Вы находитесь на странице: 1из 4

Mejorando los hábitos de la mente

El estudio del desarrollo en las personas ha seguido diferentes


teorías a lo largo de la historia de la educación. Algunos estudios se
centran en el cuándo y de qué forma las personas se desarrollan, en lo
que se refiere a la maduración y el crecimiento de los órganos y
demás estructuras; y otros estudios se centran más en el cómo, de
qué forma se desarrollan las diferentes estructuras, de manera que se
pueda potenciar y pulir este desarrollo. Existen estudios sobre
el desarrollo cognitivo, siendo los de Piaget y Vigotsky los más
destacables a nivel pedagógico, así como estudios sobre el desarrollo
motriz y afectivo-social, entre otros. Estos estudios permiten conocer
la forma en que las personas cambian, la forma en que maduran sus
estructuras biológicas y psicológicos, con el fin de que los educadores
puedan potenciar dicha maduración, orientarla, y ayudar a las
personas en caso de que se produzcan ciertos atascos en alguno de
estos ámbitos. Y esto es así porque el desarrollo se puede modelar, se
puede “entrenar” y anticipar. Un correcto desarrollo es esencial para
que se produzca el aprendizaje.

Las habilidades del siglo XXI, habilidades mentales

Algunos de los estudios más modernos en el ámbito del desarrollo


cognitivo se centra en cómo las personas piensan y cómo mejorar
esta forma de pensar que influye directamente en la conducta. El fin
de mejorar esta forma de utilizar la mente para comportarnos, es
encontrar un mayor éxito personal en cada individuo, encontrar el
cómo ser más eficiente. Podemos llamar a estos estudios, estudios
sobre las habilidades del siglo XXI, que integran tanto formas de
comunicarnos y comportarnos con nosotros mismos como formas de
comunicarnos e interactuar con los demás valiéndonos de distintas
maneras de pensar o actuar. Estos estudios podrían relacionarse más
con los estudios de Inteligencia Emocional, cuyo autor principal es
Dainel Goleman, o con la teoría de las Inteligencias Múltiples de
Howard Gardner en lo que se refiere a la inteligencia intrapersonal e
interpersonal especialmente. Pero dejando a un lado estas teorías, en
este artículo nos centramos en desarrollar las dimensiones del
crecimiento de los llamados “habits of mind“, o hábitos de la
mente, siguiendo los estudios de Costa, Kallick y Anderson en Liderar
y Aprender con los Hábitos de la Mente (2008).
Hábitos de la mente:

Artuhr Costa y Bena Kallinck han dedicado mucho tiempo a estudiar e


investigar sobre los patrones de comportamiento que se repiten en la
gente influyente y exitosa. Son lo que llaman “habits of mind”, que no
son más que formas de pensar y actuar, disposiciones mentales que
tiene una persona a la hora de enfrentarse a sus actividades y tareas.
Una serie de conductas inteligentes a la hora de enfrentarse a
problemas y dilemas de la vida. La capacidad de trabajar duro y de
utilizar correctamente la mente son lo que lleva a las personas a tener
unos hábitos mentales de alto nivel. No solo nos interesa saber
cuántas respuestas conoce nuestro alumno, sino saber cómo se
comporta cuando no sabe.

Como ya escribí en el artículo sobre los hábitos de la mente, Costa


define 16 hábitos, de los que dice no ser cerrados, sino que pueden
existir más. Estos hábitos son pues lo que poseen las personas
exitosas. Te recuerdo el listado de los 16 hábitos:

1- Persistir en las tareas.

2- Manejar la impulsividad.

3- Escuchar con empatía y con comprensión.

4- Pensamiento flexible.

5- Reflexionar sobre el propio pensamiento (metacoginición).

6- Luchar por la precisión.

7- Aplicar los conocimientos previos.

8- Hacerse preguntas y plantear problemas.

9- Pensar y comunicar con claridad y con precisión.

10- Recopilar, a través de todos los sentidos, la información percibida.

11- Crear, Imaginar e Innovar.

12- Responder con asombro y adminación.


13- Ser capaz de asumir riesgos responsables.

14- Desarrolar el sentido del humor.

15- Pensar de forma global e interdependiente.

16- No dejar de querer aprender.

Estos comportamientos no se suelen dar de forma aislada, sino de


forma interconectada. Escuchar atentamente, por ejemplo, implica
precisión, flexibilidad, metacognición, etc.

Dimensiones del crecimiento de los hábitos mentales en la


educación

Estos hábitos o habilidades no son innatas, y necesitan un proceso


de entrenamiento y aprendizaje que deberían estar presentes en
toda educación. Este aprendizaje ha de ser gradual, y cuanto
más tiempo dediquemos más se mejorará, importando también el
entorno y la metodología utilizada. Podemos hablar de 5 Dimensiones
del Crecimiento básicas de las que partir para mejorar los hábitos
mentales. Son las siguientes:

– Significado. Para poder adquirir un hábito mental lo primero es


comprenderlo. Si no sabemos qué es exactamente no sabemos si
tenemos la capacidad de manejarlo ni cómo mejorarlo. Así pues,
entender el concepto es fundamental. Para ello debemos mostrar
ejemplos de dichos hábitos mentales en personajes conocidos, para
saber qué cualidades se atribuyen a cada hábito. Por ejemplo, para
trabajar el concepto de persistencia podemos mostrar al Gato
Silvestre, y su insistencia en atrapar al Piolín.

– Capacidad. Hace referencia a las habilidades o capacidades


necesarias para conseguir el hábito mental. Por ejemplo, para
conseguir ser persistente, o perseverante, se han de desarrollar
capacidades como la paciencia, la resistencia, la fuerza de voluntad…

– Alerta. Hace referencia a trabajar en el contexto cuál será el hábito


mental más adecuado para cada situación. Podemos poner ejemplos
prácticos y pensar cual serán los hábitos mentales que llevan al éxito
en cada momento. Se debe aprender a detectar las señales e
indicadores que nos dan pistas sobre qué hábitos son más adecuados.

– Valor. Cada persona tiene una tendencia a utilizar más un cierto


conjunto de hábitos mentales, un patrón determinado que define sus
valores y su personalidad. Es por ello que cada individuo dará más o
menos valor a un determinado hábito, y el papel del docente es hacer
ver el valor de todos y cada uno de ellos.

– Compromiso. Es el trabajo del análisis de las propias capacidades,


de la autoevaluación con el fin de mejorar. Implica hacer conscientes a
los alumnos de que con trabajo e implicación se pueden mejorar los
hábitos mentales, y que con esto alcanzaremos el éxito, por ello
debemos reflexionar sobre el nivel en el que estamos y tratar de
planificar un camino de mejora, de forma autónoma.

Si trabajamos a partir de estas dimensiones, estaremos en el camino


correcto, dando una buena base a la formación de los hábitos
mentales.

Leído y descargado el dia 06/02/2018 desde:


https://escueladeexperiencias.com/5-dimensiones-mejorar-los-habitos-la-
mente/

Вам также может понравиться