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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION


INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA
“ANTONIO JOSÉ DE SUCRE”
EXTENSION SAN FELIPE

DERECHO COMO
CIENCIA DE LA
CULTURA

PROFESOR: ALUMNO:
JACKSON JILL DANIEL PARRA
ESC. 85
Derecho como ciencia de la cultura
La comunicación del hombre con el mundo es siempre intencional, se encamina
para realizar fines de su ser, éstos son creados para satisfacer sus necesidades. El
hombre adapta el ambiente en que vive creando un universo humanizado.

La construcción del fenómeno cultural se hace con sujeción a los supuestos


epistemológicos del fenómeno en base al mismo: Se trata de un fenómeno físico,
la construcción del fenómeno cultural tendrá que sujetarse a las leyes de las
ciencias naturales pero si se trata de uno social, deberá estarse a las leyes de las
ciencias comportamentales. En el caso de las ciencias culturales, el método se
construye teniendo en cuenta las características del objeto de conocimiento de la
ciencia base, y las propias de las ciencias de la cultura siendo el Derecho las
regulaciones que definen los comportamientos sociales que es necesario realizar,
o abstenerse a realizar para alcanzar fines políticos del Estado, debe establecerse
las características de dichos comportamientos, y las propias de los fenómenos
culturales, para poder definir las del método en la investigación sociojurídica.

Mundo y Cultura
Mundo es una palabra de origen latino. Proviene de “mundus” y es sinónimo de
universo, comprendiendo todo lo existente en nuestra galaxia y fuera de ella.
Desde un sentido más restrictivo, solo se llama mundo a nuestro planeta: la
Tierra, habitado por seres humanos, animales y vegetales. No se descarta la
existencia de otros mundos con otras formas de vida. La ciencia que estudia a los
hombres y su mundo, se denomina mundología

La Tierra formada actualmente por seis continentes (América, Europa, Asia,


Oceanía, África y el continente Antártico) no incluyó a América en el mundo
conocido hasta el siglo XV; pues se desconocía su existencia en Europa, por eso
cuando se produjo la conquista del nuevo continente lo llamaron “Nuevo mundo”.

También se habla de mundos, como especies del género mundo que abarca la
totalidad de los seres existentes, realizando recortes parciales, por ejemplo,
cuando mencionamos al mundo animal, al mundo vegetal, al mundo occidental,
al mundo civilizado, al mundo europeo, al mundo latino, entre otros.

Cuando se alude a este mundo, se lo hace para diferenciar este mundo de los
vivos, del supuesto otro mundo eterno, que muchas religiones prometen después
de la muerte.

Cuando usamos la expresión “Un mundo de gente” hacemos referencia a una


gran cantidad de personas, tomando en consideración que la Tierra está habitada
por aproximadamente por 7.229.916.048 de seres humanos.

Ahora, dentro de nuestro denominado mundo existe entre los humanos un


término llamado: Cultura que proviene del latín cultus, hace referencia al cultivo
del espíritu humano y de las facultades intelectuales del hombre. Su definición ha
ido mutando a lo largo de la historia: desde la época del Iluminismo, la cultura ha
sido asociada a la civilización y al progreso.

En general, la cultura es una especie de tejido social que abarca las distintas
formas y expresiones de una sociedad determinada. Por lo tanto, las costumbres,
las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas
de comportamiento son aspectos incluidos en la cultura.

Otra definición establece que la cultura es el conjunto de informaciones y


habilidades que posee un individuo. Para la UNESCO, la cultura permite al ser
humano la capacidad de reflexión sobre sí mismo: a través de ella, el hombre
discierne valores y busca nuevas significaciones.

Ciencia del Ser y el Deber Ser


La gran diferencia entre el Ser y el Deber Ser, radica en los valores morales y
éticos que tengan en sus adentros los individuos de una sociedad, solo aquellos
individuos que tengan claro cuales son los valores morales y éticos que deben
regir su vida dentro de la sociedad, serán capaces de llevar adelante una vida
enmarcada dentro de lo que en filosofía se le ha dado por llamar, “el Deber Ser”.

Por otro lado, aquellos individuos que no posean unos fuertes y arraigados
valores morales y éticos o los que posean, nada tengan que ver con la sociedad en
la que conviven, serán aquellos individuos que primen al Ser, es decir, al
individualismo ante todo, el progreso individual a costa de lo que sea, sin
importar en la mayoría de los casos, ni el mas mínimo valor moral o ético, en
pocas palabras, cuando un individuo es capaz de primar su individualismo o su
Ser, por encima del bien común o el Deber Ser, estará aplicando la máxima
universal achacada a Maquiavelo, de que “el fin justifica los medios”.

Analicemos un poco el significado del Ser, este es el concepto que engloba por
completo al ser humano, al individuo racional, e irracional, engloba de manera
total todas sus habilidades, todos sus conocimientos, todos sus logros y todas sus
bases morales, éticas, afectivas, es decir, es el concepto total y amplio del
individuo. Gracias al Ser la filosofía logra explicar el comportamiento, tanto
racional, como irracional del individuo, su accionar individual, su forma de
actuar, los logros que consigue y como los consigue y es de esta actuación
individual dentro de la sociedad, de su interacción con los otros individuos de la
sociedad, donde entra el Deber Ser.

El Deber Ser son las series de normas que están escritas o no, por las cuales
todos los individuos que formen parte de un colectivo o sociedad deben actuar,
son los parámetros por los cuales un individuo puede determinar, cuales de sus
actos son correctos y aceptados dentro de su sociedad y cuales de estos actos no
son aceptados dentro de esa misma sociedad. Es bueno acotar en este punto, que
el Deber Ser poco tiene que ver con las “Leyes” que conocemos en la actualidad,
es decir, las leyes que han regido a las actuales sociedades capitalistas, estas son
normas escritas, explicitas, que deben regir la actuación de una persona dentro de
un colectivo social, so pena de castigo ante una trasgresión.

El Deber Ser, por el contrario, son normas, en algunos casos escritas, pero la
mayoría de las veces, inculcadas de manera directa de padres a hijos, que
conforman el conjunto de normas, la gran mayoría Morales, Éticas y Afectivas,
por las que se debe regir un ser humano. Un ejemplo clásico de esto es el
concepto de paternidad, todo ser humano al tomar la inmensa responsabilidad de
la paternidad, debe tener en cuenta que sus prioridades en la vida, serán
cambiadas drásticamente, con el advenimiento de este nuevo ser, el cual pasa a
formar parte muy importante de su vida.

Pero quien da estas normas, quien obliga a este cambio de prioridades, no son
las leyes escritas de los hombres, estas apenas lo obligan a reconocerlo y pasar
algo para su manutención, son los valores ancestrales de la humanidad, esos
valores que nos han servido para seguir formando grupos, asociaciones,
sociedades, esas normas no escritas que indican cual es el camino que uno debe
tomar, el camino del amor, del afecto, de la familia, de la presencia, pero como
estas normas no están escritas, ni tiene en mucho casos penalidades, ocurre que
cuando estos valores no están muy arraigados en el futuro padre, es decir,
desconoce o no le da la importancia que tiene el Deber Ser, comienza a privar en
el, un sentimiento egoísta de individualismo y prefiere dejar a este nuevo ser, un
poco o totalmente desguarnecido, con tal de no desmejorar o cambiar su vida o
sus planes, es decir, se activa en el individuo el Ser.

De lo anterior inferimos que el Ser es individualismo, es en un concepto mas


ampliado de sociedad, el Capitalismo, ya que en estas sociedades se prima el éxito
individual por sobre todas las cosas, si bien es cierto, que este éxito debe
realizarse dentro del marco legal vigente para su país, no es menos cierto, que
poco o nada importa los valores éticos y morales para este éxito. Un ejemplo claro
es el de un alto ejecutivo de una empresa tecnológica que fabrica armamento
químico, este individuo seguramente jamás ha matado a nadie y dentro de su
trabajo cumple con todas las normas y además, dentro de su sociedad, con todas
las leyes, pero me dirán Uds. cual es la moral de un individuo, que trabaja en una
empresa cuyo único fin es matar a seres humanos de una forma horrible.

Así mismo podemos definir el Deber Ser, es la base de una sociedad, donde el
bien común prime ante el bien individual, una sociedad donde el éxito individual
se logra solo sobre la base del éxito colectivo y en la justa medida, de las
posibilidades del individuo, en pocas palabras, el Deber Ser es lo mismo que
Socialismo. Aplicando el mismo ejemplo que use en el párrafo anterior, este
ejecutivo dentro de una sociedad socialista, jamás trabajaría en una fabrica de
armas químicas, porque estas jamás existirían en esta sociedad, seria
seguramente un ejecutivo de la fabrica de armas defensivas, para la protección de
su sociedad, seria además, un individuo activamente ligado a la fiscalización de la
utilización de este armamento, solo usado en caso de verdadera necesidad de la
defensa de su sociedad y no buscando la venta indiscriminada de estas armas por
el mundo entero, con el único fin de su beneficio individual, importándole muy
poco ser el factor principal de la muertes de muchos seres humanos.

TEORIA KANTIANA DE LOS IMPERATIVOS


En primer lugar, Kant, diferencia entre mandamiento u orden e imperativo.
Por ello señala lo siguiente: Se llama orden o mandamiento la noción de un
principio en cuanto impone a una voluntad su necesidad y se llama imperativo a
la formula que adopta tal orden o mandamiento. Todos los imperativos se
expresan mediante la fórmula del deber ser y muestran la relación de una ley
objetiva de la razón práctica y un voluntad que, a causa de sus constitución
subjetiva, no está necesariamente determinadas por ella. Todo esto implica que,
aunque el imperativo no determina necesariamente a la voluntad subjetiva, ya
que ésta no tiene porque seguir necesariamente los dictados de la razón, lo que si
hace es ejercer presión o constricción obre ella ya tales imperativos se muestran
como algo externo que impone obligación. En este sentido, el imperativo aparece
como algo constrictivo sobre la voluntad, pero, al mismo tiempo, no la determina
necesariamente. (Nótese que estamos hablando de una voluntad que actúa en un
mundo fenoménico y no es, por tanto, voluntad santa).

Por lo tanto, según Kant, los imperativos son fórmulas que expresan la noción de
deber y que, por tanto, manifiestan la presión que la ley moral impone
constrictivamente a la voluntad. Pues bien, Kant, al analizar la naturaleza de tales
imperativos afirma que existen varios tipos:

A) IMPERATIVOS HIPOTÉTICOS.

B) IMPERATIVOS CATEGÓRICOS.

A) Los imperativos hipotéticos en sí son aquellos imperativos en donde las


acciones van siempre encaminadas como medios para conseguir algún tipo de fin.
Tales acciones, por tanto, no vale por sí mismas sino únicamente como medios
para conseguir algo. Tales imperativos se encuentran presentes en aquellas éticas
que Kant denomina como materiales. Por ejemplo, la ética estoica nos dice que si
queremos ser virtuosos, entonces deberíamos practicar (es decir utilizar como
medio para alcanzar el fin) la apatheia. Por su parte, la moral aristotélica nos dice
que si queremos ser felices, entonces desarrollar ante todo el intelecto; la ética
cristiana nos dice que debemos amar al prójimo si queremos ver a Dios, etc.
Según Kant, todas serían éticas materiales. Dentro de los imperativos hipotéticos
por sí, Kant, diferencia dos tipos:

1. Imperativos hipotéticos problemáticos o de habilidad.

2. Imperativos hipotéticos asertóricos.


Kant denomina así a lo imperativos hipotéticos problemáticos o de habilidad
porque, desde el momento en que lo esencial en ellos es la necesidad de conseguir
algo para llegar al fin, entonces pueden adquirir formas que nada tienen que ver
con la moral pero no por ello dejarían de ser imperativos hipotéticos. Por
ejemplo, si alguien formulara el imperativo siguiente: si quieres hacerte rico,
entonces debes llegar a ser un ladrón profesional, estaría formulando un
imperativo hipotético problemático o de habilidad, aunque fuera inmoral.

Por su parte, los imperativos hipotéticos asertóricos son aquellos que no tienen
el modo estricto de una fórmula condicional (Si quieres....entonces....). Por
ejemplo, si alguien formulara el imperativo siguiente: deseas la felicidad por una
necesidad de la naturaleza; por lo tanto, has de llevar a cabo una serie de acciones
que te permitan alcanzarla; es evidente que estaríamos ante un imperativo
hipotético, aunque no problemático ya que la felicidad no sería algo que
intentáramos conseguir como fin pues tal imperativo estaría afirmando que por
naturaleza desearíamos la felicidad (imperativo asertórico). De todos modos, lo
que también es evidente es que, en este imperativo asertórico, se afirma que
deberían utilizarse los medios necesarios para alcanzar tal felicidad. Por ello sería
hipotético. Pues bien, según Kant, los imperativos hipotéticos, sean del tipo que
sean, no constituirían los imperativos de la moral.

B) Los imperativos categóricos ordenan acciones que son buenas en sí mismas y


no por constituir meros medios para conseguir algo. Kant los denomina como
imperativos apodícticos, es decir, imperativos que valen por sí mismos. Por todo
ello afirma Kant: el imperativo categórico, que declara una acción es
objetivamente necesaria en sí misma sin referencia a finalidad alguna, o sea, sin
finalidad alguna distinta de sí misma, es válido como principio práctico
apodíctico. A continuación, Kant, analiza la naturaleza del tal imperativo
señalando que es algo a priori, ya que sólo nos muestra una fórmula que nos dice
únicamente que deberíamos lograr que las máximas subjetivas deberían de
adecuarse a la ley moral universal. Por ello, Kant, lleva a cabo la siguiente
formulación del imperativo categórico: a) obra sólo según la máxima que te
permita al mismo tiempo querer que tal máxima se convierta en una ley
universal. b) obra como si la máxima de tu acción hubiera de convertirse por tu
voluntad en ley universal de la naturaleza. en definitiva, de la formulación de tal
principio se deduce claramente que la universalidad es la forma de la ley moral
práctica y que los principios concretos de conducta subjetiva (máximas) deberían
acomodarse a tal universalidad si es que pretenden el calificativo de deberes
perfectos.

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