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Diego Núñez

POLÍTICA III

Universidad Central del Ecuador

Pensamiento Económico Heterodoxo en América Latina

El siguiente ensayo hace narración a las corrientes del pensamiento económico y


social, que en su enunciación partieron de teóricas y puntos de invocación diferentes a la
teoría estándar, cuales desarrollan contenido de forma dispareja sobre el comportamiento
económico moderno, y que a través de la historia ha atravesado cierta regularidad a un
segundo plano por su disconformidad o diferencia de las ideas o prácticas de la doctrina
tradicional.

Afrontan en la actualidad las ciencias sociales cierta cantidad de críticas a las


modelos epistémicos sobre los que están fundamentadas sus hipótesis, es decir, las
grandes composiciones teóricas con las que se intentaba dar presencia de los procesos
sociales, su lógica de funcionamiento y evolución teórica han sido puestas en
incertidumbre, en sus alcances interpretativos.

A través del desarrollo histórico ha habido varias transformaciones que se han


producido en todos los procesos de interpretación social, sin embargo, la sociedad y las
ciencias sociales han formado cierto tipo de incompetencia al responder a las grandes
problemáticas que esto implica y menos aún proponer soluciones a los grandes problemas
que se formulan, lo que ha provocado una “crisis de la modernidad como paradigma
social” (De Sousa, 1998. Pág. 3)

Las transformaciones ocurridas en el ámbito político, cultural, de globalización


del mercado; la dominación del patrón llamado capitalismo financiero, su avance
científico, sus avances tecnológicos, ha transformado agresivamente a las comunidades,
llevándolas hacia la reproducción de formas de subjetividad y organización social. Sin
embargo, las diferentes formas de comprensión social no responden a las
transformaciones de la realidad colectiva, al ser superada la habilidad interpretativa de la
teoría, se traduce en pensar en nuevos paradigmas epistémicos y sociales, y a formular
nuevos modos de comprenderla.

La mayor parte de catedráticos y políticos activos en su mayoría en América


Latina han de imponerse la conceptualización neoclásica como única ciencia.

Manifestada en su totalidad, la mano invisible de la oferta y la demanda se ha establecido


entre los agentes económicos, en la máxima estructura ordenadora de la actividad
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económica y de la sociedad “… cuando los individuos se guían totalmente por el mercado,


más precisamente por los precios, y escogen entre diversas actividades, aseguran su
máxima satisfacción y, en la orientación específicamente Paretiana, la de la sociedad en
su conjunto.” (Kaldor, 1978.pág 4).

Por ende se piensa actualmente que la doctrina neoclásica, por dominar un método
de investigación analítico orientado en las matemáticas, capaz de analizar categorías
universales y teoremas lógicamente deductibles, es la única con la suficiencia científica
para interpretar racionalmente la conducta de los sistemas económicos. “Todos los
economistas de la escuela ‘neoclásica’ comparten la creencia de que la teoría del
equilibrio general es el único punto de partida para cualquier explicación lógicamente
consistente del comportamiento de los sistemas de economía descentralizada.” (Kaldor,
1978. Pág. 4).

El avance del modelo teórico neoclásico tiene dos atribuciones elementales, pues
iniciando que al desarrollar el estudio del equilibrio de los mercados en economías
perfectamente competitivas en la búsqueda de conductas auto reguladoras, y eficientes
por parte de los agentes económico sociales, resulta que el economista formula supuestas
ideologías , alejadas completamente de la realidad social y económica ; siguiendo en la
narración sobre , los supuestos elementos principales del modelo neoclásico, al marginar
de su investigación científica los comportamientos reales de los individuos y de la
sociedad en totalidad , pierde su capacidad comprensiva e interpretativa, y la teoría se
convierte en una construcción teórica sin fundamentos concretos de contenido, inútil para
resolver los problemas y los desafíos económicos a los que se enfrentan las sociedades.

“En economía generalmente se ignoran los hechos que contradicen las hipótesis básicas
de la teoría predominante: los “teorizadores” y los “empiristas” operan en
comportamientos aislado y el reto que plantean las observaciones anómalas es ignorado
por los teóricos como algo que podría considerarse en “una segunda aproximación”, sin
afectar las hipótesis básicas.” (Kaldor, 1978: Pág. 5).

Desde otro ángulo, la teoría convencional conceptúa de pre científicas a las


restantes hipótesis de la economía y disciplinas sociales, enunciando su forma de ser
absolutista - totalitaria, al querer contemplar, a partir de unos supuestos ‘irreales’ el
comportamiento completo de la comunidad, marginando otras posibilidades de
comprensión; a pesar de que desde diferentes escenarios destacados economistas
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reclaman mayor pluralismo intelectual y buscan superar la dicotomía entre la versión


neoclásica de la teoría económica y las demás ciencias sociales (Sunkel, 1995:. Pág.5).

“Ante su incapacidad inherente para relacionarse con las demás ciencias sociales [la teoría
neoclásica, en su versión Neoliberal] ha lanzado una ofensiva para desplazarlas aplicando
su metodología y principios doctrinarios a la política, el matrimonio, las relaciones
familiares, la delincuencia y otras esferas del comportamiento humano, con el argumento
de que se trata de disciplinas pre científicas y que la racionalidad maximizadora de la
utilidad individual define la acción del individuo en cualquier actividad” (Sunkel,
1995.Pág. 5).

Oponiéndose a esta corriente tradicional del pensamiento económico en América


Latina, existen otras tendencias que desarrollan formas desemejantes de acercamiento a
la comprensión económica y a la realidad social, para así obtener unos criterios objetivos
más adecuados a los contextos espaciales, históricos y socio culturales, sobre la
mecanización interna del sistema capitalista. A estas tendencias de la economía que
divergen de la vertiente principal en método, enfoque y premisas, se las ha denominado
como Pensamiento Económico Heterodoxo.

Ahora para comprender las principales tipologías del Pensamiento Económico


Heterodoxo, debemos tomar iniciativa comprendiendo que el Pensamiento Económico
Heterodoxo no es un movimiento de la esencia económica que conserve criterios
homogéneos sobre el enfoque, método y premisas, más bien se guía por lo opuesto, es
decir, que consolida un cuerpo heterogéneo de categorías, premisas, conceptos, teorías y
perspectivas de análisis en el cual puede identificarse un conjunto de características en
común, entre las principales están la comprensión de que “el rasgo esencial del modo de
producción capitalista radica en la relación que existe entre el capitalista y el obrero
asalariado” (Guerrero, 1997. Pág. 24) y la crítica al sistema económico capitalista, que se
constituye en un objetivo científico en sí mismo (Guerrero. 1997. Pág.13).

Desde la apariencia analítica con la que se posesiona el estudio de las relaciones


sociales actuales en el sistema capitalista el pensador establecerá una posición respecto al
rol de categorías como el trabajo, la reproducción del capital total, la acumulación del
capital o la distribución del plus valor dentro de una relación capitalista, por lo cual se
obtendrá conclusiones diferentes como la explotación del trabajo por el capitalista o su
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contraria, que esta explotación no existe y lo que se presenta es una asignación del
excedente entre los diferentes factores productivos, donde el sistema da a cada factor un
equivalente de lo que éste aporta a la producción.

El punto de vista analítico del Pensamiento Económico Heterodoxo es la


siguiente, primero donde hay una privación del excedente concebido por el trabajo, por
parte de los trabajadores colectivos de los medios de producción, de esta forma el
estudioso investiga en profundidad las relaciones sociales en la economía desde la
perspectiva “… de ciertos grupos, clases o sectores sociales, que no estarían representados
en la literatura económica a no ser por esta razón.” (Guerrero. 1997. Pág.14), desde la
perspectiva del trabajador y de la periferia del sistema capitalista, es decir, desde el lado
distinto de las relaciones de intercambio entre el proletariado y el capitalista y entre países
desarrollados y subdesarrollados; ya que la teoría económica tradicionalmente estudia un
solo lado de estas relaciones sociales, que en mayoría siempre ha representado el punto
del capital. Entonces, la segunda característica del Pensamiento Económico Heterodoxo
tiene que ver con su enfoque analítico.

La particularidad número tres tiene que ver con el ligado de premisas y categorías que
legitiman el análisis de las discrepancias y alcances de la teoría y que constituyen la
estructura conceptual del Pensamiento Económico Heterodoxo.

Para el Pensamiento Económico Heterodoxo al criticar al sistema capitalista no se


debe limitar exclusivamente a la denuncia simple de carácter auto jerárquico de aquel
modelo , sino que el Pensamiento Económico Heterodoxo piensa justo exponer que la
diferencia con la corriente tradicional es más de fondo, que toma lugar una confrontación
entre composiciones teóricas, aunque en cada una de ellas se incluya las más diversas
perspectivas, con estructuras conceptuales que se excluyen mutuamente cuya base está
en la concepción teórica sobre el origen del valor de las mercancías, que sirve para
entender el proceso global de producción en el sistema capitalista (Guerrero. 1997.
Pág.28), pues mientras que para la teoría neoclásica el valor de las mercancías se genera
en el proceso de distribución, a través del mecanismo de la oferta y la demanda y de la
utilidad marginal que la mercancía produce para el consumidor; para la concepción
heterodoxa el valor es producto del trabajo y este se crea en el proceso productivo.

Entre la teoría neoclásica y la concepción heterodoxa la diferencia radica en la


aplicación que se entrega al proceso de acumulación como un ciclo sin fin, que concierne
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a la definición que el pensamiento heterodoxo realiza, por lo opuesto a su análisis en


forma separada, investigando exclusivamente el proceso de intercambio que se realiza en
las fases primera y tercera, en las que domina el principio del intercambio entre
equivalentes o como dice Karl Marx ‘‘trueques’’. Es decir que mientras la ideología
heterodoxa piensa que el origen del valor está en el proceso productivo y mira el ciclo del
capital completamente diferente, pues la escuela neoclásica prefiere buscarlo en el
proceso de distribución, que corresponde al intercambio entre equivalentes de los
mercados de factores y productos, parcializando el ciclo del capital.

Por ende, la escuela neoclásica tenía que presentar un nuevo fundamento para el
valor de las mercancías que fuera diferente al del trabajo. Ese nuevo fundamento lo
encontró en la conceptualización de la utilidad marginal expuesta por Jeremy Bentham,
que plantea la alineación del valor como producto de la utilidad que representan las
mercancías para el consumidor, es decir, que a mayor utilidad de la mercancía, mayor
valor producido, este valor se expresa en los precios, que se forman en el mercado a través
de la interacción de la oferta y la demanda. En consecuencia, la utilidad para el
consumidor debe ser equivalente a los precios de mercado y para ello fue necesario
desarrollar una serie de teorías que expliquen esos equilibrios, entre ellas la teoría del
equilibrio general, la teoría del óptimo de Pareto, la teoría de la competencia perfecta, que
hicieron cada vez más abstracta e irreal a la teoría.

Por lo tanto, y para finalizar podemos concluir, que el predominio, entre


académicos y gobiernos latinoamericanos, del modelo neoclásico por sobre las demás
teorías económicas no implica la comprobación implícita y automática de sus postulados
ya que para que una formulación teórica sea aceptada como un criterio de verdad debe
demostrar tanto una consistencia lógica interna de su estructura conceptual, como poder
contrastarse con los fenómenos sociales reales que dice explicar para en sí poder formar
criterio valido. En consecuencia, esta preferencia no puede tomarse como un criterio de
verificación como lo es el mercado, o como la comprobación de la verdad de sus
proposiciones sino como expresión de unos factores ideológicos y conveniencias
políticas.

Es decir, el hecho de que se haya impuesto esta estructura conceptual puede


explicarse como una fase histórica por la que se estaría pasando en la que “por múltiples
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y poderosos motivos, internos e internacionales, se acentúa notablemente el predominio


de la teoría y la praxis de la democracia liberal en lo político y del sistema de mercado en
lo económico” (Sunkel, 1995, pág.3).

De ahí que quede abierto el camino para explorar posibilidades diferentes en la


teoría como en la práctica que permitan encontrar soluciones a la problemática económica
y social de América Latina y en esa dirección son pertinentes las propuestas y los
desarrollos teóricos que el pensamiento heterodoxo latinoamericano realiza. Esto tiene
implicaciones prácticas en el sentido que reconoce el carácter subjetivo del predominio
neoclásico, por la misma razón las condiciones objetivas y subjetivas del momento
histórico actual imponen a esta corriente del pensamiento en el frente del escenario
académico y político, pero también niega el carácter determinista y absoluto que le asigna
la teoría principal y por lo tanto, que exista una sola y única versión de economía, estando
abiertas las puertas para construir futuros posibles, para explorar visiones y programas
alternativos que correspondan al proceso histórico, valores, características actuales,
perspectivas y proyectos futuros de los países latinoamericanos. De esta manera “Se
recupera la legitimidad de la temática del desarrollo con todas sus complejidades, que al
no haber podido ser reducidas a modelos matemáticos habría sido excluida por el
neoclasicismo del campo de estudio de la disciplina económica” (Sunkel.1995. Pág.5).

Como quedó planteado arriba, la economía no tiene carácter universal, tampoco


existe una sola corriente de la economía que se pueda adjudicar el monopolio absoluto de
la verdad en economía, ni mucho menos que tenga todas las respuestas a las problemáticas
económicas y sociales que se plantean a las sociedades.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

GUERRERO, Diego. (1997). Historia del pensamiento económico heterodoxo. Valladolid: Trotta. 276
p.

KALDOR, Noan. (dic. 1978). La irrelevancia del equilibrio económico. En: ________ Further Essays
on Economy Theory. Londres, 1978. Traducción de SUPERLANO, Alberto. (Fotocopia biblioteca
general).

SUNKEL, Osvaldo. (sep. 1995). El neoliberalismo y el neoestructuralismo en América Latina. En:


Revista de la Academia de Ciencias Económicas. No 45 (sep. 1995); 45 p.

SOUSA SANTOS, Boaventura. (1998). De la mano de Alicia. Bogotá: Siglo del Hombre. 470 p.

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