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Príncipe de Vergara, 74 - 28006 Madrid
Tel.: 91 782 36 30. Fax: 91 563 17 41
editorial@fundacionconfemetal.es
www.fundacionconfemetal.com
ISBN: 978-84-15781-64-6
1.1. Introducción
Capítulo 2.
INSTALACIONES ELÉCTRICAS
2.1. Introducción
Capítulo 3.
APARATOS ELEVADORES
3.1. Ascensores
3.1.1. Normativa reguladora
3.1.2. Puesta en servicio de la instalación
3.1.3. Mantenimiento de la instalación
3.1.4. Verificaciones e inspecciones
3.1.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario
3.1.6. Empresas instaladoras habilitadas
Capítulo 4.
PRODUCTOS QUÍMICOS PELIGROSOS Y RESIDUOS PELIGROSOS
4.1. Introducción
Capítulo 5.
INSTALACIONES PETROLÍFERAS
5.1. Introducción
Capítulo 6.
COMBUSTIBLES GASEOSOS
6.1. Introducción
Capítulo 7.
INSTALACIONES DE CALEFACCIÓN, CLIMATIZACIÓN Y AGUA CALIENTE
SANITARIA
7.1. Introducción
Capítulo 8.
INSTALACIONES FRIGORÍFICAS
Capítulo 9.
EQUIPOS A PRESIÓN
9.1. Introducción
9.2. Calderas
9.2.1. Normativa reguladora
9.2.2. Puesta en servicio de la instalación
9.2.3. Mantenimiento de la instalación
10.1. Introducción
BIBLIOGRAFÍA.
REPERTORIO LEGISLATIVO EN MATERIA DE SEGURIDAD INDUSTRIAL
CAPÍTULO 1.
LA REGLAMENTACIÓN DE SEGURIDAD INDUSTRIAL:
ORIGEN Y SITUACIÓN ACTUAL
1.1. INTRODUCCIÓN
El ser humano a lo largo de la historia ha tenido la necesidad de buscar
mecanismos de seguridad que le permitan protegerse de los peligros a los que
permanentemente se ve sometido en su actividad normal. Esta necesidad de
seguridad le ha llevado a lo largo de los tiempos a una búsqueda que se concreta en
dos procesos diferenciados:
Proceso mágico, por el que los daños se intentan evitar conjurando los riesgos o
peligros con los que el hombre convive mediante actuaciones de tipo esotérico,
mágico o religioso: ritos, votos, uso de amuletos, fetiches, talismanes, etc. El
origen del posible daño se sitúa en la fatalidad, el azar, la mala suerte, o
fenómenos sobrenaturales.
Proceso basado en el pensamiento lógico, en la investigación y dominio de la
evidencia y de la verdad científica experimental que conduce a la seguridad
científica. Parte de la base de que los accidentes y sus consecuencias (daños y
pérdidas) son fenómenos reales, que se explican por causas naturales, sobre
las que es posible actuar a través de acciones de prevención y de minimización
de los efectos.
Una de las actividades humanas donde los riesgos para las personas están
especialmente presentes es la actividad industrial, debido a que los procesos que en
la misma se realizan requieren de la intervención de máquinas, energías, productos,
etc., que generan peligros de todo tipo.
La actividad industrial, que comienza con la revolución industrial del siglo XVIII, ha
ido creciendo progresivamente en las sociedades avanzadas, lo que ha demandado
que la protección frente a los riesgos que la misma provoca adquiera cada vez mayor
importancia.
a) Actuaciones encaminadas a eliminar o reducir las causas del riesgo y/o las
causas que lo desencadenan. Es lo que se denomina prevención del riesgo.
b) Actuaciones que tienen por objeto minimizar los daños y pérdidas en el caso de
que finalmente el accidente se produzca. Es lo que constituye la reacción ante
el accidente.
La creciente complejidad de los riesgos tecnológicos, unida a una cada vez mayor
exigencia social y política de seguridad, han llevado parejo, en los países
industrializados, el desarrollo de un complejo cuerpo de normas técnico-legales cuyo
cumplimiento, sin duda, garantiza unos niveles de seguridad desconocidos hasta
ahora, pero que en muchos casos supone también dificultades cada vez mayores
para los responsables de su interpretación y aplicación en las empresas. Este es el
motivo que nos ha movido a la elaboración de la presente obra: ayudar a la
interpretación y aplicación normativa, mediante un análisis en profundidad de cada
uno de los principales reglamentos aplicables, con el fin de simplificar en todo lo
posible su interpretación y puesta en práctica en lo que se refiere a la gestión de la
puesta en práctica, mantenimiento e inspección de los equipos e instalaciones
sometidos a dicha normativa, desarrollando, además, los requisitos y obligaciones
que es establecen para la habilitación de empresas instaladoras y/o mantenedoras.
a) Instalaciones eléctricas
b) Aparatos elevadores
c) Productos químicos peligrosos y residuos peligrosos
d) Instalaciones petrolíferas
e) Combustibles gaseosos
f) Instalaciones de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria
g) Instalaciones frigoríficas
h) Equipos a presión
i) Instalaciones de protección contra incendios
Esta ley constituye una norma básica que sistematiza el variado elenco de
disposiciones de diverso rango que rigen hoy en materia de industria, cubriendo a la
vez las importantes lagunas existentes, entre otras las relativas al registro de
establecimientos industriales de ámbito estatal y al régimen sancionador en materia
de seguridad industrial.
Por otra parte, los reglamentos técnicos nacionales, tanto sobre instalaciones
industriales como relativos a productos, en el marco del Tratado CE, deben respetar
los principios de:
Por último, creemos necesario señalar la aprobación en julio del 2008 de dos
Disposiciones Normativas Comunitarias, con fecha de entrada en vigor el 1 de enero
de 2010, que vienen a ratificar la estructura nacional recogida en el RD 2200/95:
2. La prueba a que se refiere el número anterior podrá servir de base para las
actuaciones de la Administración competente previstas en los correspondientes
reglamentos.
3. Las comunicaciones o declaraciones responsables que se realicen en una
determinada Comunidad Autónoma serán válidas, sin que puedan imponerse
requisitos o condiciones adicionales, para el ejercicio de la actividad en todo el
territorio español.
4. Las homologaciones de vehículos, partes integrantes, piezas y sistemas que
afecten al tráfico y circulación corresponden a la Administración del Estado, que
podrá designar para la realización de los ensayos a laboratorios que cumplan las
normas que se dicten por la Comunidad Europea.
Obligaciones de información
Sin duda, la baja tensión y los centros de transformación son las instalaciones
eléctricas que con más frecuencia nos vamos a encontrar en las industrias. La baja
tensión afecta a cualquier empresa, con independencia del tamaño, como veremos a
continuación, y en cuanto a los centros de transformación, rara es la empresa o
industria que no cuenta con alguno, en cuanto tenga una cierta envergadura o
tamaño. Se trata además de una instalación vital para el funcionamiento de la
empresa, pero también para su seguridad, ya que una gran parte de los siniestros
industriales acaecidos (principalmente incendios por cortocircuitos y sobrecargas de
la instalación), dependen de un inadecuado e insuficiente mantenimiento de las
instalaciones eléctricas.
Pasamos, por tanto, a analizar cada una de estas cuatro clases de instalaciones.
Las instalaciones eléctricas de baja tensión están reguladas por el Real Decreto
842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento Electrotécnico
para Baja Tensión y sus Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC) BT-01 a
BT-51.
En este reglamento se definen de manera mucho más precisa las figuras de los
instaladores y empresas autorizadas, teniendo en cuenta las distintas formaciones
docentes y experiencias obtenidas en este campo. Se establece una categoría
básica, para la realización de las instalaciones eléctricas más comunes, y una
categoría especialista, con varias modalidades, atendiendo a las instalaciones que
presentan peculiaridades relevantes.
Por primera vez en un reglamento de este tipo se exige la entrega al titular de una
instalación de una documentación donde se reflejen sus características
fundamentales, trazado, instrucciones y precauciones de uso, etc. Carecía de
sentido no proceder de esta manera con una instalación de un inmueble, mientras se
proporciona sistemáticamente un libro de instrucciones con cualquier aparato
eléctrico de escaso valor económico.
El artículo 1 del REBT determina que el mismo tiene por objeto establecer las
condiciones técnicas y garantías que deben reunir las instalaciones eléctricas
conectadas a una fuente de suministro en los límites de baja tensión, con la finalidad
de:
El artículo 21 del REBT establece que sin perjuicio de la facultad que, de acuerdo
con lo señalado en el artículo 14 de la Ley 21/1992, de Industria, posee la
Administración pública competente para llevar a cabo, por sí misma, las actuaciones
de inspección y control que estime necesarias, el cumplimiento de las disposiciones y
requisitos de seguridad establecidos por el presente reglamento y sus instrucciones
técnicas complementarias, según lo previsto en el artículo 12.3 de dicha ley, deberá
ser comprobado, en su caso, por un organismo de control autorizado en este campo
reglamentario.
a) Ejecutar, modificar, ampliar, mantener o reparar las instalaciones que les sean
adjudicadas o confiadas, de conformidad con la normativa vigente y con la
documentación de diseño de la instalación, utilizando, en su caso, materiales y
equipos que sean conformes a la legislación que les sea aplicable.
b) Efectuar las pruebas y ensayos reglamentarios que les sean atribuidos.
c) Realizar las operaciones de revisión y mantenimiento que tengan encomendadas,
en la forma y plazos previstos.
d) Emitir los certificados de instalación o mantenimiento, en su caso.
e) Coordinar, en su caso, con la empresa suministradora y con los usuarios las
operaciones que impliquen interrupción del suministro.
f) Notificar a la Administración competente los posibles incumplimientos
reglamentarios de materiales o instalaciones, que observasen en el desempeño
de su actividad. En caso de peligro manifiesto, darán cuenta inmediata de ello a
los usuarios y, en su caso, a la empresa suministradora, y pondrá la
circunstancia en conocimiento del órgano competente de la Comunidad
Autónoma en el plazo máximo de 24 horas.
g) Asistir a las inspecciones establecidas por el reglamento, o las realizadas de
oficio por la Administración, si fuera requerido por el procedimiento.
h) Mantener al día un registro de las instalaciones ejecutadas o mantenidas.
i) Informar a la Administración competente sobre los accidentes ocurridos en las
instalaciones a su cargo.
j) Conservar a disposición de la Administración, copia de los contratos de
mantenimiento al menos durante los 5 años inmediatos posteriores a la
finalización de los mismos.
Mediante este real decreto se aprueba un conjunto normativo que, en línea con
otros vigentes en materia de seguridad industrial, adopta la forma de un reglamento
que contiene las disposiciones técnicas y administrativas generales, así como unas
instrucciones técnicas complementarias (denominadas ITCRAT) que desarrollan y
concretan las previsiones del primero para materias específicas.
Según el artículo 1 del reglamento, el mismo tiene por objeto establecer las
condiciones técnicas y garantías de seguridad a que han de someterse las
instalaciones eléctricas de alta tensión, a fin de:
Centro de Transformación
El reglamento se aplicará:
Subestación eléctrica
Antes de concluir este apartado, nos parece importante señalar el contenido del
artículo 9, según el cual, cuando se produzca un accidente o una anomalía en el
funcionamiento de una instalación que ocasione víctimas, daños a terceros o
situaciones de riesgo, y además de las comunicaciones previstas en la legislación
laboral, el propietario de la instalación deberá redactar un informe descriptivo del
accidente o anomalía, tanto para determinar sus posibles causas como a efectos
estadísticos y de corrección, en su caso, de la reglamentación aplicable. En un
tiempo no superior a tres meses desde el accidente o anomalía el propietario de la
instalación deberá remitir a los órganos competentes del Ministerio de Industria,
Energía y Turismo y de las Comunidades Autónomas, copia de todos los informes
realizados.
Todas las instalaciones de alta tensión deben ser objeto de una verificación previa
a la puesta en servicio y de una inspección periódica, al menos cada tres años.
■ Proyecto (ITC-RAT-20)
■ Verificación por instalador con supervisión
del director de obra, en su caso (ITC-
RAT-23)
■ Inspección Inicial oficial por OCA, en
instalaciones de de tensión nominal > 30
Puesta en kV (ITC-RAT-23)
Servicio de
■ Emisión de certificado por instalador
la
autorizado
Instalación
■ Antes de su puesta en marcha, un contrato
de mantenimiento suscrito con una
empresa instaladora para instalaciones de
alta tensión
■ Registro ante el Órgano competente de la
Comunidad Autónoma
Instalaciones
■ Contrato de mantenimiento suscrito con
Eléctricas de
Alta Tensión una empresa instaladora para
instalaciones de alta tensión, que deberá
mantenerse en vigor mientras que la
instalación esté en servicio
Mantenimiento
■ El propietario de la instalación, con
autorización de la Administración
competente, si dispone de los medios y
organización necesarios, puede efectuar
su propio mantenimiento.
También nos dice que empresa instaladora de alta tensión es toda persona física
o jurídica que, ejerciendo las actividades de montaje, reparación, mantenimiento,
revisión y desmontaje de instalaciones de alta tensión cumple los requisitos de esta
instrucción técnica complementaria.
Los conocimientos mínimos que debe tener un instalador de alta tensión están
definidos en el anexo 2 de la ITC-RAT-21. El instalador de alta tensión deberá
desarrollar su actividad en el seno de una empresa instaladora de alta tensión
habilitada y deberá cumplir y poder acreditar ante la Administración pública
competente cuando esta así lo requiera en el ejercicio de sus facultades de control, y
para la categoría que corresponda, de las establecidas en el apartado 3 anterior,
alguna de las siguientes situaciones:
Este reglamento tiene por objeto (art. 1) establecer las condiciones técnicas y
garantías de seguridad a que han de someterse las líneas eléctricas de alta tensión,
a fin de:
El reglamento se aplicará:
Los agentes que lleven a cabo las inspecciones de las líneas eléctricas de alta
tensión de tensión nominal mayor de 30 kV deberán tener la condición de organismos
de control autorizados.
De acuerdo con el art. 19 del RLAT, las líneas eléctricas de alta tensión que no
sean propiedad de empresas de transporte y distribución de energía eléctrica se
ejecutarán por empresas instaladoras que reúnan los requisitos y condiciones
establecidos en la ITC-LAT-03 y hayan presentado la correspondiente declaración
responsable de inicio de actividad según lo prescrito en el apartado 6 de dicha ITC.
La ITC-LAT-03 tiene por objeto desarrollar las previsiones del Reglamento sobre
Condiciones Técnicas y Garantías de Seguridad en Líneas Eléctricas de Alta
Tensión, estableciendo las condiciones y requisitos que deben cumplir los
instaladores y las empresas instaladoras en el ámbito de aplicación de dicho
reglamento.
a) Ejecutar, modificar, ampliar, mantener, reparar o desmontar las líneas que les
sean adjudicadas o confiadas, de conformidad con la normativa vigente y con el
proyecto de ejecución de la línea, utilizando, en su caso, materiales y equipos
que sean conformes a la legislación que les sea aplicable.
b) Comprobar que cada línea ejecutada supera las pruebas y ensayos
reglamentarios aplicables.
c) Realizar las operaciones de revisión y mantenimiento que tengan encomendadas,
en la forma y plazos previstos.
d) Emitir los certificados de instalación o mantenimiento, en su caso.
e) Notificar al órgano competente de la Administración los posibles incumplimientos
reglamentarios de materiales o instalaciones que observasen en el desempeño
de su actividad. En caso de peligro manifiesto, darán cuenta inmediata de ello al
propietario de la línea, a la empresa suministradora, y pondrá la circunstancia en
conocimiento del órgano competente de la Comunidad Autónoma en el plazo
máximo de 24 horas.
f) Asistir a las inspecciones realizadas por el organismo de control a las realizadas
de oficio por el órgano competente de la Administración, cuando este así lo
requiera.
g) Mantener al día un registro de las instalaciones ejecutadas o mantenidas.
h) Informar al órgano competente de la Administración sobre los accidentes
ocurridos en las instalaciones a su cargo.
i) Conservar, a disposición del órgano competente de la Administración, copia de
los contratos de mantenimiento, al menos durante los cinco años inmediatos
posteriores a la finalización de los mismos.
Dado que la ejecución de las instalaciones a las que se refiere este reglamento
no sufre cambio alguno y únicamente es preciso adicionar algunos elementos en la
documentación, los instaladores que las realicen serán los indicados en el REBT.
Igualmente, la ejecución y puesta en servicio de las instalaciones se realizará de
la forma dispuesta en el REBT, con los complementos correspondientes para el
diseño y la revisión inicial.
Esta instrucción técnica complementaria tiene por objeto definir las reglas de
seguridad aplicables a los ascensores, para proteger a las personas y las cosas
contra los diferentes riesgos de accidentes que pudieran producirse como
consecuencia del funcionamiento y mantenimiento de dichos aparatos.
de personas;
de personas y objetos;
solamente de objetos, si el habitáculo es accesible, es decir, si una persona
puede entrar en él sin dificultad, y si está provisto de órganos de accionamiento
situados dentro del habitáculo o al alcance de una persona situada dentro del
mismo.
Documentación necesaria: Ficha técnica, extendida por triplicado, con las hojas
UNE A4 necesarias para definir el tipo en las cuales se incluirán el nombre y dirección
del fabricante, características esenciales, dimensiones principales, secciones, vistas
exteriores, elementos de seguridad, campo de aplicación, variantes que comprende y
cualquier otro dato que contribuya a la identificación del tipo a homologar.
a) Revisar, mantener y comprobar la instalación de acuerdo con los plazos que para
cada clase de aparato se determinen en las ITC. En estas revisiones se dedicará
especial atención a los elementos de seguridad del aparato, manteniendo un
buen funcionamiento y la seguridad de las personas y las cosas.
b) Enviar personal competente cuando sea requerido por el propietario o
arrendatario, en su caso, o por el personal encargado del servicio, para corregir
averías que se produzcan en la instalación.
c) Poner por escrito en conocimiento del propietario o arrendatario, en su caso, los
elementos del aparato que han de sustituirse, por apreciar que no se encuentran
en las condiciones precisas para que aquel ofrezca las debidas garantías de
buen funcionamiento, o si el aparato no cumple las condiciones vigentes que le
son aplicables.
d) Interrumpir el servicio del aparato cuando se aprecie riesgo de accidentes hasta
que se efectúe la necesaria reparación.
e) En caso de accidente, vendrán obligados a ponerlo en conocimiento del órgano
territorial competente de la Administración pública y a mantener interrumpido el
funcionamiento hasta que, previos los reconocimientos y pruebas pertinentes, lo
autorice dicho órgano competente.
f) Conservar, desde la última inspección periódica realizada por el órgano territorial
competente, la documentación correspondiente, justificativa de las fechas de
visita, resultado de las revisiones de conservación, elementos sustituidos e
incidencias que se consideren dignas de mención, entregándose una copia de la
misma al propietario o arrendatario, en su caso.
g) Comunicar al propietario del aparato la fecha en que le corresponde solicitar la
inspección periódica.
h) Dar cuenta en el plazo máximo de quince días al órgano territorial competente de
la Administración pública de todas las altas y bajas de contratos de conservación
de los aparatos que tengan a su cargo. Al enviar esta comunicación el
conservador podrá hacer constar cuantas observaciones estime pertinentes.
■ Proyecto (ITC-MIE-AEM-01)
■ Certificado de empresa instaladora
Puesta en
■ Inspección oficial por OCA
Servicio de
■ Emisión de certificado por instalador
la
autorizado
Instalación
■ Registro ante el Órgano competente de la
Comunidad Autónoma
Conservadora de ascensores.
Requisitos específicos:
Por otra parte, la ampliación del ámbito de aplicación a todas las grúas móviles
autopropulsadas, incluso para las nuevas en cuanto a los aspectos de utilización,
mantenimiento y revisiones e inspecciones oficiales, es una razón que, mejor que
disponer la modificación de artículos determinados de la repetida instrucción,
aconseja proceder a la aprobación de un nuevo texto revisado de la ITC «MIE-AEM-
4» del Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención, referente a grúas
móviles autopropulsadas.
14. Las revisiones que deba efectuar la empresa conservadora se realizarán, como
mínimo, cada seis meses, conforme a las prescripciones de la norma UNE 58-
508-78, y deberá quedar reflejado el resultado de esta revisión en el libro
historial de la grúa móvil autopropulsada.
Las grúas objeto de esta ITC serán inspeccionadas periódicamente con los
plazos indicados a continuación:
Todo ello, sin perjuicio de las que pudieran corresponder con arreglo a su
categoría como vehículo.
Las empresas que deseen habilitarse para desarrollar esta actividad deben de
presentar, antes de comenzar su actividad, ante el órgano competente de la
Comunidad Autónoma donde se establezcan una declaración responsable.
1. El empresario adoptará las medidas necesarias para que los equipos de trabajo
que se pongan a disposición de los trabajadores sean adecuados al trabajo que
deba realizarse y convenientemente adaptados al mismo, de forma que
garanticen la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizar dichos equipos
de trabajo.
1. Generalidades:
No obstante, cuando con carácter excepcional hayan de utilizarse para tal fin
equipos de trabajo no previstos para ello, deberán tomarse las medidas
pertinentes para garantizar la seguridad de los trabajadores y disponer de una
vigilancia adecuada.
Los sistemas de mando deberán ser seguros y elegirse teniendo en cuenta los
posibles fallos, perturbaciones y los requerimientos previsibles, en las
condiciones de uso previstas.
Lo mismo ocurrirá para la puesta en marcha tras una parada, sea cual fuere la
causa de esta última, y para introducir una modificación importante en las
condiciones de funcionamiento (por ejemplo, velocidad, presión, etc.), salvo si
dicha puesta en marcha o modificación no presentan riesgo alguno para los
trabajadores expuestos o son resultantes de la secuencia normal de un ciclo
automático.
7. Las escaleras de mano, los andamios y los sistemas utilizados en las técnicas
de acceso y posicionamiento mediante cuerdas deberán tener la resistencia y
los elementos necesarios de apoyo o sujeción, o ambos, para que su utilización
en las condiciones para las que han sido diseñados no suponga un riesgo de
caída por rotura o desplazamiento. En particular, las escaleras de tijera
dispondrán de elementos de seguridad que impidan su apertura al ser utilizadas.
Entre estos riesgos, deberán incluirse los de contacto de los trabajadores con
ruedas y orugas y de aprisionamiento por las mismas.
Una estructura de protección que impida que el equipo de trabajo se incline más
de un cuarto de vuelta.
Una estructura que garantice un espacio suficiente alrededor del trabajador o
trabajadores transportados cuando el equipo pueda inclinarse más de un cuarto
de vuelta.
Cualquier otro dispositivo de alcance equivalente.
e) Las carretillas elevadoras ocupadas por uno o varios trabajadores deberán estar
acondicionadas o equipadas para limitar los riesgos de vuelco mediante medidas
tales como las siguientes:
Deberán contar con los medios que permitan evitar una puesta en marcha no
autorizada.
Deberán contar con los medios adecuados que reduzcan las consecuencias de
una posible colisión en caso de movimiento simultáneo de varios equipos de
trabajo que rueden sobre raíles.
Deberán contar con un dispositivo de frenado y parada; en la medida en que lo
exija la seguridad, un dispositivo de emergencia accionado por medio de mandos
fácilmente accesibles o por sistemas automáticos deberá permitir el frenado y la
parada en caso de que falle el dispositivo principal.
Deberán contar con dispositivos auxiliares adecuados que mejoren la visibilidad
cuando el campo directo de visión del conductor sea insuficiente para garantizar
la seguridad.
Si están previstos para uso nocturno o en lugares oscuros, deberán contar con
un dispositivo de iluminación adaptado al trabajo que deba efectuarse y
garantizar una seguridad suficiente para los trabajadores.
Si entrañan riesgos de incendio, por ellos mismos o debido a sus remolques o
cargas, que puedan poner en peligro a los trabajadores, deberán contar con
dispositivos apropiados de lucha contra incendios, excepto cuando el lugar de
utilización esté equipado con ellos en puntos suficientemente cercanos.
Si se manejan a distancia, deberán pararse automáticamente al salir del campo
de control.
Si se manejan a distancia y si, en condiciones normales de utilización, pueden
chocar con los trabajadores o aprisionarlos, deberán estar equipados con
dispositivos de protección contra esos riesgos, salvo cuando existan otros
dispositivos adecuados para controlar el riesgo de choque.
g) Los equipos de trabajo que por su movilidad o por la de las cargas que
desplacen puedan suponer un riesgo, en las condiciones de uso previstas, para
la seguridad de los trabajadores situados en sus proximidades, deberán ir
provistos de una señalización acústica de advertencia.
3. Los equipos de trabajo que se retiren de servicio deberán permanecer con sus
dispositivos de protección o deberán tomarse las medidas necesarias para
imposibilitar su uso. En caso contrario, dichos equipos deberán permanecer con
sus dispositivos de protección.
Evitar, por medio de dispositivos apropiados, los riesgos de caída del habitáculo,
cuando existan tales riesgos.
Evitar los riesgos de caída del usuario fuera del habitáculo, cuando existan tales
riesgos.
Evitar los riesgos de aplastamiento, aprisionamiento o choque del usuario, en
especial los debidos a un contacto fortuito con objetos.
Garantizar la seguridad de los trabajadores que en caso de accidente queden
bloqueados en el habitáculo y permitir su liberación.
Los daños para la salud que una exposición a estos productos peligrosos puede
provocar son muy variados: asma, lesiones en la piel, alteraciones del sistema
nervioso, lesiones cerebrales, cáncer, etc. En algunos casos, estos daños pueden
aparecer después de una sola exposición, en otros, por una acumulación a largo
plazo de estas sustancias en el organismo. Además, los riesgos no solo se
encuentran en las posibilidades de desarrollar enfermedades más o menos graves,
sino también, en muchos casos, en el peligro de que estos productos puedan causar,
solos o combinados, accidentes graves, con importantes daños para las personas,
los bienes o el medio ambiente: explosiones, contaminación, etc.
Por otra parte, las sociedades desarrolladas generan también, cada día en
mayor medida, una gran cantidad de residuos, tanto a nivel industrial como de
servicios. Los residuos de la industria se producen porque las materias primas y la
energía que se utilizan en los procesos de fabricación no se aprovechan al 100%, y
esto mismo puede aplicarse también, como en el caso de los productos químicos, a
los procesos de producción de otros entornos laborales como talleres, construcción,
etc.
Por todo ello, los productos químicos y los residuos presentes en los lugares de
trabajo deberán ser objeto de especial atención por las empresas, que habrán de
tratar los riesgos que provoquen desde una perspectiva múltiple, aplicando, en primer
lugar, todas las medidas de seguridad, prevención y control (proactivas y reactivas)
que establece la normativa técnico-legal que regula el almacenamiento, manipulación,
carga, descarga, trasiego o retirada (en forma de residuo) de este tipo de
productos; además de las técnicas propias de la prevención de riesgos laborales
aplicables a los riesgos residuales que permanezcan tras aplicar la normativa
(Seguridad Laboral e Higiene Industrial, principalmente).
Por último, los reglamentos sobre sustancias y preparados que hemos señalado
coinciden en definir estos productos, en su artículo 2°, de la siguiente forma:
ITC-MIE-APQ-1, artículo 7
ITC-MIE-APQ-2, artículo 1, que dice que se aplicará conjuntamente con la ITC-
MIE-APQ-1, en todo lo que no se oponga a ella
ITC-MIE-APQ-3, artículo 6
ITC-MIE-APQ-5, artículo 4
ITC-MIE-APQ-6, artículo 5
ITC-MIE-APQ-7, artículo 6
ITC-MIE-APQ-9, artículo 5
Se realizarán:
Se realizarán:
Se realizarán:
Al igual que hicimos con los productos químicos peligrosos, comenzaremos este
apartado por delimitar claramente qué se entiende por residuo tóxico y peligroso, y
detallar algunas otras definiciones relacionadas con el mismo.
Definiremos como residuo peligroso aquel residuo que se diferencia del resto de
residuos por dos características principales:
Puede provocar efectos nocivos a corto, medio o largo plazo sobre la salud de
las personas, el medio ambiente o los recursos naturales.
Requiere, por ello, un control y tratamiento mucho más exigente que el resto de
residuos.
Explosivo: que pueden explosionar bajo el efecto de llama o que son más
sensibles a los choques o las fricciones que el dinitrobenceno.
Oxidante: que presentan reacciones altamente exotérmicas al entrar en contacto
con otras sustancias, en particular sustancias inflamables.
Fácilmente inflamable, es decir:
— Líquidos que tienen un punto de inflamación inferior a 21 °C (incluidos los líquidos extremadamente
inflamables).
— Sustancias y preparados que pueden calentarse y finalmente inflamarse en contacto con el aire a
temperatura ambiente sin aporte de energía.
— Sólidos que pueden inflamarse fácilmente tras un breve contacto con una fuente de ignición y que
continúan ardiendo o consumiéndose después del alejamiento de la fuente de ignición.
— Gases que son inflamables en el aire a presión normal.
— Sustancias y los preparados que, en contacto con el agua o el aire húmedo, desprenden gases
fácilmente inflamables en cantidades peligrosas.
Autorización
El artículo 27 de la Ley 22/2011 dice que deberán ser autorizadas por el órgano
ambiental competente de la Comunidad Autónoma donde están ubicadas (con validez
en todo el territorio nacional), las instalaciones donde vayan a desarrollarse
operaciones de tratamiento de residuos, incluido el almacenamiento en espera de
tratamiento, así como la ampliación, modificación sustancial o traslado de dicha
instalación.
También las personas físicas o jurídicas que vayan a realizar una o varias
operaciones de tratamiento de residuos. En el citado artículo se recoge todo el
proceso para obtener las citadas autorizaciones.
El artículo 10 del Real Decreto 833/1998 dispone, por su parte, que la instalación,
ampliación, reforma o traslado de industrias o actividades generadoras o
importadoras de residuos peligrosos, o manipuladoras de productos de los que
pudieran derivarse residuos de este carácter, requerirá autorización del órgano
competente de la Comunidad Autónoma en cuyo territorio se pretendan ubicar, sin
perjuicio de las demás autorizaciones exigibles por el ordenamiento jurídico.
La autorización no será efectiva y, por tanto, no podrá comenzarse el ejercicio de
la actividad hasta que el cumplimiento de los requisitos exigidos sea acreditado ante
la administración autorizante, quien levantara el oportuno acta de comprobación en
presencia del interesado.
El artículo 43, por su parte, establece que las funciones de vigilancia, inspección y
control del correcto cumplimiento de lo previsto en la Ley y en sus normas de
desarrollo respecto a la producción, almacenamiento, tratamiento, etc., de los
residuos peligrosos se ejercerán por las autoridades competentes de cada
Comunidad Autónoma, mediante los cuerpos de inspección correspondientes, que
podrán apoyarse, para esta tarea, en entidades colaboradoras debidamente
reconocidas conforme a las normas que les sean de aplicación.
También hay que mencionar el Real Decreto 365/2005, de 8 de abril, por el que
se aprueba la Instrucción Técnica Complementaria MI-IP-05 «Instaladores o
reparadores y empresas instaladoras o reparadoras de productos petrolíferos
líquidos», ya que afecta a todas las instalaciones incluidas en el ámbito de aplicación
del Reglamento de Instalaciones Petrolíferas.
Sin embargo, como ya comentamos, solo incluye las ITC relativas a refinerías y
parques de almacenamiento, por lo que tenemos que centrarnos en el Real Decreto
1427/1997, de 15 de septiembre, por el que se aprueba la Instrucción Técnica
Complementaria MI-IP-03 «Instalaciones de almacenamiento para su consumo en la
propia instalación».
Tales revisiones podrán ser llevadas a cabo igualmente por los organismos de
control autorizados en el campo correspondiente.
Las tuberías deberán ser sometidas cada cinco años a una prueba de
estanquidad.
La ITC-MI-IP-04 tiene por objeto establecer las prescripciones técnicas a las que
han de ajustarse las instalaciones para suministro a vehículos. Se aplica a las nuevas
instalaciones para el suministro de carburantes y/o combustibles líquidos a vehículos,
así como a las ampliaciones y modificaciones de las existentes.
Tales revisiones podrán ser llevadas a cabo igualmente por los organismos de
control autorizados.
Las tuberías deberán ser sometidas cada cinco años a una prueba de
estanquidad.
■ R.D. 2085/1994, de 20 de
octubre, por el que se aprueba
el Reglamento de Instalaciones
Petrolíferas,
Normativa ■ R.D. 2201/95, de 28 de
reguladora diciembre, por el que se
aprueba la Instrucción Técnica
Complementarla MI-IP-04
"Instalaciones para suministro a
vehículos”.
■ Proyecto técnico y certificado
final de obra de la dirección
facultativa (ITC-MI-IP-04):
■ Producto Clase B ≥ 300 I.
(interior) y ≥ 500 I. (exterior)
■ Producto Clases C y D 23000 l.
Puesta en (interior) y 25000 l (exterior)
Servicio de la ■ Memoria resumida y croquis, y
Instalación certificado final acreditativo por
un Instalador de P.P.L (ITC-MI-
IP-04):
■ Producto Clase B ≤ 300
(interior) y ≤ 500 I. (exterior)
■ Producto Clases C y D ≤ 3000 I.
(interior) y ≤ 50001. (exterior)
Este manual deberá entregarse a todo el personal, quien dará cuenta por escrito
de su recepción.
e) Estaciones de servicio para vehículos a gas: que pueden suministrar tanto GLP a
granel, como gas natural comprimido (GNC) o licuado (GNL), para su utilización
como carburante para vehículos a motor.
Las instalaciones deberán ser realizadas por las empresas que determine, en
cada caso, la correspondiente ITC. Estas empresas, a la terminaciónde la instalación
y antes de su puesta en servicio, deberán comprobar su correcta ejecución y
funcionamiento, llevando a cabo, cuando proceda, las pruebas especificadas en la
citada ITC. En algunos casos, la ITC también puede disponer una inspección, previa
a la puesta en funcionamiento, por un organismo de control. En concreto, se exige:
Para la puesta en servicio, según dispone el artículo 5.6 del Real Decreto 919/2006,
el responsable de la instalación deberá exigir y conservar copia de los certificados
anteriores.
La adecuación de aparatos por cambio de familia de gas podrá ser realizada por
el servicio técnico del fabricante siempre que posea un sistema de calidad certificado
o por instaladores de gas de categoría A o B que cumplan los requisitos indicados en
el Capítulo 4 de la ITC-ICG-09.
En todos los casos, el agente que realice la puesta en marcha deberá emitir y
entregar al usuario un certificado según el modelo de la ITC.
El apartado 4.2 de la ITC establece una Inspección, cada 5 años, que debe
encargar el titular o, en su defecto, el usuario de la instalación, a una empresa
instaladora de gas autorizada.
En instalaciones de gas
En aparatos de gas
Las competencias de las empresas instaladoras de gas serán idénticas a las que
hemos indicado en el punto anterior para los instaladores de gas de la categoría
correspondiente. Lo que significa lógicamente que, para poder ejercer su actividad en
una categoría determinada deberá contar con instaladores habilitados en dicha
categoría.
Las empresas instaladoras de gas deberán cumplir los requisitos comunes que
también señalamos en el apartado 1.7 del Capítulo 1 para todas las empresas
instaladoras y/o mantenedoras, y además, los siguientes requisitos particulares:
Empresas de categoría A:
Empresas de categoría B:
Empresas de categoría C:
a) Contar al menos con un instalador de gas de categoría C, contratado.
b) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional o garantía
equivalente deberá ser de un importe mínimo de 300.000 euros por siniestro.
Cuando se precise proyecto, este debe ser redactado y firmado por técnico
titulado competente. La memoria técnica será elaborada por instalador autorizado, o
por técnico titulado competente.
Los órganos competentes de las Comunidades Autónomas velarán por que las
inspecciones de las instalaciones térmicas se realicen por expertos cualificados o
acreditados independientes de las instalaciones a inspeccionar, tanto si actúan por
cuenta propia como si están empleados por entidades públicas o empresas privadas,
para lo que podrá establecer requisitos en cuanto a su formación o acreditación, en
cuyo caso pondrá a disposición del público información sobre los programas de
formación o acreditación.
Los sistemas de aire acondicionado cuyo generador de frío posea una potencia
útil nominal instalada igual o mayor que 12 kW, se inspeccionarán cada 5 años.
b.2) Los solicitantes del carné que no puedan acreditar las situaciones
exigidas en el apartado b.1, deben justificar haber recibido y superado:
Los técnicos que dispongan de un título universitario cuyo plan de estudios cubra
las materias objeto del RITE, podrán obtener directamente el carné, mediante
solicitud ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma y sin tener que
cumplir los requisitos enumerados en los apartados b) y c), bastando con la
presentación de una copia compulsada del título académico.
CAPÍTULO 8.
INSTALACIONES FRIGORÍFICAS
8.1. NORMATIVA REGULADORA
Las instalaciones frigoríficas estuvieron reguladas por el Real Decreto 3099/1977,
de 8 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad para Plantas
e Instalaciones Frigoríficas hasta el 8 de septiembre de 2011. A partir de esta fecha
entra en vigor el Real Decreto 138/2011, de 4 de febrero, por el que se aprueban el
nuevo Reglamento de Seguridad para Instalaciones Frigoríficas y sus instrucciones
técnicas complementarias; y el Real Decreto 560/2010, de 7 de mayo, por el que se
modifican diversas normas reglamentarias en materia de seguridad industrial para
adecuarlas a la Ley 17/2009, de 23 de noviembre, sobre el libre acceso a las
actividades de servicios y su ejercicio, y a la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de
modificación de diversas leyes para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a
las actividades de servicios y su ejercicio.
A los efectos del presente reglamento los sistemas no compactos con carga
inferior a la indicada en el artículo 2 y las instalaciones por absorción que utilizan Br
Li-Agua, deberán cumplir, como mínimo, los siguientes requisitos:
Fecha de actuación.
Usuario.
Tipo de actuación.
Identificación o características de equipo o instalación.
Dependiendo del riesgo potencial de las instalaciones frigoríficas sobre las que
las empresas están habilitadas para ejercer su actividad, se clasifican en dos
categorías:
Vacuómetro de precisión.
Bomba de vacío de doble efecto.
Detector portátil de fugas.
Equipo de medida de acidez.
d) Por empresa:
Manómetro contrastado.
Termómetro contrastado.
Sí nos parece importante citar que se excluyen del reglamento aquellos equipos a
presión que dispongan de reglamentación de seguridad específica, así como las
redes de tuberías de suministro o distribución de agua fría o combustibles líquidos o
gaseosos, así como las redes de agua contra incendios y las de conducción de agua
motriz de las centrales hidroeléctricas.
Las calderas, como todo el resto de equipos a presión que vamos a ver en este
capítulo, se regulan por el Real Decreto 2060/2008, de 12 de diciembre, por el que
se aprueba el Reglamento de Equipos a Presión y sus instrucciones técnicas
complementarias. Dentro de estas ITC, la que nos interesa es la ITC-EP-1 sobre
«calderas».
1. Clase primera:
a) Calderas pirotubulares cuyo Pms x VT < 15.000.
b) Calderas acuotubulares cuyo Pms x VT < 50.000. En caso de calderas de
fluido térmico, las que tengan un Pms x Vi < 15.000.
Siendo:
1. Operación de la caldera.
El usuario deberá designar a una persona capacitada para realizar la operación
de la caldera, mientras esté en funcionamiento.
2. Mantenimiento de la caldera.
El usuario deberá realizar un mantenimiento adecuado de todos los sistemas de
la instalación, prestando una dedicación especial a los órganos limitadores o
reguladores para que mantengan su fiabilidad, procediendo a la comprobación
de su funcionamiento durante las verificaciones.
3. Vigilancia de la caldera.
En caso de que se produzca un fallo de alguno de los elementos de control o
seguridad, deberá adecuarse el sistema de vigilancia de la caldera, pasando a
vigilancia directa, en tanto no se restablezcan las condiciones iniciales y se
compruebe el correcto funcionamiento de los elementos averiados.
4. Documentación.
Deberá disponerse de la siguiente documentación:
a) Libro de la instalación.
b) Documentación de la instalación.
9.2.4. Inspecciones periódicas oficiales
Con respecto a las “calderas de recuperación de lejías negras”, que son calderas
de vapor que utiliza como combustible las lejías negras concentradas que se generan
en el proceso de fabricación de pasta de papel al sulfato, hay una particularidad en
relación a la periodicidad de las inspecciones. Las de Nivel A y B son anuales, y las
de Nivel C, cada tres años.
A los efectos de su tratamiento por esta ITC, los elementos incluidos en una
central generadora de energía eléctrica u otras plantas incluidas en el artículo 1 de
esta ITC, se clasifican en:
a) Control de la corrosión.
b) Control de la erosión.
c) Controles especiales, en función de las características particulares que puedan
presentar ciertos equipos o instalaciones.
Inspección de la instalación
Todo equipo, incluido dentro del ámbito de la ITC-EP-2 y que sufra una reparación
o una gran reparación, tal y como se ha definido en su artículo 8, deberá ser
sometido a las inspecciones y pruebas señaladas en el artículo 9.
1. Potencial de riesgo.
Según las características de los fluidos con los que operan los equipos, se
clasificarán:
3. Clases de equipos.
Por tanto, las instalaciones que no incluyan recipientes a prensión de las Clases 1
o 2, no requieren proyecto de instalación, y se tramitarán según lo indicado en el
apartado 3 del anexo II del Reglamento de Equipos a Presión, según el cual, además
de la memoria técnica de la empresa instaladora, se acompañará la siguiente
documentación:
Según el art. 2.4 de la ITC, son «Equipos especiales», los que correspondan a
alguna de las siguientes características:
Por lo que respecta a las tuberías que correspondan a unidades de proceso con
diámetro superior a DN 50 y cuyo valor de PS.DN > 1.000 deberán ser
inspeccionadas, al menos con el Nivel B, por los agentes y con las periodicidades
máximas que se indican, no siendo obligatorio realizar la de Nivel C.
1. Tamaño.
2. Gas contenido.
Contrasena de rechazo
a) Memoria técnica suscrita por la empresa instaladora. La zona de las pruebas con
presión deberá cumplir las mismas condiciones de emplazamiento que se indican
en el artículo 12 para la recarga de botellas. En su caso, deberá presentarse un
proyecto específico queacredite las condiciones especiales de protección
indicadas en el artículo 12.a) de esta ITC.
b) Certificado de instalación suscrito por la empresa instaladora que la ha realizado.
En caso de necesitar proyecto específico para la zona de pruebas, deberá
presentarse el certificado de dirección técnica del citado proyecto firmado por
técnico titulado competente.
c) Modelo de etiqueta adhesiva que el Centro de Inspección Visual pegará sobre la
botella, una vez superada la inspección.
d) Libro registro, manual o electrónico, de las inspecciones visuales, que será
diligenciado por el correspondiente órgano competente de la Comunidad
Autónoma.
e) Una declaración responsable en la que el titular del centro o el representante
legal del mismo declare que cumple los requisitos que se exigen por esta ITC-
EP-05, que dispone de la documentación que así lo acredita, que se
compromete a mantenerlos durante la vigencia de la actividad y que se
responsabiliza de que la ejecución de los trabajos se efectúa de acuerdo con las
normas y requisitos que se establezcan en esta ITC-EP-05.
a) Disponer como mínimo de los elementos de trabajo indicados para los centros
de inspección periódica de botellas, en el artículo 4.7 de esta ITC, con excepción
del equipo de pruebas hidráulicas y de la disponibilidad de técnico titulado
competente.
b) Tener al personal encargado de la inspección visual, debidamente instruido y
formado para realizar las pruebas y controles en las botellas.
c) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional, con cobertura
mínima por accidente de 500.000 euros.
Centro de inspecciones periódicas y visuales de botellas
En este punto, diferenciaremos entre las inspecciones y pruebas que hay que
efectuar a las propias botellas, y las que se hacen a los centros de recarga e
inspección.
Con respecto a las botellas y sus válvulas, las mismas deberán someterse, cada
tres años, a las pruebas y verificaciones de inspección periódica que se indican a
continuación.
500.0 euros.
Los centros de recarga deberán someterse cada cinco años, a partir de la fecha
de puesta en marcha servicio de la instalación, a una inspección periódica en la que
se comprobará que se cumplen las condiciones reglamentarias de la presente ITC y
que no se han modificado las condiciones de emplazamiento.
En la Tabla 3 del anexo III del reglamento, se indican las inspecciones periódicas
a deben someterse las tuberías.
Fecha de actuación.
Usuario.
Tipo de actuación.
Identificación o características de equipo o instalación.
Empresas instaladoras
Empresas reparadoras
No obstante lo anterior, para los equipos a presión de hasta categoría I del Real
Decreto 769/1999, de 7 de mayo, o asimilados a dicha categoría de acuerdo con el
artículo 3.2 o la disposición adicional primera, las empresas reparadoras deberán
cumplir los requisitos establecidos para las empresas instaladoras de la categoría
EIP-1. Estas empresas se identificarán con las siglas ERP-1.
CAPÍTULO 10.
INSTALACIONES DE PROTECCIÓN CONTRA
INCENDIOS
10.1. INTRODUCCIÓN
Un incendio es un suceso peligroso que puede producirse en cualquier ámbito:
empresa, industria, hogar, y en todos ellos debería disponerse de medidas de
prevención y control, pero, en el caso de las empresas es, además, obligatorio por
normativa legal: los trabajadores están expuestos a los riesgos derivados de un
posible incendio y deben ser protegidos. Los factores de riesgo de incendio en
empresas o industrias están asociados a distintas causas, que van desde una
manipulación inadecuada de máquinas, materiales, sustancias o productos, hasta
factores de tipo técnico, referidos a instalaciones eléctricas defectuosas,
mantenimientos no realizados, etc.
Existen estadísticas que afirman que el 90% de los incendios industriales son
causados por 11 fuentes de ignición:
Se podrá sustituir el proyecto por una memoria técnica, firmada también por
técnico competente, en los siguientes casos:
Es preciso destacar que, además del supuesto general, pueden darse DOS
casos particulares:
A) Proyectos de construcción
El artículo 12 del Real Decreto 1942/1993 dispone que las empresas instaladoras
tendrán las obligaciones derivadas del cumplimiento de las prescripciones
establecidas en el apéndice 1 de este reglamento, relacionadas con la instalación y
montaje de equipos, aparatos y sistemas de protección contra incendios,
absteniéndose de instalar equipos, aparatos u otros componentes de los sistemas de
protección contra incendios que no cumplan las disposiciones vigentes que le son
aplicables. En estos casos deberán poner los hechos en conocimiento del comprador
o usuario de los mismos, y no reanudarán los trabajos hasta que no sean corregidas
las deficiencias advertidas.
Por su parte, el artículo 15 del Real Decreto 1942/1993 establece, por último,
que las empresas mantenedoras adquirirán las siguientes obligaciones en relación
con los aparatos, equipos o sistemas cuyo mantenimiento o reparación les sea
encomendado:
Capítulo 2.
Instalaciones Eléctricas
Capítulo 3.
Aparatos Elevadores
Capítulo 4.
Productos Químicos Peligrosos y Residuos Peligrosos
Capítulo 5.
Instalaciones Petrolíferas
Capítulo 6.
Combustibles Gaseosos
Capítulo 7.
Instalaciones de Calefacción, Climatización y Agua Caliente Sanitaria
Capítulo 8.
Instalaciones Frigoríficas
Capítulo 9.
Equipos a Presión
Capítulo 10.
Instalaciones de Protección Contra Incendios
El recurso preventivo
Escuela de espalda
Seguridad en máquinas