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Definición de religión

A partir de la definición de un concepto ha de tenerse en cuenta que se ha llegado a


dicha definición partiendo de innumerables datos y casos particulares. Aun teniendo el
defecto de incluir en la misma la visión o interpretación de quien estudia los datos, la
definición como punto de partida para una explicación constituye la segunda parte de un
proceso inductivo-deductivo.
La religión, por su universalidad y evolución a través de los tiempos y culturas, es
un concepto de muy difícil definición. Se puede decir que hay tantas definiciones como
estudiosos del fenómeno religioso. Pero podemos agruparlas en tres categorías:
históricas, teológico-filosóficas y antropológicas.
En el primer grupo tenemos interpretaciones de la religión como explicación
racional de los misterios de la naturaleza, es la religión animista,1 también se ha visto en
lo religioso una forma de controlar los fenómenos a través de la magia,2 o como
respuesta a los sentimientos de soledad ante los fenómenos de la naturaleza o el
misterio de la muerte.3 Durkheim concibe la religión como inseparable de la
organización social –totemismo-. Cada época o entorno sociocultural hace un enfoque
conceptual diferente del término religión. Para la cultura occidental hay religiones
primitivas o politeístas y religiones monoteístas o “de libro”, por alusión a que se ha
recogido en escrituras los dogmas de fe y de la moral.
Entre las definiciones teológico-filosóficas tenemos a una larga lista de filósofos,
teólogos y estudiosos que enfocan la religión de forma esencialista. Tratan de definir lo
religioso por su contenido, sus dogmas. La religión como sistema de creencias. Pero este
tipo de definición al no llegar a explicar conceptos como lo sagrado, el misterio o lo
absoluto dejan la puerta abierta a otro tipo de explicaciones.
Las definiciones antropológicas son funcionalistas, se fijan en la acción, la
estructura social y los aspectos pragmáticos. Frente al esencialismo de lo sagrado y lo
profano como explicación del mundo, se oponen la interpretación de las creencias y ritos
como elementos activos de control, o la religión como una estructura social.4
En los pueblos primitivos, la religión constituye el principal entramado social que
brinda estabilidad y afán de supervivencia al grupo a través del mito. Estos grupos se
sienten descendientes de un dios, semidiós o héroe y con un cometido místico (ritos). En
las sociedades modernas, la religión ha perdido importancia en estas funciones. Ya no
representa la única forma de moral, al desarrollarse el Derecho; y las instituciones del
Estado desempeñan gran parte de las funciones que tradicionalmente venía realizando
la religión.
Las funciones más elementales de la vida religiosa se pueden resumir en estas:
• Cosmovisión o interpretación del mundo: origen, sentido, destino, salvación…
• Estabilidad social, dirigida al grupo como tal, a través de la sacralización de la
familia y el trabajo, de la moral y la autoridad, instituciones, ritos de paso y de sacrificio,
etc.
• Función económica y de control. Aparición del capitalismo.
• Función psicológica, de estabilidad emocional, dirigida al individuo: sentido a la
vida, salvación individual mediante la gracia, integración en la comunidad celeste
mediante la salvación.
En la definición nominal tampoco hay acuerdo entre los estudiosos de este campo.
Unos la hacen derivar de la palabra latina religere en el sentido de preocupación, de
prestar atención, de práctica intimista;6 del término relegere como actividad social y
legal perteneciente a lo público y a la esfera del Estado;7 y de religere como atadura y
unión con lo divino a través de la moral (S. Agustín).

Breves notas sobre la evolución del concepto de religión


El mundo romano concibe la devoción a los dioses como un sistema de prestación-
contraprestación, como un culto público y privado. Por eso, la relación legal con los
dioses dará una gran relevancia al derecho en la teología escolástica medieval. En la
evolución de la religión romana se observan tres etapas claras:
1. Periódico itálico, en el que predominan las divinidades indígenas.
2. Periodo helénico. Tras el contacto con el mundo helenístico, el espíritu de
piedad ingenua da paso a una religiosidad filosófica y formal.
3. Periodo oriental en el que se busca la felicidad y una vida eterna segura a
través de ritos mistéricos: Dioniso, Démeter, Cibeles, Isis, Osiris y Mitra, entre otros.8
En el mundo medieval conviven los restos de la religiosidad romana bajo la forma
de elementos mágicos: pócimas, conjuros, encantamientos, etc., con la religiosidad
cristiana que va haciendo calar su pensamiento religiosos en las nuevas sociedades
recién cristianizadas. De aquí surge el fenómeno de la religiosidad popular en
contraposición al de religiosidad oficial.
Durante el Renacimiento se inicia la separación entre teología y religión. Al ponerse
de moda la mitología clásica aparece un elemento de referencia frente al absolutismo
teológico medieval. G. Boccaccio escribe una Genealogía de los dioses (1360).
La ilustración someterá a la religión a los “límites de la razón” (Kant). Se traducen
textos religiosos de otras culturas, aparece el deísmo, los diccionarios enciclopédicos, la
crítica a los textos bíblicos, se combate la superstición y se ataca el poder de la Iglesia.
La filosofía empirista (Hume) pondrá en duda los principios de la filosofía tradicional
como el de la causalidad.
La interpretación de la religión toma un rumbo inesperado en el s. XIX con los
trabajos de Comte, Darwin y Freud. Éste último considera el concepto de Dios como la
máxima creación cultural por dotar a la Humanidad de un padre que ha de emparejarse
de forma natural con la madre-tierra;9
Enfoques conceptual y funcionalista (qué es y para qué)
Las interpretaciones clásicas de lo que es religión hacen hincapié en los conceptos
esenciales –visiones esencialistas- del fenómeno religioso: lo divino o sagrado, el
misterio, la fuerza vital, el Tao, el mana, etc. Todas estas definiciones o interpretaciones
del hecho religioso descansan en dos conceptos generales aceptados por los
representantes de este enfoque sustantivista: las creencias y los rituales. Es decir, que
los hechos religiosos que adolecen de alguno de estos dos elementos no deberían
incluirse en la categoría de fenómeno religioso. Un sistema de creencias sin una
estructura ritual no es propiamente un fenómeno religioso. Y, así mismo, una acción
ritualizada que no va dirigida a algún tipo de entidad suprahumana no es un rito en el
sentido religioso. Por ejemplo: fumar, las diferentes formas de protocolo, las costumbres
sociales, algunas prácticas y técnicas yóguicas. ¿Es posible hablar de una sacralidad sin
Dios como se ha interpretado el budismo?.10 ¿Estarían algunas prácticas budistas en el
límite del concepto de religión?
Por todo ello, es necesario acotar el término religión para no acabar incluyendo en
esta categoría los fenómenos psicológicos, mágicos o actuaciones terapéuticas. Sería un
error epistemológico considerar la acupuntura, el tai-chi, el Logos griego o el Ser
parmenídeo como conceptos religiosos aunque coincidan sus atributos con algunos de
los asignados al dios cristiano; o al Dalai Lama como el Hijo de Dios cristiano, o a la
Ilíada y la Odisea como libros sagrados a pesar de su alto contenido religioso, o a
algunos filósofos griegos como creadores de sectas religiosas.
El principal escollo con que se encuentra este enfoque esencialista o conceptual del
hecho religioso es que no se puede definir con claridad términos como divinidad, lo
sagrado, el misterio o el más allá. De esta forma nos encontramos de vuelta al comienzo
de la investigación: cómo definimos lo esencial del fenómeno religioso para saber si una
acción es religiosa o no.
Las interpretaciones funcionalistas no se preguntan “qué es lo religioso” sino el
“para qué”, cuál es el objetivo del hecho religioso. El principio darvinista de que la
función crea el órgano, hace preguntarse a los sociólogos de la religión si la finalidad no
estará en el comienzo del proceso religioso. Si existe una necesidad de explicación del
mundo, del más allá, surgirá la respuesta cultural idónea a esa inquietud básica.;11 viene
a decir que la integración es la función de la religión y, al revés, siempre que ocurra
algún tipo de integración nos hallamos ante un fenómeno religioso. En el mismo sentido
van las opiniones de Talcott Parsons, C. Geertz, Malinovski, entre otros funcionalistas. Si
hablamos de integración del individuo en una sociedad atemporal o extramundana
tendría pleno sentido aplicarle el término religioso. Pero si lo aplicamos a los actos de
integración social, entonces deberíamos incluir en lo religioso a los ateos y a toda acción
social. El concepto de religión se vuelve inflacionista y llegaría a identificarse con
sociedad. Algunas formas religiosas sitúan muy próximos el Estado / grupo y lo sagrado
(totemismo y religión romana, por ejemplo) ya que consideran al grupo –no a los
individuos- heredero del carisma de sus dioses.
Sería el caso de los líderes religiosos que, al prometer la salvación o un paraíso celeste, quedarían
incluidos en la categoría de “religiosos”; a pesar de que en la definición conceptualista no lo serían por carecer
de rituales y muchas veces de creencias ya que basan toda su actividad espiritual en su propio carisma. Los
líderes religiosos cuanto más carismáticos son, menos utilización hacen de los recursos del ritual y de las
creencias. Deberían considerarse religiosos en el sentido funcionalista, por ofrecer una salvación ultraterrena a
sus seguidores. Estas soluciones salvíficas quedarán plasmadas más tarde en forma textual y de rituales
evocativos de las acciones y milagros del líder. Así pues, la religión está en germen en los movimientos
carismáticos, y en pleno desarrollo al fijarse el dogma y creencias en forma de texto normativo.
Etnocentrismo en la teoría social de la religión
Cuando se recurre a una definición lo que se busca es acotar y limitar el terreno a
base de conceptos claros y distintos como diría Descartes. Una definición funcionalista
es maximalista al considerar la teoría de la religión como una parte de la teoría social.
La religión se convierte así en algo práctico. Si tomamos una definición muy general de
lo religioso, caemos en el error de considerar religioso cualquier fenómeno de carácter
espiritual o terapéutico como ocurrió con la acupuntura o como algunos artistas que
atribuyen su genialidad a una influencia divina. Si adoptamos una definición partiendo
del estudio de grupos pequeños o de comunidades que no representan a la mayoría del
grupo social, no conseguiremos una visión completa del fenómeno religioso. El trabajo
de campo debe hacerse sobre todo el grupo social considerando tanto los grupos
mayoritarios como las minorías y la evolución –diacronía- de las ideas religiosas en
paralelo a los cambios sociales.
Pero el problema más grave para una teoría social de la religión no es la amplitud
del campo a observar sino el punto de partida. Se ha elaborado una teoría de la religión
partiendo de una religión dada: el cristianismo, y en una sociedad dada, la occidental.
Este punto de partida defectuoso está condicionando en gran medida una interpretación
neutra del fenómeno religioso como vemos actualmente con la categorización de sectas
que se aplica a todo movimiento religioso que disienta de la ortodoxia cristiana.
El concepto de religión surge como una generalización y exportación de rasgos del
cristianismo occidental a otros fenómenos espirituales y sociales similares en otras
sociedades, lo que lleva consigo el prejuicio etnocentrista típico de los comienzos de la
antropología como ciencia social. De esta forma, no se concibe una definición de religión
que no incluya al cristianismo. Cristianismo y occidente son conceptos inseparables. Al
aplicar el concepto occidental de religiosidad a las estructuras sociales de pueblos
primitivos o de oriente entramos en la paradoja de que la religiosidad oriental,
confucionismo, budismo, hinduismo, jainismo y sinto, no constituyen propiamente
religiones sino sistemas morales, sabiduría sobre la vida y técnicas de interiorización.;12
Todo concepto de religión debe al menos cumplir el requisito de englobar las formas
religiosas de oriente y de occidente.;13
Los principales conceptos para el estudio de la fenomenología de la religión como
iglesia, secta, religiosidad popular frente a religiosidad oficial, líder carismático
(mesianismo), práctica simbólica (ritos), ideología religiosa (dogmas), proceden de una
experiencia histórica determinada, de una tradición cristiana y no son exportables a
otras formas de religiosidad o de espiritualidad. Para hacer una aproximación neutra a la
religiosidad primitiva o al pensamiento oriental deben entenderse estos conceptos
dentro del contexto de la cultura social del grupo al que pertenecen. La generalización,
en un tema tan complejo como este, es el mayor enemigo de esa veracidad a la que
debe aspirar cualquier estudioso del fenómeno religioso. Así por ejemplo, los conceptos
de mana, magia, chi, energía universal o maestro no coinciden con sus homólogos
occidentales de divinidad, oración, Dios o Hijo de Dios. La idea mesiánica que encierra el
concepto de Hijo de Dios, como salvador único o renovador del orden establecido nos
llega a través del judaísmo. No se puede aplicar este concepto a la idea que en oriente
se tiene del maestro espiritual o del mahatma.
como modo de aternativa al etnocentrismo la vemos en; cuando separa lenguaje
religioso del lenguaje teológico. Téngase en cuenta que el lenguaje religioso es la
manifestación simbólica de una ideología religiosa. Cuando se toma una palabra
(=concepto) del lenguaje de la vida cotidiana y se aplica a un concepto teológico, debe
tenerse en cuenta que le hemos dado una carga semántica extra. La religión, separada
así de la teología con la que nada tiene que ver, permite acercarnos al fenómeno
religioso desde un planteamiento neutro. La teología es un discurso sobre Dios, mientras
que la religión es una actitud, una creencia, una oración. Un teólogo es un gramático del
lenguaje religioso. Las metafísicas sirven de mucho pero no dicen nada.;.15 El lenguaje
de la teología sin la experiencia de lo religioso se vuelve vacío.
Otro intento de los estudiosos empiristas del fenómeno religioso por encontrar un
concepto religioso que incluya Oriente y Occidente es reducir el concepto de religión a
un comportamiento moral en el sentido de estilo de vida o de comportamiento ético.
Otros autores reducen lo religioso a la función psicológica;3 de los mitos incluyendo la
religión en el campo emocional.
Ya que resulta tan difícil definir lo que se entiende por religión sería mejor
prescindir de este término y referirse a lo religioso como “fenomenología de la religión”
o “fenómeno religioso”.
Antropología de la religión
INTRODUCCIÓN
Cualquier descripción de la naturaleza de la religión es pura especulación. Se establecen diversas teorías.
Animismo.
Tylor piensa que la religión había evolucionado a través de una serie de etapas, siendo la inicial el
animismo. El politeismo, y luego el monoteísmo, eran posteriores. Puesto que la religión se originó para
explicar cosas que la gente no entendía, Tylor pensaba que comenzaría a declinar a medida que la ciencia
ofreciera mejores explicaciones.
Mana y Tabú.
Había un punto de vista en competencia con la teoría de Tylor del animismo como la primera religión. La
alternativa era que los primeros humanos veían lo sobrenatural como un dominio del poder impersonal, de una
fuerza, que las personas podían controlar bajo ciertas condiciones. Tal concepción era relevante en Melanesia.
Los melanesios creían en mana, una fuerza sagrada impersonal existente en el universo. Los melanesios
atribuían el éxito a mana, algo que las personas podían adquirir o manipular de formas diferentes, como a través
de la magia.
Las creencias en fuerzas del tipo mana están muy extendidas, consideremos el contraste entre mana en
Melanesia y Polinesia. En la primera se podía adquirir por causalidad o trabajando duro para obtenerlo. Y en la
segunda, el mana no estaba al alcance de cualquiera, sino que estaba vinculado a los cargos políticos. El
contacto entre el jefe y los plebeyos era peligroso porque el mana podía tener el efecto de una descarga
eléctrica. Puesto que los más altos jefes tenían tanto mana, sus cuerpos y sus posesiones eran tabú. El mana
melanesio explica el éxito que las personas no pueden entender en términos naturales, ordinarios.

Magia y religión.
Magia se refiere a las técnicas sobrenaturales orientadas a alcanzar propósitos específicos. Estas técnicas
incluyen conjuros, fórmulas y encantamientos utilizados con deidades o con fuerzas impersonales. Los magos
utilizan la magia homeopática o imitativa para producir el efecto deseado mediante su imitación. Por ejemplo,
clavar agujas en los "muñecos vudú".
Con la magia contagiosa o contaminante, cualquier cosa que se haga a un objeto se cree que afecta a la
persona que alguna vez estuvo en contacto con él, estos a veces utilizan productos corporales de las víctimas:
sus uñas pelo, etc. La magia puede estar asociado con el animismo, el politeísmo e incluso el monoteísmo
Ansiedad, control, consuelo
La religión y la magia no sólo explican cosas y ayudan a las personas a alcanzar metas.
También entran en el dominio de los sentimientos. Las técnicas mágicas pueden disipar dudas que surgen
cuando los resultados están más allá del control humano. De modo similar, la religión ayudan a las personas a
enfrentarse a la muerte y a superar las crisis vitales.
Malinowski, la magia se utiliza para establecer control, mientras que la religión "nace de (...) las tragedias
reales de la vida humana".
Las funciones sociales de los actos rituales.
La magia y la religión pueden reducir la ansiedad y calmar los temores. La ansiedad puede surgir debido a que
existe el rito. La participación en un rito puede dar lugar a una tensión común cuya reducción, mediante la
culminación del rito, refuerza la solidaridad entre los participantes.

Ritos de transición
Las tradicionales búsquedas de sueños de los indios norteamericanos, ilustran los ritos de transición o de
paso, que se encuentran en todos los lugares del mundo.
Los ritos de transición de las culturas contemporáneas incluyen las confirmaciones, los bautismos, bar
mitzvahs, bat mitzvahs y novatadas. Los ritos de transición implican cambios de status social, como el citado de
joven a adulto o de novato a veterano. En términos más generales, un rito de transición puede señalar cualquier
cambio de lugar, condición, posición social o edad.
Estos ritos presentan tres fases: separación, marginalidad y agregación. En la primera, las personas
abandonan el grupo y comienzan a pasar de un lugar o status a otro. En la tercera fase, se reintegran a la
sociedad, habiendo completado el rito. La fase marginal es la más interesante. Se trata del período entre uno y
otro estado, el limbo durante el cual las personas han abandonado un lugar o estado, pero todavía no han
entrado o se han unido al siguiente. Llamamos a esto la fase liminar del rito de transición.
La liminaridad tiene siempre ciertas características. Las personas liminares ocupan posiciones sociales
ambiguas. La liminaridad puede estar marcada por una serie de contrastes con respecto a la vida social regular.
Un aspecto social muy importante de la limiradidad colectiva es el llamado communitas, un intenso
espíritu comunitario, un sentimiento de gran solidaridad, igualdad y proximidad sociales. Las personas que lo
experimentan forman una comunidad de iguales. Las personas liminares experimentan el mismo tratamiento y
las mismas condiciones y tienen que actuar de la misma manera.
La liminaridad es parte de todo un rito de transición. En algunas sociedades pueden convertirse en una
característica permanente de grupos particulares. Esto sucede de forma más notoria en las sociedades con
organización estatal.
Tótems: Símbolos de la sociedad
El toteismo es una religión que utiliza la naturaleza como modelo para la sociedad. Los tótems suelen ser
animales y plantas que forman parte de la naturaleza. Las personas se relacionan con la naturaleza a través de su
asociación totémica con diferentes especies. Puesto que cada grupo tiene un totén diferente, las diferencias
sociales reproducen los contrastes naturales. Aunque las plantas y los animales totémicos ocupan diferentes
nichos en la naturaleza, en otro nivel se hallan unidos porque todos forman parte de esa naturaleza.
La naturaleza del ritual.
Los rituales son actos sociales. De modo inevitable, algunos participantes están más entregados que otros
a las creencias que subyacen a los ritos. Sin embargo, por el mero hecho de tomar parte en un acto público
conjunto, los participantes señalan que aceptan un orden social y moral común, uno que transciende su status
como individuos.
ANÁLISIS DEL MITO.
Hemos visto que la participación en un ritual genera solidaridad. Independientemente de sus
pensamientos particulares y de sus diversos grados de entrega, los participantes sumergen temporalmente su
individualidad en una comunidad. La antropología estudia también los relatos religiosos y cuasirreligiosos
sobre entes sobrenaturales: los mitos e historias de hace mucho tiempo o en lugares lejanos que se vuelven a
relatar en toda sociedad generación tras generación.
Los mitos suelen incluir el propio relato de un pueblo sobre su creación, sobre el comienzo de su mundo y los
hechos extraordinarios que afectaron a sus antepasados.
Análisis estructural.
El estructuralismo lévi-strussiano no pretende la explicación de las relaciones, los temas y las conexiones
entre los aspectos de la cultura, sino su descubrimiento.
Los mitos y los cuentos tradicionales populares son literatura de las sociedades ágrafas. Lévi-Strauss utilizó el
estructuralismo para analizar las creaciones culturales de tales sociedades, incluidos sus mitos. Descansa sobre
la creencia de Lévi-Strauss de que las mentes humanas tienen ciertas características que se originan en rasgos
del cerebro del Homo sapiens. Entre estas características mentales universales están la necesidad de clasificar:
imponer orden sobre aspectos de la naturaleza, sobre la relación de las personas entre las personas.
Según Lévi-Strauss, un aspecto universal de la clasificación es la oposición o el contraste. Aunque
muchos fenómenos son continuos en lugar de separados o inconexos, la mente, dada su necesidad de imponer
orden, los trata como si fueran más diferentes de lo que son.
Uno de los medios más comunes de clasificación es mediante la utilización de oposiciones binarias. Dios
y diablo, blanco y negro, etc. Según Lévi-Strauss, reflejan la necesidad humana de convertir diferencias de
grado en diferencias de clase.
Examinando los mitos de diferentes culturas, Lévi-Strauss muestra que un cuento se puede convertir en otro
mediante una serie de operaciones sencillas, por ejemplo, haciendo lo siguiente:
· Convirtiendo el elemento positivo de un mito en el negativo.
· Invirtiendo el orden de los elementos.
· Sustituyendo a un héroe masculino por uno femenino.
· Manteniendo o repitiendo ciertos elementos claves.
Mediante estas operaciones, dos mitos aparentemente disímiles pueden presentarse como variaciones de una
estructura común, es decir, que son transformaciones el uno del otro.
Por ejemplo en el cuento de la Cenicienta, un cuento muy difundido cuyos elementos varían entre culturas
vecinas.
El estructuralismo ha sido ampliamente aplicado a los mitos de las sociedades no industriales, pero
también podemos utilizarlo para analizar narraciones de nuestra propia sociedad.

Cuentos de hadas.
Tales cuentos, característicos de las sociedades estatalmente, se centran en el enorme foso que separa a
los mortales y lo sobrenatural. Por el contrario, los cuentos populares de hadas, encontrados en muchas culturas,
utilizan la fantasía para ofrecer esperanza y para sugerir la posibilidad de crecimiento y autorrealización. Estos
cuentos le permiten al niño identificarse con los héroes que al final ganan. Estas historias ofrecen confianza en
que por malas que las cosas puedan parecer ahora, mejoraran. Dan la seguridad de que aunque ahora uno sea
pequeño e insignificante, el niño crecerá con el tiempo y alcanzará la independencia de sus padres y siblings.
Bettelheim sostiene que no importa mucho si el héroe es masculinos o femenino, porque los niños de
ambos sexos suelen poder encontrar satisfacción psicológica de algún tipo en el cuento de hadas. Sin embargo,
los héroes masculinos tradicionales matan dragones, gigantes o monstruos y liberan a princesas de la
cautividad, mientras que los personajes femeninos logran algo, como convertir la paja en oro o arrebatarle la
escoba a una bruja, y luego regresar al hogar o establecer su propio hogar.
Rituales seculares.
El primer problema: si definimos la religión con referencia a seres, poderes y fuerzas sobrenaturales.
Algunos antropólogos creen que hay dos tipos de rituales, sagrados y seculares. Los rituales seculares incluyen
el comportamiento formal, sin variación, esteriotipado, serio, repetitivo, que se da en situaciones no religiosas.
El segundo problema: Si la distinción entre lo ordinario y lo sobrenatural no es muy consistente en
algunas sociedades. Y el tercer problema: El tipo de comportamiento considerado apropiado para las ocasiones
religiosas varían tremendamente de cultura a cultura.
RELIGIÓN Y CULTURA.
La religión es un universal cultural debido a que tiene muchas causas, efectos y significados para las
personas que toman parte de ella. Las formas religiosas no varían azarosamente de una sociedad a otra.
Teniendo en cuenta varias culturas, Wallace propuso que había cuatro tipos de religión: chamanística,
comunal, olímpica y monoteísta. El tipo más simple es la religión chamanística.
Los chamanes no son cargos religiosos a tiempo completo, sino figuras religiosas a tiempo parcial que
median entre las personas y los seres y fuerzas sobrenaturales.
Aunque sólo sean especialistas a tiempo parcial, los chamanes se sitúan simbólicamente aparte de las
personas ordinarias asumiendo un rol diferente de sexo o de género.
Entre los indios cuervo de las praderas norteamericanas, se reservaban a los berdaches ciertos cometidos
rituales. Estos vestían, hablaban y peinaban su cabello como las mujeres y realizaban actividades
tradicionalmente femeninas como cocinar y coser.
Las religiones comunales tienen, además de chamanes, rituales comunitarios como ceremonias de
cosecha y ritos de transición. Aunque las religiones comunales carecen de especialistas religiosas a tiempo
completo, creen en varias deidades que controlan diversos aspectos de la naturaleza.
Las religiones olímpicas, que aparecieron con la organización estatal, aportan los especialistas religiosos a
tiempo completo: sacerdocio profesional. El término olímpico está tomado del monte Olimpo, hogar de los
dioses de los griegos clásicos. Las religiones olímpicas son politeístas. Incluyen dioses antropomorfos
poderosos con funciones especializadas, por ejemplo, dioses del amor, la guerra, el mar y la muerte.
El último tipo, el monoteísmo, también tiene sacerdocio y nociones de poder divino, pero ve lo
sobrenatural de forma diferente. En el monoteísmo, todos los fenómenos sobrenaturales son manifestaciones de,
o se hallan bajo el control de un único ser supremo eterno, omnisciente, omnipotente y omnipresente.
La religión ayuda a mantener el orden social, pero también puede ser un instrumento de cambio, a veces
incluso de revolución. Como respuesta a la conquista o al dominio extranjero, los líderes religiosos suelen
emprender la transformación o revitalización de la sociedad. A esto se le denomina movimientos nativos o de
revitalización. El cristianismo fue un movimiento de revitalización. Jesús era uno de entre varios profetas que
predicó nuevas doctrinas religiosas mientras Oriente Medio se hallaba bajo el dominio de Roma.
Centro Educativo Lipro Ivedl.
Lic. En Psicología.
Ana Victoria Estrada García. 1°A T/Noc
Elementos Básicos de Metodología Científica.
24-Agosto-2010.
Tema: Conceptos y Antecedentes históricos.

Ciencia: Las ciencias se definen como aquellas ramas del saber que se
centran en el estudio de cualquier tipo de fenómeno y en la deducción de los
principios que lo rigen, según una metodología propia y adaptada a sus
necesidades.

Ciencia: Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el


razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen
principios y leyes generales.

Método: Conjunto de normas, procedimientos, ejercicios o lecciones


destinados al aprendizaje o a la transmisión de conocimientos.

Método: Del griego METHODOS que significa guía o procedimiento para


conocer, para investigar, el método es una guía para la investigación científica.
Es el conjunto de procedimientos para explicar y gobernar la naturaleza y la
sociedad; es un orden manifestado en un conjunto de reglas.

Metodología: Conjunto de métodos que se siguen en una investigación


científica o en una exposición doctrinal.

Metodología: Es una ciencia que forma parte de la lógica y que se ocupa de


estudiar el método más conveniente a una obra o actividad determinada e
investiga las formas particulares del pensamiento.

Bibliografía

Ciencia. (2009, Septiembre 8). BU - Mienciclo Recursos Académicos., Extraído


agosto 18, 2010 de http://www.mienciclo.es/enciclo/index.php/Ciencia.

Ciencia. (2001). Diccionario de la lengua Española., Extraído Agosto 19, 2010


de http//buscon.rae.es/draeI/.

Método. (2009, Mayo 6). BU - Mienciclo Recursos Académicos,. Extraído


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Método. Gutiérrez Gaitán, R. (1997). Metodología I. México: Delta High Tech.

Metodología. Metodología. (2008, Diciembre 17). BU - Mienciclo Recursos


Académicos,. Extraído agosto 18, 2010 de
http://www.mienciclo.es/enciclo/index.php/Metodolog%C3%ADa.

Metodología. Gutiérrez Gaitán, R. (1997). Metodología I,. México: Delta


High Tech

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