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Anexo 3

ASPECTOS GENERALES Y PROCEDIMIENTOS DE ACTUACIÓN

2.1 PRINCIPALES ASPECTOS DEL USO DE CANTERAS PARA EL RELLENO CON MATERIALES DE
EXCAVACIÓN

Estos puntos son los siguientes:

 Legislación.
 Las características de la gestión de los rellenos de tierras.
 La caracterización del emplazamiento y los estudios del medio físico.
 El proyecto de relleno: infraestructuras, puesta en obra y plan de operación y sus
aspectos ambientales.
 La restauración del relleno.

2.1.1 Legislación

Los rellenos de tierras en canteras presentan unos requisitos legales relacionados con tres
bloques o cuerpos principales de normativa que les aplica:

1. Normas sobre la gestión de residuos, donde debe tenerse en consideración la tipología


y clasificación de las tierras de excavación como residuos inertes, los requerimientos
para el emplazamiento y los criterios de admisión de los materiales.
2. Normas de protección del medio ambiente, principalmente relacionadas con la
protección de las aguas superficiales y subterráneas y con los espacios y hábitats de
valor ambiental próximos al emplazamiento. La operación de relleno conlleva además
una serie de acciones de proyecto, tales como el transporte y puesta en obra que
implica aspectos ambientales deben contemplarse en proyecto de acuerdo con la
legislación medioambiental y la de Seguridad y Salud.
3. Legislación por tratarse de un hueco de cantera, resultado de una actividad de
explotación y, en ocasiones, asociado a un derecho minero. Mientras una concesión de
explotación esta vigente, la ocupación y operación en el hueco minero es
responsabilidad del titular del susodicho derecho.
La autorización para la ejecución de un relleno con materiales de excavación se
obtendrá del órgano ambiental, además de la licencia municipal del distrito
correspondiente. Asimismo, dependiendo de sus características, requerirá
autorización por parte del órgano competente en materia de aguas y de la autoridad
minera en caso de que exista algún derecho minero vigente.

2.1.2 La gestión de los materiales de excavación

Las características de la gestión de las tierras naturales de excavación vienen en primer lugar
determinadas por su carácter inerte que implican ausencia de peligrosidad como
contaminantes, en comparación con otros tipos de residuos. Toman relevancia en su gestión
los grandes volúmenes de excedentes de tierras que se generan, su distribución territorial en
su origen, ligada a áreas urbanas y a obras de infraestructuras, así como los radios de trasporte
que son asumibles para viabilidad económica de la actuación.
Por ello, junto con el establecimiento de criterios y valoración de la aptitud de las canteras se
introduce en la presente guía el carácter territorial de la gestión de las tierras de excavación,
de modo que las canteras y demás huecos mineros de la Comunidad suponen una red de
puntos potenciales de vertido a los cuales se les puede aplicar criterios de planificación y
ordenación territorial. No obstante, los huecos de cantera son una parte de la solución de una
gestión más global de las tierras de excavación.

La base de datos y el sistema de información geográfica (SIG) generados en la presente guía


técnica, constituyen la aportación principal a la planificación de la utilización de canteras para
la gestión de materiales de excavación.

La restauración de zonas mineras degradadas está asociada a la realización de rellenos con


tierras de excavación. De hecho, la realización de un relleno en una cantera supone de forma
implícita una restauración morfológica. En algunos casos, la parte de restauración de los
proyectos es de tal importancia en la actuación, que se convierte en la más relevante frente a
la realización del relleno como actuación de gestión de residuos. Esto es, por ejemplo, cuando
la magnitud del mismo es pequeña, el entorno es de gran valor y la necesidad de restauración
de un área degradada es muy elevada por su gran impacto. En estos casos, el concurso de
todos los organismos implicados, para dinamizar el uso de tierras en la restauración
morfológica, revegetación y puesta en seguridad de las canteras es necesario junto con la
iniciativa privada de los sectores de la excavación, obra pública y minería. El otro caso extremo
de la gestión de materiales de excavación de da en huecos de gran capacidad, que pueden
convertirse en emplazamientos receptores durante largos periodos y se aproximan mas a un
modelo clásico de gestión de residuos.

2.1.3 La caracterización del emplazamiento

La caracterización del emplazamiento y los estudios de medio deben realizarse previamente al


diseño del proyecto de relleno, ya que determinan la idoneidad del emplazamiento para la
recepción del relleno y las condiciones del diseño y de su puesta en obra. Los aspectos
relacionados con la caracterización del emplazamiento se abordan por diferentes estudios del
medio físico y, en menor medida socioeconómico.
Los requerimientos mas relevantes corresponden a los aspectos siguientes:

 Aguas superficiales y subterráneas. Las subcuencas implicadas en el relleno, las


condiciones hidrogeológicas y su relación con acuíferos y punto de agua (manantiales
o pozos).
 Condiciones geotécnicas y estabilidad del hueco y de relleno, tanto durante la
ejecución de los trabajos de relleno como la estabilidad del mismo en situación final.
 Idoneidad de la localización desde el punto de vista ambiental o protegidos, paisajes,
vegetación y fauna, que van a repercutir en el tipo de restauración a realizar.
2.1.4 El proyecto de relleno, puesta en obra y plan de operación

Los aspectos más importantes del proyecto que se describen en esta guía son los siguientes:
Frase preparatoria

1. Acondicionamiento del hueco.


2. Infraestructuras:
 Accesos.
 Sistemas de impermeabilización y de drenaje, diferenciando entre las
subcuencas externas al hueco de cantera y el propio hueco.

Fase de relleno

 Plan de explotación y fases de relleno (condiciones de relleno).

Fase de restauración y clausura

 Restauración y plan de recuperación paisajística.

Además se deberán determinar los efectos ambientales previsibles y las medidas de control
ambiental que quedarán recogidas en el programa de vigilancia y control ambiental.
Finalizado el relleno del hueco, la restauración del relleno implica su impermeabilización y
sellado, así como su revegetación y adaptación de la nueva superficie creada a los fines
previstos. El tipo de restauración a realizar esta muy condicionada por las características y
valor ambiental del entorno de la actuación de relleno.

2.2DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA SITUACIÓN EN LA COMUNIDAD

2.2.1 La generación de tierras de excavación


Las actividades que generan tierras de excavación son la construcción urbanista y las
obras públicas principalmente. La orografía montañosa obliga a proceder a la
excavación de grandes volúmenes de tierras (suelos y tierras) cuando se ejecutan
proyectos viarios o constructivos, principalmente en su mitad septentrional en la que
además la densidad demográfica es más elevada. El desarrollo de esta actividad
urbanística está dando lugar a la generación de importantes volúmenes de tierras
excedentarias carentes de gestión.
Resulta difícil conocer el volumen de materiales procedentes de excavaciones que se
movilizan dentro de la Comunidad, aunque se sabe que este es muy elevado, pues no
se contabiliza el volumen total que representa. Más complicado es aun conocer el
volumen de excedentes de tierras de excavación que constituyen una parte del
movimiento total de las excavaciones y que son los susceptibles de dar lugar a
rellenos.

2.2.2 Consecuencias de la gestión incorrecta de los excedentes de excavación


La incorrecta gestión de los materiales de excavación puede dar lugar a graves
consecuencias, ya que una inadecuada ubicación y acondicionamiento de los rellenos
suele implicar la ocupación de vaguadas que constituyen Dominio Público Hidráulico,
con afección a los flujos naturales de aguas superficiales y a su dinámica hidráulica, lo
que es especialmente grave en situaciones de máxima avenida. Por razones similares,
la afección suele ser importante en la flora y la fauna asociada a los cauces naturales.
Los depósitos de estos materiales presentan una magnitud tal que su estabilidad es un
aspecto de gran importancia. Así, su ubicación inadecuada sobre laderas sin el debido
acondicionamiento de la base pueden dar lugar a la saturación del relleno y a
deslizamientos que en el mejor de los casos suponen actuaciones de estabilización
posteriores más costosas que el debido acondicionamiento inicial del relleno. Por
supuesto la concurrencia de varios factores de inestabilización también es posible; es
decir, la existencia de fenómenos de saturación del relleno haciéndolo inestable y los
arrastres y erosiones en la base por avenidas, aguas de arrollada y por alcance de la
línea de inundación de un cauce próximo, producen la inestabilización del relleno mal
situado.
Otros aspectos de una incorrecta gestión son los siguientes

1. Inadecuado procedimiento de recepción de materiales, sin control del origen de


los mismos, con la posible entrada de materiales no inertes, potencialmente
contaminantes y sin el control adecuado que permita su identificación y
caracterización.
2. Ausencia de restauración del relleno o realización de una restauración no
adecuada a las condiciones del entorno próximo.

2.2.3Los huecos a cielo abierto

Primeramente será establecer y/o cuantificar los volúmenes a rellenar

Para el relleno deberá de:

 Habilitar el camino para descender hasta la parte más abajo, de tal manera que va
servir para descender los camiones y demás maquinarias
 Extender por todo el ancho del hueco el material desde la parte más baja (dicho
material debe de ser limpio libre de impureza)

 Pasar con la motoniveladora de tal manera que sea pareja


 Humedecer con gran cantidad de agua

 Al día siguiente pasar con la motoniveladora con cocos


NORMAS Y RECOMENDACIONES DE TRABAJO

 Una vez se ha extendido el material en tongadas con espesor adecuado y con el


grado de humedad de pases y distribución homogénea.
 Se pueden comentar algunas recomendaciones de “buena práctica constructiva
“en relación a la compactación
 Antes de iniciar la construcción de un terraplén o un pedraplén, se eliminara la
tierra vegetal y se excavara, si procede, el terreno para asegurar la estabilidad del
macizo.
 Cuando se espera lluvia, es importante compactar lo mas pronto posible los
rellenos de granos finos todavía no compactados, puesto que un material
esponjado tiene gran capacidad de retención de agua.
 Para reanudar el trabajo lo antes posible, después de una lluvia, es buena practica
la eliminación con motoniveladora de la fina capa superficial de barrillo (2-3cm)
bajo la que el resto del material aparece poco afectado.
 Con exceso de agua procedente de precipitaciones atmosféricas, puede realizarse
la desecación natural mediante oreo. Ahora bien, con terrenos finos limo-
arcillosos y humedades próximas al índice plástico, se estabilizan mediante la
adición de cal, cenizas volantes, escorias o arenas.
 El riesgo de las tongadas extendidas, siempre que sea necesario, se efectuara de
forma que el humedecimiento de los materiales sea uniforme, y el contenido
óptimo de humedad se obtendrá a la vista de los resultados verificados por el
laboratorio de cada caso con el equipo de compactación previsto.
 Si se comienza la compactación por los bordes del terraplén, conseguiremos
cierto efecto de “confinamiento” que ayuda a la densificación.
 Deben solaparse los pases de compactación, para uniformizarlos, debido a que en
el centro de la maquina se consigue mayor eficacia.
 Se deben ejecutar de forma suave los cambios de dirección en la marcha y los
virajes, para no arrastrar el material.
 Es bueno dar cierto sobreancho a los terraplenes, ya que los bordes quedan
siempre compactados por debajo de lo debido.
 Los bordes de los terraplenes a veces se precisa compactarlos, con lo cual
necesitamos de un tractor o grúa que remolque por dicho terraplén al
compactador.
 La superficie de las distintas tongadas deberá tener la pendiente transversal
necesaria para evacuar las aguas sin peligro de erosión. Está pendiente
normalmente varía entre el 2 y el 4%.
 Si se usa un sólo equipo, se simplifican los controles, pero a veces se utilizan dos
tipos, uno de mayor rendimiento, y otro que sella la terminación de cada tongada.
 Si se utilizan equipos vibrantes, las últimas pasadas se realizaran sin aplicar la
vibración, con objeto de cerrar las posibles irregularidades de la superficie.
 Es importante la buena nivelación de la superficie a compactar, de otro modo, las
zonas deprimidas que no son pisadas por el rodillo quedaran deficientes de
compactación.
 Se suspenderán los trabajos de compactación cuando la temperatura ambiente
sea inferior a 2°C. Los terrenos congelados no pueden compactarse.
 Sobre las capas en ejecución se prohíbe el tráfico hasta que se complete su
compactación. Si ello es imposible, se distribuirá sin concentrar las huellas en la
superficie.
 Si el terraplén tuviera que construirse sobre un firme existente, se escarificara y
compactara este para procurar su unión con la tongada inmediata superior. Los
productos removidos no aprovechables se llevaran a vertedero.
 Si el periodo de tiempo transcurrido entre el extendido y la compactación es
largo, puede producirse la evaporación suficiente para dar como resultado un
contenido inadecuado de humedad. El material debe ser compactado
inmediatamente para evitar el mayor costo de humectación.
 Al finalizar la jornada no deben dejarse montones de material sin extender ni
capas sin compactar, pues si las condiciones atmosféricas son buenas ocurres lo
indicado en el párrafo anterior, pero si llueve sobre el material esponjado, a pocos
finos que posea, su capacidad de retención de agua será grande y quedara la obra
impracticable, con el agravante de tener que sacar y tirar dicho material, pues el
periodo de tiempo que sería necesario para su oreo nunca lo permitirá la marcha
de la obra
 Los efectos nocivos de la lluvia sobre una tongada compactada con pata de cabra
pueden reducirse si, antes de caer el agua sobre ella, se ha planchado con un
rodillo liso estático o vibratorio.
 El inconveniente de los rodillos lisos respecto a la unión entre capas(2) se remedia
si se pasa una grada o un arado de discos para escarificar la superficie. Antes de
este proceso la superficie lisa, y con algo de pendiente, protege contra la lluvia y
permite la circulación de vehículos.
ANEXO 4

RECOMENDACIONES PARA TERRENOS DE BAJA CAPACIDAD PORTANTES

Terreno en Rellenos: Esta clase de terrenos, realizados siempre por intervención humana, se
comporta de forma parecida al terreno vegetal. Por la gran reducción de huecos que sufre en
el transcurso del tiempo, al irse ocupando los huecos grandes con los áridos que de las partes
superiores can arrastrando las aguas, y por su falta de homogeneidad, sufren asientos grandes
y desiguales, siendo necesario, por ello, profundizar las cimentaciones hasta que alcancen el
terreno natural. El relleno se reconoce con facilidad porque en el se encuentran restos de
mampostería, mortero, otros restos de obras, o bien cenizas u otros residuos de materia
orgánica, según su origen sea de demoliciones o de residuos urbanos. Su estratificación
“caprichosa” o irregular es, asimismo, inconfundible.
Es posible que algunos casos no se pueda identificar el relleno, en el caso de terrenos
terraplenados, en ese caso debe apelarse a los especialistas en mecánica de suelos para
conocer el nivel de terreno natural y su resistencia.

Cargas admisibles: para el diseño de una cimentación debemos conocer la capacidad de carga
del terreno, esta capacidad se determina generalmente mediante ensayo del suelo. La carga
admisible depende de los siguientes elementos:

 Del tipo de terreno.


 De la construcción en si y su conjunto
 De los asientos que se pueda producir
 De las dimensiones de la cimentación
 Del tiempo de carga en la construcción
 De las vibraciones que puedan afectar a la construcción

La carga admisible depende de los asientos, que deben ser compatibles con la capacidad de
deformación de la estructura, o depender únicamente de condiciones de resistencia. En este
caso, es el cociente entre la carga de rotura del terreno y el coeficiente de seguridad.
Como coeficiente de seguridad es habitual considerar 3 para la combinación más desfavorable
de las acciones de peso propio, sobrecarga normal de uso y viento; y 2 para la combinación
más desfavorable de las acciones de peso propio, sobrecargas máximas, viento y sismo.

Asientos admisibles: Los asientos admisibles son los asientos (totales y diferenciales) máximos
que tolera la estructura, incluyendo entrepisos y tabiques, sin que se produzcan daños, como
fisuras, descensos o giros que inutilicen la obra. Definimos como distorsión angular al cociente
entre el asentamiento diferencial entre dos columnas vecinas y la distancia entre ejes. Se
acepta que si la distorsión es menor a 1/500 no aparecen fisuras en los muros de cierre; que
hasta 1/630, se produce sólo una ligera fisuración en los cerramientos; hasta 1/250 no es
visible a simple vista; para 1/180 pueden aparecer lesiones en las estructuras de hormigón
armado; y para 1/150 pueden dañarse las estructuras metálicas. Las estructuras metálicas
admiten, en general, mayores deformaciones que las de hormigón aunque las de hormigón
armado tienen un mejor comportamiento frente a las deformaciones lentas debido a la
fluencia del hormigón.

Para evitar los asientos diferenciales debe procurarse que la tensión del terreno bajo las
zapatas sea la misma. Sin embargo, como el terreno no es calidad uniforme, hay
inevitablemente asientos diferenciales que pueden alcanzar a 2/3 del asiento total. Puede
admitirse un asentamiento total entre 2 y 4 cm para estructuras con mampostería, y entre
4 y 7 cm para estructuras con pórticos de hormigón armado o metálicos.

El sentamiento total depende, entre otros factores, de:

La distribución de los distintos estrados de suelo y sus espesores, que determina por medio
de sondeos.

Las características geotécnicas de cada suelo, en especial el índice de poros y el coeficiente de


compresibilidad, que se conocen por medio de ensayos (para arcillas.
La distribución de tensiones y el valor de la tensión máxima.

Efectos de las acciones dinámicas del sismo: la respuesta de una estructura que está sometida
a un sismo, depende de las características dinámicas de la estructura y de las características
del sismo. Estas últimas dependen de las propiedades dinámicas del terreno de fundación y la
distancia al epicentro. Del tipo de terreno dependen las frecuencias predominantes en las
ondas del sismo y la distancia es importante porque las frecuencias más altas se van
atenuando a medida que la distancia al foco es mayor.
Es evidente que la naturaleza del terreno tiene una gran importancia en los colapsos de
estructuras durante los terremotos. Se ha observado en general, que en suelos firmes. Las
construcciones han sufrido menos daños que las estructuras cimentadas en suelos blandos.
Pero por otro lado, se han reportado casos en que construcciones situadas en terrenos
blandos han sufrido menos daños que otras ubicadas en terrenos firmes. Por ello se
recomienda emplear estructuras flexibles en sueldos firmes y estructuras rígidas en suelos
blando, a pesar de que esto ocasiona problemas de cimentación para las estructuras rígidas
apoyadas en suelo blando. Un factor a considerar es que la correlación entre el daño y la
duración del sismo es mayor en los sueldos blandos.

Platea de cimentación

Una losa de cimentación es una placa flotante apoyada directamente sobre el terreno. Como
losa está sometida principalmente a esfuerzos de flexión. El espesor de la losa será
proporcional a los momentos flectores actuantes sobre la misma. La relación entre el espesor
de la losa, los momentos flectores de la placa, las cargas exteriores y las propiedades elásticas
del hormigón de la losa viene dada por la siguiente expresión:
Consiste en soportar todo el edificio una losa de hormigón armado, extendida a una superficie
tal que tomando la carga total que trasmite el edificio y dividiéndola por ella no solicite al
suelo bajo un esfuerzo mayor que el de su capacidad portante admisible. Para edificios
pequeños el espesor de losa esta entre 15 y 22.5 cm; y para edificios mayores se usan
espesores de 22.5 a 37.5 cm.

Cuando son insuficientes otros tipos de cimentación o se prevean asientos diferenciales en el


terreno, aplicamos la cimentación por losas. En general, cuando la superficie de cimentación
mediante zapatas aisladas o corridas es superior al 50% de la superficie total del solar, es
conveniente el estudio de cimentación por placas o losas. También es frecuente su utilización
cuando la tensión admisible del terreno es menor de 0.8 kg/cm2.

Una losa de cimentación es entonces un elemento estructural de hormigón armado cuyas


dimensiones en planta son muy elevadas; define un plano normal a la dirección de soportes.
Zapatas conectada con viga en la cimentación

Las zapatas corridas pueden ser bajo muros, o bajo pilares, y se define como la que recibe
cargas lineales, en general a través de un muro, que si es de hormigón armado, puede trasmitir
un momento flector a la cimentación. Son cimentaciones de gran longitud en comparación con
su sección transversal. Las zapatas corridas están indicadas cuando:

-Se trata de cimentar un elemento continuo.

-Queremos homogeneizar los asientos de una alineación de pilares y nos sirve para
arriostramiento

-Queremos reducir el trabajo del terreno

-Para puentear defectos y heterogeneidades del terreno

-por la proximidad de las zapatas aisladas, resulta más sencillo realizar una zapata corrida

-Zapata corrida de concreto armado para apoyos aislados.

Cuando la cimentación está diseñada para una estructura formada por apoyos aislados
(columnas) y la resistencia del terreno no tiene gran capacidad de soporte, serán más
adecuada la zapata corrida para unir dos o más columnas. Dichas columnas podrán mandar a
la zapata cargas simétricas, lo que dará como resultado una zapata de ancho uniforme
Cuando las cargas son asimétricas, la zapata tendrá anchos distintos para trasmitir al terreno
una fatiga uniforme.

La zapata se soluciona dándole una forma trapezoidal, pero presenta dificultad en sus armados
lo que hace que no resulte práctica desde el punto de vista constructivo.

El cimiento se debe construir más fácilmente calculando la zapata como aislada, con su área
correspondiente para cada apoyo, uniendo ambas zapatas con la contratrable. Esta solución
presenta la ventaja de tener únicamente dos medidas en su armado principal.

La contratable juega un papel importante en las zapatas corridas, pues de no emplearla sería
necesario recurrir a un espesor muy grande en la placa o losa de la zapata para evitar la falla
por flexión o por cortante producida por la reacción del terreno. Estas contratrables le dan
rigidez a la zapata y soportan, además, los esfuerzos de flexión producidos por la reacción del
terreno.

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