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Los estudios alimentarios pueden tener diversos enfoques. Existen los de tipo macro
enfocados a la intervención del Estado, la estructura económica, producción y
distribución. Gracias a las herramientas etnográficas de la antropología podemos
reconstruir la dieta cotidiana de ciertos grupos sociales para analizar sus conductas
alimentarias y los rasgos culturales que las propician.
El planteamiento antropológico de la alimentación, considera ésta como un proceso
social por el que se adquieren sustancias energéticas, catalíticas y estructurales
necesarias para vivir. En este caso los alimentos deben reconocerse ideológicamente
por el grupo social como aptos para comer. De igual forma se reconocen alimentos
tabú. Los alimentos son una estimación cultural que definen los p atrones dietéticos.
A diario en todo el mundo las personas nos preguntamos ¿qué vamos a comer? Antes
de ingerir algún alimento lo que hacemos es pensarlo. Si entra en las categorías
aceptadas por el código cultural entonces lo comemos. Constantemente pensamos la
alimentación, la razonamos, la ordenamos y la regulamos. La pluralidad de comida es
símbolo del éxito de la cultura sobre la naturaleza.
La disponibilidad de alimentos condiciona los procesos sociales y culturales que se
desarrollan en torno a la comida. Desde la antropología se estudian los hábitos
individuales y las costumbres colectivas. Se analizan las preferencias de las personas
respecto a qué, dónde, cuándo, con qué, cómo, quién y para qué se ingieren alimentos.
Cualquier dieta es un producto cultural que se origina de una compleja ramificación de
alimentos que se relacionan entre sí. El alimento configura la vida social de los grupos
humanos y laantropología de la alimentación destaca los códigos culturales que se
fundan en torno a ellos.
Los estudios antropológicos aportan al área de la nutrición los componentes de la
alimentación y el estado nutricional de determinados grupos sociales. Este enfoque ha
ayudado a examinar las variaciones alimenticias en épocas de fiesta o periodos
considerados especiales, como el embarazo y la lactancia.
Fuente: Ana Silvia Ortiz Gómez, et al, “La alimentación en México: enfoques y visión a
futuro”, E
studios sociales, vol. XIII, No. 25, enero-junio, 2005, 8-34.