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CULTURA CHIMÚ

Chimú o Chimor es una cultura preincaica que se desarrolló en la costa norte tras el decaimiento del Imperio
huari entre los años 1000 y 1200. Ocuparon los territorios que antes habitaron los mochicas y los Lambayeque,
llegando a expandir sus dominios, en su etapa de mayor desarrollo, por toda una extensa franja del norte del
Perú, desde Tumbes hasta el valle de Huarmey, con una extensión de 50 kilómetros cuadrados.

En su desarrollo se distinguen dos etapas; en la primera se trataba de un reducido grupo localizado en el antiguo
valle Moche y zonas aledañas (900-1300); y en la segunda ya habían conquistado un vasto territorio y eran un
reino en constante expansión (1100-1270). Diversos historiadores sostienen que, hacia mediados del siglo XV,
los chimúes fueron derrotados por los incas.

Los chimúes se destacaron en el plano urbanístico gracias a sus formidables construcciones. Muestra de ello
son Chan Chan, la fortaleza de Paramonga, entre otras. Así también se destacaron en metalurgia, en los que
utilizaron una diversidad de técnicas y metales para su elaboración; y en textilería (tejidos de algodón, lana de
llama, alpaca y vicuña).

Área de expansión

La cultura chimú se desarrolló en el mismo territorio donde siglos antes existió la cultura Mochica. Al igual que
los mochicas, la cultura chimú se desarrolló en el valle de Moche (al norte de Lima), al noreste de Huarmey
acabando en Trujillo central, en el departamento de La Libertad. Limitaba por el sur con Pativilca o Carabayllo
(Lima) y por el norte con Olmos (Piura) y Tumbes. La capital era la ciudadela de Chan Chan, con una extensión
de 22 kilómetros cuadrados, ubicada próxima al mar, cerca de la actual ciudad de Trujillo, a 550 km al norte de
Lima.

Origen

Los chimúes aparecen hacia el año 900. El fundador del reino chimú fue Tacaynamo, un personaje legendario
que habría llegado con su séquito sobre grandes balsas de madera y adoptó el nombre de “Gran Chimú”.

Se cree que el llamado “reino del Chimú” tuvo diez gobernantes, pero solo se conocen los nombres de cuatro de
ellos: el ya mencionado Tacaynamo, Guacricur, Naucempinco y Minchancaman. Éste último fue un gran
conquistador, llegando al sur hasta las cercanías del triple valle de Chillón-Rímac-Lurín; sin embargo, acabó
siendo arrollado por el expansionismo incaico.

Los gobernantes eran tratados como dioses y vivían en un elegante palacio de Chan Chan. Había clases sociales
regidas por un estado imperial que había conquistado al reino Sicán de Lambayeque. Justamente las leyendas
de Naylamp en Sicán y Tacayanamo en Chimú transmitían fantásticamente las guerras iniciales por esas tierras.
El pueblo pagaba tributo a los gobernantes (en productos o en trabajo).

Conquista incaica

El libro VI de los Comentarios reales de los incas, del Inca Garcilaso de la Vega, se narra la conquista incaica del reino
chimú (Capítulo XXXII: «Van a conquistar al rey Chimú, y la guerra cruel que se hacen» y Capítulo XXXIII: «Penitencia y
aflicciones del Gran Chimú, y como se rinde este».)

Garcilaso sitúa esta conquista bajo el reinado del Inca Pachacútec, con quien empezó la expansión imperial
incaica. Las fuerzas incas estuvieron comandadas por el príncipe Inca Yupanqui y contaron con el apoyo de los
yungas de Chuquimancu y Cuismancu (reyezuelos de los valles del actual departamento de Lima), antiguos
enemigos de los chimúes. La guerra fue larga y sangrienta. Con grandes esfuerzos los incas avanzaron por
Parmunca (Paramonga) y Santa, y no pudiendo doblegar la resistencia del enemigo, el príncipe inca pidió más
refuerzos, que le llegaron en número de 20.000 soldados. El Gran Chimú (Minchancaman), viendo que era
imposible resistir más y presionado por sus propios súbditos, se rindió, sometiéndose en vasallaje a los incas.
Cuenta Garcilaso que en memoria de esta conquista, los incas elevaron la fortaleza de Paramonga (aunque esta
es en realidad preinca).

La conquista inca debió ocurrir hacia 1470. Los incas trasladaron al Cuzco los tesoros del Gran Chimú así
como a los reputados orfebres chimúes, para que adornaran el Coricancha o Templo del Sol.

El idioma quingnam

El idioma que predominó entre los chimúes fue el idioma quingnam (emparentado con el idioma mochica)
como lo denominara el sacerdote Calancha. Como lengua franca hablaban el mochica y un dialecto propio de
los pescadores llamado "lengua pescadora" por los misioneros españoles.

El idioma quingnam es un idioma peruano prehispánico desaparecido que en su inicio (antes de la creación del
Imperio chimú) fue hablado por la etnia chimú, correspondiente a los antiguos territorios de los mochicas del
sur: desde el valle del río Chicama por el norte hasta el valle del río Chao por el sur.

En su momento de mayor auge (gracias a las conquistas chimúes) se habló masivamente desde el río
Jequetepeque (por el Norte), hasta Carabayllo, cerca a Lima (por el Sur).

El idioma quingnam se extinguió al poco tiempo de la llegada de los conquistadores básicamente debido a:

 Que el núcleo chimú, Chanchán, estuvo en las cercanías de la nueva ciudad española de Trujillo;
 Debido también a que su zona de difusión era mucho menor al área de influencia del idioma mochica: el
quignam solo era hablado por las élites chimúes en territorios pertenecientes al Imperio chimú pero en donde
no se hablaba quingnam como Tumbes, Piura y la mayor parte de Lambayeque, que era mochicahablante.

El quingnam se hablaba masivamente en la faja costera desde río Jequetepeque hasta Huaral o Ancón y, según
los más optimistas, hasta el río Chillón (Carabayllo);

 La mayor parte de sus hablantes murieron por las epidemias traídas por los españoles;
 Muchos lo dejaron de hablar por complejos sembrados por los españoles, ya que si la lengua mochica era
gutural, el quingnam era muchísimo más gutural y escabrosa;
 Los hablantes de quingnam que sobrevivieron fueron desarraigados de sus lugares nativos llevados a
reducciones indígenas (pueblos) creados por los españoles para cobrarles de una manera más fácil el tributo y
explotarlos en las haciendas y obrajes de una forma "más eficiente", y;
 El "corazón" del idioma quingnam (donde era más hablado) estaba en la capital del que fue el Imperio chimú:
Chan Chan (literalmente: ‘sol sol’, gran sol). Según los estudiosos tenía una población de 80 000 a 100 000
habitantes (según algunos cálculos, la población del reino entero habría sido de unos 500 000 habitantes). Al
hecho de ser despoblado por las autoridades sucedió la castellanización de los quingnam-hablantes que
quedaban en un proceso similar al que actualmente ocurre con otras lenguas en el Perú.

Organización política

Desde el punto de vista político, el Reino Chimú puede ser definido como un Estado aristocrático clasista.
Contaba con una burocracia de administradores que tenía bajo su control todo el sistema productivo sostenido
por los artesanos y los campesinos.

El Estado se hizo fuertemente centralizado y se orientó hacia la expansión imperial.

Organización social

Era una sociedad clasista, con profundas diferencias entre sus grupos sociales.

 A la cabeza de la pirámide social estaba el gran señor llamado cie quich, que vivía en una corte fastuosa, en la
capital Chan Chan, en medio de espléndidos palacios y rodeado de una numerosa corte.
 Luego venían los alaec, o grandes curacas o caciques, miembros de la nobleza, a quienes podemos comparar
con los señores feudales.
 Enseguida estaba un grupo con cierto prestigio y poder económico llamado fixlla.
 Al final se encontraban los vasallos, que eran la gran mayoría, es decir el pueblo, dedicados a la pesca, a la
agricultura, a tareas artesanales y al comercio; y como último grupo, los sirvientes (yana).

Organización económica

El sistema económico y social funcionaba por medio de una red de centros urbanos y rurales que se encargaban
de recibir y enviar a la capital los tributos obtenidos.

 El control administrativo supremo correspondía a la ciudad capital Chan-Chan; desde allí se manejó, organizó y
monopolizó la producción, el almacenamiento, la redistribución y el consumo de bienes y productos.
 Centros administrativos rurales, destinados a recolectar y a administrar. Por ejemplo, Quebrada Catuay.
 Centros provinciales de producción especializada, como Manchán y Casma.
 Predios agrícolas administrado por el Estado, como Cerro La Virgen.
 Aldeas campesinas, como Chorobal.

Agricultura

Los chimúes cultivaban maíz, frijol, zapallo, calabaza, maní, lúcuma, palta, ciruelo del fraile, pacae, caigua,
guanában, algodón.

Para ampliar el área cultivable usaron una extensa red de canales, muchos de los cuales fueron herencia de las
culturas moche y lambayeque. Se tratan de auténticas obras de ingeniería hidráulica, en al que forzosamente
debieron aplicar conocimientos de matemáticas y topografía. Los canales, hechos de piedra, seguían la
pendiente natural de los cerros y las márgenes de los ríos. Uno de los más impresionantes es el llamado La
Cumbre, de 84 km de largo, que llevaba el agua del río Chicama al valle de Moche. Actualmente está en uso
solo 17 km, ya que el resto fue paulatinamente abandonado tras la conquista española, pues precisaba de una
limpieza continúa que dejó de hacerse.

Pesca y caza

Para la pesca utilizaron canoas o caballitos de totora, que todavía usan los actuales pobladores de Huanchaco.
Con estos caballitos de totora se adentraban al mar para la pesca de una gran variedad de peces, para lo cual
utilizaban redes sujetadas entre dos embarcaciones o anzuelos. Recolectaban también moluscos marinos, como
el choro, la almeja y el caracol. Los productos marinos conformaban la mayor parte de su alimentación de
origen animal.

Complementaban su dieta con animales domésticos, como la llama, el pato, el cuy y el perro, incluso con aves
marinas que sabían guardar en corrales. Y con productos de caza, como el lobo marino y el venado, animal este
que está representado con profusión en su arte cerámico. Asimismo, consumían caracoles terrestres y los
cañanes o lagartijas del desierto.

Comercio

Se cree que comerciaban usando monedas (hachitas de bronce).

Los restos de su arquitectura ha permitido definir que los gobernantes vivieron en los palacios y recintos
monumentales, mientras el pueblo residió en viviendas de quincha con habitaciones pequeñas y fuera de la
arquitectura monumental. La decoración de las paredes es sobre la base de frisos modelados en relieve, y en
algunos casos, pintada. Los diseños son de figuras zoomorfas, como peces y aves, así como de figuras
geométricas, todo policromado.
CULTURA LAMBAYEQUE
La cultura lambayeque o cultura sicán se manifestó entre los siglos VIII - XIV d. C. Ocupó el territorio que
hoy le corresponde al departamento de Lambayeque, llegando a extenderse por casi toda la actual costa peruana
en su periodo de mayor apogeo (Fase Intermedia 900-1100). Esta cultura se formó a partir de la decadencia de
la cultura moche, asimilando gran parte del conocimiento y tradiciones culturales de esta.

En su desarrollo se distinguen tres fases o etapas:

 Fase temprana (700-900)


 Fase intermedia (900-1100)
 Fase tardía (1100-1375)

Destacaron en arquitectura, e incluso llegaron a ser grandes navegantes. Si los moche asombraron con la belleza
de sus joyas y su ingeniería hidráulica, los lambayeque sorprenden aún más con sus aleaciones, sus finos
acabados y sus enormes sistemas de irrigación. Aunque no lograron el tamaño de los moche, ni su complejidad
política, no cabe duda que en estas artes fueron sus discípulos predilectos.

Ejemplares emblemáticos del arte lambayeque son el tumi o cuchillo ceremonial de oro y la máscara funeraria
de oro. Es de destacar también la tumba fastuosa del llamado Señor de Sicán, descubierta en la Huaca del Loro,
en Batán Grande.

Espacio y tiempo

La cultura lambayeque o sicán tuvo su núcleo de desarrollo entre los valles de Motupe por el norte y
Jequetepeque por el sur, entre el 700 y 1350. Si bien su centro cultural abarcaba principalmente el actual
departamento de Lambayeque, su influencia se extendió en toda el área comprendida desde Sullana al norte,
(departamento de Piura), hasta cerca de Trujillo al sur (departamento de La Libertad).

Lambayeque nació de las cenizas de la cultura moche, cuando esta decayó, posiblemente, por un devastador
fenómeno de "El Niño". Fue por ello heredera privilegiada de esa gran cultura costeña. Pero sobre esta herencia
recibiría una serie de nuevas influencias.

En efecto, habiendo nacido cuando la cultura wari se hallaba en plena expansión y Tiahuanaco gozaba de
enorme fama, Lambayeque añadió a su herencia moche los tesoros culturales de ambas civilizaciones. Por su
ubicación geográfica, también recibió influencia cultural de la cultura cajamarca. Una cuarta influencia provino
de los Chimú. Pese a que Lambayeque era un poco más antigua, ambos descendían de los moche, sólo que
Lambayeque surgió en el norte, mientras que Chimú, en el sur. Casi todo el desenvolvimiento de Lambayeque
transcurrió paralelo al de Chimú y por ello hubo una influencia recíproca entre ambas culturas.

Origen legendario

Una leyenda, transmitida por el cronista español Miguel Cabello Valboa, relata que un gran rey de nombre
Naylamp, Naymlap o Ñañlap, llegó por mar desde el sur, en medio de una gran flota de balsas y acompañado
de una lujosa corte de funcionarios, versados en diferentes artes y oficios. Desembarcó en la boca del río
Faquisllanga (río Lambayeque) y se adentró unos 2 km tierra adentro, instalándose en un lugar donde edificó
una huaca a la que llamó Chot, que probablemente es la que se conoce actualmente como Huaca Chotuna. El
rey trajo un ídolo de piedra verde (esmeralda o jade) llamado "Yampallec" (del que deriva el nombre de
Lambayeque), que era una representación de su propia imagen, la misma que guardó en la huaca de Chot.

Naylamp inauguró un largo período de paz y prosperidad en la región. Tuvo hijos en su esposa y 40 concubinas
y murió en avanzada edad. La nobleza le enterró en su palacio, pero deseosos de hacer creer en su inmortalidad,
anunciaron que, hastiado de la vida terrena, había empleado su poder para hacerse crecer alas y se había
remontado en vuelo al cielo. Así fue convertido en divinidad.
Naylamp inauguró una dinastía de varios soberanos, doce en total, incluyendo a él; el último de ellos, el rey
Fempallec, quiso trasladar el ídolo Yampallec a otro lugar, provocando la ira de los dioses. En ese trance, un
demonio en forma de mujer se le apareció a Fempallec y lo tentó a tener relaciones carnales. El pecado del rey
ocasionó una serie de desgracias para la nación lambayeque: lluvias, sequías, hambruna. El castigo se completó
cuando posteriormente llegó de los reinos del sur un tirano poderoso, el Chimo Cápac o Chimú Cápac, que se
adueñó de las ricas tierras de Lambayeque.

Esta leyenda explicaría cómo una dinastía de reyes exitosos dominó la región basándose en un culto religioso, y
que finalmente la falta de atención en el gobierno por el último de ellos terminó con la dinastía, mientras que el
pueblo fue conquistado por un tirano del sur. Se sabe que ese tirano era un rey chimú, que conquistó
Lambayeque. Los sacerdotes, desesperados, habrían buscado explicaciones a su desdicha. Por eso el mito
termina sugiriendo una ofensa a los dioses y el consecuente castigo que éstos supieron propinar.

LA CULTURA INCA
El imperio Inca, fue un gran imperio y una cultura avanzada en el continente americano, antes de su descubrimiento por
parte de los europeos. En líneas generales, el Imperio se extendía desde el norte del Ecuador a la parte central de
Chile y desde los Andes hasta la costa. Los Incas mitológicamente hablando procedían del Sur y fueron depositados
en la llamada Cuenca de Cuzco, en donde quedaron primitivamente confinados. Aparentemente los Incas extendieron
su dominio por tribus vecinas alrededor del año 1100 AC. Sin embargo, el Imperio Inca alcanzó su máximo esplendor en
el siglo XV.

La civilización incaica o quechua, fue la última de las grandes civilizaciones precolombinas que conservó su estado
independiente (imperio incaico) durante la Conquista de América, hasta la conquista del Perú (1532-1533). Con la
extensión del imperio, ésta fue absorbiendo nuevas expresiones culturales de los pueblos anexados y se ubicó en los
actuales territorios del Perú, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador.

Desde la ciudad sagrada del Cuzco, los quechuas consolidaron un Estado que logró sintetizar los
conocimientos artísticos, científicos y tecnológicos de sus antecesores. Basados en un concepto de expansión del
Estado, el Tawantinsuyo (Imperio incaico) recogió aquellos conocimientos y los potenció. Actualmente, algunas
costumbres y tradiciones de la desaparecida civilización inca prevalecen aún en Bolivia, Ecuador y el Perú.

La conquista del Perú hecha por Francisco Pizarro entre 1530 y 1540 puso fin al imperio, sin embargo, focos
resistencia de los llamados Incas de Vilcabamba se mantuvieron hasta 1572.

Como dato anecdótico y curioso, pero digno de tener en cuenta, el imperio de los incas, contaba con cierto tipo de
organización policial, sus miembros se llamaban TUCUYRICU, (el que todo lo ve). Los TUCUYRICUS, velaban por el
orden y el cumplimiento de las leyes del soberano.

FORMACIÓN: Origen Del Imperio Incaico

Existen dos mitos difundidos sobre el origen del Tahuantinsuyo. El más difundido es la versión de la pareja Manco Cápac
y Mama Ocllo; el otro es el mito de los 4 hermanos Ayar.

Desarrollo del tema:

Existen dos leyendas que explicarían el origen de esta civilización. Las leyendas fueron recogidas de fuentes orales de
primera mano, los orejones y otros miembros de la familia imperial fueron los que contaron a los cronistas las historias y
hazañas de sus antepasados. Entre los más importantes cronistas se encuentran el español Juan Diez de Betanzos
(marido de la ñusta Angelina, hermana del Inca Atahualpa); así como, el Inca Garcilaso de la Vega (hijo de un
conquistador español y de la ñusta Isabel Chimpu Ocllo, nieta del Inca Túpac Yupanqui). Tanto Betanzos como
Garcilaso vivieron en el Cusco en los primeros años de la conquista española, además de que ambos estaban
emparentados con los últimos incas; lo que hace de sus leyendas, tradiciones muy significativas para el estudio de este
linaje.

CULTURA CHANCAY
La civilización chancay fue una civilización preincaica que se desarrolló entre los valles de Fortaleza, Pativilca, Supe,
Huaura, Chancay, Chillón, Rímac y Lurín, en la costa central del Perú, entre los años 1200 y 1470 d. C. que corresponde
al Intermedio Tardío. Su centro se ubicó a 80 kilómetros al norte de Lima. Se trata de una ubicación territorial
básicamente desértica, pero con valles fértiles bañados por ríos y ricos en recursos, que permitieron, entre otros, un
alto desarrollo de la agricultura. El comercio que desarrolla la civilización chancay con otras regiones fue intenso y
permitió contactar con otras culturas y poblados en un área extendida. La cultura chancay decae en el siglo XV para dar
paso territorial a sus conquistadores provenientes del Imperio inca.

Economía

Esta cultura basó su economía en la agricultura, la pesca y el comercio. Para desarrollar la agricultura, sus
ingenieros construyeron reservorios de agua y canales de regadío. Situándose geográficamente frente al mar,
explotaron la pesca artesanal tanto desde la orilla como alejándose un poco de ésta con los caballitos de totora.
Igualmente fueron notorios comerciantes con otras regiones ya sea por tierra hacia la sierra y selva peruana y
por el mar hacia el norte y el sur de sus límites territoriales.

Los asentamientos de Lauri, Lumbra, Tambo Blanco, Pasamayo, Pisquillo Chico y Tronconal principalmente
concentraron a los artesanos que producían a gran escala los ceramios y textiles.

La cultura chancay es la primera de aquellas peruanas que masifica su producción en cerámica, textiles así
como en metales como el oro y la plata de los cuales hicieron bienes rituales y domésticos. También se
destacaron por sus artículos tallados de madera.

Los curacas regulaban las producciones de los artesanos, ganaderos y agricultores y asimismo las actividades
festivas.

Artesanía textil

Sus textiles con encajes bordados con agujas y los tapices fueron de singular notoriedad; fueron elaborados con
algodón, lana, gasa y plumas. Los efectos técnicos para ese entonces se consideran inigualados.

Sobresalió notoriamente el brocado, la tecnología de la gasa decorada y el textil pintado habiendo sido
decorados con peces, aves y también con dibujos de forma geométrica. Respecto a las gasas, fueron tejidas en
algodón con los que se confeccionaban artículos ligeros de forma cuadrangular de diferentes tamaños teniendo
en algunas prendas dibujos de peces, felinos y aves.

Con pincel produjeron lienzos pintados directamente con diseños antropomorfos, zoomorfos, geométricos y
otros creativos dibujos de libre imaginación.

Las telas o gasas tuvieron principalmente objetivos mágico religiosos y fueron utilizados para cubrir la cabeza
de los muertos al estilo de los tocados. De acuerdo a las creencias de la época, los hilos para estas telas tenían
que ser hilados en forma de una S en sentido izquierdo. Este hilo que tenía un carácter mágico fue llamado
lloque y de acuerdo a la leyenda, las prendas eran impregnadas de poderes sobrenaturales y servían de
protección en el más allá.

Igualmente, sobre la base de un armazón vegetal, manufacturaron muñecas y otros objetos recubiertos por
retazos de tejidos y diversos hilos.
Respecto al arte realizado con plumas, el desarrollo del color es mucho más avanzado que en los ceramios. Las
combinaciones e impresiones que causan sus colores en la manufactura de mantos son notables. Las plumas
eran insertadas en un hilo principal que luego era cosido sobre la tela.

La iconografía de sus mantos representaba mayoritariamente peces, felinos, pájaros, monos y perros,
especialmente aquella raza oriuda, el perro sin pelo del Perú.

Cerámica

El desarrollo de la cerámica y de los tallados de madera también fueron parte de la singular mano de obra de
esta cultura. Esta cerámica se ha hallado principalmente en los cementerios de Ancón y en el valle de Chancay.

La producción de cerámica fue a gran escala debido a la utilización de moldes.

No obstante la masiva producción de ceramios, los artesanos produjeron vasijas abiertas en las que se pueden
observar más de 400 formas diferentes de dibujos que aún faltan descifrar.

Su estilo es de una superficie áspera y está pintada en color negro o marrón sobre un fondo crema o blanco y
debido a esta particularidad es conocida como negro sobre blanco.

De esta cerámica, se destacan principalmente los cántaros de forma ovoide con rostros humanos y pequeños
relieves con las extremidades del cuerpo humano y también los ídolos de tamaño reducido, llamados
cuchimilcos, de forma antropomorfa representando a figuras humanas con una destacada mandíbula, con los
ojos pintados en negro.

Estas figuras cuchimilcas, extienden sus brazos como alas listas para volar o invitando un abrazo, como
diciendo, "Bienvenido, estamos aquí" alejando así las malas energías, es por eso que han sido hallados en su
mayoría en las tumbas de la nobleza chancay.

A pesar de ser un rasgo característico de la cultura chancay, los cuchimilcos también aparecen en las culturas
lima y chincha.

Los cuchimilcos casi siempre vienen en pareja (hombre/mujer) representando la dualidad divina, en la cual
creían las culturas precolombinas.

Las llamadas muñecas de trapo no eran juguetes (pese a su aspecto de estar destinados a juegos infantiles) sino
objetos de valor mágico-religioso y eran trabajadas a veces formando escenas de la vida del difunto o de
personas allegadas y queridas, que de este modo los acompañaban en la otra vida.

CULTURA CHINCHA
La cultura chincha fue una cultura preincaica, perteneciente al período Intermedio Tardío. Se extendió por los
valles de Ica, Lima y Arequipa, aunque su centro político estuvo en el valle de Chincha. La cultura chincha fue
conquistada por los incas durante el reinado de Pachacútec Inca Yupanqui e incorporada definitivamente al
imperio durante el gobierno de Túpac Inca Yupanqui, hacia el año 1476.

Chincha fue un señorío que mantuvo su importancia incluso durante la época inca. Es más, se cuenta incluso
que el único señor que podía ir cargado tras la misma ceremonia que el sapa inca era el señor de Chincha. La
población estuvo dividida entre la nobleza, encargada de los cargos administrativos, los sacerdotes y el pueblo,
constituido por mercaderes, artesanos, pescadores y campesinos.
Religión

Chinchaycámac fue su dios principal y Urpy Huachay, que significa "la que pare palomas", fue su santuario que
hace referencia a una huaca femenina esposa de Pachacámac; creían que sus dioses provenían de esa isla. Sus
palacios fueron santuarios y huacas.

Arquitectura

Los chinchas, al igual que otras culturas de la costa peruana, desarrollaron una arquitectura y utilizaron la
técnica del « adobe » o tapial. Las principales edificaciones se encuentran en el valle de Chincha, Tambo de
Mora, Lurinchincha y San Pedro, en donde construyeron centros administrativos ceremoniales.

Uno de los más conocidos es La Centinela (en Chincha Baja), cuya área es de 400.000 m2. Dentro de esta área
hay viviendas populares, monumentos residenciales, templos piramidales, patios, calles, etc.

Economía

Sus principales actividades económicas fueron la agricultura, la pesca y, principalmente, el comercio. Aún más
importantes que los caminos eran sus rutas de comercio marítimo, pues su tecnología en navegación les
permitía llegar hasta los más extremos puntos del norte y sur.

Se sabe que llegaron incluso hasta Centroamérica, pues una de sus exportaciones claves eran las conchas
Spondylus, propias de Ecuador y Perú, que fueron halladas en Centroamérica.

Sus grandes habilidades comerciales fueron tales que lograron a extender su influencia por todo el territorio
inca antes de que este se convirtiera en imperio. Se cree que gracias a la influencia comercial de los chinchas, el
quechua se hizo tan útil en los Andes.

Tuvieron el mérito de organizar un comercio triangular en el que ellos fueron el puente comercial entre la
meseta de Collao, la costa central peruana y el norte del Ecuador. Por vía marítima, comerciaron entre el Cusco
y el Altiplano. Los productos más codiciados de la sierra fueron: el charqui, la lana y algunos metales.

El poderío del rey Chincha, se midió por la cantidad de balsas que tenía. No existía en la época de desarrollo
Chincha, señor o rey que ganara en esto al rey de Chincha. Se dice que tenía por lo menos una flota de ellas de
unas 200, con las que comercializaba por todo el litoral del Mar de Grau, no sólo peruano sino que llegaron
incluso a Ecuador y Colombia por el norte y Chile (puerto Valdivia), por el sur. Los productos chinchanos
llegaron hasta el Caribe, lo cual debe ser cierto, por cuanto los chinchanos comercializaban sus productos en la
desembocadura del río San Juan; de ahí comerciantes Chibchas lo llevaban por el curso del río San Juan hasta
el mar Caribe. Los chinchas comercializaron: chuño, charqui de llama, lanas diversas, cobre, pescado salado,
calabaza, maíz y huacos. Traían a Chincha: mullu o concha colorada (spondylus), esmeraldas y otras piedras
preciosas.

Se cuenta que cuando Atahualpa Inca llegó a Cajamarca, en litera de oro, había otro señor que también llegó de
la misma manera. Luego de la captura del inca, al interrogarle Pizarro preguntó por el señor de la otra litera de
oro y el Inca, respondió: “…es el Señor de Chincha, importante porque tiene más de 200 embarcaciones para
el comercio y es el más rico de todos mis súbditos”.

Rutas comerciales

Ya durante la conquista, Chincha fue motivo de peleas entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro, al tener la
fama que se inició en Cajamarca con la captura del Inca Atahualpa.

Según un documento de la doctora María Rostworowski, en la población chincha había: “doce mil labradores o
campesinos, diez mil pescadores y seis mil mercaderes, además de un número de plateros cuya mayoría estaba
ausente…”.
Hecha la conquista del Reino Chincha por el Ejército Imperial Inca y para no estropear sus trueques, los
chinchanos no ofrecieron resistencia a los ejércitos de Túpac Yupanqui y parece que así se estableció una
relación amistosa entre ellos, cosa que según los mitos orales era común desde la épocas posteriores a Chavín.
Debido al sistema de intercambio, durante los siglos XV y XVI, los chinchanos gozaron no sólo de riquezas,
sino de prestigio por todo el Tahuantinsuyo.

Alfarería

Era decorada con pintura bicolor (blanco y negro) sobre fondo rojo,sus representaciones eran especialmente
pequeños motivos geométricos imitando diseños textiles, otras veces fueron aves y peces.

Las formas más comunes son los cántaros ovoides con boca amplia, las tazas acampanadas, los platos con
paredes verticales y base plana o convexa y los barriles horizontales con boca en la parte superior.

Destacan también los cuchimilcos o figurines; es decir, piezas que representaban generalmente a mujeres
macizas con cabeza cuadrada y ojos de forma de gota con la punta hacia afuera. suelen llevar una incisión
horizontal en la frente y un agujero en cada oreja, entre otros.

CULTURA WARI
Wari o huari fue una civilización andina que floreció en el centro de los Andes aproximadamente desde el
siglo VII hasta el XIII d. C., llegando a expandirse hasta los actuales departamentos peruanos de Lambayeque
por el norte, Arequipa por el sur y hasta la selva del departamento del Cusco por el este, La ciudad más grande
asociada con esta cultura es Wari, que se encuentra ubicada unos 15 kilómetros al noroeste de la actual ciudad
de Ayacucho. Esta ciudad fue centro de un imperio que cubría la mayor parte de la sierra y la costa del Perú
actual. El Imperio wari estableció centros arquitectónicos distintivos en muchas de sus provincias, tales como
Cajamarquilla o Piquillacta. Es, junto al Imperio incaico, una de los dos únicas culturas consideradas
«imperiales» aparecidas en el hemisferio sur.

Su principal actividad era de carácter militar. Combatieron a lo largo y ancho del territorio peruano,
conquistando los diversos señoríos de su tiempo. También tuvieron grandes centros religiosos como
Pachacámac.

Periodificación de la cultura wari[editar]

Vasija wari.
Huaco wari.

La cultura wari fue un fenómeno político y social estatal que surge entre el 550 d. C. y el 900 d. C. (aunque
existen discrepancias sobre los fechados entre algunos investigadores). D. Menzel dividió a la cultura wari en
seis etapas: 1A, 1B, 2A, 2B, 3 y 4.1

La etapa 1A[editar]

En la etapa 1A surge la ciudad capital denominada Wari, y que dio el nombre a esta cultura. En este periodo se
nota una elevada influencia de la mitología tiahuanacota deducida de las vasijas halladas en Qonchopata
(Ayacucho), en donde se representa repetitivamente el tema plasmado en la Portada del Sol de Tiwanaku.1

Existen dos estilos alfareros waris representativos de este periodo, denominados «qonchopata» y
«chakipampa A». La influencia tiahuanacota se evidencia también en el templete semisubterráneo encontrado
en la ciudad de Wari. También durante este periodo destacan enclaves en la costa de Ica y Moquegua.

La etapa 1B[editar]

En esta etapa la característica principal son los grandes cambios en la estructura sociopolítica wari. La ciudad
de Wari crece debido a la migración procedente de las zonas rurales. En el campo político, el Estado wari se
fortalece y se expande; se desarrollan los centros provinciales de Honqo pampa y Willcawaín, en el callejón de
Huaylas; Wiracochapampa y Marcahuamachuco en La Libertad y Pikillaqta en el Cuzco. Evidencias
arqueológicas afirman el posicionamiento wari en la costa central y sur; y algunas evidencias arqueológicas en
el valle del Santa.1

Asimismo se fundan sitios como Wariwilca, Jincamoco y Waywaka, todos estos sitios estuvieron
interconectados por redes viales.

Los sitios al norte de Wari evidencian la adaptación de los estilos arquitectónicos de los waris a los estilos
locales, alterando algunos conceptos y asimilando otros.

En la alfarería destacan los estilos denominados «Robles moqo», «Chakipampa B» y «Pacheco», este último
asociado a un sitio arqueológico de importancia en la zona de Nazca.1

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