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DOSSIER

Luchas estudiantiles Resumen


El artículo presenta una caracterización
de las luchas estudiantiles en Bogotá
universitarias en durante los años 1980-1991. El problema
se ubica en el proceso mediante el
cual, desde los años sesenta, las
Bogotá, 1980-1991 luchas estudiantiles presentaron un
descenso relativo en su actividad,
por razones internas y externas. Sin
embargo, si bien, durante el periodo, sus
Student Struggles in Bogotá, acciones fueron menos cuantiosas con
respecto a décadas anteriores, estas se
1980-1991 fueron transformando en expresiones
ciudadanas más alejadas de los partidos
políticos y más concentradas en el
ámbito de la cultura y las preocupaciones
sociales de los estudiantes. Son tres los
Pilar Adriana Rey Hernández 1
hilos conductores que guían el texto,
pareyh@gmail.com
El Colegio de México la evolución histórica de las luchas, su
México composición y diversidad, y el universo
de las demandas que entrañan.
Artículo recibido: 31/10/2013 Palabras clave: Luchas estudiantiles,
Artículo aceptado: 14/01/2014 Universidad pública, Bogotá, Educación
superior, demandas.
Para citar este artículo: Rey, P. A. (2013). Luchas estudiantiles
universitarias en Bogotá, 1980-1991. Ciudad Paz-ando, 6(2),
pp. 64-79
Abstract
This article presents an analysis and
characterization of student struggles
in Bogotá between 1980 and 1991.
The problem is located in the process
in which, since the 1960’s, student
struggles presented a drop in their
activities caused by internal and external
Ciudad Paz-ando Bogotá, Julio - Diciembre de 2013. Vol. 6, núm. 2: págs. 64-79

reasons. However, in spite of the fact


that the students’ actions were less
numerous, these started to transform into
citizen expressions far from the political
parties, and were more concentrated in
the context of culture and the students’
social worries.  These are three threads
within the text, the struggles historical
evolution, their diversity and composition,
and the universe of requests that define
those struggles.
Key Words: Student Struggles, Public
University, Bogota, Higher Education,
Demands.

1 Historiadora de la Universidad Nacional de Colombia. Maestra en Historia


por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y estudiante de
Doctorado en Historia en El Colegio de México. Principales áreas de estudio:
historia urbana, historia social y política de Colombia, movimientos sociales,
64 memoria e historia oral.
Luchas estudiantiles universitarias en Bogotá Pilar Adriana Rey Hernández

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Introducción En el presente artículo se entiende las luchas
estudiantiles como una expresión de los mo-

E
n el texto que sigue a continuación, vimientos sociales que posee una postura de
se ha asumido la categoría de lucha o negociación política dentro del Estado, y aun-
protesta social bajo el reconocimiento que se reconoce su transitoriedad, se desta-
de que no existió la suficiente cohesión orga- ca también su capacidad de generar y canali-
nizativa duradera para poder hacer referencia zar propuestas en relación con sus diferentes
a un movimiento, siguiendo con esto la acla- necesidades y afectaciones coyunturales.
ración de Mauricio Archila (1999): Por otro lado, se reconoce la existencia de
dos enfoques desde los cuales se ha estu-
Cuando hablamos de movimiento estudiantil diado a este actor y a sus luchas, que de-
en realidad nos referimos a un sector muy vienen justamente de sus principales reivin-
heterogéneo – no es una categoría de clase dicaciones, expresadas en lo que se puede
como tal ni tampoco cultural estrictamente – denominar como una doble agenda. Por un
de continuo cambio y poca expresión organi- lado, se encuentran las preocupaciones en
zativa permanente. Por eso los autores que lo el orden específicamente gremial, es decir,
han estudiado prefieren hablar de luchas co- los asuntos relacionados con presupuesto,
yunturales más que de movimiento como tal. bienestar estudiantil, instalaciones, o conflic-
(p. 158) tos administrativos relativos a la universidad
o al sistema educativo en general. Por otro
En la historiografía colombiana no se ha lle- lado, se evidencian las inquietudes políticas
gado del todo a un acuerdo sobre la catego- y sociales del entorno local y nacional, que
rización de los diferentes episodios de lucha suelen estar ligadas a la militancia partidista
estudiantil a lo largo del siglo XX. Por ejem- casi siempre de izquierda o incluso anarquis-
plo, Ruíz Montelagre (2002) acude de manera ta, y como veremos al final del periodo, a una
explícita al término movimiento estudiantil en vinculación con la ciudadanía y el ejercicio de

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su trabajo sobre el periodo de esplendor de la democracia sin que medie necesariamente
las organizaciones estudiantiles (1954-1966), una filiación partidista.
fundamentalmente de la Federación Universi-
taria Nacional, dado que encuentra en él la Actores y luchas estudiantiles
complejidad, el nivel organizativo y la unidad 1980-1991
en sus demandas. Mientras tanto, Acevedo
Tarazona (2010), al referirse a este mismo El periodo comprendido entre 1980 y 1991,
periodo, pero incluyendo también la década fue particularmente difícil, no sólo para los
de los años setenta, afirma que no se presen- sectores estudiantiles, sino para la moviliza-
tó un movimiento social propiamente dicho, ción social en general, debido a la fuerte ola de
pero que sí se lograron direccionar las protes- violencia que azotó al país, con particular cru-
tas sobre elementos comunes. Francisco Leal deza a los sectores movilizados. Esta adversi-
Buitrago (1981), por su parte, afirma que sí dad de alguna manera pudo haber dificultado
existió un movimiento estudiantil en la historia –junto con las frecuentes pugnas políticas– la
de Colombia, pero que este nació y murió du- reagrupación de un movimiento cohesionado
rante el Frente Nacional. como el que se presentó en el año 1971, o la 65
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250

Número de acciones
200

100

150

50

0
75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 Año

Gráfica 1. Comportamiento temporal de las luchas estudiantiles 1975-2000

construcción de uno nuevo sobre la base de una parte de los estudiantes prefería mante-
las preocupaciones contemporáneas en rela- nerse al margen de la organización, la crítica
ción con la universidad, la educación, el país y el debate, para salvar la integridad y lograr
y el futuro mismo de la juventud. culminar los estudios. Por estas razones, es
En realidad, el periodo de estudio enmarca fundamental intentar comprender a estos ac-
un escenario de crisis institucional del Estado tores, sus demandas y sus mecanismos de
en el que este se vio rebasado por la violen- organización, que se movieron en un escena-
cia heredada de décadas anteriores. El Frente rio de adversidad en el que lo más fácil habría
Nacional, que ya había llegado a su fin, generó sido guardar silencio.
una nueva oleada de violencia pues “cerró las Objeto de análisis para la construcción de
puertas a los terceros partidos, empobreció la este escrito son los sectores estudiantiles uni-
política colombiana, fortaleció la oposición de versitarios de Bogotá, incluyendo a algunas
partidos como el MRL y la ANAPO y fue una universidades, tanto públicas como privadas.
de las razones usadas para la justificación del Antes de adentrarse en las demandas y en
surgimiento de los grupos armados” (Urrego los factores de movilización, conviene echar
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& Oikión2010, p. 367). un vistazo a las cifras del periodo. Así por
El sector estudiantil fue uno de los más ejemplo, en la gráfica No. 1, extraída de la in-
golpeados en su organización en este esce- vestigación de García (2003, p. 172), se evi-
nario, pues con el recrudecimiento de la vio- dencia una caída en el número de movilizacio-
lencia, la opinión pública fue retirándole cada nes estudiantiles en el periodo con respecto a
vez más su apoyo al relacionarlo con la lucha los años anteriores, salvo por un leve repunte
armada y ver de manera crítica el uso del en el año 1984.
“tropel” como mecanismo de protesta muy Si bien estos datos recogen las cifras de
recurrente en estos años. todo el país, puede asumirse que la situación
Por su parte, el movimiento mismo se específica de Bogotá no debió diferir substan-
enfrentó en posiciones divergentes, lo que cialmente del promedio nacional, sobre todo
en gran medida impidió una reorganización. teniendo en cuenta que para el periodo, Bogo-
El nuevo debate era el uso inadecuado del tá era la ciudad con mayor presencia de edu-
“tropel”, y atraer a nuevos integrantes re- cación superior a nivel nacional. Las razones
presentaba cada vez más un reto debido al para este descenso pueden residir, en primer
66 temor reinante y a los prejuicios, por lo que lugar, en que la etapa inmediatamente anterior,
Luchas estudiantiles universitarias en Bogotá Pilar Adriana Rey Hernández

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es decir, los primeros años de la década de del entusiasmo por la movilización y la protes-
1970, en los cuales, a raíz del ya citado movi- ta. Otra cuota de responsabilidad les cabe a los
miento de 1971, se presentaron huelgas, pa- enfrentamientos ideológicos entre las diversas
ros, asambleas y marchas por todo el territorio corrientes de izquierda que se movían en las fi-
nacional, lo que sin lugar a duda contribuyó a las del estudiantado activo. (p. 176)
aumentar considerablemente las cifras.
El ambiente de la década del setenta tam- El Estatuto de Seguridad del gobierno del
bién se nutrió del efervescente contexto lati- presidente Julio César Turbay Ayala (1978-
noamericano surgido a partir de 1968, con el 1982), que en términos generales decretaba
movimiento estudiantil de ese año producido un Estado de Sitio permanente, pudo haber
en México, el arribo de Salvador Allende a la sido uno de los principales factores en este
presidencia de Chile en 1970 y, más tarde, descenso; de hecho, durante los primeros
con la revolución Sandinista en Nicaragua en años del periodo de estudio, fue motivo de
1978, lo cual, sumado al impacto del Paro Cí- quejas por parte de los estudiantes. La gene-
vico Nacional de 1977 en Colombia, permi- ralidad durante los años siguientes es que las
tieron que la década del setenta tuviera una luchas estudiantiles se entiendan como una
fuerte presencia de expresiones de protesta manipulación de la extrema izquierda hacia
y organización popular. Debe considerarse, una juventud desorientada que necesita un
además, los factores externos adversos a las tratamiento coercitivo.
luchas. García (2003) lo explica en los siguien- En el periodo que corresponde al gobierno
tes términos: de Virgilo Barco (1986-1990), las luchas es-
tudiantiles evidenciaron una transformación
El año 76 terminó con saldo rojo para la educa- en su actitud y puesta en escena, caracteri-
ción y marcó el punto de inflexión de la protesta zadas por su creatividad y por el vínculo entre
estudiantil en el país que, hasta finales del pe- el sector público y el privado (García, 2003),
riodo de estudio [año 2000], no volvería a tener en respuesta a la difícil situación social marca-

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la magnitud de estos años iniciales. A la dismi- da por el conflicto armado. Es dentro de este
nución de las luchas contribuyó en gran medi- panorama que se presentó la coyuntura de la
da la represión que se ejerció sobre ellas, tanta polémica expresión estudiantil que desembo-
confrontación directa entre estudiantes y fuerza có en el denominado proyecto de la “Séptima
pública, tanta actitud airada contra la universi- Papeleta”.
dad de parte de autoridades civiles, militares Sobre los actores del periodo que nos ocu-
y eclesiásticas y de medios de comunicación. pa, se puede decir que respecto a la vincula-
La represión violenta al estudiantado, además ción de los estudiantes con la organización,
de haber lanzado a la clandestinidad a buena en la investigación que condujo a la escritura
parte de las organizaciones estudiantiles, alejó de este artículo, se pudieron rastrear por lo
la posibilidad de discutir y reflexionar sobre las menos tres líneas. La primera de ellas esta-
distintas expresiones de la crisis educativa en el blece que el vínculo se da mediante la adap-
país. La violencia dejó como resultado muchos tación al contexto, es decir que al ingresar a
estudiantes marcados por la tortura, el encar- la universidad se contagian del ambiente de
celamiento, el juzgamiento por militares, cuando las organizaciones culturales, pero también
no muchos muertos y un apreciable descenso de las gremiales y de los partidos de izquier- 67
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da. En el caso de la Universidad Nacional, las estudiábamos por supuesto la historia de la


residencias estudiantiles y la cafetería se pres- comunidad religiosa y mucha filosofía en gene-
taban como espacios de socialización entre ral, pero la inclinación era muy Marxista, muy
estudiantes de diferentes carreras, donde crítica y muy en la onda de la Teología de la
las discusiones políticas eran frecuentes, de Liberación, la inserción de la comunidad reli-
modo que los estudiantes recién ingresados giosa en los barrios populares, así se hablaba:
empezaban a generar inquietudes políticas y de inserción, se hablaba de compromiso con
gremiales, con frecuencia íntimamente liga- los pobres, ahí nos tocó leer y estudiar todo lo
das, bajo la comprensión de que los proble- que indicó el CELAM de Medellín, el Consejo
mas directos de la universidad y la educación Episcopal Latinoamericano del año 68.
superior eran parte de una política de Estado.
Otro camino de vinculación se refleja en el Estos estudiantes habían recibido la influen-
caso de la Universidad Pedagógica, en la que cia de la revolución en Nicaragua e incluso de
algunos de sus estudiantes iniciados en las la corriente cristiana Movimiento de Izquierda
luchas magisteriales, llegaban a la universidad Revolucionario de Chile, cuyos miembros tu-
con inquietudes políticas que planteaban al vieron que exiliarse durante la dictadura, algu-
resto de sus compañeros. Otro mecanismo nos de ellos en Colombia. No hay que olvidar,
mediante el cual los estudiantes se vinculaban por otro lado, que a este sector de la militan-
a la organización estudiantil, estaba determi- cia también llegó la influencia de la Revolución
nado por la trayectoria de jóvenes que habían Cubana, a través de la figura de Camilo To-
cursado su educación media en colegios de rres, corriente que fue conocida como el “ca-
sacerdotes que practicaban trabajo social o milismo”. Los estudiantes formados en este
de alfabetización en barrios populares, y por contexto llegaban a la universidad no solo
tanto podían tener contacto directo con los previamente politizados, sino con una pro-
problemas de la comunidad. puesta de trabajo popular que incluso critica-
El testimonio de Alejandro Álvarez (2011), ba el ensimismamiento de los estudiantes en
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estudiante en los últimos años de la década las instituciones y propendía por una apertura
del setenta y primeros del ochenta, es un hacia la comunidad y hacia las problemáticas
buen ejemplo de este fenómeno. Comenta más urgentes de la mayoría de la población.
que gracias a su formación en un colegio de
sacerdotes Escolapios, –y luego durante unos Organización estudiantil
años en el seminario- había tenido la oportu-
nidad, antes de entrar a la universidad, de tra- En términos generales, la organización estaba
bajar en algunos barrios de los cerros orienta- representada por una minoría activa que in-
les de Bogotá, al tiempo de haber tenido una tentó sortear estos difíciles años sentando su
primera formación en marxismo y Teología de voz crítica sobre los problemas del país y de
la Liberación: la Universidad. Si bien no a través de grandes
coyunturas, las protestas estudiantiles esta-
Los curas tenían esa tendencia, entonces lo ban presentes año con año a lo largo de todo
que nosotros estudiábamos allá era Marxismo el país y por supuesto en Bogotá, como lo ex-
y filosofía, pero puro materialismo dialéctico presa un artículo de prensa: “Lo preocupante
68 y materialismo histórico, y bueno, de filosofía es que ésta se precipita sin que se cuente con
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un mecanismo de coordinación nacional de rias o dogmáticas, ofrecía una salida creativa
estas luchas. Es decir, ellas se dan dispersas, sin dejar de ser comprometida. El ya citado
aisladas las unas de las otras, cada cual por Alejandro Álvarez (2011) recuerda que:
su propio camino” (¿Hacia dónde va el movi-
miento estudiantil?, 1984, abril 5, p. 6). Nos gustaba porque era un movimiento para
Por otro lado, no habría que olvidar que nosotros, en ese momento alternativo porque
existieron formas de organización y lucha im- era muy flexible, digamos en la manera como
perceptibles a las cifras, ya que se llevaban organizaba su discurso y sus consignas y sus
a cabo de manera continua y discreta al am- reivindicaciones y sus formas de lucha […]
paro del trabajo en grupos de estudio, de la Ellos decían: la línea del FER Sinpermiso era
publicación de un boletín de prensa, o del de- buscar que la militancia estudiantil se compro-
sarrollo de un cine club. metiera con los barrios populares en las bases.
La organización estudiantil durante el pe- No era tanto la lucha por la universidad pública
riodo tuvo por lo menos cuatro frentes de o por la educación pública, ni siquiera contra
acción. En primer lugar, están las organiza- los planes de gobierno X o Y puntualmente. La
ciones puramente gremiales, dentro de las consigna siempre era ganar militancia para
cuales cabe destacar a la Unión Nacional de trabajar en los barrios populares, porque en
Estudiantes de Colombia (UNEC), la Federa- ese momento la revolución era inminente y en
ción Colombiana de Estudiantes (FEC) y la cualquier momento se podía desatar.
Federación Universitaria Nacional (FUN), las
cuales estuvieron ligadas a los partidos polí- Otro estudiante de la Universidad Pedagógica
ticos de izquierda y a distintas corrientes; sin recuerda el trabajo con el FER, ya al final de la
embargo, tuvieron su mayor auge en décadas década del ochenta, cuando este grupo em-
anteriores al periodo que nos ocupa. En se- pezó a trabajar con el tema de los derechos
gundo lugar, se puede referir concretamente humanos, habida cuenta de la crisis del tema
a la militancia con grupos políticos como la en medio del conflicto nacional: “Se trataba

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Juventud Comunista (JUCO), Juventud Pa- desde colectivos de defensa de derechos hu-
triótica (JUPA), Movimiento Obrero Indepen- manos […] ahí se desarrolla toda una estrate-
diente Revolucionario (MOIR), de inspiración gia de formación política, de formación hasta
Maoista, y el Frente Estudiantil Revolucionario jurídica en términos de la defensa de los dere-
(FER) Sinpermiso, de línea Camilista-Castrista chos humanos” (Sarmiento, 2011).
con influencia de la revolución cubana. El tercer frente de organización estudiantil
Este último, tras el desgaste dentro de la co- fue el trabajo y la militancia en los barrios po-
munidad universitaria de la UNEC y la FUN por pulares de la ciudad, encaminados sobre todo
sus constantes y estrictos enfrentamientos, a la alfabetización y la educación de adultos,
empezó a abrirse paso durante la década del pero también a la búsqueda de la mejora en
setenta dentro de las generaciones estudian- servicios públicos, vivienda y alimentación de
tiles que buscaban nuevas propuestas y dis- las comunidades. En algunos casos, el traba-
cusiones, ya que al tener como uno de sus jo con comunidades estaba muy relacionado
principales objetivos vincular la militancia con con la militancia cristiana de base, y es de
las bases de los barrios populares, más allá destacar que quienes participaban en este
de las preocupaciones puramente universita- tipo de organización asumieron su compro- 69
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miso al punto de, en ocasiones, ir a vivir a los cine, o colectivos de pelados que hacían grafitis,
barrios en los que trabajaban. o colectivos de pelados que sacaban un panfleto
El por entonces estudiante, Camilo Jimé- literario, o colectivos culturales de todo tipo, que
nez, recuerda que eso los acercaba a los había en las universidades con muchísima pre-
movimientos cívicos y a las comunidades, sencia, incluso más presencia que los propios
en muchos casos a través de una identidad partidos y, digamos, despreciados por las van-
paralela a la de estudiantes, como jóvenes guardias tradicionales. (Sarmiento, 2011)
comprometidos. Por supuesto, el haber teni-
do acceso a la educación debió influir signifi- Se podrían citar una gran cantidad de grupos
cativamente en sus preocupaciones sociales de este tipo, tanto en las universidades públi-
y, por tanto, en su decisión de vincularse a tal cas como en las privadas, que no sólo partici-
grado con la comunidad. Jiménez (2011) lo paban en las actividades específicas como el
rememora en los siguientes términos: cine, la literatura, el arte u otro tipo de expre-
siones culturales, sino que se manifestaban
También hay muchos estudiantes universitarios constantemente con el apoyo a encuentros
que están articulados a eso, pero llevan una y jornadas estudiantiles reivindicativas. Un
especie de doble trajín, van a la universidad, ejemplo de ello fue el Encuentro Estudiantil
pero su centro vital de lucha y todo eso no es “Chucho Peña” del año 1986, del que se tra-
la universidad, a la universidad se va a estudiar tará más adelante, convocado especialmente
y la más de las veces a soportarla y a sacar la por grupos culturales y que fue nombrado en
carrera, pero no es el centro de un proyecto de honor del poeta antioqueño desaparecido y
vida como si puede serlo para los que están vin- posteriormente asesinado en el mimo año.
culados a grupos culturales de trabajo y estudio. Se evidencia aquí que las organizaciones
estudiantiles fueron adquiriendo en estos años
Como cuarto tipo de organización se pueden un perfil más ciudadano, que fue poco a poco
señalar precisamente a los grupos culturales distanciándose de los partidos políticos. Los
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de trabajo y estudio con un alto compromiso perfiles y los campos de lucha fueron cam-
social y reivindicativo. Este tipo de organiza- biando a medida que los estudiantes adqui-
ción adquirió particular importancia a lo largo rieron una conciencia más crítica e inclinada
de la década de los ochenta, precisamente a influir la realidad inmediata a su alrededor.
a raíz del desgaste, las pugnas y el dogma- Jiménez (sin año) destaca que en el caso
tismo de los partidos políticos, y como una específico de la Universidad Pedagógica Na-
necesidad de hacer una convocatoria a nivel cional, a partir de la segunda mitad de la dé-
estudiantil más amplia, que recogiera sec- cada, los grupos de trabajo empezaron a in-
tores que de cierta manera se encontraban dependizarse de la organización política, prin-
alejados del discurso de la época. Como lo cipalmente de la JUCO y el MOIR, a través de
destaca a propósito del final del periodo uno iniciativas como la Revista Clepsidra, el Grupo
de los ya citados estudiantes: de Estudio Pedagógico, el Circulo de Pedago-
gía y Cultura y el periódico Nuestras Palabras.
Había una vida universitaria a la cual no está- Quizá una de las incitativas más visibles y
bamos afectando, esa vida universitaria se ex- a la que más se tiene acceso a través de las
70 presaba en colectivos de gente que presentaba fuentes es a los grupos que publicaban sus
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propios boletines o periódicos, que habían tacar que este temor fue tomando diversos
hecho presencia en las universidades, sobre ribetes a lo largo del periodo, pues, durante
todo en la Nacional desde la década de 1960: los primeros años, se relacionaba fundamen-
talmente con la Reforma a la Educación Post
Desde entonces la presencia de periódicos es- Secundaria de 1980, considerada como lesiva
tudiantiles fue una constante en el ámbito uni- para la universidad en general y al carácter pú-
versitario. Grupos de alumnos de diferentes ca- blico de la misma en particular. Mientras tanto,
rreras encontraban en este medio un escenario al final del periodo, los ecos del neoliberalismo,
para expresar y difundir sus opiniones respecto principal bandera económica del gobierno de
de los problemas académicos y administrativos César Gaviria (1990-1994), empezaban a cau-
de la universidad, pero esencialmente fue un sar reacciones por parte de sectores estudian-
escenario donde se planteaban sus inquietu- tiles. Un ejemplo del hilo que se tejió al respec-
des y posturas políticas. (Ruíz, 2002, p. 123) to durante el periodo lo podemos apreciar en
el siguiente artículo de prensa:
Dentro de los periódicos y boletines publi-
cados en las universidades privadas durante El término privatización fue de los más de-
este periodo, destaca Breve. Boletín infor- nunciados en las consignas estudiantiles de
mativo universitario, publicado por las uni- los 80’s, pero su desglosamiento es vital hoy,
versidades Libre y Autónoma. Por su parte, cuando este proceso se practica en otras es-
en la Universidad Nacional se puede hacer feras de la actividad económica y social. La
mención por ejemplo de Combo de idiomas privatización de la universidad colombiana se
Camellando; Hipocampo, publicación de es- desarrolla con el acorralamiento progresivo de
tudiantes de veterinaria y de zootecnia; e Indi- la U. pública, lo cual se evidencia desde la mi-
Gestión, de la Facultad de Economía, el cual tad de los setentas, con un reforzamiento im-
fue publicado a lo largo de todo el periodo. portante tras promulgado el decreto ley 80 de
1980 (Reflexiones de Santiago. Universidad y

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Demandas privatización. 1991, mayo 2, p. 15)

El universo de las demandas suele compren- Relacionada con esta demanda, hubo una
der categorías que van desde los servicios de mucho más cotidiana y tangible en el corto
bienestar, los servicios públicos nacionales, plazo, la del temor al alza en las matrículas.
la solidaridad interuniversitaria o con otros Durante el primer semestre de 1983, un ar-
gremios, hasta las conmemoraciones de los tículo de prensa reseña una protesta estu-
héroes caídos o de eventos internaciones de diantil en la Universidad Pedagógica Nacio-
relevancia para las luchas revolucionarias y, nal en la que se critica un supuesto recorte
como ya se ha resaltado, las relacionadas con presupuestal a las universidades emprendido
la política nacional. por el gobierno. En entrevista a los dirigentes
En el plano gremial, es decir, el que atañe la protesta: Fabio Castro, Henry Botero y Pa-
al sistema de educación superior, se pueden tricia Pardo (expulsada), afirmaban que la pro-
enumerar las demandas por cobertura, auto- testa estaba motivada por “la reducción del
nomía, presupuesto e incluso el rechazo a la presupuesto para la Universidad en 102 millo-
temida privatización del sistema. Es de des- nes de pesos que afecta la estabilidad en este 71
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año; como consecuencia de lo anterior se dio temas de disputas administrativas o de orga-


un incremento en las matriculas de posgrado nización. Como ya se mencionó, un tema que
de $7.500 a $20.000, alza en el servicio de cobró significativa importancia dentro de las
cafetería en un 25% […]” (La Universidad Pe- luchas del periodo tiene que ver con los dere-
dagógica. Un movimiento ejemplo de unidad, chos humanos, el cual se había convertido en
1983, mayo 24, p. 6). un tema nacional en el que las organizaciones
En esta misma línea se encuentran las lu- sociales y políticas se alineaban en la denun-
chas encausadas a defender o solicitar asun- cia, por ejemplo, de los nacientes grupos de
tos relacionados con el Bienestar Universita- paramilitares; es el caso del Comité por la De-
rio, fenómeno que se presenta en la Universi- fensa de los Derechos Humanos.
dad Nacional a lo largo de todo el periodo, en
un principio tratando de impedir que fueran Periodización y episodios
clausurados los servicios de cafetería y re- significativos
sidencias, y luego de 1984, cuando ambos
servicios fueron liquidados para demandar Las manifestaciones o luchas estudianti-
soluciones respecto al tema, ya que argu- les pueden apreciarse durante el periodo de
mentaban que la medida que los sustituyó, manera frecuente, traducidas en protestas,
el “Préstamo-Beca”,2 sistema de apoyo eco- marchas, y convocatorias estudiantiles en la
nómico mensual para un reducido número de plaza pública. Sin embargo, de acuerdo con
estudiantes que debía ser devuelto a la Uni- la clasificación de la organización estudiantil
versidad tras la culminación de los estudios, arriba descrita, existió otro tipo de manifesta-
era insuficiente, no sólo por la cuantía que ción mucho más constante y no captada por
este otorgaba,3 sino por su nivel de cobertura, las cifras, se trató tanto de la organización de
teniendo en cuenta que todos los estudiantes grupos culturales en el espacio universitario
de la Universidad podían hacer uso de los ser- como del trabajo en barrios.
vicios de cafetería, que incluso estaba abierta No obstante, es posible ubicar episodios
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los fines de semana. Su cierre representó un significativos que por su nivel de convocato-
grave golpe a la economía de la comunidad ria, por la magnitud de sus acciones o por el
estudiantil y al presupuesto de sus familias. impacto en la memoria estudiantil, se consti-
Otra de las demandas frecuentes duran- tuyen en referentes necesarios para ejempli-
te el periodo tiene que ver con la solidaridad ficar el tipo de luchas y la naturaleza de las
interuniversitaria, la cual intenta establecer re- preocupaciones de los estudiantes durante la
laciones entre la universidad pública y la priva- década de los ochenta.
da. La mayoría de eventos relacionados con
las universidades privadas se relacionan con La reforma Postsecundaria de 1980 y sus
consecuencias

2 Acuerdo Número 108 de 1984, 19 de diciembre, Archivo Cen-


tral Universidad Nacional de Colombia, por el cual se crea el fondo La Reforma Postsecundaria de 1980 fue uno
GONZALO BRAVO PÉREZ para el manejo de Préstamos-Beca en
la sede de Bogotá, y se autoriza al rector para reglamentarlos. de los temas que, en los inicios del periodo
Que según acuerdo del Consejo Superior Universitario, sería
3
del 75% de un salario mínimo para las becas completas y para
de estudio, más figura como móvil de las lu-
las becas mínimas, de un 18.75%. Acuerdo Número 01 de 1985, chas estudiantiles. Algunas de las especifici-
23 de enero. Universidad Nacional de Colombia, Consejo Superior
72 Universitario. Archivo Central Universidad Nacional de Colombia. dades que contenía esta norma se relaciona-
Luchas estudiantiles universitarias en Bogotá Pilar Adriana Rey Hernández

DOSSIER
tudiantil (Acuerdo No. 18 del 2 de diciembre
HDFXHUGRFRQODFODVL¿FDFLyQ
de 1980. Universidad Pedagógica Nacional,
GH OD RUJDQL]DFLyQ HVWXGLDQ
Consejo Directivo). Es preciso reconocer que
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era bastante estricto, pues contemplaba que
IHVWDFLyQPXFKRPiVFRQVWDQWH\QR
se podía perder la calidad de estudiante por
FDSWDGDSRUODVFLIUDVVHWUDWyWDQWR motivos de salud y que el estudiante sólo ten-
GHODRUJDQL]DFLyQGHJUXSRVFXOWXUD dría la opción de cancelar un periodo acadé-
OHV HQ HO HVSDFLR XQLYHUVLWDULR FRPR mico por calamidad doméstica o incapacidad
GHOWUDEDMRHQEDUULRV física. Además, exigía la tarjeta de presenta-
ción del Examen de Estado y, a los hombres,
la Libreta Militar.
ban con los requisitos de ingreso a cualquier La protesta frente a esta nueva normatividad
universidad, dentro de los cuales figuraban fue importante por la alta participación estu-
la libreta militar para los hombres, un pun- diantil con la que contó, pero también por lo
taje mínimo en el Examen de Estado que se duro de la represión devenida como respuesta
empezó a implementar a partir de ese año- estatal en medio del Estatuto de Seguridad del
aplicado por el Instituto Colombiano para el Gobierno del Presidente Turbay Ayala, y el he-
Fomento de la Educación Superior (Icfes) y cho de que no granjeara ningún logro para el
la aprobación de un examen de ingreso apli- movimiento. Por el contrario, acarreó procesos
cado a su vez por cada centro educativo de penales y disciplinarios a más de 400 estu-
carácter oficial. diantes que participaron en esta lucha, lo que
Estos requisitos, que en los debates y significó un relativo desencantamiento con res-
comunicaciones de los líderes estudianti- pecto al futuro del movimiento. En las conver-
les fueron rechazados y denunciados por saciones con Álvarez (2011) éste afirma que:
considerar que se convertían en obstácu-
los para el ingreso a la educación superior, La toma del ochenta marcó un hito sobre todo

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se hicieron efectivos durante la década de en mi proceso de militancia porque fue tan
los ochenta hasta institucionalizarse a nivel salvaje la manera como el ejército ordenó
nacional. A pesar de que estas medidas la toma y la recuperación de la Universidad,
tendían más a una organización del sistema cascaron tan duro, con bolillos, más de 400
y a su homogenización que a una delibe- estudiantes terminamos en la Estación Sexta
rada campaña de ataque a la universidad, […] estábamos en pleno Estatuto de Segu-
fue asumido por el sector estudiantil y por ridad con Turbay […] la prensa dijo tantas
la prensa de izquierda como una restricción mentiras sobre lo que había pasado, la poli-
de las libertades al interior de la universidad, cía destruyó la Universidad, la volvió añicos,
en pro de la autonomía. nosotros no la estábamos destruyendo, ha-
Un importante momento de luchas estu- bíamos cuidado de no tocar nada, salvo los
diantiles en la Universidad Pedagógica Nacio- pupitres que nos sirvieron de barricada pero
nal se dio en el año 1980, con la promulga- no en el plano de tirarlos […] salvo eso, no
ción de la Reforma y su consecuente adapta- hicimos nada y la policía volvió añicos la uni-
ción a los estatutos de la institución a través versidad y los titulares eran: “los estudiantes
de la promulgación del nuevo reglamento es- destruyen la universidad” […] Nosotros desde 73
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ahí nos dedicamos más al tema de los dere- Hubo entre los estudiantes un juicio de res-
chos humanos, entonces empezamos a hacer ponsabilidades en el Indesco, hoy Universi-
contactos con las organizaciones de derechos dad Cooperativa de Colombia, también se
humanos, para sacar a los que todavía esta- habló de los muertos; sin embargo, no se ha
ban detenidos, para que no nos hicieran un encontrado a la fecha ningún registro com-
proceso. Y luego vino internamente todo un probable que dé cuenta, ni en las fuentes
proceso disciplinario, echaron a varios, casi orales ni en la prensa, de los nombres de las
todos terminamos con matricula condicional. víctimas mortales.
El tema del Bienestar Universitario fue so-
16 de mayo de 1984: Universidad Nacional metido a una profunda transformación y recor-
de Colombia te tras el 16 de mayo, sus dos aspectos más
notables fueron el cierre de las residencias y
Por otro lado, como ya se expresó, el tema del de la cafetería, “las residencias empezaron a
Bienestar Universitario ocupó un lugar central complicarse, grupos narcotraficantes de dro-
en las protestas generadas en la Universidad gas, consigna de cogobierno por desorden,
Nacional. Un referente de éstas fueron los algunas residencias tenían un orden increíble
desafortunados sucesos del 16 de mayo de y eran muy limpias y otras eran un desorden
1984, en los cuales convergió la problemáti- total y había robos” (Estudiante 2. 18 noviem-
ca relacionada con las residencias y cafetería bre de 2011). Se empezó a deslegitimar y es-
de dicho centro académico, las cuales eran tigmatizar a las residencias, las cuales, el 16
objeto de inconformidad por parte de las di- de mayo, fueron desalojadas para siempre.
rectivas y de la opinión pública, que las había En cuanto a la cafetería, un estudiante explica
convertido en el objeto de sus críticas debido lo importante que era ese espacio:
al supuesto expendio de drogas al interior de
las residencias y a la permanencia en ellas de Había una socialización del bienestar univer-
personas ajenas a la institución. sitario, allí no solamente comían los estudian-
Ciudad Paz-ando Bogotá, Julio - Diciembre de 2013. Vol. 6, núm. 2: págs. 64-79

Los sucesos del 16 de mayo de 1984 em- tes de la universidad sino que era el que tenía
pezaron en realidad días antes con el hallaz- trabajo con su gente, con sus estudiantes de
go en el Valle del Cauca del cuerpo torturado secundaria, que se iba para la universidad,
y descuartizado de Chucho León, militante comía desayunaba, almorzaba […] lo que se
del EPL y líder estudiantil de la Universidad avecinaba tenía que ver con la privatización de
Nacional; y en Bogotá, con el cadáver con la educación pública, y esa privatización era de
signos de tortura del profesor de la Facultad esos servicios de bienestar que estaban bene-
de Medicina Luís Armando Muñoz. Según los ficiando a un grupo importante de población y
testimonios de varios estudiantes de la épo- que seguramente eran usados por cuanto gru-
ca, estos fueron los detonantes de la protes- po existiera para fortalecer sus trabajos (Estu-
ta, la cual arrancó con el incendio de un bus diante 3. Junio de 2008).
de la Empresa Distrital de Transporte frente
al campus, y el ingreso de la fuerza pública La Universidad fue abierta nuevamente en
al mismo desencadenó confusos hechos de 1985, y durante el año de su cierre fue imple-
represión contra el estudiantado y el posterior mentado el ya referido programa de Préstamo
74 cierre prolongado del campus. Beca. El cierre generó que muchos estudian-
Luchas estudiantiles universitarias en Bogotá Pilar Adriana Rey Hernández

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© Merly Guanumen P.

tes no culminaran sus estudios o decidieran para clausurar los servicios de bienestar bajo
empezar carreras en otras universidades, en el argumento de que se habían convertido en
la mayoría de los casos privadas, para evitar un problema de orden público.
estas largas interrupciones en su formación Una entrevista con el saliente rector
académica, teniendo la presión de las fami- Fernando Sánchez Torres, publicada en el
lias y de la necesidad de trabajar. Por otro diario El Tiempo el 27 de mayo, ilustra esta
lado, los estudiantes se encontraron a su re- situación:
torno con grandes cambios en los edificios,
por ejemplo, la cafetería la habían convertido Sánchez Torres reconoce apesadumbrado que
en un nuevo polideportivo, y las residencias ‘la sociedad colombiana ha perdido su confian-
pronto empezaron a ser asignadas como ofi- za en la Universidad Nacional’ y señala que,
cinas. La gran pérdida para los estudiantes de ‘se hace necesario entonces que las fuerzas
la Universidad Nacional constituyó el hecho externas deban intervenir para proteger la Uni-
mismo de ver transformado el Bienestar Uni- versidad y para asegurar el derecho de los que
versitario, de una conquista adquirida a una quieren estudiar’. (Santamaría, G., 1984, mayo

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ayuda aparentemente generosa por parte de 27, p. 5c)
las directivas y del Estado.
Otra de las grandes pérdidas para los es- Encuentro Estudiantil “Chucho Peña” de 1986
tudiantes tras estos sucesos fue la imagen
desfavorable que generaron en la opinión pú- Un evento de significativa recordación en la
blica, no solo por los comentarios de la gran memoria estudiantil de la época, no sólo por
prensa, si no por las mismas críticas hechas su carácter nacional, sino por su identificación
por sectores de la izquierda como la Juven- como un evento que pretendía unificar las nue-
tud Comunista al mecanismo del tropel y la vas tendencias de la movilización estudiantil,
pedrea por parte de encapuchados que no que incluyeran a los “combos” culturales y
se sabía de dónde provenían, pues esto afec- de defensa por los derechos humanos, fue
taba la relación de los estudiantes con la so- el denominado Encuentro Nacional Estudian-
ciedad. Esta crítica se hacía a propósito de la til “Chucho Peña”, realizado en la ciudad de
quema del bus el 16 de mayo, pero enmar- Bogotá en el mes de mayo de 1987. El nom-
caba un problema de orden al interior de la bre del evento fue a su vez un homenaje por
Universidad que había servido a la institución parte de los estudiantes al poeta antioqueño 75
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Jesús Antonio Peña Marín, desaparecido y suele ubicar el inicio de estas expresiones con
asesinado en 1986 en la ciudad de Bucara- el asesinato del líder político y candidato a la
manga. Para el Encuentro, la organización na- presidencia por el Partido Liberal, Luís Car-
cional convocaba a que de manera grupal o los Galán Sarmiento, el tema de una reforma
individual se presentaran ponencias en torno constitucional ya estaba pensándose desde
a los siguientes aspectos: política educativa, años anteriores en los círculos estudiantiles.
situación nacional, situación política del movi- La muerte de Galán, figura más popular
miento estudiantil, movimiento cultural y movi- en los sectores de las universidades privadas,
miento estudiantil. De manera paralela, como causó un estremecimiento tal que condujo a
ambientación al evento, en la Universidad Na- un grupo social no muy acostumbrado a la
cional se convocó a un encuentro preparato- movilización, a emprenderla y a convocar a
rio al Encuentro Nacional y, por otro lado, el todas las universidades, en principio de la ciu-
boletín de prensa estudiantil de la Facultad de dad y posteriormente del país.
Economía, llamado “Indi-Gestión”, organizó Uno de los primeros episodios fue en el que
también a un concurso de cuento en homena- se reunieron “aproximadamente 25 mil univer-
je al desaparecido poeta. Un estudiante de la sitarios a participar en la ‘Marcha del silencio’,
época lo recuerda afirmando que se trató de: el 25 de agosto de 1989, para rechazar a to-
dos aquellos que utilizaban la violencia para
El primer encuentro organizado por estudiantes imponer sus intereses” (García, M. C., p. 186).
con ganas de relanzar el movimiento estudiantil, Lo que al principio se presentó como una
no tanto desde los partidos sino desde proyectos simple marcha, terminó convirtiéndose en el
culturales porque, digamos, la influencia de los movimiento “Todavía podemos salvar a Co-
partidos en el movimiento estaba muy estigmati- lombia”, que buscó un plebiscito para convo-
zada y había mucha resistencia y miedo. Y había car a una Asamblea Nacional Constituyente
mucha gente que estaba ya desencantada de que reformara de fondo la Constitución Po-
los partidos, entonces ese “Chucho Peña” inclu- lítica del país, en busca de salidas a la crisis
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ye tanto a los combos de partidos como también institucional, política y social. El grupo inicial
a otros combos. (Sarmiento, 2011) de estudiantes se dividió por algunos des-
acuerdos y surgió el “Movimiento Estudian-
El episodio de la Constituyente til por la Constituyente”, el primero de ellos
estaba conformado por los estudiantes de
Al final del periodo, los estudiantes reivindica- universidades privadas, en especial de la Uni-
ron cada vez más asuntos relacionados con versidad del Rosario y, el segundo, por estu-
la violación de derechos humanos, en espe- diantes de universidades públicas y algunas
cial con la desaparición de estudiantes o pro- privadas como la Universidad Externado de
fesores. En ese contexto de sensibilización Colombia con apoyo del CINEP.
ciudadana, que iba más allá de las luchas A la postre, y debido a que el plebiscito
reivindicativas gremiales, y aun de las relacio- sobre la posibilidad de convocar a una Asam-
nadas con la política nacional, se produjo la blea que reformara la Constitución sería in-
convergencia de representantes de universi- cluido como una séptima papeleta en las
dades públicas y privadas en la búsqueda de elecciones de marzo de 1990, los medios
76 salidas al conflicto armado. A pesar de que se de comunicación coincidieron en denominar
Luchas estudiantiles universitarias en Bogotá Pilar Adriana Rey Hernández

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a la iniciativa estudiantil precisamente como fue […] en una discusión la berraca [sic] para
la “Séptima Papeleta”. Las posturas entre re- redactar las palabras que se iban a leer el día
presentantes de uno y otro sector educativo del entierro de Galán.4 Entonces más o menos
se diferenciaron desde el principio en relación estaba todo el texto ya, lo teníamos aprobado,
con variados temas, uno de ellos residía en pero para ellos era claro que no se debía in-
que los estudiantes de la universidad privada cluir la palabra “paramilitar”, porque para ellos
buscaban apoyar y rodear a las instituciones “paramilitar”, como el paramédico, es el que
que consideraban legitimas, mientras que la ayuda a los militares y para ellos las autodefen-
otra postura pretendía señalar también al Es- sas en ese momento no estaban ayudando al
tado y a sus instituciones como un actor ge- Ejército […] entonces [dijimos] si no se incluye
nerador de violencia. el término nosotros no tenemos nada más qué
Este hecho se hace evidente en el princi- hacer aquí, esto es una discusión de fondo y
pal apartado defendido por los estudiantes finalmente terminaron incluyéndola y eso fue
de la Universidad del Rosario para que fuera lo que se leyó.
consignado en el mensaje redactado para ser
leído en la Marcha del Silencio de 1989: “i. Si bien el plebiscito promovido por los estudian-
‘apoyamos nuestras instituciones democráti- tes fue un éxito y la convocatoria a Asamblea
cas en su lucha contra todas aquellas fuer- Constituyente efectivamente se llevó a cabo, el
zas que pretendan desestabilizarlas, llámese sector estudiantil sólo consiguió un represen-
narcotráfico, guerrilla, grupos paramilitares y tante en dicha asamblea, Fabio Villa, estudiante
otros’” (Torres, 2006, p. 33). En este se puede de sociología de la Universidad Nacional.
ver que no se menciona a las fuerzas del Es- Es necesario señalar que gran parte del
tado como generadoras de violencia. Crisan- éxito y la visibilización conseguidos por esta
to Gómez (2011), por entonces estudiante de expresión de las luchas estudiantiles se con-
la Universidad Pedagógica Nacional, recuer- siguió por el apoyo de grandes medios de
da el acontecimiento de la siguiente forma: comunicación como el periódico El Tiempo,

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y por el interés de las elites políticas de apo-
Los pocos que nos involucramos jugamos un yarse en una iniciativa popular para promover
papel muy importante porque como era un una reforma al pacto nacional, que la situa-
movimiento de las universidades privadas, lo ción de aguda crisis del Estado había conver-
pocos que estábamos de las universidades tido en urgente. Sin embargo, no se puede
públicas le dábamos como una cierta legiti- desconocer el hecho de que representara
midad en el sentido de que mire, también es- una auténtica actitud propositiva por parte
tán las universidad públicas, son poquitos, los del sector estudiantil, esta vez incluso desde
necesitamos aquí pues para poder decir que la universidad privada, que superaba las de-
esto es un movimiento de estudiantes a nivel mandas reivindicativas gremiales para hacer
nacional. Entonces nosotros esa condición la presencia en el escenario de la participación
aprovechamos, es decir cuando se ponían muy ciudadana activa, que puede decirse se inau-
difíciles las discusiones y que ya veíamos que gura en Colombia con la Séptima Papeleta.
no íbamos a ganar, entonces nos parábamos
y hasta luego, y nos decían no, no, espéren-
4 Se refiere a la “Marcha del Silencio” cuyo destino final era la
se. Lo más representativo que recuerdo de eso tumba de Luís Carlos Galán en el Cementerio Central de Bogotá. 77
DOSSIER

“Alas de Xue” primero que vinculó a la Organización Nacio-


nal Indígena de Colombia (ONIC), con quien
Esta iniciativa surgió precisamente como ex- continuó articulando diferentes actividades
presión de los grupos estudiantiles, en este en torno a la coyuntura del V Centenario. El
caso del Departamento de Ciencias Sociales encuentro le generó al grupo gran visibilidad,
de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) tanto que en años posteriores fue invitado a
en Bogotá, que de hecho se configuró pre- encuentros anarquistas internacionales. El
cisamente como grupo de trabajo hacia el grupo continuó sus actividades durante la dé-
año 1988. Posteriormente también llegó a te- cada de 1990, aproximadamente hasta 1998.
ner acogida en otros espacios universitarios,
como la Universidad Distrital, la Universidad Conclusiones
Nacional De colombia, la Escuela Superior de
Administración Pública y las universidades de Como se ha podido observar a lo largo del
Córdoba y Popular de la Costa en las regio- texto, las luchas estudiantiles universitarias
nes (Colectivo Alas de Xue, 1999). del periodo comprendido entre los años 1980
En el Proyecto Cultural Alas de Xue, como a 1991 se gestaron en un ambiente particular-
se le denominó, convergieron estudiantes de mente hostil a la protesta social, devenido del
tendencia anarquista a quienes interesaba conflicto armado presente en el país desde
conformar un colectivo en donde se discutie- varias décadas atrás pero que se recrudeció
ra teoría, apartándose de las ya tradicionales en el decenio de los ochentas.
pugnas políticas partidistas de izquierda. Uno Otro factor adverso a la protesta especí-
de sus primeros proyectos fue la edición de la ficamente estudiantil, pero que se encuentra
revista Convergencia intelectual, que duró muy estrechamente ligado con el anterior, es el re-
poco, tras lo cual el grupo empezó a publicar el tiro del apoyo de la opinión pública, devenido
Calendario Académico, de aparición semanal y del descrédito de la violencia como recurso de
que abordaba de manera crítica asuntos rela- protesta con la que se empezó a asociar a los
Ciudad Paz-ando Bogotá, Julio - Diciembre de 2013. Vol. 6, núm. 2: págs. 64-79

cionados con el acontecer de la UPN. sectores estudiantiles por la relación de algu-


Pero, sin lugar a dudas, el proyecto por el nos de sus líderes con las guerrillas desde la
que fue reconocido “Alas de Xue”, y que a la década de los sesentas, y por el uso del me-
larga le generó un reconocimiento internacio- canismo del “tropel” en las manifestaciones y
nal, fue la organización del Encuentro Nacio- protestas de los estudiantes. Hay que aclarar,
nal Estudiantil en el año 1992, en el cual el sin embargo, que la postura de la opinión pú-
tema central fue el V Centenario de la llegada blica hacia los estudiantes se vio influida tam-
de los Españoles a América, desde una pers- bién por el papel de descredito de los medios
pectiva que criticaba el desconocimiento de de comunicación y la gran prensa, la cual, con
las tradiciones indígenas en el país y el con- posterioridad a la participación estudiantil en la
cepto del “encuentro de dos mundos” utiliza- caída de Rojas Pinilla, empezó a retirar paulati-
do por el discurso oficial. namente su apoyo a los estudiantes.
Este Encuentro tuvo dos importantes singula- Estas son algunas de las razones por las
ridades, en primer lugar fue el primer evento cuales las cifras de las protestas estudiantiles
estudiantil convocado por una organización descendieron durante el periodo según los
78 de carácter anarquista, y en segundo, fue el datos recogidos por Martha Cecilia García,
Luchas estudiantiles universitarias en Bogotá Pilar Adriana Rey Hernández

DOSSIER
que han sido citados en este texto. Si bien Lo que se ha intentado en este escrito es pre-
las cifras descienden, estas recogen los datos sentar una parte del panorama de las inquie-
de las manifestaciones numerables, es decir, tudes y las actitudes asumidas por los estu-
las protestas callejeras, marchas o paros re- diantes organizados durante la parte final del
señados en los medios de comunicación, siglo XX en Bogotá, así como la forma en la
pero esto no quiere decir que los estudiantes que ante un panorama desalentador se asu-
hayan abandonado el debate y la crítica gre- mió una parte de la organización y moviliza-
mial y política; lo que se evidencia, tanto en ción estudiantil. Para finalizar, basta mencio-
los testimonios como en la prensa estudian- nar que se reconoce que queda por investigar
til, es la continuidad de los debates al interior mucho de la diversidad estudiantil movilizada
de los grupos estudiantiles y de los diferentes en Bogotá, no sólo en lo que tiene que ver
frentes de organización estudiantil que fueron con otras universidades sino también con la
señalados en el texto. educación secundaria.

Referencias Bibliográficas
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2000 (167-204). Bogotá: Cinep.
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— Jácome, J. & López, M. (2004). El ocaso de una comunidad crítica, análisis del discurso en una universidad pública. Universidad Nacional de
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— Leal, F. (1981). La frustración política de una generación y la formación del movimiento estudiantil. Desarrollo y sociedad, No. 6.
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— Torres, C. A. (2006). De las aulas a las urnas: La Universidad del Rosario, la séptima papeleta y la constituyente de 1991. Bogotá: Editorial
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Investigaciones Históricas UMSNH, El Colegio de Michoacán.

Fuentes primarias:

Ciudad Paz-ando Bogotá, Julio - Diciembre de 2013. Vol. 6, núm. 2: págs. 64-79
Artículos de prensa:
— ¿Hacia dónde va el movimiento estudiantil? (1984, abril 5). Voz Proletaria, p. 6.
— Policía asesina a estudiante (1980, febrero 7). Voz Proletaria, p. 6.
— Reflexiones de Santiago. Universidad y privatización. (1991, mayo 2). Voz Proletaria, p. 15.
— La Universidad Pedagógica. Un movimiento ejemplo de unidad (1983, mayo 24). Voz Proletaria, p. 6.
— Estrada, M. (1982, julio 1). El alza de las matrículas en la universidad pública. Voz Proletaria, P. 6.
— Santamaría, G. (1984, mayo 27). U.N. habrá que manejarla con medidas de excepción. El Tiempo, p. 5c.
— Acuerdo Número 108 de 1984, 19 de diciembre, Archivo Central Universidad Nacional de Colombia
— Acuerdo Número 01 de 1985, 23 de enero. Universidad Nacional de Colombia, Consejo Superior Universitario. Archivo Central Universidad
Nacional de Colombia.
— Acuerdo No. 18 del 2 de diciembre de 1980. Universidad Pedagógica Nacional, Consejo Directivo.

Entrevistas
— Alejandro, Álvarez. (24 de febrero de 2011). 55 años aproximadamente, profesor universitario, participe del movimiento estudiantil durante las
décadas del 70 y principios del 80. Entrevista realizada por la autora en la ciudad de Bogotá.
— Camilo Jiménez. (19 de febrero de 2011). 50 años aproximadamente, profesor universitario, militante cristiano y barrial durante la década de los
ochenta. Entrevista realizada por la autora en la ciudad de Bogotá.
— Crisanto Gómez. (11 de febrero de 2011). 50 años aproximadamente, funcionario administrativo universitario, estudiante de la Universidad
Pedagógica Nacional de 1984 a 1991, entrevista realizada por la autora en la ciudad de Bogotá.
— Josué Sarmiento. (11 de diciembre de 2011). 45 años aproximadamente, profesor de Ciencias Sociales, participe de las luchas estudiantiles
durante los años finales de la década de los 80 y principios de los 90. Entrevista realizada por la autora en la ciudad de Bogotá.
— Estudiante 2. (18 noviembre de 2011). Sindicalista, estudiante de la Universidad Nacional en los años ochenta y testigo de los sucesos del 16 de
mayo, entrevistado por Rosario Arias Callejas en la ciudad de Bogotá.
— Estudiante 3. (Junio de 2008). Profesor universitario, estudiante de la Universidad Nacional en los años ochenta y testigo de los sucesos del 16
de mayo, entrevistado por Rosario Arias Callejas en la ciudad de Bogotá.
— Estudiante 4. (14 de marzo de 2008). Profesor universitario, estudiante de la Universidad Nacional durante los años ochenta, Bogotá, 20 de junio
de 2008, entrevistado por Rosario Arias en la ciudad de Bogotá. 79

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