2 Lo que no hay que

hacer en el proceso
de alfabetización
Lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetización

Gobierno del Ecuador LO QUE NO HAY QUE HACER EN EL PROCESO

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DE ALFABETIZACION
Rafael Correa Delgado
Presidente de la República del Ecuador

Raúl Vallejo Corral

Ministro De Educación

Gloria Vidal Illingworth

Subsecretaria General de Educación

Mery Gavilanes Betancourt

Directora de Educación Popular Permanente

Ministerio de Educación del Ecuador

Dirección: San Salvador E6-49 y Eloy Alfaro
Teléfono: (593)02 396 1300 / 396 1400 / 396 1500
Correo Electrónico: info@educacion.gov.ec
Quito-Ecuador

Dirección del Programa: Mery Gavilanes

Coordinación Editorial: Luis Monteros

Autor: Ministerio de Educación

Documento de trabajo (19) serie: La Dimensión Pedagógica de la Alfabetización. Campaña de
Leonidas Proaño, 1989.

Diseño Gráfico: Grupo ABC, Renato Salazar

Ilustraciones: DIMED, Aportes 11, Bogota, s/f INTRODUCCIÓN

IDAC, Cuidado Escuela, TAREA, Lima, 1986
Quino, Mafalda, Ediciones de l Flor, Buenos Aires, 1988
El Programa Nacional de Educación Básica para Jóvenes y Adultos busca con-
D .Wermer y B. Coger, Aprendiendo a Promover la Salud, Cee, México, 1984
tribuir a renovar la educación en nuestro país, proponiendo una nueva manera de
Agradecimientos: UNICEF entender y practicar no sólo la alfabetización de adultos sino la educación en
ISBN: general.

Primera edición: 1 de Agosto de 2007 Sabemos que la educación en el Ecuador arrastra serios problemas, tanto de
Imprenta:
Nº de ejemplares: cantidad como de calidad. En nuestro sistema educativo todavía existe lo que se
llama “educación bancaria”: una educación autoritaria, poco participativa,
Impreso en Ecuador
memorística, que evade el razonamiento y la discusión, que no vincula teoría y
práctica, que no contempla la realidad ni los intereses de los educandos.

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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion 3
 En cuanto a la alfabetización, específicamente, en nuestro país todavía siguen Nuestros Derechos. Hemos venido desarrollando un conjunto de temas para
vivos viejos métodos de enseñanza tanto para niños y niñas como para adultos. orientar al alfabetizador en su tarea como educador. Asimismo, en la Guía del
Alfabetizador están detalladas una serie de orientaciones sobre cómo desarrollar
Así, hay maestros y maestras que continuan creyendo que se aprende a leer y el proceso de enseñanza y, en particular, el manejo del Cuaderno de Trabajo del
escribir repitiendo mecánicamente letras, sílabas o palabras, leyendo en coro, Alfabetizando Nuestros Derechos.
copiando planas, estableciendo castigos.
En este documento de trabajo queremos reforzar algunos puntos que ya han
Así también, hay docentes que siguen enseñando con métodos alfabéticos sido tratados en todos esos materiales, a fin de enfatizar aquello que NO hay que
(nombres de las letras), con métodos fonéticos (sonidos de las letras) o con hacer en el proceso de alfabetización. Los puntos que destacamos a continua-
métodos silábicos, que han sido ya descartados en muchos otros países. ción constituyen problemas y errores comunes que se dan en programas de alfa-
betización de adultos. Conocerlos, reconocerlos y anticiparlos puede ser el pri-
Los cambios educativos nunca son fáciles ni rápidos. Toman mucho tiempo y mer paso para evitarlos.
mucho esfuerzo, requieren de procesos largos y complejos. Lograr una educa-
ción democrática, participativa, crítica, reflexiva, basada en el respeto y el apren- 1. NO IMPONER NUESTRA MANERA DE PENSAR Y
dizaje mutuos, exige profundos cambios en las mentalidades, tanto de los edu- ACTUAR AL GRUPO
cadores como de los educandos. Pero exige, sobre todo, profundos cambios en
toda la sociedad, pues el tipo de educación también refleja el tipo de sociedad a Quienes asumimos la función de educar,
la que ésta sirve. muchas veces adoptamos una actitud
autoritaria frente a nuestros educandos.
Superar viejos hábitos de enseñanza de la lectura y la escritura tampoco es fácil, Esto se debe a que el educador está con-
porque están arraigados en una larga tradición educativa. De ahí que, cuando vencido de que él es el único que sabe, que
nos enfrentamos a una situación de enseñanza, nuestra primera reacción es su conocimiento es infalible y que, por
basarnos en lo que conocemos, repitiendo -muchas veces sin darnos cuenta- la tanto, su papel es transmitir ese conoci-
manera cómo hemos educado o nos han educado. miento.

Por ello, utilizando los mismos materiales didácticos elaborados para este De esta manera, el educador muchas veces
Programa, podrán realizarse procesos de alfabetización muy diferentes. Habrá confunde autoridad con autoritarismo.
quienes simplemente repetirán con ellos la “educación bancaria” que conocen. Organiza, propone, ordena o impone, des-
Habrá otros que, por el contrario, estarán dispuestos a romper con viejos esque- conociendo y hasta irrespetando las opinio-
mas y plasmar una nueva concepción educativa en su práctica de alfabetización. nes y los modos de vida de los miembros del grupo.
La propuesta educativa de este Programa niega este tipo de actitudes, pues:
En los materiales complementarios hemos desarrollado un conjunto de temas • Ni el alfabetizador es un sabio, ni el alfabetizando es un ignorante.
para orientar al alfabetizador en su tarea como educador, y al alfabetizando para
un mejor desenvolvimiento en su vida cotidiana. Asimismo, en la Guía del • La educación debe partir de la realidad y de los conocimientos de los edu-
Alfabetizador están detalladas una serie de orientaciones sobre cómo desarrollar candos.
el proceso de enseñanza y, en particular, el manejo del módulo del alfabetizando

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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion ´
lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion 5
 • Enseñar no es sólo transmitir conocimientos, sino sobre todo desafiar la inte-
ligencia y la capacidad de los educandos, para que ellos mismos se involu-
cren en un proceso de descubrimiento y construcción del conocimiento.
• El buen educador es el que, a la vez que educa, está dispuesto a educarse
y a ser educado.
Por ello, es necesario que aprendamos a conocer y respetar a nuestros alfabeti-
zandos, así como al grupo humano que forma parte del barrio o la comunidad
donde alfabetizamos.
En ningún caso debemos tomarnos la confianza de tutear a las personas si ellas
no nos brindan esa confianza.
2. NO SUBESTIMAR A LOS ALFABETIZANDOS
Una actitud común del educador que se enfrenta al manejo de personas adultas
es la de subestimarlos, esto se refleja por ejemplo en:
El uso de abundantes diminutivos en el lenguaje: “Déme su manito”
“Escriba más despacito” “¿Alguien tiene alguna preguntita?” “El que tiene
alguna pregunta, que alce la manito” “¿Necesita una ayudita?”, etc.
Este trato molesta al alfabetizando adulto, pues reconoce en ello una actitud de
menosprecio. Se siente tratado como un niño, como una persona con quien hay
que tener actitudes especiales.
Comportamientos autoritarios y represivos: Llamados de atención, órdenes
impositivas, castigos, amenazas, etc.
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion
De esta manera, se aplica al adulto un estilo de relación que, lamentablemente,
todavía aplican algunos adultos a los niños, no sólo en la escuela sino en la familia.
Actitudes paternalistas y sobreprotectoras: El educador asume un papel
protector frente a sus alfabetizandos, imitando el papel de los padres fren-
te a sus hijos.
Aunque se haga con buenas intenciones, esto limita el desarrollo de las perso-
nas, pues crea una situación de dependencia extrema del alfabetizador.
Lo que busca una educación liberadora es, precisamente, formar personas autó-
nomas, con criterio propio, que poco a poco vayan ganando seguridad en sí mis-
mas y en sus propias capacidades.
Por ello, debemos tratar a los alfabetizandos tal y como tratamos a cualquier per-
sona adulta con la que tenemos relación a diario.
3. NO PRESENTARSE A LA CLASE SIN PREPARARLA
PREVIAMENTE
Todo educador responsable prepara su clase con anterioridad.
Por ello, la preparación de la clase debe ser una tarea permanente de los alfabe-
tizadores, tanto individualmente como en grupo, bajo la orientación del coordina-
dor de brigada.
¿Qué implica preparar bien la clase de alfabetización?
Estudiar a fondo el tema de cada unidad del Cuaderno de Trabajo.
Es indispensable estudiar a fondo la Guía del Alfabetizador, tanto las orientacio-
nes generales como las orientaciones específicas para el desarrollo de cada uni-
dad.
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 El alfabetizador que desarrolle la clase apegado a la Guía generará desconfianza
en sus alfabetizandos, pues mostrará que no maneja el tema y que se limita a
seguir instrucciones paso a paso.
4. NO CONCENTRAR TODAS LAS DECISIONES EN EL
MANEJO DE LA CLASE
Cuando nos enfrentamos a una situación de enseñanza, nuestra tendencia como
educadores es creer que nuestro papel es controlar totalmente la clase.
La expresión “dar clase” revela esto con claridad: el maestro es quien “da” la
clase, los alumnos solamente la “reciben”. El maestro, de esta manera, es el
único que tiene un papel activo; los alumnos se limitan a un papel pasivo.
Usualmente el maestro entiende que “dar” la clase significa controlar todas las
actividades que se desarrollan en ella e incluso fuera de ella:
-Decidir cuándo empieza y cuándo termina la clase
-Controlar la asistencia
-Mantener la disciplina
-Exponer el tema
-Hacer las preguntas
-Afirmar las respuestas
-Decidir si las repuestas de los alumnos son correctas o no
-Corregir los errores, felicitar los aciertos
-Asignar tareas y responsabilidades
-Evaluar el aprendizaje
-Evaluar la enseñanza, etc.
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Una educación participativa y democrática necesita romper con esta manera de
entender el papel del educador. Ciertamente, su papel es orientar la clase, pero
tanto educadores como educandos deben tener un papel activo en el proceso
de enseñanza-aprendizaje.
De hecho, todas las actividades que hemos mencionado arriba pueden ser asu-
midas colectivamente por el alfabetizador y los alfabetizandos:
• El propio grupo puede corresponsabilizarse de controlar la asistencia y la
disciplina, aportar en el desarrollo del tema, distribuirse internamente tareas
y responsabilidades.
• Los propios alfabetizandos pueden ayudarse mutuamente a resolver inquie-
tudes, sin esperar que las respuestas vengan siempre del alfabetizador.
• Entre ellos pueden identificar los errores y corregirlos, así como valorar sus
aciertos colectivamente.
• Ellos son quienes deben asumir, en primer lugar, la evaluación de su propio
aprendizaje así como la evaluación de la tarea del alfabetizador.
De esta manera, el alfabetizador delega responsabilidades, facilitando su tarea y
logrando que el grupo se sienta corresponsable de su propio proceso educativo
y se involucre con mayor interés y compromiso.
Por ello, el método de alfabetización del Cuaderno de Trabajo está diseñado para
permitir a los alfabetizandos convertirse en sujetos activos de su propio
aprendizaje.
La mayor parte de las actividades deben ser realizadas por los propios alfabeti-
zandos, debiendo el alfabetizador intervenir sólo cuando su ayuda sea estricta-
mente necesaria.
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion 9
 5. NO MONOPOLIZAR EL USO DE LA PALABRA
Una característica de toda “educación bancaria” es la apropiación de la palabra
por parte del maestro: el maestro habla, los alumnos escuchan.
Dialogar implica compartir la palabra: ninguno solamente habla, ninguno sola-
mente escucha. Maestro y alumnos aprenden a escucharse mutuamente. La
palabra del maestro vale tanto como la palabra del alumno.
El alfabetizador, más que en “hablador”, debe convertirse en “escuchador”, ven-
ciendo la tentación de decirlo todo, de dar e incluso de imponer sus propios pun-
tos de vista. Debe evitar hacer discursos o dar conferencias. Lo más importante
es que sean los alfabetizandos quienes expresen sus opiniones, conocimientos,
inquietudes y experiencias, rompiendo con su temor a expresarse libremente y a
ser corregidos, interrumpidos o ridiculizados por el alfabetizador o por otros
miembros del grupo.
El alfabetizador, antes que adueñarse de las preguntas, debe incentivar a que el
propio grupo las haga. Muchas veces, una buena pregunta es más importante
que una buena respuesta. La pregunta estimula la capacidad de pensar y ayuda
a desarrollar ese pensamiento crítico e interrogador al que aspira toda educación
democrática.
El alfabetizador, antes que adueñarse de las respuestas, debe estimular a que
éstas salgan de su propio grupo. Seguramente los propios alfabetizandos
podrán resolver muchas inquietudes planteadas por sus compañeros.
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion
6. NO MONOPOLIZAR LA INFORMACIÓN SOBRE EL
PROCESO DE ENSEÑANZA
Parte del poder que tiene el maestro/a sobre sus alumnos radica en que es el
único que maneja la información sobre el proceso de enseñanza: los programas,
los objetivos, los contenidos, la metodología, los materiales didácticos, etc. Los
alumnos se limitan a cumplir instrucciones, a seguir lo que dice el maestro, sin
tener muy claro por qué y para qué hacen lo que hacen.
En esto, la relación maestro/alumno se parece a la relación médico/paciente: el
paciente se limita a recibir un diagnóstico, a comprar una receta, etc., sin com-
prender realmente cuál es la enfermedad que le afecta, por qué se enfermó, qué
contiene el remedio recetado, cómo se va a curar, etc.
Para que haya auténtica participación de los educandos en el proceso de ense-
ñanza, es indispensable que ellos también manejen la información que maneja el
educador.
Por ello, la Guía del Alfabetizador insiste en la necesidad de que éste, desde el
primer momento, explique a sus alfabetizandos cuestiones tales como:
-Quién es el alfabetizador (de dónde viene, qué estudios tiene, cómo se pre-
paró para la tarea de alfabetización, etc.)
-Todas las inquietudes que tengan los alfabetizandos sobre el Programa y
sobre la organización del Centro de Alfabetización Popular (CAP).
-Cuánto tiempo dura el proceso de alfabetización, cómo se va a desarrollar
y qué es lo que van a aprender en él.
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 -En qué consiste el Cuaderno de Trabajo (temas, unidades, metodología,
ayudas visuales, pasos didácticos, etc.)
7. NO OLVIDAR QUE LOS ALFABETIZANDOS DEBEN
APRENDER POR SU PROPIO ESFUERZO
Muchas veces, el educador no sólo abarca el proceso de enseñanza, sino inclu-
so el proceso de aprendizaje.
Así, en el caso de la alfabetización, podemos toparnos con que el alfabetizador
lea y escriba todo por sus alfabetizandos, ¡sin tomar en cuenta que quienes
deben aprender son ellos!
Sólo se aprende a leer, leyendo; sólo se aprende a escribir, escribiendo. Por
tanto, son los alfabetizandos quienes deben leer y escribir, desplegando su pro-
pio esfuerzo y creatividad.
Por ello, la Guía del Alfabetizador insiste en que sean los propios alfabetizandos
quienes:
-Expresen sus experiencias y conocimientos sobre el tema de cada unidad.
-Lean todo lo que aparece escrito en el Cuaderno de Trabajo, esforzándose
por entender lo que leen y desarrollando sus propias estrategias de lectura
(anticipando, autocorrigiéndose, deduciendo a partir del contexto, etc.).
-Escriban, aunque lo hagan lentamente y con errores.
-Recorten las tarjetas del cartel silábico.
-Formen palabras con estas tarjetas, trabajando de manera colectiva.
-Piensen y descubran por sí mismos en qué consisten los diferentes juegos
y entretenimientos que se incluyen en el Cuaderno de Trabajo.
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion
Por ello, el alfabetizador en ningún caso debe leer a los alfabetizandos las orien-
taciones, las soluciones a los ejercicios o la lista de palabras que se incluyen en
cada unidad, dentro de la Guía.
8. NO ADOPTAR UNA ACTITUD DE PERMANENTE
CORRECTOR
Copia escrita por un recién alfabetizado
Todo proceso de aprendizaje implica errores. Aprendemos equivocándonos. El
que no se equivoca es porque ya sabe. En este caso, no necesita aprender.
Quien está aprendiendo a leer y escribir, necesariamente comete muchos erro-
res. Esos errores no solo son comprensibles sino inevitables. No olvidemos que
aprender a leer y escribir correctamente es un proceso que se extiende a lo largo
de la vida.
El alfabetizador que se centra en los errores antes que en los aciertos y avances,
puede correr el riesgo de frustrar a sus alfabetizandos. El que aprende necesita
constantemente estímulos y reconocimientos, antes que continuos señalamien-
tos de sus fallas.
Un problema que usualmente es el centro de la atención del maestro es la orto-
grafía. Esto, en un proceso de alfabetización, puede llevar a situaciones extremas
y hasta absurdas. Por ejemplo:
-¿De qué sirve corregir al alfabetizando que escribe “ilo”, diciéndole “hilo” se
escribe con h, cuando todavía no aprendió la h?
-¿De qué sirve corregir al alfabetizando que escribe “vala” diciéndole que
“bala” se escribe con b, cuando todavía no aprendió la b?
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion 13

La ortografía es algo que se perfecciona a lo largo de la vida. En nuestro medio,
la batalla ortográfica continúa entre estudiantes secundarios, universitarios y pro-
fesionales. Intentar resolver el problema ortográfico en un programa de alfabeti-
zación es, pues, un imposible. No solo que no lo lograremos, sino que compli-
caremos innecesariamente el aprendizaje.
Evaluar correctamente qué, cuándo y cómo corregir es una cualidad fundamen-
tal de todo buen educador.
9. NO FOMENTAR EL INDIVIDUALISMO Y LA COMPETENCIA
Nuestra educación fomenta el individua-
lismo y la competencia a través de
muchos mecanismos. Esto responde,
en una buena medida, a los valores indi-
vidualistas y competitivos que estimula
toda nuestra sociedad.
Una nueva educación implica desarrollar
nuestros valores de cooperación y soli-
daridad. Por eso, todo, los materiales
educativos del Programa están diseña-
dos para fomentar el trabajo grupal:
-Los documentos de trabajo incluyen siempre al final una “guía para el traba-
jo en grupo”, promoviendo la reflexión y la discusión colectivas.
-La Guía del Alfabetizador, aunque es un instrumento de manejo individual,
supone un estudio y una preparación colectiva de los alfabetizadores bajo la
orientación del coordinador de brigada, a través de reuniones periódicas con
otras brigadas en los centros coordinadores de alfabetización (CCA)
-El Cuaderno de Trabajo del Alfabetizando propone un trabajo colectivo para
la mayor parte de las actividades y pasos didácticos.
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion
Así, lo que se busca es que los alfabetizandos cooperen entre sí para realizar
todas las actividades: la discusión sobre el tema, los ejercicios de lectura y escri-
tura, los entretenimientos y juegos, el recorte de los carteles silábicos y la forma-
ción de palabras, las unidades de repaso, etc.
Cabe aclarar que, cuando en la Guía se propone una “lectura colectiva”, no se
está proponiendo una “lectura en coro” (todos leyendo en voz alta al mismo tiem-
po), sino la posibilidad de que los alfabetizandos cooperen entre sí buscando
comprender el significado de lo que se lee.
El alfabetizador, por tanto, debe estimular en todo momento el trabajo en grupo
y la cooperación, antes que el trabajo individual y la competencia. Debe evitar,
asimismo, mostrar preferencias por uno o más alfabetizandos, a fin de no provo-
car celos o resentimientos. Debe, por último, mostrarse él mismo como ejemplo
de cooperación y solidaridad.
10. NO FORZAR EL RITMO DE ENSEÑANZA
El ritmo de enseñanza del educador muchas veces no coincide con el ritmo de
aprendizaje de los educandos.
El educador, movido por la impaciencia y preocupado de cumplir con el
Programa, quiere avanzar rápidamente. Por su parte, los educandos necesitan
avanzar con seguridad, afianzando a cada paso lo que aprenden.
Este Programa es intensivo, de corto tiempo de duración. Es posible, por ello,
que los alfabetizadores, presionados por el tiempo, quieran avanzar en una clase
lo que necesita cinco clases.
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 Esto no es recomendado, pues:
-Hay tiempo necesario para aprender y asimilar lo aprendido. No se puede
aprender en un día lo que, quizás, requiera un mes.
-Cuando se pasa muy rápido sobre un nuevo conocimiento, se corre el ries-
go de tener que volver atrás, lo que termina a la larga consumiendo más
tiempo y creando un sentimiento de inseguridad y fracaso de los alfabeti-
zandos.
-El proceso de conocimiento no es lineal: hay altibajos, estancamientos e
incluso retrocesos. Por ello, es indispensable repasar siempre antes de
avanzar.
En la Guía del Alfabetizador está incluida una programación detallada de todo el
proceso de alfabetización. Cada unidad del Cuaderno de Trabajo del
Alfabetizando está diseñada para desarrollarse en una semana (10 horas de
clase), lo que da tiempo suficiente para completarlo en el plazo establecido para
el Programa.
11. NO REPETIR MECÁNICAMENTE EL PROCESO DE
ENSEÑANZA A LO LARGO DE LA ALFABETIZACIÓN
Ningún proceso de enseñanza puede repetirse mecánicamente y de la misma
manera desde el inicio hasta el final. El educando va aprendiendo a lo largo de
este proceso; el propio educador va aprendiendo a enseñar y a perfeccionarse
como educador.
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion
Por ello, tanto el Cuaderno de Trabajo del Alfabetizando como la Guía del
Alfabetizador están diseñados con una estrategia progresiva que tiene en cuen-
ta el aprendizaje, tanto de los alfabetizandos como de los alfabetizadores.
Así por ejemplo, en el Cuaderno de Trabajo:
-Se reduce progresivamente el tamaño de la letra: la Unidad 1 empieza con
letra muy grande y, cada 3 unidades, ésta se reduce hasta llegar a un tama-
ño similar al de cualquier documento impreso.
-Se asigna un papel cada vez más activo a los alfabetizandos en la lectura
y la escritura: en las primeras unidades se contempla la posibilidad de que
el alfabetizador lea la palabra, frase u oración iniciales (solo en caso de que
los alfabetizandos no puedan o no quieran hacerlo solos), pero enseguida
se insiste es que sean los propios alfabetizandos quienes lean sin la ayuda
del alfabetizador.
-Se van eliminando los ejemplos en la realización de los ejercicios.
-Se elimina, a partir de la unidad 10, el rayado especial para la escritura.
-Se contempla un ritmo cada vez más acelerado en el dictado: mientras en
las primeras unidades se insiste al alfabetizador en un dictado sumamente
lento, poco a poco se van dejando de lado estas orientaciones.
Así también, en la Guía del Alfabetizador las orientaciones se van resumiendo y
simplificando a medida que avanza el proceso de alfabetización y, por tanto, el
aprendizaje del propio alfabetizador.
Cada alfabetizador deberá ir aprendiendo a ajustar el ritmo de enseñanza a medi-
da que avanza el proceso de alfabetización, aprendiendo de su propia práctica
y de las necesidades de sus alfabetizandos.
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 12. NO EXAGERAR LA IMPORTANCIA DE LOS EJERCICIOS
DE PRE ESCRITURA
Generalmente, en los programas de alfabeti-
zación, se empieza sometiendo a los alfabe-
tizandos a una serie de ejercicios llamados
de aprestamiento o de pre escritura.
Estos ejercicios se hacen con el fin de que
“suavicen la mano”, es decir desarrollen una
serie de destrezas necesarias para la escritu-
ra: aprender a agarrar el lápiz, a hacer trazos
sobre el papel, etc. Estos ejercicios, por lo
general, consisten en hacer líneas, círculos,
etc.
El aprestamiento es importante y necesario.
Sin embargo, la experiencia muestra que
esta manera de hacerlo tiene varios problemas, pues:
-El alfabetizando adulto se resiste a hacer estos ejercicios, pues se siente
tratado como niño, no le ve sentido a hacer palitos y bombitas, cuando lo
que quiere es empezar pronto a leer y escribir.
-El alfabetizador, muchas veces, dedica demasiado tiempo a esta fase de
aprestamiento, dándole exagerada importancia e insistiendo en ella.
No es raro, por esto, que los alfabetizandos se desmotiven rápidamente, provo-
cándose así una de las primeras causas de deserción.
Aprender a escribir es un proceso que toma mucho tiempo. Las destrezas que
requiere la escritura no se garantizan ni en una ni en dos semanas.
Por ello, en el Cuaderno de Trabajo del Alfabetizando los ejercicios de pre escri-
tura se incluye no al inicio de la alfabetización sino a lo largo de todas las unida-
des, aunque con mayor concentración en las primeras.
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion
Además, se busca que estos ejercicios no sean mecánicos y sin sentido (líneas,
círculos, etc.) sino que se integren a actividades creativas y amenas que facilitan
ese aprestamiento:
-trazado de líneas uniendo dibujos y palabras
-laberintos
-repaso de líneas punteadas que producen diseños de piezas arqueológicas
de nuestro país
-dibujo libre (objetos simples, un mapa del barrio o la comunidad, etc.)
-coloreado de provincias sobre el mapa del Ecuador
-recorte de tarjetas del cartel silábico
-llenado de casillas con palabras, etc.
Por lo demás, no olvidemos que la propia ejercitación de la escritura es el mejor
aprestamiento. ¿Acaso no es mejor escribir una O que hacer una bombita y un
palito sueltos?
13. NO ENSEÑAR A LEER LOS NOMBRES O LOS SONIDOS
DE LAS LETRAS
Muchos de los que sabemos leer y escribir hemos aprendido con viejos méto-
dos de enseñanza. Por ello, cuando nos toca enseñar a otros, nos guiamos natu-
ralmente por nuestra propia experiencia.
Por ello, la primera tendencia del alfabetizador es enseñar el abecedario comple-
to, es decir, los nombres de las letras. (Por otra parte, nos encontraremos que
muchos alfabetizandos conocen ya y saben de memoria el alfabeto, aunque no
sepan ni leer ni escribir).
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion 19
 Muchas veces, también, se intenta explicar la forma de las letras a través de necesitan conocerlo, pero no para aprender a leer, sino para poder realizar des-
objetos que tienen una forma parecida. Por ejemplo: pués una serie de actividades que requieren manejar el alfabeto (elaborar un lis-
tado, consultar el diccionario, etc.)
“La S, que se parece a una culebrita”
“La J, que se parece a un bastón” 14. NO ENSEÑAR LAS SÍLABAS EN UN ORDEN FIJO
“La H, que se parece a una escalera”, etc.
A-E-I-O-U: éste es el orden habitual con
Enseñar de esta manera tiene un problema, en su mayoría, los nombres de las que mencionamos las vocales. Sin embar-
letras no coinciden con su sonido. Por ejemplo: go, al alfabetizar, debemos variar este
orden, pues de otra manera los alfabeti-
NOMBRE DE LA LETRA SONIDO DE LA LETRA zandos se limitarán a memorizar las síla-
bas, sin leerlas realmente.
EME M
JOTA J En el Cuaderno de Trabajo del
EQUIS X Alfabetizando, las familias silábicas se pre-
ZETA Z sentan en un orden fijo. Sin embargo, en la
Guía del Alfabetizador se insiste en la
Al aprender a leer y escribir, por tanto, esto dificulta el aprendizaje. Por ello, los necesidad de cambiar este orden, recu-
métodos alfabéticos ya no se usan. rriendo para ello a la pizarra o al uso del
cartel silábico.
Otra tendencia del alfabetizador es enseñar los sonidos de las letras. En este
caso, lo que hace es buscar sonidos reales que se parezcan a los sonidos de las 15. NO ESCRIBIR EN LETRA MANUSCRITA
letras. Por ejemplo:
Querida Rosa María:
“SSSSSSS… Como el sonido que hace una bomba cuando se desinfla”
“RRRRRR… Como el sonido que hace el taladro”, etc.
Estoy contento de que hayas regresado de tu viaje. Ven pronto
a visitarme y a conversarme cómo te fue.
Aprender a leer de esta manera produce una lectura con sonidos extraños y arti- Saludos a tus familiares. Chao.
ficiales. Por ello, los métodos fonéticos tampoco se recomiendan.
Sonnia
El método de alfabetización empleado en el Cuaderno de Trabajo no es ni alfa-
bético ni fonético. Es un método analítico: se empieza con palabras, frases u ora- En nuestro país, la letra que se aprende y se utiliza comúnmente es la letra
ciones, y después se las descompone en sílabas. Por tanto, la unidad menor a manuscrita o cursiva sin embargo, en muchos países viene generalizándose el
la que se llega es la sílaba, no la letra. uso de la letra script, sobre todo para la etapa de alfabetización inicial tanto de
niños como de adultos.
El abecedario se incluye al final (y no al comienzo), pues los alfabetizandos

20 ´
lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion ´
lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion 21
 En el Cuaderno de Trabajo del Alfabetizando se utiliza la letra script, tanto para la
lectura como para la escritura, considerando que:
-La letra script es más fácil de aprender que la letra manuscrita, pues sus
trazos son más regulares y sencillos.
-La letra script es más universal, pues permite leer la mayor parte de textos
impresos (periódicos, libros, revistas, etc.) mientras que la letra manuscrita
es personalizada (cada uno de nosotros tiene su propio estilo de letra).
-Los alfabetizandos aprenderán a escribir en letra manuscrita durante la fase
de postalfabetización, después de concluido el Programa.
La letra script tiene trazos muy diferentes a la letra manuscrita, como podemos
darnos cuenta al comparar el abecedario.
La letra script:
abcdefghijklmnopqrstuvwxyz
La letra manuscrita:
abcdefghijklmnopqrstuvwxyz
El alfabetizador, por tanto, debe tener esto muy presente y evitar escribir en letra
manuscrita, pues esto confundirá a los alfabetizandos.
16. NO ENSEÑAR LAS LETRAS, MAYÚSCULAS AL MISMO
TIEMPO QUE LAS MINÚSCULAS
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion
Enseñar al mismo tiempo las letras minúsculas y las mayúsculas no es recomen-
dable pues, aunque tienen el mismo sonido, sus trazos son muy diferentes.
Podemos darnos cuenta de estas diferencias al comparar el abecedario:
Minúsculas
a b c d e f g h i j k l m n o p q r s t u v w x y z
Mayúsculas
A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
Teniendo esto en cuenta, en el Cuaderno de Trabajo del Alfabetizando empeza-
mos enseñando las minúsculas, y las mayúsculas se introducen posteriormente
a través de una serie de palabras que son nombres propios de personas, provin-
cias, etc.
Por ello, la Guía del Alfabetizador recomienda que se enseñen las mayúsculas
sólo una vez que los alfabetizandos manejen bien las minúsculas.
17. NO REALIZAR UNA LECTURA SILÁBICA
Trein-ta - dí-as - tra-e - no-viem-bre - con
a-bril - ju-nio - y - sep-tiem-bre - y - los - de-más
trein-ta - y - u-no - me-nos - fe-bre-ro - mo-cho
con - so-lo - vein-tio-cho
Muchas veces el alfabetizador, creyendo de esa manera simplificar el aprendiza-
je de la lectura, fomenta una lectura silábica antes que una lectura de palabras
completas.
El propio alfabetizador, al leer, cae en este error, presentando de esta manera un
falso modelo de lectura a los alfabetizandos.
La verdadera lectura es una lectura comprensiva de unidades con significado:
palabras, oraciones, textos. Por ello, debemos evitar en todo momento y desde
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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion 23
 el inicio de la alfabetización que los alfabetizandos y el propio alfabetizador hagan
una lectura silábica.

Esto es válido también para el dictado, donde debemos leer las palabras com-
pletas, repitiéndolas si es necesario, pero sin dividirlas en sílabas.

18. NO MANDAR TAREAS A LA CASA

Guía para el trabajo en grupo

-¿Cuál es la utilidad de este documento?

-¿Qué hemos aprendido o que nos ha llamado
la atención?
Parte del hábito del maestro es mandar tareas o deberes. Esto, en el caso de un -¿Cuáles de los problemas analizados aquí que
programa de alfabetización no es recomendable, a menos que sean los propios
se dieron en las prácticas de alfabetización rea-
alfabetizandos quienes lo pidan.
lizadas en los talleres?
No podemos olvidar que la propia asistencia al CAP significa ya un gran esfuer- -¿Cuáles de las recomendaciones dadas aquí
zo para los alfabetizandos. Ello implica renunciar a horas de trabajo, descanso o nos parecen más importantes? ¿por qué?
recreación. Les implica complicaciones adicionales a su vida, ya de por sí dura y
-¿Qué otros NO podríamos agregar a esta lista?
con problemas. Les implica, en muchos casos, conflictos familiares, sobrecarga
de tensiones y sacrificios de todo tipo.

Habrá alfabetizandos que, interesados en avanzar rápidamente, continuarán

estudiando en casa y por su cuenta. Esto es positivo y debe ser estimulado por
el alfabetizador, pero sin convertirlo en una imposición o en una exigencia.

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lo que no hay que hacer en el proceso de alfabetizacion ´