Compuesta en sus orígenes oralmente para ser cantada por aedos en
versos hexámetros, trata temas extraídos de los ciclos míticos, sobre todo las hazañas del héroe, su valor guerrero, el honor, la gloria y otros ideales nobles. Las dos primeras epopeyas, escritas en el período arcaico (siglos VIII-VI a. C.), son atribuidas a HOMERO: la Ilíada, que canta la cólera de Aquiles en el décimo año de la guerra de Troya, y la Odisea, que se ocupa del regreso de Ulises a Ítaca tras la caída de Troya (narrada en otras obras perdidas).
De la misma época es HESÍODO, autor de la Teogonía, una de las
versiones más antiguas sobre el origen del cosmos y de los dioses, desde el Caos hasta los dioses olímpicos y su descendencia, pasando por la Tierra, la Noche y el Amor.
Tras decaer en el perído clásico, la épica fue retomada en el helenístico
por APOLONIO DE RODAS, que narró en las Argonáuticas el viaje de Jasón en busca del vellocino de oro.
POESÍA LÍRICA
Se divide, según su ejecución, en dos tipos: la lírica monódica, cantada
por una sola voz, y la coral, cantada por un coro. La didáctica (contiene una enseñanza, a menuso moral) está escrita en dísticos elegíacos y la satírica en yambos.
En la monódica, el poeta expresa sus sentimientos personales en
relación con la pasión amorosa (especialmente SAFO), los goces de la vida, el paso del tiempo y la muerte, oponiendo en ocasiones sus valores a los de la épica, como hace ARQUÍLOCO en su yambo sobre el escudo. Las elegías de SOLÓN, de carácter didáctico, exhortan a rehuir la desmesura (hybris) que provoca la ira de los dioses.
La coral está representada por los epinicios de PÍNDARO, odas que
ensalzan a los vencedores de los distintos juegos panhelénicos. En virtud de los lugares en que se celebraban, reciben los nombres de Olímpicas (Olimpia), Ístmicas (Corinto), Píticas (Delfos) y Nemeas (Nemea).
LA POESÍA DRAMÁTICA
El género teatral se denominaba drama (δρᾶμα “acción”) porque el
texto no estaba destinado a su lectura o audición, sino a su representación por parte de actores profesionales en el contexto de las fiestas atenienses dedicadas a Dioniso (las Dionisias). Junto a ellos cantaba y danzaba un coro ante el escenario, en la orquestra.
TRAGEDIA
Sus argumentos se nutren del mito y plantean conflictos religiosos o
morales en que se ven envueltos los héroes, como la desmesura (hybris), la venganza, la obcecación y el destino.
En su trilogía Orestíada, ESQUILO desarrolla el episodio mítico del
regreso de Agamenón a Micenas, su asesinato por parte de su esposa Clitemnestra y la consiguiente venganza del hijo de ambos, Orestes. En los Persas, única tragedia conservada de tema histórico, Jerjes es el paradigma de la hybris.
SÓFOCLES plantea en Antígona el dilema de si hay que obedecer a la
ley (la prohibición de Creonte) o al precepto religioso (el amor de la protagonista a su hermano insepulto Polinices), mientras que en Edipo Rey el protagonista hace frente al descubrimiento de la terrible verdad decretada por un destino cruel e inexorable.
EURÍPIDES despoja a sus personajes del carácter sublime que
caracterizaba a los de sus predecesores. En Hipólito expone las consecuencias que para el joven hijo de Teseo tienen la envidia de Afrodita y la pasión amorosa de su madrastra Fedra; en Medea, los celos por amor.