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“la situación en la que se encuentran dos (2) personas de diferentes sexo que hacen vida
marital sinestar unidos en matrimonio: se trata, pues, de una unión de hecho con caracteres
de estabilidad y permanencia”
La República Dominicana en el año 1844, fue instaurada, en principio, tomandola figura del
matrimonio como algo más que jurídico, es decir, como algosagrado; basándonos en el hecho
de que en esa época la institución de la iglesiatenía gran poder e influencia en los asuntos
de gobierno de casi todos los paísesdel mundo, influencia que queda evidenciada cuando en
fecha dos (2) deseptiembre del año 1954 fue promulgada la Ley 3931 que modifica
variosartículos de la Ley sobre actos del estado civil (de los matrimonios civil ycanónico) y
viene a aplicar, entre otras cosas, las condiciones previstas en elConcordato realizado entre la
Santa Sede Apostólica (Vaticano) y la RepúblicaDominicana, reconociéndole plenos efectos
civiles a cada uno de losmatrimonios celebrados por la Iglesia Católica en virtud del Derecho
Canónico.
La actitud legal de rechazo, encaminada a no reconocerle los mismos derechos y deberes que
genera la institución del matrimonio a las tantas relaciones entreun hombre y una mujer que
encontrándose libres de impedimento matrimonialformaban un hogar, se mantuvo por mucho
tiempo en la República Dominicana.
Una de las primeras normativas legales que vino a reconocer la uniónconsensual o de hecho
como una modalidad familiar real fue la Ley No.14-94,del 22 de abril de 1994 Código para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y su Reglamento, pero no fue acatado
en gran medida hasta que la SupremaCorte de Justicia mediante la sentencia marcada con el
núm. 44, Octubre del año 2001, B.J. No. 1091 vino a romper dicho paradigma y reconocer que
las uniones maritales consensuales que tengan una convivencia
“more uxorio”,
c. Una comunidad de vida familiar estable y duradera, con profundos lazos de afectividad.
d. Que la unión presente condiciones de singularidad, es decir, que no existan de parte de los
dos convivientes iguales lazos de afectos o nexosformales de matrimonio con otros terceros en
forma simultánea, o sea,debe haber una relación monogámica, quedando excluidas de
esteconcepto las uniones de hecho que en sus orígenes fueron pérfidas, auncuando haya
cesado esta condición por la disolución posterior delvínculo matrimonial de uno de los
integrantes de la unión consensual con una tercera persona.
e. Que esta unión familiar de hecho esté integrada por dos personas dedistintos sexos que
vivan como marido y mujer, sin estar casados entresí. La diferencia entre unión singular o de
hecho y convivencia notoria viene dada en que la unión singular, denominada en épocas
pasadas como concubinaria, y en la actualidad como unión de hecho o unión consensual, es
aquella en la que un hombre y una mujer cohabitan bajo las mismas condiciones de un
matrimonio, conformando una familia de acuerdo a las concepciones de la misma establecidas
en el artículo 58 de la Ley 136-03; ahora bien, la convivencia notoria o more uxorio, viene
dotada de un ingrediente más con respecto de launión consensual y este es: una relación
pública y notoria (reconocida) para losterceros, donde quedan excluidas las basadas en
relaciones ocultas y secretas.Un ejemplo de esto donde se pueden fijar los requisitos
precitados es:
Un caso en el cual una pareja de esposos (María Pérez y Juan Proscopio) convivieron demanera
notoria y bajo una vida familiar estable por un período de 10 años, procreando durante esos
diez (10) años dos niños menores de edad, dedicándose María Pérez a las labores propias del
hogar y el señor Juan Proscopio a conducir vehículos pesados “patana”, mientras el marido
Juan Proscopio iba conduciendo en la Autopista Duarte, colisionó con un camión causándole la
muerte. La señora procedió a interponer una demanda civil en reparación de daños y
perjuicios por ante el Juzgado de Primera Instancias correspondiente, pero resulta que el
abogado de la parte demandada plantea una inadmisibilidad por falta de calidad de la señora
bajo el entendido de que la misma no se encontraba casada legalmente con el señor Juan
Proscopio; oponiéndose la parte demandante a dicha inadmisibilidad por entender de que no
obstante la señora no haber estado casada legalmente con el occiso Juan Proscopio, ésta tiene
todo el derecho ademandar en daños y perjuicios por ser la única pareja conocida del occiso y
como muestra de ello haber procreado dos (2) niños. El Juez procedió a acumular el medio de
inadmisibilidad planteado e indicarle a las partes que procedan aconcluir al fondo.
“more uxorio” entre un hombre y una mujer, por María Pérez y Juan Proscopio
haber mantenido una convivencia notoria para los terceros durante 10 años y en el transcurso
de su relación haber procreado dos (2) hijos; estableciéndose que los mismos se encontraban
ante una unión de hecho con ausencia de lasformalidades del matrimonio, pero manteniendo
una vida familiar estable,duradera y ambos aportaron en sus condiciones propias al sustento
de la casa (María Pérez con su labor de ama de casa, se mantenía en el hogar y lo mantenía en
orden en lo que el señor Juan Proscopio trabajaba como chofer de vehículos pesados “Patana)
AESTRANTE
que tenía una mujer que mantuvo una unión marital consensual durante un período mayor a
40 años con su difunto esposo que era militar, a recibir la debida pensión económica mensual
que ha de otorgársele a la esposa viuda dedicho militar, en virtud de lo previsto en el artículo
252 de la Ley núm. 873 Orgánica de las Fuerzas Armadas. El 22 de junio del año 2016, fue
depositado por ante el Congreso Nacional de la República Dominicana un
a través del cual se pretende regularizar y establecer de manera clara las pautas a seguir para
que la unión de hecho sea generadora de derechos y deberes. Por último, es preciso señalar,
que la unión consensual en la RepúblicaDominicana ha logrado tener tanta trascendencia en el
ámbito jurídico nacional,que recientemente el Tribunal Superior Electoral, a través de
la Sentencia núm.067-2017, de fecha 22 de febrero del año 2017, ordenó la rectificación de
una Acta de Defunción, en atención a que las disposiciones del artículo 71 de la Ley 659 sobre
Actos del Estado Civil, que versa respecto a los requisitos de una Acta de Defunción, si bien
sólo exige la consignación del nombre de la “esposa” del difunto; resulta necesario reconocer
también los derechos de la conviviente de hecho en unión consensual, de conformidad con lo
establecido en el artículo 55.5 de la Constitución Dominicana, y hacer constar en el Acta
de Defunción el nombre del o la conviviente de hecho o unión consensual; marcando así otro
paradigma respecto al registro oficial de este tipo de unión familiar en las actas del estado
civil dominicano.