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Jeimy Carolina Hernandez Melgarejo

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Tres posturas diferentes de cara al primer aniversario del 9 de abril.

El 9 de abril de 1948 fue asesinado en Bogotá el dirigente liberal Jorge Eliecer Gaitán, quien
gozaba en aquel entonces de una alta relevancia en el panorama político del país, además de
ser el más firme candidato por su partido a las elecciones presidenciales de 1950 y líder de
sectores populares que cobraron protagonismo durante las décadas de 1930 y 1940. Su
muerte desató en la capital y posteriormente en otras regiones del país la ira popular y dio
inicio a la época más crítica del periodo denominado como La Violencia, que produjo
numerosas muertes y daños en todo el territorio nacional además de represión hacia las masas
por parte del gobierno conservador que llegó al poder en 1950 de la mano del presidente
Laureano Gómez. Tres autores diferentes presentaron textos en conmemoración al primer
aniversario de los hechos ocurridos el 9 de abril, Daniel Samper escribió un corto texto
titulado “Jorge Eliecer Gaitán”, Manuel Zapata Olivella realizó un trabajo llamado “9 de abril
versión comunista”, y el periódico de la iglesia El Heraldo Católico publicó un artículo
titulado “recordemos el nueve de abril: la tumba de un sacerdote clama a la conciencia
nacional”, en ellos se exponen tres puntos de vista diferentes centrados no solo en el asesinato
del líder político, sino en aquellos hechos que se presentaron después del estallido de la ira
popular que causó estragos por todo el país y tuvo numerosas consecuencias y lo que esto
significó en el panorama del país.

Primero, hay que considerar los hechos que acompañaron la época en la cual fueron
escritos los textos. Había vuelto al poder el partido conservador de la mano de Mariano
Ospina Pérez. En Colombia había un cierto temor a las ideas comunistas que eran asociadas
al pensamiento de Jorge Eliecer Gaitán, aunque este último nunca expresó estar de acuerdo
con movimientos como el marxismo, pero ya que se preocupaba tanto por el pueblo muchas
personas, en especial partidarias del conservatismo, pensaron que sus ideales estaban basados
en el comunismo, representando así una amenaza para el régimen conservador e incluso para
el tradicionalismo liberal que era respaldado por la élite.

Daniel Samper en su escrito se centra en la figura de Gaitán como líder de las voces
populares colombianas y hace referencia a que su asesinato el 9 de abril fue una tragedia para
el proyecto de revolución basado en la justicia e igualdad que sería desarrollado bajo su
mando, esto se puede entender debido a que en los años 40 Gaitán empezó a ser visto por los
sectores populares como un líder real y una representación de sus intereses, lo cual hizo que
fuera muy popular entre las clases sociales populares que encontraron en él un guía para
llegar a conseguir un cambio en sus vidas y la oposición a la “oligarquía” dominante en el
país. En el texto Samper busca resaltar la figura política de Gaitán y hacer énfasis en la
perdida que su muerte representó para la democracia en Colombia, acusa a quienes se
encargaron de infundir el odio entre partidos políticos y a quienes buscaban enriquecerse
gracias a la miseria de otros como los culpables de toda la violencia desatada a raíz de la
muerte del dirigente liberal, implícitamente culpando a la clase alta y al partido conservador
como los responsables de todo esto. Lo dicho por Samper infiere que los sectores populares
del país, que fueron en gran parte los responsables de la muerte y destrucción causada en
diferentes regiones, en realidad fueron víctimas del odio infundado por el enfrentamiento
bipartidista y del dolor a causa de la muerte del máximo exponente de su pensar, y que lo
sucedido el 9 de abril de 1948 debe ser recordado más como el día de la desaparición de un
líder intachable que como el día que estalló una lucha revolucionaria pero terrible por las
acciones de sectores populares salvajes y violentos que actuaron sin justificación.

Manuel Zapara Olivella tiene un punto de vista comunista relacionado a los


acontecimientos del 9 de abril, esto se demuestra claramente en la forma en la cual se refiere
a la revolución iniciada ese día por parte de los sectores populares, donde infiere que los
pensamientos marxistas estaban presentes en la sociedad colombiana de aquel entonces, y
que en Colombia podría esto podría significar un gran cambio social. La oligarquía presente
en el poder colombiano es vista desde el punto de vista del autor como los responsables del
asesinato de Gaitán, sin embargo, la muerte del político no es imprescindible para lo que el
autor quiere transmitir en su escrito, en donde el imperialismo y la oligarquía son el mal que
aqueja a la sociedad en general creando pobreza, desigualdad, pésimas condiciones de
trabajo, etc. El 9 de abril es abordado por el autor de una manera populista, en donde el pueblo
alzó su voz de protesta atacando al capitalismo impuesto por el gobierno demostrando su
inconformismo con la política del estado, esto no solo puede ser visto en las personas de la
capital, también se puede apreciar el hecho de que diferentes regiones de Colombia también
se hayan unido a la protesta, pues comparando a Bogotá con otras ciudades como Cali o
Medellín la capital era el centro de poder económico, político y cultural, relevando a otras
regiones a un segundo plano y reafirmando el concepto desigualdad que expuso Manuel
Zapata.

¿Qué papel toma la iglesia dentro de los acontecimientos del 9 de abril y posteriores?
Esta pregunta es respondida por la publicación del periódico El Heraldo Católico en la cual
Jorge Eliecer Gaitán no es la figura principal de lo allí expuesto, de hecho, el protagonista
del artículo es un sacerdote fallecido en las revueltas que la iglesia quiere exponer como un
mártir cruelmente asesinado por liberales salvajes que con esta acción buscaban reprimir la
religión en los pueblos. La iglesia tiene más afinidad con las ideas defendidas por el
conservatismo durante la época de la Violencia mostrando su repulsión a las protestas y daños
causados por los movimientos de sectores populares. Dentro del texto del Heraldo Católico
ni siquiera se hace alusión al político liberal asesinado, puesto que dicho acontecimiento la
iglesia no lo relaciona con lo ocurrido en los pueblos, según la visión de este periódico las
manifestaciones ocurridas son vistas como un intento de los movimientos liberales para
aplacar la fe de las personas.

Estos tres documentos escritos un año después de los sucesos del 9 de abril son muy
interesantes al momento de hacer un análisis, puesto que comparten una idea general, pero
los puntos de vista mediante los cuales fue expuesto este hecho difieren mucho. Los autores
utilizan una ideología marcada para justificar sus pensamientos acerca de las causas y las
consecuencias que dejó este día para Colombia, esto arroja como resultado que el tema del
9de abril no solo sea pensado como el día de la muerte de Gaitán, sino el momento de la
historia del país en que inicia un periodo de cambio y revolución en el cual la violencia
justificada a través de la política tendrá lugar hasta finalizando la década de los 50.
Referencias

 Arias, J. R (2011). Historia de Colombia contemporánea (1920-2010). Bogotá.


Universidad de los Andes
 Periódico El Heraldo Católico (1949). Recordemos el nueve de abril: la tumba de
un sacerdote clama a la conciencia nacional.

 Samper, D. (1949). Jorge Eliecer Gaitán.


 Zapata, M. O (1949). El nueve de abril versión comunista.

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