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RECUENTO ANATÓMICO:
COLUMNA VERTEBRAL
Vértebras:
La médula espinal está dividida de forma incompleta en dos mitades simétricas por el surco
medio posterior y la fisura media anterior. En el centro de la médula se encuentra el pequeño
conducto central, el epéndimo, que se continúa rostralmente con el sistema ventricular
encefálico. Rodeando el conducto central se encuentra la sustancia gris medular, que consta de
los cuerpos de las células nerviosas, sus dendritas y sus contactos sinápticos. La parte más
externa de la médula consta de sustancia blanca, que contiene fibras nerviosas ascendentes y
descendentes. Algunas de ellas unen segmentos medulares vecinos y distantes para integrar sus
funciones, mientras que otras discurren entre la médula y el encéfalo. Muchas de las fibras que
comparten un mismo origen, trayecto y terminación se agrupan en fascículos, formando los
largos tractos de la médula espinal.
HERNIA DEL NÚCLEO PULPOSO: Lesión del nervio espinal
Las raíces del nervio espinal son susceptibles de compresión por cambios degenerativos en las
articulaciones de la columna vertebral (espondilosis) y por hernia de los discos intervertebrales.
Los sectores más afectados de la columna suelen ser aquellos normalmente más móviles, que
corresponden a los segmentos lumbares bajos (L3 a S1) y cervicales bajos (C4 a T1).
La hernia discal en la columna cervical causa dolor en el cuello, que se irradia al brazo y la mano,
acompañado de sensación de hormigueo (parestesias), debilidad y atrofia de los músculos
correspondientes a la distribución radicular, y entumecimiento de la piel correspondiente a la
distribución dermatómica, junto con pérdida de los reflejos tendinosos dependientes de la raíz
particular. De forma similar, la hernia discal lumbar produce lumbalgia y dolor, que irradia hacia
el miembro inferior, conocido como ciática. Una gran hernia discal lumbosacra puede causar
parálisis de la vejiga e incontinencia, requiriendo neurocirugía urgente. No existen causas claras
de esta afección. Pacientes de todas las edades desde los 18 años aproximadamente (e incluso
menores) pueden presentar estas hernias. Personas dedicadas a todas las actividades, tanto
físicamente pesadas como livianas las presentan. Los antecedentes familiares no son en general
algo destacado en los pacientes con hernias, como tampoco otras enfermedades de la misma
persona.