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DILEMA ÉTICO

Imagine que usted es un médico nefrólogo y tiene como paciente a una pequeña
de 4 años con una falla renal severa. La diálisis renal crónica que recibe no está
dando los resultados esperados, y es claro que si no se le hace un trasplante de
riñón no va a sobrevivir mucho más. La probabilidad de que el trasplante tenga
éxito es del 90 por ciento si el órgano es de un familiar cercano cuyo tejido sea
compatible con el de la niña. Cuando les informa las novedades a sus padres,
aceptan de buen grado hacerse las pruebas de compatibilidad. Sus dos hermanos,
de 2 y 4 años, son demasiado chicos para ser donantes de órganos. Las pruebas
indican que la madre no es histocompatible, pero el padre sí. Usted está a punto
de llamar a la familia para comunicarle la buena nueva, cuando el padre le pide
una cita para conversar sobre los resultados. Cuando le cuenta que él es
compatible, para su sorpresa el padre se larga a llorar y le confiesa que tiene
miedo de donar, y le pide que busque un riñón cadavérico, a sabiendas de que
muy difícilmente será compatible. Le ruega que no le diga a su esposa una
palabra de su negativa, pues sabe que si su familia llega a saber la verdad lo
culparán de dejar que su hija muera y la familia misma correrá el riesgo de
hundirse. Desesperado, le ruega que les mienta, que les diga que él no es
histocompatible. ¿Qué haría usted? ¿Fundándose en qué razones tomaría su
decisión?

Es claro que las respuestas a estas preguntas no son fáciles de responder, y nos
encontramos en un punto de confrontación entre valores morales, es allí debemos
analizar la situación y separar las posiciones contrarias donde surgen preguntas
como: ¿Debería decidir respetar el secreto médico y seguir el deber de
confidencialidad, y evitar llegar a forzar al padre de la niña a someterse a una
intervención a la que se niega? ¿O debería decidir ser honesto y defender lo que
le conviene a la pequeña, aun a costa de violar la confidencialidad, aun a costa de
no respetar el derecho moral del padre a la privacidad, que en este caso se
expresa en su controvertido rechazo a donar? ¿No debería respetar, acaso, el
derecho moral y legal del padre a decidir sobre su propio cuerpo?
Es en este punto en donde nosotros como médicos debemos tomar una decisión
basándonos en nuestros valores y en nuestra ética profesional buscando siempre
el mayor beneficio de la familia y sobre todo del paciente. En primer lugar el
derecho a la vida tiene el puesto más primordial a la hora de tomar decisiones, en
segundo lugar nosotros como médicos no podemos violar el código de ética
mintiéndole a la familia quitándoles el derecho de conocer lo que realmente está
sucediendo. Incluso, se pueden buscar otras soluciones como buscar otro donador
histocompatible en la familia, o someter al padre a terapias psicológicas para
concientizarlo que la operación tiene un alto porcentaje de salir bien tanto para él
como para la pequeña.

ANDRÉS FELIPE PRADA ROJAS

Código: 5151112

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