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1. Evolución demográfica
En los últimos 50 años se ha producido un incremento poblacional significativo en el departamento de Ancash. La po-
blación total en el año 2007 casi se ha triplicado en relación al año 1940 como puede apreciarse en el siguiente cuadro.
CUADRO Nº 1
POBLACIÓN DE LA REGION EN CADA PERIODO CENSAL
Según el Censo Nacional del 2007, más del 60% de la población estaba concentrada en los centros urbanos y solo el
35.77% en las zonas rurales de la región. Las provincias con mayor concentración poblacional urbana son Santa y Huaraz,
con 54.24% y 16% respectivamente en relación a las provincias de Yungay, Huari y Huaylas que concentran la mayor po-
blación rural. La tendencia a la concentración poblacional en los centros urbanos tiene preponderancia desde fines de los
años 70 y se vuelve más notoria en el periodo intercensal 1993 y 2007, en que la población urbana se incrementó en 6.8%;
así mismo, la brecha entre población urbana y rural se agranda en el censo del 2007, pasando de 14.8% en 1993 a 28.4%.
CUADRO Nº 2
POBLACIÓN URBANA Y RURAL
Fuentes:
INEI, Censos Nacionales 2007: XI de Población y VI de Vivienda.
INEI, Censos Nacionales 1993: X de Población y V de Vivienda.
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LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
En el año 2007, la población inmigrante en el departamento fue de 11,040 habitantes que representa el 2.1%, en relación
al censo de 1993 que registra 120,033 (2.5%); mientras que, la emigración, aquella población que se empadronó en un
lugar diferente al de su nacimiento, se incrementó ligeramente en el año 2007 (7.5%) en relación a la población migrante
en el año 1993 que fue de 7.1%.
2. Dinámica social
Educación
El censo del año 2007 registra que la población en edad escolar de 3 a 24 años era de 986,428 en el departamento. Según
el nivel de educación alcanzado, el 34.52% cuenta con primaria completa; el 27.61% con secundaria completa; el 5.20%
con educación superior no universitaria completa y el 5.83% con superior universitaria completa.
Según sexo, la población femenina en edad escolar registra un porcentaje ligeramente mayor de educación alcanzado
que la población escolar masculina: 50.69% y 49.30% respectivamente. La población urbana (64.36%) tiene un mayor
grado de escolaridad que la población rural (35.63%).
En el año 2007, la tasa de analfabetismo en el departamento de Ancash era de 16.92%. Esta tasa es mayor en el área rural
(22.08%); sin embargo, en la zona urbana este problema registra también un porcentaje significativo (13.65%).
Según sexo, el índice de analfabetismo es ligeramente mayor en la población femenina (17.35%) que en la población
masculina (16.50%). El problema se incrementa en la población rural femenina (23.46%) y en la población rural masculina
(20.74%), en relación a la población urbana femenina (13.50%) y la población urbana masculina (13.80%) como puede
apreciarse en el siguiente cuadro.
CUADRO Nº 3
CONDICIÓN DE ALFABETISMO
SEGÚN SEXO Y ZONA DE RESIDENCIA
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LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Si bien el analfabetismo ha disminuido en relación al Censo de 1993; sin embargo, la tasa de analfabetismo femenino
sigue siendo alta en algunas provincias del departamento como Pomabamba (50%), Mariscal Luzuriaga (46%), Caraz y
Carlos Fitzcarrald (44%), Yungay (43%), Asunción y Sihuas (40%). A diferencia de las provincias con mayor población rural,
las provincias de Huarmey y Santa han logrado disminuir significativamente la tasa de analfabetimo femenino en un 7%
y 8% respectivamente.
Salud
De acuerdo a los resultados del Censo 2007, la población de mujeres en edad fértil (de 12 a más años de edad) en Ancash
asciende a 502,481; que representa, el 50.44% del total de mujeres del departamento.
El número promedio de hijos por mujer está disminuyendo en relación al año 1993. En este año, el número de hijos pro-
medio por mujer fue de 2.5 y en el año 2007, de 1.9 (Censo 2007); ligeramente por encima del promedio nacional que
fue de 1.7. Ancash se sitúa entre los departamentos con un nivel intermedio de su paridez medio junto con Piura, Pasco,
Madre de Dios, Junín y Puno.
La tasa de natalidad en el departamento también registra una tendencia decreciente. Entre el periodo 1993 – 2000 baja
de 25.8 a 23.1 de nacidos vivos ocurridos dentro de la población del departamento.
La desnutrición de los niños de 6 a 9 años sigue siendo un gran problema social en Ancash; 9 de las 20 provincias presen-
tan una tasa que bordea el 50 % de desnutrición infantil.
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LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
De las 20 provincias que tiene el departamento, 10 se hallan situadas en el quintil 1 del índice de carencias (Antonio Ray-
mondi, Asunción, Carlos Fitzcarrald, Huari, Mariscal Luzuriaga, Pallasca, Pomabamba, Sihuas y Yungay); el segundo grupo
de provincias, se halla en el quintil 2 (Aija, Bolognesi, Carhuaz; Corongo, Ocros y Recuay); sin embargo, la mayor parte de
sus distritos se ubica en el quintil 1. Las provincias con mayor desarrollo económico y mayor concentración urbana se
ubican en el quintil 4 (Santa) y 3 (Huaraz, Harmey y Casma).
El acceso de la población a los servicios de agua potable ha ido mejorando progresivamente. Sin embargo, se observa
que un porcentaje significativo de la población rural aún no accede a los servicios de agua potable: en Yungay y Ocros en
un 33% y en Bologensi en un 28%. Llama la atención que las provincias con mayor nivel de urbanización tengan también
déficit en el acceso al agua potable: Casma en un 26% y Huarmey en un 25%. En esta última provincia, el déficit de acceso
al agua potable es similar a lo que se observa en las provincias de Pallasca y Pomabamba.
3. La situación económica
Según el Censo Nacional 2007: XI de Población y VI de Vivienda, la PEA de 14 años a más de edad constituye el 34.21% de
la población total del departamento. La PEA está conformada mayoritariamente por la población masculina (70.02%) en
relación a la población femenina que representa solo el 20.97%. El 71.22% de la PEA está en la zona urbana y el 28.77%
en la zona rural.
Si consideramos la PEA por áreas, se constata que en la zona urbana la población masculina económicamente activa
representa el 65.02% y en la zona rural, el 82.29%; sin embargo, la brecha es mayor en la zona rural: 82.29%, población
masculina; y, 17.70%, población femenina.
El mayor volumen de la PEA en el departamento de Ancash está conformado por los trabajadores no calificados (26.68%);
los trabajadores agrícolas y pescadores (17.05%), los de servicios y comercio (12.94%); profesores e intelectuales (9.61%),
obreros de construcción civil y afines (9.19%) como puede apreciarse en el siguiente cuadro:
CUADRO Nº 4
PRINCIPAL OCUPACIÓN DE LA PEA DE 14 AÑOS Y MÁS
4
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
De acuerdo a la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales, el departamento de Ancash registró en el año 2007 un creci-
miento del PBI de 6.8%, que es menor a la tasa promedio de crecimiento nacional que fue de 8.9%. Sin embargo, el aporte
del departamento de Ancash a la economía nacional a precios constantes de 1994 fue muy superior al de la mayoría de
los departamentos (3.4%) y ligeramente por debajo de los departamentos con mayor contribución a la economía nacio-
nal como Arequipa (5.4%), La Libertad (4.3%) y Piura (3.77); con excepción de Lima, que fue de 47%.
En el periodo 2001-2007, Ancash registra una tasa de crecimiento acumulada de 39%, cifra que es menor a la registrada
en la economía nacional (43.7%). En este periodo, la tasa promedio de crecimiento anual fue de 5.6%, por debajo del
promedio nacional de 6.2%.
El Producto Bruto Interno por habitante a precios constantes de 1994 ascendió a 5,003 miles de nuevos soles. Este incre-
mento ha sido progresivo desde el año 2001 que fue de 3,903 miles de nuevos soles y el crecimiento acumulado en el
periodo 2001 – 2007 fue de 28.2%.
Agricultura. El departamento de Ancash posee 303,010 has. agrícolas; de ellas, el 51.84% de superficie está en secano,
que se cultiva solo en las estaciones de lluvia. Las mayores extensiones de superficie agrícola se destinan al cultivo de
trigo (18,816 has.), maíz duro (17,107 has.) y maíz amiláceo (15,855 has.). El segundo grupo de productos que demanda
mayor extensión de tierras está conformado por la cebada (11,027 has.) y la papa (10,079 has.).
Los productos como arroz, algodón, espárragos y frutales (palta y mango) se cultivan en menores extensiones de su-
perficie; sin embargo, estas áreas probablemente sean las más ricas, que se hallan en los valles de los grandes ríos que
desembocan en el Pacífico como El Santa, Casma y Huarmey.
CUADRO Nº 5
PRINCIPALES CULTIVOS EN LA REGIÓN ANCASH
(HAS. Y RENDIMIENTO KG. X HAS.)
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LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Entre los factores que influyen en la baja productividad de la agricultura especialmente en las áreas de secano se pueden
considerar los siguientes:
Se espera que el Proyecto Especial Chinecas influya en la expansión de la frontera agrícola en 44,220 has. bajo riego en los
valles de Santa, Lacramarca, Nepeña, Casma y Sechín, ubicados en el sector costero del departamento.
Ganadería. El departamento posee alrededor de 900,500 has. de pastos naturales para incrementar la ganadería exten-
siva en cantidad y calidad. El mayor volumen de la actividad ganadera se concentra en la crianza de ovinos (793,399.00
cabezas). La segunda actividad ganadera más importante gira en torno a la crianza de vacunos (301,783.00 cabezas); sin
embargo, la crianza de caprinos y porcinos forma parte importante también de la actividad económica de las familias
ancashinas. Se observa un incremento importante de la crianza de alpacas en las zonas alto andinas del departamento.
En la actividad ganadera, el principal factor limitante es la escasez del agua y la falta de estructuras de riego para el cul-
tivo de pastos mejorados destinados especialmente a la crianza de vacunos. Según el Ing. Roger Herrera, presidente de
la Dirección Regional Agraria de Ancash, se espera incorporar unas 100,000 has. de pastos con riego tecnificado en las
provincias de Bolognesi, Ocros, Pallasca y Huari.
Pesca. Según la Dirección Nacional de Cuentas, el departamento de Ancash registra un incremento de ingresos por la
actividad pesquera en orden del 18% en 2007 en relación al año 2006, por los mayores volúmenes de pescado desem-
barcados para el consumo humano en los puertos de Casma, Culebras y Coishco.
Minería. En el departamento de Ancash operan tres tipos de empresas mineras: la gran minería, la mediana y pequeña
minería. La gran minería está representada por las empresas Antamina y Barick Misquichillca. Entre las medianas empre-
sas mineras están: Santa Luisa, S.A.; Pachapaqui, S.A.; Toma La Mano y la Minera Huallanca S.A.C.; Magistral Hz. S.A.A., Cía.
Minera California S.A., Minera Hunac y MTZ S.A.C. Operan también un número no determinado de pequeñas empresas
mineras. Existen importantes proyectos de inversión y prospectos en estudio como los de Catarina, Huarangayoc, Paron-
CMP, Paron, Amanda, California IV, Pierina (en expansión); Santo Toribio, Antamina, Romy Nuestra Señora de la Soledad,
Estrella del Norte, Sabrina, Caolin, Aija-La Bellota, Pira, Pachapaqui y Rodeo.
De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Energía y Minas, entre enero y julio de 2009, la producción minera experi-
mentó un incremento importante en casi todos los rubros en el departamento de Ancash. A modo de ejemplo, se puede
mencionar que Ancash produce el 14.59% de la producción nacional de plata y el 20.21% de cobre.
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LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
a. Las comunidades campesinas de la Franja Occidental Andina de la Cordillera Negra en la zona norte, comprendidas
en las provincias de Casma y Santa; en la zona sur, las comunidades de las provincias de Huarmey; Aija, Ocros y Bolognesi.
b. Las comunidades campesinas del Callejón de Huaylas comprendidas en las provincias de Recuay, Huaraz, Carhuaz,
Yungay y Huaylas. Estas comunidades se hallan entre las Cordilleras Blanca y Negra.
c. Las comunidades campesinas del Callejón de Conchucos están situadas en las provincias de Huari, Mariscal Luzuriaga,
Pomabamba, Sihuas, Antonio Raymondi, Asunción, Corongo y Carlos Fermín Fitzcarald.
Según el Directorio de Comunidades Campesinas del Perú 2006 proporcionada por COFOPRI1, en el departamento de
Ancash existen 349 comunidades reconocidas oficialmente. El mayor número de las comunidades reconocidas se en-
cuentran en las provincias de Huari (47), Bolognesi (36), Huaraz (32), Huaylas (29), Pomabamba (28) y Sihuas (25).
Según el III CENAGRO, en Ancash existían 350 comunidades hasta diciembre de 1994. Esta cifra se reduce a 344 comu-
nidades en el Directorio del PETT de 1998. Los Directorios de la DRA de 2006 y del PETT (COFOPRI) del año 2006 dan
nuevas cifras: 346 y 349 comunidades respectivamente. En efecto, según los directorios del PETT, desde 1998 hasta 2006,
el número de comunidades reconocidas en el departamento se incrementó en cinco; sin embargo, en relación a la infor-
mación proporcionada por el III CENAGRO, se observa la disminución del número de dichas unidades.
Desde la óptica del III Censo Agropecuario (III CENAGRO), las comunidades campesinas son unidades agropecuarias con
propiedad colectiva de tierras declaradas por los comuneros que la conforman; mientras que, la Dirección Regional Agra-
ria y el PETT (COFOPRI) solo consideran como comunidades reconocidas a las registradas en sus respectivos directorios.
Entonces, el área declarada como tenencia comunal difiere del área total comunal reconocido de acuerdo a los registros
oficiales.
En efecto, según los registros oficiales, hasta diciembre del año 2006 en el departamento de Ancash existían 349 comu-
nidades oficialmente reconocidas, con personería jurídica debidamente registradas en los Registros Públicos. Esta cifra
representa el 6.92% de comunidades a nivel nacional.
El mayor número de estas comunidades se encuentra en las provincias de Huari (13.46%), Bolognesi (10.3%), Huaraz
(9.16%), Huaylas (8.30%) y Pomabamba (8.2%). Las provincias con el menor número de comunidades son Casma (0.57%),
Huarmey (1.43%), Antonio Raymondi (1.41%) y Asunción (1.43%) como puede apreciarse en el siguiente cuadro:
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LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
CUADRO Nº 6
COMUNIDADES CAMPESINAS CON RECONOCIMIENTO LEGAL EN LA REGIÓN ANCASH
Nº PROVINCIAS PETT 1998 (*) DRA 2006 (**) COFOPRI 2006 (***)
Nº % Nº % Nº %
1 Aija 11 3.19% 11 3.17% 11 3.15%
2 Antonio Raymondi 04 1.16% 04 1.15% 04 1.14%
3 Asunción 04 1.16% 05 1.44% 05 1.43%
4 Bolognesi 37 10.75% 36 10.40% 36 10.31%
5 Carhuaz 14 4.06% 14 4.04% 14 4.01%
6 Carlos Fermín Fitzcarrald 13 3.77% 13 3.75% 13 3.72%
7 Casma 02 0.58% 02 0.57% 02 0.57%
8 Corongo 11 3.19% 11 3.17% 11 3.15%
9 Huaraz 30 8.72% 32 9.24% 32 9.16%
10 Huari 47 13.66% 47 13.58% 47 13.46%
11 Huarmey 05 1.45% 05 1.44% 05 1.43%
12 Huaylas 29 8.43% 29 8.38% 29 8.30%
13 Mariscal Luzuriaga 13 3.77% 13 3.75% 13 3.72%
14 Ocros 13 3.77% 13 3.75% 13 3.72%
15 Pallasca 15 4.36% 15 4.33% 15 4.29%
16 Pomabamba 27 7.84% 28 8.09% 28 8.02%
17 Recuay 19 5.52% 19 5.49% 19 5.44%
18 Santa 08 2.32% 08 2.31% 10 2.86%
19 Sihuas 25 7.26% 25 7.22% 25 7.16%
20 Yungay 17 4.91% 16 4.62% 17 4.87%
TOTAL 344 100.00% 346 100.00% 349 100.00%
Elaboración propia.
Fuente:
(*) Directorio de Comunidades Campesinas del Perú, PETT Diciembre 1998.
(**) Directorio de Comunidades Campesinas, DRA marzo 2006.
(***) Directorio de Comunidades Campesinas del Perú, COFOPRI Diciembre 2006.
El mayor incremento del número de comunidades reconocidas en el departamento de Ancash se observa en el periodo
de la Reforma Agraria que comprende los años 1969–1991; pero, su fase de mayor auge duró hasta 1979. En este periodo
fueron reconocidas el 45.84% del total de comunidades existentes en Ancash. Estas comunidades se constituyeron como
resultado de las acciones de afectación, expropiación y adjudicación de tierras de las haciendas por parte del Estado.
Sin embargo, el 37.53% de comunidades obtuvieron su reconocimiento legal antes de la Reforma Agraria. Muchas de
estas comunidades reivindican su origen anterior a la Colonia y a la constitución de la República.
El incremento del número de comunidades reconocidas en el departamento de Ancash tiene relación con los cambios
operados en el contexto social y político nacional, configurados por acontecimientos como los levantamientos por tierras
en los años 50 y 60, la Reforma Agraria, la reestructuración de las propiedades asociativas de carácter empresarial (SAIS),
la promulgación de la Ley General de Comunidades Campesinas y la Ley de Deslinde y Titulación durante el primer go-
bierno de Alan García; así como la implementación del Proyecto Especial de Titulación y Catastro Rural PETT, entre los
años 1992 y 2006 (gobierno de Alberto Fujimori).
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LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
La titulación de tierras comunales ha concluido en las provincias de Aija, Antonio Raymondi, Asunción, Bolognesi, Car-
huaz, Carlos Fermín Fitzcarrald, Casma, Huarmey, Huaylas, Ocros, Recuay y Yungay. El mayor número de comunidades
que quedan por titular se halla en las provincias de Santa (30%), Pallasca (26.66%), Sihuas (12%), Pomabamba (10.71%),
Huaraz y Corongo 9.37% como puede apreciare en el siguiente cuadro:
CUADRO Nº 7
SITUACIÓN DE TITULACIÓN DE LAS COMUNIDADES CAMPESINAS
EN LA REGIÓN ANCASH
Elaboración propia.
Fuente:
(*) Directorio de Comunidades Campesinas del Perú, PETT; Diciembre 1998.
(**) Directorio de Comunidades Campesinas del Perú, PETT (COFOPRI), Diciembre 2006
Según la información de COFOPRI 2006, el mayor número de comunidades campesinas en el departamento fue titulado
en el periodo post Reforma Agraria entre los años 1992 y 2006, es decir, por el PETT. En este periodo, se tituló el 73.47%
del total de comunidades actualmente tituladas en el departamento.
El segundo momento fuerte de titulación de las comunidades en Ancash se lleva acabo entre los años 1969 y 1991, es
decir, durante la Reforma Agraria. En este periodo, se titularon 84 comunidades de un total de 344 comunidades recono-
cidas.
Muchas comunidades campesinas titularon sus predios en varios momentos y en más de una modalidad. Se observan
cuatro modalidades de titulación comunal: por deslinde, adjudicación, posesión y saneamiento. Según el Directorio de
las Comunidades Campesinas del PETT (COFOPRI 2006), 158 predios comunales fueron titulados por adjudicación y, otras
146, por deslinde.
Durante la Reforma Agraria, el Estado adjudicó tierras afectadas y expropiadas de las haciendas a las comunidades cam-
pesinas; sin embargo, las comunidades no fueron consideradas como las adjudicatarias prioritarias. La mayor parte de las
adjudicaciones se hicieron a las SAIS, en las que muchas comunidades fueron incluidas como socias.
9
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
En el contexto de reestructuración de empresas asociativas (1986–1992), las tierras adjudicadas a las SAIS pasaron a las
comunidades socias como es el caso de la SAIS Atusparia que se transforma en la comunidad campesina de San Miguel
de Ytcuyacu, en Recuay. En otros casos, en base a la Ley General de Comunidades Campesinas (Ley Nº 24656) y la Ley
de Deslinde y Titulación del Territorio Comunal (Ley Nº 24657): los grupos campesinos, adjudicatarios de la Reforma, se
constituyeron en comunidades campesinas como es el caso de la comunidad de Alfredo Montero en el distrito de Inde-
pendencia (Huaraz). En el periodo post Reforma Agraria, se forman nuevas comunidades como resultado del proceso de
independización de caseríos y sectores respecto de las “comunidades madres”.
Actualmente, según el Jefe Zonal de COFOPRI Ancash2, para el año 2008 COFOPRI se había propuesto titular tres comuni-
dades; sin embargo, esta meta no se alcanzó. En lo que va del presente año (2009), dos comunidades se hallan en proce-
so de titulación: la comunidad de Payaupampa, en el distrito de Parobamba (Pomabamba), y la comunidad Virgen de los
Desamparados, en el distrito de Lucma (Mariscal Luzuriaga). Además, dos comunidades están gestionando la ampliación
de sus territorios: la comunidad de Luis Andrés Avelino Cáceres y la comunidad de Shumay. Desde la clausura del PETT
en el año 2006, no se han llevado acabo nuevas titulaciones de comunidades campesinas en el departamento de Ancash.
Existen dos factores que limitan la culminación de la titulación de las comunidades campesinas en Ancash. Por un lado,
la ausencia de una política del Estado orientada a la culminación del saneamiento de tierras comunales, con programa,
presupuesto y personal. Por otro lado, la debilidad de mecanismos institucionales de solución de conflictos entre comu-
neros y comunidades.
2 Entrevista al ing. Juan Jesús Guerrero, Jefe Zona COFOPRI Ancash; agosto de 2009.
10
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
CUADRO Nº 8
SITUACIÓN REGISTRAL DE LAS COMUNIDADES CAMPESINAS
EN LA REGIÓN ANCASH
Elaboración propia
Fuente:
Directorio de Comunidades Campesinas, PETT Diciembre 2006.
Directorio de Comunidades Campesinas, PETT setiembre 2006.
Si bien, la inscripción de las comunidades tituladas en los Registros Públicos está casi concluida; muchos “predios” o
“sectores” titulados aún no están inscritos en los Registros Públicos debido a que fueron titulándose progresivamente en
diferentes periodos. Tres factores influyeron en la titulación por partes y en la postergación de la inscripción de dichos
predios: la independización de caseríos o sectores respecto de la “comunidad madre”, los procesos judiciales sobre áreas
en conflicto con particulares y las áreas en litigio entre comunidades.
Otro aspecto a tener en cuenta es que muchas comunidades campesinas en el departamento no cuentan con geore-
ferenciación. Generalmente, estas comunidades carecen de planos, expedientes de colindancia; las áreas tituladas no
coinciden con lo inscrito en los Registros Públicos, los expedientes de reconocimiento se hallan en el Poder Judicial o sus
títulos no se hallan en los archivos.
Las comunidades que se constituyeron durante la Reforma Agraria tienen mayores problemas referidos al saneamiento
de la propiedad comunal. Estos problemas tienen relación con el agotamiento de predios comunales, como se observa
en las comunidades de Alfredo Montero en Huaraz y en la comunidad de Shumay en Carhuaz; la venta de predios comu-
nales a empresas ligadas a la actividad minera, hotelera y urbanística, como se observa en las comunidades de Luis M.
Sanchez Cerro y Cuatro Estrellas en Huaraz; predios comunales en posesión sin titulos, como ocurre en las comunidades
de Shumay y 7 Imperios en la provincia de Carhuaz.
Sin embargo, comunidades ancestrales como Cochabamba en la provincia de Huaraz aún no han inscrito sus predios
titulados en los Registros Públicos; o comunidades nuevas como San Miguel de Utcuyacu, que fueron tituladas por el
PETT, sostienen litigios sobre extensas áreas con comunidades vecinas y particulares.
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LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Por su origen, se distinguen tres tipos de comunidades campesinas: las que fueron reconocidas con anterioridad a la
Reforma Agraria (1920-1968), es decir, aquellas sobre las que se tenía posesión ancestral; las comunidades que se cons-
tituyen sobre la base de adjudicación de tierras de haciendas durante la aplicación de la Reforma Agraria (1969-1991);
y, aquellas comunidades que surgen después del periodo de la Reforma Agraria (1992-2006) como resultado de la re-
estructuración de tierras de las SAIS o la independización de predios o sectores de las “comunidades madres”. Al primer
grupo denominamos Comunidades Ancestrales; cuyas tierras e instituciones comunales preexisten a la Reforma Agraria;
al segundo grupo, podemos llamarlas Comunidades de la Reforma y, al tercer grupo, Nuevas Comunidades.
Por su ubicación geográfica, se distinguen también tres tipos de comunidades: aquellas que se ubican en latitudes altas
o de puna, con mayor extensión de pastos naturales, y cuya principal actividad es la ganadería o el pastoreo; las comuni-
dades cercanas a las zonas urbanas o áreas de expansión urbana, cuyas tierras están siendo incluidas en grandes proyec-
tos de urbanización impulsados por las empresas mineras y las municipalidades distritales; y, las comunidades de valle,
ubicadas entre la Cordillera Blanca y el Río Santa. A diferencia de comunidades de zonas altas, las comunidades de valle
cuentan con mayor superficie agrícola y de riego, y la actividad principal es la agricultura.
Al primer grupo denominamos Comunidades Altinas o Comunidades de Puna; al segundo grupo, Comunidades en Pro-
ceso de Urbanización y, al tercer grupo, Comunidades de Valle.
Por el grado de afectación de fenómenos económicos y políticos, se distinguen dos tipos de comunidades: Comunidades
Afectadas por la Minería y las Comunidades Afectadas por la Violencia Política.
Un aspecto fundamental de afectación por la actividad minera es el cambio de propiedad, la propiedad comunal se
transforma en gran propiedad minera. En la provincia de Huari: las comunidades campesinas de Angorayu, Carhuayoc
y Huaripampa vendieron grandes extensiones de tierras comunales a la empresa Antamina entre noviembre de 1997 a
octubre de 1998. La comunidad de Angarayu vendió 1,130 has. tituladas en los caseríos de Contonga y Yanacancha; y, la
comunidad de Huaripampa, 2,337 has. tituladas en el caserío de Yanacancha4.
La venta de estos predios generó una serie de conflictos entre los sectores al interior de las comunidades y la Junta Direc-
tiva Comunal; entre las comunidades y la minera por los términos y el cumplimiento de compromisos verbales ofrecidos
por los negociadores de la mina; la indeterminación de linderos de los nuevos predios mineros y las áreas no vendidas
de las comunidades.
Por otro lado, la violencia política de los años 80 y 90 afectó a las comunidades ubicadas en la franja tanto oriental como
occidental de la Cordillera Negra en la provincia de Huaraz; entre ellas, Alfredo Montero, Cochabamba, Pariacoto, entre otras.
Se observan cinco tipos básicos de presidentes comunales en las comunidades campesinas visitadas en el Callejón de
Huaylas: presidentes que priorizan la gestión de proyectos productivos asociativos con recursos de la misma comunidad,
presidentes con escasa capacidad para generar acciones colectivas, dirigentes comunales abiertos a los cambios genera-
dos en el entorno comunal, presidentes comunales que generan proyectos en alianza con actores locales y los dirigentes
comunales gremialistas.
3 En la tercera semana del mes de agosto (2009), se entrevistó a los presidentes de diez comunidades campesinas ubicadas en el Callejón de Huaylas con la finalidad de
aproximarnos a las percepciones que tienen sobre el saneamiento legal de sus comunidades.
4 Salas Guillermo: “Dinámica Social y Minería. Familias Pastoras de Puna y la presencia del proyecto Antamina (1997-2002); IEP, Lima, 2008; pág. 209.
5 No se obtuvo información de la SUNARP sobre la situación de los mandatos dirigenciales de las comunidades en el departamento de Ancash.
12
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Los presidentes comunales que priorizan la gestión de proyectos productivos asociativos con recursos de la misma co-
munidad suelen ser relativamente jóvenes, con educación secundaria completa, con experiencia de migración o que
viven entre la ciudad y la comunidad; con una gran experiencia dirigencial. Este es el caso del presidente de la comunidad
campesina de San Miguel de Utcuyacu donde se está impulsando un proyecto comunal ganadero importante.
Presidentes con escasa capacidad para generar acciones colectivas en la comunidad. Los dirigentes con este tipo de perfil
se observa en las comunidades con fuerte tradición familiar en el manejo de la tierra comunal bajo la forma de “parcelas
familiares”. Los dirigentes comunales suelen ser muy mayores, con escasa formación escolarizada, escasa experiencia en
la construcción de alianzas con actores e instituciones extra comunales.
Dirigentes comunales abiertos a los cambios generados en el entorno. Estos dirigentes cuentan con una formación es-
colarizada de secundaria completa o superior, y desarrollan redes con actores económicos y políticos influyentes en la
región.
Están también los presidentes comunales que generan proyectos en alianza con actores locales como las autoridades
municipales. Algunos líderes comunales tienen en sus agendas de trabajo propuestas aprobadas o en proceso de gestión
para la mejora de la agricultura o ganadería, sistemas de riego, etc.
Los dirigentes comunales gremialistas son líderes que defienden por principio la propiedad comunal de la tierra y traba-
jan por el fortalecimiento de la organización comunal, así como de sus gremios como son las Ligas Agrarias, la Federación
Departamental y la Confederación Nacional Agraria.
En cuanto a las Juntas Directivas, de las diez comunidades exploradas solo una (comunidad de Cotaparaco) no estaba
inscrita en los Registros Públicos porque no había absuelto las observaciones hechas por la SUNARP.
Si bien las Juntas Directivas están inscritas en los Registros Públicos, sin embargo, se observa una gran debilidad de
dichas instancias especialmente en lo referente a la organización de la acción colectiva. Se observan tres factores que
influyen en la configuración de esta debilidad organizativa comunal: el manejo parcelario de la tierra al interior de las
comunidades; los procesos políticos y económicos que han fortalecido el mercado de tierras; la fuerte presencia de la
actividad minera y el proceso intensivo de urbanización; el escaso desarrollo de capacidades de liderazgo y legitimidad
de los dirigentes comunales.
Se observa también un escaso compromiso de los miembros de las Juntas Directivas en el cumplimiento de sus funcio-
nes y en la gestión de los asuntos comunales, hecho que atribuyen al ejercicio ad honoren de los cargos comunales. Sin
13
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
embargo, en comunidades como San Miguel de Utcuyacu, la Junta Directiva percibe un salario por el tiempo que dedican
al ejercicio del mandato dirigencial; al respecto, el presidente de esta comunidad dice lo siguiente “es necesario pagar a
la Junta Directiva porque nosotros dedicamos bastante tiempo a las gestiones de la comunidad”. La retribución salarial
de la dirigencia se sustenta en la producción comunal de ovinos y ganados vacunos, dado que esta comunidad es fun-
damentalmente ganadera.
En comunidades como Alfredo Montero de Jatun Pongor se observa una escasa participación comunal y la Junta Directi-
va no tiene capacidad para regular el acceso a la tierra u otro tipo de recursos comunales. Sin embargo, lo que mantiene
en cierto modo viva la organización comunal es la administración del agua.
Algunos dirigentes como los de la comunidad de Copa Chico6, ven con bastante preocupación la demanda de las familias
por la titulación individual de predios que poseen especialmente en las áreas bajo riego; por otro lado, ante la escasa
información que poseen sobre la legislación que protege los predios comunales y los derechos de las comunidades
campesinas.
La organización de las comunidades campesinas en el departamento de Ancash se halla bastante debilitada debido
fundamentalmente al proceso de parcelación familiar promovido en parte por la política de libre disposición de tierras
comunales establecida en la Constitución de 1993 y por los decretos legislativos que facultan la inversión en las comuni-
dades campesinas y la compra-venta de sus tierras.
CUADRO Nº 9
DISTRIBUCIÓN DE TIERRAS DE COMUNIDADES CAMPESINAS SEGÚN SU CALIDAD
EN LA REGIÓN ANCASH
Fuente: Valera Guillermo. Las Comunidades en el Perú, una visión nacional desde las series departamentales. Lima: IER, 1998, p.38
6 Entrevista a Paulino Mauricio Chávez, presidente de la comunidad campesina de Copa Chico, agosto de 2009
7 Valera Guillermo. Las Comunidades en el Perú, una visión nacional desde las series departamentales. Lima: IER, 1998.
14
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
La superficie de pastos naturales se hallaba casi en su totalidad bajo la administración de la comunidad. De las 654,345.67
hectáreas que constituía la totalidad de la superficie de pastos: 612,785.64 hectáreas estaban bajo el régimen de uso
comunal y otras 41,560.03 bajo la forma de parcela familiar. Es decir, el 93.64% de pastos naturales era de uso comunal y
tan solo el 6.35% de uso familiar.
En el año 1994, la superficie no agrícola era de uso mayoritariamente comunal; es decir, 136,488.12 hectáreas estaban en
posesión de la comunidad lo que representaba el 81.15% del total de áreas no agrícolas; mientras que, 27,650.51 has se
hallaban en posesión familiar lo que representaba el 16.84% del total de la superficie no agrícola.
Provincias con mayor presencia de familias comuneras: Huari y Carhuaz son las provincias con mayor número de familias
comuneras.
Provincias con presencia media de familias comuneras: Consideramos como rango medio a las provincias que tienen
entre 3 mil y 5 mil familias comuneras. Bolognesi, Huaylas, Pallasca y Yungay se sitúan en el rango medio de provincias
comuneras.
Provincias con baja presencia de familias comuneras: Consideramos como rango bajo a las provincias que tienen entre
mil a 3 mil familias comuneras. Las provincias de Aija, Carlos Fermín Fitzcarrald, Mariscal Luzuriaga, Ocros, Recuay, Santa
y Sihuas se ubican en el rango con población comunera baja.
4. Desarrollo de conflictos
Los conflictos que se organizan alrededor de la tierra y los recursos naturales forman parte de la trama de relaciones
sociales que se construye entre comuneros, entre comunidades o de éstas con particulares, o entre comunidades y enti-
dades supracomunales.
Estos problemas se suscitan frecuentemente en las comunidades alto andinas visitadas como Cotaparaco, Pampas Chico
y Utcuyacu en la provincia de Recuay, que son fundamentalmente ganaderas o de pastoreo.
El desigual acceso a la tierra y al agua es otro eje de conflicto en las comunidades campesinas del Callejón de Huaylas.
En la mayoría de las diez comunidades exploradas en el presente estudio, la totalidad de tierras agrícolas se halla en po-
sesión familiar limitando la adjudicación a las nuevas familias que se van incrementando anualmente. Una consecuencia
de este problema es el incremento de la fragmentación de parcelas familiares o la migración forzada de jóvenes hacia las
ciudades.
En algunos casos, las tierras agrícolas de uso comunal son dadas en arriendo a los comuneros o a terceros como una
fuente de ingresos de las arcas comunales, como es el caso de la comunidad de Cochabamba (Huaraz); en otros casos,
las tierras comunales se emplean para el desarrollo de proyectos productivos de carácter asociativo o comunal como en
la comunidad de Utcuyacu (Recuay).
15
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Se observa también casos de acumulación de tierras eriazas por grupos familiares al margen de las decisiones de la
Asamblea Comunal como ocurre en la comunidad de Cotaparaco, o la posesión de tierras de mejor calidad agrícola y de
mayor extensión en relación al promedio del tamaño de parcelas familiares –de 1 a 2 has.- por parte de los dirigentes
comunales como sucede en la comunidad de Utcuyacu y La Sanja en Yungar.
El acceso desigual a la tierra agrícola determina generalmente también el desigual acceso al agua en las comunidades
alto andinas, que se proveen de agua de pequeños puquiales o de pequeños ríos que subsisten en tiempos de sequía. A
su vez, estas comunidades carecen de sistemas hidráulicos de retención y conservación del agua (canales o reservorios).
Según los presidentes comunales entrevistados, la invasión de parcelas vecinas es una práctica muy frecuente en las
comunidades campesinas de la región. La invasión asume dos formas básicas: la redefinición arbitraria de linderos de
parcelas y la invasión de ganados en áreas cultivadas.
La redefinición de linderos de parcelas de uso familiar se hace de modo arbitrario desconociendo las reglas socialmente
establecidas especialmente por los comuneros jóvenes por considerarlas injustas o aduciendo la redistribución de la
acumulación arbitraria de tierras por parte de grupos de familias o líderes de la comunidad.
En algunas comunidades del Callejón de Huaylas se han la independizado de algunos sectores8 motivados por la venta
de predios a las empresas mineras: el sector Huanchac en la comunidad de Cuatro Estrellas en el año 2002 y en la comu-
nidad José Avelino Cáceres de Cuncashca en el distrito de Jangas. En el primer caso, la Directiva Comunal vendió más de
40 has a la empresa Antamina para la construcción de la Urb. El Pinar y otras 14 has. al hotel Tumi. En el segundo caso, la
comunidad vende parte de sus predios a la empresa Barrick igualmente para la construcción de un área residencial para
sus trabajadores.
Según el Jefe Zonal de COFOPRI Ancash9, la independización de sectores comunales ubicados especialmente en las zo-
nas de influencia minera o en áreas en proceso de urbanización es una demanda que va en aumento. En las comunidades
no tituladas, los dirigentes recurren a títulos ancestrales exigiendo la titulación sobre los predios en posesión. En estos
casos, la presencia de empresas mineras y proyectos de urbanización vienen ampliando el mercado de tierras y generan-
do conflictos entre comuneros o grupos de comuneros al interior de las comunidades.
8 Generalmente, las comunidades campesinas están divididas en sectores. Un sector está conformado por un conjunto de parcelas familiares o centros poblados.
9 Entrevista al Dr. Juan Jesús Guerrero, Jefe Zonal COFOPRI Ancash; agosto 2009.
16
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Otro proceso que viene desarrollándose al interior de las comunidades en Ancash es la independización de los centros
poblados. Según los funcionarios de COFOPRI zonal Ancash, este proceso se ha incrementado con la finalidad de acceder
a proyectos sociales impulsados por el Estado (servicios de agua, desagϋe, luz; el Programa Juntos, entre otros).
COFOPRI zonal Ancash ha impulsado la independización de 37 centros poblados en las comunidades campesinas sobre
un área de 599.92 has. en las provincias de Aija (1), Bolgnesi (12), Carhuaz (1), Carlos Fitzcarrald (1), Casma (1); Huaraz (3),
Huari (2), Huarmey (3), Ocros (1), Pallasca (9), Recuay (2) y Yungay (1)10.
La parcelación al interior de las comunidades se incrementó desde la segunda mitad de los años 90 como resultado de la
promulgación de los Decretos Legislativos que promueven la apertura del mercado de tierras que tuvo un efecto impor-
tante en las comunidades de la sierra. Este proceso se ha seguido acentuando especialmente en las comunidades que
tienen predios en áreas bajo riego o valle, y en las comunidades cercanas a la ciudad de Huaraz.
En las comunidades ancestrales altinas como Cochabamba o Cotaparcao, la transferencia de las parcelas familiares se
realiza a través del mecanismo de la herencia por el cual el predio de los padres pasa a los hijos que se han quedado en
la comunidad; en algunos casos, manteniendo la integridad de las parcelas; en otros casos, los predios han sufrido un
proceso de mayor fragmentación. En las Comunidades de la Reforma Agraria, las familias adjudicatarias han recibido las
mismas parcelas que tuvieron como trabajadores o “medianeros” de la hacienda. En otros casos, cada cierto periodo de
tiempo se redistribuye la tierra entre los grupos de familias.
Se observa también un componente de carácter más subjetivo como es el desarrollado de expectativas por la titulación
individual de predios que las familias poseen bajo la forma de parcelas. La demanda de titulación individual responde
fundamentalmente a la búsqueda de seguridad de la propiedad familiar y, eventualmente, acceder en mejores condicio-
nes al mercado o hacerse acreedores de ciertos beneficios que ofrecen las entidades financieras o comerciales (créditos),
o algunas ONG dedicadas al desarrollo de las denominadas “cadenas productivas”.
Según los presidentes comunales entrevistados, COFOPRI -entidad pública que aprueba las condiciones técnicas para la
titulación- no ha estado al margen de la promoción de la titulación individual de predios al interior de las comunidades;
aunque, los funcionarios de COFOPRI sostienen que carecen de un marco normativo para ello.
Los presidentes comunales de las comunidades altinas con grandes extensiones de pastos opinan que la titulación indi-
vidual traería cierto beneficio solo sobre las parcelas agrícolas bajo riego; mientras que, la superficie con pastizales serían
expropiadas por el Estado en calidad de tierras ariazas.
En efecto, existen opiniones divergentes respecto a la titulación individual de parcelas familiares en posesión. Esta expec-
tativa es mayor entre los comuneros que poseen mayor cantidad de áreas agrícolas especialmente bajo riego y en valles,
así como en las comunidades que tienen predios en áreas cercanas a las zonas de crecimiento urbano. En cambio, para
las familias comuneras con mayor extensión de superficie con pastos naturales o tierras eriazas, la titulación individual es
sinónimo de riesgo. Es más, al interior del primer tipo de comunidades, las familias con mayores extensiones de tierras y
de mejor calidad, o las que están más insertas en la dinámica del mercado guardan mayores expectativas sobre la titula-
ción individual en las comunidades campesinas.
10 Este proceso ha tenido lugar en las comunidades campesinas de Cory Aylluyoc en el distrito de Cores; Llaclla en el distrito de Abelardo Lezameta; Aquia en el distrito de
Aquia; Cajay en el distrito de cajay; Canis en el distrito de Canis; Colquiyoc en el distrito de distrito de Colquioc; Huasta en el distrito de Huasta; Gorgorillo en el distrito de
La Primavera; Mangas en el distrito de Mangas; Pacllón en el distrito de Pacllón; Corpanqui en el distrito de san Miguel de Corpanqui; De la Roca en el distrito de Ticllos (pro-
vincia de Bolognesi). La comunidad de Vicos en el distrito de Marcará en la provincia de Carhuaz. Las comunidad de San Pedro de Canchabamba en el distrito de San Luis,
provincia Carlos Fitzcarrald. La comunidad de Huanchuy en el distrito de Bella Vista, provincia de Casma. Las comunidades de Cochabamba en el distrito de Cochabamba;
Independencia de Chacchán en el distrito de Pariacoto (provincia de Huaraz). Pamparomas en el distrito de Pamparomas (Huylas); Yacya en el distrito de Huari; Paucas en el
distrito de Paucas (Huari); Cochapetí en el distrito de Cochapetí; Quimay Ayllucyoc en el distrito de Huayán; San Miguel en el distrito de Malvas (Huarmey); Cajamarquilla en
el distrito de Cajamarquilla (Ocros); Conchucos en el distrito de Conchucos; Lacabamba en el distrito de Lacabamba; Pallasca en el distrito de Pallasca; Pampas en el distrito
de Pallasca (Pallasca); Llacllín y Pararín en el distrito de Recuay (Recuay); y Tumpa en el distrito de Yungay en la provincia de Yungay.
11 Entrevista al responsable del área de Comunidades Campesinas y Tierras Eriazas de COFOPRI Zonal Ancash; agosto, 2009.
17
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
refrendados con actas de colindancia por las partes en conflicto. Las comunidades que tienen más conflictos por linderos
serían aquellas que se originaron con la Reforma Agraria debido a que fueron tituladas sin una demarcación de linderos.
Este tipo de conflictos se observa también en las comunidades que vendieron sus predios a las compañías mineras, dado
que por la premura del tiempo y las dificultades de logística, el PETT no elaboró las actas de conlindancia con presencia
in situ de las partes.
La Defensoría del Pueblo12 reporta también cuatro conflictos socio ambientales activos hasta el mes de agosto de 2009
en el territorio de comunidades campesinas en el departamento de Ancash: los comuneros de Carhuayoc denuncian
la contaminación ambiental y el peligro de disminución del agua de la Laguna de Condorcocha como resultado de la
remoción de tierra y voladura de rocas por parte de la Compañía Minera Antamina. Por su parte, los pobladores de los
caseríos de Buenos Aires y Yacucancha en el distrito de Ticapampa (Recuay) exigen a la Empresa Minera “Toma la Mano”
la implementación de proyectos de desarrollo y empleo para la población por la instalación de la planta concentradora
de manera irresponsable. Otros conflictos están relacionados con el uso del agua de las lagunas para la minería o por el
incumplimiento de acuerdos de parte de las mineras.
La Defensoría del Pueblo reporta dos conflictos que se desarrollan en la relación con el Estado: el primero por abuso de
autoridad y, el segundo, referido a la Ley que crea la autoridad del Agua. Las Rondas Campesinas y los pobladores de la
comunidad de Calpoc, en el distrito de Yaután provincia de Casma, acusan de robo y toman como rehen a un policía, en-
frentándose a la Policía Nacional del Perú. Otro eje de conflicto se ha desarrollado en torno a la creación de la Autoridad
Nacional del Agua (ANA) por el Decreto Legislativo 1081 y su reglamento DS Nº 039-2008/AG. Este conflicto se ha expre-
sado en casi todo el país; de modo particular, en los departamentos de Ancash, Cusco y Andahuaylas.
En el desarrollo de estos conflictos ejercen liderazgos los representantes de gremios como las Ligas Agrarias Provinciales
o representantes de las organizaciones sociales como las Rondas Campesinas y de los Frentes de Defensa. Los presiden-
tes de las comunidades campesinas no ejercen liderazgos en estos espacios; las agendas socio ambientales tampoco
son discutidas en las asambleas comunales. Los espacios de representación comunal son débiles como escenarios de
negociación y solución de conflictos sociales.
En estos casos, generalmente se han conformado mesas de diálogo con la participación de representantes de las comu-
nidades y de poblaciones afectadas por la minería; así como de las empresas privadas y del Estado; sin embargo, estos
acuerdos generalmente no se cumplen y la mesas de diálogo se disuelven tan rápidamente como se formaron.
En algunas comunidades de las zonas de influencia minera, la venta de tierras comunales a las empresas mineras y la
constitución de empresas asociativas o comunales han influido en el fortalecimiento de la independencia comunal res-
pecto de la municipalidad distrital como es el caso de San Marcos en la provincia de Huari; por otro lado, ha fortalecido
los canales de interacción y negociación directa con las empresas (Anatamina) y el Estado (Ministerio de Salud, Ministerio
de de Educación, Ministerio del Interior). De este modo, algunas comunidades campesinas han fortalecido la institucio-
nalidad comunal con capacidad de interlocución y negociación, y han buscado caminos institucionalizados de solución
de conflictos sociales.
12 Conflictos Sociales y gobernabilidad. Reporte mensual de los conflictos sociales, agosto de 2009. Defensoría del Pueblo
18
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Para el mencionado funcionario, el principal factor limitante para concluir con la titulación de las comunidades campesi-
nas en el departamento es la ausencia de un programa con fondos y equipos técnicos especializados; es decir, no existe
una política orientada a concluir con el saneamiento de las comunidades campesinas en el Perú.
Sin embargo, COFOPRI Ancash ha impulsado significativamente la independización de 37 Centros Poblados en las comu-
nidades campesinas. Al mismo tiempo, COFOPRI ha recabado solicitudes de parcelación y titulación de tierras al interior
de las comunidades en las provincias de Corongo, Huaraz, Carhuaz; Carhuaz, Aija, Asunción, Bolognesi, Huari, Huaylas,
Pallasca y Yungay.
En efecto, tanto la independización de los Centros Poblados como la parcelación de las comunidades campesinas forman
parte de la agenda de COFOPRI. El argumento de los funcionarios de COFOPRI Ancash en favor de la independización
de predios urbanos de las comunidades es que facilita el acceso a los programas y proyectos sociales impulsados por el
Gobierno Central.
• Requerimiento de presupuesto y equipos para asumir el área de comunidades campesinas y tierras eriazas, que actual-
mente se halla en COFOPRI.
• Concluir con la titulación de las comunidades campesinas y la delimitación de los linderos entre comunidades.
• Las comunidades deben entrar en la lógica empresarial y pagar los servicios como el consumo de agua.
• Trabajar con las comunidades que reúnan las condiciones para el desarrollo. Las comunidades que tienen escasas
tierras agrícolas no podrán entrar en el plan de desarrollo regional.
13 Entrevista al Ing. Juan Jesús Guerrero, Jefe Zonal COFOPRI Ancash, agosto 2009.
14 Entrevista al Ing. Roger Herrera, Jefe de la Dirección Regional Agraria de Ancash; agosto de 2009.
19
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Según el responsable del área de Comunidades Campesinas y Tierras Eriazas15 de COFOPRI no existen canales de coor-
dinación entre la oficina de comunidades del Gobierno Regional y el área de COFOPRI. Por otro lado, tampoco parece
haber coordinación entre la oficina de comunidades del Gobierno Regional y la Dirección Regional Agraria en lo referente
a las comunidades campesinas.
Si bien el Gobierno Regional de Ancash no ha emitido norma u ordenanza alguna a favor de las comunidades campesi-
nas, tampoco la Ley Orgánica del Gobierno Regional ni la Ley de Descentralización especifican la función del Gobierno
Regional respecto a las comunidades campesinas.
La Ley de Descentralización no incluye a las comunidades campesinas en el territorio de la República (art.16), ni son re-
conocidas como sujetos de participación ciudadana en la concertación de planes de desarrollo y presupuestos (art. 17);
tampoco son incluidas en el Consejo Nacional de Descentralización.
La escasa atención que concita la problemática de las Comunidades Campesinas en la agenda del Gobierno Regional
guarda relación con el Plan de Desarrollo Regional Concertado 2008 a 2021. En los objetivos estratégicos generales ni en
los objetivos estratégicos específicos aparece el tratamiento de las comunidades campesinas16.
Actualmente no existen proyectos del Gobierno Regional para comunidades campesinas, pero las comunidades cam-
pesinas se benefician indirectamente de los proyectos que el Gobierno Regional viene ejecutando en áreas rurales del
departamento de Ancash.
Los proyectos de impacto regional aprobados para el año 2009 se ejecutarán en áreas rurales provinciales o multipro-
vinciales y buscan mejorar la infraestructura productiva (irrigaciones, canales de riego, represas), impulsar el desarrollo
forestal y mejorar las capacidades productivas.
Existen dos espacios de participación ciudadana en las instancias institucionales del Gobierno Regional de Ancash: el
consejo de Coordinación Regional y el Presupuesto Participativo Regional.
En abril de 2009 se constituyó el Consejo de Coordinación Regional (CCR), con representantes de la sociedad civil; entre
ellos, se incluye a un representante de las comunidades campesinas. Por otro lado, desde el año 2007, se ha venido im-
plementando los Presupuestos Participativos Regionales.
Según el representante de la Coordinadora Rural de Ancash, existen estos mecanismos regionales, pero no dejan de ser
mecanismos más formales que espacios o procesos de participación debido a que los proyectos se priorizan no en el
ámbito del debate público sino de modo directo entre autoridades y funcionarios. Por otro lado, no se están ejecutando
los proyectos priorizados en años anteriores (2007, 2008); además, en el año 2009 se han priorizado nuevos proyectos y
se han descartado los priorizados en el año 2008.
15 Entrevista al responsable del área de Comunidades Campesinas y Tierras Erizas de CPFOPRI; agosto 2009.
16 Plan de Desarrollo Regional Concertado 2008-2021. Gerencia Regional de Planeamiento, Presupuesto y Acondicionamiento territorial; Huaraz, Marzo 2008
20
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Cuadro Nº 10
NÚMERO DE PROYECTOS APROBADOS POR TIPO Y MUNICIPALIDAD
(Año 2008)
Sin embargo, la inversión en la mejora de proyectos productivos concita solo el 2.11% de la inversión social; de igual
modo, la inversión en el desarrollo de capacidades en los pobladores es ínfima (1.58%).
Otro dato importante que se observa es que los distritos netamente rurales como Cochabamba, Yangas y Yaután también
invierten más en obras de infraestructura urbana.
En efecto, la tendencia de la inversión pública en el departamento se orienta fundamentalmente hacia las obras de
infraestructura urbana en las capitales de distritos y provincias. Esta tendencia de la inversión pública de los gobiernos
locales (y el Gobierno Regional) hacia ejecución de obras de infraestructura urbana es una expresión de la concepción de
desarrollo entendido enteramente como la ampliación de infraestructura que comparten las autoridades políticas y tam-
bién debido a los réditos económicos y políticos que se esperan recibir por la inversión en proyectos de esta naturaleza.
21
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Si bien los marcos normativos limitan la participación institucional de las comunidades en el gobierno municipal, sus
representantes participan en los Consejos de Coordinación Local y los presupuestos participativos de sus respectivas
municipalidades distritales.
Existen canales de acercamiento limitado entre las comunidades campesinas y las municipalidades distritales; sin embar-
go, la participación de representantes de las comunidades campesinas en espacios más institucionalizados como los CCL,
Presupuestos Participativos y Comités de Vigilancia es bastante débil. En primer lugar, como sostienen los entrevistados,
no son invitados a participar en estos espacios como representantes de las comunidades campesinas; en segundo lugar,
sus iniciativas de carácter productivo no son priorizadas; tercero, los proyectos aprobados no se ejecutan y se van priori-
zando nuevos proyectos.
En algunas comunidades, las iniciativas presentadas han sido rechazadas, como por ejemplo en las comunidades de
Pampas Chico en el distrito de Cotaparaco, Copa Chico en el distrito de Marcará, Alfredo Montero en el distrito de In-
dependencia en Huaraz. Generalmente, son las iniciativas de los proyectos productivos referidos a la mejora de la agri-
cultura y ganadería las que son rechazadas, argumentando que el marco normativo limita la inversión en proyectos de
esta naturaleza. La excepción a la regla constituye la comunidad de Cuatro Estrellas en Huaraz que viene ejecutando dos
proyectos importantes con el apoyo de la minera Antamina.
En la mayoría de los casos, las iniciativas presentadas a través de los presupuestos participativos son aceptadas, conver-
tidas en proyectos y cuentan con financiamiento aprobado pero no se llegan a ejecutar. Hay proyectos aprobados en
el año 2007, que aún no se ejecutan. Lo más frecuente es que las comunidades reciban apoyos muy puntuales de las
municipalidades distritales: elaboración de expedientes técnicos, concesión de maquinarias; limpieza de carreteras. Otro
rubro de inversión de las municipalidades distriales en las comunidades es la construcción de pequeños canales de riego,
por ejemplo, en Cotaparaco y Shumay.
Estos avatares de la gestión municipal debilitan los procesos sociales de participación y mecanismos como los presu-
puestos participativos. Por otro lado, las autoridades comunales aisladas de los espacios de deliberación y decisión local
pierden la visión de conjunto para afrontar las problemáticas comunales de modo concertado con otras comunidades,
sectores o actores.
Sin embargo, algunas municipalidades distritales como Shilla en Carhuaz, Chavín de Huantar en Huari, Quillo en Yungay y
Sihuas han fortalecido procesos participativos importantes en el departamento17. En estos casos, los proyectos forestales
y productivos (frutales) han generado y fortalecido procesos participativos en dichas comunidades.
Según su presidente18, en la actualidad, FADA está impulsando el desarrollo de capacidades de los dirigentes y auto-
ridades comunales; presta asesoría a las Juntas Directivas comunales en la renovación de las directivas (formación de
comités electorales), a resolver litigios entre comunidades campesinas; inscripción en los Registros Públicos. En términos
organizativos, se ha propuesto reactivar las Ligas Agrarias Provinciales y cumple la función de representación ante los
Consejos de Coordinación Local y el Consejo de Coordinación Regional. También ha incursionado en la gestión de proyectos.
22
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
Pese a ello, este gremio se ha debilitado en los últimos años. Una de las expresiones de este debilitamiento es su escasa
capacidad de representación de las comunidades campesinas y de las Ligas Agrarias en el departamento. Solo cuenta
con la filiación de 9 organizaciones de las 20 Ligas Agrarias existentes19 en Ancash.
Otra debilidad que muestra la FADA Ancash es su escasa capacidad para generar mecanismos más abiertos y periódicos
de articulación de las comunidades campesinas. Los presidentes comunales entrevistados20 manifiestan que existen
escasos espacios de reunión con los dirigentes tanto regionales como nacionales.
La FADA muestra también serias limitaciones para canalizar las demandas de las comunidades campesinas como la cul-
minación del saneamiento legal (titulación, delimitación de linderos); el fortalecimiento de la participación de sus diri-
gentes en espacios de decisión local (CCL, presupuestos participativos, Comités de vigilancia); articulación de iniciativas
orientadas a mejorar la agricultura, ganadería, infraestructura productiva, entre otras, en la agenda de los gobiernos
locales a nivel distrital y provincial. Un número reducido de comunidades ha desarrollado capacidades de participación e
incidencia efectiva ante los gobiernos locales para diseñar propuestas que respondan a sus problemáticas.
Los presidentes comunales entrevistados muestran también una gran expectativa en la renovación de las dirigencias tan-
to provinciales como departamentales con la finalidad de fortalecer el gremio, ampliando la participación de sus afiliados
y fortaleciendo la legitimidad de sus dirigencias.
19 Según el Plan Estratégico 2004, la FADA Ancash cuenta con veinte organizaciones gremiales afiliadas: Liga Agraria Provincial “Huamán Capcha” de Aija, Liga Agraria Provin-
cial “Luis Pardo” de Bolognesi, Liga Agraria Provincial “José Gabriel Condorcanqui” de Ocros; Liga Agraria Provincial “Tupac Amaru II” de Recuay; Liga Agraria Provincial “Pedro
Pablo Atusparia” de Huaraz; Liga Agraria Provincial “Los Andes de Hualcán” de Carhuáz; Liga Agraria Provincial “Pedro Cochachín” de Yungay; Liga Agraria Provincial “Huan-
doy” de Huaylas; Liga Agraria Provincial “24 de Junio” de Pallasca; Liga Agraria Provincial “Mateo Pumacahua” de Corongo; Liga Agraria Provincial “José Carlos Mariátegui” de
Pomabamba; Liga Agraria Provincial “Virgen de las Mercedes” de San Luis; Liga Agraria Provincial “Ernesto Che Guevara” de Huari; Liga Agraria Provincial “Los Ayllus Vencerá”
de Huarmey; Liga Agraria Provincial “Atusparia” de Casma; Federación Provincial de Rondas Campesinas – Sihuas de la provincia de Sihuas; Federación Provincial de Rondas
Campesinas – Santa de la provincia de Santa; Liga Agraria de Valle “Fortaleza” de Recuay/Bolognesi; Liga Agraria de Valle “Pedro Valenzuela Tamayo” de Mosna Chapín – San
Marcos; Liga Agraria de Valle “Virgen del Cármen” de Huallanca; Liga Agraria del Valle “Interandina” de Yanama; Liga Agraria de Valle “Javier Heraud” de Nepeña; Coordinadora
de Organizaciones Campesinas de Santa y Lacramarca COCSAL de Chimbote; Asociación Civil Juventud Campesina de Huaraz, y Asociación de Productores Agrarios de la
provincia del Santa (APAPS) de Chimbote.
20 Entrevistados en el mes de agosto de 2009: presidentes de las comunidades de Cotaparaco, Pampas Chico, Utcuyacu; Cuatro Estrellas, Luis M. Sánchez Cerro, Alfredo
Montero; Shumay, Tahuantinsuyo, 7 Imperios, Vicos y Copa Chico.
23
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA REGION ANCASH
CARE tiene presencia en áreas rurales de varias provincias del departamento. Entre sus líneas de intervención más impor-
tantes están la Educación Intercultural Bilingüe (EIB), que busca rescatar la lengua y cosmovisión andina, componentes
de la cultura andina, a través de la educación escolarizada principalmente en las escuelas rurales de la provincia de Car-
huaz, y de los distritos de San Marcos y Cochos en la Cordillera Blanca.
Otra línea de trabajo es el apoyo a las cadenas productivas en el Callejón de Huaylas, Huari, Antonio Raymodi, San Luis,
Llamellín, Chiquian y Ocros con crédito comercial para familias. En el primer trimestre del año 2008, se abrió una cober-
tura de 604 atenciones crediticias; de los cuales, 151 eran mujeres. Esta cobertura garantiza el acceso de las familias al
sistema financiero y la expansión de sus actividades productivas. Tanto el programa crediticio como el productivo están
orientados a mejorar las condiciones de vida de las familias campesinas, entre ellas, se encuentran también las familias
comuneras, aunque, estos proyectos no se trabajan con comunidades campesinas. El responsable del programa21 sostie-
ne que las comunidades campesinas como organización desarrollan altos niveles de tensión y conflicto que bloquearían
el desarrollo de este tipo de proyectos; por otro lado, estas iniciativas buscan integrar a las familias campesinas en unida-
des territoriales mayores y en base a organizaciones de carácter productivo.
Otra línea de intervención de CARE está orientada al apoyo a los establecimientos del Ministerio de Salud en el Callejón
de Huaylas, Pácifico y Callejón de Conchucos. Este programa busca fortalecer la capacidad del personal de salud para
mejorar los servicios orientados a disminuir la muerte neonatal y materna, y fortalecer la gestión del establecimiento22.
Estos proyectos se ejecutan fundamentalmente con recursos provenientes del Fondo Minero Antamina23.
Otra ONG con fuerte presencia en la zona es CARITAS, una institución de la Iglesia Católica; que viene implementado pro-
yectos productivos en las áreas rurales de la provincia de Ocros y de los distritos de Bolognesi, con recursos financieros
provenientes del Fondo Minero Antamina.
El principal eje de intervención está orientado a incrementar pastos resistentes a los factores climáticos adversos (helada)
y de mayor componente proteínico para el ganado vacuno. Con esta intervención, CARITAS busca mejorar la producción
ganadera y el incremento de la producción de la leche en las zonas rurales de extrema pobreza.
Entre los beneficiaros de este proyecto se encuentran familias de las comunidades campesinas; sin embargo, CARITAS al
igual que CARE no trabaja directamente con las comunidades campesinas. El responsable del proyecto24 considera que
los comuneros son más resistentes al cambio que los parceleros porque los factores culturales han configurado esta resis-
tencia que se expresa en el manejo de los recursos naturales y el sistema de producción en las comunidades campesinas.
Por su parte, PRISMA tiene presencia en el ámbito rural a través un Programa denominado Gobierno y Transparencia
orientado a fortalecer las capacidades del Gobierno Regional y de los gobiernos locales en la formulación de perfiles de
proyectos, planes, y articulación de experiencias de intervención en el campo de la educación, salud y documentos de
identidad25. Este proyecto se articula con el Programa Juntos que opera en 63 distritos del departamento de Ancash y la
Estrategia Crecer, en el marco de la política de lucha contra la pobreza.
En la línea de articulación de experiencias, PRISMA busca fortalecer la articulación de procesos y esfuerzos de los pro-
gramas sociales del Gobierno que operan bajo la Estrategia CRECER y en el ámbito de intervención del Programa Juntos.
Se busca que los alcaldes de las municipalidades rurales lideren dichas experiencias de articulación de los programas
gubernamentales de salud, educación y entrega de documentos de identidad en los ámbitos rurales. Esta experiencia
habría dado buenos resultados en las municipalidades distritales de Pamparomas en la provincia de Huaylas y Shupluy
en la provincia de Yungay; pero, todavía es muy débil debido a la escasa participación ciudadana y al escaso manejo de
instrumentos técnicos por parte de los funcionarios municipales.
Según el responsable del Programa de PRISMA26, la asistencia técnica a los funcionarios del Gobierno Regional para la
inclusión de los componentes de salud, educación y acceso a los documentos de identidad en los planes y proyectos es
21 Entrevista al Ing. Esteban Vera, responsable del programa Cadenas Productivas en la Zona Callejón de Huaylas-cARE, agosto 2009.
22 Entrevista al Dr. Alfonso Medina, responsable del área de salud CARE, agosto 2009.
24 Entrevista a Ramón Espinosa, responsable de los proyectos productivos de CARITAS. Agosto 2009.
25 Entrevista a Recardo Gastelo, Coordinador del Proyecto Gobierno y Transparencia, agosto 2009.
26 Idem
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aún más difícil ya que el Gobierno Regional carece de voluntad política para incluir dichos componentes en los proyectos
a ejecutarse en el sector rural, y menos aún en las comunidades campesinas.
PRISMA, al igual que CARE y CARITAS, no trabajan con comunidades campesinas sino con las familias comuneras que
participan en los proyectos productivos y de desarrollo humano que estas organizaciones impulsan en el departamento.
La Universidad Santiago Antunez de Mayolo se crea el 24 de mayo de 1977, y las facultades de Ingeniería del Ambiente
y de Ciencias Agrícolas se crean en el 1984. Estas tienen relación con la problemática agropecuaria y medio ambiental27.
Según el decano de la facultad de Ingeniería Ambiental28, esta facultad cuenta con dos escuelas: sanitaria y ambiental. La
segunda se ocupa más de la problemática rural. Esta escuela forma a los futuros ingenieros en el manejo de la problemá-
tica ambiental relacionada con el agua, tierra y aire. Sin embargo, no se realizan muchos trabajos de investigación debido
a los altos costos y el escaso financiamiento.
En convenio con la municipalidad distrital de Independencia, la Escuela Sanitaria está ejecutando un programa de sanea-
miento rural que consiste en la instalación de letrinas en las viviendas y el tratamiento de residuos sólidos. Sin embargo,
ninguna de las dos escuelas tiene un acercamiento a las comunidades campesinas.
La facultad de Agronomía29, por su parte, ofrece servicios relacionados con la problemática rural: transferencia tecnológi-
ca a las familias campesinas y organizaciones agrarias en el manejo de cultivos y mejora de animales (ovinos, cuyes); prác-
ticas profesionales en comunidades campesinas o en las agencias agrarias. La facultad entrena a sus alumnos en prácticas
de investigación en el Centro de experimentación Allpa Rumi en el fundo Marcará de 10 has., dedicado a la investigación
de animales, y el Centro de Experimentación de Cañas Bamba dedicado a la experimentación de plantas frutales.
28 Entrevista al Mag. Alfredo Reyes, decano de la Facultad de Ciencias Ambientales, agosto 2009.
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Bibliografía
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- Mapa de Pobreza Departamental de FONCODES 2006, con indicadores actualizados con el censo del 2007
- Valera Moreno, Guillermo. Las Comunidades en el Perú, una visión nacional desde las series departamentales, Coordi-
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- Laos, Alejandro (editor). Las comunidades campesinas en el S.XXI, Allpa, Lima, 2004
- Castillo, Pedro y otros. ¿Qué sabemos de las comunidades campesinas?, Allpa, Lima, 2007.
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