‘va8i2018 Le coguora y otras enformadaces oculares on las novelas de Gald6s () —— buisqued de articulos Biron emer Archivos de la Sociedad Espafiola de Oftalmologia versién impresa ISSN 0365-6691 Arch Soe Esp Oftalmol vol.80 no.9 sep. 2005 ‘SECCION HISTORICA LA CEGUERA Y OTRAS ENFERMEDADES OCULARES EN LAS NOVELAS DE GALDOS (I) BARBON-GARCIA 3), ALVAREZ-SUAREZ ML?, SANCHEZ-TABAR L? La obra ce Benito Pérez Galdés (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920), continiia teniendo una gran aceptecién, a pesar de los afios transcurridos, y mantiene un alto nivel de reediciones y de lectura. La amplia produccién literaria (32 novelas (tabla 1), 46 Episodios nacionales y 24 obras de teatro], unida a su fuerza narrativa hacen que sea reconocido (después de Cervantes) como el mas grande novelista en lengua espafiola, comparable a Dickens, Balzac o Dostolevsky. Vamos a describir las multiples referencias a problemas aculares que Galdés hace en sus novelas, y cma la ceguera que acaba sufriendo el propio autor aparece de forma reiterada en sus personajes, sobre todo en su etapa final, con un Indudable carécter premonitorio primero y luego autobiogréfico. En su vida personal la pérdida de visién por cataratas que arrastraba desde 1900 se convirtié en cequera a partir de 1910; las intervenciones realizadas por el Dr. Marquez no ebtuvieron buen resultado y el viejo escritor vivié los ultimos diez afios ciego, en la pobreza y el olvido. hntpssc also esiscelo pap 2scrptsci_arttextepio=S0365-859120080008000"2 Mi ScIELO [Ga Servicios personalizados Servicios Personallzados Rovista tik, S8ELO Anatyties Axticulo By Articulo en XML Ey Referencias del articulo. Come cia este arfeulo, lily SCIELO Analytics P Traduecisn autorstica 1 Enviar artcula por email Indicadores Links relacionados Compartir Otros ores Permalink asvasre018 Le coguora y otras onfermadaces oculares on las novelas de Gald6s () Tabla I. Novelas de Galdés Novelas de la 1 dpoca (8) La fontana de oro (1867-68) La sombra (1870) El audaz (1871) Rosalfa (1872, (nacabada) Dojia perfecta (1876) Gloria (1876-77) La familia de Leon Roch (1878) Marianela (1878) Novelas contemporéseas (24) La desheredada (1881) El ainigo Manso (1882) El doctor Centeno (1883) Tormento (1884) La de Bringas (1884) Lo prohibido (1884-85) Fortunata y Jacinta (1386-87) ‘Miau (1888) La incdgnita (1888) Las 4 Novelas de Torquemada (1889-95) Realidad (1889) Angel Guerra (1890-91) ‘Tristana (1892) La loca de la casa (1802) ‘Nazarin (1895) Haima (1805) Miseticordia (1897) El abuelo (1897) Casandra (1905) El caballero encantado (1909) La razén de la sinrazén (1915) En els. XIX, la Industrializacién y el progreso cientifico camdlan los modos de vida y el reallsmo surge como el movimiento literario que busca Ia fiel reproduccién del mundo cotidiano. Fl lenguaje novelesco gana en sencillez, se recoge el habla coloquial, abundan los didlogos y se cescriben los lugares de trabajo y los arrabales de las ciudades. hntpliecolosc elscelo pap?scrpt-sel_artextpis=S0365-589120050000000"2 as‘va8i2018 Le coguora y otras onformadaces oculares on las novelas de Gald6s () Retrato de Galdds joven. Las 7 novelas de la primera época, ademas de la incompleta Rosalia, son muy romanticas tanto en el argumento como en |o narrative, Marianela, cuenta la historia de amor entre una muchacha pobre, inculta y algo monstruosa, fa Nela, y el joven clego al que hace de lazarillo, €| muchacho recupere la vista gracias a una Intervencién ce cataratas y Nela, que habitaba un mundo ilusiones y amor platénico, plerde el sentido de su existencia y muere de vergiienza y despecho. £1 doctor Teodoro Golfin, que habia adquirido en sus viajes por Europa «los progresos de la ciencia oftdImica» relata con detalle el examen ocular del joven: una catarata congénita «tabique inoportunos y una fisura de iris «la pupila necesita que pongamos la mano en ella» pero la catéptrica no indica lesién retiniana n’ de los nervios de la visién: shay sintomas de que su Majestad la retina se halla quizés dispuesta a recibir los rayos luminicos que se le quieren presentar. Su Alteza el humor vitreo probablemente no tenga novedad...». La operacién sobre el ojo «maravilloso recinto cuya construccién es compendio y abreviado resumen de la inmensa arquitectura del universo» nos descriae en términos muy literarios una extraccién intracapsular «... rompiendo uno de los mas delicados organismos: la cérnea; apoderarse del cristalino y echarlo fuera, respetando la hialoides y tratando con la mayor consideracién el humor vitreo», Sin embargo, la excelente recuperacién visual de este ciego de nacimiento «después de tratar la aberracién de [a esfericidad por medio de lentes» como argumento principal resulta insosten'ble a los principlos de la ambliopla. La muerte de Merianela para evitar el descubrimiento de su fealdac por parte del amado concuerda con le idea, arraigada en el s. XIX, seguin la cual la enfermedad e incluso la muerte podia ser desencadenada por la propia voluntad. Afios més tarde, en la novela dlalogada Realldad, utiliza las cataratas en sentido metaférico, para expresar la Inocencia cel marido engafiado al que un amigo desea descubrirle le Infidelidad de su esposa: «...que para todo tiene vista de lince y solo para las desviaciones de su mujer padece de cataratas. i¥0 se las batiré, como hay Diost...» La muerte del amante hace innecesaria la delacién, l'brando al amigo «... de /a desagradabilisima operacién de batir las cataratas a nuestro buen Orozco ... eS cosa muy fuerte, pero tan fuerte que si yo me hallara en el triste caso de ser operado asi, cree que mi primer impuiso habria de ser romperle los ojos al oculista». En las Novelas contempordneas, que abarcan el resto de su produccién, el idealismo roméntico se sustituye por la observacién de la realided cotidiana, muchas veces en sus aspectos mas sérdidos, pero no sdlo coma una descripcién fiel de la vida espafiola del s. XIX, sino que de forma genérica, los personajes y situaciones trascienden cualquier local'smo adquirienco en sus conflictos, intereses y valores un sentido universal En La de Bringas, continuacién de Tormento, nos muestra le corrupta trema de sodornos y recomendaciones de la Corte de Isabel II, en una sociedac con un desmedido afan de ostentacion. Rosalia Bringas es une respetable esposa que aceba tomando como amante a un opulento personaje para mantener su elevada tren de vida, pero ser en vano, ya que bajo su apariencia acaudalaca oculta tembién una situacién econémica ruinosa, Su marido, don Francisco, burécrata intermedio de palacio, queda ciego temporalmente para recalcar el triste papel de esposo engafiado, que se niega a ver los lujos excesivos de su mujer y a conde la conducen, Nuevamente aparece «el sabio aculista» Teodoro Golfin, quien lo diagnostica de «un poco de conjuntivitis» y le pauta cama, vendaje ocular y atropina. Los costes ce las visitas y curas mécicas son un motivo de honda preocupacién para htpssc alse escola pap sci c_artent8puo=$0365-569120050009000 12 asiano La cagurayotas enforces celares on as novelas do Geld Bringas: «Cuando pienso en la cuenta que me va a poner esta Santa Lucia con gabén me tiemblan las carnes. El me curaré Ios de la cara pero me sacar un ojo del bolsili...» y trata de aparentar la mas humilde posicién para reducir «ei escopetazo>, ye que «los especialistas célebres tienen siempre en cuenta, al pedir los honorarios, 1a fortuna del enfermo. Clertamente se refiere @ una queratoconjuntivitis con una severa pérdi¢a visual asociada (de las que no tenemos ahora). Lo prohibido, es unz novela repleta de enfermedades y muerte que traducen la decadencia, para Galdés sin remedio, de le alta sociedad madrilefia de fin de siglo. Rafael, el tio del protagonista, padecia una dacriac’stitis crénica que el autor relata en tono jocoso: «... irritacidn crénica de! aparato lagrimal, que a veces, principalmente en invierno, le ponta los ojos tan himedos y encendidos como si estuviera llorando @ moco y baba ... Por esto y su costumbre de ostentar a cada instante el blanco lienzo en la mano ... lamaban a mi tio la Verénica». Otro personaje secundario se queda ciego en un corto perfodo de tiempo y se convierte en un merginado social y laboral: «Desde el affo anterior habia empezado a padecer de la vista, y perdiéndola de forma gradual y répidamente, a la fecha de la que escribo estaba ciego del todo... El pobrecito se hacia la ilusién de que vela algo y los amigos cuidébamos de no quitdrsela por completo». 1 -Licenciado en Medicina, Servicio de Oftalmologie. Hospital San Agustin de Avilés, Asturias, E-mail: jibarbon@telecable.es 2 Doctor en Medicina. Servicio de Oftalmologia. Hospital Alvarez-Buylla de Mieres. Asturias. Espafia 3 Licenciado en Medicina. Servicio ce Oftalmologia. Hospital Alvarez~Buylla de Mieres. Asturias. Espafia. pata, [GEE Todo cl contenido de esta revista, excepto dénde esté icentficado, esté bajo una Licencia Creative Commons 17-21, Tel: 932 000 711, 08021 Barcelona Mail oftalmologia@elseviercom Travessera de Graci htpssc alse escola pap sci c_artent8puo=$0365-569120050009000 12 as