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ETODOLOGÍA GEOQUÍMICA PARA BUSCAR DE HIDROCARBUROS

Prospección en el altiplano
El geólogo Hernán Peredo, gerente de exploración y explotación de la empresa petrolera
estatal, propone crear una unidad de geoquímica en esa corporación.
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domingo, 18 de mayo de 2014

Fotos: Archivo Página Siete. Vista del altiplano boliviano, cuyo norte tiene potencial hidrocarburífero

Natalí Vargas / La Paz


Pese a que expertos afirman que la existencia de hidrocarburos en el altiplano boliviano está
comprobada por las manifestaciones en superficie (oilsleep) y de que se conoce cerca de 20 apariciones
en la región, hasta ahora todos los estudios realizados fueron de tipo sísmico, es decir, utilizando
métodos geofísicos.
En el último número de la revista Gas & Petróleo, de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB),
la propuesta de un gerente de la empresa estatal manifiesta la necesidad de abrir una Unidad de
Geoquímica, que emplee un segunda sistema de prospección exploratoria, que use la geoquímica para
determinar anomalías químicas.
Propuesta
Hernán Peredo Dávalos, gerente de exploración y explotación, indica que esa metodología permitirá
establecer áreas probables de acumulación de hidrocarburos en profundidad en la cuenca del altiplano
boliviano.
Peredo, geólogo en minas especializado en geología petrolera, geotecnia, geotermia, hidrogeología y
geoquímica, explica que el objetivo de hacer estudios geoquímicos en la región altiplánica es lograr una
nueva concepción sobre posibles acumulaciones de hidrocarburos.
Además, también se aplicarían métodos geoquímicos en áreas estructuradas y determinar posibles
formaciones, con datos reprocesados y reinterpretados de las líneas sísmicas existentes para una
nueva valoración.
El gerente asegura que la prospección geoquímica en el altiplano boliviano "debe ser encarada a corto
plazo para cumplir con las políticas que persigue todo país en búsqueda de su desarrollo y, en este
caso, YPFB para incrementar las reservas hidrocarburíferas, para alcanzar y cumplir con los
requerimientos del futuro”.
Metodología
En la actualidad, se conoce sobre la aplicación de un nuevo método de prospección Stress Fiel Detection
(SFD), usado para determinar contenido de fluidos en estructuras enterradas (trampas), a través de la
Detección de Campos de Esfuerzos, basado en la mecánica cuántica (determinación de anomalías SFT).
Esta metodología es considerada como un medio de gran ayuda junto a la geoquímica, pues ésta
muestra anomalías en base a la probable relación con el contenidos de trampas estructurales
hidrocarburíferas en profundidad.
De todas maneras, ambos métodos conducen a determinaciones más acertadas para ubicar pozos, y así
disminuir los riesgos técnicos y financieros de la búsqueda de hidrocarburos.

Los trabajos geoquímicos consisten en hacer muestreo de suelos y rocas en profundidad, controlar el
desarrollo de campos petroleros, determinar posibles zonas o niveles de generación de hidrocarburos en
base a datos geoquímicos, caracterizar yacimientos (convencionales y no convencionales) y analizar la
continuidad de las reservas en los campos de desarrollo.
Otras tareas de esa unidad serían interpretar resultados de laboratorio, elaborar e interpretar gráficas y
evaluar formaciones pelíticas para determinar generación de hidrocarburos en base al contenido de
materia orgánica y grado de madurez térmica.

Pozos en la región andina resultaron negativos


La búsqueda de hidrocarburos en el altiplano boliviano tuvo dos etapas: la primera se desarrolló entre
1960 y 1976 e implicó la perforación de cinco pozos exploratorios, y la segunda, de 1984 a 1996, con una
cantidad similar. Pero sólo uno tuvo resultados favorables
Etapas
En el artículo "Análisis de la perforación exploratoria”, publicado en la revista Gas & Petróleo de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), se narra que los primeros trabajos consistieron en la
obtención de la mayor cantidad de información geológica y geofísica con la participación de la estatal
petrolera y de SunOil, Superior Oil y Tesoro Bolivia.
Se adquirió 8.987 kilómetros de líneas sísmicas 2D, 56.664 estaciones gravimétricas en un área de
80.000 kilómetros cuadrados, 16.985 kilómetros de líneas de vuelo de magnetometría y 40.000 kilómetros
cuadrados de geología regional y de detalle.
Los cinco pozos perforados entre 1960 y 1976 son Copaquila X1, Salinas de Garci Mendoza X1 y La
Joya X1, en Oruro; Vilque A, en Potosí; y San Andrés de Machaca X2 en La Paz, todos con resultados
negativos.
Entre 1984 y 1996 se adquirió un total de 45.135 kilómetros de líneas de vuelo de aerogavimetría y 2.515
kilómetros de líneas sísmicas 2D. Además se hizo trabajos de geoquímica de rocas (pirolisis) y de suelos
(GMT).
En esta etapa las empresas Phillips y Exxon, entre 1987 y 1988, exploraron los bloques Poopó Norte-Sur
y Curahuara de Carangas. La Eastern Seaboard Standard Oil (ESSO) perforó el pozo Toledo X1 en Oruro
y YPFB, los pozos Colchani X1 en Potosí y Santa Lucía X1 en Oruro.
Sin embargo, al igual que los pozos de la primera etapa, los de la segunda obtuvieron resultados
negativos.
Posibilidades
Empero, posteriores estudios geoquímicos revelaron a través del pozo Vilque A que la formación El
Molino es una buena generadora de hidrocarburos.
El pozo Vilque A demostró que podría haber reservas en el Altiplano Sur; en el altiplano centro la
probabilidad depende de buscar en estructuras del terciario, cretácico y devónico; mientras que en el
norte, las posibilidades están relacionadas a hallar resultados en rocas del permo-carbonífero.

"La prospección geoquímica en el altiplano debe ser encarada a corto plazo, para cumplir las
políticas de búsqueda de desarrollo”.
"Se podrá lograr determinaciones más acertadas para ubicar pozos y disminuir los riesgos de la
búsqueda”.
Hernán Peredo, geólogo de YPFB

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