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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

I. ASPECTO INFORMATIVO

1.0 Título del Proyecto:


El exceso del plaguicida “Saturno” y su efecto negativo en la tierra de
cultivo para siembra de arroz.- Mochumí 2017
2.0. Personal Investigador:
2.1. Autores:
1.
- Apellidos y nombres: Mío Fernandez Ángel Junior

- Grados: Estudiante

- Centro de Investigación: Universidad Nacional “Pedro Ruiz


Gallo”

- Teléfono: 985560167

- Email: angel_mio_13@hotmail.com

2.
- Apellidos y nombres: Ventura Saucedo Jhon Jairo

- Grados: Estudiante

- Centro de Investigación: Universidad Nacional “Pedro Ruiz


Gallo”

- Teléfono: 934 526 781

- Email: jairo.17_96@hotmail.com
3.0. Tipo de Investigación:
3.1. De acuerdo al Fin que se persigue: Aplicada
3.2. De acuerdo al Diseño de investigación: Descriptiva
3.3. De acuerdo a la Naturaleza de la Investigación: Investigación teórica
empírica.
5.0. Régimen de investigación:
- Orientada: Ciencias Naturales.
6.0. Localidad e institución donde se desarrollará el proyecto.
6.1 Localidad: Mochumí- Lambayeque.
7.0. Duración del proyecto: 4 meses
8.0 Fecha de inicio: 5 de Septiembre del 2016.
9.0. Fecha de término: 31 de enero 2017.

II. ASPECTO DE LA INVESTIGACIÓN


1.0.PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA CIENTIFICO
Hoy en día la industria agroquímica, con la invención de los plaguicidas, se ha
convertido en una poderosa alternativa para resolver problemas agrícolas de
plagas, cada vez son más los productos y con mucha mayor agresividad. Los
plaguicidas de por si tienen diferente composición química y distintos principios
activos, por lo tanto se derivan en numerosos grupos, pero es la rama de los
carbamatos los más usados por su potente acción y por su costo no tan
elevado. Dentro de este grupo el más conocido y usado en la siembra de arroz
es el “Saturno”, este producto agroquímico es muy nocivo de no ser utilizado
con los debidos cuidados que indican y asesoran los vendedores.
Muchos de los pobladores en zonas alejadas que se dedican a la siembra de
arroz, no conocen de los riesgos de este plaguicida y solo tienen conocimientos
empíricos de su manipulación. La problemática surge cuando estos campesinos
afrontan un descenso en la producción de su cultivo, sin mucho conocimiento
acerca del suelo fértil ellos tratan de abonar o proteger su próxima siembra con
una cantidad mayor a la que colocaron anteriormente. Más aún lo único que
generan es la disminución de nutrientes en el suelo, ya que al ser una materia
orgánica este actúa con los componentes del agroquímico y al estar demasiado
saturado de estos compuestos químicos artificiales repelerá los compuestos
hasta llegar a su nivel estándar otra vez y es allí donde se pierden los nutrientes
y la calidad del arroz disminuye.

2.0.REVISIÓN BIBLIOGRAFICA APA


2.1 Antecedentes del problema
La intensificación de la agricultura, motivada por la necesidad de proveer
productos agrícolas a una población cada día creciente, trae como
consecuencia la proliferación de plagas y enfermedades. La alta presión de los
diferentes problemas fitosanitarios y su manejo inadecuado, conducen a que
éstos ejerzan un impacto negativo no sólo en las cosechas, sino en el suelo, el
agua y en la calidad del agro-ecosistema. Por ello, día a día, es fundamental que
los productores realicen un manejo integrado de plagas, partiendo del
diagnóstico adecuado e incorporando prácticas como el uso de estrategias de
control biológico, control botánico y prácticas de manejo cultural, entre otras.
(Rosqüiuthe, 2011).

Las aguas superficiales y subterráneas se contaminan durante los procesos de


fabricación, transporte, almacenamiento o aplicación de plaguicidas. En las
zonas agrícolas ocurre directa o indirectamente, cuando se aplican al agua para
matar larvas de mosquitos u otros organismos acuáticos, por derivas, por
escorrentía, por drenajes de áreas agrícolas tratadas y durante el lavado de
equipos de aspersión o por derrames accidentales (Nivia, 2001).
Nivia (2001), señala que el suelo se contamina por aspersión a cultivos o por
desechos tóxicos de plaguicidas, como empaques, envases y restos de
plaguicidas sin utilizar. Estos pueden causar múltiples efectos a las poblaciones
de organismos del suelo, a la viabilidad de las semillas y a los procesos
fisiológicos de los cultivos, afectando al complejo viviente que son los suelos,
cuya fertilidad depende de organismos micro y macroscópicos que los habitan.
Los plaguicidas se clasifican de acuerdo a una gran variedad de criterios; según
los organismos que controlan, su concentración, su modo de acción, su
composición química, la presentación de sus formulaciones comerciales y el uso
al que se destinan. Sin embargo, es conveniente recordar que, por definición,
todos los plaguicidas son sustancias tóxicas diseñadas para interferir o
modificar mecanismos fisiológicos fundamentales de los insectos que también
son compartidos por otros animales, incluido el hombre, y que en
determinadas circunstancias pueden provocarle la muerte, estas se emplean
para eliminar insectos, ácaros, hongos, roedores, caracoles, gusanos, etc. Según
los organismos que controlan se agrupan en: Insecticidas, fungicidas,
herbicidas, nematicidas, acaricidas, roenticidas, bactericidas y antibióticos. Las
mayores categorías son; insecticidas, fungicidas y herbicidas (Martínez, 2004;
RAP-AL, 2009).
Es importante una regulación eficaz para el uso de sustancias como los
plaguicidas, que, aunque resultan de gran ayuda para el combate de plagas
domésticas y agrícolas, son capaces de provocar daños al ambiente y a los
cultivos de la población si estas no son utilizadas de forma segura. Por ello, es
necesaria la gestión integral de los plaguicidas en todos los niveles (mundial,
nacional, estatal y local) desde su producción hasta su disposición final con el
fin de mantener un control y evitar mayores riesgos según Manejo Integrado
de Plagas (MIP)
2.2 Base teórica
1. LOS PLAGUICIDAS
1.1 QUÉ SON LOS PLAGUICIDAS
Los plaguicidas son compuestos químicos que sirven para combatir los
parásitos de los cultivos, del ganado, de los animales domésticos y del hombre
y su ambiente. De acuerdo con su actividad biológica pueden clasificarse en
insecticidas, fungicidas, herbicidas y rodenticidas según que su toxicidad sea
para insectos, hongos, malas hierbas o roedores. También existen los
atrayentes, repelentes y esterilizantes de insectos que coadyuvan a su
destrucción por medio de estas acciones. Según su naturaleza química, en
principio, pueden clasificarse en inorgánicos y orgánicos. Los primeros no
plantean, en general, una problemática importante desde el punto de vista de
su toxicidad y evolución en el suelo. Por el contrario en lo que se refiere a los
orgánicos, se ha ido desarrollando una amplia gama de productos que plantea
problemas de evolución en el complejo sistema del suelo. Para que un
plaguicida alcance un amplio uso en la práctica agrícola, debe reunir
determinadas condiciones básicas como: Efectividad: debe ser efectivo en la
destrucción de la plaga contra la que actúa. Selectividad: debe combatir
únicamente los organismos dañinos sin perjudicar a la flora o a la fauna
beneficiosas. Economía: la utilización de un plaguicida debe producir unos
beneficios que superen el gasto que supone su utilización. Seguridad: no debe
ser tóxico para las plantas útiles al hombre ni constituirse en un peligro para la
salud del hombre ni de los animales domésticos. Estabilidad: debe conservar su
capacidad de acción durante un tiempo suficiente. Posibilidad de formulación:
debe ser compatible con algunos de los posibles soportes y diluyentes, dando
lugar a formulaciones estables y efectivas. A pesar de estas condiciones,
muchos de los compuestos que se han utilizado como plaguicidas han sido tan
estables que han originado una gran contaminación ambiental, al quedar sus
residuos ampliamente distribuidos en cosechas, suelo, agua y aire en y cerca de
los lugares de su uso. Debido a esto, y teniendo en cuenta la toxicidad
relativamente elevada de alguno de ellos, es de gran importancia el estudio de
la persistencia e interacción de estos compuestos con el ambiente, con el fin de
conocer el problema y poder emplear medios para reducirlo. Esto permitiría,
además, usarlos adecuadamente obteniendo de ellos el máximo beneficio con
el mínimo riesgo
2 Clasificacion: Plaguicidas orgánicos más importantes

2.1 DERIVADOS HALÓGENOS Son compuestos orgánicos que contienen


generalmente átomos de cloro en su molécula, y que poseen una alta toxicidad
para los insectos. Dentro de este grupo de compuestos el DDT sintetizado en
1874 por Zeidler, quien descubrió sus propiedades físico-químicas, tiene una
gran importancia en la historia de los insecticidas. Sin embargo, sus
propiedades insecticidas no fueron descubiertas hasta 1940 por Müller
comenzando a desarrollarse su utilización para usos agrícolas después de la II
Guerra Mundial. Actualmente su acumulación en el medio ambiente y en los
seres vivos ha dado lugar a restricciones en su uso por parte de algunos países.
Dentro de estos compuestos podemos distinguir tres grupos:
a) Derivados halógenos de hidrocarburos alifáticos que son utilizados
principalmente como fumigantes: metilbromuro,1, 2-dicloropropano,etc...

b) Derivados halogenados de hidrocarburos alicíclicos con importancia práctica


como insecticidas y fungicidas: HCH, toxafenol, clordano, heptacloro, aldrín,
dieldrín, endrín,etc...
c) Derivados halogenados aromáticos: Tienen propiedades insecticidas,
acaricidas,herbicidas y fungicidas dependiendo de la naturaleza del átomo de
halógeno, del número de ellos en la molécula de benceno y de su posición en el
anillo: DDT,
DDD, metoxiclor, hexaclorobenceno,etc...
Estos compuestos actúan sobre el sistema nervioso de los insectos, aunque no
se conoce bien si el mecanismo de acción es por contacto o por ingestión.
2.2 Compuestos organofosforados
Estos compuestos son ésteres o amidas derivadas del ácido fosfórico,
tiofosfórico, ditiofosfórico, fosfónico y fosfínico. Tienen su origen en las
investigaciones que se realizaron en la II Guerra Mundial sobre los gases
neurotóxicos. El descubrimiento de sus propiedades insecticidas se debe a
Schader, siendo el tetrafosfato de hexaetilo el primero de estos compuestos
con aplicación comercial y que es, en realidad, una mezcla cuyo componente
más activo es el pirofosfato de teraetilo (TEPP). posteriormente, este mismo
científico desarrolló el paratión, que la empresa Bayer empezó a comercializar
en 1944. Fórmula química del Paratión La mayor actividad de estos compuestos
es insecticida, aunque algunos de ellos presentan actividad nematicida,
fungicida y herbicida. Estos compuestos se caracterizan por tener un espectro
de acción más estrecho que el de los organoclorados, con lo que se reduce la
destrucción de otros insectos que pueden ser beneficiosos. Otras
características son su baja persistencia y fácil descomposición a productos no
tóxicos, baja dosis de compuesto por área tratada, metabolismo relativamente
rápido en organismos vertebrados y ausencia de acumulación en los mismos,
todo lo cual los hace preferibles a los organoclorados. Sin embargo, una
desventaja de estos compuestos es su toxicidad, relativamente alta para los
vertebrados y seres humanos, que obliga a una manipulación más cuidadosa y
su persistencia, no tan corta como se creyó en principio, sobre todo en
determinados tipos de suelos. Algunos de estos compuestos actúan como
insecticidas sistémicos, es decir, que son absorbidos por las hojas y parte aérea
de la planta, aunque el órgano más común de absorción es la raíz, quedando la
planta con niveles tóxicos para determinados parásitos. Entre los compuestos
organofosforados utilizados pueden considerarse, además del paratión y el
metilparatión, otros como malatión, dimetoato, monocrotofos, diazinón,
azinfosmetil, disulfotón, forato, etión,etc. La toxicidad y la acción insecticida de
estos compuestos son atribuidas a la inhibición de la actividad
acetilcolinesterasa, enzima que se encuentra en las células nerviosas de los
insectos y cuya desactivación paraliza su sistema nervioso.
2.3 DERIVADOS DEL ACIDO CARBAMICO, TIOCARBAMICO Y DITIOCARBAMICO
Los insecticidas a base de carbamatos fueron desarrollados por la firma Geigy a
finales de los años 40 e introducidos por primera vez en Europa en 1953 con el
isolán. En Estados Unidos el primer insecticida utilizado en gran escala y todavía
en uso fue el carbaril, introducido en 1958 por la Unión Carbide bajo la
denominación comercial de sevin, producto de gran actividad y amplio espectro
de acción, siendo además barato, estable y relativamente poco tó- xico.
Fórmula química del Sevin Los carbamatos pueden tener propiedades
insecticidas y herbicidas. En el primer caso la máxima actividad corresponde a
los derivados N-alquil-carbamato de alquilo o arilo y los N, N-dialquicarbamatos
de hidroxiheterociclos. Entre estos compuestos tienen importancia práctica el
aldicarb, bigón, pirolán y carbofuran. En cambio, los derivados N-
arilcarbamatos tienen actividad herbicida, como el asulán, betanal y barbán,
algunos de los cuales pueden ser sisté- micos. Los derivados tio- y
ditiocarbamatos, en general, tienen propiedades herbicidas, aunque alguno de
ellos presenta también actividad fungicida. Entre estos compuestos se
encuentran el molinato, vapán y vegadex. Este grupo de plaguicidas presenta
algunas ventajas frente a los compuestos organofosforados como son su
eficacia contra insectos resistentes a estos últimos y su mayor seguridad de
manejo, pero también presenta desventajas ya que son de producción más
difícil, más caros y de mayor toxicidad frente a los insectos polinizadores. Su
modo de acción es el mismo que el de los insecticidas organofosforados, es
decir, inhiben la actividad de la acetilcolinesterasa.
3. FORMULACIONES Y MÉTODOS DE APLICACIÓN
Los principios activos donde radica la actividad valorable del plaguicida se
obtienen en la industria química con un grado de pureza entre el 75 y el 90%.
En general, estos principios constituyen sólo una pequeña proporción del
producto final que se vende al agricultor, ya que la mayoría de las sustancias
químicas plaguicidas logran su efecto en dosis muy pequeñas, que a veces
representan unos pocos gramos de ingrediente activo por hectárea de cultivo.
Como no es posible medir correctamente y distribuir con uniformidad en el
campo esas cantidades diminutas lo que se hace es acondicionar esos
productos para su empleo en una formulación que pueda ser utilizada bien de
forma directa o dispersada en el agua. La formulación contiene la materia
activa o el producto técnicamente puro más o menos diluido en un soporte
sólido o en un disolvente líquido y además sustancias auxiliares o coadyuvantes
que son capaces de modificar ventajosamente las propiedades físicas, químicas
y biológicas de los plaguicidas aumentando su eficacia. Entre ellas se
encuentran emulgentes, adherentes, fluidificantes y estabilizantes. La “materia
activa”, en muchos casos, es idéntica al principio activo pero en otros lo
contiene como un isómero o bien combinado en forma de óxidos, ésteres, sales
u otros compuestos. El “producto técnico” es el producto obtenido en la
síntesis industrial, que además de la sustancia química útil contiene una
determinada proporción de otras sustancias próximas o relacionadas y,
además, impurezas de fabricación. Las diversas formas de aplicación de los
plaguicidas requieren distintos tipos de formulaciones. Las más importantes
son las siguientes:
Polvos para espolvoreo y polvos humectables, productos finamente divididos
constituidos por el plaguicida mezclado con un material inerte. Los polvos
humectables se mezclan, además, con sustancias mojantes que facilitan la
suspensividad del producto en el agua, pulverizándose después esta suspensión
acuosa. Granulados, productos preparados con materias inertes en forma de
granos de pequeño tamaño que pueden aplicarse directamente al suelo.
Líquidos para pulverizar o diluir, preparaciones en las que el plaguicida líquido
está disuelto, generalmente, en un disolvente derivado del petróleo. Se aplican
directamente o después de una simple dilución en un disolvente. Líquidos
emulsionables, preparaciones en las que el plaguicida líquido está disuelto
junto con los emulgentes que hacen posible la formación de una emulsión
estable cuando se diluye o se agita en el agua. Emulsiones, productos
preparados en forma de emulsión que se aplican directamente previa su
disolución en agua. Con el fin de obtener la máxima eficacia en la aplicación de
un plaguicida, el producto deberá ser distribuido de forma uniforme en toda la
parcela tratada, evitando que sus partículas se escapen por deriva a otros
lugares que no se deseen tratar, bien sea, por deriva directa (componente
horizontal del viento) o indirecta (viento o corrientes convectivas o térmicas
ascendentes), o bien por evaporación y difusión. La pérdida de producto fuera
de la zona de tratamiento, supone, además de una menor eficacia y mayor
gasto de producto, el riesgo de contaminación de zonas cercanas a las de
tratamiento.
Si se tiene en cuenta que todos los plaguicidas son tóxicos en mayor o menor
grado para el hombre, es necesario destacar también este aspecto estando su
peligrosidad relacionada con:
a) La manipulación de los compuestos
b) La toxicidad residual en alimentos
c) Su evolución en el suelo
4. EVOLUCIÓN DE PLAGUICIDAS EN EL SUELO
El estudio de la interacción de los plaguicidas con la fase suelo, sustrato
primario y más importante, tiene especial interés, ya que la mayor parte de los
mismos llega a ponerse en contacto con la superficie de éste ya sea directa o
indirectamente por lo que se hace necesario conocer su evolución en este
sistema.
Los mecanismos que influyen en la persistencia y evolución de plaguicidas en el
suelo están esquematizados en la figura 9. Estos mecanismos pueden actuar
solos o en combinación sobre la estructura de los diferentes productos
específicos y dependen de otras variables, como humedad, temperatura,
materia orgánica, tipo de arcilla, pH, intercambio iónico del suelo, así como de
las características físicoquímicas del compuesto de que se trate. sucesivamente
considerados son:
Descomposición química que tiene lugar por procesos de oxidación, reducción,
hidroxilación, dealquilación, rotura de anillos, hidrólisis e hidratación.
Descomposición química que tiene lugar por procesos de oxidación, reducción,
hidroxilación, dealquilación, rotura de anillos, hidrólisis e hidratación.
Volatilización o pérdida del compuesto en forma de vapor. Todas las sustancias
orgá- nicas son volátiles en algún grado dependiendo de su presión de vapor,
del estado físico en que se encuentren y de la temperatura ambiente.
Movimiento, el transporte de un plaguicida en el suelo, por disolución o
arrastre mecá- nico, se hace bajo la influencia del agua, bien de las
precipitaciones atmosféricas que favorecen el movimiento de convección, bien
de la imbibición que permite un desplazamiento por difusión molecular. El
grado de lixiviación está influido por las características físicoquímicas del suelo,
solubilidad del producto, frecuencia e intensidad de la lluvia, etc.
Descomposición por las plantas y organismos como consecuencia de los
procesos metabólicos que tienen lugar en las plantas
Cuando un plaguicida es adsorbido su concentración en la solución del suelo
disminuye, estableciéndose un equilibrio entre las concentraciones de
materia activa disuelta y adsorbida. El mecanismo de desorción del
compuesto dependerá principalmente de la energía de adsorción. Cuanto
mayor sea esta energía, más difícil será la desorción del plaguicida de nuevo
a la solución del suelo.
4.1 ADSORCIÓN DE PLAGUICIDAS POR LOS COLOIDES DEL SUELO
De todos los mecanismos implicados en la evolución de plaguicidas en el suelo
mencionados en el apartado anterior, la adsorción- desorción es el más
importante por influir directa o indirectamente en la magnitud y efecto de los
otros. Es fácil comprender que la adsorción influye en el lavado, en la
volatilización e incluso en la biodegradación por microorganismos ya que éstos
no pueden degradar el plaguicida si éste es inaccesible. Se ha demostrado que
los sustratos que no son accesibles a los microorganismos no son atacados o lo
son más lentamente.
El proceso de adsorción de plaguicidas por el suelo se refiere, como ya hemos
indicado, a la interacción entre estos compuestos y las partículas del suelo por
lo que estará íntimamente relacionado con la superficie específica y con las
propiedades físico-químicas de estas partículas y en consecuencia con el
tamaño de las mismas. De ahí que la fracción coloidal será la más activa en este
proceso, o sea, la que tendrá mayor facilidad para retener moléculas de
plaguicidas
La fracción coloidal del suelo está constituida por una parte orgánica (materia
orgá- nica) y una parte inorgánica (minerales de la arcilla). Las interacciones
entre las moléculas de plaguicidas y las fracciones coloidales del suelo están
influidas considerablemente por la humedad, temperatura, pH, y contenido de
minerales y materia orgánica del suelo. a su vez también están relacionadas con
las características de los compuestos orgánicos, en cuanto a su solubilidad en el
agua, polaridad, tamaño molecular y características químicas.
De acuerdo con esto, el margen de adsorción de un plaguicida por el suelo
puede extenderse desde poco o nada hasta una inactivación total,
dependiendo estas diferencias de la naturaleza de la fracción coloidal y de la
estructura química del compuesto. Así, estudios experimentales han
demostrado que de los plaguicidas de uso más frecuente (clorados, fosforados,
carbamatos), son los fosforados los más fuertemente inactivados en el suelo,
tanto en suelos minerales como en suelos orgánicos, debido a que son los más
fácilmente adsorbidos por el suelo
De acuerdo con todo ello, en la Unidad de Físico-Química y Mineralogía de
Arcillas del Centro de Edafología y Biología Aplicada de Salamanca se trabaja
desde hace varios años en estudios sobre interacción de minerales de la arcilla
con un grupo de plaguicidas ampliamente utilizados en la actualidad:
Plaguicidas organofosforados.
Los estudios han permitido establecer el mecanismo de interacción entre estos
compuestos y la montmorillonita, mineral de la arcilla que tiene una gran
capacidad de adsorción y es un componente común de grandes grupos de
suelos. Las investigaciones llevadas a cabo, que han dado lugar a varias
publicaciones (Sánchez Camazano y Sánchez Martín, 1983 a), 1983 b), 1984)
han permitido además establecer relaciones entre la estructura de los
compuestos y el mecanismo de adsorción por montmorillonita. Los resultados
obtenidos en estos trabajos son de gran interés con vistas a la fabricación de
plaguicidas y de formulaciones más bioactivas y menos contaminantes en el
suelo.
4.2 EFECTOS DE LA ADSORCIÓN
La adsorción de plaguicidas por los coloides del suelo puede modificar su:
a) Actividad
b) Persistencia
c) Degradación
a) Da lugar a una inactivación de los plaguicidas, ya que estas moléculas al
quedar bloqueadas no pueden ejercer su efecto tóxico. Para que estos
compuestos sean efectivos en el suelo deben aplicarse en dosis determinadas.
Así, si el suelo tiene textura arcillosa y la adsorción tiene lugar en gran cantidad,
las dosis de aplicación deberán ser superiores a las normales si se quieren
conseguir los efectos deseados.
b) Origina un aumento de la persistencia de estos compuestos en el suelo con
el consiguiente riesgo de contaminación. Si la adsorción produce una
separación irreversible de la molécula de la forma activa, entonces la pérdida
de actividad será permanente, pero si se producen cambios en las condiciones
ambientales de temperatura o humedad, o en la estructura del suelo se pueden
originar desprendimientos lentos del compuesto al estado disponible, de modo
que vuelve a entrar en el sistema biológico, pero ahora a concentraciones
demasiado bajas para ser significantes en el control de las plagas, aunque
posiblemente a niveles suficientemente altos para entrar de alguna forma en la
cadena de alimentos y ser nocivo a determinados organismos, diferentes de
aquellos para los que había sido destinado.
c) Influye en su degradación, en unos casos, impidiéndola o retrasándola, ya
que mientras que estos compuestos están adsorbidos los mecanismos de
descomposición de los mismos o no pueden actuar o actúan más lentamente.
En otros casos, la adsorción puede aumentar la degradación del plaguicida, ya
que los minerales de la arcilla pueden catalizar su descomposición por medio
de la formación de fuertes arcilla-molécula orgánica que debilitarán ciertos
enlaces dentro de la molécula. La posibilidad de las arcillas de catalizar estas
reacciones está relacionada con su naturaleza, en algunos casos, fuertemente
ácida y con la naturaleza de los cationes de cambio. Así por ejemplo es notable
la descomposición de heptaclor, DDT, dieldrín y endrín sobre diluyentes como
atapulgita y caolinita. El efecto de esta degradación catalítica no tendrá
consecuencias en cuanto a la contaminación, siempre que los productos de
hidrólisis no sean tóxicos, pero sí tendrá efecto en cuanto a la actividad. Como
consecuencia de estos efectos se puede concluir que una condición
indispensable y absolutamente necesaria, previa a la aplicación de un
plaguicida en el campo, es conocer la composición del suelo, la textura del
mismo y la naturaleza de los minerales que contienen la fracción arcilla. El
conocimiento de estos aspectos daría lugar a un mayor beneficio, con los
mínimos riesgos de “presente y futuro”.- M. J. SÁNCHEZ MARTÍN M. SÁNCHEZ
CAMAZANO TEMAS DE DIVULGACIÓN 1ª edición en 1984 LOS PLAGUICIDAS.
ADSORCIÓN Y EVOLUCIÓN EN EL SUELO- INSTITUTO DE RECURSOS NATURALES
Y AGROBIOLOGÍA
EL CULTIVO DE ARROZ
El arroz es un cultivo cuya base productiva conjuga trabajo, tierra y agua. Dada
la situación actual de esos recursos en el mundo, ni Asia, ni África parecen dar
garantías para producir la totalidad de la demanda mundial de arroz, necesaria
para alimentar a mas de 7,000 millones de personas. Considerando que el
arroz, provee más de la mitad del alimento diario a una tercera parte de la
población mundial especialmente en Asia, donde se encuentra el 58% de dicha
población y se consume más del 90% de todo el arroz producido en el mundo.
El arroz es el único cereal importante que se destina casi exclusivamente a la
alimentación humana. Sus virtudes como alimento son numerosas: Es rico en
vitaminas y en sales minerales que cubren en un en un alto porcentaje las
necesidades alimenticias del ser humano. Es de bajo contenido graso (1%), libre
de colesterol y muy bajo en sodio.
El arroz es una gramínea domesticada y es a la vez un cultivo milenario, se tiene
evidencia de que en algunos países del continente asiático se cultiva desde
hace unos 8,000 años. En términos de la producción mundial de los cereales, el
arroz ya supera al trigo.
El botánico Vavilov, consideró que el arroz cultivado tiene su origen en la India
de donde pasó a la China y después al resto del mundo. Aproximadamente el
90% del arroz que se cosecha en el mundo, se produce en las zonas templadas
y solo el 10 % en las zonas tropicales. En las zonas templadas donde el
rendimiento de grano es bastante alto, debido a una mayor cantidad de horas
luz, asimismo gran parte del arroz que se produce en estas zonas templadas, es
bajo riego controlado.
REQUERIMIENTOS AGRO-ECOLÓGICOS PARA EL CULTIVO DE ARROZ
Temperatura y radiación solar: La temperatura no solo afecta el crecimiento,
sino que también el desarrollo de la planta de arroz. Para el cultivo del arroz,
las temperaturas críticas están por debajo de los 20° C y por arriba de los 32° C.
Se considera que la temperatura óptima para la germinación, el crecimiento del
o
tallo, de las hojas y de las raíces, está entre los 23 y 27 C. Con temperaturas
superiores a estas, la planta de arroz crece más rápidamente, pero los tejidos
son demasiados blandos, siendo entonces más susceptibles a los ataques de
enfermedades. Por otra parte, las temperaturas bajas influyen
desfavorablemente en la diferenciación de las células reproductivas y por tanto
causan una alta esterilidad de las espiguillas, esto es muy determinante en la
etapa del “embuchamiento” a los 14-7 días antes de la emergencia de la
panícula o de la floración del cultivo. Un tiempo lluvioso, con alta nubosidad y
con bajas temperaturas perjudican la polinización y por tanto causan un alto
porcentaje de esterilidad de las espiguillas, resultando en una baja producción
de grano. Por otra parte, tanto en los trópicos como en la zonas templadas, la
producción de grano es primariamente determinada por la incidencia de
radiación solar.
Con la información anterior, se asume que el arroz en nuestro país, se puede
cultivar desde 0, hasta los 800 metros sobre el nivel del mar, durante el ciclo de
primera y sembrando en los meses de mayo, junio y la primera quincena de
julio.
Precipitación pluvial. Al igual que otros cultivos y partiendo del conocimiento
que cada cultivo requiere de la suficiente humedad para obtener una mayor
productividad, también el arroz requiere de un mínimo de humedad en el
suelo, para obtener una producción aceptable. Cuando ocurren deficiencias de
agua durante el desarrollo del cultivo, los rendimientos disminuyen
significativamente. Por eso en las zonas donde la precipitación pluvial no es
suficiente para sacar el cultivo y tampoco se dispone de agua para efectuar
riegos de auxilio, se aconseja que el productor mejor no se siembre arroz pues
los riesgos se incrementan significativamente. Se considera que una
precipitación de unos 1,200 milímetros bien distribuidos durante el ciclo de
cultivo es suficiente para la obtención de buenos rendimientos.
Suelos y topografía del terreno: El cultivo de arroz como tal, requiere de suelos
con alto contenido de arcilla, que son los suelos que retienen y conservan la
humedad por más tiempo. Los suelos cuya proporción de arcilla está
balanceada con el contenido de arena y limo (suelos francos) y que son aptos
para otros cultivos, todavía garantizan buenas cosechas de arroz. Sin embargo,
en estas condiciones se hace necesario contar con abundante agua de lluvia, o
con la infraestructura necesaria para suplir riego al cultivo en períodos críticos
de baja precipitación pluvial o sequía.
MORFOLOGÍA, TAXONOMÍA Y FISIOLOGÍA DE LA PLANTA DE ARROZ.
Taxonomía: El arroz es una planta monocotiledónea que pertenece a la familia
de las Gramíneas, a la sub-familia de las Panicoideas y a la tribu Oryzae. El
nombre científico es Oryza sativa. Evolutivamente se acepta que la forma
perenne del Oryza perennis y para otros, el Oryza rufipogon, es el antecesor
común, tanto del arroz cultivado como del arroz rojo. Aunque el arroz rojo, no
se originó directamente del arroz cultivado, es frecuente el uso de O. Sativa f.
Spontanea como el nombre científico del arroz rojo. El número de cromosomas
de la especie O. sativa, es 2n=24 y n=12. Recientemente se ha informado que se
ha descifrado el genoma del arroz, que dentro de las gramíneas cultivadas es
uno de los menos complicados. El estudio publicado indica que el genoma del
arroz está constituido por unos 50 mil de genes y que las bases de estos genes
suman unos 430 millones de pares de bases de ADN.

Por otra parte, se reconocen dos grupos de arroces: el grupo sativa y el grupo
latifolia:
Grupo sativa O. sativa origen Asia
Especies cultivadas; O. glaberrima origen África

Especies silvestres; O. rufipogon origen Oceanía, Asia y África.

O. longistaminata origen África (perenne)


O. breviligulata origen África
Fisiología: En las plantas que producen semilla, se distinguen tres fases de
desarrollo, las cuales tienen períodos de crecimiento definidas en cuanto a la
diferenciación de la planta y los días de duración de estas tres fases. En el caso
del arroz, estas fases son las siguientes:

La fase vegetativa: por lo general dura de 55 a 60 días en las variedades de


período intermedio. Y comprende desde la germinación de la semilla,
emergencia, macollamiento (ahijamiento), hasta la diferenciación del primordio
floral. Esta fase es la que diferencia unas variedades de otras, según sea la
precocidad o tardanza de la misma en alcanzar su respectivo ciclo de cultivo. En
la fase vegetativa es cuando se determina en gran parte, el numero de espigas
por planta o por unidad de superficie, debido principalmente al macollamiento
de las plantas, lo cual es uno de los 3 componentes de rendimiento de una
plantación de arroz.

La fase reproductiva: incluye el período desde la formación del primordio


floral, embuchamiento (14-7 días antes de la emergencia de la panícula), hasta
la emergencia de la panícula (floración). Esta fase dura entre 35 y 40 días.
Normalmente la duración de la fase reproductiva en las variedades cultivadas,
varía muy poco. En esta fase se determina el número de granos por panícula,
que es también otro de los 3 componentes de rendimiento en la producción de
un cultivo de arroz.
La fase de madurez: abarca desde la emergencia de la panícula (floración), el
llenado y desarrollo de los granos (estado lechoso y pastoso) hasta la cosecha
(madurez del grano) y dura de 30 a 40 días. Esta fase también varía muy poco
de una variedad a otra. Y se considera que en esta fase se determina el peso del
grano a la madurez, por lo que es el tercero de los 3 componentes de
rendimiento en una plantación de arroz.
En general el ciclo vegetativo y reproductivo de las variedades de arroz que se
cultivan actualmente, varía de 120 a 140 días desde la germinación hasta a la
cosecha del grano aunque actualmente se encuentran variedades de arroz con
105 días a la cosecha con rendimientos aceptables. Cuando las temperaturas
son bajas durante la fase vegetativa, el período de desarrollo del cultivo puede
alargarse por unos días más hasta 5 meses (150 días).

VARIEDADES DE ARROZ.
En la actualidad los productores tienen opciones de sembrar otras variedades
de arroz, las que difieren unas a otras, en cuanto al tipo y altura de planta, color
y aspecto del follaje, forma de la espiga, desgrane, días a la madurez, la calidad
del grano, incluyendo las características de molinado y de cocción del grano.
Asimismo, algunas variedades son más tolerantes que otras a las condiciones
adversas de suelo y agua.
Por lo general las nuevas variedades de arroz muestran una mayor tolerancia a
las principales enfermedades y a las condiciones adversas de clima. Y también
son aceptadas tanto por el consumidor, como por los agroindustriales en
cuanto a la calidad del grano. Sin embargo, el productor debe de asegurarse de
que la variedad ha sido suficientemente validada en su zona antes de decidirse
al cambio de una variedad.
Las características más sobresalientes de las nuevas variedades de arroz son:

 Tienen un alto potencial de rendimiento.


 Muestran una mayor resistencia al acame (tallos más rígidos y de altura media).
 También muestran una alta respuesta a la aplicación de fertilizantes.
 Tienen buena capacidad de macollamiento.
 Son relativamente mas tolerantes a las enfermedades
 El posicionamiento de las hojas es oblicuo (verticales), permitiendo la entrada
de mas radiación solar.

En la actualidad la variedad de arroz más difundida en el país es la variedad


CUYAMEL, la cual fue liberada por la SAG, en 1987. Esta variedad ha perdurado
bastante tiempo en su cultivo debido a su gran adaptación a diferentes
ambientes y por su aceptación por los productores, la industria y los
consumidores. La variedad Cuyamel es de porte intermedio (90-110 cm de
altura) con 130-135 días a la cosecha, con un potencial de productivo de mas de
120 quintales por manzana. También se tienen otras variedades como la CICA-
8, CAPI-93, CASANAVE-94, ICA La Libertad, Cacique, FHIA A-51, FHIA-DICTA A
52, DICTA 6-60, etc., pero estas han tenido una menor demanda ya que no son
muy conocidas por los productores.
Asimismo, algunos productores por si solos o con el apoyo de las asociaciones
de productores o de las instituciones como DICTA, están empezando a cultivar
variedades liberadas en los países vecinos, tales como ICTA-Pazos e ICTA-Oasis
de Guatemala, Centa-A6 de El Salvador, INTA de Nicaragua, CR-1113 en Costa
Rica, etc. Esto es muy importante de tener en cuenta, pues las variedades
liberadas en el área centroamericana también se adaptan (en algunos casos), a
las condiciones de nuestro país, además de que tienen características de
producción y de calidad similares a las variedades liberadas en Honduras. Sin
embargo, siempre es prudente, recomendable o conveniente que el Productor
valide la adaptación de la variedad, principalmente en cuanto a “Piricularia” y
otras enfermedades antes de sembrar la variedad en grandes extensiones.
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN.
El efecto de una nutrición adecuada en el cultivo de arroz, es muy conveniente,
pues además de asegurar una buena productividad del cultivo, también
favorece otros aspectos, por ejemplo: las plantas resisten mejor el ataque de
plagas y enfermedades, debido a que las plantas crecen vigorosas. Una
fertilización apropiada promueve el crecimiento de las raíces y las plantas
pueden soportar mejor los efectos adversos de la sequía. Y a la vez la absorción
de nutrientes es mayor, cuanto mayor sea el desarrollo del sistema radicular de
la planta, aspecto que a la vez favorece la oxigenación del terreno y la
circulación de agua en el suelo.
Los requerimientos de algunos nutrientes (ingrediente activo) de una
plantación de arroz, para producir una (1) tonelada métrica por hectárea, 15,
60 y 90 quintales de granza por manzana son los siguientes:
Épocas de Aplicación de Fertilizantes: Los fertilizantes o fórmulas que contienen
el P (P2O5) y el K (K2O), es recomendado aplicarlos al momento de la siembra o
un poco antes de la siembra. Sin embargo en siembras bajo riego, estos
nutrientes se pueden aplicar un poco después de la siembra, cuando ya las
plántulas están establecidas. O sea que en general las aplicaciones de fórmulas
que contengan fósforo y potasio suelen aplicarse al suelo antes o al momento
de la siembra. En el caso de arroz con riego por inundación o en siembras por
transplante, la fórmula puede aplicarse después de la siembra.
Según lo anterior, para las aplicaciones de nitrógeno después de la siembra, se
recomienda dividir la cantidad total de nitrógeno en 3 o 4 aplicaciones.
Aplicando el 30 % del nitrógeno al tiempo del macollamiento del cultivo (25-30
días después de la germinación), el 40-50% al inicio del primordio floral (45-50
días) y el nitrógeno restante en la etapa del embuchado (65-75 días después de
la germinación). Algo similar se recomienda para las aplicaciones de KCL, por lo
que para las fertilizaciones después de la germinación del cultivo se recomienda
efectuarlas de la siguiente manera:

Una primera aplicación de 1 quintal de urea mas 1 quintal de KCL por manzana,
a los 25-30 días después de la germinación. En este período la planta de arroz
ha iniciado la etapa de ahijamiento o macollamiento y por lo tanto, necesitará
estar bien nutrida para formar un mayor número de hijuelos, bien
desarrollados y productivos.

Una segunda aplicación, de 1- 2 quintales de urea mas 1-2 quintales de KCL por
manzana, cuando el cultivo tenga entre 45 y 50 días de germinado el arroz. En
este período las plantas estarán iniciando su etapa reproductiva, con la
formación de la panícula (primordio floral). La aplicación de urea en este estado
(fertilización de panícula), es importante ya que de una buena nutrición
dependerá el número de granos que forma cada panícula.

Una tercera aplicación de urea, de 1 quintal por manzana, es recomendable (si


el cultivo lo requiere) a los 65-75 días después de la germinación. En esta etapa
de crecimiento se favorece el llenado y el peso del grano, lo que es importante
en la productividad del cultivo, aunque esta afirmación no esta plenamente
comprobada.
El pH del Suelo y la Absorción de Nutrientes: Otro aspecto muy importante que
los productores deben de considerar es el pH del suelo, ya que este factor de
acidez o alcalinidad de la solución del suelo influye en el grado de disolución y
de absorción, que tienen los nutrientes a diferentes pH’s. En la tabla siguiente
se dan los porcentajes de absorción del N, P y K, de acuerdo al pH del suelo.
Como se puede apreciar en la tabla anterior, cuando la acidez o el pH del suelo es
ligeramente ácido o neutro, es cuando se tiene la mayor absorción de los nutrientes
señalados. Entonces se puede afirmar que el arroz prospera mejor en suelos
ligeramente ácidos ( pH 6.5-7.0). Aunque también puede cultivarse arroz en forma
satisfactoria en suelos problemáticos que sean ligeramente alcalinos (pH 7.0-7.5), pero
aquí se recomienda aplicar pequeñas cantidades de zinc en los inicios del desarrollo
del cultivo. Cuando los suelos son muy ácidos, el productor tendrá que recurrir a otras
practicas tales como encalado del suelo, para reducir la acidez del suelo.

Cuando las aplicaciones de fertilizantes son apropiadas, el arroz crece y desarrolla muy
bien, obteniéndose buenos rendimientos, aunque debe de tenerse en cuenta que a la
vez es necesario un buen control de malezas y una adecuada humedad del suelo para
una alta productividad del cultivo.

3.0.FORMULACION DEL PROBLEMA CIENTIFICO

El exceso del rango permitido del plaguicida “Saturno” y su efecto de


deficiencia de nutrientes en la tierra de cultivo para siembra de arroz “NIR”
en el distrito de Mochumí.

4.0.OBJETIVOS:
4.1 Objetivos Generales

 Brindar la información del rango adecuado y no toxico para la tierra


de cultivo de arroz.

4.2 Objetivos Específicos

 Lograr que los agricultores de Mochumí tomen conciencia acerca de


este conocimiento.
 Mejorar de forma indirecta la calidad del arroz en el distrito de
Mochumí.
5.0.JUSTIFICACION E IMPORTANCIA DEL ESTUDIO:

En el distrito de Mochumí, Lambayeque la agricultura es la principal fuente


económica, específicamente la siembra de arroz, por ello afrontan plagas
que intentan amenazar su cultivo. Es allí donde la decisión de agenciarse del
plaguicida Saturno es cada vez mayor por su precio cómodo y su acción
rápida y eficaz. Sin embargo estos pobladores por falta de información
manipulan de forma excesiva este agroquímico y causan daño a su propio
terreno causando así el descenso de su producción.

Mediante este proyecto pretendemos brindar información acerca del uso


adecuado de este plaguicida y los rangos permitidos generando conciencia
en los agricultores para que logren proteger su producción y crezca la
calidad del arroz en este distrito.

6.0. HIPOTESIS:
El excedente del plaguicida “Saturno” causara un efecto negativo en la
tierra de cultivo y alterará la producción.

7.0.DISEÑO DE CONTRASTACIÓN DE HIPOTESIS:


Si usamos los límites adecuados para manipular el plaguicida Saturno
disminuiremos el impacto negativo que genera al suelo.

8.0. POBLACION
1. POBLACIÓN Y MUESTRA DE ESTUDIO:
a) Población: 10 agricultores
b) Muestra: 10 agricultores

2. TÉCNICAS DE MUESTREO:
Muestreo probabilístico aleatorio simple.

3. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS:


Encuestas, observación.
4. ANÁLISIS ESTADISTICOS DE LOS DATOS:

Conocimiento Efecto Utilización

15%

25%
60%

 El 60 % de los agricultores conocen el producto que se aplica a su cultivo de


arroz.

 El 25 % representa el conocimiento que tienen los agricultores sobre los


efectos dañinos que causa el exceso de Plaguicida a sus cultivos.

 El 15% representa que los agricultores saben el rango adecuado a utilizar en sus
cosechas de arroz.

5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
 “LOS PLAGUICIDAS – Impacto en salud y medio ambiente” libro de
agroquímica autores: Charles Crissman, David Yanggen y Patricio
Espinosa.2000. Obtenido el 18 de enero de 2017.

 “LOS PLAGUICIDAS. ADSORCIÓN Y EVOLUCIÓN EN EL SUELO” InstitutoDE


Recursos Naturales Y Agrobiología- TEMAS DE DIVULGACIÓN- 1ª edición en
1984. Obtenido el 20 de enero del 2017.
 http://www.monografias.com/trabajos98/manejo-plagas-y-uso-
plaguicidas-agricultura/manejo-plagas-y-uso-plaguicidas-
agricultura.shtml

 http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-
30032014000300010

IIII.ASPECTO ADMINISTRATIVO

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES:

ACTIVIDADES 2016 2017


SET. OCT. NOV. DIC. ENE. FEB.
FASE DE PLANEAMIENTO

Revisión Bibliográfica ………….


Elaboración del Proyecto …….. ………..
Presentación del Proyecto ……..

JAIRO VENTURA SAUCEDO MIO FRENANDEZ JUNIOR


AUTORES COAUTOR (ES)

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