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Posteriormente se hace una clasificación ayurvédica del tipo de cuerpo, pues un sistema
puede funcionar para un tipo de cuerpo y no para otro. Partimos de tres agentes rectores,
los doshas, principios mecánico-cuánticos mente/cuerpo, que rigen el flujo de inteligencia
a través de la fisiología. Los tres doshas que forman los tipos ayurvédicos de cuerpo son
Vata, Pitta y Kapha. Estos tres elementos conectan al individuo con el universo. Cada uno
rige distintas funciones del cuerpo. Cada célula y cada cuerpo contiene los tres doshas,
aunque hay cuerpos con más predominio de uno, surgiendo así una tipología:
Tipo Vata: constitución delgada, rápido, con hambre y digestión irregulares, tendencia al
insomnio, entusiasmo, imaginación, tendencia a la preocupación, se cansa con facilidad.
Tiene hambre a cualquier hora, camina deprisa, es irregular en cuanto a hábitos, digestión,
etc. Es el que tiende más al desequilibrio por lo que hay que trabajar esto. Come
impulsivamente cuando está bajo tensión. Los de este tipo deben regularizar las comidas,
evitar comidas y bebidas frías e insistir en alimentos pesados y calientes.
Tipo Pitta: constitución mediana, hambre y sed agudos, digestión fuerte, tendencia a
enfadarse, piel pálida, pecosa, aversión al sol, carácter emprendedor, inteligencia aguda,
habla precisa, no puede saltarse comidas, cabello rubio, castaño claro o rojizo. Es propio
de Pitta vivir pendiente del reloj, despertarse de noche acalorado y con sed, caminar con
paso decidido, son cálidos y ardientes en sus emociones. Les sienta bien las bebidas frías
y ensaladas pero deben evitar comida condimentada o caliente. Tienen autodisciplina y
pueden perder unos kilos con facilidad pero pueden tener impulso autodestructivo.
Tipo Kapha, de complexión fuerte, movimientos lentos, personalidad tranquila, piel suave,
pálida, lentos para captar información pero con buena retentiva, sueño pesado, tendencia
a la obesidad, digestión lenta, tolerante. Suelen ser muy reflexivos, lentos al despertar, se
sienten satisfechos, son empáticos, buscan consuelo emocional en la comida. Estas
personas tendrían que evitar helados, leche, postres y otros alimentos abundantes en grasa
y muy dulces, también los fritos o aceitosos. Deberían comer sólo cuando tienen hambre.
Les beneficia un día de ayuno por semana con líquidos.
Para saber el tipo de cuerpo de cada uno, el libro aporta un cuestionario (págs. 19 a 21).
Hay que contestar para Vata, Pitta y kapha y sumar las puntuaciones de cada una de estas
doshas. Puede ser que una tenga mucha puntuación en detrimento de otras: su tipo
corporal será ese, o puede que se tenga un tipo corporal mixto.
Se postula que el apetito no es un enemigo como consideran otras dietas y que por eso
fracasan. Se trata de comer pero para producir energía, no para almacenar grasa.
Según el Ayurveda en las personas con sobrepeso siempre hay alteraciones digestivas,
describiéndose el producto de una digestión incorrecta como ama, principio abstracto y
elemento material (sustancia blanca y pegajosa que se adhiere a los canales de circulación
de sangre, linfa y energía, y que puede verse a veces como una película blanca en la
lengua). Existe un producto opuesto y positivo que es oja. Producir ama provoca debilidad,
pesadez, baja inmunidad. Producir ojas provoca ligereza, energía, sensación de felicidad.
El Ayurveda se opone por completo a las dietas que ignoren las necesidades de todo
el sistema mente/cuerpo.
Para mejorar la digestión: prefiera pollo y pescado a carnes rojas, incluya abundantes
vegetales frescos, cocidos y legumbres. Prefiera alimentos tibios y ligeros. También frutas
crudas. Emplee jengibre fresco o en polvo para cocinar pues estimula la digestión,
también un poco antes de la comida. También son beneficiosas el comino, la cúrcuma,
cardamomo, canela, clavo, semilla de mostaza y pimienta negra.
Los fritos agravan a Kapha. Sí pueden incluirse aceites de almendras, maíz, girasol y oliva.
Reduzca lo más posible las bebidas gaseosas. Trate de evitar alimentos envasados y
estimulantes fuertes como cafeína y alcohol.
El Ayurveda define una dieta equilibrada también en relación al gusto. Distingue los
siguientes sabores: dulce, agrio, salado, picante, amargo y astringente (guisantes, lentejas,
granadas, manzanas, peras, col). Trate de incluir alimentos de los seis sabores en su
alimentación de manera regular en el transcurso de un día. El aceite de sésamo puede
reavivar las papilas gustativas, si fuera necesario. El sabor más deseado suele ser el dulce.
La leche es recomendada para aliviar el ansia de dulces, también la miel (agua de limón
y miel, alivia y disuelve el ama).
La meditación es una técnica muy efectiva para lidiar con las ansias de comer de origen
emocional. También es esencial equilibrar los ritmos biológicos a lo largo del día y ser
siempre consciente del nivel de hambre: poner la mano sobre el estómago y preguntar:
¿Cuál es ahora mi nivel de hambre? Y luego dirigir la atención a cualquier signo de
inquietud emocional, percibirla con los ojos cerrados.