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Revista de Psicopatologla y Psicología Clínica

Vol. 2. N° 1, pp. 7-19, 1997

REPERCUSIONES PSICOPATOLOGICAS DE LA
VIOLENCIA DOMÉSTICA EN LA MUJER:
UN ESTUDIO DESCRIPTIVO
Enrique Echeburúa; Paz de Corral,
Pedro Javier Amor; Beión Sarasua
e ¡rene Zubizarreta
Universidad del País Vasco

RESUMEN

El principal objetivo de este trabajo ha sido estudiar diferentes variables sociode-


mográficas y psicopatológicas en una muestra de 164 victimas de maltrato doméstico
en tratamiento. Asimismo se hace una comparación en todas las variables estudiadas
entre las víctimas de maltrato físico (A/=93) y las de maltrato psicológico {N=7^). Los
resultados ponen de manifiesto la existencia de repercusiones psicopatológicas impor-
tantes en el ámbito de la ansiedad -el trastomo de estrés postraumático especialmente-
y de la depresión y en el funcionamiento en la vida diaria, sin que haya diferencias
significativas entre ambos grupos. Se señalan nuevas lineas de investigación en este
ámbito.

Palabras-clave: Mujeres maltratadas. Trastomo de estrés postraumático. Maltrato


físico. Maltrato psicológico.

SUMMARY

The aím of this paper has been to assess the sociodemographic and
psychopathological variables in a sample of 164 battered women who were under
psychological treatment. Scores of both physical (N=93) and psychological (N=71)
battered women were compared. The results showed a high level of anxiety -posttraumatic
stress disorder- and depression symptoms, as well as a general maladaptative level
to daily life activities. Differences between the two groups were not observed. Some
suggestions in order to further research are pointed out.

Key words: Battered women. Posttraumatic stress disorder. Physical battered women.
Psychological battered women

Correspondencia: Prof. Enrique Echeburúa. Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos. Fa-
cultad de Psicología. Universidad dei Pais Vasco. Avda. de Tolosa, 70. 20009 San Sebastián.
E. ECHEBURUA/ P. DE CORRAL/ P.J. AMOR / B. SARASUA E I. ZUBIZARRETA

INTRODUCCIÓN explica por razones económicas (dependencia


El maltrato doméstico a las mujeres se ha del marido), sociales (la opinión de los de-
convertido en un problema social debido a su más), familiares (la protección de los hijos) y
gran incidencia en la población y a la grave- psicológicas (la minimización del problema, el
dad de las secuelas tanto físicas como psico- miedo, la indefensión generada, la resistencia
lógicas producidas en las víctimas. La violen- a reconocer el fracaso de la relación, el temor
cia en el hogar supone la causa más común al futuro en soledad, etc.) (Saunders, 1994;
de lesiones en la mujer, más incluso que en Wodarski, 1987).
el caso de los accidentes de coche, de los La victimización -el hecho de ser víctima
robos y de las violaciones (Stark y Flitcraft, de un delito- puede causar unas repercusiones
1988). Al contrario de lo que sucede con los psicológicas muy negativas en la estabilidad
hombres, más de las dos terceras partes de emocional de las personas afectadas. En
los actos violentos perpetrados contra las mu- concreto, el desarrollo del estrés postraumático
jeres son cometidos por personas próximas a como consecuencia de cualquier delito lo
ellas (Rojas Marcos, 1995). experimenta el 25% de todas las víctimas,
No es casual que la violencia surja frecuen- pero este porcentaje puede ascender hasta el
temente en el hogar. Las agresiones repetidas 50-60% en el caso de las mujeres agredidas
y prolongadas se producen sobre todo en situa- sexualmente (Corral, Echeburúa, Sarasua y
ciones de cautiverio, cuando la victima es in- Zubizarreta, 1992) y hasta el 5 1 % en el caso
capaz de escapar del control del agresor al de las víctimas de maltrato doméstico (Zubi-
estar sujeta a él por la fuerza física o por zarreta ef al., 1994).
vínculos económicos, legales, sociales o emo- Los cuadros clínicos más frecuentemente
cionales (Rojas Marcos, 1995). relacionados con los efectos de la violencia
Hoy en día es difícil estimar la verdadera familiar son la depresión (Campbell, Sullivan
incidencia del maltrato doméstico. Los datos y Davidson, 1995; Rosewater, 1988; Sato y
existentes son poco fiables y sólo se denuncia Heiby, 1992; Straus, 1987) y el trastorno de
una mínima parte de los casos (entre un 10% estrés postraumático (Douglas, 1987; Dutton,
y un 30% de los sucesos reales). Hasta hace 1992; Dutton-Douglas, Burghardt, Perrin y
unos pocos años la violencia en el hogar se Chrestman, 1994; Houskamp y Foy, 1991;
consideraba como un asunto privado que per- Kusher, Riggs, Foa y Miller, 1992; Waiker,
tenecía a la intimidad familiar y no debía aflorar 1989; Zubizan-eta ef al., 1994).
al exterior (Villavicencio, 1993). Según los estu- También pueden aparecer síntomas de ele-
dios más rigurosos llevados a cabo en EE UU vada ansiedad, baja autoestima e indaptación
(O'Leary y Arias, 1988; Stith, Williams y Rosen, en diferentes áreas de la vida cotidiana: tra-
1992; Straus y Gelles, 1990), la tasa de bajo, vida social, relación con los hijos, etc.
prevalencia del maltrato doméstico oscila entre Además, y de forma simultánea, pueden sur-
el 15% y el 30% de la población femenina. gir problemas temporales o permanentes de
El maltrato doméstico se refiere a las agre- abuso de alcohol y fármacos, a modo de estra-
siones físicas, psíquicas, sexuales o de otra tegia de afrontamiento inadecuada para hacer
índole, llevadas a cabo reiteradamente por frente a los problemas planteados.
parte de un familiar (habitualmente el marido), El objetivo principal de esta investigación
y que causan daño físico y/o psíquico y vul- es describir, desde un punto de vista socio-
neran la libertad de otra persona (habitual- demográfico y psicopatológico, las caracterís-
mente la esposa) (Echeburúa, Corral, Sarasua, ticas de una muestra amplia de mujeres mal-
Zubizarreta y Sauca, 1990). tratadas que acuden a los centros de atención
Una de las características singulares del psicológica en busca de ayuda terapéutica. Se
maltrato doméstico es la cronicidad. Por tér- trata también de delimitar las diferencias exis-
mino medio las mujeres permanecen en la tentes entre las víctimas de violencia física y
situación de violencia durante un período no las víctimas de maltrato psicológico. Por últi-
inferior a 10 años (Zubizarreta, Sarasua, Eche- mo, se estudian las correlaciones existentes
burúa, Corral, Sauca y Emparanza, 1994). La entre las variables sociodemográficas y las
búsqueda tardía de ayuda terapéutica se psicopatológicas entre sí.
REPERCUSIONES DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA EN MUJERES

Este estudio forma parte de una investiga- Medidas de evaluación


ción más amplia sobre el tratamiento de la Los instrumentos de evaluación emplea-
violencia familiar, referido tanto a victimas dos en esta investigación han sido entrevistas
(Eclieburúa, Corral, Sarasua y Zubizarreta, estructuradas y medidas de autoinforme.
1996) como a maltratadores en el hogar
a) Entrevistas
(Echeburúa y Fernández-Montalvo, 1997).
La Entrevista Semiestructurada sobre
Mattrato Doméstico (Echeburúa, Corral, Sara-
MÉTODO sua, Zubizarreta y Sauca, 1994, no publicada)
Sujetos permite evaluar las características demográ-
La muestra de sujetos de este estudio ficas de la victima, la historia de victimización
consta de 164 mujeres víctimas de maltrato y de trastomos psicopatológicos y las circuns-
tancias del maltrato doméstico, así como la
doméstico que han acudido en busca de tra-
expresión emocional de la víctima y la reac-
tamiento a los Centros de Asistencia Psico-
ción del entorno familiar y social ante los acon-
lógica para Víctimas de Violencia Familiar del tecimientos vividos.
País Vasco (Bilbao y Vitoria) durante el perío- La Escala de Gravedad de Síntomas del
do de tiempo comprendido entre mayo de 1994 Trastorno de Estrés Postraumático (Echeburúa,
y diciembre de 1996. Corral, Sarasua, Zubizanreta y Sauca, 1994)
Los criterios de admisión para este estudio es una entrevista estructurada que sirve para
han sido que la paciente sea una mujer adulta, evaluar los síntomas y la intensidad del tras-
que acuda voluntariamente a la terapia y que torno de estrés postraumático según los crite-
sea víctima de algún tipo de maltrato, ya sea rios diagnósticos del DSM-IV (American
psicológico o físico, en la relación de pareja. Psychiatric Association, 1994).
A efectos de homogeneizar la muestra, el único Esta escala, estructurada en un formato de
criterio de exclusión ha sido la presencia de tipo Likert de O a 3 según la frecuencia e inten-
sidad de los síntomas, consta de 17 ítems, de
una adicción, trastorno mental o enfermedad
los que 5 hacen referencia a los síntomas de
orgánica grave.
reexperimentación, 7 a los de evitación y 5 a
los de hiperactivación. El rango es de O a 51
en la escala global; de O a 15 en la subescala
Diseño
de reexperimentación, de O a 21 en la de
En el estudio piloto llevado a cabo sobre evitación y de O a 15 en la de activación.
la eficacia del tratamiento cognitivo-conductual La existencia del diagnóstico del trastorno
del trastorno de estrés postraumático en víc- de estrés postraumático, según los requisitos
timas de maltrato doméstico (Echeburúa et del DSM-IV (APA, 1994), exige una puntua-
al., 1996), se ha utilizado un diseño experimen- ción global mínima de 12, con una distribución
tal de medidas repetidas (pretratamiento, de 2 puntos en la escala de reexperimentación
postratamiento y seguimientos de 1, 3, 6 y 12 (se requiere un síntoma), de 6 en la de evi-
meses), con un único grupo experimental y tación (56 necesitan tres síntomas) y de 4 en
con un número de sujetos (/\/=62) menor que la de activación (se requieren dos síntomas).
en este estudio, debido a la existencia de unos
b) Evaluación de otros síntomas psico-
criterios de selección más restrictivos.
patológicos asociados
Dado el carácter descriptivo de esta inves-
Además de las medidas del trastorno de
tigación, y a efectos de dar representatlvidad estrés postraumático, se han evaluado otros
a los datos analizados y de aumentar la po- indicadores psicopatógicos asociados habitual-
tencialidad de los análisis estadísticos, se han mente al maltrato doméstico: la ansiedad, la
incluido todos los sujetos que han podido ser depresión, la autoestima y el grado de inadap-
evaluados, independientemente de que hayan tación a la vida cotidiana.
formado parte o no del estudio piloto sobre El Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo
tratamiento. (STAI) (Spielberger, Gorsuch y Lushene, 1970;
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versión española de TEA, 1988) consta de 20 oscila de 1 a 4 en relación con el grado de


ítems relacionados con la ansiedad-rasgo y de acuerdo. La mitad de los ítems están plantea-
otros 20 relacionados con la ansiedad-estado. dos de forma afirmativa y la otra mitad de
El rango de las puntuaciones es de O a 60 en forma negativa, con el objetivo de controlar la
cada escala. La fiabilidad test-retest es de 0,81 aquiescencia. La puntuación total varía entre
en la ansiedad-rasgo y, como es lógico, bas- 10 y 40, con una puntuación tanto mayor cuanto
tante más baja en la ansiedad-estado (r=0,40). mayor es la autoestima. El punto de corte en
El coeficiente alfa de consistencia interna oscila la población adulta es de 29.
de 0,83 a 0,92. La fiabilidad test-restest es de 0,85 y el
En esta investigación se ha empleado sólo coeficiente alfa de consistencia interna es de
la escala de ansiedad-estado, en donde el 0,92. La validez convergente y la validez
rango de la escala es de O a 60 y la puntuación discriminante son asimismo satisfactorias (cfr
media de la población es de 23,30 (07= 11,93). Silber y Tippet, 1965; Zubizarreta ef al., 1994).
El Inventarío de Depresión de Beck (BDI) La versión española utilizada en este estudio
(Beck, Rush, Shaw y Emery, 1979; versión puede encontrarse en Echeburúa (1995).
española de Vázquez y Sanz, 1991) es un La Escala de Inadaptación (Echeburúa y
instrumento autoaplicado que consta de 21 Corral, 1988) valora el grado en que la situa-
ítems y mide la intensidad de los síntomas ción de maltrato afecta a diferentes áreas de la
depresivos. El rango de las puntuaciones es vida cotidiana: trabajo, vida social, tiempo libre,
de O a 63. El punto de corte más utilizado para relación de pareja y vida familiar. Este instru-
discriminar a la población sana de la pobla- mento, con 6 ítems que oscilan de 1 a 6 en
ción aquejada de sintomatología depresiva es una escala de tipo Likert, consta asimismo de
18. una subescala global que refleja el grado de
El BDI, a diferencia de la escala de Hamilton inadaptación global a la vida cotidiana. El rango
(1960), se centra en los síntomas más cogni- total de la escala es de 6 a 36, con una pun-
tivos de la depresión (2/3 de los ítems), pero tuación tanto mayor cuanto mayor es la
mucho menos en ios aspectos somáticos o inadaptación. La escala utilizada en este es-
conductuales (1/3 de los ítems). tudio puede encontrarse en Echeburúa (1995).
El coeficiente de fiabilidad por el método
de las dos mitades es de 0,93. Desde la
perspectiva de la validez convergente, la Procedimiento
correlación con la evaluación clínica de la En este estudio se han utilizado estadísti-
depresión oscila de 0,62 a 0,66. La versión cos descriptivos para determinar la frecuencia
utilizada en este estudio puede encontrarse en de los síntomas que se producen como con-
Echeburúa (1995). secuencia de la violencia familiar. Para un
La Escala de Depresión de Hamilton (HRS) estudio más detallado la muestra global se ha
(Hamilton, 1960) (versión heteroaplicada de dividido en dos submuestras en función del
21 ítems). El punto de corte es de 18 (rango: tipo de violencia experimentado por las vícti-
0-52). En esta escala, a diferencia del BDI, se mas: maltrato físico y maltrato psicológico.
da mayor importancia a los síntomas somá- En primer lugar, se analizan las medias y
ticos y comportamentales de la depresión que las desviaciones típicas en relación con las
a las manifestaciones cognitivas. variables sociodemográficas y las circunstan-
Este instrumento posee una buena fiabili- cias del maltrato doméstico. En segundo lu-
dad entre observadores (r=0,90), tiene un buen gar, desde una perspectiva categorial, se
nivel de validez concurrente con el BDI (r=0,60) estudian los porcentajes de víctimas afecta-
y es muy sensible -quizá el que más- a los das por el trastorno de estrés postraumático,
cambios terapéuticos. tanto en la muestra total como en las dos
La Escala de Autoestima (Rosenberg, 1965) submuestras (maltrato físico y maltrato psico-
tiene por objetivo evaluar el sentimiento de lógico). En tercer lugar, desde una perspectiva
satisfacción que una persona tiene consigo dimensional, se analizan las medias y las
misma. Este instrumento consta de 10 ítems desviaciones típicas del nivel de gravedad total
estructurados en un formato de tipo Likert que del trastorno de estrés postraumático y del
REPERCUSIONES DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA EN MUJERES 11

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nivel de intensidad de los tres grupos de sín- víctimas sin estudios o con estudios primarios
tomas {reexperimentación, evitación y activa- (67%) y con sólo un 6% de mujeres con for-
ción). Y por último, se muestran las medias y mación universitaria. Asimismo el nivel so-
desviaciones típicas obtenidas en cada una de cioeconómico de los casos estudiados oscila
las variables psicopatológicas evaluadas (an- entre la clase baja y la clase media. En cuanto
siedad, depresión y autoestima), con un análi- a la ocupación laboral, predominan las amas
sis comparativo, al igual que en las variables de casa y las empleadas domésticas, si bien
anteriores, de las dos submuestras estudia- hay hasta un 35% de víctimas que ejercen
das. profesiones diversas y heterogéneas.
El número de sujetos utilizado ha sido de Las víctimas suelen contar con algún tipo
164. Sin embargo, en el estudio de las varia- de redes de apoyo, que son más intensas en
bles psicopatológicas la muestra es algo menor el ámbito familiar (67%) que en el social (42%).
(/V=126). La reducción de sujetos en este caso Sólo una pequeña parte de las víctimas (un
es debida a que algunas personas (/V=38) que 9%) ha tenido una historia psiquiátrica ante-
acudieron a los Centros, en donde se les abrió rior, que se especifica en la tabla 2, referida
una historia clínica en relación con las varia- sobre todo al ámbito de las alteraciones emo-
bles socJodemográfJcas y las circunstancias cionales (ansiedad y depresión). Se trata, por
del maltrato, no continuaron posteriormente tanto, en general de mujeres equilibradas
con las sesiones de evaluación y tratamiento. mentalmente que sufren de trastornos psico-
lógicos actualmente como consecuencia de
una situación de maltrato crónico.
RESULTADOS
En los párrafos siguientes se van a presen-
tar los resultados referidos, en primer lugar, a Tabla 2.- Historia de asistencia psiquiátrica
las variables sociodemográficas y de maltrato. en mujeres maltratadas
En segundo lugar, se van a exponer los datos
correspondientes a la presencia del trastomo
TRASTORNO DE
de estrés postraumático y de las variables que
CONDUCTA N (%)
lo modulan. Por último, se van a señalar los re-
sultados en relación con las variables psico- * DEPRESIÓN 6 (40)
patológicas y de adaptación de las víctimas * ANSIEDAD 3 (20)
estudiadas. * AGRESIÓN SEXUAL 2 (13,6)
* INCESTO 1 (6,6)
* CONSUMO ABUSIVO
Variables sociodemográficas DE ALCOHOL 1 (6.6)
Las características sociodemográficas de * FOBIA 1 (6,6)
la muestra total (N=164) aparecen descritas * SIN PRECISAR 1 (6,6)
en la tabla 1, con una referencia específica a TOTAL 15 (100)
los dos tipos de violencia, que aparecen re-
lativamente equilibrados (maltrato físico, 57%;
maltrato psicológico, 43%) en el conjunto de
las víctimas. Al comparar a las víctimas de maltrato físico
Como se puede observar, la edad media y psicológico, en ninguna de las variables so-
de la muestra total es de 38 años (con un ciodemográficas evaluadas se han encontra-
rango que oscila entre los 19 y los 66 años) do diferencias significativas entre ellas.
y el número medio de hijos es de 2. En cuanto
al estado civil, la mayoría de las víctimas
permanecen casadas, pero hay un grupo sig- Variables de maltrato
nificativo de ellas que están separadas (11%) En cuanto a la duración de la situación de
o en trámites de separación (24%). violencia, un primer dato es que la situación
El nivel de instrucción de la mayoría es de maltrato es más bien crónica y de larga
más bien bajo, con un predominio claro de evolución. Al margen de que el rango es muy
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amplio, la duración media del maltrato es de En cuanto a las denuncias, que se dan en
12 años. Un segundo dato es que el maltrato una tercera parte del total de las víctimas, se
es de instauración precoz en la relación de presentan con mucha más frecuencia en el
pareja. En concreto, en el 70% de los casos caso del maltrato físico (55%) que en el del
el maltrato comienza en el primer año de maltrato psicológico (13%) (X2=30,26; p<0,001).
matrimonio e incluso en el noviazgo. En ge- Este último tiende a percibirse por parte de las
neral, en la submuestra de maltrato físico la víctimas como una conducta privada de la
antigüedad del problema suele ser mayor que pareja que no debe aflorar al exterior y que,
en la de maltrato psicológico (X2=12,8; p<0,01). además, resulta difícil de demostrar.
En casi todos los casos, independientemente
del subtipo de maltrato, los últimos episodios
violentos han sido muy recientes (tabla 3). Trastorno de estrés postraumático
La intensidad de la violencia familiar queda Las victimas aquejadas del trastorno de
reflejada por el hectio de que la mitad de las estrés postraumático, según los criterios diag-
víctimas de maltrato físico han requerido asis- nósticos del DS/W-/V (APA, 1994), suponen el
tencia médica y de que la tercera parte de to- 55% de la muestra total de las víctimas de
das las pacientes, si bien con más frecuencia maltrato, sin que existan diferencias significa-
en el caso del maltrato físico, han experimen- tivas, desde una perspectiva categorial, entre
tado relaciones sexuales forzadas y/o han sido las dos submuestras (tabla 4). No es menos
víctimas de maltrato incluso durante los emba- grave, por ello, bajo este punto de vista, ser
razos. víctima de maltrato psicológico que de maltra-
La violencia contra la mujer tiende a hacer- to físico.
se extensiva a los hijos. En concreto, el maltrato Desde una perspectiva dimensional, en la
infantil por parte del hombre se da en más de la tabla 5 figuran las puntuaciones obtenidas por
mitad de la muestra, pero es mayor en el caso las víctimas de maltrato en la Escala de Gra-
de la submuestra de maltrato físico (67%) que vedad de Síntomas del Trastorno de Estrés
en el caso de la de maltrato psicológico (49%) Postraumático, tanto a nivel global como a ni-
(X2=4,65; p<0,05). Y la modalidad de maltrato vel de los principales grupos de síntomas.
ejercida contra los hijos suele coincidir con el Como puede observarse, la intensidad glo-
tipo de maltrato sufrido por la mujer. bal del trastorno de estrés postraumático en
las víctimas de violencia familiar es más bien
las víctimas de maltrato en la Escala de
Tabla 4.- Trastorno de estrés postraumático Gravedad de Síntomas del Trastorno de Esalta.
en víctimas de maltrato doméstico Una vez más, no hay diferencias significativas
entre las dos submuestras ni a nivel global ni
a nivel de los diferentes grupos de síntomas.
TRASTORNO MUESTRA MALTRATO MALTRATO
DE ESTRÉS TOTAL Físico PSICOLÓ- Por otra parte, el trastomo de estrés postrau-
POSTRAU- GICO
MÁTICO (N = 126) (N = 74) (N = 52) X'
mático está asociado a una mayor inadaptación
global (r=0,48; p<0,001), a la existencia de
N (%) N (%) N (%)
relaciones sexuales forzadas (r=0,26; p<0,01),
a la presencia de maltrato incluso durante los
SI 69(54,8) 40(31,7) 29 (23) 0.04 embarazos (r=0,16; p<0,05) y a la carencia de
NO 34(27)
apoyo social y familiar (r=-0,14; p<0,10).
57(45,2) 23 (18,3)

Variables psicopatológicas y de adaptación


Desde la perspectiva de los antecedentes Los principales resultados obtenidos en las
familiares, sólo una pequeña parte de la mues- variables psicopatológicas y de inadaptación
tra -el 18%- ha sufrido o ha sido testigo de estudiadas aparecen descritos en la tabla 6.
maltrato en la familia de origen. Por ello, la En general, las víctimas de maltrato presentan
violencia familiar no se articula necesariamente un nivel muy elevado de síntomas psicopato-
en una cadena de transmisión. lógicos en el momento de la búsqueda de ayu-
REPERCUSIONES DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA EN MUJERES 15

Tabla 5.- Medias (y desviaciones típicas) obtenidas en la escala de gravedad de síntomas del
trastorno de estrés postraumático

MUESTRA MALTRATO MALTRATO


TOTAL Físico PSICOLÓGICO
(N = 126) (N = 74) (N = 52) t (P<)

X (D.T) X (D.T) X (D.T)

ESCALA GLOBAL 21,52 (9,12) 21,66 (8,83) 21,33 (9,6) 0,20 (n.s.)
(Rango 0-51)

ESCALAS
ESPECÍFICAS

Reexperimentación 5,38 (2,73) 5,7 (2,68) 4,94 (2,77) 1,51 (n.s.)


(Rango 0-15)

Evitación 7,57 (3,79) 7,28 (3,6) 7,98 (4,06) 1,02 (n.s.)


(Rango 0-21)

Aumento de la
Activación 8,54 (4,47) 8,93 (4,7) 7,98 (4,16) 1,18 (n.s.)
(Rango 0-15)

Tabla 6.- Puntuaciones en las variables psícopatológicas en las mujeres víctimas de maltrato
doméstico

MUESTRA MALTRATO MALTRATO


TOTAL FÍSICO PSICOLÓGICO
(N = 126) (N = 74) (N = 52) t (P<)

X (D.T) X (D.T) X (D.T)

ANSIEDAD-ESTADO
(STAI-E) 42,79 (11,67) 43,3 (11,6) 42,07 (11,79) 0,58 (n.s.)
(Rango 0-60)
INVENTARIO DE
DEPRESIÓN (BDI) 20,76 (9,89) 20 (9,96) 21,79 (9,78) 0,98 (n.s.)
(Rango 0-63)

ESCALA DE
DEPRESIÓN (HRS) 25,31 (12,85) 24,8 (13,2) 25,98 (12,41) 0,49 (n.s.)
(Rango 0-52)

ESCALA DE
AUTOESTIMA 26,5 (5,83) 26,7 (6,25) 26,2 (5,23) 0,51 (n.s.)
(Rango 10-40)
INADAPTACIÓN
GLOBAL 5,17 (1,19) 5,2 (1,28) 5,17 (1,04) 0,01 (n.s.)
(Rango 0-6)
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da terapéutica. Tampoco en este caso hay violencia familiar atañe sólo al ámbito de lo
diferencias significativas entre las dos sub- privado, pueden asimismo retrasar la búsque-
muestras. da de ayuda terapéutica.
El grado de ansiedad de las víctimas es El aislamiento social y la ocultación de lo
elevado. En concreto, el 93% de la muestra ocurrido están presentes en casi el 60% de las
supera la puntuación media de la población y víctimas. Esta situación está favorecida por la
el 86% supera el percentil 75. presión del agresor y por la vergüenza social
El nivel de síntomas depresivos presenta- percibida por la víctima, es decir, por el miedo
do por las pacientes, tal como es recogido en al qué dirán. Sin embargo, el aislamiento ge-
el BDI y en el HRS, es más bien alto. Nada nera una mayor dependencia del agresor,
menos que el 64% en el BDI y el 68% en el quien, a su vez, experimenta un aumento del
HRS superan los puntos de corte establecidos. dominio a medida que se percata del mayor
La gravedad de los síntomas es más clara en aislamiento de la víctima.
las manifestaciones conductuales y somáticas No deja de ser significativo que el 36% de
de la depresión (apatía, pérdida de interés, las víctimas estén separadas o en trámites de
dificultades del sueño, retardo psicomotor, etc.). separación. Quiere ello decir que el mero
En lo que se refiere a la adaptación a la alejamiento de la situación de maltrato no
vida cotidiana, las víctimas de maltrato pre- soluciona los problemas surgidos como con-
sentan un nivel muy alto de inadaptación. El secuencia de la violencia familiar.
maltrato interfiere claramente en el funciona- Las víctimas de maltrato psicológico, que
miento diario de estas personas. Por otra parte, viven la violencia en forma de críticas cons-
las víctimas muestran un grado de autoestima tantes y atentados a la autoestima, de ame-
escaso, por debajo de la población normal. nazas de agresión, de chantaje con los hijos,
de imposición de conductas degradantes o de
atribución a las mujeres de la responsabilidad
CONCLUSIONES de las conductas violentas, constituyen casi la
En este trabajo se ha realizado un análisis mitad de la muestra total (43%). En ocasio-
descriptivo de una muestra amplia de mujeres nes, el maltrato psicológico es el primer pel-
maltratadas que han acudido a un programa daño para la violencia física; en otras, sin
de asistencia terapéutica. El perfil de la víc- embargo, es un tipo de violencia que se va
tima es una mujer casada, con una edad media a mantener a este nivel de forma crónica, sin
de 38 años y perteneciente a una clase social traspasar este tipo de límites.
media o baja. En cuanto a este último dato, En el maltrato psicológico el comienzo suele
los resultados obtenidos pueden reflejar un ser más tardío, las relaciones sexuales forza-
sesgo. Al haberse ofrecido un tratamiento das son menos habituales, la extensión a los
gratuito en el marco de un Centro de Asisten- hijos de la violencia es menor y el número de
cia Psicológica para Víctimas de Violencia denuncias es claramente inferior.
Familiar, cabe pensar que estén representa- Hay algunos "mitos" destruidos en este
das mínimamente mujeres maltratadas de estudio. Por ejemplo, se ha atribuido a las
clases sociales más altas, que pueden utilizar mujeres ciertos desequilibrios emocionales,
otro tipo de recursos privados. como el ser masoquistas por naturaleza o el
En lo que se refiere a las características tener una necesidad de sufrir. Sin embargo,
del maltrato, es destacabie la larga duración sólo un 9% de las mujeres estudiadas tenía
del mismo, superior a 12 años por término una historia psiquiátrica anterior. Es más, las
medio. Se trata, por tanto, de un problema mujeres que han tenido una relación violenta
cronificado, que puede ser atribuido a diver- tienden a no repetir este tipo de relaciones con
sas circunstancias: precariedad económica, otras futuras parejas.
dependencia emocional y baja autoestima Otra idea que no encuentra un apoyo
personal, miedo a asumir el futuro en soledad, empírico es la relacionada con la cadena de
futuro incierto de ios hijos, etc. Algunos sesgos transmisión de la violencia. Sólo un 18% de
cognitivos, como la vergüenza a relatar con- las mujeres de este estudio han sufrido o sido
ductas degradantes o la creencia de que la testigos de maltrato en la familia de origen.
REPERCUSIONES DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA EN MUJERES 17

Desde una perspectiva psicopatológica, el una variable de riesgo para el desarrollo de


trastorno de estrés postraumático está presen- trastornos emocionales. En todas las variables
te en el 55% de la muestra (sin distinciones psicopatológicas analizadas el nivel de riesgo
entre ambos tipos de maltrato), que es un es tan alto en el maltrato físico como en el psi-
porcentaje similar al existente en las agresio- cológico porque las víctimas tienden a percibir
nes sexuales y más del doble del que se este último de forma tanto o más dolorosa que
produce como consecuencia de cualquier otro el físico (Echeburúa et al., 1996: Follingstad,
tipo de delito, lo que resulta congruente con Rutledge, Serg, House y Ploek, 1990).
los datos obtenidos en otros estudios (cfr. Conviene despejar en futuras investigacio-
Douglas, 1987; Rosewater, 1988; Waiker, 1989, nes algunas incógnitas, como las diferencias
1991; Houskamp y Foy, 1991; Dutton, 1992; individuales de los síntomas psicopatológicos
Kusher, Riggs, Foa y Miller, 1992; Dutton- resultantes de la violencia en el hogar o las
Douglas, Burghardt, Perrin y Ctirestman, 1994; variables predictoras del trastorno de estrés
Zubizarreta ef al., 1994) postraumático. Sólo de este modo se podrá
El trastorno de estrés postraumático se da efectuar una prevención adecuada y diseñar
con mayor intensidad cuando las víctimas están unas estrategias terapéuticas depuradas.
más inadaptadas, experimentan relaciones
sexuales forzadas, sufren maltrato incluso
durante los embarazos, no denuncian la situa-
ción en la que se encuentran y carecen de REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
apoyo social y familiar.
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(con lo que implica de pérdida de actividades Campbell, R., Sullivan, C.M. y Davidson, W.S.
gratificantes), la indefensión aprendida -no se (1995). Women who use domestic violence
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puede predecir o controlar la violencia, sobre
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todo cuando ésta es intermitente y entremez- Cascardi, M. y O'Leary, K.D. (1992). Depressive
clada con periodos de arrepentimiento y ter- symptomatology, self-esteem, and self-blame
nura- y los sentimientos de culpa que pueden in battered women. Journal of Family Violence,
aflorar por las conductas que la mujer ha 7, 4, 249-259.
realizado para evitar o detener la violencia: Corral, P., Echebunja, E., Sarasua, B. y Zubizarreta,
mentir, encubrir al agresor, tener contactos I. (1992). Estrés postraumático en ex comba-
sexuales a su pesar, consentir en el maltrato tientes y víctimas de agresiones sexuales:
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En resumen, la experiencia de violencia en Cognitive-behavioral strategies. New York.
el hogar, que además tiende a cronificarse, es Guilford Press.
18 E. ECHEBURÚA/ P. DE CORRAU P.J. AMOR / B. SARASUA E I. ZUBIZARRETA

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NOTA

' Agradecimientos. Este estudio se ha finandado gracias a un convenio de investigación entre la Universidad del País Vasco,
el Instituto Vasco de la Mujer, las Diputaciones de Vizcaya y Álava y el Ayuntamiento de Vitoria.

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