Si yo pudiera

Mtra. Rosario Guzmán Hernández

Ponte a trabajar por un mundo nuevo, deja atrás el egoísmo y el pensar tan solo en ti.
Porque cuando tú reacciones, no quedará más que preguntar de algo que ya dejó de existir.
Miedo, angustia y desesperación por lo que estás viviendo hoy.
Mira ahora; quizá es tiempo de actuar; ayúdanos a levantarlo, no a destruirlo más.

Amanece un día frío, donde nunca imaginé, se destruye mi planeta, ya no hay nada más que
hacer.
Hoy, ya no hay brillo; oscuro el cielo está, manchado de tanto humo, que dejara la
humanidad.
Mañana quiero saber, qué noticias van a dar, si se acaba un continente o quizás una ciudad,
por huracanes o sismos, hay tanto miedo sin parar.
Si yo pudiera lo haría; si mi voz se escuchara, gritaría; si mis manos pudieran unir, uniría; y
si mis lágrimas te conmueven: ayúdame a que mi mundo sobreviva.
Yo lo escucho en la radio, yo veo en la televisión, pero nadie hace nada por evitar tal
situación.
Mensajes de cuidar, al planeta siempre están; al que lo está destruyendo, contaminándolo
más.
En la escuela y en tu casa, avisos ya debes dar, que la alerta de la vida está por agotarse ya.
La flora y fauna silvestre, muriéndose ya está; si hacemos caso omiso a lo que debemos
cuidar.
Estamos acabando con lo maravilloso que un día fue; un mundo lleno de flores
exterminado, ahora lo es.
Una cultura que hace tiempo, nuestros padres recibieron; quien lo ha escrito allá en la nada,
cuando destruir aprendieron.
¡Humanidad! ¡Humanidad! Si es que te puedo llamar así; te destruyes a ti mismo, culpando
lo que no existes, para no llegar a sentirte, que estás lleno de maldad.
Si miras a tu alrededor, te llenarás de dolor; por lo que tú has dejado, un futuro sin
esperanza y amor.
Cuando tus hijos pregunten por qué hay ruinas y desolación, les dirás que fue imprudencia
de los que vivieron en la sinrazón.
Mentiras, sólo mentiras, que no quise ni apoyar, exterminar con esa incultura que fue
derramada por la sociedad.
Sociedad que inspira justificando, su manera de actuar; al terminar destruyendo, eso que
fue nuestro hogar.
Los problemas continúan, sino hacemos nada por ellos; sólo escuchamos que mueren y
seguimos con las guerras.
Si yo pudiera lo haría; si mi voz se escuchara, gritaría; si mis manos pudieran unir, unirían; y
si mis lágrimas te conmueven, ¡ayúdame a que mi mundo sobreviva!
Los inventos fulminantes siguen en aumento e incesantes, sin que nadie los detenga,
levantándose mellosos y arrogantes.
¡Qué tristeza me acosa y percibo! Por ver que todos mis esfuerzos quedaron tirados en el
olvido, al no escuchar ese eco fuerte y decidido.
Ni mi corazón se llenó de cautela, al no creer en promesas, de esas que sólo te llenan de
malestar, silencio y pena.
Quisiera creer en la unión, de esa que tanto nos hablan; y ponernos en acción, para amarla
y respetarla.
¡Ponte a llorar por lo que hiciste! Sólo eso te queda ahora; porque cuando tú pudiste, lo
tiraste por la borda.
¡Qué ingratitud humanista! ¡Qué manera de sentir! Acabando con la vida, pesimismo hasta
morir.
Versos, cuentos y poemas, con un mensaje radical; todos llenos de nostalgia, preguntando
sin cesar.
¿Por qué terminan con todo? Cuando deberían de actuar.
Falta voz, responsabilidad y razón; valores que aún no tenemos, mucho menos conocemos
para evitar tal desazón.
¡Cómo quisiera ver que alguien pare la destrucción! Que no se acabe este mundo, quedando
en desolación.
¡Demos una vida construida! ¡Soy joven! ¡Quiero vivir! Deseo ver que lo que me rodea,
nunca deje de existir.
¿Realidad o fantasía? ¡Ya no importa! ¡Se acabó! La vida que nos rodea, la humanidad
olvidó.
Si yo pudiera lo haría; si mi voz fuera escuchada, hablaría; si mis manos pudieran salvar al
planeta, lo daría; si mis lágrimas pudieran sensibilizar tu corazón, sentiría alegría; si mi
forma de pensar estabilizara tus emociones, sé que habría una mejor vida; y si existiera la
unión verdadera, actuaríamos con fuerza, valor y sabiduría.