidad de adaptar el estilo propio predominante al material
educativo y a la manera en que éste se presenta.
Para Mariluz Yáñez, lo que sí favorece y hace que la enseñanza sea óptima, es cuando hay
un profesor que te mira a ti como estudiante, identifica tus intereses y ve, así, qué forma
será para tu curso mejor para su aprendizaje. Las situaciones en donde tú eres el
individuo más importante, en donde se ponen en juego tus capacidades y en donde te
involucras en el proceso, son las experiencias que mejor te llegan.
"Cuando se logra despertar eso en los estudiantes, se logra tener un constructo que irá
directamente dirigido hacia sus procesos cognitivos", explica la profesional.
"Hay que cambiar el paradigma de la memoria, cambiar la manera como siempre hemos
enseñado. La memoria no nos sirve y menos el conocimiento envasado. Hay que hacer
realidad la construcción de lo que se enseña y transformarlo en experiencia, estar en
continuo proceso de construcción", concluye Mariluz.
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4- RECOMENDACIONES PARA MEJORAR
NUESTROS HABITOS DE ESTUDIO
Horario de estudio.
2. Distribuye tu tiempo adecuadamente repartiéndolo entre todas las materias que estás
cursando.
4. aprovecha algunas de tus horas libres para leer o realizar actividades asignadas como
tareas. Si las usas bien, tendrás tiempo luego para otras actividades.
5. Limita el tiempo de estudio a no más de dos horas seguidas por cada materia de estudio.
7. No dejes nada para última hora, casi siempre ocurre lo menos pensado.
Preparación continúa.
1. Una vez recibido el materia de estudio, léelo lo más pronto posible, si hay algo que no
entiendes, conviértelo en una pregunta para la próxima clase.
2. Prepara tus trabajos con tiempo y regularidad; no dejes para otro día lo que puedas
hacer hoy.
3. Una vez que hayas captado el sentido principal, omite con discreción los detalles.
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5. Anota las preguntas que quieras discutir o aclarar con tu grupo curso o con el profesor.
6. Siempre que sea necesario, recurre al diccionario, no sigas leyendo, si hay una palabra
desconocida.
7. Cultiva el hábito de utilizar obras de referencia, tales como, índices, enciclopedia, sitios
web, etc.
Condiciones ambientales.
1. Siempre que sea posible, estudia en un lugar donde no haya ruidos y que esté bien
ventilado y alumbrado.