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3.

EN UNA NUEVA HOJA APLIQUE ALGUNAS PROPIEDADES DE


PÁRRAFO COMO SANGRÍAS Y ESPACIOS AUN TEXTO ESCRITO POR UD.

FUENTES DEL DERECHO PENAL


La fuente del Derecho es aquello de donde emana el Derecho, de dónde y cómo se
produce la norma jurídica. En principio
el artículo 1 del Código Civil establece cuáles
son las fuentes del ordenamiento jurídico
español en general, y son la ley, la costumbre y
los principios generales del derecho. Ahora bien,
existe una jerarquía entre esas fuentes dado que
la ley es la llamada fuente directa, y el resto
fuentes son indirectas o subsidiarias pues,
conforme establece dicho precepto, la costumbre
sólo regirá en defecto de ley aplicable, y siempre
que no sea contraria a la moral o al orden
público y que esté probada. Y los principios
generales del derecho se aplicarán en defecto de
ley y costumbre aplicable. A la jurisprudencia, es
decir, a la doctrina que, de modo reiterado,
establezca el Tribunal Supremo al interpretar y
aplicar la ley, la costumbre y los principios
generales del derecho, el Código Civil no le
confiere el carácter de fuente del derecho sino la
función de complementar el ordenamiento
jurídico.

La cuestión es si al Derecho penal se aplica este mismo


sistema de fuentes. Los penalistas están conformes en
que la especial gravedad de las consecuencias del delito,
que afecta a bienes jurídicos fundamentales del
individuo y de la sociedad, hacen más necesarias que en
ninguna otra rama del Derecho las garantías de certeza
y seguridad jurídica, que sólo ofrece la ley escrita. Es
por ello que el primer principio del Derecho penal es el
de legalidad, que consiste en la sumisión del Derecho
penal a la ley, de modo que nadie puede ser castigado
sino por hechos definidos como delito o falta definido en
una ley anterior a su perpetración, ni tampoco pueden
imponerse penas distintas a las previstas en la ley.
Volveremos sobre este principio posteriormente.

Ahora bien, que la ley se erija en fuente directa y casi exclusiva del Derecho penal, no
quiere decir que el resto de fuentes indirectas no tengan alguna intervención, aunque en
esta rama del derecho sea mínima:
a) Así por ejemplo determinados contenidos de la ley penal, las llamadas leyes penales
en blanco, contienen conceptos o supuestos que deben ser
interpretados conforme al entendimiento social del
momento en que se ha de aplicar, lo que es una
intervención cercana a la costumbre. Por ejemplo los
conceptos de honor, propia estimación, descrédito, etc.
son conceptos abiertos que cambian conforme a los usos
sociales de un momento social determinado.

b) Los principios generales del Derecho ciertamente tendrán una escasa relevancia en el
Derecho penal.

c) La jurisprudencia, con ese carácter no de fuente sino de fuente complementaria, no


cabe duda que tendrá gran importancia como criterio de
interpretación e incluso como estímulo del legislador. Y
así ha ocurrido que instituciones "creadas" por la
jurisprudencia, como la figura del delito continuado, han
tenido su reflejo posterior en la legislación.

Finalmente conviene destacar que, rigiendo en el Derecho Penal una


exclusividad de la ley como fuente directa y cuasi única del mismo, y existiendo
en nuestro ordenamiento jurídico dos tipos de leyes formales, las leyes
ordinarias y las leyes orgánicas, se ha planteado si la ley penal ha de ser de
una u otra clase. Hay acuerdo entre los juristas en considerar que la ley penal
ha de ser una ley orgánica, puesto que siendo estas "las relativas al desarrollo
de los derechos fundamentales y libertades públicas"(artículo 81.1 de la
Constitución Española), es claro que las penas privativas de libertad (prisión),
privativas de derechos (inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo -es
decir para votar en las elecciones-), etc., constituyen límites para los derechos
fundamentales a la libertad personal (artículo 17 de la Constitución
Española), a la participación en la vida pública (artículo 23.1 de la
Constitución Española), etc.

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