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Variaciones Magnéticas

Ya en el siglo XIII algunos marinos habían dado cuenta de cambios en la dirección del campo magnético en algunos
puntos de la Tierra, cambios que fueron comprobados por Colón, quien llevaba brújulas de dos tipos distintos para
la travesía del Atlántico. Estos cambios en la declinación (el ángulo entre la dirección local del campo magnético,
indicada por la aguja de una brújula, y el Norte verdadero), son conocidos como cambios seculares y son de algunas
décimas de grado por año. En Londres han sido documentados desde el año 1600 cuando la declinación era de 16°
E, en 1800 alcanzó 24 W, en 1935 había disminuido de nuevo a 12° W y actualmente es de unos 10° W.

Se ha encontrado que la declinación magnética cambia cuando ocurren cambios en el largo de los días, es decir
cuando cambia la velocidad de rotación de la Tierra (estos cambios son del orden de 0.000015°/día). Como los
cambios en la velocidad de rotación hacen que cambien temporalmente las velocidades relativas entre sólidos y
líquidos, cambian las corrientes en el núcleo líquido y eso cambia el campo; qué tanto cambia es un dato que nos da
información acerca de qué tanto material del núcleo participa en estas corrientes.

También la inclinación (el ángulo que forma con la horizontal) del campo magnético varía con el tiempo; esto indica
que, aparentemente, el eje del dipolo magnético terrestre gira alrededor del eje de rotación con velocidad variable
(actualmente forma una ángulo de unos 11.5°).

Otra componente de los cambios seculares del campo magnético terrestre es la disminución de su intensidad. En la
actualidad la intensidad decrece aproximadamente en 5% por siglo, y si no hay cambios en esta tendencia, el campo
magnético será nulo dentro de 2,000 años.

Más sorprendentes que los cambios seculares, son los cambios de polaridad del campo magnético, cuando éste
invierte su sentido de manera que una brújula señalaría hacia el Polo Sur en vez de hacerlo, como ocurre
actualmente, hacia el Polo Norte. Cuando se descubrieron por primera vez rocas con campos MTR orientados casi en
la misma dirección que el campo actual, pero con sentido contrario, se pensó en la posibilidad de que se tratara de
rocas con minerales antiferromagnéticos, los cuales pueden orientarse espontáneamente en dirección antiparalela
a la del campo aplicado; fenómeno que ocasionalmente se observa.

El movimiento del polo norte


magnético de la Tierra a lo largo del
ártico canadiense.

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