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INFORME DE 5 PÁGINAS SOBRE EL SER HUMANO ACTUAL

Y EL PAPEL DE LA CIENCIA EN EL

La ciencia siempre ha sido una fuente de conocimiento para


tratar de entender lo que nos rodea, y así, entender nuestra
propia naturaleza mortal. La ciencia nos ha traído grandes
avances en medicina o en tecnología, pues nos ha rodeado de
aparatos que nos hacen la vida más cómoda y fácil… Pero, siendo
esto así, seguimos sin lograr convivir los unos con los otros, sin
eliminar el hambre del mundo, sin lograr la paz…

Tanto avance científico no ha servido para eliminar el


sufrimiento, sino para crear armas capaces de exterminar a miles
de seres humanos con solo apretar el gatillo, así que las nuevas
tecnologías, lejos de salvar vidas, han servido para idear formas
más atroces e inhumanas de matar.

Hemos alcanzado tal nivel de desarrollo que somos capaces


de ir en busca de nuevos mundos, nuevos planetas que
investigar, tal vez pensando en poder crear nuevos núcleos
civilizatorios. Pero no tiene demasiado sentido tratar de imaginar
otros mundos que habitar cuando tras miles de años en la Tierra,
aún no hemos aprendido a vivir en ella: la maltratamos pensando
solo en nuestros intereses, sin darnos cuenta de que en la
mayoría de las ocasiones vamos contra natura, oponiéndonos a
esas leyes sutiles que rigen nuestro planeta y el universo entero.
Tal vez aún no entendemos cómo funciona nuestro sistema solar
o la Tierra, porque siempre tratamos de entender lo más grande,
lo más complejo, cuando deberíamos de empezar por lo más
simple y sencillo: una roca, una flor… pues ellos son también
reflejo en lo pequeño de esas leyes que ignoramos y que
pretendemos negar por impotencia. Recordemos que los grandes
Maestros de todos los tiempos decían que el hombre debía dejar
de preocuparse por conquistar y dominar mientras no fuese
capaz de conquistarse y dominarse a sí mismo, viendo a la
naturaleza como nuestra aliada, buscando armonizarnos con
ella, y así, encontrar nuestro propio equilibrio.

La ciencia actual está ocupada intentando prolongar nuestra


vida lo máximo posible. Para ello se realizan estudios y pruebas
que aseguren una mayor calidad de vida, y a nivel genético van
mucho más allá, porque de qué sirve estar buscando remedio
para las enfermedades si podemos extirparlas de raíz, es decir,
que con la manipulación genética se pueden eliminar
enfermedades, trayendo al mundo seres casi perfectos cuyas
probabilidades de caer enfermos sean mínimas, casi ridículas.

Además, se están desarrollando proyectos para poder curar


a personas con problemas muy serios, como por ejemplo,
aquellas personas que están en una silla de ruedas, a las que en
un futuro no muy lejano, se las someterá a una serie de
tratamientos para regenerar la parte de su columna vertebral
dañada, con “células madre” que les serán inyectadas, ya que son
incapaces de producirlas por sí solos.

Todo esto es un sueño hecho realidad: el hombre vence a la


enfermedad, pero el problema es que toda esta búsqueda de la
perfección se convierta en una obsesión que nos lleve a crear
seres humanos perfectos de forma mecánica, a los que se les
asignarán unos trabajos y tareas concretos, y prácticamente toda
su vida ya estará decidida de antemano sin sorpresas ni emoción.
No es esa la sociedad que deseamos, ni tampoco creo que ese sea
el sueño del que hablaba, pues probablemente ese sueño, que
comparto con muchos otros, de un mundo mejor, con justicia y
sin sufrimientos innecesarios, no lo lograrán las nuevas
tecnologías, ni un hombre perfecto a nivel genético. Lo logrará el
hombre que es consciente de que el mundo no puede seguir así,
que se pregunta de qué forma puede ayudar y lo hace: actúa,
como si hubiese contraído una deuda con el resto de la
humanidad desde el día que nació, una deuda de vida, para
respetarla y protegerla, no solo para perpetuarla. De nada
serviría formar parte de una sociedad donde ya no somos
personas sino individuos sin nombre, tal vez con un código de
barras en la muñeca que lo acredite.
¿Por qué la ciencia es necesaria?
Sí, la ciencia es lo que nos distingue de otras especies en
nuestro planeta, es la que hace que los países sean poderosos, es
la que permite ganar dinero con aplicaciones tecnológicas
derivadas del desarrollo científco. La ciencia nos permite
conocernos, la que explica que es la vida, cómo funciona nuestro
cerebro y el resto de nuestro organismo.

La ciencia es la que permite desenmascarar a los


charlatanes (pseudocientíficos o paracientíficos) que nos venden
agua con un poco de azúcar como un remedio para nuestra salud
(los homeópatas) o te dicen que el futuro está en las estrellas (los
astrólogos) o los que nos venden el engaño de que una pulsera
imantada va a mejorar tu vida (los magnetoterapeutas), entre
otros.

Porque la ciencia, usando el método científico, sabe que la


dilución extrema de un fármaco o cualquier otro compuesto
biológicamente activo no puede producir ningún efecto biológico,
pues es necesaria una concentración mínima. La concentración
se refiere a la cantidad de una sustancia que está presente en un
determinado medio. Se puede expresar de muchas maneras, pero
ahora no viene al caso explicarlo. Lo importante es que los
científicos sabemos desde hace cinco siglos (desde la época de
Parecelso) de que el efecto de una sustancia depende de la dosis.
Los llamados remedios homeopáticos se producen por diluciones
extremas y la ciencia ha demostrado que la concentración de
sustancia activa en el remedio es prácticamente nula.
El método científico se basa en proponer hipótesis, hacer
experimentos para refutarla o comprobarla, y a partir de aquí
establecer una teoría. Con este bagaje, podemos decir que la
astrología (y su consecuencia, los malditos horóscopos o las
cartas astrales) es un auténtico timo. ¿En qué hipótesis se basa?
¿en qué la posición de los astros influyen en nuestra vida y
comportamiento? ¿cual es la base científica? ¡Ninguna! Si fuese
cierta, resultaría que millones de personas (las que comparten la
misma fecha de nacimiento) tendrían el mismo destino. ¡Y a todos
les tocaría la lotería el mismo día, todos se enamorarían a la vez
o sufrirían la pérdida de un ser querido simultáneamente! Por
supuesto, no se pueden hacer experimentos que refuten o
aprueben la base científica de la astrología.

Las pulseras magnéticas, el agua magnética o cualquier


zarandaja magnética de uso cotidiano usan imanes en los que la
intensidad del campo magnético es muy pequeña (causada por
un imán de uso casero). El magnetismo es un área científica muy
estudiada. Hace unos 200 años, científicos de la talla de Faraday,
Ampère o Østerd realiaron experimentos rigurosos que dieron
lugar a la teoría del campo electromagnético matemáticamente
racionalizada principalmente por Maxwell (y en su versión
moderna por Heaviside). En estas investigaciones se aplicó
rigurosamente el método científico (hipótesis, experimentos,
teoría) y una de sus conclusión es que el campo magnético es
demasiado débil para causar algún efecto biológico como
pretende la magnetoterapia. Por otro lado, para que se dé ese
efecto biológico sería necesario que el campo magnético
interaccionase con las biomoléculas de nuestro cuerpo. La
ciencia sabe que el efecto de los campo magnéticos (incluso los
muy intensos) sobre la mayoría de moléculas es muy pequeño y
de muy corta duración. Por lo tanto, la ciencia desmonta este
timo pseudocientífico; y cualquier otro (feng-shui, aromaterapia,
etc.) similar.
IMPACTO DE LA CIENCIA EN LA ACTUALIDAD
A través de los años el ambiente social ha ido
evolucionando, de tal manera que ha exigido nuevas ciencias y
tecnologías. Por lo cual el ser humano ha ido modificando tanto
su forma de pensar como de actuar, a tal grado que ha llegado a
depender en todos los ámbitos de la ciencia y la tecnología. Día a
día el hombre ha ido desarrollando más y mejor tecnología que le
ha facilitado la forma de vivir, por tal motivo hemos llegado a una
etapa en la cual la maquina ha rebasado en muchos aspectos al
ser humano. Han sido muchas las hipótesis en las cuales se
predicen una “guerra” entre las maquinas y el ser humano por la
supremacía en el planeta, pero por el momento la tecnología ha
favorecido en el progreso de muchos ámbitos tanto médicos,
culturales y psicológicos del hombre.
En la antigüedad se tenían bien definidas las funciones que
fungimos como individuos, en la cual debemos de llevar una
armonía tanto con la naturaleza como con la sociedad. Pero hoy
en día ha modificado mucho ese marco tradicional, y ha traído
consigo un desequilibrio entre el hombre y la naturaleza. Han
sido muchos los progresos que ha traído consigo la ciencia, y no
debemos culpar a estos avances la situación por la cual estamos
pasando actualmente. Ya que nosotros hemos sido los que no
hemos sabido aprovechar la ciencia como debería ser utilizada.
Han sido muchos los cambios que ha originado el progreso
de la ciencia, y por lo cual el ser humano ha tenido que modificar
tanto su forma de pensar como de vivir, pero estos cambios se
han visto relacionados o afectados tanto por la política, la religión
y la sociedad en particular, ya que estos 3 factores han orientado
un desarrollo más orientado a buscar el bien común de los 3.
Esto ha sido muy notorio dentro de la comunidad social, ya que
ha producido tanto ventajas como desventajas en la evolución y
desarrollo de la ciencia.
AUTORES

1. Bernardo Herradón. ¿Por qué la ciencia es necesaria?. 30


abril, 2012.
2. Mariano Artigas y Daniel Turbón. El origen del hombre,
2007.
3. Mariano Artigas, Daniel Turbón (2008). Origen del hombre:
ciencia, filosofía y religión (3ª edición).
4. Charles Darwin (2009). El origen del hombre. Ediciones
Crítica.

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