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RESISTENCIA A ESTAS
La enfermedad conocida como roya del café es causada por el hongo Hemileia vastatrix y
al igual que el café su origen es en el continente africano. Fue registrada por primera vez
en el continente americano en el año de 1970 en Brasil en el estado de de Bahía, siendo
su rápida diseminación una de sus principales características, por lo que rápidamente se
expandió por el resto de los países cafetaleros del nuevo continente (Imagen 1).
El patógeno H. vastatrix tiene una dependencia total de la planta de café, debido a que el
género Coffea es el único hospedero conocido, y sólo puede alimentarse de células vivas
de la hoja para crecer y reproducirse. La roya del café ataca principalmente las hojas de la
planta, lo primeros síntomas de la enfermedad corresponden al aparecimiento de
pequeñas manchas de coloración amarillo pálido de 1 a 3 mm de diámetro en la parte
inferior de las hojas, estas manchas tienen un aspecto ligeramente aceitoso, cuando son
observadas a la luz. Estas manchas se desarrollan en pocos días, tornándose de un color
de tono de amarillo a anaranjadas y polvorientas siendo esta la señal de la esporulación
del hongo, estas manchas pueden alcanzar un tamaño de 2 a 3 cm de diámetro. Cuando
se juntan pueden llegar a cubrir la mayor parte del área. La materia polvorienta amarillo-
anaranjada es constituida por las esporas del patógeno siendo esta la única señal externa
de la enfermedad. Las hojas atacadas en general caen prematuramente, lo que perjudica
el desarrollo de las plantas jóvenes y compromete la producción de las adultas debido a la
constante defoliación, agotamiento de la planta pudiendo así generar la pérdida total de la
producción.
Con la fundación del CIFC, las investigaciones relacionadas con la especialización fisioló-
gica de H. vastatrix tomaron un impulso extraordinario. A partir de muestras de esporas de
H. vastatrix provenientes de diversas regiones cafetaleras del mundo, fue posible, hasta
el año 2007, identificar 50 razas fisiológicas, en la actualidad expertos en la materia
aseguran que hay alrededor de 52 razas identificadas.
En la interacción roya-café, la coexistencia existente entre la planta huésped y su
patógeno en la naturaleza indica que ambos han evolucionado juntos, pues se sabe que
este hongo por lo menos presenta nueve señales patogénicas, a las que se le denominan
genes de virulencia, estas son detectadas por otros nueve mecanismos en la planta de
café, conocidos como genes de resistencia, y dependiendo de la combinación de los
genes de virulencia que pueda presentar un aislamiento de H. vastatrix determinará los
posibles genotipos de café a los que le pueden causar la enfermedad.
Siendo así, a estos aislamientos del hongo con potenciales composiciones específicas se
les conoce como Razas Fisiológicas de la roya del café y generalmente se les nombra en
base a sistema de numeración romana, (ejemplo raza I, Raza VI).
Los nueve genes de resistencia presentes en el género Coffea reciben la sigla SH y son
designados por SH1, SH2, SH3, SH4, SH5, SH6, SH7, SH8 y SH9, en cuanto a los nueve
genes de virulencia que pueden presentar las diferentes razas de roya se les describe del
la misma forma, V1 hasta llegar a V9. Sabiendo que el hongo pueden presentar varios
genes de virulencia que revelan su presencia y que estos son detectados por los
correspondientes genes de resistencia presentes en café; entonces, esto quiere decir que
una variedad que posee genes de resistencia como el 1, 4, 5 y 6 serán completamente
resistentes a razas de roya que posean los genes de virulencia 1, 4, 5 y 6. Para el caso de
la variedad Caturra y las otras variedades, que solamente poseen el gen de resistencia
5, estas variedades solo podrían defenderse de razas que en teoría poseen este único
gen de virulencia, sin embargo las razas poseen una combinación de estos genes de
virulencia, por ejemplo la raza II posee genes de virulencia 4, 6 y 7 y variedades como el
Caturra que solo tiene el gen de resistencia 5, es completamente susceptible a esta raza,
resultando en el aparecimiento de la enfermedad.
Mientras las variedades desarrolladas con resistencia a esta raza como algunos
catimores y sarchimores poseen varios genes de resistencia que detectan la presencia del
hongo patógeno y generan una reacción de defensa lo que no permite el desarrollo de la
enfermedad. (En la figura 2 se puede entender mejor este hecho).
Figura 2. Analogía de la interacción Roya-Café. a. El hongo presenta varios genes de
virulencia (V) que delatan su presencia si son detectados por los correspondientes genes
de resistencia (R) presentes en café; b. En el caso de la var. Caturra, que no puede
detectar al correspondiente gen de virulencia 5 de la raza II, pues ésta no lo tiene, y no
puede detectar los otros genes de virulencia ya que no tiene los genes de resistencia
equivalentes, lo que resulta en aparición de la enfermedad; c. En las var. Colombia y
Castillo®, existen varios genes de resistencia que pueden detectar la presencia del
patógeno y generan una reacción de resistencia. Fuente: CENICAFE 2012.
La roya del café presenta una considerable variación en su patogenicidad, con cerca de 50
razas fisiológicas ya identificadas, la formación de nuevas razas de roya es un problema
inminente, que parece estar relacionado con la presión de selección ejercida por los genes
de resistencia del hospedero, situación que los fitomejoradores necesitan enfrentar cons-
tantemente.
Hay que estar conscientes que todos los esfuerzos en concebir resistencia a una
enfermedad en cultivos como café, muchas veces puede ser temporal. Ya que
la selección de resistencia a la roya ha sido con énfasis a resistencia completa, la que es
altamente específica, y que usualmente es controlada por uno o pocos genes. Este tipo de
resistencia es muy atractiva para los caficultores, pues las plantas son, generalmente,
inmunes a las razas predominantes en el ecosistema en la cual las variedades o
materiales fueron desarrollados, sin embargo, ese tipo de resistencia, en la mayoría de los
casos, es pasajera, en virtud de la evolución de virulencia del hongo. Esto explica el por
qué una variedad desarrollada para tipos específicos de razas roya puede volverse
susceptible a partir de la introducción de una nueva raza en la región o de igual forma por
la mutación de las razas ya presentes.