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Axioma: (Aristóteles) una aseveración que enuncia uno de los principios evidentes de una ciencia.

Premisas indemostradas que se requerían a un interlocutor antes de argumentar, llamadas también


hipótesis

Teoría axiomática: un conjunto T de aseveraciones –actuales o posibles- en el cual se distingue una


lista A de los axiomas de T con la siguiente propiedad: toda aseveración perteneciente a T es una
consecuencia lógica de una o más de las aseveraciones de A y toda consecuencia lógica de
aseveraciones de A pertenece a T.

Método Axiomático: se estudia algo según el método axiomático cuando los conocimientos que
tenemos o vamos adquiriendo se organizan en la forma de una teoría axiomática

Ciencia aristotélica: Se expresa en aseveraciones de dos clases: los principios indemostrables o


axiomas y los teoremas demostrados por inferencia deductiva a partir de aquellos. Dichas
aseveraciones emplean dos tipos de términos (i) primitivos, que no se definen y (ii) derivados ,
definidos mediante los primitivos.

Solo con las lecciones de geometría moderna (Geometría proyectiva) de Pasch (1882) se obtiene una
realización del método axiomático ajustada a la preceptiva aristotélica: Mediante proposiciones
básicas que no se demuestran, se enuncian relaciones entre conceptos básicos que no se definen.
Todo lo que se demuestra en los teoremas debe estar contenido en las proposiciones básicas.

El método axiomático se relaciona con la metalógica –así como con la metamatemática, etc.- porque
a el estudio de los sistemas axiomáticos de una teoría, o mejor, del conjunto de axiomas y
postulados que de ellos se derivan, conformando la teoría, es un estudio que no puede darse ya
desde los mismos axiomas. se requiere un estudio formal –en el caso de la lógica y seguramente
también para la matemática- que sea capaz de dar cuenta de las propiedades que deben tener los
sistemas axiomáticos, así como de la demostración o desarrollo de estas propiedades en un lenguaje
formal. Así, por ejemplo, la demostración de Lobachevsky de que una contradicción en su geometría
no euclidiana indicaría una contradicción en la geometría euclidiana conduce a la propiedad de
consistencia relativa de una teoría axiomática: Si hay una contradicción derivable en una, esta
contradicción se corresponde con una contradicción en la otra. Así mismo con la propiedad de la
independencia del postulado V respecto a los demás supuestos de Euclides, que nos indica que dicho
postulado no se deduce de la geometría absoluta, si es que esta es consistente.

El aporte de la geometría proyectiva al perfeccionamiento de método axiomático no ha sido menos


significativo (cf. Nagel, 1939; Freudenthal, 1974). En este campo se hizo patente una de sus características más
interesantes y fecundas: como una teoría axiomática utiliza términos que no define y cuyo significado está
restringido sólo por las relaciones aseveradas en los axiomas, la misma teoría puede aplicarse sin desmedro
de la verdad a dos (o más) sistemas de objetos de muy diferente índole, si las relaciones mutuas entre los objetos
de un sistema tienen cierta homología con las relaciones mutuas entre los objetos del otro. Esta idea se aclarará
más en las secciones siguientes. Por ahora basta ilustrarla con dos ejemplos: 1) Si en cualquier teorema de la
geometría proyectiva plana se reemplaza uniformemente la palabra «punto» por «recta» y «recta» por «punto» y
se reinterpretan apropiadamente las expresiones que se refieren a relaciones de incidencia entre puntos y rectas,
se obtiene otro teorema de la geometría proyectiva plana. 2) Considérese el haz formado por todas las rectas
que se cortan en un mismo punto del espacio euclidiano. Si a cada recta de este haz la llamamos un punto y a
cada plano determinado por dos de ellas lo llamamos una recta, nuestro haz satisface todos los teoremas de la
geometría proyectiva plana. Esta interpretación nos brinda un modelo (realización) perfectamente visualizable
del plano proyectivo. (Adviértase que este modelo no da ningún asidero para distinguir entre la «recta ideal» y
las demás «rectas», ni entre los «puntos ideales» y los otros «puntos»-un distingo que, por otra parte, es
enteramente ajeno a las proposiciones de la teoría, y resulta de la consideración extrínseca de su interpretación
ordinaria.)

La parte más extensa de la obra de Hilbert (1899) se dedica a investigar la independencia de ciertos axiomas
y a probar la consistencia relativa de su teoría. Estos conceptos se definirán en el apartado VII. Pero es
oportuno destacar aquÍ una característica insoslayable de las teorías axiomáticas que Hilbert entendió a fondo y
puso en evidencia al valerse de esos métodos. Como una teoría axiomática utiliza términos primitivos cuya
denotación posible está restringida sólo por las condiciones impuestas en los axiomas, una teoría dada admite
múltiples .realizaciones, por sistemas de objetos de Índole radicalmente diversa. Como Hilbert proclamaba en
las cervecerías de Gottingen, sus puntos, rectas y planos podrían ser sillas, mesas y jarras, si entre éstas
existieran relaciones como las prescritas por sus axiomas. A lo sumo, cabe exigir que la teoría sea categórica,
que sus diferentes realizaciones ilustren todas un mismo esquema estructural.

Entre tanto, hemos visto que los axiomas deben satisfacer una condición que o se hizo explícita al principio:
todas las palabras o frases utilizadas en ellos para nombrar objetos o expresar propiedades y relaciones deben
salir de una lista P de primitivos -esto es, palabras ofrases a las que no se les asigna de antemano ningún
significado (privándoselas, por tanto, de! que pudieran tener en e! uso corriente)-o estar definidas mediante tales
primitivos. Cualquier colección numerable -finita o infinita-de aseveraciones (o de términos) es una lista. Mas
para que e! ordenamiento axiomático de un campo del saber sea viable y útil, es menester que las listas A y P
sean decidibles, esto es, que haya un procedimiento efectivo que permita decidir en un número finito de pasos
si un objeto dado pertenece o no a una de esas listas3• La presencia de los primitivos permite conferirle un
significado preciso al concepto de consecuencia lógica que es central para nuestra caracterización.
Interpretamos la teoría T asignándoles significaciones precisas a los primitivos: objetos a los nombres, pro-
piedades y relaciones de esos objetos a los predicados monádicos y poliádicos. Una interpretación de T en que
todas las aseveraciones de la lista A resultan ser verdaderas constituye un modelo de T. Una aseveración
cualquiera Q es una consecuencia lógica de las aseveraciones de A si Q es verdadera en todo modelo de T.

Consistencia e independencia

Una teoría axiomática T con una lista de primitivos P y una lista de axiomas A: suponemos que todas
las aseveraciones de T pueden expresarse en un fragmento bien delimitado de Ct de nuestro idioma.
T será inconsistente si contiene una aseveración y la negación de la misma, es decir, si no tiene
modelos, de otro modo, si no existe una interpretación de los primitivos P que haga verdaderos
todos los axiomas A. Si una teoría T contiene una aseveración Q y su negación ¬Q , donde ambas son
verdaderas a la vez en todo modelo de T, es decir, si T no tiene modelo. De lo contrario, T es
consistente

El modo usual de probar que una teoría es consistente es producir un modelo suyo (en el § 8 nos referiremos a
otro método). Si la teoría no tiene modelos finitos, no será posible, en rigor, producir un modelo suyo,pero es
posible caracterizarlo conceptualmente y demostrar su existencia apelando a otra teoría. Así se prueba la
consistencia de aquella teoría relativamente a ésta. Por esta vía, Lobachevsky estableció la consistencia de su
geometría relativamente a la trigonometría esférica euclidiana y Hilbert la consistencia de la geometría
euclidiana relativamente a la teoría de los números reales. Sea Q uno de los axiomas A y A' la lista que resta si
eliminamos Q. Q es independiente (con respecto a A') si la teoría determinada por A' y la negación de Q es
consistente. Por lo tanto, las pruebas de independencia también consistirán en producir modelos, como hace
Hilbert (1899) para establecer la independencia de algunos de sus axiomas. Decimos que A es independiente si
cada uno de sus axiomas es independiente (con respecto a A).
“El mismo afán de rigor que condujo a Pasch, Hilbert y sus contemporáneos a perfeccionar el
método axiomático promovió al mismo tiempo el desarrollo de “lenguajes “ artificiales, de sintaxis
sencilla y estricta, para expresar las matemáticas. Frege (1879) inventa su “escritura conceptual” a
fin de mostrar inequívocamente que las verdades aritméticas pueden deducirse de definiciones y
“leyes lógicas”. Con ese propósito, crea los recursos simbólicos necesarios para expresar
lúcidamente aquellas verdades y estas leyes y estipula “reglas de inferencia” que permiten,
atendiendo sólo a la figura representativa de una o dos aseveraciones (premisas), calcular la figura
representativa de una aseveración (conclusión) que es consecuencia lógica de las primeras. Digamos
que una regla así transmite la verdad (de las premisas a la conclusión o, más brevemente, que es una
regla transmisora. Tales reglas gobiernan la construcción de lo que los practiantes de este género de
escritura llaman prueba, esto es, una secuencia finita de figuras de la escritura conceptual, cada una
de las cuales representa una aseveración adoptada como premisa o resulta de la aplicación de una
regla de inferencia o más de las que preceden”

Cuando una teoría axiomática se expresa mediante una escritura conceptual cuya gramática incluya
reglas que permitan decidir si un objeto dado es o no un símbolo elemental de la escritura, un
término o predicado, una oración o una prueba; de manera que sea posible determinar si un texto
constituye una prueba, donde la conclusión es deducible de las oraciones, y por lo tanto,
consecuencia lógica de las premisas, diremos que la teoría axiomática ha sido formalizada
efectivamente.

Dentro de las matemáticas ha prevalecido las ideas de Bourbaki, que con miras a unificar el vasto, y
aparentemente heterogéneo panorama de las matemáticas, concebirá sus distintas especialidades
como el estudio de especies de estructuras, cada uno de los cuales es caracterizable según un mismo
esquema de aplicación general; dicha concepción se basa, a su vez, en la noción de conjuntos,
entendidos planamente como una colección de objetos cualesquiera.

En la matemática del último medio siglo se usa el método axiomático para caracterizar conceptos.
Dichos conceptos se expresan uniformemente mediante predicados atribuibles a objetos propios de
la teoría de conjuntos, y cada especialidad matemática queda determinada como el estudio de las
consecuencias de la caracterización de uno o varios de esos conceptos.

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