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Básicamente, nuestro carácter está compuesto por nuestros hábi-tos. Los hábitos
son factores poderosos en nuestras vidas. Dado que se trata de pautas
consistentes, a menudo inconscientes, de modo constante y cotidiano expresan
nuestro carácter y generan nuestra efectividad… o inefectividad.
Según Horace Mann, «Los há-bitos son como hebras. Si día tras día las
trenzamos en una cuerda, pronto resultará irrompible».
O como dijo Aristóteles. “Somos lo que hacemos día a día. De modo que la
excelencia no es un acto, sino un hábito”.
Cambios físicos
Niños
Cambia la voz.
Se producen erecciones involuntarias y emisiones nocturnas.
Niñas
Niños y niñas
Sale el acné juvenil, causado por bacterias atrapadas en las glándulas sebáceas.
Cambios emocionales
“Un día estás llorando y al día siguiente te sientes bien. Tan pronto estás enfadada
como te deprimes y te metes en el último rincón de tu cuarto” (Oksana).
El mayor cambio emocional que vas a experimentar quizá sea que verás al sexo
opuesto de una forma totalmente distinta.
“Dejé de pensar que todos los chicos eran insoportables. Algunos hasta
empezaron a gustarme, y la idea de enamorarme no me parecía tan mala. Es
más, mis amigas y yo hablábamos mucho de chicos” (Alexis).
“Como estaba obsesionado con compararme con los demás muchachos, terminé
sintiéndome atraído hacia ellos. Pasó tiempo hasta que me fijé en las chicas. Los
sentimientos homosexuales son parte del pasado” (Alan).
Intenta ser positivo. Tienes que pasar por los cambios físicos y emocionales de la
pubertad para hacerte mayor. Te ayudará meditar en lo que dijo el salmista David:
“De manera que inspira temor estoy maravillosamente hecho” (Salmo 139:14).
No te dejes dominar por los pensamientos negativos. ¿De verdad crees que hay
alguien mirándote siempre con lupa? Y si la gente habla sobre cómo estás
cambiando, no le des demasiada importancia. Como dice la Biblia, “no hagas caso
de todo lo que se habla” (Eclesiastés 7:21, Nueva Biblia Española).
Aprende a controlar tus impulsos sexuales para que ellos no te controlen a ti. La
Palabra de Dios dice que huyamos de la inmoralidad sexual y que quien la
practica peca contra su propio cuerpo (1 Corintios 6:18).
Habla con uno de tus padres o con otro adulto en quien confíes. Es verdad que al
principio puedes sentirte incómodo. Pero la ayuda que recibirás hará que el
esfuerzo valga la pena (Proverbios 17:17).
Hay momentos en la vida en los que tenemos que hacerle frente a nuestros más
profundos temores y realmente tenemos que lidiar con asuntos difíciles. Sin
embargo, ¿Por qué sentir ese mismo temor cuando el cambio es más bien
positivo? Pues, porque es una reacción natural. Si le tenemos miedo al cambio, no
es porque estemos cometiendo un error, es simplemente porque estamos dando
un paso fuera de la zona de confort. En esta vida nada es para siempre. Los
cambios son inevitables, en muchas ocasiones, los cambios nos liberan de
ataduras, unas veces son evidentes, invisibles en otras. Pero son oportunidades
para el crecimiento.
La Biblia nos enseña que Dios en el cielo no cambia, El siempre es el mismo por
los siglos de los siglos (Malaquías 3:6) Porque yo, Jehová, no cambio; por
esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos., pero que debajo del cielo si
existen los cambios o tiempos de cambio (Eclesiastés 3:1). Todo tiene su
tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora
Todo lo creado por Dios está regido y gobernado por los cambios, por ejemplo:
Las estaciones del año, el ser humano que nace, crece, se reproduce,
desarrolla, declina y muere, etc.
Existe un dicho que dice una gran verdad: “Cambiar y cambiar para mejor, son
dos cosas completamente diferentes”. El deseo de Dios es que nosotros, sus
hijos, seamos personas que no sólo cambiemos, sino que cambiemos para lo
mejor. La Biblia llama a esto una transformación.
Muchas personas tienen la intención de cambiar para mejor, pero nunca lo logran
porque no han aprendido lo que se llama “la dinámica del cambio”.
Principios indispensables para tener en cuenta y comprender el proceso o la
dinámica del cambio.
D. Los cambios tienen que tener un blanco definido. (Por Ej.: Voy a cambiar mi
carácter agresivo. Si tenemos varias cosas que cambiar poner un orden de
prioridades para empezar por una a la vez).
E. Los cambios tiene que tener una meta principal: deben estar respaldados por
la Palabra de Dios y glorificar a Cristo. Todo cambio que no se haga de esta
manera es pura vanagloria.
Porque muchos se resisten al cambio
Algunas razones son:
1. Temor a lo desconocido
Cambiar implica moverse a nuevas áreas, desconocidas muchas veces, sin
conocerlas de antemano.
Implica salir del área de comodidad donde hemos vivido por mucho tiempo para
hacer algo nuevo. Gracias a Dios que en
2 Timoteo 1:7 leemos que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía o timidez,
sino de poder para hacer los cambios que sean necesarios. Para poder
cambiarse hace necesario actuar en fe, creyendo a lo que Dios dice Su
Palabra, (Hebreos 11:6) pues sin fe es imposible agradar al Señor.
2. El factor riesgo
No se puede cambiar sin tener que tomar riesgos. Uno ha visto que los cambios
que deseo hacer, han funcionado bien en otros, pero no sabemos si será igual en
nosotros. Siempre en el proceso hacia la victoria esta implícito el riesgo hacia
la derrota.
Todo ese trasfondo nos ha creado una idea o patrón mental de cómo vivir
para siempre.
He leído que el elefante de circo, al que generalmente vemos bien tranquilo y
atado solamente con un lazo aferrado a una estaca, no se suelta.
¿Cómo puede ser que el elefante no rompa el lazo con la fuerza que tiene y
se escape?
La sociedad nos ha hecho creer que se puede obtener éxito rápido, pero la
realidad de la vida y la experiencia nos dice que es al revés.
algunos son más dolorosos que otros y demandan un alto grado de esfuerzo.
Cualquiera sea la situación que enfrentemos, necesitamos tener en cuenta los
siguientes pasos para efectuar cambios significativos:
PASO 1: La mente
PASO 2: Actitud
PASO 3: Cultura
Dicen los sociólogos que lleva entre cinco y siete años traer un cambio a una
cultura establecida y enraizada por años. Por cierto, solos no podemos cambiar el
mundo, pero sí podemos cambiar nuestro mundo y el que nos rodea.
Mateo 5:13-14 dice: “Vosotros sois la sal de la tierra…vosotros sois la luz del
mundo…”
La rueda del cambio
CICLO 1
CICLO 2:
Visualizar el futuro
La idea es mirar por fe hacia adelante y expresar como nos gustaría llegar a
ser. Este es quizás el eslabón más importante del proceso de cambio.
CICLO 3:
Aquí es donde uno decide quedarse satisfecho como uno es, como está o si
realmente quiere ver las cosas cambiar para mejor.
CICLO 4:
Desear cambiar
2. Es aquí donde se hace necesario buscar ayuda para que nos guíen y
aconsejen apropiadamente. Los cambios trascendentales en Dios no se
realizan a solas. Uno necesita:
CICLO 5:
El Espíritu Santo, por medio de ésta enseñanza bíblica profunda te está diciendo
en ésta hora que hay cosas que cambiar en tu vida, matrimonio, negocios,
ministerio, etc. Usted ya no puede seguir así. ¡Tienes que cambiar!