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OBJETIVO DEL TRABAJO:

En este trabajo se presentan las diferencias y la relación entre


DEMOCRACIA y FASCISMO; los ideales de la Revolución Francesa
contra los odios del fascismo; las formas democráticas en
Latinoamérica y en Argentina en particular.

INTRODUCCIÓN:

La democracia es el régimen político cuyas instituciones garantizan


la igualdad. Y por ello los designios del estado son consenso popular.
Se accede al gobierno a través de elecciones periódicas y cualquier
ciudadano puede ser votado. Los gobernantes están limitados por las
leyes, que deben asegurar el respeto de los ciudadanos.

El fascismo es un régimen político donde el interés de algunos se


impone al derecho de todos, según se restrinja la libertad, o se
suprima el derecho de cada uno se tiene un régimen de tipo fascista.

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DESARROLLO:

En su República Platón enuncia una tesis que hasta nuestros días


sigue teniendo actualidad. Podríamos afirmar, que las ideas de lo que
se conoce en política como “la derecha” no ha cambiado mucho de lo
que el filósofo griego pensaba.
Según Platón, la tiranía surge de la democracia; afirma que el exceso
de libertad que hay en la democracia se convierte en libertinaje y el
pueblo mismo reclama un líder que ponga orden frente al caos.
Si bien el fascismo se define a sí mismo como un movimiento
apolítico, lo cierto es que, como afirma el autor Norberto Bobbio, fue
portador de una ideología en la que se destacan más los odios que los
amores. Estos odios se concentran contra todo lo que la Revolución
Francesa significa, el gran enemigo del fascismo son los ideales de
libertad, igualdad y fraternidad, que surgen de esta revolución.

Según Bobbio, el fascismo se distingue como movimiento político a


partir de que sostiene cuatro odios que lo caracterizan.
El primero es el odio al liberalismo, el fascismo es esencialmente
anti-liberal. Por oponerse al liberalismo es también anti-igualitario.
Por odiar la libertad y la igualdad el fascista sostiene que hay
hombres mejores y peores y que deben gobernar los mejores y
obedecer los peores, es decir que el fascismo es también anti-
democrático. Finalmente, por odiar la igualdad y la democracia, el
fascismo es anti-socialista.

Estas cuatro características traen aparejadas cuatro paradojas o


contrasentidos:

La primera es que si bien el fascismo es anti-liberal, esto es sólo en el


plano político ya que es defensor del liberalismo económico y, de
hecho, el libre mercado le sirve como fundamento para sostener su
idea de desigualdad y de supervivencia del mejor por sobre el peor.

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La segunda se da en tanto que si bien el fascismo es anti-igualitario,
está muy ligado a la idea de nacionalismo en el sentido de un
nacionalismo cerrado en donde se define a la nación como un cuerpo.

La tercera paradoja es la siguiente: si bien el fascismo es anti-


democrático, a diferencia de los movimientos contra-revolucionarios
que lo antecedieron, busca llegar al poder no mediante golpes de
Estado sino a través del voto popular; el fascismo alcanza el poder
gracias a la democracia y, desde allí, la elimina.

La cuarta y última paradoja es muy interesante y está dada en tanto


que si bien el fascismo es anti-socialista se vale del discurso del
socialismo y se propone a sí mismo como lo autentica la revolución,
el fascismo es la revolución, una distinta del capitalismo y el
comunismo.

LA DEMOCRACIA EN LATINOAMÉRICA Y EN ARGENTINA EN


PARTICULAR

La democracia como forma de gobierno, se caracteriza por la


participación del pueblo en los asuntos públicos; para que sea
efectiva, deben estar reconocidos los derechos políticos como el de
votar y de formar partidos políticos. Pero la sola existencia de estos
derechos no garantiza la democracia; también requiere que las
sociedades mantengan condiciones de vida dignas a través de una
satisfacción de los derechos económicos y sociales que permita
relaciones más justas e igualitarias.

La situación económica y social en la Argentina y en América Latina


en general, está muy lejos de lo que supone vivir en una sociedad
integrada, y los gobiernos sucesivos no pudieron asegurar una
calidad de vida digna para los ciudadanos.

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La sociedad cuestiona su funcionamiento, condena la corrupción y los
altos niveles de pobreza, desocupación e inseguridad; pero continúa
apoyando la democracia.

¿Cómo es posible mejorar el funcionamiento de la democracia?

 Luchando contra la exclusión social. La existencia de gran


número de excluidos impide llegar a un consenso social
básico. La permanencia en el tiempo de gente sin trabajo, sin
atención adecuada de la salud y sin educación de calidad,
atenta contra su integración. Los gobiernos deben dar
respuestas a estas necesidades.
 Exigiendo una nueva ética pública que reformule el
desempeño de los gobernantes según la lógica del bien común
y la rendición de cuentas de sus actos.
 Impulsando una reforma política que ponga en
funcionamiento mecanismos para garantizar la transparencia
y con posibilidades efectivas de los ciudadanos de conocer y
controlar los actos de gobierno.
 Implementando medidas políticas y fiscales que logren una
mejora en la distribución del ingreso y la riqueza.
 Formando, a través de la educación, ciudadanos críticos,
responsables y comprometidos con su comunidad.

La democracia en la región es joven y ha sufrido frecuentes


interrupciones. Son necesarios una revisión crítica y un esfuerzo
que contribuyan a rectificar el rumbo para que las democracias
ofrezcan igualdad de oportunidades para que cada ciudadano sea
un miembro pleno en su comunidad. Es decir, pensar en mejorar
la democracia dentro de la democracia.

¿Por qué preferimos la democracia?

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Los estudios sobre el índice de confianza en las instituciones
demuestran que, la ciudadanía reconoce a la democracia como la
mejor forma de gobierno. Una de las explicaciones se relaciona
con lo que la democracia lleva implícito: la protección del pueblo
contra la tiranía y la atribución del pueblo de ejercer el poder
efectivamente. El mismo sistema nos permite pedir más
participación en los asuntos públicos.

Otra consideración de importancia es el aprendizaje histórico de


las sociedades que nos demuestra que hay mucho para hacer,
pero la libertad y la defensa de nuestros derechos solo están
garantizadas bajo las reglas de la democracia.

La democracia es una experiencia de las sociedades que se


relaciona con la búsqueda de libertad, justicia, y progreso
material y espiritual. Por sus amplios objetivos siempre resultará
una empresa inconclusa que exige una construcción permanente.

CONCLUSIÓN:

En la democracia la mayoría decide el modelo de desarrollo,


mientras que en el fascismo una minoría decide el modelo de nación
en materia de desarrollo, el que después impondrán a la mayoría.
El ideal democrático no tiene rival, pero los regímenes reales
promueven casi en todas partes fuertes críticas y deben ser
mejorados. Este es el gran problema político de nuestro tiempo.

Históricamente, la democracia se ha manifestado siempre como una


promesa y un problema a la vez. Promesa de un régimen acorde con
las necesidades de la sociedad, fundada sobre la realización de un
doble logro de igualdad y autonomía. Problema de una realidad que
ha menudo está muy lejos de haber satisfecho estos nobles ideales.

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BIBLIOGRAFÍA y SITOGRAFÍA CONSULTADA:

 http://www.eumed.net/libros.htm

 http://endisidencia.blogspot.com.ar/2011/12/democr

acia-y-fascismo.html

 6tas Jornadas de Jóvenes investigadores. Instituto Gino

Germani- 10, 11 y 12 de Noviembre de 2011.

 Política y Ciudadanía. De Luca, Fariña, Galli, Palumbo y

Valle. Editorial Santillana, 2011.

 Formación ética y ciudadana. Casarino, Porro, Ippolito y

Zibecchi. Editorial S y M, 2010.

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