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Hay amor por las riquezas, hay amor por los padres, hay amor hacia
las mujeres, hay amor al arte, hay amor hacia Dios… ¿En qué consistirá este
amor especial que se llama, desde tiempo de los griegos, amor por la
sabiduría?
una unidad extraña, difícil de explicar, pues, como vamos a ver, a lo largo de
como fuente de inspiración..–, así los filósofos han amado la sabiduría por
filósofos a los que son capaces de abrazar, de dar la bienvenida a todos los
para nuestras conveniencias. Y así no nos contentamos con ver las frutas,
Pues bien: no se puede ser filósofo sin colocarse ante todo, en otra
cosas, ver lo que son, sírvannos o no, valgan o no valgan para algo. La
Filosofía es, pues, primeramente, faena de ojos, de vista. De aquí que el
filósofo vea ideas, palabra que significa en griego clásico lo visible: la figura,
propone transformar las cosas, gastarlas, aprovecharlas, sino sólo verlas, ver
tener velos. El filósofo es amante de la verdad, de ver lo que las cosas nos
plan y actitud de ver lo que las cosas nos están enseñando, ostentando.
Durante siglos y siglos, el hombre ha estado viendo, y con todo hasta hace
mucho no ha sabido cómo está hecho el ojo; está el hombre discurriendo con
siglos desde que el hombre contempla el cielo, y sólo desde Newton, allá en
el siglo XVIII, se vio la ley simplísima que rige todos los movimientos de los
astros. ¿Y la luz? Clarísima se ostenta a nuestra vista, pues ella nos hace
ver; y sin embargo bien pocos años hace que comenzamos a saber lo que
realmente es.
sus utilidades, sus valores prácticos, quiere saber qué son, y no para qué
sirven al hombre.
que cuando sólo se sabe usar de ella. Por eso la técnica moderna es capaz
ideas; sin dedicarse, como los antiguos a manejar tales cosas sin saber
primeramente la acción.
tanto por dar la bienvenida, como por besar y abrazar, y aun por unirse
inseparablemente con todas la cosas. Y qué difícil se nos hace, por poco que
quiénes son, de qué se componen, cuáles son sus relaciones, qué es lo que
nos enseñan o relatan. Y hacer esto no sólo con las cosas agradables y
despreciables, como el barro y los cabellos, investigar su idea, como nos dice
ordinario solamente está interesado por algunas cosas: las que le sirven a
cosas que nos interesan, veremos qué reducido es, frente al número
Pero el filósofo genuino se interesa por todas, y las abraza, se entera de sus
filósofo por vocación. Debe amar y abrazar todas las cosas, y precisamente
tiempo con cada uno de los hombres, porque al cabo de unos años se nos
idea, su esencia, su definición. Cada individuo humano muere; pero tanto los
que mueren, como los que nacen y nacerán, son hombres, es decir, son y
tienen que ser animales racionales. Eso de animal racional, de animal capaz
de hablar según lógica, no cambia jamás, aunque cada uno de los hombres
uno interior llamado centro, continuará siendo para siempre, aunque le falte
más ni menos, sin que nada pueda sucederle o cambiarse en él. Las ideas,
sometidas al tiempo; y el filósofo tiene por oficio descubrir en todas las cosas,
Y así Platón estudiará las ideas de las cosas sensibles, del mundo real
la esencia de las virtudes… Y desde él, desde que trazó este plan, todos los
ver ideas; ver esencias (eidénai). Y añadirá más adelante que la filosofía se
II
filosofía diciendo que era ciencia de las cosas divinas y humanas, y de las
él, tan buen griego, la búsqueda de las causas, de lo que produce las cosas,
causas. Así, las ideas no tenían para él causa alguna; lo único que se
causaba o producía era que esta cosa concreta tuviera esta idea. Por
(rueda), el que este metal fuera redondo (moneda). Así en los Metafísicos, Z,
las cosas no tiene causa. La acción interviene muy poco en las cosas,
contemplativo.
digno de este nombre, inventor de las leyes, de las normas para regir
pueblos (regere populos), genio del derecho, la filosofía será propiamente
eficiente, la fuerza que las hace; el modo como del mármol, cual el material,
águila fue el animal simbólico, el tótem, del pueblo romano, casi su mascota,
con palabras de nuestros días. Pues bien, la acción peculiar y distintiva del
animal que mejor le sirviera de mascota, dijo que el conocer tiene que ser y
idea de hombre tiene que llevarnos a poder obrar sobre los hombres: poder
convencerlos, hacerlos aceptar leyes y opiniones, organizarlos en sociedad.
Sólo cuando una idea se convierta así en acción, dé efectos reales, será
verdadera.
acción.
Nuestro término del juicio mental, por el que digo, por ejemplo: dos y
significa que el entendimiento actúa como juez, ante quien, para continuar
con los ejemplos anteriores, se presentan dos, dos, cuatro; y dice como
sentencia suya, dos y dos son cuatro. Concibe, pues, el romano, el juzgar no
moral, a las virtudes, pues éstas son principio de acción, causas reales por
las que nos transformamos a nosotros mismos realmente. Y así para ser
justo es preciso practicar actos reales de justicia, que son bien costosos al
leyes.
contemplación.
El filósofo romano es amante de la sabiduría, pero está enamorado de
ella porque le permite obrar sobre todas las cosas, dominarlas todas,
cuando, por ejemplo, el arte del guerrero sólo permite dominar enemigos en
romano filosofa para dominar, mediante las causas, todas las causas.