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Einstein en Montevideo, 1925

Einstein en Montevideo
Uruguay A. Rossani

Uno de los mitos uruguayos lo constituye la visita de


Albert Einstein en 1925, y su encuentro con Vaz
Ferreira. De esa visita quedaron anotaciones en el
“diario de viaje” de Einstein, las que ahora han sido
traducidas por primera vez al castellano y que
publicamos aquí, con los comentarios que aclaran
algunos de los puntos mencionados en ese diario.

El escritor Leopoldo Lugones era el delegado


argentino ante la Comisión de Cooperación Intelectual
de la Liga de las Naciones que presidía el filósofo
francés Henri Bergson. Einstein también la integraba.
Lugones, valido de su personal relación con el físico,
lo invitó a que visitase Argentina, de donde podría
partir luego rumbo a Rio de Janeiro. Las gestiones
oficiales uruguayas lograron que estuviese aquí una
semana, luego de pasar cinco en el vecino país.

Diario de Einstein en su estadía montevideana (1925):

14.3 Montevideo, a mediodía. Periodistas y otros judíos de varios tipos, entre ellos
Nierenstein, secretario de la Universidad. Este es una persona buena y resignada,
pero los otros son en mayor o en menor grado poco limpios.

El barco debía llegar a las 12 a Buenos Aires, pero a eso de las 11 quedó sin poder
avanzar, de modo que llegamos recién pasadas las dos de la madrugada.

(Einstein, proveniente de Europa, se dirige a Buenos Aires, tocando el puerto de


Montevideo. Aquí un periodista anónimo de “El Día” le hace interesantes preguntas
sobre la “ciencia francesa” y Henri Poincaré. El físico responde que la ciencia es una,
implicando que es universal. Asimismo, responde que no tuvo “diferencias” o
“divergencias” con el sabio Poincaré, solo que de haberse profundizado el conocimiento
y el relacionamiento personal, se habría logrado mayor comprensión por parte de aquél.)

24.4 A las 7 de la mañana arribo a Montevideo. Finalizó enfermedad. Vista de


Montevideo desde el edificio de seguros. Alojado en familia ruso-judía, Rosenblatt.
Visita del embajador alemán. Ras Fereide caminata por la ciudad (¿HD?)*. Tipo
fino, negro, nervioso habla francés, peor aun que yo. Frente a mí se mostró entre
tímido y respetuoso, como la mayoría.

En el Uruguay encontré una cordialidad auténtica como pocas veces en mi vida.


Encontré ahí amor a la tierra propia, sin el menor delirio de grandeza. Después de
la llegada, junto con Rosenblatt e hijos maravillosa vista sobre la ciudad y el
puerto desde el edificio de seguros. La familia muy cordial y muy franca. Él y ella
solo jiddisch, los hijos solo francés.

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Einstein en Montevideo, 1925

El Prof. Ing. Maggiolo persona muy cordial, fina, callado y vuelto hacia dentro,
nada americano. El Ing. Castro persona más joven también agradable con
encantador hijito de mejillas doradas.

(A las 8 AM desciende en el puerto acompañado por el ingeniero uruguayo Amadeo


Geille Castro. Declina cortésmente la invitación oficial de alojarse en el Parque Hotel,
hospedándose en la residencia de la familia Naum Rossenblatt (18 de Julio 1515).
Comete un error: dice “Ras Fereide” en lugar de “Vaz Ferreira”. Luego del paseo
vespertino, Einstein se sentó junto a Vaz Ferreira y al Ing. Geille en un banco de la
plaza Artola. El fotógrafo Carbone de “El Diario” sacó una instantánea que al otro día
publicó “La Mañana”, pero por un extraño tertium non datur, la foto fue cortada y
Castro no apareció.

Un cronista del periódico “El País” taquigrafiaba, seguramente absorto en su


escucha, lo que al día siguiente sería publicado:

Albert Einstein: —"Mi concepto del universo es circunferencial. partiendo de un punto,


la línea parece que se aleja de él, pero en realidad a él se acerca y en él termina.
Quiero decir que lo que se aleja, se acerca y lo que se va, viene; que lo que está aquí,
está realmente allí, que la luz es sombra; que lo que es, no es..."

Carlos Vaz Ferreira: —"No creo tanto pero sí que lo que se aleja puede en realidad
estarse acercando; que lo que está aquí, puede en realidad estar allí; que la luz puede
ser sombra; que las apariencias engañan, que lo que es, pero puede ser que lo sea y
puede ser que no..."

Albert Einstein: —"Fíjese en la luz del sol..."

Carlos Vaz Ferreira: —"¿Y quién puede afirmar que esa luz es del sol y que el sol es
él?"

Albert Einstein: —"Es que seguramente ni el sol es el sol, ni la luz es la luz, ni que la
estoy viendo, ni yo soy yo...”

Carlos Vaz Ferreira: —"Yo no llego a ser tan radical, no afirmo que yo no sea yo, pero
digo que es tan posible que no lo fuera o que lo fuera.”

Albert Einstein: —"Usted dice que dice, pero por mi teoría, en verdad, no dice nada...”
—, zanjó el hombre que hacía tambalear los cimientos de la física en el primer cuarto
de siglo.

Carlos Vaz Ferreira: —"Y por la mía, usted puede ser que esté diciendo algo y puede
ser que no” —, ratificó casi con capricho nuestro autor de “lógica viva”.

Albert Einstein: —"¿Hablo con Vaz Ferreira?”

Carlos Vaz Ferreira: —"Según mi teoría puede ser que sí” —y retrucó—,“y yo…
¿Hablo con Einstein?”

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Einstein en Montevideo, 1925

Maggiolo era decano de la Facultad de Ingeniería y había decretado asueto de 8 a 10


AM. El Ing. “Castro” (i.e., Armando Geille Castro) había dictado ocho conferencias
sobre la Teoría de la Relatividad (1923), lidiando con la escasísima bibliografía
disponible a la sazón. Estuvo con Einstein en Buenos Aires un mes y lo acompañó en el
vapor de la carrera hasta Montevideo. El Rector Dr. Elías Regules lo designó secretario
del ilustre visitante. Einstein recibió un estipendio de mil pesos uruguayos, que tomó sin
regateo alguno.)

25.4 Primera lección académica con recepción solemne. De noche con Maggiolo, los
Rosenblatt y el embajador alemán La Traviata por compañía italiana. Bastante
bonita.

26.4 (domingo) Paseo por la costa con el intendente. Muy bonito, con puesta de sol.
Me mostraron un hotel en la playa, de buen gusto, construido por alguien del país.
De noche Lohengrin, representado para mí. Osciló entre bueno y cómico. Lo que
no se debe solo al elenco. Dos estudiantes hacen la guardia, para que no se acerque
a mí nadie sin autorización. Me asignaron un sirviente conmovedor.

Con el que pude comunicarme solo con ademanes. El Uruguay es un país pequeño
y feliz, no solo tiene una naturaleza hermosa con agradable clima cálido y húmedo,
sino también leyes sociales ejemplares (protección a la madre y al niño, sustento
para ancianos e hijos ilegítimos, jornada de 8 horas, día de descanso). Muy liberal,
estado totalmente separado de la Iglesia. Constitución parecida en cierto grado a la
suiza. Montevideo arquitectónicamente bonita, en estilo colonial.

(Primera conferencia, pronunciada en francés, en el Paraninfo de la Universidad, del


ciclo “Faces Generales de la Teoría de la Relatividad”. “Constitución en cierto grado
parecida a la suiza.” Alude, básicamente, al ejecutivo bicéfalo instituido por la
Constitución de 1918: un Presidente y un Consejo Nacional de Administración.)

(El “Intendente” era el Presidente del Concejo de Administración de Montevideo, Ing.


Luis P. Ponce.)

27.4 De mañana con el presidente del Senado en fábrica para trabajar el mármol
del país, muy lindo y variado. Hombre muy inteligente, pero también astuto, más
bien joven, que según se dice va a suplir a Lugones en la Comisión de la
Cooperación Internacional de la Liga de Naciones. También estaban presentes
Maggiolo y Castro, así como algunos otros. Luego visita del nuevo edificio de
gobierno casi terminado. De muy buen gusto, en estilo Alto Renacimiento en la
parte interior, realizado por arquitecto suizo-italiano (Cayetano Moretti).

De tarde visita al Presidente de la República junto al ministro de educación.


(También al cónsul suizo Guyer, que fue alumno en Aarau, Suiza). Aquél cabeza
de interesante, este último en casa muy hermosa de estilo antiguo español. Luego
lección académica. De noche familia Rosenblatt. Tres hijos, dos casados, y una hija
ennoviada, no bonita pero de buen corazón.

(Acompañado por el Dr. Juan Antonio Buero (Presidente del Senado) visita la
Compañía de Materiales para Construcción (p. ej., mármol) de Bella Vista. El “edificio
casi terminado” es el Palacio Legislativo, oficialmente inaugurado el 25/08/1925.

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Einstein en Montevideo, 1925

Titulares de otros cargos públicos: Ministro de Justicia e Instrucción Pública, don José
Cerruti. Este Ministerio dependía del Consejo Nacional de Administración que presidía
el Dr. Luis Alberto de Herrera. Ministro de Relaciones Exteriores: Dr. Juan Carlos
Blanco. Este Ministerio dependía directamente del Presidente de la República, que lo
era el Ing. José Serrato.)

28.4 A las 6 recepción dada por la colonia alemana. Acogedor y agradable, con
café. Probablemente concurrieron solo los más liberales. De noche banquete
solemne dado por los judíos, estaba presente también la comisión de la Liga de
Naciones para la inmigración de refugiados a causa de la guerra. Estuve sentado al
lado de interesante inglés (colaborador de Nansen). Latzki (ruso, residente en
Berlín) también estaba presente. Recibió de mí carta de recomendación para
Gallardo.

(Nansen, Fridjof. Filántropo, pacifista e investigador. Cofundó la Sociedad de las


Naciones y fue comisario mayor de la Cruz Roja Internacional. Logró que el 05/07/22
se implantase el Pasaporte Nansen, que era un documento de viaje para todos los
refugiados sin nacionalidad, con prioridad para los rusos; poco a poco fue reconocido
por 52 países. A duras penas y tras ímprobos esfuerzos, logra que Lenin lo autorice a
que por medio de su organización internacional llevara ayuda a gran escala (1921-3) a la
hambrienta Rusia. Lenin admitió en 1923 que esta ayuda, en medicinas y alimentos,
había salvado la vida a tres millones de seres humanos. Nansen era amigo personal de
Otto Hahn (1879-1968), Nobel en Química (1944) por el descubrimiento de la fisión -
del núcleo pesado del uranio- y muy notorio pacifista.)

29.4 Recepción en la Escuela de Ingenieros. Medalla conmemorativa de los


estudiantes. Ultima lección académica. De noche gran recepción dada por el
embajador alemán, asistieron solamente políticos y científicos uruguayos.

(Homenaje en la Facultad de Ingeniería. Sesión del Senado. Discurso de buena factura


intelectual de su presidente. Einstein le escribe una muy interesante carta a Vaz Ferreira,
acusando recibo del libro Le Pragmatisme (Exposition et Critique), traduit de
lÆEspagnol para C[harles] B[arthez], editado en Montevideo en 1914 por la editorial
Barreiro y Ramos (versión francesa del original vazferreiriano de 1909) y haciendo
interesantes análisis del pragmatismo, tales que algunos de sus topoi constituyen
protoideas de importantes conceptos tarskianos.)

30.4 De mañana cine. Expedición al polo sur, a archipiélago australiano y una


linda película de Chaplin (El falso pastor), expresamente exhibidas para mí. De
tarde maravillosa salida en yate. A las 6 recepción en la Asociación de Ingenieros.
De noche a las 9 gran banquete dado por el gobierno y la universidad. Yo estaba
sentado junto al presidente y a un ministro y conversé muy bien. ¡Tocaron la
Guardia junto al Rin en vez del himno alemán! El embajador alemán y yo nos
sonreímos. La gente conmovedora y sin grandes ceremonias. Pero la cosa no va sin
smoking.

Nota: lo referente a Montevideo fue escrito de memoria a bordo del vapor. En


realidad hubo mucho más y fue mucho más variado, de modo que, a pesar de todo
el amor, me quedaba sin aliento. Pero fue mucho más humano y agradable que en
Buenos Aires, a lo que contribuyeron naturalmente las dimensiones mucho más

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reducidas del país y de la ciudad. Claro, esta gente hace pensar en los suizos y en
los holandeses. Modestos y naturales. Que el diablo se lleve a los grandes estados
con sus obsesiones. Los dividiría a todos en más pequeños, si tuviera el poder para
ello.

1.5 Nadie trabaja y no pueden circular autos. Me llevan en auto de la intendencia


al tranvía, y en vapor del puerto junto con la numerosa comitiva al barco,
“Voldivia”, francés, muy mugriento y pequeño, pero tripulación amable. Solo me
dan pavor los excusados. Pero se podrá aguantar 3 días. Estoy con los nervios a la
miseria. Daría cualquier cosa por no tener que subirme de nuevo al trapecio en
Rio. Pero hay que aguantar.

(El remolcador “Lavalleja” lo transborda al transatlántico “Valdivia” -y no “Voldivia”


como dice el Diario.)

Reconocimientos a: los Eintein’s Archives of the Boston University, a la Universidad


Hebraica de Jerusalén, al CNRS de Francia y, especialmente, al Prof. Dr. Michel Paty,
por la benévola preceptiva autorización para publicar el Diario Personal de Einstein en
su estadía montevideana; al profesor (del Goethe Institut) Juan Kupfer por
su benévola traducción castellana literal de un texto escrito en un elíptico alemán; al
profesor (del I.P.A.) Jaime Klaczko, por su ayuda en algunos topoi puntuales de
historiografía política.

Notas: Las expresiones que figuran en el Diario flanqueadas por paréntesis y con la
sigla “HD” corresponden a la Srta. Helen Dukas, su eficiente, leal y confiable secretaria,
desde el 13/04/28 hasta la muerte del filósofo científico el 18/04/55, quien mecanografió
su manuscrito. Helen era una paisana de Else Einstein Lowenthal, divorciada, hija de
Rudolf Einstein, hermano de Hermann Einstein -el padre del sabio- y de Fanny Koch,
hermana de la madre de Albert, Pauline. Por consiguiente, Else era prima hermana por
partida doble de Albert, también divorciado. Else y Albert se casaron el 02/06/1919.

El texto es un capítulo de una investigación en curso sobre “La recepción de la


Relatividad en el Uruguay”.

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Carta de Einstein a Vaz Ferreira


(Remitida el 29/04/1925, en Montevideo)

Estimado Señor Vaz Ferreira:

Le agradezco mucho el precioso regalo que Ud. me ha ofrecido. He


comenzado a leer vuestra obra sobre el pragmatismo. Yo no soy
pragmatista. Encuentro que él /el pragmatismo/ da una definición bien
imperfecta de la verdad. Pero si yo fuera pragmatista, respondería a
vuestra crítica del pragmatismo de la siguiente manera. “Yo no doy una
definición de la verdad porque la verdad no existe. Se puede solo dar una
definición de la verdad de un enunciado en relación con un complejo dado y

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Einstein en Montevideo, 1925

bien determinado (limitado) de consecuencias”. Un enunciado que es


“verdadero” relativo a un cierto sistema restringido de consecuencias, no
lo es más relativamente a un sistema más extendido de consecuencias. Yo
agrego que no comparto este modo de ver el problema, pero si se miran de
esta manera las cosas, entonces desaparece el error que Ud. menciona.
Pero le concedo que esta observación no cambia nada vuestra crítica del
uso que James hace de su doctrina. Si se considera a la verdad, que
es práctica, de sacar /derivar/ de un enunciado todas las consecuencias
posibles y de controlar así las “verdades”, el pragmatismo no nos ofrece
ningún medio nuevo para elegir y para juzgar. Si, además, se subraya que
la definición del pragmatismo de la verdad es insuficiente, porque él /el
pragmatismo/ no define el significado de la palabra “consecuencias” (que
debería ser de valor “práctico”). Si se trata de completar este punto de
vista, entonces se percibe fácilmente que la dificultad principal que se
encuentra, si se quiere definir la verdad, no es resuelta, tampoco obviada -
por la teoría pragmatista. Lamento mucho carecer de la posibilidad de
tratar todas estas cuestiones hablando con Ud., a causa de los numerosos
deberes sociales. Lo saludo con todo mi corazón.

Suyo

A. Einstein

P/ost/ S/criptum/. Excuse el francés espantoso. Pero creo que Ud. lo prefiere
a una carta en alemán.

P.S. Creo que el concepto “verdad” no puede tratarse separadamente del


problema de la “realidad”.

N. del T. Vaz Ferreira le había regalado a Einstein el libro Le Pragmatisme,


traducción francesa de un libro que Vaz Ferreira había escrito y editado en
Montevideo. (Ardao, Arturo: comunicación personal.)

Las expresiones flanqueadas por barras son del traductor.


Tomada de la reproducción facsimilar en el vol. XXV (Inéditos) de Vaz Ferreira.
Cámara de Representantes, Montevideo, 1963, pp. 311-3.Traducida por U.A.R.

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