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KANT O LA RAZON ILUSTRADA |JaciNTO RIVERA DE ROSALES 1. Vv. El marco histérico-cultural y evolucién del pensamiento kantiano (227) Li. Influencias y disolucién del paradigma an: 12. El descubrimiento de lo transcendental (1768 £3. La obra ex -1808) (238) La filosofia eebrica [240] Filosofia moral o prictia [256] ibertad y moraldad [256] idad y bien supremo [260] gia {262] IV.1. Planteamiento [262] lo lo sublime y el arte [264] fa historia y la religion [ |. ELMARCO HISTORICO.CULTURAL Y EVOLUCION DEL PENSAMIENTO KANTIANO: La Influencias y disolucién del paradigma analitico (1724-1768) Kénigsberg, ciudad situada a orillas del mar Baltico, era capital de la Prusia oriental Después de la segunda guerra mundial fut anexionada a Rusia y paso a llamarse Kaliningrado. Hoy se encuentra enclavada entre Polonia y Lituania el 22-4-1724, permaneciendo en esa ciudad o en sus alrededores toda su vida. Fue ‘Cl cuarto de nueve hermanos, Su padre era talabartero 0 guamnicionero de escasos recursos econémicos, y su madre dle una profunda fe piew Siempre un venerable recuerdo como ejemplo de verdadera virtud. Por el contrario, Sl colegio «Fridericianume, de estricta observancia pietista, donde estudio desde ‘tomo de 1732 a oto de 1740, lo recordaba como un tiempo de esclavieud: ésa fra [a otra cara de la religidn, Pero fue gracias al apoyo financiero de su director, fl sacerdote y profesor de teologis Franz Albert Schultz (1692-1763), por lo que el joven Kant pudo estudiar. la Universidad de Kénigsberg, la «Albertina», se dedicé fundamentalmente al estudio de las ciencias, de la filosofia y de la filologia latina (1740-1746). Ya en tse tiempo hay que resefar dos de las grandes influencias que recibi6 su pensa~ imiento: Wolff y Newton. Christian Wolff (1679-1754) se educ6 primero en una ‘dlida formacién excolistica, sobre todo de la espafola (Suarez), y después se fa- iarizd con el pensamiento racionalista y su método matemitico, en especial el de Gotdried Wilhelm Leibniz. (1646-1716), con el que mantuvo una corresponden: tia desde 1704, y del que sacé la mayor parte de sus ideas. Por su defensa de la ftutonomia de la razén, incluso en las cuestiones morales, Federico Guillermo 1 de Prusia (1713-1740), convencido por los pietistas de que esa doctrina minaba su fautoridad absoluta, lo desterrd. Su sucesor en el trono, Federico II el Grande (1740-1786), logré persuadirle para que volviera a la Universidad de Halle en 1740, permaneciendo alli hasta su muerte. Fue entonces el filésofo més influyente en por su originalidad, cuanto por su fuerza sistematizadora. Kant rmpre lo euvo por modelo de rigor en la exposiién de las ideas filosoficas', y mi Cite, dice Kem, no se opone al nado dogmiicn de expresai,dnco eapar de 228 11 lope y maderniad ‘una razén analitica (para el Kant que intentaba reducir todo yal al prin- en el conocimiento de lo real muy a menudo por meros conceptos logicos 2 priori, nunea fue plena. Ello se debio sin duda al ambiente moderadamente pluralista de la Albertina, y sobre todo al conocim de la fisica de Isaac Newton (1643-1725) gracias a Martin Knutzea (1713-1751 profesor de Kant més destacable. Esa fisica fue siempre para 4l el prototipo ciencia, y gran parte de la filosofia cedrica critica puede comprenderse como tefle- xidn sobre los presupuestos filosoticos de la nueva ciencia y sus condiciones de posibilidad. Las primeras obras de Kant tendrin més bien un cardeter cientifico, entre las que sobresate su Historia general de la naturaleza y teovia del cielo. Ensayo sobre la constitucién y el ovigen mecinico del universo, segin principios newtonianos ia Kant-Laplace, pues este 796) cindependientemente una hipétesis pare- ida ‘Ante la disparidad de flosofis, Kant estaré siempre preocupado por encontrar «el método que nos conduzca la unidad en I investigacin de la verdad, Su Critica de la razén pura la presents como «un tratado del métodos ®. Este lo logrd en ‘gran medidi ose asus arg partian para alzarse asia un punto de vista supe producto de un largo proceso que culminars cn se mueve ain su opisculo Sobre el uso conjunto de la rmetafisica y de le geometrix en la filosofa de la jinan y ocupan un espacio; éte, al ser divi hace imposible la existencia de itomos fisicos. Por tanto, lo metafisico esti pensado ua Kant ole azn atin fundamentalmente segin la racionalidad leibniiana, y asi se ve en la Nueva ‘lucidacin de los primeresprincipos del conocimiento metaisico (1735), aunque en STgumos puntos sgn las inicactones del pica antvolfiano ‘Christan August Crus se niegue la reduccigm de todo al sistema al principio de no je una distincién entre lo ligico y lo real, entre la ratio cognoscend y la ratio essendi> mientras que ra es universal, pues toda verdad ha de tener su fundamento desde el cual preende ser verdadera (ratio ve- Yiuatis), Ia segunda solo es valida para los seres contingentes, pues Dios carece de Causa 0 ratio essendi a ser el principio del ser; aunque laraz6n siga aqui pregun= tando, «es facil percibir que esto pasa idealmente, no wea distineion {que nos inicia en lo que ser la clave de la Dialética transcenden ‘Con este timo escrito, Kant consiguié la venia para ensefar en la Universidad dle K@nigsberg como doceate privado que cobraba wente de sus alumnos. Hasta entonces y desde su saida de esa Universidad en 1746, se habia ganado la vida como preceptor de familias acomodadas y nok 1s carecan de recurs0s econémicos. Pronto estallé la guerra ‘ocupada por los rusos encia europea y rival Imperio germanico. Kant hab veces (1756 y 1758) la eitedra de Logica y metafisia vacanteen Konigsberg, primero . Durante este tiempo atios sesenta, Kant pone seriamente en tela de juico el paradigma ana~ iano estableiendo una dstincion cada ver mayor entre lo logico (ana- Ta estructura de loreal. En su imporcant libro El wnic fundamento posible para una demostracin de la exstencia de Dios (1763), que le dio a conocer en toda ‘Alemania, Kant alcanza ua concepto de «existenciae que, en lo fundamental, per- Imanecerd en la Critica. Cuando analizamos un concepto, una esencia vamos des- Cubriendo sus predicados posbles (esa cosa es asi y ais), pero nunea la existenci pues al decir sesa cosa e+ no afadimos un predicado mas sino que pone {Cosa (con todos sus predicados posibles) en la realidad y no ya solo en la posi © en el mero pensamiento; esto muestra lo dela razén analitiea desde la lgica del juiio (no ya desde un principio transcendent, incon- trastable, ni desde una experiencia empiriea, carente de universalidad) asi como la imposbilidad de una prueba ontoldgia de la exstencia de Dios. Paralelamente a ‘30s dos sentidos de «sere, como eépula (posicion relativa) y como existencia (po- Sicion absoluta de una cos), hay asimismo dos senuidos en la posibilidad interna Ae algo, tno formal o logico y otro material © rea. El primero se rige por el ida, Abadenie Aesabe, 1 p.598 y moderidad principio de no conteadicin segn cual lo contradictorio es imposible porque ¢ immpensable. Ahora bien, éte es slo cl principio de la forma del pensamiento, ¥no aleanza s determina la exstencia, lo material, que ha de venir dado, pues Aigo pensado, el pensamiento no seria posible. El no puede inventar ni descubrit jcamente la exstencia, pero emit sella nevesariamente como el fundamento al de su posibsdad; luego seria contradictorio querer negae toda existenia exterior al pensamiento, Kant se acerea aqui por un momento a la argumentacion transcendental sin darse ain venta de ello. la filosoia, que tata de cosas reales, dadas, no puede seguir el (de consirucién de canceptos y de sincsis) como hacen los Facionalistas,argumenta Kant en so Investigacion sobre la claridad de los prncpion de la teologia natural y de la moral, publeado en 1764, pero redactade inmedia. tamente despues del anterior, a finales de 1762. Con él obwvo el segundo premio ten un eoncurso de la Academia de Bern, casi ala par que el primero concedido 729-1786), una figura clave de la iustaciOn alemana. La smo modelo el metado de Newton, piensa ahora Kane, y d, que nos da el marco de lo posible y que el concbe ino tambien a la experiencia, no yaa la externa alo que la En la segunda se oponen efectos, su resultado (el repose) es representable, porque aguininguno de los elementos gativo absolutamente, sino solo en relacin al otro, Paralelamen entre fundamento logico (premisas-coneh El primero se basa en el principio de id blece una relacion de dos cosas diferentes y, por tanto, Ia experiencia Desde su propia evolucin, Kant se abre progresivamente al émbita e influencia el empirism ing 776), que sera desde estos aos un interlocutor permanente, Segin Hume, la estructura del conocimiento de Ja realidad no es ana ica, 0 Sea, no procede mediante el anlisis de de diversas impresiones determinada por ‘Lo confieso claramente, eseribe Kant en 1783: la advertencia de David Fume (sobre la causalidad] fue precisamente lo que hace muchos aos interrumpié mi suetio dogmatico y dio mis invesigaciones en el ativa una direccién completamente diferentes *. Ade- nis, enelintento de establecr el nimero y el extatto ontoldgico de esas relaciones dada por " Prolegimenos, Akademie Auseabe 6 9.260 Kant ol rin dsr © conceptos fundamental dari lugar aa «Doc quel entonces a un (1728-1777), de la Academia de Bed correspondencia, Cabe tambien resefar que por esas fechas, 1762-1764, aistid en- ‘usiasmado a sus clases el dscipulo directo de Kant mas famoso, Johann Gottiried von Herder (1744-1803), que después, a mediados de los afios ochenta, se conver- tiria en uno de sus erticos. El recurso a una privilegiada experiencia interna como origen de los datos me- tafiscos, que aparece en su escrito premiado, pronto se le mostra a Kant con graves inconvenientes, en especial mediante el caso del te6sofo y naturista sueco Emanuel Swedenborg (1688-1772). De el se ocupo desde 1763 y le dedicé sus Sueios de un visionario, explicados mediante los suerios de le metafsica (redactado en 1765 publicado en 1766). Swedenborg, que aleanz6 gran fama en la Europa de su tiempo, tenia grandes dotes telepaticas y adivinatorias que él aribuia a un contacto directo con los espiritus y las almas de los muertos. Y dado que sts vsiones se curplian, parecia aportar pruebas irrefutables sobre [a inmortalidad del alma y demis pro- ctura de su obra Arcana co aide sty con fi aso slo podria ocurrir en su interior, dado que los ia y no pueden af fantasia. Pues bien, igo parecido a lo de Swedenborg: que Tanto Wolff como el mis ‘eno Te ocurre : gamete oral eg {ENO werinssofadotes dela fazone? = fon una sin fondo?» ®, En realidad la me sruna ciencia de los limites de la r2zén humana» *, que nos recuerde que nuestro conocimiento ha de permanecer «sobre el humilde suelo de la experiencia y del entendimiento comin ”. El filésofo verdadero es lo contrari del este sentido «Hume, por cuanto yo sé, ocupa el lugar mis destacado sluyo con lo que Voltaire hace desir a final a su honrado Candide, después de > Swefion Akademie Ausabe, Ip ope Herder 95 8 (Akademie Ausgabe, x, p74. an 1. Filesofay modemidad si “jeuidemos de nuestra felicidad, vayamos al fa catarsis respecto a la metafisica, Kant la puede soportar 4 una nueva confianza en el terreno d timiento y no en de apoyarse en la 1694-1746) y Hume, com 5 para -1766 1, En Observaciones sobre tiento de lo bello lo sublime (1764) el principio moral «es el leza y de la dignidad de la naturaleza humana. El primero es fundamento de ta benevolencia universal, el segundo, del respeto universal» Mayor que la de los moras sea (171217; cuanto de es fuerza del genio y por la sus escrito Se wel ver en elidel de libertad iil propueso por El contrato social (1762) "el precedente del concepro kantiano de libertad moral como autonomia racional, La leceura del Emilio (1762) hizo que Kant suspendiera por invariable paseo Yy que en los aiios setenta seit pedagdgica. Pero sobre todo, mis allé de la admiracié ance unas ide 3 las comunes en esa época, Ro luna revol longi, Hubo un iempo en que ria que Solo so po eva a ale V3 na de i Kant ole rai stra » Esta misma idea aparecia en otto pensad hold Ephraim Lessing (172 jemplo en la bi lo importante en la re «es el cuerpo de doctrinas, sino las obras de los ereyentes; de ahi la necesaria tole- 2 su constitucion y su fuerza, y en la fe moral se nos ascgura suficientemente la vida furura y la cexistencia’ de Dios. «Es toulmente necesario estar convencido de la existencia de Dios, pero no es igualmente necesario demostrarlo~, frase con la que Kant concluia EL inico fundamento. La Providencia no podia dejar al azar de la sutileza de los filésofos algo tan importante para nuestra fel 12, El descubrimiento de lo transcendental (1768-1781) jempo. El primero esto es, independiente de las ientorectiinca unforme, y sentido se presupone (0 se perc!) un espacio fy nem Felerencia al cual s€ pueda decir que el cuerpo se mueve o repont por inerci, En Suro haar, lo nits ps lps de ncomacon de corderas I masa, el espacio y el tiempo son. magnitudes fundamentales e independientes Tas cule se construye e seta de ecnacionesnewtonians. El problema fisico rsa en que ni el expacio ni el empo absolurs pusden pereibidos y, por tnt, no pueden serve de puntos de vefeenca para esablecer en reposo en movimiento retlineo uniforme. Los facasados intentos de llevar a cabo dexembocaron en la tcori dela flatvidads Ademss os 1. Flosfa y modemidad habia un problema absolutos. Estos no puedi substancias (corporal taneia asimismo absolut siempre presente a todas las cosas, deci -0: comprender la realidad de ese espacio y ese tiempo ser substancias, pues constituyen el recepticulo de lo podrian ser accidentes, pero entonces de una subs- je Dios: son sus sensorios, gracias a los cuales El esti los newtonianos. Leibniz objetaba que «Se podria fas partes de la cia; sw presencia se ‘como todas las relaciones, son lece, en teminos de po: orden de las cosas que ex dempo> *. De ese modo la ordenacidn de los fendmenos del mundo y podemos tener de el cientfico sus primeros escri 4a que aparece en st po: dios posturas anceriormente Kant defendio una concepcién del espacio contraria idad (cuerpo) y entra es s primer cambio respecto a esta posicion lo encontramos en el de 1768, Se Tlaman «tegiones» o «zonass del espacio lo que designamos con los términos de «derecha» e «izquierdae, adelante» y sdetrase, «arriba y «abajo». Pues bien, éstas no quedan determinadas con una simple referencia al orden de inquierda y derecha son simétricas, sus partes guardan ent orden, y sin embargo no son congruentes, Para captar esto no basta un espacio aque sea mera relacion u orden, es necesario referirse a un espacio absoluto y ori- ginario. Pero como éste no es perceptible, me oriento a través de mi cuerpo, por tun sentimiento o clara percepcién de sus diversas p: peibae EE 8 Kant le rz itsrade BS de cada una y obtener un punto de vista universal y objetivo que las supere ”, En sas reflexiones se perfila decididamence la idealidad o subjeividad de lo que él lama conceptos primarios materiales, que sitia en ls naturaleza de entendimiento, como formas de su accin de conocer los objeto sensibles, Pero frente alos demas 90 sera i lanes, y hacen posible los conceptos de la existenca, ef nexo real bien, al ser sinttico consta de meras no puede diluirse en metas telaciones, luego s rménica y subjetiva ‘Aqui comenz6 a ver la posbiidad de solucionar el caricer antindmico de la se hizo sensible por su mismo metodo de busqueda. principio que su probar una proposicisn y su jue sospechaba una E] afo 69 me proporcioné una gran lu2: para comprender un objet 10 y queria descubrir dénde se "Por ejemplo, por un lado, lespués Ia causa de ésta, -gar ala totalidad exigida también smpoco decid en si, sino que lo dejan abierto. Fn una carta a Garve del 2 +No fue tigacidn sobre la existencia de Dios el que yo parti, sino la antinomia de la raz6n pura. Al no tiene un comienzo, etc., hasta la cuarta [antinomia}: hay libertad en el hombre— contra la fafirmacién): no existe la libertad, sino que en el hombre todo s necesidad narural*. Esa [antinomia] fue lo primero que me desperté del sueno 236 1 Flea y modernabad de la raz6n misma, afin de eliminar el esein- liecién de la raz6n consigo mismas ”. oria de la 770), Con esa disertacion logré por fin la cétedra de légica y met de Konigsberg. En 1764 habia rechazado otra de poesia, y en el semestre de in- vierno 69-70, dos invitaciones a las cétedras de las universidades de Erlangen y de Jena respectivamente, Gracias al nuevo sueldo pudo dejar en 1772 el puesto de ‘ubbibliotecario del palacio real que habia cogido en 1766 para paliar sus dificul- rade: tiempo pasan de ser conceptos puras de la sensibilidad y 2 la vez formas de teste modo se confiere una forma universal y necesaria a la se tun fundamento a prion a las ciencias de la experiencia, una posibilidad de ordena- tid cientifica de los fendmenos (en un lugar y en un tiempo). Ademés se establece sn y contenido, entre sensibilidad y le confusa y obscuramente conocido tuna fa de conocimien psicoldgiea, de «grados de ‘como hacia Hume entre impres ard después, Convient sensible Ahora bien, embargo ésta no es una espontaneidad capac de crear sus obj Dios al conocerlos: nosotros earecemos de intuicién intelectual. Entonces zen base a qué podemos afirmar que concuerdan con la realidad?, se pregunta Kant en la carta a M. Herz del 21-2-1772, Con esto no solo se cuestiona el uso real o met de nuestros conceptos aceptado en la Dissereatio de in de intéticos a prion, en cuanto formas de idad subjetiva gracias a las cuales es pensada la materia ofrecida por los jos y se configura la experiencia. El proyecto inicial se le fue complicando Akademie Ausgabe, 2, pp. 287-258 nano de ua cou tun Pe 135, Akademie Ausgabe, sto de nuestra sensibidad. Dios ee eteador dels coms >) Kant ole rz ara a inesperadamente a Kant, pucs cada solucin planteaba nuevos interrogantes. A largo de unos diez afos de trabajo silencioso (reflejado en sus notss personales) fue elaborando las piezas, mes y estructura de la Critica. Hiacia 1775 ya ha aparecdo el concepto de apercepciin 0 autoconciencia, pero de un sujeto pensado ain como substancia, y para que pueda reconocer wn. lidad objetiva independiente. Poco después (1775-1777) ya pl de la experiencia lo han de ser ambien de fe de lo empirico, o sea, que hay algo més alli, pero no obj igo transcendente, pues (podrismas decir) la esfera monadologica de la conciencia tiene paredes transiGcid: Los dos tlkimos pas en 1779-1780. En relacionarlas con tegorias, que son los eriterios por los que configuramos la objetividad. En segundo lugat esta inmanencia transcendental de la objetividad (fendmeno) se introduce la imaginacién transcendental como fundamento de la sintesis u origen Gel conocimiento, siendo los conceptos esas reglas de sintesis abstraidas de su apli- En cuanto a la moral, desde 1769-1770 Kant ddefiende ya que su primer libre es responsable de sus actos: Unicament la razon es y puede esuable- aca 1775 la moral gira cada ver ms claramente en torno 8 ley. Aparece 18 pero Pe (1776-178) ni siquiera ‘mentos esgrimidos contra cos mediante una voluntad general. Ella es «1 fenoménico, pero visto desde el lado indamento, dose ya su caricter formal de univer re de principio moral por 2s 1 Plosfia y moderided 13, La obra critica (1781-1804) En el verano de 1780, «en cuatro 0 cinco meses» nos dice él, llevs a cabo la redaccién definitiva de la Critica de la razon pura, Su publicacidn en 1781 apenas tuvo eco. La novedad del planteamiento, las oscuridades en sa expresin ¢ incluso fen su concepeion, hicieron que nadie se atreviera a expresar su opinion. La primera en enero de 1782, fue de coral incomps Para en 1783 una especie de resumen ¢ inteoduccién 2 su Prolegémenos sia futura que pueda presentarse como ciencia, En 1784, sul amigo y colega cn la universidad de Kénigsberg, el profesor de mateméticas itz escribe Elucidaciones sobre la Critica de la razon pura del prof. y G. Hufeland fandan en Jena la revista Je- 87 una segunda edicién de su Critica, | concepto del deber io analiza en Fundamentacion de ls metafisics de claborado. A cavsa de este libro tuvo problemas com la censura prusiana. Federico el Grande, que tanto para Voltsire como para Kant fue el prototipo del rey ilus- trado y tolerante (al menos en comparacién a fo que era habitual en la época), habia muerto en 1786, sucediéndole en el trono su sobrino Federico Guillermo 1788 J.C, von Wellner fue ombrado para el Mii 6 promulgs an Edicto sobre la religion prohibiendo la publicacion de ideas hete doxas y estableciendo una co prohibié a Kant hablar sobre asuntos religiosos, lo que cumplid has suiente publicé el libro Fl conflico de las facultades, licho popular: Eso puede ser cierto en teoria, pero no sirve en la ypisculo donde presenta su programa Para la paz perpe sitlo, pero sobre todo en 7), cuya primera parte es Kant Le razinsrads Hacia 1787, co ssw carta a Reinhold del 28/ " into estético, le escribir una tercera critica la que igue eseribid, Kant nos presenta toda su J el puesto de unin que ocupa esta tercera feza y configurarla segin sus exigencias a etc oe ad se a es Tg ta seh 7) Sn 2 dal niet ee So jez hicieron que Ta obra qucase en © como, Opes pottumnn en 1882, Su ando poco 3 poe9 el ‘fe stub se oso despues SEIN donde figuraban las conoekae palabras de I “Conclusion de lx Critics lela navn pritca -Dos co de almircin yrexpeto renovados spliscism se onupa de ella a rflesion Tey moral en mix Eso nos mesa cl patos de cmos yt en su expoicién sitematica, en donde aiganns claves de imerpreacion por Io cul seria con- eave contasaria com ana exposiion ms iteral de [a Hosofia kansas 0 0. 2 ser objeto. A esa pasividad frente a la dacion es a Jo que se llama wdia en la Estetica transcendental. Que solo tenemos cidn sensible significa que la concrecién y realidad material de los objetos hhos tienen que venir dados, que no los creamos ex nibilo, mientras que la espon- faneidad conceptual o intelectual lo es porque hace relacidn a la universalidad. Por ia intuicin de esta mesa sdlo corresponde a ésta, mientras que el concepto de emesar se refiere a cualquier mesa posible. A esa espontaneidad la denomina Kant la facultad superior de conocer (que a sma sin mis «entendimient 0 incluso srazéne, pues no es muy estricto en el uso de su propia terminologia) y ide a su ver en Analitica y Dia- Idetiea teanscendentales. La primera estudia cémo esa espontaneidad intelectual se i, tanto a nivel de la imaginacién, del entendimiento y d le de ese modo la experiencia. La ‘Segunda estudia la raz6n y e6mo ésta, cuando no s eo (uso légico de Ia razén) sino que pi BL LA FILOSOFIA TEORICA, Planteamiento La Critica de le razén pura se presenta como «logoans mas alls ibunal ) que la razén hace 2 sus pretensiones met: on el alma inmortal de esto da lugar a Ia di 1n de la metafisica dogmatica de conocer cosas e1 peeten previamente estudiar Ia es se aborda en ls el método de pensar de la ciencia moderna, extendiéndolo a toda la experie objetiva en general: sélo conocemos bien 10 que construimos. En el ambi iniitva nol eva el objeto sino el suet. El cenifco ha de labore ‘una teoria (fisico-matematica), un plan previo con el que preguntar a la naturaleza, si bien lo hace para ser instruido por ella; solo gracias a la teoria puede interpretar los hechos y experimentos, las respuestas (realidad) que la naturaleza le daa sus preguntas e hip ia ciencia moderna ha tenido un éxito espectacular porque lleva al terreno de Ia conciencia reflexiva el método que sub- en general «que configuran la experiencia en geners a, pues el conoeer objetivo require siempre una pasividad sensi realismo empirico, ha. Estética transcendental fe no se entera, pues no hha de revonacer lo dado, abrirse fe ambien en el plano psi fino ese aspecto del mundo. La pi | para la recepcién de lo otro es ef acepear y comocer la realidad de lo otros y la inversa, pues se qrata de una misma lan, Esa accion e+ necesria pa a consttucion de la subjevidad (sees en el de las necesidades transcende guirse de To otro, contraponerse (no por tanto, poner coset al pero nosotros carecemos de esi ooo cone a ee ean que venir también dado: realismo empirico. Si no fuera dado, al sujeto tiempo son a priori, Como searia, Pero no lo reconstruyera idealmente, no lo (re}conocerta y ae) a 11 Flea y madernidad y_en conereto formas de I primer acto en el que el sujeto reconoce su finitud res no se le aparece como acto, sino como pasividad, y las formas ideales (el espacio smpo) no como conceptos, sino como intuiciones. ilidad permiten la ordenacién objetiva y los ordenamos situindolos en un donde y en un ido, Ademés, al ser formas transcendent ee idealidad transcendental | objeto conocido son (no meramente fantasead independents de nussro conocimento, imiemo es, por definiion, incognosctble por la subjetividad, de conocer y de const sermedia entre el realismo dogmtico y la rnavegar entre Escila y Caribe aparece sobre todo cuando se ut ‘experiencia, por ejemplo, cuando nos pregunt ‘© es cemporalmente 1 pues en ese caso se habla sobre la totalidad de la ‘experiencia, mientras que toda experiencia concreta es siempre inconclusa (reenvia sin cesar a otras) y finita, Por tanto; lidad empirica, y no podemos pretender seg imismas ¢ independientes de que se nos manifiesten © no, sino que en ese caso nos quedamos con una mera idealidad incapar de es por lo cual son posibles afirmaciones contrarias indirect determinada en un esps dobjetos del mundo. Ahora bi vamente, pero no en cuanto 2 dad y universalidad que sobrepasa incluso nuestra exscen- ino que habriamos de esperar a que sucedicran los hechos nivel dela subjetvida, solo desde Ta cual RSpuce comprender el ensayo Kantiano: ya 0 del empirco, sino del transcen~ “ental, Pensamos que el mundo, su espacio y sus leyes sex ro en ese supuesto seguimos pensand xistencia empiria, so nuestro pensar y sus ‘pues es imposible abstraer de ni 1 resultado es irrepreset ‘pensar cuando pensam cuando Kant ak ‘bjetivo en general, por sus preten fo lo mis una necesidad subjetiva em y no podriamos we pareces. La filosofia de expl jento (ni de las demas realidad), eso lo hacen las cienci rho desde Ia heteronomia . transcendental, pues todo lo que ha de ser y valer para ERiborar ella desde si para enterarse y que exista para ella y sélo en esa medida mario con fundam 0, evando I ea, pero no una objetiva jemar con fun- sy se pone en cae en ls mayores aporias. Ni la ivo, de wlependientes y en si. Ash, ‘il idea que tengo del Japén coincide con la ando su historia y cultura, 0 visitindolo; desde idad se me aparece como algo en si, indepen- ‘con la posibilidad de falsearla. Pero si ahors le que yo conozca esa realidad det Japon (0 sea, incluso que’ tenga yo esa Sxigencia), ya no puedo pensarla como totalmente independiente de mi conocimien ues en ese caso seria incognoscible y habria estado pidiendo un absurdo: que ‘donciencia esté alli mismo donde se la excluye. El Japon objetivo es exterior y “gran medida independiente de mi realidad empirica, finita, pero no de mi fads idealidad transcendental, gracias ala cual se muestra como objeto (con r propia) y puedo modificar mi idea previa. La exigencia de verdad surge y es porque tanto la representaciGn empirica como los objetos del mundo son fendime- Tos para la conciencia transcendental. Esta la descubrimos cuando nos preguntamos por ejemplo, me puedo pregun jidad ¢ intentar deseub ue ya no puede ser cor ni proceder de ningin ‘que demuest iene representaciones concretas, salidad transcendental del espacio y el tie los objetos posibles, comprender nuestrs tablecer una ciencia comp: poder descubrie ida, una experien~ cia imtersubjetiva. La transcendentalidad del espacio y del jeas pueden aplicarse a de todos los fenémenos, reidad imaginati capaz de ser clabor que ofrecen una mul la desde diversas 5 cuales sin embargo seria emporalmente al mundo. La fl menos ésa es la base una rel iim real easal: le afeccidn que los objetos producen en el svjet0. slo podria dar cuenta de-un efecto ob 5 espacial sino izame. {Como podriamos tener conciencia inguirlos de nuestas represenaciones subjetivas y conocer éstas como ‘0 puelamos contraponerlos objeivamente? Porque me abro ideaimente ala totalidad de lo real, conozco ysitdo mi realidad y lade los ottos conteaponiéndo- lis; porque soy idealiter lo otra, puedo concerto, y como sé que s6lo lo soy idealmente mas no redlter (pues he reconocido la limitacén de mi realidad), sé que 30 es lo otro. Segin el esceptcismo no podemos conocer sino muestras represen- ima demasiado poco), mientras que el ralismo dogmatico tm demasiado) os des parten de un alo bjetivo, y aqui en concreto pensar que la tual conoce tiene cl moda de ser de la cosa, Sgn iad de mis ideas 0 impresiones no podria estar la lo cual es verdad porque ambas realidades se tomman en st ero el sujeto no se agota en st realidad empirica o cOsicas 3 encuentra Ja accion ideal-tanscendental que conoce 1 idealidad y no cosa deja aparecer la realidad sino una funcién ideal de apertura a Corresponde propiamente al sujeto empirico: sesta mesa esti también fuera de mi Fepresentacion empitica»; y esto no en el sentido de que mi representacién fuera edible espacialmente (s6lo lo es temporalmente, como sentido interno), sino en puede recurrir al ‘objetivo, ya no sin embargo, que jeto reconoce su y afirma la intesis entre la originariedad ibertad y voluntad) 4 lacionamnos con nosotros, aparece como sentimiento (el sen ‘entze fo que somos deliberad y de naturales, estudiado Critica del Juicio). Si lo relacionamos con la realidad de lo oF aparece y se objetiva (segin la categoria de causalidad) como una ae de los objetos mi subjeividad empircay finita, mientras que s lado sub- (9 se muestra como sensacin. Yo puedo afimar la realidad de lo sal ser autoconciencia originaria (apercepcion, «yo pienso qué es saber; 2 porque al ser realidad originara (libertad, voluntad) ‘invalid (tos dos pants endin qu sr ms Saberme finito, pongo y reconozco idealmente la todo, por este imbito subjetivo, ¢5 posible que la realidad que yo no soy se rmanifieste. Pero esa realidad no puede anular mente que ser limitada. Pero tampoco podra caso el sujeto no ser 4 Ser sujeto. Y cor forma de sensaci pues en ese en la contraposicion y no llegaria se me aparece en el sujeto empirico en c un grado en su intensidad, Lo pri- fecci iginario rente que los abjetos mostrarin una realidad fisica . 3. Analitica transcendental no ordenan, ‘ones a priori de posibilidad de ordenacion de los fenom dad (de espa tiempos} que debe ser ordenada, pues no s6lo son formas de la sensi gue son también intuiciones. A ese acto de ordenacién objesiva de las int Fe llama Kane «si en cuanto tales to, ademas de un tuna regla con la que se procede, pucs en caso con= ordenariamos la experie la inter- a qué atenernos. Esa regla aparece en la cen forma de concepto. Gracias al 1 troz0 de papel que meto entre Un concepto es esa regla ideal junto de conceptos, entendi- gracias a la eu mejor dicho, « Ja cap. nto. En la Critica de sarias y universaes, reglas 0 conceptos primatios mnes 2 priori puede haber reglas de sintesis « p ina unidad y coherencia por las que sea posible ordenar todos los objetos; de ahi la importancia capital de la idealidad del espacio y el tiempo. Dado que la sintesis es el acto primero real de conoe: ciones y conceptos no son propiamente dos conocimientos independientes, sino dos Kant 9 a clementos de una accién sintética de conocer, cayos momentos tendrén que ir apareciendo en el anilisis uno tras otto. Y lo que decimos aqui de la actividad de conocer, vale para toda la subjetividad en general La sintesis cognosctiva se expresa en la conciencia reflexiva mediante un juico. «esto es un libros. Un juicio es originariamente la sintesis de an malkiple s gue hace de sujeto (el vestos, que en nuestro caso se de un libro), gracias 2 un concepto o regla dé estro caso el de slibro>). Bl ansliss es siempre ui regla de sintesis que hemos configurado; en los rogla 0 concepto mediante otro(s), de modo que alean- zamos mayor claridad sobre nosotros mismos, sobre muestras acciones ideales (so- bre nuestros conceptos y pensamientos en general). Por eso dice Kant que no jan qué cel es una labor impres- 10s, Pues bien, dado que no predicados y se expresan rele xivamente en abjetivos as di sumentan el conocimiento que tenemos de los obje estamos pensando con los conceptos 4) 10 decide sobre Ia ob sdeduecion metafisica aso: mostrar qué son y deducir cudntas y cuales son (lo que también mn las formas de sensibilidad). De la tabla de los juicios deduce cuales cacion de estas categorias la construccion es de una gran coherencia, y su aplic ese «es» objetivo (quaestio, 26 elaborar a Kant. Pues bien, veiamos que ante la m de las sensaciones y la inherente al c objetivas de discrimina stinguir unos de re que ésa nos viene 1s podemos idad que necesito para mi feria mpouble objevar css si east u colon que fcran uno y dos 2s ee Buscamos Ia unidad lugar, de modo que todo conocimient iconciencia es un acto de espone representaciones de mi conciencia no serian 105 de pensamiento, sino os actos objetivos de otra causa, y falta tmediata referencia a si, la accién mediante la cual el sujeto refiere a si mismo lo que piensa para saber que lo piensa (aungue sea erréneo lo que esté pensando). Por consiguiente, esa autoconciencia originaria es la condicién de postbilidad de toda conciencia, y Kant la denomina apercepcin cranscendental ues bien, dado que a la base de la conciencia hay una espontancidad subjetiva, ‘no nos es posible recusrir al realismo dogmiatico, para el cual el objeto en si, tal y iad, se nos ha de imponer enteramente, er pasivo. En ese caso, la neces iva la arbitrariedad y al e como es independiente de toda subj mientras que el sujeto habria de perms 32 de todo conocimiento nos lev. TLa «revolucién copernicana» operada en el pensamiento kanti que nos determina objetivamente, nuestra sen: ‘que podamos comu wado por Swedenborg, por vo (empirico) que hemos de separar de lo obj ian de posibilidad de éste al ser la peticion de orden y de erreno de fa moral y de Ia est (esto mismo ocurriré en proceso ideal de objetivacion es una accién originaria d ‘otro se manifieste como objeto. ccontigurado como objeto por esa accidn ideal, que sigue unos eriterios 0 reglas en su accin (las categorias), de modo que la unidad sintética de la apercepeion no En efecto, como condicién de pos Wvidad, del ambito de Jo abjetivo como tal, no podemos poner a su ver un obje un cireulo vieioso, y ademis surgiria siempre la cuestién de que Jar que conozco ese objeto. Tampoco podemos reducir el sujeto cognos- Kant ole aa. sente a algo empitico y pen cosas o bien una simple mi no pueden explicar la ob protagonizar su vida, a jad en general, onsables de su_accidn, lad donde sex comprendido y por ejemplo con un cusdro lenges pars signifier lado) de la subjetvidad por el cual ella da rmisma, forma que después poderos abstraer (del acto) como mero lenguaje ob tivado. FI sujeto transcendental no es un objeto mis del mundo, sino un acto espontineo ideal, dador de! sentido. ‘Tampoco es un objeto o substanciatranscendente que pudiera ser sin mundo, como ocurtria (por hipdtess) con un alma inmortal. La astoconcienciatranscen” dental es la conciencia que el cognoscente’siene de ser cognoscente en el acto de conocer, por la que sabe que piensa, eefiere asi sus pensamicntos, y puede llamarse Gracias a esa autoconcienca, el sujto se distingue del objeto y al lo conoee como tal; y a la inversa, solo porgue conoce cl objeto, act como cognoscente y se conoce en esa funcién eontraponiéndose al objeto, La mera autoconciencia no puede ser un acto cerrado en s, pues necesita de algo objetivo que conocer; es un acto ideal de apertura a lo real. No hay auroconciencia sin experiencia, pues aunque él no sea su fundamento, es st. condicion ble, Solo despues ionar sobre ese acto ideal y decir «yo soy Pero el acto precede -, pues entonces no hat ia ordenada y el sujeto no sabria a qué atencrse, Sigue unas reglas y éstas Luego todo objeto ha de ser pensado por las categor I'y tambien, y por eso ‘experienca, pues los abjetos se configuran come ta -do comprender Ia verdad -a, Por ejemplo, gracias ala eategoria de causilidad, puedo buscar las causas de los fendmenos y comprenderlas, incluso exigirla, buscarlas, pues resulta incom= prensible inaceprable un objeto que comience a in causa, Hume argumen- taria que no podemos asegurar que el Sol saldri maitana; pero si (contestaria Kant, pasando al nivel de reflexién propiamente floss ji maana no sale, ese suceso habra de tener una causa, y eso no por una generalizacién de experiencias anteriores, sino como una necesidad de comprensién objetiva de la experiencia en

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