La educación ambiental es un proceso de formación que permite la toma
de conciencia de la importancia del medio ambiente, promueve en la ciudadanía el desarrollo de valores y nuevas actitudes que contribuyan al uso racional de los recursos naturales y a la solución de los problemas ambientales que enfrentamos en nuestra ciudad. La educación ambiental es una filosofía de vida que conlleva el respeto de las demás formas de vida y de los derechos humanos.
Antecedentes
A finales de la década de los sesenta comenzamos a hablar de Educación
Ambiental, época en la que el hombre muestra una gran preocupación por los graves problemas ambientales del mundo y los cambios que en él se están produciendo. A partir de aquí, numerosos han sido los eventos y reuniones internacionales para intentar cambiar dichos problemas:
En la “Conferencia de las Naciones Unida sobre el Medio Humano”,
Estocolmo (Suecia, 1972). Aparece por necesidad el Principio 19, que nos comunica lo siguiente: Es indispensable una educación en labores ambientales, dirigida tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos, y que preste la debida atención al sector de la población menos privilegiada, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades, inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su dimensión humana. Es también esencial que los medios de comunicación de masas eviten contribuir al deterioro del medio humano y difundan, por el contrario, información de carácter educativo sobre la necesidad de protegerlo y mejorarlo, a fin de que el hombre pueda desarrollarse en todos los aspectos. En El Coloquio Internacional sobre Educación relativa al Medio Ambiente (Belgrado, 1975) se le da importancia a la educación en el proceso de cambio definiendo las metas, objetivos y principios de la educación ambiental. La Conferencia Intergubernamental sobre Educación relativa al Medio Ambiente (Tbilisi, 1977), donde se produce la incorporación de la educación ambiental a los sistemas de educación, estrategias; modalidades y la cooperación internacional en 10 materia de educación ambiental. Según Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, (1996, p.2) el fuego en Castilla y León: “el fuego es un fenómeno que se produce al aplicar calor a una sustancia combustible en presencia del aire. Es la manifestación visible de un complejo proceso físico-químico denominado combustión”. Continuando con la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, (1996) El fuego en Castilla y León, desde la prehistoria el hombre y el fuego establecieron una estrecha relación. Éste le proporcionaba calor para calentar las cavernas y luz para ahuyentar a las fieras. Su uso se fue desarrollando con las técnicas para fundir metales y de cocinado de alimentos hasta llegar a la antigüedad donde apareció la cultura con mejores conocimientos sobre el fuego, la egipcia, capaces de utilizar el fuego para fabricar vidrios, esmaltes, tintes, venenos, perfumes… También los griegos en su adoración al fuego crearon un símbolo que aún perdura en nuestros días como es la llama de los Juegos Olímpicos del año 776 a.C.
Objetivos
Teniendo en cuenta la Carta de Belgrado, realizada en octubre de 1975, los
Objetivos de la Educación Ambiental a nivel mundial son las siguientes:
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor
sensibilidad y conciencia sobre el cuidado del medio ambiente, creando soluciones viables para el mantenimiento óptimo del mismo. Conocimientos. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica. Actitudes. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente. Aptitudes. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las habilidades necesarias para resolver los problemas ambientales. Capacidad de evaluación. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, sociales, estéticos y educativos. Participación. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto. Desarrollar actitudes responsables en relación con la protección al ambiente. Adquirir hábitos y costumbres acordes con una apropiación cuidadosa de los recursos de uso cotidiano y los medios de transporte. Conocer la labor de las principales organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, nacionales e internacionales, comprometidas con la problemática ambiental mundial. Distinguir las causas que alteran el ambiente Identificar la interacción entre los factores naturales y la intervención humana. Reconocer la importancia del impacto que ejercen los diferentes modelos económicos en el ambiente.
Característica
Comportamientos positivos de conducta.
Educación permanente.
Conocimientos técnicos y valores éticos.
Enfoque global.
Vinculación, interdependencia y solidaridad.
Resolución de problemas.
Iniciativa y sentido de la responsabilidad.
Renovación del proceso educativo.
Importancia de la educación ambiental
Más allá de la educación tradicional, es decir, del simple hecho de impartir
un conocimiento, la educación ambiental relaciona al hombre con su ambiente, con su entorno y busca un cambio de actitud, una toma de conciencia sobre la importancia de conservar para el futuro y para mejorar nuestra calidad de vida. La adopción de una actitud consciente ante el medio que nos rodea, y del cual formamos parte indisoluble, depende en gran medida de la enseñanza y la educación de la niñez y la juventud. Por esta razón, corresponde a la pedagogía y a la escuela desempeñar un papel fundamental en este proceso.
Metas de la educación ambiental
Proporcionar la información los conocimientos necesarios en la población
mundial para que ésta adquiera conciencia de los problemas del ambiente, creando en ella predisposición, motivación, sentido de responsabilidad y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones. Promover una clara conciencia acerca de la interdependencia económica, social, política y ecológica en áreas urbanas y rurales. Dar a cada persónalas oportunidades para que adquiera los conocimientos, valores, actitudes, compromisos y habilidades necesarios para proteger y mejorar el ambiente y con ello alcanzar los objetivos de desarrollo sustentable. Crear en los individuos, grupos y en la sociedad entera, nuevos patrones de comportamiento y responsabilidades éticas hacia el ambiente. Al someter a un análisis estas metas surgen dos aspectos que deben tomarse en consideración: primero, revisar y profundizar la diferencia entre los objetivos y las metas que plantean la urgencia de una acción; y, en segundo lugar, preguntarse qué tipo de acciones se llevarían a la práctica, además de pensar en el cuidado ambiental y no tanto en quiénes "perderían" o "ganarían" con estas acciones.
Áreas de la educación ambiental
Política: La dominación interna y externa a que está sometida nuestra realidad
requiere de alternativas educacionales comprometidas, que rompan con los lazos de dependencia y gesten una conciencia de necesidades colectivas y nacionales. Por eso, la educación debe estar orientada hacia una praxis política y crítica que promueva la transformación en general. La educación ambiental analiza las estructuras socio-económicas y políticas, en la medida en que afecten a la sociedad y a los ecosistemas, no se trata de una práctica neutra, sino representa un compromiso o alternativa a la problemática socio-ambiental. Ante los nuevos paradigmas educativos y la crisis del sistema de desarrollo convencional, la educación ambiental politizada constituye una alternativa dirigida a lograr una acción educativa, transformadora del individuo en sujeto de su propio destino, comprometido con su sociedad, con la conciencia de los problemas actuales y con la búsqueda de soluciones para un desarrollo social y ambiental sustentable
Social: Un propósito fundamental de la educación ambiental es lograr que tanto
los individuos como las colectividades comprendan la naturaleza compleja del medio ambiente (resultante de la interacción de sus diferentes aspectos: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos, etc.) y adquieran los conocimientos, los valores y las habilidades prácticas para participar responsable y eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión de la calidad del medio ambiente. La educación ambiental resulta clave para comprender las relaciones existentes entre los sistemas naturales y sociales, así como para conseguir una percepción más clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de los problemas ambientales. En esta línea, debe impulsar la adquisición de la conciencia, los valores y los comportamientos que favorezcan la participación efectiva de la población en el proceso de toma de decisiones. La educación ambiental así entendida puede y debe ser un factor estratégico que incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sostenibilidad y la equidad.
Económica: La economía es un conjunto de acuerdos tecnológicos, legales y
sociales a partir de los cuales una comunidad busca aumentar sus estándares de vida materiales y espirituales. El estudio de la naturaleza en su papel como proveedor de materias primas se denomina economía de los recursos naturales. El estudio del flujo de los residuos y su impacto en el mundo natural se denomina básicamente “economía ambiental”. También se debe incluir dentro de este concepto el desequilibrio en el hábitat por los programas de urbanización y la degradación del paisaje por cualquier actividad humana
Principios de la educación ambiental
Considerar al ambiente en forma integral, es decir, lo natural y lo construido,
no sólo los aspectos naturales, sino los tecnológicos, sociales, económicos, políticos, morales, culturales, históricos y estéticos. Asumir un enfoque interdisciplinario para el tratamiento de la dimensión ambiental, que se inspira en el contenido específico de cada disciplina para posibilitar una perspectiva holística y equilibrada. Tratar la temática ambiental desde lo particular a lo general tiene como finalidad que los estudiantes se formen una idea de las condiciones ambientales de otras áreas, que identifiquen las condiciones que prevalecen en las distintas regiones geográficas y políticas, además de que reflexionen sobre las dimensiones mundiales del problema ambiental para que los sujetos sociales se involucren en los diferentes niveles de participación y responsabilidad. Otro principio orientador hace énfasis en la complejidad de los problemas ambientales, por lo cual es necesario desarrollar el pensamiento crítico y las habilidades para resolverlos. Promover el conocimiento, la habilidad para solucionar problemas, la clasificación de valores, la investigación y la evaluación de situaciones, en los estudiantes en formación, cuyo interés especial sea la sensibilización ambiental para aprender sobre la propia comunidad. Capacitar a los alumnos para que desempeñen un papel en la planificación de sus experiencias de aprendizaje y darles la oportunidad de tomar decisiones y aceptar sus consecuencias. Evaluar las implicaciones ambientales en proyectos de desarrollo. Insistir en la necesidad de cooperación local, nacional e internacional, para la prevención y la solución de los problemas ambientales.