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Antonio

Enríquez Palomino Licenciado en Derecho.


Auditor Legal en PRL. Consultor de Sistemas de Gestión de la Calidad, Medio
Ambiente y Seguridad y Salud en el Trabajo, con más de 15 años de experiencia.
Auditor Jefe de Sistemas de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo, de
Gestión de la Calidad y de Sistemas de Gestión Ambiental por el Instituto Italiano
del Marchio di Qualita (IMQ). Auditor IRCA (Internacional Register of Certificated
Auditors) de Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo. Auditor
RSE. Socio – Auditor de LABORPREX AUDITORES.
José Manuel Sánchez Rivero
Licenciado en Antropología Social y Cultural. Diplomado en Formación del
Profesorado. Auditor y Consultor de Sistemas de Gestión de la Calidad, Medio
Ambiente y Seguridad y Salud en el Trabajo, con más de 15 años de experiencia.
Auditor Jefe de Sistemas de Gestión de la Calidad y de Sistemas de Gestión
Ambiental por el Instituto Italiano del Marchio di Qualita (IMQ). Auditor IRCA
(Internacional Register of Certificated Auditors) de Sistemas de Gestión de
Seguridad y Salud en el Trabajo. Auditor de RSE. Socio – Auditor de LABORPREX
AUDITORES.
Victoriano Martín Blanco
Ingeniero Técnico en Informática de Gestión. Máster en Dirección de Recursos
Humanos. Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales. Consultor de
Sistemas de Gestión de la Calidad, Medio Ambiente y Seguridad y Salud en el
Trabajo, con más de 10 años de experiencia. Auditor de RSE. Socio – Auditor de
LABORPREX AUDITORES.
SEGURIDAD INDUSTRIAL
Puesta en Servicio,
Mantenimiento e Inspección de
Equipos e Instalaciones

ANTONIO ENRÍQUEZ PALOMINO


JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ RIVERO
VICTORIANO MARTÍN BLANCO
SEGURIDAD INDUSTRIAL
Puesta en Servicio, Mantenimiento e Inspección de Equipos e Instalaciones

Autores: Antonio Enríquez Palomino


José Manuel Sánchez Rivero
Victoriano Martín Blanco

Edita:
© FUNDACIÓN CONFEMETAL
Príncipe de Vergara, 74 - 28006 Madrid
Tel.: 91 782 36 30. Fax: 91 563 17 41
editorial@fundacionconfemetal.es
www.fundacionconfemetal.com

ISBN: 978-84-15781-64-6

Impreso en España - Printed in Spain

QUEDA PROHIBIDA TODA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE LA OBRA POR CUALQUIER


MEDIO O PROCEDIMIENTO SIN AUTORIZACIÓN PREVIA.
ÍNDICE
Capítulo 1.
LA REGLAMENTACIÓN DE SEGURIDAD INDUSTRIAL: ORIGEN Y SITUACIÓN
ACTUAL

1.1. Introducción

1.2. Evolución de la seguridad industrial

1.3. Escenario actual de la seguridad industrial

1.4. La reglamentación de seguridad industrial


1.4.1. Contenido de los reglamentos de seguridad industrial
1.4.2. Medios de prueba y control administrativo del cumplimiento
reglamentario

1.5. La configuración y funcionamiento de los organismos de control (OCA)

1.6. La regulación de las entidades de acreditación

1.7. Procedimiento de habilitación de empresas instaladoras y mantenedoras (o


reparadoras) de instalaciones y equipos industriales

1.8. Obligaciones de las empresas instaladoras y/o mantenedoras en materia de


información y reclamaciones

Anexo I: Modelo de Declaración Responsable (Ministerio de Industria)

Capítulo 2.
INSTALACIONES ELÉCTRICAS

2.1. Introducción

2.2. Instalaciones eléctricas de baja tensión


2.2.1. Normativa reguladora
2.2.2. Puesta en servicio de la instalación
2.2.3. Mantenimiento de las instalaciones
2.2.4. Verificaciones e inspecciones
2.2.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario
2.2.6. Empresas instaladoras habilitadas

2.3. Instalaciones eléctricas de alta tensión


2.3.1. Normativa reguladora
2.3.2. Puesta en servicio de la instalación
2.3.3. Mantenimiento de la instalación
2.3.4. Verificaciones e inspecciones
2.3.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario
2.3.6. Empresas instaladoras habilitadas

2.4. Líneas eléctricas de alta tensión


2.4.1. Normativa reguladora
2.4.2. Puesta en servicio de la instalación
2.4.3. Mantenimiento de la instalación
2.4.4. Verificaciones e inspecciones
2.4.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario
2.4.6. Empresas instaladoras habilitadas

2.5. Eficiencia energética en instalaciones de alumbrado exterior


2.5.1. Normativa reguladora
2.5.2. Puesta en servicio de la instalación
2.5.3. Mantenimiento de la instalación
2.5.4. Verificaciones e inspecciones
2.5.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario
2.5.6. Empresas instaladoras habilitadas

Capítulo 3.
APARATOS ELEVADORES

3.1. Ascensores
3.1.1. Normativa reguladora
3.1.2. Puesta en servicio de la instalación
3.1.3. Mantenimiento de la instalación
3.1.4. Verificaciones e inspecciones
3.1.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario
3.1.6. Empresas instaladoras habilitadas

3.2. Grúas móviles autopropulsadas


3.2.1. Normativa reguladora
3.2.2. Puesta en servicio de la instalación
3.2.3. Mantenimiento de la instalación
3.2.4. Verificaciones e inspecciones
3.2.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario
3.2.6. Empresas instaladoras habilitadas
3.3. Equipos de elevación industrial: puentes grúa, polipastos, semipórticos,
pórticos, góndolas, carretillas automotoras, vehículos industriales, grúas auto-
cargantes
3.3.1. Normativa reguladora
3.3.2. Puesta en servicio de la instalación
3.3.3. Mantenimiento de la instalación
3.3.4. Verificaciones e inspecciones
3.3.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario
3.3.6. Empresas instaladoras habilitadas

Capítulo 4.
PRODUCTOS QUÍMICOS PELIGROSOS Y RESIDUOS PELIGROSOS

4.1. Introducción

4.2. Productos químicos peligrosos


4.2.1. Concepto de producto químico peligroso
4.2.2. Normativa reguladora
4.2.3. Puesta en servicio del almacenamiento de productos químicos
4.2.4. Mantenimiento de la instalación. Revisiones periódicas
4.2.5. Control de las instalaciones e inspecciones periódicas
4.2.6. Tipos de productos químicos según su peligrosidad
4.2.7. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

4.3. Empresas instaladoras y/o mantenedoras habilitadas

4.4. Residuos peligrosos: concepto y características


4.4.1. Normativa de aplicación a los residuos peligrosos
4.4.2. Clasificación de los residuos peligrosos
4.4.3. Comunicación previa al inicio de la producción y gestión de residuos.
Autorizaciones
4.4.4. Obligaciones de los productores de residuos peligrosos
4.4.5. Vigilancia, inspección y control de residuos

Capítulo 5.
INSTALACIONES PETROLÍFERAS

5.1. Introducción

5.2. Instalaciones de almacenamiento de carburantes y combustibles líquidos para


su consumo en la propia instalación
5.2.1. Normativa reguladora
5.2.2. Puesta en servicio de la instalación
5.2.3. Mantenimiento de la instalación
5.2.4. Pruebas e inspecciones periódicas
5.2.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

5.3. Instalaciones para suministro de carburantes y combustibles líquidos a


vehículos
5.3.1. Normativa reguladora
5.3.2. Puesta en servicio de la instalación
5.3.3. Mantenimiento de la instalación
5.3.4. Pruebas e inspecciones periódicas
5.3.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

5.4. Instalaciones y parques de almacenamiento destinados a la distribución y


suministro de productos petrolíferos
5.4.1. Normativa reguladora
5.4.2. Puesta en servicio de la instalación
5.4.3. Mantenimiento de la instalación
5.4.4. Inspecciones periódicas oficiales
5.4.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

5.5. Empresas instaladoras y/o reparadoras habilitadas

Capítulo 6.
COMBUSTIBLES GASEOSOS

6.1. Introducción

6.2. Normativa reguladora

6.3. Puesta en servicio de instalaciones

6.4. Puesta en marcha, mantenimiento, reparación y adecuación de aparatos de


gas (ITC-IGC-08)

6.5. Mantenimiento de instalaciones. Revisiones e inspecciones


6.5.1. Instalaciones de almacenamiento de GLP en depósitos fijos (ITC-IGC-
03)
6.5.2. Estaciones de servicio para vehículos a gas (ITC-IGC-05)
6.5.3. Instalaciones de envases de GLP para uso propio (ITC-IGC-06)
6.5.4. Instalaciones receptoras de combustibles gaseosos (ITC-IGC-07)
6.5.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

6.6. Instaladores de gas y empresas instaladoras de gas habilitadas


6.6.1. Instaladores de gas
6.6.2. Habilitación de empresas instaladoras/mantenedoras de gas
6.6.3. Obligaciones de las empresas instaladoras/mantenedoras de gas

Capítulo 7.
INSTALACIONES DE CALEFACCIÓN, CLIMATIZACIÓN Y AGUA CALIENTE
SANITARIA

7.1. Introducción

7.2. Normativa reguladora

7.3. Puesta en servicio de la instalación

7.4. Mantenimiento de la instalación

7.5. Inspecciones periódicas oficiales

7.6. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

7.7. Empresas instaladoras y/o mantenedoras habilitadas

Capítulo 8.
INSTALACIONES FRIGORÍFICAS

8.1. Normativa reguladora

8.2. Puesta en servicio de la instalación

8.3. Mantenimiento de la instalación

8.4. Verificaciones e inspecciones

8.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

8.6. Empresas instaladoras y/o mantenedoras habilitadas

Capítulo 9.
EQUIPOS A PRESIÓN

9.1. Introducción
9.2. Calderas
9.2.1. Normativa reguladora
9.2.2. Puesta en servicio de la instalación
9.2.3. Mantenimiento de la instalación

9.3. Inspecciones periódicas oficialesCentrales generadoras de energía eléctrica


9.3.1. Normativa reguladora
9.3.2. Puesta en servicio de la instalación
9.3.3. Mantenimiento de la instalación
9.3.4. Inspecciones periódicas oficiales de la instalación
9.3.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

9.4. Refinerías de petróleo y plantas petroquímicas


9.4.1. Normativa reguladora
9.4.2. Puesta en servicio de la instalación
9.4.3. Mantenimiento de la instalación
9.4.4. Inspecciones periódicas oficiales
9.4.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

9.5. Depósitos criogénicos


9.5.1. Normativa reguladora
9.5.2. Puesta en servicio de la instalación
9.5.3. Mantenimiento de la instalación
9.5.4. Inspecciones periódicas oficiales
9.5.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

9.6. Botellas de equipos respiratorios autónomos


9.6.1. Normativa reguladora
9.6.2. Puesta en servicio de la instalación
9.6.3. Mantenimiento de la instalación

9.7. Inspecciones periódicas oficiales Recipientes a presión transportables


9.7.1. Normativa reguladora
9.7.2. Puesta en servicio de la instalación
9.7.3. Mantenimiento de la instalación
9.7.4. Inspecciones periódicas oficiales
9.7.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

9.8. Tuberías y conducciones

9.9. Empresas instaladoras y/o reparadoras habilitadas


Capítulo 10.
INSTALACIONES DE PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS

10.1. Introducción

10.2. Normativa reguladora

10.3. Puesta en servicio de instalaciones de protección contra incendios


10.3.1. Establecimientos de uso industrial
10.3.2. Establecimientos de uso NO industrial

10.4. Mantenimiento de la instalación: revisiones periódicas

10.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

10.6. Empresas instaladoras y/o mantenedoras habilitadas


10.6.1. Habilitación de empresas instaladoras y de empresas mantenedoras
10.6.2. Obligaciones de las empresas instaladoras y/o
10.6.3. mantenedoras Habilitación de usuarios como empresas mantenedoras

BIBLIOGRAFÍA.
REPERTORIO LEGISLATIVO EN MATERIA DE SEGURIDAD INDUSTRIAL
CAPÍTULO 1.
LA REGLAMENTACIÓN DE SEGURIDAD INDUSTRIAL:
ORIGEN Y SITUACIÓN ACTUAL
1.1. INTRODUCCIÓN
El ser humano a lo largo de la historia ha tenido la necesidad de buscar
mecanismos de seguridad que le permitan protegerse de los peligros a los que
permanentemente se ve sometido en su actividad normal. Esta necesidad de
seguridad le ha llevado a lo largo de los tiempos a una búsqueda que se concreta en
dos procesos diferenciados:

Proceso mágico, por el que los daños se intentan evitar conjurando los riesgos o
peligros con los que el hombre convive mediante actuaciones de tipo esotérico,
mágico o religioso: ritos, votos, uso de amuletos, fetiches, talismanes, etc. El
origen del posible daño se sitúa en la fatalidad, el azar, la mala suerte, o
fenómenos sobrenaturales.
Proceso basado en el pensamiento lógico, en la investigación y dominio de la
evidencia y de la verdad científica experimental que conduce a la seguridad
científica. Parte de la base de que los accidentes y sus consecuencias (daños y
pérdidas) son fenómenos reales, que se explican por causas naturales, sobre
las que es posible actuar a través de acciones de prevención y de minimización
de los efectos.

Una de las actividades humanas donde los riesgos para las personas están
especialmente presentes es la actividad industrial, debido a que los procesos que en
la misma se realizan requieren de la intervención de máquinas, energías, productos,
etc., que generan peligros de todo tipo.
La actividad industrial, que comienza con la revolución industrial del siglo XVIII, ha
ido creciendo progresivamente en las sociedades avanzadas, lo que ha demandado
que la protección frente a los riesgos que la misma provoca adquiera cada vez mayor
importancia.

Desde el punto de vista del pensamiento lógico-científico, la protección debe


entenderse como un conjunto de actitudes y actividades ordenadas
sistemáticamente, que permitan evitar o reducir tanto las causas capaces de generar
daño, como las causas concurrentes que las desencadenan, así como minimizar los
daños en caso de producirse un accidente.

En el proceso de protección podemos distinguir, por tanto, dos tipos de


actuaciones:

a) Actuaciones encaminadas a eliminar o reducir las causas del riesgo y/o las
causas que lo desencadenan. Es lo que se denomina prevención del riesgo.
b) Actuaciones que tienen por objeto minimizar los daños y pérdidas en el caso de
que finalmente el accidente se produzca. Es lo que constituye la reacción ante
el accidente.

La Reglamentación de Seguridad Industrial es una iniciativa técnico- legal de


protección dirigida a regular, dentro del ámbito industrial, las actuaciones
relacionadas con los riesgos de origen tecnológico, pudiendo incidir sobre ellos tanto
con acciones preventivas, como de minimización de daños, a las que se aplican los
principios de la seguridad científica.

Los riesgos tecnológicos pueden ser de distinto tipo: Físicos (Mecánicos,


Termodinámicos, Eléctricos, Acústicos, Ópticos...), Químicos (Combustión,
Corrosividad, Toxicidad, Explosiones químicas), Nucleares (Mecánicas, Térmicas,
Radiaciones ionizantes, Explosiones nucleares).

La creciente complejidad de los riesgos tecnológicos, unida a una cada vez mayor
exigencia social y política de seguridad, han llevado parejo, en los países
industrializados, el desarrollo de un complejo cuerpo de normas técnico-legales cuyo
cumplimiento, sin duda, garantiza unos niveles de seguridad desconocidos hasta
ahora, pero que en muchos casos supone también dificultades cada vez mayores
para los responsables de su interpretación y aplicación en las empresas. Este es el
motivo que nos ha movido a la elaboración de la presente obra: ayudar a la
interpretación y aplicación normativa, mediante un análisis en profundidad de cada
uno de los principales reglamentos aplicables, con el fin de simplificar en todo lo
posible su interpretación y puesta en práctica en lo que se refiere a la gestión de la
puesta en práctica, mantenimiento e inspección de los equipos e instalaciones
sometidos a dicha normativa, desarrollando, además, los requisitos y obligaciones
que es establecen para la habilitación de empresas instaladoras y/o mantenedoras.

En el presente libro se analizan los equipos e instalaciones sometidos a


reglamentación de seguridad industrial más importantes y habituales en la mayoría
de las empresas. Es decir:

a) Instalaciones eléctricas
b) Aparatos elevadores
c) Productos químicos peligrosos y residuos peligrosos
d) Instalaciones petrolíferas
e) Combustibles gaseosos
f) Instalaciones de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria
g) Instalaciones frigoríficas
h) Equipos a presión
i) Instalaciones de protección contra incendios

1.2. EVOLUCIÓN DE LA SEGURIDAD INDUSTRIAL


El establecimiento de Leyes o Códigos que permitan al ser humano realizar su
actividad normal de un modo seguro ha sido la consecuencia de la necesidad de
seguridad que el mismo tiene.

Ya el Código de Hammurabi (2100 a. C.), que puede considerarse como el primer


Reglamento de Seguridad Industrial de la historia, exigía, entre otras cosas, que las
edificaciones fueran realizadas con seguridad, previendo fuertes sanciones contra los
constructores cuyas edificaciones no se mantuvieran en pie y provocaran accidentes
o muertes.

Posteriormente, en la época del Imperio Romano, se desarrollan diversas


especificaciones para la construcción de carreteras, puentes, acueductos,
canalizaciones, templos, coliseos y teatros.

No obstante, no es hasta la Revolución Industrial, con la aparición de nuevos


riesgos como consecuencia del desarrollo tecnológico y sus múltiples aplicaciones
industriales, cuando, como consecuencia del gran número de accidentes y lesiones
que se producen, se van a especificar las diferentes condiciones que, a juicio de los
legisladores, deberán cumplir las instalaciones industriales para evitar catástrofes tan
frecuentes. Aparecen así un importante número de normas, que inicialmente son
implantadas en los países más desarrollados, como Alemania, Reino Unido y los
Estados Unidos de América, y posteriormente en otros países, como España, donde
periódicamente van a ser ampliadas y revisadas dando lugar a los actuales
Reglamentos de Seguridad Industrial.

Suelen distinguirse tres etapas en la evolución histórica de la seguridad industrial:

1. Etapa inicial, propia de los albores de la revolución industrial, estuvo fuertemente


marcada por el concepto de productividad. Resultaba primordial asegurar que
los nuevos procesos de producción tuvieran capacidad suficiente para
rentabilizar las inversiones requeridas. Es una fase que se dio sobre todo en los
países de más temprana industrialización, pero que también se aprecia en los
países de incorporación más tardía a la revolución industrial, en los cuales se
hubo de hacer un primer esfuerzo para asimilar tecnología y hacerla productiva,
por encima de otras consideraciones.
2. En una segunda etapa, el concepto de seguridad adquiere mayor relevancia, en
su doble vertiente de seguridad interna en la fabricación o en los procesos
industriales, y seguridad externa en el uso de los productos o los servicios
industriales. No obstante, el concepto de productividad continua siendo
imprescindible. La industria debe seguir satisfaciendo los criterios de rentabilidad
económica, para los que es necesaria la productividad, pero ahora se considera
que su optimización no puede en ningún caso ir en contra de los requisitos
esenciales de seguridad.
3. La tercera etapa se inicia en el mundo industrializado después de la Segunda
Guerra Mundial, y en ella cobra importancia decisiva el concepto de calidad. Ya
no basta con asegurar unos requisitos esenciales de seguridad y maximizar la
productividad a corto plazo, sino que hay que considerar la calidad como valor
intrínseco y de carácter estratégico, tanto en relación con los procesos como
con los productos obtenidos.

1.3. ESCENARIO ACTUAL DE LA SEGURIDAD


INDUSTRIAL
Actualmente, la práctica totalidad de las actividades industriales necesitan, para
llevar a cabo sus procesos productivos, provocar o recurrir a fenómenos físicos que
no están en su estado natural, o más estable, tales como: cargas eléctricas
separadas, hornos a muy elevada temperatura, aparatos y conductos a alta presión,
vehículos impulsados a gran velocidad, etc.; así como a la manipulación y
almacenamiento, en cantidades más o menos importantes, de gases, productos
derivados del petróleo y productos químicos peligrosos. Estos fenómenos físicos
provocados, y manipulaciones, permiten al hombre moderno, entre otras cosas,
disponer de electricidad, aparatos electrodomésticos, vehículos con los que
trasladarse a grandes distancias en breves plazos de tiempo, o fabricar mejores y
más baratos materiales para su vivienda y confort; pero también introducen en los
entornos de trabajo, y en la sociedad en general, nuevos riesgos que, en
muchos casos, pueden ser de especial gravedad, lo cual hace necesaria una
regulación técnico-legal que, si es posible, los elimine o, al menos, reduzca al mínimo
posible la probabilidad de que se materialicen, así como las consecuencias que
puedan provocar.

La Reglamentación de Seguridad Industrial viene a cubrir esta nueva


necesidad, y tiene como objetivo primordial velar por que esas actividades de la
industria se realicen sin producir daños inaceptables para los profesionales que las
ejecutan, las personas en general, los bienes y el medio ambiente.

La seguridad industrial ha ido cristalizando en una serie de leyes, decretos y


reglamentos que articulan de manera eficaz las exigencias planteadas en este
terreno. Puede decirse que en la práctica totalidad de los países existe una
legislación de seguridad industrial, pero solo en los países más avanzados y con
mayor tradición tecnológica esta legislación tiene la suficiente amplitud para
alcanzar a todas las actividades industriales peligrosas.

Es obvio que la seguridad absoluta no existe, y que los riesgos naturales y


biológicos confieren a nuestra vida un marco de desarrollo no exento de sobresaltos.
Tampoco en la seguridad industrial puede existir la seguridad absoluta, pero el nivel
al que se ha llegado en la actualidad es muy elevado. Se debe seguir trabajando, no
obstante, para que la aparición de nuevas tecnologías y nuevos medios de
producción y comercialización no comporten niveles de inseguridad
inaceptables para la población ni para las personas profesionalmente
expuestas a los riesgos industriales.

En España, sobre todo desde nuestra incorporación a la Unión Europea, la


Reglamentación de Seguridad Industrial ofrece una amplia y variada cantidad de
normas técnico-legales que, sin duda, han supuesto un aumento importante de los
niveles de seguridad en la actividad industrial, pero también una complejidad
creciente para el personal especializado (jefes de mantenimiento, directores de
ingeniería, y/o similares) que debe responsabilizarse de su aplicación y control. Con
este libro lo que pretendemos es, precisamente, desbrozar y aclarar la citada
normativa de aplicación en todo lo que se refiere a la gestión de la puesta en
marcha, mantenimiento y revisiones de equipos e instalaciones industriales,
simplificándola, esquematizándola y poniendo a disposición de los lectores una
información con una metodología y un material didáctico que, sin olvidar el necesario
rigor que esta materia precisa, nos permita presentar la Reglamentación de
Seguridad Industrial y su aplicación de la forma más sencilla posible.

En la seguridad industrial suelen distinguirse tres niveles de actuación:

a) La seguridad laboral u ocupacional

Destinada a proteger a los individuos profesionalmente expuestos, y que por


tanto están identificados. Estas personas están protegidas por la legislación
sobre prevención de riesgos laborales, que prevé un amplio conjunto de medidas
de prevención y protección, entre las quese incluyen la formación y entrenamiento
de los trabajadores para afrontar los riesgos específicos a los que están
expuestos.

b) La seguridad contra accidentes graves

Destinada a proteger, además de a los propios profesionales expuestos, a la


población en general, contra riesgos provenientes de situaciones accidentales
que impliquen emisiones de altas cantidades de productos tóxicos de diversa
naturaleza, o de energía o de ambas cosas a la vez. Nos movemos en el ámbito
de los Accidentes Graves (también llamados Accidentes Mayores) que, por su
mayor probabilidad y sus graves consecuencias, cobran especial importancia en
las Industrias Química y Nuclear.

c) La seguridad industrial de instalaciones industriales y de los productos


elaborados en las mismas

Destinada a proteger al usuario de un producto o de una instalación industrial,


incluidos los trabajadores que utilizan los equipos e instalaciones industriales en la
elaboración de dichos productos. Esta es la seguridad en la que nos vamos a
centrar a lo largo de este libro.

1.4. LA REGLAMENTACIÓN DE SEGURIDAD


INDUSTRIAL
La actual Reglamentación de Seguridad Industrial en España tiene su fundamento
inicial en la Constitución de 1978, en la cual, aunque no hay una referencia expresa a
la industria, si que se regula la actividad económica, de cuyo conjunto forma parte la
industria.

A continuación tenemos la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria que, de


conformidad con lo dispuesto en el artículo 149.1, 1.a y 13.a de la Constitución,
establece las bases de ordenación del sector industrial. En su artículo 2 dispone que
uno de los fines de la propia ley es la seguridad y calidad industrial. Y en el artículo
9, apartados 1, 2, 3 y 4 establece que:

El objeto de la seguridad industrial es “la prevención y limitación de riesgos,


así como la protección contra accidentes y siniestros capaces de producir daños
o perjuicios a las personas, flora, fauna, bienes o al medio ambiente, derivados
de la actividad industrial o de la utilización, funcionamiento y mantenimiento de
las instalaciones o equipos y de la producción, uso o consumo, almacenamiento
o desecho de los productos industriales”.
Las actividades de prevención y protección que se dispongan “tendrán como
finalidad limitar las causas que originen los riesgos, así como establecer los
controles que permitan detectar o contribuir a evitar aquellas circunstancias que
pudieran dar lugar a la aparición de riesgos y mitigar las consecuencias de
posibles accidentes”.
Los riesgos considerados de seguridad industrial serán “los que puedan
producir lesiones o daños a las personas, flora, fauna, bienes o al medio
ambiente, y en particular los incendios, explosiones y otros hechos susceptibles
de producir quemaduras, intoxicaciones, envenenamiento o asfixia, electrocución,
riesgos de contaminación producida por instalaciones industriales,
perturbaciones electromagnéticas o acústicas y radiación, así como cualquier
otro que pudiera preverse en la normativa internacional aplicable sobre
seguridad”.
Las actividades objeto de la seguridad e higiene en el trabajo “se regirán
por lo dispuesto en su normativa específica”. Con lo cual se separa claramente,
en cuanto a su regulación normativa, la seguridad y salud en el trabajo y la
seguridad industrial aunque, en la práctica, las dos regulan aspectos que afectan
directa o indirectamente a la seguridad y salud de los trabajadores y, por tanto,
deben tenerse en cuenta ambas a la hora de garantizar una adecuada
prevención de riesgos laborales.

Esta ley constituye una norma básica que sistematiza el variado elenco de
disposiciones de diverso rango que rigen hoy en materia de industria, cubriendo a la
vez las importantes lagunas existentes, entre otras las relativas al registro de
establecimientos industriales de ámbito estatal y al régimen sancionador en materia
de seguridad industrial.

También cumple la ley la necesidad de adaptar la regulación de la actividad


industrial en España a la derivada de nuestra incorporación a la Comunidad
Económica Europea y la constitución del mercado interior, lo que implica, entre otras
consecuencias, que en materia de seguridad y calidad industriales, se tenga
particularmente en cuenta, en la propia ley y en las normas que la desarrollen:

La eliminación de barreras técnicas a través de la normalización y la


armonización de las reglamentaciones e instrumentos de control.
El nuevo enfoque comunitario basado en la progresiva sustitución de la
tradicional homologación administrativa de productos por la certificación que
realizan empresas y otras entidades, con la correspondiente supervisión de
sus actuaciones por los poderes públicos.

El Título III de la Ley, “Seguridad y Calidad Industriales”, constituye el núcleo de


la misma por la importancia creciente de esta materia en el contexto internacional. Se
divide en dos capítulos, precedidos de un artículo común en el que se recogen
definiciones y conceptos de seguridad industrial.

El Capítulo I, Seguridad Industrial, está dedicado, como su propio nombre indica,


a establecer el marco normativo básico para la regulación de esta materia, de modo
que constituirá una referencia de primer orden a la que habremos de recurrir. En este
capítulo se establece, en primer lugar, el objeto de la seguridad industrial (como ya
hemos citado anteriormente, artículo 9 de la Ley), y a continuación se dispone:

El contenido de los Reglamentos de Seguridad Industrial, que supondrán un


desarrollo de la ley mediante el cual se regularán los aspectos concretos y
específicos de cada instalación o almacenamiento industrial peligroso, y que
normalmente serán aprobados mediante Real Decreto. Estos podrán tener, a su
vez, un desarrollo posterior, todavía más específico, en las llamadas
Instrucciones Técnicas Complementarias (que llamaremos a partir de ahora
ITC), normalmente aprobadas mediante Orden Ministerial
Los medios de prueba del cumplimiento reglamentario
El control administrativo del cumplimiento reglamentario
La configuración de los Organismos de Control (OCA)
La regulación de las Entidades de Acreditación
La creación del Consejo de Coordinación de la Seguridad Industrial

El Capítulo II, Calidad Industrial, establece las actuaciones que las


Administraciones públicas, en colaboración, desarrollarán para procurar la
competitividad de la industria española; asimismo define los agentes a través de los
cuales podrá instrumentarse la calidad industrial mediante un sistema de normas
voluntarias.

Hay otras disposiciones legislativas relacionadas con la seguridad y salud de los


trabajadores, que revisten importancia primordial en la seguridad industrial, y son:

El Real Decreto 1495/1986, de 26 de mayo, aprueba el Reglamento de


Seguridad en las Máquinas.
Real Decreto 1254/1999, de 16 de julio, por el que se aprueban medidas de
control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan
sustancias peligrosas.

Finalmente, en el campo de la seguridad industrial tienen un relieve especial las


disposiciones referentes a normalización, homologación y certificación, introducidas,
como hemos visto, por la Ley de Industria. El gran incremento y complejidad de las
mismas, en todos los países industrializados, ha supuesto que estas funciones hayan
pasado en gran parte a ser desarrolladas por entidades colaboradoras de las
Administraciones públicas y laboratorios privados. El Real Decreto 735/1979, de 20
de febrero, dispone la normativa a cumplir por entidades colaboradoras en
expedición de certificados de calidad, homologación y verificación. El Real Decreto
2584/1981, de 18 de septiembre, aprueba el Reglamento General de Actuaciones en
el campo de la normalización y homologación. El Real Decreto 1614/1985, de 1 de
agosto, ordena las actividades de normalización y certificación. El Real Decreto
1407/1987, de 13 de noviembre, regula las Entidades de Inspección y Control
Reglamentario en materia de seguridad de productos, equipos e instalaciones
industriales.

La Ley 21/1992 de Industria ha supuesto un cambio legislativo sustancial en la


concepción de las instalaciones y productos industriales, ya que en el ámbito
europeo, tradicionalmente la autoridad pública adoptaba decisiones precautorias ante
las nuevas tecnologías, mediante un control a priori de la seguridad de las mismas, lo
que suponía que, para permitir la comercialización de un producto el fabricante tenía
que demostrar de antemano su inocuidad o falta de peligrosidad. Esta forma de
actuar es conocida con la denominación de Antiguo Enfoque y, además de ser
prolija y compleja, tenía el inconveniente de la existencia de una diferente
reglamentación de unos países a otros, dentro de la propia Unión Europea, lo que
suponía importantes dificultades de integración comercial. Con la nueva ley, como ya
hemos dicho en páginas anteriores, se tiene particularmente en cuenta el objetivo de
eliminación de barreras técnicas a esa integración comercial, a través de la
normalización y la armonización de las reglamentaciones e instrumentos de
control, así como el nuevo enfoque comunitario basado en la progresiva sustitución
de la tradicional homologación administrativa de productos por la certificación que
realizan empresas y otras entidades, con la correspondiente supervisión de sus
actuaciones por los poderes públicos.

Las Directivas Comunitarias actuales sobre Productos Industriales se basan en la


Resolución del Consejo, de 1985, relativa a un nuevo enfoque en materia de
armonización técnica y normalización, que es quizás el más significativo de los
planteamientos en los que se apoya el mercado interior en lo que se refiere a la
eliminación de las barreras técnicas; y en la Resolución del Consejo de 21 de
diciembre de 1989 relativa a un planteamiento global en materia de evaluación de
la conformidad (enfoque global), que destaca la importancia de crear las
condiciones necesarias para el funcionamiento del principio de reconocimiento
recíproco, tanto en el ámbito reglamentario como en el no reglamentario. Estas
resoluciones han quedado recogidas en el ordenamiento jurídico español, además de
en la propia Ley 21/1992, en el RD 2200/1995, de 28 de diciembre, por el que se
aprueba el Reglamento de la Infraestructura para la Calidad y la Seguridad Industrial,
que viene a desarrollar los aspectos contenidos en la Ley 21/1992 en referencia a los
organismos y entidades que operan en el campo de la calidad y de la seguridad
industrial, contemplados en el Título III de la misma.
En resumen, el RD 2200/1995 concreta los criterios del Nuevo Enfoque y el
Enfoque Global, establecidos por las Directivas comunitarias en lo siguiente:

La responsabilidad de los daños provocados por los productos que se ponen en


el mercado corresponde al fabricante o importador.
La armonización legislativa se limita a la adopción de las exigencias básicas
que deberán cumplir los productos para poder circular libremente.
Los organismos nacionales de normalización que sean competentes son los
encargados de hacer las normas (especificaciones técnicas) que los agentes
económicos necesitan para producir y comercializar los productos. Cuando los
productos estén amparados en Directivas, sus normas habrán de adecuarse a
las exigencias básicas de las Directivas. Las administraciones nacionales
deberán presumir la conformidad con las exigencias básicas de aquellos
productos fabricados conforme a normas armonizadas (o provisionalmente a
normas nacionales).
La responsabilidad del Control del funcionamiento del conjunto corresponde a
las Administraciones de los Estados miembros.

En lo que se refiere al Enfoque Global, establece que:

La legislación comunitaria deberá ser coherente entre sí en cuanto a los


procedimientos de evaluación de la conformidad, mediante una tipificación
modular de las mismas. Asimismo deberá contemplar los aspectos relacionados
con la autorización y notificación de los organismos de control y los referidos a la
utilización del marcado CE.
Se fomentará en todos los Estados miembros de la Comunidad, y en la propia
Comunidad, la utilización de las normas europeas EN 29000 y EN 45000,
actualmente Normas UNE-EN-ISO 17000, relativas a técnicas de la calidad en el
ámbito de la empresa y en el de los organismos dedicados a actividades de
ensayo y certificación.
Se fomentará igualmente la creación de sistemas de acreditación.

Por otra parte, los reglamentos técnicos nacionales, tanto sobre instalaciones
industriales como relativos a productos, en el marco del Tratado CE, deben respetar
los principios de:

a) Justificación por razones de seguridad de personas y bienes.


b) Proporcionalidad.
c) No pueden establecer directa o indirectamente condiciones de diseño de los
productos.

Para procurar hacer efectivo lo anterior, la Directiva 83/189/CEE, del Consejo, de


28 de marzo de 1983, por la que se establece un procedimiento de información en
materia de las normas y reglamentaciones técnicas (hoy Directiva 98/34/CE) que
dispuso que cada Estado miembro tienen la obligación de comunicar a la Comisión y
a los demás Estados miembros, en la fase de proyecto, las reglamentaciones
técnicas que pretendan adoptar. Todos ellos pueden oponerse, mediante dictamen
motivado, al proyecto comunicado. Si un proyecto llegara a publicarse en el diario
oficial de país correspondiente, sin haber tenido en cuenta tal dictamen, la Comisión
puede llevar al asunto al Tribunal de Justicia.

Todos los reglamentos técnicos españoles de alcance estatal sobre


seguridad industrial han sido sometidos al mencionado procedimiento, desde
la fecha de aplicación de la directiva.

Por último, creemos necesario señalar la aprobación en julio del 2008 de dos
Disposiciones Normativas Comunitarias, con fecha de entrada en vigor el 1 de enero
de 2010, que vienen a ratificar la estructura nacional recogida en el RD 2200/95:

El Reglamento (CE) no 765/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo de 9 de


julio de 2008, por el que se establecen los requisitos de acreditación y vigilancia
del mercado relativos a la comercialización de los productos y por el que se
deroga el Reglamento (CEE) no 339/93.
La Decisión no 768/2008/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 9 de julio
de 2008, sobre un marco común para la comercialización de los productos.

Podemos concluir, en base a todo lo dicho, que la actual legislación española


sobre Seguridad Industrial está totalmente adaptada al marco de la Unión Europea y
se encuentra entre las más modernas e innovadoras de nuestro entorno.

1.4.1. Contenido de los reglamentos de seguridad industrial

El artículo 12 de la Ley 21/1992 dispone que los Reglamentos de Seguridad


establecerán:

Las instalaciones, actividades, equipos o productos sujetos a los mismos.


Las condiciones técnicas o requisitos de seguridad que según su objeto deben
reunir las instalaciones, los equipos, los procesos, los productos industriales y su
utilización, así como los procedimientos técnicos de evaluación de su
conformidad con las referidas condiciones o requisitos.
Las medidas que los titulares deban adoptar para la prevención, limitación y
cobertura de los riesgos derivados de la actividad de las instalaciones o de la
utilización de los productos; incluyendo, en su caso, estudios de impacto
ambiental.
Las condiciones de equipamiento, capacidad técnica y, en su caso, el régimen
de comunicación o declaración responsable sobre el cumplimiento de dichas
condiciones exigidas a las personas o empresas que intervengan en el
proyecto, dirección de obra, ejecución, montaje, conservación y mantenimiento
de instalaciones y productos industriales.
Cuando exista un riesgo directo y concreto para la salud o para la seguridad del
destinatario o de un tercero, la exigencia de suscribir seguros de
responsabilidad civil profesional por parte de las personas o empresas que
intervengan en el proyecto, dirección de obra, ejecución, montaje, conservación
y mantenimiento de instalaciones y productos industriales. La garantía exigida
deberá ser proporcionada a la naturaleza y alcance del riesgo cubierto.
Las instalaciones, equipos y productos industriales deberán estar construidos o
fabricados de acuerdo con lo que prevea la correspondiente reglamentación, que
podrá establecer la obligación de comprobar su funcionamiento y estado de
conservación o mantenimiento mediante inspecciones periódicas.
Los Reglamentos de Seguridad podrán condicionar el funcionamiento de
determinadas instalaciones y la utilización de determinados productos a que se
acredite el cumplimiento de las normas reglamentarias, en los términos que las
mismas establezcan.
Los Reglamentos de Seguridad podrán disponer, como requisito de la
fabricación de un producto o de su comercialización, la previa homologación de
su prototipo, así como las excepciones de carácter temporal a dicho requisito.

Los Reglamentos de Seguridad Industrial de ámbito estatal se aprobarán por el


Gobierno de la Nación, sin perjuicio de que las Comunidades Autónomas, con
competencia legislativa sobre industria, puedan introducir requisitos adicionales sobre
las mismas materias cuando se trate de instalaciones radicadas en su territorio.

1.4.2. Medios de prueba y control administrativo del cumplimiento


reglamentario

En relación con los medios de prueba del cumplimiento reglamentario, el artículo


13 de la Ley 21/1992 dispone que:

1. El cumplimiento de las exigencias reglamentarias en materia de seguridad


industrial, sin perjuicio del control por la Administración pública a que se refiere el
artículo siguiente, se probará por alguno de los siguientes medios, de acuerdo
con lo que establezcan los reglamentos que resulten aplicables:

a) Declaración del titular de las instalaciones y en su caso del fabricante, su


representante, distribuidor o importador del producto.

b) Certificación o Acta de organismo de control, instalador o conservador


habilitado o técnico facultativo competente.
c) Cualquier otro medio de comprobación previsto en el derecho comunitario y
que no se halle comprendido en los apartados anteriores.

2. La prueba a que se refiere el número anterior podrá servir de base para las
actuaciones de la Administración competente previstas en los correspondientes
reglamentos.
3. Las comunicaciones o declaraciones responsables que se realicen en una
determinada Comunidad Autónoma serán válidas, sin que puedan imponerse
requisitos o condiciones adicionales, para el ejercicio de la actividad en todo el
territorio español.
4. Las homologaciones de vehículos, partes integrantes, piezas y sistemas que
afecten al tráfico y circulación corresponden a la Administración del Estado, que
podrá designar para la realización de los ensayos a laboratorios que cumplan las
normas que se dicten por la Comunidad Europea.

Por su parte, el artículo 14 de la ley dispone, en relación con el control


administrativo del citado cumplimiento reglamentario que:

1. Las Administraciones públicas competentes podrán comprobar en cualquier


momento por sí mismas, contando con los medios y requisitos
reglamentariamente exigidos, o a través de organismos de control, el
cumplimiento de las disposiciones y requisitos de seguridad, de oficio o a
instancia de parte interesada en casos de riesgo significativo para las personas,
animales, bienes o medio ambiente.
2. Sin perjuicio de las actuaciones de inspección y control que las Comunidades
Autónomas competentes en la materia desarrollen en su ámbito territorial, el
Ministerio de Industria, Comercio y Turismo podrá promover, en colaboración
con las respectivas Comunidades Autónomas, planes y campañas, de carácter
nacional, de comprobación, mediante muestreo, de las condiciones de seguridad
de los productos industriales, correspondiendo a la Administración competente
en materia de industria la ejecución de los mismos en su territorio.

1.5. LA CONFIGURACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE LOS


ORGANISMOS DE CONTROL (OCA)
Sobre los organismos de control, la Ley de Industria, en su artículo 15, dispone
que:

1. Los organismos de control son aquellas personas físicas o jurídicas que


teniendo capacidad de obrar y disponiendo de los medios técnicos, materiales y
humanos e imparcialidad e independencia necesarias, pueden verificar el
cumplimiento de las condiciones y requisitos de seguridad establecidos en los
Reglamentos de Seguridad para los productos e instalaciones industriales.

Por real decreto del Consejo de Ministros se establecerán los requisitos y


condiciones exigibles a estos organismos y, en particular, sus requisitos de
independencia. Asimismo, dichos organismos deberán cumplir las disposiciones
técnicas que se dicten con carácter estatal a fin de su reconocimiento en el
ámbito de la Unión Europea.
2. La valoración técnica del cumplimiento de los requisitos y condiciones
mencionados en el apartado anterior se realizará por una entidad nacional de
acreditación (ENAC, es la única entidad de acreditación española), al objeto de
verificar y certificar su competencia técnica en la realización de sus actividades,
sin perjuicio de la competencia administrativa para comprobar el cumplimiento de
los requisitos administrativos requeridos.
3. Los organismos de control vendrán obligados, como requisito previo al inicio de
la actividad, a suscribir pólizas de seguro, avales u otras garantías financieras
equivalentes, que cubran los riesgos de su responsabilidad en la cuantía que se
establezca reglamentariamente.
4. El régimen de habilitación para el acceso y ejercicio de la actividad de los
organismos de control consistirá en una declaración responsable ante la
autoridad competente, con acreditación previa de la competencia técnica del
organismo de control por una entidad nacional de acreditación.
La declaración responsable habilitará al organismo de control para desarrollar la
actividad para la que ha sido acreditado en todo el territorio español por tiempo
indefinido, sin perjuicio, en su caso, de lo que disponga la normativa comunitaria
a efectos de su reconocimiento en la Unión Europea.
5. Los certificados emitidos por los organismos de control en el ejercicio de sus
actividades tendrán validez y eficacia en todo el territorio español.
6. La inscripción de los organismos de control en el Registro Integrado Industrial
regulado en el Título IV de esta ley se realizará de oficio por la Administración
pública competente, con base en los datos incluidos en la declaración
responsable.

Por su parte, el artículo 1 dispone, en cuanto al funcionamiento de los organismos


de control, que:

La verificación, por parte de los organismos de control, del cumplimiento de las


condiciones de seguridad se efectuará mediante cualquiera de los
procedimientos de evaluación de la conformidad reglamentariamente
establecidos, acordes, en su caso, con la normativa comunitaria.
Cuando del informe o certificación de un organismo de control no resulte
acreditado el cumplimiento de las exigencias reglamentarias, el interesado podrá
manifestar su disconformidad ante el organismo de control y, en caso de
desacuerdo, ante la Administración competente. La Administración requerirá del
organismo los antecedentes y practicará las comprobaciones que correspondan
dando audiencia al interesado en la forma prevista en la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, del Régimen Jurídico de las Administraciones públicas y del
Procedimiento Administrativo Común, resolviendo en el plazo que al efecto
establezca, y en su defecto en el plazo de tres meses, si es o no correcto el
control realizado por el organismo. En tanto no exista una revocación de la
certificación negativa por parte de la Administración, el interesado no podrá
solicitar el mismo control de otro organismo de control.
La supervisión de los organismos de control se llevará a cabo tal como
establece la Ley 20/2013, de 9 de diciembre, de garantía de la unidad de
mercado, en su Capítulo VI.
Los titulares o responsables de actividades e instalaciones sujetas a inspección
y control por seguridad industrial están obligados a permitir el acceso a las
instalaciones a los expertos de los organismos de control, facilitándoles la
información y documentación necesarias para cumplir su tarea según el
procedimiento reglamentariamente establecido.
Los organismos de control deberán facilitar, a la Administración competente, la
información sobre sus actividades que reglamentariamente se determine.

1.6. LA REGULACIÓN DE LAS ENTIDADES DE


ACREDITACIÓN
El artículo 17 de la Ley 21/1992 regula las Entidades de Acreditación,
disponiendo que:

1. Las Entidades de Acreditación son instituciones, sin ánimo de lucro, que se


constituyen con el fin de verificar en el ámbito estatal el cumplimiento de las
condiciones y requisitos técnicos exigidos para el funcionamiento de los
organismos de control.

2. Estas entidades deberán estar constituidas y operar de forma que se garantice


la imparcialidad y competencia técnica de sus intervenciones. En sus órganos de
gobierno habrán de estar representados, de forma equilibrada, tanto las
Administraciones, como las partes interesadas en el proceso de acreditación.
3. Las condiciones y requisitos para la constitución de Entidades de Acreditación
se fijarán reglamentariamente, ajustándose a lo establecido en las normas de la
Comunidad Económica Europea.
4. Únicamente podrán actuar en el ámbito de la seguridad industrial aquellas
Entidades de Acreditación que hayan sido informadas positivamente por el
Consejo de Coordinación de la Seguridad Industrial, por una mayoría de tres
quintos de sus miembros.
5. Las Entidades de Acreditación se inscribirán en el Registro Integrado Industrial
establecido en el Título IV de esta ley. Dicha inscripción se realizará de oficio
por la Administración competente que las designe.

En el caso español solo existe una entidad de Acreditación, ENAC (Entidad


Nacional de Acreditación), cuya designación ha quedado establecida por el Real
Decreto 1715/2010.

1.7. PROCEDIMIENTO DE HABILITACIÓN DE


EMPRESAS INSTALADORAS Y MANTENEDORAS (O
REPARADORAS) DE INSTALACIONES Y EQUIPOS
INDUSTRIALES
La normativa de seguridad industrial establece un procedimiento común, con
algunas particularidades establecidas por los distintos reglamentos e ITC (que
iremos recogiendo en los distintos capítulos del libro) para la habilitación de las
empresas instaladoras y de las empresas mantenedoras (reparadoras, según la
denominación de algunos reglamentos e ITC) de instalaciones y equipos industriales
sometidos a reglamentación de seguridad industrial, tanto españolas, como
legalmente establecidas para el ejercicio de esa actividad en cualquier otro Estado
miembro de la Unión Europea.

Este procedimiento común dispone que estas empresas instaladoras o


mantenedoras (que pueden personas físicas o jurídicas) deberán presentar ante el
órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que se establezcan una
declaración responsable en la que el titular de la empresa o el representante legal
de la misma declare que cumple los requisitos que se exigen por el reglamento de
aplicación y, si procede, por las correspondientes ITC y dispone de la documentación
que así lo acredita, que se compromete a mantenerlos durante la vigencia de la
actividad y que se responsabiliza de que la ejecución de las instalaciones, o la
actividad de mantenimiento (según proceda) se efectúa de acuerdo con las normas y
requisitos que se señalen en los reglamentos y en las instrucciones técnicas
complementarias aplicables. (En anexo I recogemos el modelo de Declaración
Responsable recogido por el Ministerio de Industria, cuyo contenido, aunque cambie
el formato, coincide con el modelo adoptado por las respectivas Comunidades
Autónomas).

En el caso de empresas legalmente establecidas para el ejercicio de la actividad


en cualquier otro Estado miembro de la Unión Europea, para la acreditación del
cumplimiento del requisito de personal cualificado la declaración deberá hacer
constar que la empresa dispone de la documentación que acredita la capacitación del
personal afectado, de acuerdo con la normativa del país de establecimiento y
conforme a lo previsto en la normativa de la Unión Europea sobre reconocimiento de
cualificaciones profesionales (aplicada en España mediante el Real Decreto
1837/2008, de 8 de noviembre). La autoridad competente podrá verificar esa
capacidad con arreglo a lo dispuesto en el artículo 15 del Real Decreto 1837/2008,
de 8 de noviembre.

En la Declaración Responsable las empresas deberán incluir los datos que


especifiquen los correspondientes reglamentos e ITC aplicables (que señalaremos en
los capítulos correspondientes).

Las Comunidades Autónomas deberán posibilitar que la declaración responsable


sea realizada por medios electrónicos.

No se podrá exigir la presentación de documentación acreditativa del


cumplimiento de los requisitos junto con la declaración responsable. No
obstante, esta documentación deberá estar disponible para su presentación
inmediata ante la Administración competente cuando esta así lo requiera en el
ejercicio de sus facultades de inspección, comprobación y control.

El órgano competente de la Comunidad Autónoma, asignará, de oficio, un número


de identificación a la empresa instaladora y/o a la empresa mantenedora y remitirá
los datos necesarios para su inclusión en el Registro Integrado Industrial regulado
en el Título IV de la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria y en su normativa
reglamentaria de desarrollo. La declaración responsable habilita por tiempo
indefinido a la empresa instaladora y/o mantenedora, desde el momento de su
presentación ante la Administración competente, para el ejercicio de la actividad en
todo el territorio español, sin que puedan imponerse requisitos o condiciones
adicionales.

Al amparo de lo previsto en el apartado 3 del artículo 71 bis de la Ley 30/1992,


de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones públicas y del
Procedimiento Administrativo Común, la

Administración competente podrá regular un procedimiento para comprobar a


posteriori lo declarado por el interesado.

La no presentación de la declaración, así como la inexactitud, falsedad u omisión,


de carácter esencial, de datos o manifestaciones que deban figurar en dicha
declaración habilitará a la Administración competente para dictar resolución
motivada, previa audiencia del interesado, por la que se declare la imposibilidad de
seguir ejerciendo la actividad y, si procede, se inhabilite temporalmente para el
ejercicio de la misma, sin perjuicio de las responsabilidades que pudieran derivarse
de las actuaciones realizadas.
Cualquier hecho que suponga modificación de alguno de los datos incluidos en la
declaración originaria, así como el cese de las actividades, deberá ser comunicado
por el interesado al órgano competente de la Comunidad Autónoma donde presentó
la declaración responsable, en el plazo de un mes.

Los reglamentos e ITC aplicables en cada caso establecerán también (y así lo


recogeremos en los capítulos correspondientes) los requisitos particulares que
deberán cumplir estas empresas.

Con carácter general, todas las empresas instaladoras y/o mantenedoras


deberán cumplir los siguientes requisitos comunes:

a) Disponer de la documentación que identifique a la empresa instaladora y/o


mantenedora, que en el caso de persona jurídica, deberá estar constituida
legalmente.
b) Disponer de los medios técnicos y de los medios humanos necesarios (que
incluirán un titulado competente, que será el responsable técnico) para realizar su
actividad en condiciones de seguridad, según lo establecido en cada reglamento
y sus correspondientes ITC.
c) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio, por la cuantía mínima establecida en cada reglamento o ITC. Estas
cuantías mínimas se actualizarán por orden del Ministro de Industria, Turismo y
Comercio, siempre que sea necesario para mantener la equivalencia económica
de la garantía y previo informe de la Comisión Delegada del Gobierno para
Asuntos Económicos.

Las empresas instaladoras y/o mantenedoras no podrán facilitar, ceder o


enajenar certificados de instalación o mantenimiento no realizadas por ella
misma.

El incumplimiento de los requisitos exigidos, verificado por la autoridad


competente y declarado mediante resolución motivada, conllevará el cese de la
actividad, salvo que pueda incoarse un expediente de subsanación de errores, sin
perjuicio de las sanciones que pudieran derivarse de la gravedad de las actuaciones
realizadas. La autoridad competente, en este caso, abrirá un expediente informativo
al titular de la instalación, que tendrá quince días naturales a partir de la
comunicación para aportar las evidencias o descargos correspondientes. No
obstante, en caso de grave infracción, el órgano competente de la Comunidad
Autónoma podrá suspender cautelarmente las actuaciones de una empresa, mientras
se resuelva el expediente, por un período no superior a tres meses.

El órgano competente de la Comunidad Autónoma dará traslado inmediato al


Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de la inhabilitación temporal, las
modificaciones y el cese de la actividad a los que se refieren los apartados
precedentes para la actualización de los datos en el Registro Integrado Industrial
regulado en el Título IV de la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria, tal y como lo
establece su normativa reglamentaria de desarrollo.

1.8. OBLIGACIONES DE LAS EMPRESAS


INSTALADORAS Y/O MANTENEDORAS EN
MATERIA DE INFORMACIÓN Y RECLAMACIONES
Las empresas instaladoras y/o mantenedoras deben cumplir las obligaciones de
información de los prestadores y las obligaciones en materia de reclamaciones
establecidas, respectivamente, en los artículos 22 y 23 de la Ley 17/2009, de 23 de
noviembre, sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio. Es
decir:

Obligaciones de información

Sin perjuicio de las obligaciones de información establecidas en la legislación de


protección de los consumidores y usuarios que resulte de aplicación, los prestadores
de servicios, con la debida antelación, pondrán a disposición de los destinatarios,
antes de la celebración del contrato, o en su caso, antes de la prestación del
servicio, de forma fácilmente accesible, la información siguiente:

a) Los datos de identidad, forma y régimen jurídico, número de identificación fiscal


del prestador, dirección donde tiene su establecimiento, y los datos que
permitan ponerse rápidamente en contacto con él y en su caso, por vía
electrónica.
b) Datos registrales del prestador del servicio.
c) Los datos de la autoridad que, en su caso, haya otorgado la autorización.
d) En las profesiones reguladas, la cualificación profesional y el Estado miembro en
el que fue otorgada, así como, en su caso, el colegio profesional, la asociación
profesional u organismo análogo en el que esté inscrito el prestador.
e) Las condiciones y cláusulas generales, y las relativas a la legislación y
jurisdicción aplicable al contrato.
f) Garantías posventa adicionales a las exigidas por ley, en su caso.
g) El precio completo del servicio, incluidos los impuestos, cuando el prestador fije
previamente un precio para un determinado tipo de servicio.
h) Las principales características del servicio o servicios que ofrezca.
i) En su caso, el seguro o garantías exigidas, y en particular, los datos del
asegurador y de la cobertura geográfica del seguro.
j) En caso de que el prestador ejerza una actividad sujeta al IVA, el número de
identificación fiscal.
k) Lengua o lenguas en las que podrá formalizarse el contrato, cuando esta no sea
la lengua en la que se le ha ofrecido la información previa a la contratación.
l) Existencia del derecho de desistimiento del contrato que pueda corresponder al
consumidor, el plazo y la forma de ejercitarlo.

Además, a petición del destinatario, pondrán a su disposición la siguiente


información complementaria:

a) Cuando el precio no lo fije previamente el prestador, el precio del servicio o, si no


se puede indicar aquel, el método para calcularlo; o un presupuesto
suficientemente detallado.
b) Fecha de entrega, ejecución del contrato y duración.
c) En el caso de las profesiones reguladas: referencia a las normas de acceso a la
profesión en el Estado miembro de establecimiento y los medios para acceder a
dichas normas.
d) La información relativa a sus actividades multidisciplinares, posibles conflictos de
interés y las medidas adoptadas para evitarlos. Esta información deberá figurar
en todo documento informativo de los prestadores en el que se presenten de
forma detallada sus servicios.
e) Los posibles códigos de conducta a que, en su caso, esté sometido el prestador,
así como la dirección en que dichos códigos se pueden consultar por vía
electrónica y en qué idiomas están disponibles.
f) Información detallada sobre las características y condiciones para hacer uso de
los medios extrajudiciales de resolución de conflictos cuando estén sujetos a un
código de conducta o sean miembros de alguna organización profesional en los
que se prevean estos mecanismos.

La información a que se refieren los apartados anteriores se pondrá a disposición


del destinatario por el prestador, en alguna de las formas siguientes:

En el lugar de prestación del servicio o de celebración del contrato.


Por vía electrónica a través de una dirección facilitada por el prestador.
Figurando dicha información en todo documento informativo del prestador que se
facilite al destinatario y en el que se presenten de forma detallada sus servicios.
Por vía electrónica a través de una página web.

Obligaciones en materia de reclamaciones

Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 21 del Real Decreto Legislativo 1/2007,


de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General
para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias, los
prestadores deberán:
Poner a disposición de los destinatarios un número de teléfono, una dirección
postal, número de fax o dirección de correo electrónico, con el fin de que estos
puedan dirigir sus reclamaciones o peticiones de información sobre el servicio
prestado.
Comunicar su dirección legal, si esta no coincide con su dirección habitual para
la correspondencia.
Dar respuesta a las reclamaciones a las que se refiere el apartado anterior en el
plazo más breve posible y en cualquier caso antes de un mes desde que las
mismas se hayan recibido por el prestador. La respuesta se realizará en la
misma lengua en la que se ha realizado el contrato.

ANEXO I: Modelo de Declaración Responsable


(Ministerio de Industria)
CAPÍTULO 2.
INSTALACIONES ELÉCTRICAS
2.1. INTRODUCCIÓN
Las instalaciones eléctricas suponen uno de los principales ámbitos o campos de
la seguridad industrial, ya que está presente en la totalidad de empresas.

La normativa de seguridad industrial sobre instalaciones eléctricas, podemos


dividirla en cuatro apartados claramente delimitados:

Instalaciones eléctricas de baja tensión


Centros de transformación, subestaciones y centrales eléctricas
Líneas aéreas de alta tensión
Eficiencia energética y alumbrado exterior

Sin duda, la baja tensión y los centros de transformación son las instalaciones
eléctricas que con más frecuencia nos vamos a encontrar en las industrias. La baja
tensión afecta a cualquier empresa, con independencia del tamaño, como veremos a
continuación, y en cuanto a los centros de transformación, rara es la empresa o
industria que no cuenta con alguno, en cuanto tenga una cierta envergadura o
tamaño. Se trata además de una instalación vital para el funcionamiento de la
empresa, pero también para su seguridad, ya que una gran parte de los siniestros
industriales acaecidos (principalmente incendios por cortocircuitos y sobrecargas de
la instalación), dependen de un inadecuado e insuficiente mantenimiento de las
instalaciones eléctricas.

Pasamos, por tanto, a analizar cada una de estas cuatro clases de instalaciones.

2.2. INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN

2.2.1. Normativa reguladora

Las instalaciones eléctricas de baja tensión están reguladas por el Real Decreto
842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento Electrotécnico
para Baja Tensión y sus Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC) BT-01 a
BT-51.

En este reglamento se definen de manera mucho más precisa las figuras de los
instaladores y empresas autorizadas, teniendo en cuenta las distintas formaciones
docentes y experiencias obtenidas en este campo. Se establece una categoría
básica, para la realización de las instalaciones eléctricas más comunes, y una
categoría especialista, con varias modalidades, atendiendo a las instalaciones que
presentan peculiaridades relevantes.

Para la ejecución y puesta en servicio de las instalaciones se requiere en todos


los casos la elaboración de una documentación técnica, en forma de proyecto o
memoria, según las características de aquellas y el registro en la correspondiente
Comunidad Autónoma.

Por primera vez en un reglamento de este tipo se exige la entrega al titular de una
instalación de una documentación donde se reflejen sus características
fundamentales, trazado, instrucciones y precauciones de uso, etc. Carecía de
sentido no proceder de esta manera con una instalación de un inmueble, mientras se
proporciona sistemáticamente un libro de instrucciones con cualquier aparato
eléctrico de escaso valor económico.

Se establece un cuadro de inspecciones por organismos de control, en el caso de


instalaciones cuya seguridad ofrece particular relevancia, sin obviar que los titulares
de las mismas deben mantenerlas en buen estado.

El artículo 1 del REBT determina que el mismo tiene por objeto establecer las
condiciones técnicas y garantías que deben reunir las instalaciones eléctricas
conectadas a una fuente de suministro en los límites de baja tensión, con la finalidad
de:

a) Preservar la seguridad de las personas y los bienes.


b) Asegurar el normal funcionamiento de dichas instalaciones y prevenir las
perturbaciones en otras instalaciones y servicios.
c) Contribuir a la fiabilidad técnica y a la eficiencia económica de las instalaciones.

El presente reglamento se aplicará a las instalaciones que distribuyan la energía


eléctrica, a las generadoras de electricidad para consumo propio y a las receptoras,
en los siguientes límites de tensiones nominales:

a) Corriente alterna: Igual o inferior a 1.000 voltios.


b) Corriente continua: Igual o inferior a 1.500 voltios.

El presente reglamento se aplicará:

a) A las nuevas instalaciones, a sus modificaciones y a sus ampliaciones.


b) A las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor que sean objeto de
modificaciones de importancia, reparaciones de importancia y a sus
ampliaciones.
c) A las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor, en lo referente al
régimen de inspecciones, si bien los criterios técnicos aplicables en dichas
inspecciones serán los correspondientes a la reglamentación con la que se
aprobaron.

Se entenderá por modificaciones o reparaciones de importancia las que afectan a


más del 50 por 100 de la potencia instalada. Igualmente se considerará modificación
de importancia la que afecte a líneas completas de procesos productivos con nuevos
circuitos y cuadros, aún con reducción de potencia.

Asimismo, se aplicará a las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor,


cuando su estado, situación o características impliquen un riesgo grave para las
personas o los bienes, o se produzcan perturbaciones importantes en el normal
funcionamiento de otras instalaciones, a juicio del órgano competente de la
Comunidad Autónoma.

2.2.2. Puesta en servicio de la instalación

La puesta en servicio de la instalación se regula en el art. 18 del REBT. Según lo


establecido en el artículo 12.3 de la Ley 21/1992, de Industria, la puesta en servicio
y utilización de las instalaciones eléctricas se condiciona al siguiente procedimiento:

a) Deberá elaborarse, previamente a la ejecución, una documentación técnica que


defina las características de la instalación y que, en función de sus
características, según determine la correspondiente ITC, revestirá la forma de
proyecto o memoria técnica. En la ITC-BT-04, se detallan las nuevas
instalaciones que requieren de la elaboración de proyecto. Entre toda la relación
de instalaciones que se recoge en esta ITC, destacamos las siguientes:

Las correspondientes a industrias, en general, con una potencia prevista en la


instalación superior a 20 kW (P>20kW).
Las correspondientes a locales de pública concurrencia, sin limitación de
potencia.
Las correspondientes a locales con riesgo de incendio o explosión, excepto
garajes, sin limitación de potencia.

b) La instalación deberá verificarse por el instalador, con la supervisión del director


de obra en su caso, a fin de comprobar la correcta ejecución y funcionamiento
seguro de la misma.
c) Asimismo, cuando así se determine en la correspondiente ITC, la instalación
deberá ser objeto de una inspección inicial, por un organismo de control.
d) A la terminación de la instalación y realizadas las verificaciones pertinentes y, en
su caso, la inspección inicial, el instalador autorizado ejecutor de la instalación,
emitirá un certificado de instalación, en el que se hará constar que la misma se
ha realizado de conformidad con lo establecido en el reglamento y sus
instrucciones técnicas complementarias y de acuerdo con la documentación
técnica.
e) El certificado, junto con la documentación técnica y, en su caso, el certificado de
dirección de obra y el de inspección inicial, deberá depositarse ante el órgano
competente de la Comunidad Autónoma, con objeto de registrar la referida
instalación, recibiendo las copias diligenciadas necesarias para la constancia de
cada interesado y solicitud de suministro de energía. Las Administraciones
competentes deberán facilitar que estas documentaciones puedan ser
presentadas y registradas por procedimientos informáticos o telemáticos.

Las instalaciones eléctricas de baja tensión se ejecutarán por empresas


instaladoras autorizadas en baja tensión, autorizadas para el ejercicio de la actividad
según lo establecido en la correspondiente instrucción técnica complementaria, sin
perjuicio de su posible proyecto y dirección de obra por técnicos titulados
competentes.
Modelo de certificado de instalación eléctrica de baja tensión

Según lo establecido en el artículo 13.3 de la Ley 21/1992, de Industria, las


autorizaciones concedidas por los correspondientes órganos competentes de las
Comunidades Autónomas a las empresas instaladoras tendrán ámbito estatal.

La empresa suministradora no podrá conectar la instalación receptora a la red de


distribución si no se le entrega la copia correspondiente del certificado de instalación
debidamente diligenciado por el órgano competente de la Comunidad Autónoma.
Como anexo al certificado de instalación que se entregue al titular de cualquier
instalación eléctrica, la empresa instaladora deberá confeccionar unas instrucciones
para el correcto uso y mantenimiento de la misma. Dichas instrucciones incluirán, en
cualquier caso, como mínimo, un esquema unifilar de la instalación con las
características técnicas fundamentales de los equipos y materiales eléctricos
instalados, así como un croquis de su trazado.

Cualquier modificación o ampliación requerirá la elaboración de un complemento a


lo anterior, en la medida que sea necesario.

2.2.3. Mantenimiento de las instalaciones

Los titulares de las instalaciones deberán mantener en buen estado de


funcionamiento sus instalaciones, utilizándolas de acuerdo con sus características y
absteniéndose de intervenir en las mismas para modificarlas. Si son necesarias
modificaciones, estas deberán ser efectuadas por un instalador autorizado.

2.2.4. Verificaciones e inspecciones

El artículo 21 del REBT establece que sin perjuicio de la facultad que, de acuerdo
con lo señalado en el artículo 14 de la Ley 21/1992, de Industria, posee la
Administración pública competente para llevar a cabo, por sí misma, las actuaciones
de inspección y control que estime necesarias, el cumplimiento de las disposiciones y
requisitos de seguridad establecidos por el presente reglamento y sus instrucciones
técnicas complementarias, según lo previsto en el artículo 12.3 de dicha ley, deberá
ser comprobado, en su caso, por un organismo de control autorizado en este campo
reglamentario.

A tal fin, la correspondiente Instrucción Técnica Complementaria (ITC- BT-05)


determinará:

a) Las instalaciones y las modificaciones, reparaciones o ampliaciones de


instalaciones que deberán ser objeto de inspección inicial, antes de su puesta en
servicio.
b) Las instalaciones que deberán ser objeto de inspección periódica.
c) Los criterios para la valoración de las inspecciones, así como las medidas a
adoptar como resultado de las mismas.
d) Los plazos de las inspecciones periódicas.

La ITC-BT-05 determina que las instalaciones eléctricas en baja tensión deberán


ser verificadas, previamente a su puesta en servicio y según corresponda en función
de sus características, siguiendo la metodología de la norma UNE 20460-6-61.
Las instalaciones eléctricas en baja tensión de especial relevancia que se citan a
continuación, deberán ser objeto de inspección por un organismo de control, a fin de
asegurar, en la medida de lo posible, el cumplimiento reglamentario a lo largo de la
vida de dichas instalaciones. Las inspecciones podrán ser:

Iniciales: Antes de la puesta en servicio de las instalaciones.


Periódicas.

Instalaciones que requieren de inspección inicial

Serán objeto de inspección, una vez ejecutadas las instalaciones, sus


ampliaciones o modificaciones de importancia y previamente a ser documentadas
ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma, las siguientes instalaciones:

a) Instalaciones industriales que precisen proyecto, con una potencia instalada


superior a 100 kW;
b) Locales de Pública Concurrencia;
c) Locales con riesgo de incendio o explosión, de clase I, excepto garajes de
menos de 25 plazas;
d) Locales mojados con potencia instalada superior a 25 kW;
e) Piscinas con potencia instalada superior a 10 kW;
g) Quirófanos y salas de intervención;
h) Instalaciones de alumbrado exterior con potencia instalada superior 5 kW.

Instalaciones que requieren de inspección periódica

Serán objeto de inspecciones periódicas, cada 5 años, todas las instalaciones


eléctricas en baja tensión que precisaron inspección inicial, y cada 10 años, las
comunes de edificios de viviendas de potencia total instalada superior a 100 kW.

Instalaciones de toma de tierra

Es importante mencionar las instalaciones de puesta a tierra, reguladas en la ITC-


BT-18, por la importancia que ofrecen, desde el punto de vista de la seguridad. Por
ello, cualquier instalación de puesta a tierra deberá ser obligatoriamente comprobada
por el director de la obra o instalador autorizado en el momento de dar de alta la
instalación para su puesta en marcha o en funcionamiento.

Personal técnicamente competente efectuará la comprobación de la instalación


de puesta a tierra, al menos anualmente, en la época en laque el terreno esté más
seco. Para ello, se medirá la resistencia de tierra, y se repararán con carácter
urgente los defectos que se encuentren.

En los lugares en que el terreno no sea favorable a la buena conservación de los


electrodos, estos y los conductores de enlace entre ellos hasta el punto de puesta a
tierra, se pondrán al descubierto para su examen, al menos una vez cada cinco años.

Modelo de inspección periódica por OCA de instalación eléctrica de baja tensión

2.2.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

R.D. 842/2002, de 2 de agosto, por el que


Normativa aprueba el Reglamento Electrotécnico de
reguladora Baja Tensión y sus Instrucciones Técnicas
Complementarias (ITC-BT-01 a ITC-BT-51)

■ Proyecto o Memoria Técnica (ITC-BT-04)


■ Verificación por instalador con supervisión
del director de obra, en su caso (ITC-BT-
Puesta en 05)
Servicio de ■ Inspección oficial por OCA (ITC-BT-05)
la ■ Emisión de certificado por instalador
Instalación autorizado
■ Registro ante el Órgano competente de la
Comunidad Autónoma

■ Mantenerlas en buen estado de


Mantenimiento funcionamiento
■ Modificaciones por instalador autorizado

Inspección Inicial por OCA (ITC-BT-05):


a) Instalaciones industriales que precisen
Instalaciones proyecto, con una potencia instalada
Eléctricas de superior a 100 kW;
Baja Tensión b) Locales de Pública Concurrencia;
c) Locales con riesgo de incendio o
explosión, de clase I, excepto garajes de
menos de 25 plazas;
d) Locales mojados con potencia instalada
superior a 25 kW;
e) Piscinas con potencia instalada superior a
10 kW;
g) Quirófanos y salas de intervención;
Inspecciones
h) Instalaciones de alumbrado exterior con
potencia instalada superior 5 kW
Inspección Periódica por OCA (ITC-BT-05):
Cada 5 años, todas las instalaciones
eléctricas en BT que precisaron inspección
inicial, y cada 10 años, las comunes de
edificios de viviendas de potencia total
instalada > 100 Kw Tomas a tierra (ITC-BT-
18):
■ Comprobación por el Director de Obra o
Instalador Autorizado en el momento de
dar de alta la instalación
■ Mediciones anuales por instalador
autorizado (todas las Instalaciones).

2.2.6. Empresas instaladoras habilitadas

Según el art. 22 del REBT, las instalaciones eléctricas de baja tensión se


ejecutarán por empresas instaladoras en baja tensión, que serán aquellas personas
físicas o jurídicas que hayan presentado la declaración responsable de inicio de
actividad según se establece en la correspondiente instrucción técnica
complementaria. Ello se entiende sin perjuicio del posible proyecto y dirección de
obra por técnicos titulados competentes que, en su caso, requieran las citadas
instalaciones.

La ITC-BT-03 establece las condiciones y requisitos que deben observarse para


la certificación de la competencia y la habilitación como empresa instaladora en el
ámbito de aplicación del REBT.

Empresa instaladora en baja tensión es la persona física o jurídica que realiza,


mantiene o repara las instalaciones eléctricas en el ámbito del REBT, habiendo
presentado la correspondiente declaración responsable de inicio de actividad según
lo prescrito en la ITC-BT-03.

Instalador en baja tensión es la persona física que tiene conocimientos para


desempeñar alguna de las actividades correspondientes a las categorías indicadas
en el apartado 3 de la ITC-BT-03, cumpliendo lo establecido en el apartado 4 de
dicha ITC.

Los instaladores autorizados en baja tensión se clasifican en las siguientes


categorías:

Categoría básica (IBTB)

Los instaladores de esta categoría podrán realizar, mantener y reparar las


instalaciones eléctricas para baja tensión en edificios, industrias, infraestructuras
y, en general, todas las comprendidas en el ámbito del presente Reglamento
Electrotécnico para Baja Tensión, que no se reserven a la categoría especialista
(IBTE).

Categoría especialista (IBTE)

Los instaladores y empresas instaladoras de la categoría especialista podrán


realizar, mantener y reparar las instalaciones de la categoría básica y, además,
las correspondientes a:
— Sistemas de automatización, gestión técnica de la energía y seguridad para viviendas y edificios;
— sistemas de control distribuido;
— sistemas de supervisión, control y adquisición de datos;
— control de procesos;
— líneas aéreas o subterráneas para distribución de energía;
— locales con riesgo de incendio o explosión;
— quirófanos y salas de intervención;
— lámparas de descarga en alta tensión, rótulos luminosos y similares;
— instalaciones generadoras de baja tensión;

que estén contenidas en el ámbito del REBT y sus ITC.

El instalador en baja tensión deberá desarrollar su actividad en el seno de una


empresa instaladora de baja tensión habilitada y deberá cumplir y poder acreditar
ante la Administración competente cuando esta así lo requiera en el ejercicio de sus
facultades de inspección, comprobación y control, una de las siguientes situaciones:

a) Disponer de un título universitario cuyo plan de estudios cubra las materias


objeto del REBT.
b) Disponer de un título de formación profesional o de un certificado de
profesionalidad incluido en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales,
cuyo ámbito competencial coincida con las materias objeto del REBT.
c) Tener reconocida una competencia profesional adquirida por experiencia laboral,
de acuerdo con lo estipulado en el Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de
reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia
laboral, en las materias objeto del REBT.

Habilitación de empresas instaladoras de baja tensión

Antes de comenzar sus actividades como empresas instaladoras en baja tensión,


las personas físicas o jurídicas que deseen establecerse en España deberán
presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que se
establezcan una declaración responsable en la que el titular de la empresa o el
representante legal de la misma declare para qué categoría, y en su caso,
modalidad, va a desempeñar la actividad, que cumple los requisitos que se exigen
por esta ITC, que dispone de la documentación que así lo acredita, que se
compromete a mantenerlos durante la vigencia de la actividad y que se
responsabiliza de que la ejecución de las instalaciones se efectúa de acuerdo con las
normas y requisitos que se establecen en el REBT.

Todo el procedimiento de habilitación como empresa instaladora, se recoge en


detalle en el Capítulo 1.

Las empresas instaladoras de baja tensión cumplirán lo siguiente:

a) Disponer de la documentación que identifique a la empresa instaladora, que en el


caso de persona jurídica deberá estar constituida legalmente.
b) Contar con los medios técnicos y humanos mínimos necesarios para realizar sus
actividades en condiciones de seguridad, que se determinan en el Apéndice de
esta ITC, para las respectivas categorías.
c) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por una cuantía mínima de 600.000 euros para la categoría básica y de
900.000 euros para la categoría especialista.

Obligaciones de los instaladores habilitados de baja tensión

Los instaladores autorizados en baja tensión deben, en sus respectivas


categorías:

a) Ejecutar, modificar, ampliar, mantener o reparar las instalaciones que les sean
adjudicadas o confiadas, de conformidad con la normativa vigente y con la
documentación de diseño de la instalación, utilizando, en su caso, materiales y
equipos que sean conformes a la legislación que les sea aplicable.
b) Efectuar las pruebas y ensayos reglamentarios que les sean atribuidos.
c) Realizar las operaciones de revisión y mantenimiento que tengan encomendadas,
en la forma y plazos previstos.
d) Emitir los certificados de instalación o mantenimiento, en su caso.
e) Coordinar, en su caso, con la empresa suministradora y con los usuarios las
operaciones que impliquen interrupción del suministro.
f) Notificar a la Administración competente los posibles incumplimientos
reglamentarios de materiales o instalaciones, que observasen en el desempeño
de su actividad. En caso de peligro manifiesto, darán cuenta inmediata de ello a
los usuarios y, en su caso, a la empresa suministradora, y pondrá la
circunstancia en conocimiento del órgano competente de la Comunidad
Autónoma en el plazo máximo de 24 horas.
g) Asistir a las inspecciones establecidas por el reglamento, o las realizadas de
oficio por la Administración, si fuera requerido por el procedimiento.
h) Mantener al día un registro de las instalaciones ejecutadas o mantenidas.
i) Informar a la Administración competente sobre los accidentes ocurridos en las
instalaciones a su cargo.
j) Conservar a disposición de la Administración, copia de los contratos de
mantenimiento al menos durante los 5 años inmediatos posteriores a la
finalización de los mismos.

2.3. INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE ALTA TENSIÓN


2.3.1. Normativa reguladora

El Real Decreto 337/2014, de 9 de mayo, por el que se aprueban el Reglamento


sobre Condiciones Técnicas y Garantías de Seguridad en Instalaciones Eléctricas de
Alta Tensión y sus Instrucciones Técnicas Complementarias ITCRAT 01 a 23, viene a
sustituir al derogado Real Decreto 3275/1982, de 12 de noviembre, por el que se
aprobaba el Reglamento sobre Condiciones Técnicas y Garantías de Seguridad en
Centrales Eléctricas, Subestaciones y Centros de Transformación.

Mediante este real decreto se aprueba un conjunto normativo que, en línea con
otros vigentes en materia de seguridad industrial, adopta la forma de un reglamento
que contiene las disposiciones técnicas y administrativas generales, así como unas
instrucciones técnicas complementarias (denominadas ITCRAT) que desarrollan y
concretan las previsiones del primero para materias específicas.

Con el objetivo de posibilitar la ejecución de las instalaciones eléctricas de alta


tensión que no sean propiedad de empresas de producción, transporte y distribución
de energía eléctrica, se introducen las figuras de instalador y empresa instaladora de
instalaciones de alta tensión, que hasta ahora no habían sido definidas. Se exige
también que el titular contrate el mantenimiento de la instalación, a fin de garantizar
su debido estado de conservación y funcionamiento. Complementariamente, se prevé
la inspección periódica de las instalaciones, cada tres años, como mínimo, por
organismos de control. Todo ello, con independencia de la necesidad de un proyecto
previo y dirección de obra por titulado competente.

Según el artículo 1 del reglamento, el mismo tiene por objeto establecer las
condiciones técnicas y garantías de seguridad a que han de someterse las
instalaciones eléctricas de alta tensión, a fin de:

a) Proteger las personas y la integridad y funcionalidad de los bienes que pueden


resultar afectados por las mismas.
b) Conseguir la necesaria calidad en los suministros de energía eléctrica y
promover la eficiencia energética.
c) Establecer la normalización precisa para reducir la extensa tipificación que existe
en la fabricación de material eléctrico.
d) Facilitar desde la fase de proyecto de las instalaciones su adaptación a los
futuros aumentos de carga racionalmente previsibles.

Las disposiciones de este reglamento se aplican a las instalaciones eléctricas de


alta tensión, entendiéndose como tales las de corriente alterna trifásica de frecuencia
de servicio inferior a 100 Hz, cuya tensión nominal eficaz entre fases sea superior a 1
kV.
Aquellas instalaciones en las que se prevea utilizar corriente continua, corriente
alterna polifásica o monofásica, deberán ser objeto de una justificación especial por
parte del proyectista, el cual deberá adaptar las prescripciones y principios básicos
de este reglamento a las peculiaridades del sistema propuesto.

A efectos de este reglamento se consideran incluidas todas las instalaciones


eléctricas de conjuntos o sistemas de elementos, componentes, estructuras,
aparatos, máquinas y circuitos de trabajo entre los límites de tensión y frecuencia
especificados que se utilicen para la producción y transformación de la energía
eléctrica o para la realización de cualquier otra transformación energética con
intervención de la energía eléctrica.

También se incluyen los circuitos auxiliares asociados a las instalaciones de alta


tensión con fines de protección, medida, control, mando y señalización,
independientemente de su tensión de alimentación, así como los cuadros de
distribución de baja tensión que puedan ser objeto de requisitos técnicos adicionales
por el hecho de estar dentro de una instalación de alta tensión.

Centro de Transformación

No será de aplicación este reglamento a líneas de alta tensión, ni a cualquier otra


instalación que dentro de su ámbito de aplicación se rija por una reglamentación
específica que establezca las condiciones técnicas y garantías de seguridad de la
instalación, salvo las instalaciones eléctricas de centrales nucleares que quedan
sometidas a las prescripciones de este reglamento y además a su normativa
específica.

El reglamento se aplicará:

a) A las nuevas instalaciones, a sus modificaciones y a sus ampliaciones.


b) A las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor que sean objeto de
modificaciones, afectando las disposiciones de este reglamento exclusivamente a
la parte de instalación modificada.
c) A las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor, en lo referente al
régimen de inspecciones que se establecen en el Reglamento sobre Periodicidad
y Agentes Intervinientes, si bien los criterios técnicos aplicables en dichas
inspecciones serán los correspondientes a la reglamentación con la que se
aprobaron.
d) A las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor, cuando a juicio del
órgano competente de la Comunidad Autónoma, su estado, situación o
características impliquen un riesgo grave para las personas o los bienes, o
produzcan perturbaciones en el normal funcionamiento de otras instalaciones,
salvo que dicho riesgo pueda subsanarse mediante la aplicación de la
reglamentación con la que se autorizó la instalación original.

Subestación eléctrica

Antes de concluir este apartado, nos parece importante señalar el contenido del
artículo 9, según el cual, cuando se produzca un accidente o una anomalía en el
funcionamiento de una instalación que ocasione víctimas, daños a terceros o
situaciones de riesgo, y además de las comunicaciones previstas en la legislación
laboral, el propietario de la instalación deberá redactar un informe descriptivo del
accidente o anomalía, tanto para determinar sus posibles causas como a efectos
estadísticos y de corrección, en su caso, de la reglamentación aplicable. En un
tiempo no superior a tres meses desde el accidente o anomalía el propietario de la
instalación deberá remitir a los órganos competentes del Ministerio de Industria,
Energía y Turismo y de las Comunidades Autónomas, copia de todos los informes
realizados.

2.3.2. Puesta en servicio de la instalación

La puesta en servicio de las instalaciones de alta tensión se regula en los


artículos 16 y 20 del reglamento, y sobre todo, en detalle, en la ITC-RAT-22. El
artículo 16 hace referencia a las instalaciones que sean propiedad de entidades de
producción, transporte y distribución de energía eléctrica, y el 20 a las que no sean
propiedad de dichas entidades. La ITC-RAT-22 explica ambos supuestos. Nos
centramos en el segundo caso que es el que nos interesa.
Las instalaciones eléctricas de alta tensión que no sean propiedad de entidades
de producción, transporte y distribución de energía eléctrica, y que no vayan a ser
cedidas estarán sujetas al procedimiento de puesta en servicio descrito en este
apartado, no siendo necesaria la autorización administrativa.

Todas las instalaciones que no sean propiedad de entidades de producción,


transporte y distribución de energía eléctrica deben ser ejecutadas por empresas
instaladoras a las que se refiere la ITC-RAT-21.

Deberá elaborarse previamente a la ejecución un proyecto que defina las


características de la instalación, según determina la ITC-RAT-20.

La ejecución de las instalaciones deberá contar con la dirección de uno o varios


técnicos titulados competentes.

Al término de la ejecución de la instalación, la empresa instaladora realizará las


verificaciones que resulten oportunas, en función de las características de aquella,
según se especifica en la ITC-RAT-23, contando para ello con el técnico director de
obra a fin de comprobar su correcta ejecución y funcionamiento seguro.

Las instalaciones de tensión nominal superior a 30 kV deberán ser objeto de la


correspondiente Inspección Inicial por organismo de control, según lo establecido en
la ITC-RAT-23.

Finalizadas las obras y realizadas las verificaciones e inspección inicial a que se


refieren los párrafos anteriores, la empresa instaladora deberá emitir un Certificado
de Instalación, según modelo establecido por la Administración pública competente.

El propietario de la instalación deberá suscribir, antes de su puesta en marcha, un


contrato de mantenimiento suscrito con una empresa instaladora para instalaciones
de alta tensión.

Antes de la puesta en servicio de la instalación, el titular de la misma deberá


presentar ante la Administración pública competente, al objeto de su inscripción en el
correspondiente registro, el certificado de instalación, al que se acompañará el
proyecto, así como el certificado final de obra firmado por el correspondiente técnico
titulado competente, el certificado acreditativo de la existencia de un contrato de
mantenimiento suscrito con una empresa instaladora para instalaciones de alta
tensión o el compromiso de realizarlo con medios propios y, en su caso, el certificado
de inspección inicial, con calificación de resultado favorable, del organismo de
control, en el plazo de un mes desde la fecha del certificado final de obra o en su
caso de la inspección inicial.

Cuando el titular de la instalación solicite el enganche a la red de transporte o


distribución, deberá entregar el correspondiente ejemplar del certificado de
instalación y en su caso, el resguardo acreditativo de la presentación de la solicitud
de la autorización administrativa.

2.3.3. Mantenimiento de la instalación


El propietario de la instalación deberá suscribir, antes de su puesta en marcha, un
contrato de mantenimiento suscrito con una empresa instaladora para instalaciones
de alta tensión, en el que se haga responsable de mantener la instalación en el
debido estado de conservación y funcionamiento. Este contrato o uno similar suscrito
posteriormente con otra empresa instaladora deberá mantenerse en vigor mientras
que la instalación esté en servicio. Si el propietario de la instalación, a juicio de la
Administración pública competente, dispone de los medios y organización necesarios
para efectuar su propio mantenimiento, y asume su ejecución y la responsabilidad del
mismo, será eximido de su contratación. Los medios humanos y técnicos necesarios
serán los indicados en el anexo 1 de la ITC-RAT-21.

2.3.4. Verificaciones e inspecciones

Este apartado se recoge en el artículo 21 del reglamento y en su ITC- RAT-23. Al


igual que ocurría con la puesta en servicio de la instalación, esta ITC recoge los dos
supuestos en función de que el propietario de la instalación sea entidad de
producción, transporte y distribución de energía eléctrica, o no. El supuesto que nos
interesa es el segundo, que no sea entidad de producción, transporte y distribución.

Todas las instalaciones de alta tensión deben ser objeto de una verificación previa
a la puesta en servicio y de una inspección periódica, al menos cada tres años.

La inspección periódica deberá llevarse a efecto antes de la finalización de la


fecha de validez de la anterior inspección.

Las instalaciones de tensión nominal superior a 30 kV deberán ser objeto,


también, de una inspección inicial antes de su puesta en servicio.

Las verificaciones previas a la puesta en servicio de las instalaciones de alta


tensión deberán ser realizadas por las empresas instaladoras que las ejecuten.

Sin perjuicio de las atribuciones que, en cualquier caso, ostenta la Administración


pública, los agentes que lleven a cabo las inspecciones de las instalaciones deberán
tener la condición de organismos de control, acreditados para este campo
reglamentario.
2.3.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

R.D. 337/2014, de 9 de mayo, por el que se


aprueban el Reglamento sobre condiciones
Normativa técnicas y garantías de seguridad en
reguladora instalaciones eléctricas de alta tensión y sus
Instrucciones Técnicas Complementarias
ITC-RAT 01 a 23

■ Proyecto (ITC-RAT-20)
■ Verificación por instalador con supervisión
del director de obra, en su caso (ITC-
RAT-23)
■ Inspección Inicial oficial por OCA, en
instalaciones de de tensión nominal > 30
Puesta en kV (ITC-RAT-23)
Servicio de
■ Emisión de certificado por instalador
la
autorizado
Instalación
■ Antes de su puesta en marcha, un contrato
de mantenimiento suscrito con una
empresa instaladora para instalaciones de
alta tensión
■ Registro ante el Órgano competente de la
Comunidad Autónoma
Instalaciones
■ Contrato de mantenimiento suscrito con
Eléctricas de
Alta Tensión una empresa instaladora para
instalaciones de alta tensión, que deberá
mantenerse en vigor mientras que la
instalación esté en servicio
Mantenimiento
■ El propietario de la instalación, con
autorización de la Administración
competente, si dispone de los medios y
organización necesarios, puede efectuar
su propio mantenimiento.

Inspección Inicial por OCA (ITC-RAT-23):


Instalaciones de tensión nominal superior a
30 kV
Inspección Periódica por OCA (ITC-RAT-23):
Cada 3 años, todas las instalaciones
Inspecciones Tomas a tierra (ITC-RAT-13):
Las instalaciones de tierra serán
comprobadas en el momento de su
establecimiento y revisadas por empresas
instaladoras, al menos, una vez cada tres
años a fin de comprobar el estado de las
mismas.

2.3.6. Empresas instaladoras habilitadas


Según el art. 18 del RAT, las instalaciones eléctricas de alta tensión se ejecutarán
por empresas instaladoras que reúnan los requisitos y condiciones establecidos en la
ITC-RAT-21 y hayan presentado la correspondiente declaración responsable de inicio
de actividad según lo prescrito en el apartado 5 de dicha ITC.

En la ITC-RAT-21 se establece que instalador de alta tensión es la persona física


que posee conocimientos teórico-prácticos de la tecnología de las instalaciones de
alta tensión y de su normativa que le capacitan para el montaje, reparación,
mantenimiento, revisión y desmontaje de las instalaciones de alta tensión
correspondientes a su categoría, y que cumple los requisitos establecidos en el
apartado 4 de esta ITC.

También nos dice que empresa instaladora de alta tensión es toda persona física
o jurídica que, ejerciendo las actividades de montaje, reparación, mantenimiento,
revisión y desmontaje de instalaciones de alta tensión cumple los requisitos de esta
instrucción técnica complementaria.

Los instaladores y empresas instaladoras de alta tensión se clasifican en las


siguientes categorías:

AT1: para instalaciones eléctricas de alta tensión cuya tensión nominal no


exceda de 30 kV.
AT2: para instalaciones eléctricas de alta tensión sin límite de tensión.

En la declaración responsable de la empresa instaladora deberá constar


expresamente la categoría en la que puede ejercer su actividad.

Requisitos del instalador de AT

Los conocimientos mínimos que debe tener un instalador de alta tensión están
definidos en el anexo 2 de la ITC-RAT-21. El instalador de alta tensión deberá
desarrollar su actividad en el seno de una empresa instaladora de alta tensión
habilitada y deberá cumplir y poder acreditar ante la Administración pública
competente cuando esta así lo requiera en el ejercicio de sus facultades de control, y
para la categoría que corresponda, de las establecidas en el apartado 3 anterior,
alguna de las siguientes situaciones:

a) Disponer de un título universitario cuyo ámbito competencial y atribuciones


legales coincidan con las materias objeto del RAT;
b) Disponer de un título de formación profesional o de un certificado de
profesionalidad incluido en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales,
cuyo ámbito competencial coincida con las materias objeto del RAT; o
c) Tener suscrito seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por una cuantía mínima de un millón de euros, cantidad que se
actualizará por orden del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, siempre que
sea necesario para mantener la capacidad indemnizatoria del seguro.

Cualquiera de las tres situaciones o titulaciones previstas (título universitario,


título de formación profesional o experiencia laboral reconocida) son válidas
indistintamente para las categorías AT1 y AT2, en función de los conocimientos
acreditados.

Requisitos de las empresas instaladoras de AT

Antes de comenzar sus actividades como empresas instaladoras de alta tensión,


las personas físicas o jurídicas que deseen establecerse en España deberán
presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que se
establezcan una declaración responsable en la que el titular de la empresa o el
representante legal de la misma declare para qué categoría va a desempeñar la
actividad, que cumple los requisitos que se exigen en la ITC-RAT-21, que dispone de
la documentación que así lo acredita, que se compromete a mantenerlos durante la
vigencia de la actividad y que se responsabiliza de que la ejecución de las
instalaciones se efectúa de acuerdo con las normas y requisitos que se establecen
en el RAT.

Todo el procedimiento de habilitación como empresa instaladora, se recoge en


detalle en el capítulo 1.

Las empresas instaladoras de alta tensión cumplirán lo siguiente:

a) Disponer de la documentación que identifique a la empresa instaladora, que en el


caso de persona jurídica deberá estar constituida legalmente.
b) Contar con los medios técnicos y humanos mínimos necesarios para realizar sus
actividades en condiciones de seguridad que se determinan en el anexo 1 de la
ITC-RAT-21.
c) Tener suscrito seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por una cuantía mínima de un millón de euros.

Obligaciones de las empresas instaladoras:

Las empresas instaladoras habilitadas deben, en sus respectivas categorías:

a) Ejecutar, modificar, ampliar, mantener, reparar o desmontar las instalaciones que


les sean adjudicadas o confiadas, de conformidad con la normativa vigente y con
el proyecto de ejecución de la instalación, utilizando materiales y equipos que
sean conformes a la legislación que les sea aplicable.
b) Comprobar que cada instalación ejecutada supera las pruebas y ensayos
reglamentarios aplicables.
c) Realizar las operaciones de revisión y mantenimiento que tengan encomendadas,
en la forma y plazos previstos.
d) Una vez finalizados los trabajos emitir los certificados de instalación o
mantenimiento, en su caso.
e) Notificar a la Administración pública competente los posibles incumplimientos
reglamentarios de materiales o instalaciones, que observasen en el desempeño
de su actividad. En caso de riesgo grave e inminente, darán cuenta inmediata de
ello al propietario de la instalación y a la entidad de transporte o distribución, y
pondrá la circunstancia en conocimiento de la Administración pública competente
en el plazo máximo de 24 horas.
f) Asistir a las inspecciones realizadas por el organismo de control, o las realizadas
de oficio por la Administración pública competente, cuando este así lo requiera.
En ningún caso esta asistencia supondrá la realización de las operaciones de
inspección, medición y control por parte del instalador.
g) Mantener al día un registro de las instalaciones ejecutadas o mantenidas.
h) Informar a la Administración pública competente sobre los accidentes ocurridos
en las instalaciones a su cargo.
i) Conservar a disposición de la Administración pública, copia de los contratos de
mantenimiento al menos durante los cinco años inmediatos posteriores a la
finalización de los mismos.

2.4. LÍNEAS ELÉCTRICAS DE ALTA TENSIÓN

2.4.1. Normativa reguladora


El Real Decreto 223/2008, de 15 de febrero, por el que se aprueban el
Reglamento sobre Condiciones Técnicas y Garantías de Seguridad en Líneas
Eléctricas de Alta Tensión y sus Instrucciones Técnicas Complementarias ITC-LAT-01
a 09, incluye como novedad destacable que para la ejecución de las líneas eléctricas
de alta tensión que no sean propiedad de empresas de transporte y distribución de
energía eléctrica, se introducen las figuras de instalador y empresa instaladora, que
hasta ese momento no habían sido reguladas, estableciendo 2 categorías, según se
pretenda ejecutar líneas aéreas y subterráneas con tensión nominal hasta 30 kV o de
más de 30 kV.

También se exige que el titular contrate el mantenimiento de la línea, a fin de


garantizar el debido estado de conservación y funcionamiento de la misma.
Complementariamente, se prevé la inspección periódica de las instalaciones, cada
tres años, como mínimo, por organismos de control. Todo ello, con independencia de
la necesidad de un proyecto previo y dirección de obra por titulado competente.

Este reglamento tiene por objeto (art. 1) establecer las condiciones técnicas y
garantías de seguridad a que han de someterse las líneas eléctricas de alta tensión,
a fin de:

a) Proteger las personas y la integridad y funcionalidad de los bienes que pueden


resultar afectados por las mismas.
b) Conseguir la necesaria regularidad en los suministros de energía eléctrica.
c) Establecer la normalización precisa para reducir la extensa tipificación que existe
en la fabricación de material eléctrico.
d) Facilitar desde la fase de proyecto de las líneas su adaptación a los futuros
aumentos de carga racionalmente previsibles.

Las disposiciones de este reglamento se aplican a las líneas eléctricas de alta


tensión, entendiéndose como tales las de corriente alterna trifásica a 50 Hz de
frecuencia, cuya tensión nominal eficaz entre fases sea superior a un kilovoltio.
Aquellas líneas en las que se prevea utilizar otros sistemas de transporte o
distribución de energía —corriente continua, corriente alterna monofásica o
polifásica, etc.—, deberán ser objeto de una justificación especial por parte del
proyectista, el cual deberá adaptar las prescripciones y principios básicos de este
reglamento a las peculiaridades del sistema propuesto.

El reglamento se aplicará:

a) a las nuevas líneas, a sus modificaciones y a sus ampliaciones,


b) a las líneas existentes antes de su entrada en vigor que sean objeto de
modificaciones con variación del trazado original de la línea, afectando las
disposiciones de este reglamento exclusivamente al tramo modificado, y
c) a las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor, en lo referente al
régimen de inspecciones que se establecen en el mismo sobre periodicidad y
agentes intervinientes.

Creemos importante destacar también que, tal y como se establece en el art. 9,


cuando se produzca un accidente o una anomalía en el funcionamiento, imputable a la
línea, que ocasione víctimas, daños a terceros o situaciones objetivas de riesgo
potencial, el propietario de la línea deberá redactar un informe que recoja los
aspectos esenciales del mismo. En un tiempo no superior a tres meses, deberán
remitir a los órganos competentes del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y
de las Comunidades Autónomas, copia de todos los informes realizados.

El reglamento distingue entre líneas que sean propiedad de empresas de


transporte y distribución de energía eléctrica y de líneas que no sean propiedad de
este tipo de empresas. Nos centramos en el segundo caso que es el que nos
interesa.

2.4.2. Puesta en servicio de la instalación

En el artículo 20 del reglamento se establecen las disposiciones relativas a la


documentación, puesta en servicio y mantenimiento de las líneas, que no sean
propiedad de empresas de transporte y distribución de energía eléctrica. De acuerdo
con dicho artículo, así como con la ITC- LAT-04, los requisitos y el procedimiento de
puesta en servicio de la línea requerirá de:

a) Deberá elaborarse, previamente a la ejecución, un proyecto que defina las


características de la línea, según determina la ITC-LAT-09.
b) La línea deberá verificarse por la empresa instaladora que la ejecute, con la
supervisión del director de obra, a fin de comprobar la correcta ejecución y
funcionamiento seguro de la misma.
c) Al finalizar la ejecución de la línea un técnico titulado competente emitirá el
correspondiente certificado de dirección y final de obra.
d) Asimismo, si la tensión nominal fuera superior a 30 kV, la instalación deberá ser
objeto de una inspección inicial por un organismo de control.
e) A la terminación de la instalación, realizadas las verificaciones pertinentes y la
inspección inicial, en su caso, la empresa instaladora ejecutora de la instalación
emitirá un certificado de instalación, en el que se hará constar que la misma se
ha realizado de conformidad con lo establecido en el reglamento y sus ITC y de
acuerdo con el proyecto. En caso de líneas que requieran autorización
administrativa, se acompañará al certificado de instalación el acta de puesta en
servicio.
f) Cuando el titular de la línea precise conectarse a la red de una empresa
suministradora de energía eléctrica, deberá solicitar el suministro a la empresa
suministradora, mediante entrega del correspondiente ejemplar del certificado de
instalación de la línea.
g) Asimismo, el propietario de la línea deberá suscribir, antes de su puesta en
marcha, un contrato de mantenimiento suscrito con una empresa instaladora para
líneas de alta tensión.
h) El certificado de la empresa instaladora, junto con el proyecto, el certificado de
dirección de obra, el de inspección inicial, en su caso, y el contrato de
mantenimiento o el compromiso de realizarlo con medios propios, deberán
depositarse ante el órgano competente de la Administración, con objeto de
inscribir la referida instalación en el correspondiente registro.

2.4.3. Mantenimiento de la instalación

El propietario de la línea deberá suscribir, antes de su puesta en marcha, un


contrato de mantenimiento suscrito con una empresa instaladora para líneas de alta
tensión, en el que se haga responsable de mantener la línea en el debido estado de
conservación y funcionamiento. Si el propietario de la línea, a juicio del órgano
competente de la Administración, dispone de los medios y organización necesarios
para efectuar su propio mantenimiento, y asume su ejecución y la responsabilidad del
mismo, será eximido de su contratación.

Trabajos de mantenimiento en línea de alta tensión

2.4.4. Verificaciones e inspecciones


De conformidad con el art. 21 del reglamento y su ITC-LAT-05, todas las líneas
deben ser objeto de una verificación previa a la puesta en servicio y de una
inspección periódica, al menos cada tres años.

Para las líneas de tensión nominal menor o igual a 30 kV la inspección periódica


puede ser sustituida por una verificación periódica. Las líneas de tensión nominal
superior a 30 kV deberán ser objeto también de una inspección inicial antes de su
puesta en servicio.

Las verificaciones previas a la puesta en servicio de las líneas eléctricas de alta


tensión deberán ser realizadas por las empresas instaladoras que las ejecuten.

Los agentes que lleven a cabo las inspecciones de las líneas eléctricas de alta
tensión de tensión nominal mayor de 30 kV deberán tener la condición de organismos
de control autorizados.

Las verificaciones periódicas de líneas eléctricas de tensión nominal no superior a


30 kV podrán ser realizadas por técnicos titulados con competencias en este ámbito
que dispongan de un certificado de cualificación individual.

Líneas de alta tensión

2.4.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

Real Decreto 223/2008, de 15 de febrero, por


el que se aprueban el Reglamento sobre
Normativa condiciones técnicas y garantías de seguridad
en líneas eléctricas de alta tensión y sus
reguladora
instrucciones técnicas complementarias ITC-LAT
01 a 09

■ Proyecto, según la ITC-LAT 09.


■ Verificación por la empresa instaladora que la
ejecute, con la supervisión del director de
obra,
■ Al finalizar la ejecución, certificado de dirección
y final de obra por técnico titulado competente
■ Inspección inicial por OCA, para lías con
tensión>30kV.
■ Certificado de instalación por la empresa
instaladora ejecutora. En caso de lineas que
requieran autorización administrativa, se
Puesta en
acompañará al certificado de instalación el
Servicio de
acta de puesta en servicio.
la
Instalación ■ Cuando el titular de la línea precise conectarse
a la red de una empresa suministradora de
energía eléctrica, deberá solicitar el
suministro a la empresa suministradora,
Líneas
mediante entrega del correspondiente
Eléctricas
ejemplar del certificado de instalación de la
de Alta
línea.
Tensión
■ Contrato de mantenimiento suscrito con una
empresa instaladora para líneas de alta
tensión.
■ Registro ante el órgano competente de
Comunidad Autónoma

■ Contrato de mantenimiento suscrito con una


empresa instaladora para líneas de alta
tensión, que deberá mantenerse en vigor
mientras que la instalación esté en servicio
Mantenimiento ■ El propietario de la instalación, con
autorización de la Administración competente,
si dispone de los medios y organización
necesarios, puede efectuar su propio
mantenimiento.

Inspección Inicial por OCA (ITC-LAT-05):


Lineas de tensión nominal > 30 kV
Inspección Periódica por OCA (ITC-RAT-05):
Inspecciones Cada 3 años, todas las lineas
En las lineas de tensión ≤ 30 kV, la inspección
periódica puede sustituirse por una verificación
por técnico titulado competente.

2.4.6. Empresas instaladoras habilitadas

De acuerdo con el art. 19 del RLAT, las líneas eléctricas de alta tensión que no
sean propiedad de empresas de transporte y distribución de energía eléctrica se
ejecutarán por empresas instaladoras que reúnan los requisitos y condiciones
establecidos en la ITC-LAT-03 y hayan presentado la correspondiente declaración
responsable de inicio de actividad según lo prescrito en el apartado 6 de dicha ITC.

La ITC-LAT-03 tiene por objeto desarrollar las previsiones del Reglamento sobre
Condiciones Técnicas y Garantías de Seguridad en Líneas Eléctricas de Alta
Tensión, estableciendo las condiciones y requisitos que deben cumplir los
instaladores y las empresas instaladoras en el ámbito de aplicación de dicho
reglamento.

Instalador de líneas de alta tensión es la persona física que posee conocimientos


teórico-prácticos de la tecnología de las líneas de alta tensión y de su normativa, en
particular los conocimientos mínimos establecidos en el anexo 2 de la ITC-LAT-03,
para el montaje, reparación, mantenimiento, revisión y desmontaje de las líneas de
alta tensión correspondientes a su categoría, y que cumple los requisitos
establecidos en el apartado 4 de dicha ITC.

Empresa instaladora en líneas de alta tensión es toda persona física o jurídica


que, ejerciendo las actividades de montaje, reparación, mantenimiento, revisión y
desmontaje de líneas de alta tensión cumple los requisitos de la citada ITC.

Los instaladores y las empresas instaladoras se clasifican en las siguientes


categorías:

LAT1: Para líneas aéreas o subterráneas de alta tensión de hasta 30 kV.


LAT2: Para líneas aéreas o subterráneas de alta tensión sin límite de tensión.

Instalador de líneas de alta tensión

El instalador de líneas de alta tensión deberá desarrollar su actividad en el seno


de una empresa instaladora de líneas de alta tensión habilitada y deberá cumplir y
poder acreditar ante la Administración competente cuando esta así lo requiera en el
ejercicio de sus facultades de inspección, comprobación y control, y para la
categoría que corresponda, una de las siguientes situaciones:

a) Disponer de un título universitario cuyo plan de estudios cubra las materias


objeto del RLAT.
b) Disponer de un título de formación profesional o de un certificado de
profesionalidad incluido en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales,
cuyo ámbito competencial coincida con las materias objeto del RLAT.
c) Tener reconocida una competencia profesional adquirida por experiencia laboral,
de acuerdo con lo estipulado en el Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de
reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia
laboral, en las materias objeto del RLAT.

Empresa instaladora de líneas de alta tensión

Antes de comenzar sus actividades como empresas instaladoras de líneas de alta


tensión, las personas físicas o jurídicas que deseen establecerse en España deberán
presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que se
establezcan una declaración responsable en la que el titular de la empresa o el
representante legal de la misma declare para qué categoría va a desempeñar la
actividad, que cumple los requisitos que se exigen por la ITC-LAT-03, que dispone de
la documentación que así lo acredita, que se compromete a mantenerlos durante la
vigencia de la actividad y que se responsabiliza de que la ejecución de las
instalaciones se efectúa de acuerdo con las normas y requisitos que se establecen
en el RLAT.

Todo el procedimiento de habilitación como empresa instaladora, se recoge en


detalle en el capítulo 1.

Las empresas instaladoras cumplirán lo siguiente:

a) Disponer de la documentación que identifique a la empresa instaladora, que en el


caso de persona jurídica deberá estar constituida legalmente.
b) Contar con los medios técnicos y humanos mínimos necesarios para realizar sus
actividades en condiciones de seguridad que se determinan en el anexo I de la
ITC-LAT-03, para las respectivas categorías, de acuerdo con la normativa
vigente y con las necesidades de las actividades a realizar.
c) Tener suscrito seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por una cuantía mínima de un millón de euros.

Obligaciones de las empresas instaladoras


Las empresas instaladoras deben, en sus respectivas categorías:

a) Ejecutar, modificar, ampliar, mantener, reparar o desmontar las líneas que les
sean adjudicadas o confiadas, de conformidad con la normativa vigente y con el
proyecto de ejecución de la línea, utilizando, en su caso, materiales y equipos
que sean conformes a la legislación que les sea aplicable.
b) Comprobar que cada línea ejecutada supera las pruebas y ensayos
reglamentarios aplicables.
c) Realizar las operaciones de revisión y mantenimiento que tengan encomendadas,
en la forma y plazos previstos.
d) Emitir los certificados de instalación o mantenimiento, en su caso.
e) Notificar al órgano competente de la Administración los posibles incumplimientos
reglamentarios de materiales o instalaciones que observasen en el desempeño
de su actividad. En caso de peligro manifiesto, darán cuenta inmediata de ello al
propietario de la línea, a la empresa suministradora, y pondrá la circunstancia en
conocimiento del órgano competente de la Comunidad Autónoma en el plazo
máximo de 24 horas.
f) Asistir a las inspecciones realizadas por el organismo de control a las realizadas
de oficio por el órgano competente de la Administración, cuando este así lo
requiera.
g) Mantener al día un registro de las instalaciones ejecutadas o mantenidas.
h) Informar al órgano competente de la Administración sobre los accidentes
ocurridos en las instalaciones a su cargo.
i) Conservar, a disposición del órgano competente de la Administración, copia de
los contratos de mantenimiento, al menos durante los cinco años inmediatos
posteriores a la finalización de los mismos.

2.5. EFICIENCIA ENERGÉTICA EN INSTALACIONES DE


ALUMBRADO EXTERIOR

2.5.1. Normativa reguladora

Se regula por Real Decreto 1890/2008, de 14 de noviembre, por el que se


aprueba el Reglamento de Eficiencia Energética en Instalaciones de Alumbrado
Exterior y sus Instrucciones Técnicas Complementarias EA- 01 a EA-07.

Dado que la ejecución de las instalaciones a las que se refiere este reglamento
no sufre cambio alguno y únicamente es preciso adicionar algunos elementos en la
documentación, los instaladores que las realicen serán los indicados en el REBT.
Igualmente, la ejecución y puesta en servicio de las instalaciones se realizará de
la forma dispuesta en el REBT, con los complementos correspondientes para el
diseño y la revisión inicial.

En la documentación que se entregue al titular de las instalaciones se incluirán las


características fundamentales de eficiencia energética, lista de receptores y
lámparas, e instrucciones de uso y mantenimiento.

Por lo que se refiere a las inspecciones, también se realizarán conjuntamente con


las prescritas para las instalaciones de BT.

El presente reglamento tiene por objeto establecer las condiciones técnicas de


diseño, ejecución y mantenimiento que deben reunir las instalaciones de alumbrado
exterior, con la finalidad de:

a) Mejorar la eficiencia y ahorro energético, así como la disminución de las


emisiones de gases de efecto invernadero.
b) Limitar el resplandor luminoso nocturno o contaminación luminosa y reducir la luz
intrusa o molesta.

Este reglamento se aplicará a las instalaciones, de más de 1 kW de potencia


instalada, incluidas en las Instrucciones Técnicas Complementarias ITC-BT del
Reglamento Electrotécnico para Baja tensión, aprobado por Real Decreto 842/2002,
de 2 de agosto, siguientes:

a) Las de alumbrado exterior, a las que se refiere la ITC-BT-09;


b) Las de fuentes, objeto de la ITC-BT-31;
c) Las de alumbrados festivos y navideños, contempladas en la ITC-BT-34.

A los efectos de este reglamento, se consideran los siguientes tipos de


alumbrado:

a) Vial (Funcional y ambiental)


b) Específico
c) Ornamental
d) Vigilancia y seguridad nocturna
e) Señales y anuncios luminosos
f) Festivo y navideño

Este reglamento se aplicará:

a) A las nuevas instalaciones, a sus modificaciones y ampliaciones.


b) A las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor, cuando, mediante un
estudio de eficiencia energética, la Administración pública competente lo
considere necesario.
c) A las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor, que sean objeto de
modificaciones de importancia y a sus ampliaciones, entendiendo por
modificación de importancia aquella que afecte a más del 50% de la potencia o
luminarias instaladas.

2.5.2. Puesta en servicio de la instalación

De conformidad con el art. 9 del reglamento, con la finalidad de justificar el


cumplimiento de las exigencias establecidas en este reglamento, toda instalación de
alumbrado exterior deberá incluir la documentación, en forma de proyecto o memoria
técnica de diseño, según se establece en la ITC-EA-05.

Las instalaciones de alumbrado exterior están sometidas al procedimiento general


de ejecución y puesta en servicio que determina el artículo 18 del Reglamento
Electrotécnico para Baja Tensión.

La documentación de las instalaciones y el manual de instrucciones para el


usuario, así como la revisión y, cuando proceda, la inspección inicial, deberán
complementarse con lo dispuesto en el presente reglamento, en particular siguiendo
lo indicado en la ITC-EA-05.

Según el artículo 11 del reglamento, como anexo al certificado de instalación que


se entregue al titular de la instalación, la empresa instaladora deberá confeccionar
unas instrucciones para el correcto uso, así como para el mantenimiento de la misma
de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 12 y con lo especificado en la ITC-EA-05.

Asimismo, la empresa instaladora deberá aportar la etiqueta energética de la


instalación según lo especificado en la ITC-EA-01. Dicha etiqueta se adjuntará en la
documentación del proyecto, junto con la relación de receptores y lámparas.

Cualquier modificación o ampliación requerirá la elaboración de un complemento a


lo anterior, en la medida que sea necesario.
Todas las instalaciones requerirán de verificación inicial, previa a su puesta en
servicio. Además, las instalaciones de más de 5 kW de potencia instalada, requerirán
también de inspección inicial, previa a su puesta en servicio.

2.5.3. Mantenimiento de la instalación


El mantenimiento de la eficiencia energética de las instalaciones, se regula en el
art. 12 del reglamento, y en su ITC-EA-06.

Serán los titulares de las instalaciones los responsables de mantener en buen


estado de funcionamiento sus instalaciones, utilizándolas de acuerdo con sus
características y absteniéndose de intervenir en las mismas para modificarlas.

La gestión del mantenimiento de las instalaciones exigirá el establecimiento de un


registro de las operaciones llevadas a cabo, que se ajustará a lo dispuesto en la ITC-
EA-06.

Todas las instalaciones deberán disponer de un plan de mantenimiento que


comprenderá fundamentalmente las reposiciones masivas de lámparas, las
operaciones de limpieza de luminarias y los trabajos de inspección y mediciones
eléctricas. La programación de los trabajos y su periodicidad, se ajustarán al factor
de mantenimiento adoptado, según lo establecido en la ITC-EA-06.

Al objeto de disminuir los consumos de energía eléctrica en los alumbrados


exteriores, el titular de la instalación llevará a cabo, como mínimo una vez al año, un
análisis de los consumos anuales y de su evolución, para observar las desviaciones y
corregir las causas que las han motivado durante el mantenimiento periódico de la
instalación.

En las instalaciones de alumbrado exterior será necesario disponer de un registro


fiable de su componentes incluyendo las lámparas, luminarias, equipos auxiliares,
dispositivos de regulación del nivel luminoso, sistemas de accionamiento y gestión
centralizada, cuadros de alumbrado, etc.

Las operaciones de mantenimiento relativas a la limpieza de las luminarias y a la


sustitución de lámparas averiadas podrán ser realizadas directamente por el titular
de la instalación o mediante subcontratación. Las mediciones eléctricas y
luminotécnicas incluidas en el plan de mantenimiento serán realizadas por un
instalador autorizado en baja tensión, que deberá llevar un registro de operaciones
de mantenimiento, en el que se reflejen los resultados de las tareas realizadas.

El registro podrá realizarse en un libro u hojas de trabajo o un sistema


informatizado. El registro de las operaciones de mantenimiento de cada instalación
se hará por duplicado y se entregará una copia al titular de la instalación. Tales
documentos deberán guardarse al menos durante cinco años, contados a partir de la
fecha de ejecución de la correspondiente operación de mantenimiento.

2.5.4. Verificaciones e inspecciones


En virtud de lo estipulado en el artículo 13 del reglamento, se comprobará el
cumplimiento de las disposiciones y requisitos de eficiencia energética establecidos
en el reglamento y sus instrucciones técnicas complementarias, mediante
verificaciones e inspecciones, que serán realizadas, respectivamente, por
instaladores autorizados de acuerdo con el Reglamento Electrotécnico para Baja
Tensión, y por organismos de control, autorizados para este campo reglamentario,
que se indican a continuación:

a) Verificación inicial, previa a su puesta en servicio, por instalador autorizado:


Todas las instalaciones;
b) Inspección inicial, previa a su puesta en servicio, por OCA: Las instalaciones de
más de 5 kW de potencia instalada;
c) Verificaciones cada 5 años, por instalador autorizado: Las instalaciones de hasta
5 kW de potencia instalada;
d) Inspecciones cada 5 años, por OCA: Las instalaciones de más de 5 kW de
potencia instalada.

2.5.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

Real Decreto 1890/2008, de 14 de


noviembre, por el que se aprueba el
Normativa Reglamento de eficiencia energética en
reguladora instalaciones de alumbrado exterior y sus
Instrucciones técnicas complementarias EA-
01 a EA-07

■ Proyecto o memoria técnica, según la ITC-


ET 05.
■ Verificación inicial por la empresa
instaladora
■ Certificado de instalación por la empresa
instaladora
Puesta en ■ Inspección inicial por OCA, para líneas con
Servicio de tensión>5kV.
la ■ Instrucciones para el correcto uso, así
Instalación como para el mantenimiento de la
instalación
■ Etiqueta energética de la instalación según
ITC-EA-01. Dicha etiqueta se adjuntará en
la documentación del proyecto, junto con
Eficiencia
la relación de receptores y lámparas
Energética
en
■ Plan de mantenimiento que comprenderá:
instalaciones reposiciones masivas de lámparas,
de operaciones de limpieza de luminarias (por
el propietario de la instalación o por
Alumbrado instalador autorizado) y los trabajos de
Exterior inspección y mediciones eléctricas (por
Mantenimiento instalador autorizado). La programación
de los trabajos y su periodicidad, se
ajustarán al factor de mantenimiento (ITC-
EA-06).
■ Análisis de los consumos anuales y de su
evolución.
■ Registro de operaciones de mantenimiento

a) Verificación inicial, previa a su puesta en


servicio, por instalador autorizado: Todas las
instalaciones;
b) Inspección inicial, previa a su puesta en
servicio, por OCA: Las instalaciones de más
de 5 kW de potencia instalada;
Inspecciones c) Verificaciones periódicas, cada 5 años,
por instalador autorizado: Las instalaciones
de hasta 5 kW de potencia instalada;
d) Inspecciones periódicas cada 5 años, por
OCA: Las instalaciones de más de 5 kW de
potencia instalada.

2.5.6. Empresas instaladoras habilitadas

Todo lo relativo a instalaciones, mantenimientos, verificaciones, etc., de eficiencia


energética en instalaciones de alumbrado exterior, se llevarán a cabo por
instaladores autorizados de baja tensión, de conformidad con lo dispuesto en el
Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión.
CAPÍTULO 3.
APARATOS ELEVADORES
3.1. ASCENSORES

3.1.1. Normativa reguladora

Los aparatos elevadores están regulados por el Real Decreto 2291/1985, de 8


de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Aparatos de Elevación y
Manutención de los mismos y Real Decreto 88/2013, de 8 de febrero, por el que
se aprueba la Instrucción Técnica Complementaria (ITC) AEM 1 “Ascensores”.

Constituye el objeto de este reglamento definir las condiciones técnicas que, a


efectos de seguridad, deben cumplir los aparatos de elevación y manutención que se
instalen en el territorio del Estado español y se incluyan en alguna de sus ITC, para
proteger a las personas y a las cosas de los riesgos de accidentes que puedan
producirse como consecuencia del funcionamiento y utilización de dichos aparatos.

Se entiende por aparatos de elevación y manutención a efectos del presente


reglamento, aquellos que sirvan para estos fines, cualquiera que sea su forma de
accionamiento, tales como ascensores, montacargas, escaleras mecánicas, andenes
móviles, montamateriales para la construcción, grúas, aparatos de elevación y
transporte continuos, transelevadores, plataformas elevadoras, carretillas de
manutención y otros aparatos similares.

No están incluidos dentro del ámbito de aplicación de este reglamento:

a) Los aparatos de elevación y manutención empleados en las minas.


b) Los aparatos de elevación y manutención concebidos para fines militares o
experimentales.
c) Los aparatos de elevación y manutención que hayan de instalarse en barcos y
plataformas flotantes de exploración o perforación.
d) Aparatos de elevación y manutención utilizados en la manipulación de materiales
radiactivos.
e) Elevadores de uso en escenarios de teatro o espectáculos similares no
instalados de forma permanente.

Esta instrucción técnica complementaria tiene por objeto definir las reglas de
seguridad aplicables a los ascensores, para proteger a las personas y las cosas
contra los diferentes riesgos de accidentes que pudieran producirse como
consecuencia del funcionamiento y mantenimiento de dichos aparatos.

Esta ITC se aplica a todo aparato de elevación instalado permanentemente en


edificios o construcciones que sirva niveles definidos, con un habitáculo que se
desplace a lo largo de guías rígidas y cuya inclinación sobre la horizontal sea
superior a 15 grados, destinado al transporte:

de personas;
de personas y objetos;
solamente de objetos, si el habitáculo es accesible, es decir, si una persona
puede entrar en él sin dificultad, y si está provisto de órganos de accionamiento
situados dentro del habitáculo o al alcance de una persona situada dentro del
mismo.

Los aparatos de elevación que se desplacen siguiendo un recorrido fijo, aunque


no esté determinado por guías rígidas, serán considerados pertenecientes al ámbito
de aplicación de este real decreto.

Se entenderá por «habitáculo» la parte del aparato de elevación en la que se


sitúan las personas u objetos con la finalidad de ser elevados o descendidos.

A los efectos de esta ITC, en lo sucesivo se denominará «ascensores» a todos


los aparatos de elevación a los que se refiere el apartado 1 anterior, con
independencia de la designación popular, comercial o la que figure en normas
técnicas y la velocidad con que se desplace el habitáculo. Se precisará, en donde
corresponda, si se trata de un aparato con velocidad de hasta 0,15 m/s, o superior a
este valor.

Se excluyen del ámbito de aplicación de esta ITC:

los ascensores de obras de construcción,


las instalaciones de cables, incluidos los funiculares,
los ascensores especialmente diseñados y fabricados para fines militares o
policiales,
los aparatos de elevación desde los cuales se pueden efectuar trabajos,
los ascensores para pozos de minas,
los aparatos de elevación destinados a mover actores durante representaciones
artísticas,
los aparatos de elevación instalados en medios de transporte,
los aparatos de elevación vinculados a una máquina y destinados exclusivamente
al acceso a puestos de trabajo, incluidos los puntos de mantenimiento e
inspección de la máquina,
los trenes de cremallera,
las escaleras mecánicas y andenes móviles, y
los aparatos elevadores que discurran a lo largo de una escalera o rampa o que
sirvan una distancia vertical menor que la existente entre dos plantas de un
edificio.

Esta ITC se aplicará:

a) a los ascensores de nueva instalación y a sus modificaciones, y


b) a los ascensores existentes antes de su entrada en vigor, únicamente en lo que
se refiere a las prescripciones relativas al mantenimiento, modificaciones
importantes e inspección de los mismos.

Documentación necesaria: Ficha técnica, extendida por triplicado, con las hojas
UNE A4 necesarias para definir el tipo en las cuales se incluirán el nombre y dirección
del fabricante, características esenciales, dimensiones principales, secciones, vistas
exteriores, elementos de seguridad, campo de aplicación, variantes que comprende y
cualquier otro dato que contribuya a la identificación del tipo a homologar.

3.1.2. Puesta en servicio de la instalación

La instalación de los aparatos incluidos en este reglamento requerirá, cuando lo


especifique la ITC, la presentación de un proyecto, por duplicado, ante el órgano
territorial competente de la Administración pública del lugar en que vayan a ser
instalados. Dicho proyecto será redactado y firmado por un técnico titulado
competente.

La puesta en funcionamiento de un aparato de elevación y manutención, salvo que


la instrucción técnica complementaria disponga otra cosa, no precisará otro requisito
que la presentación ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma de un
certificado de la empresa instaladora, examinado y con el visto bueno de un técnico
titulado competente designado por la misma.

Toda modificación de un aparato incluido en este reglamento que suponga alguna


variación del mismo en relación con las características esenciales del proyecto que
obra en poder del órgano territorial competente de la Administración pública, deberá
ser comunicada por escrito a este y, asimismo, habrá de presentarse el certificado
de instalador.
Modelo de Certificado de instalación de aparatos elevadores

No se requerirá ninguna comunicación cuando la modificación consista en la


sustitución de piezas o elementos que no impliquen alteración en las condiciones del
proyecto inicial.

Los aparatos sujetos a este reglamento se someterán a las revisiones de


conservación e inspecciones periódicas que se establezcan en las ITC que
desarrollen el mismo, las cuales determinarán en cada caso el tiempo máximo que
podrá transcurrir entre dos revisiones o inspecciones consecutivas.

Las inspecciones periódicas se llevarán a efecto por el órgano territorial


competente de la Administración pública o, si este así lo establece, por una entidad
colaboradora facultada para la aplicación de este reglamento. En cualquier caso, las
actas de inspección de las entidades colaboradoras serán supervisadas e
intervenidas por el citado órgano competente.

3.1.3. Mantenimiento de la instalación


Los titulares de las instalaciones deberán mantener en buen estado de
funcionamiento sus instalaciones, utilizándolas de acuerdo con sus características y
absteniéndose de intervenir en las mismas para modificarlas. Si son necesarias
modificaciones, estas deberán ser efectuadas por un instalador autorizado.

3.1.4. Verificaciones e inspecciones

Los conservadores, con independencia de lo que especifiquen las ITC, adquirirán


por su parte las siguientes obligaciones en relación con los aparatos cuyo
mantenimiento o reparación tengan contratado:

a) Revisar, mantener y comprobar la instalación de acuerdo con los plazos que para
cada clase de aparato se determinen en las ITC. En estas revisiones se dedicará
especial atención a los elementos de seguridad del aparato, manteniendo un
buen funcionamiento y la seguridad de las personas y las cosas.
b) Enviar personal competente cuando sea requerido por el propietario o
arrendatario, en su caso, o por el personal encargado del servicio, para corregir
averías que se produzcan en la instalación.
c) Poner por escrito en conocimiento del propietario o arrendatario, en su caso, los
elementos del aparato que han de sustituirse, por apreciar que no se encuentran
en las condiciones precisas para que aquel ofrezca las debidas garantías de
buen funcionamiento, o si el aparato no cumple las condiciones vigentes que le
son aplicables.
d) Interrumpir el servicio del aparato cuando se aprecie riesgo de accidentes hasta
que se efectúe la necesaria reparación.
e) En caso de accidente, vendrán obligados a ponerlo en conocimiento del órgano
territorial competente de la Administración pública y a mantener interrumpido el
funcionamiento hasta que, previos los reconocimientos y pruebas pertinentes, lo
autorice dicho órgano competente.
f) Conservar, desde la última inspección periódica realizada por el órgano territorial
competente, la documentación correspondiente, justificativa de las fechas de
visita, resultado de las revisiones de conservación, elementos sustituidos e
incidencias que se consideren dignas de mención, entregándose una copia de la
misma al propietario o arrendatario, en su caso.
g) Comunicar al propietario del aparato la fecha en que le corresponde solicitar la
inspección periódica.
h) Dar cuenta en el plazo máximo de quince días al órgano territorial competente de
la Administración pública de todas las altas y bajas de contratos de conservación
de los aparatos que tengan a su cargo. Al enviar esta comunicación el
conservador podrá hacer constar cuantas observaciones estime pertinentes.

Modelo de inspección periódica por OCA de instalación de aparatos elevadores

3.1.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

Real Decreto 2291/1985, de 8 de noviembre,


por el que se aprueba el Reglamento de
Normativa aparatos de elevación y manutención de los
mismos y Real Decreto 88/2013, de 8 de
reguladora
febrero, por el que se aprueba la Instrucción
Técnica Complementaria (ITC) AEM 1
“Ascensores".

■ Proyecto (ITC-MIE-AEM-01)
■ Certificado de empresa instaladora
Puesta en
■ Inspección oficial por OCA
Servicio de
■ Emisión de certificado por instalador
la
autorizado
Instalación
■ Registro ante el Órgano competente de la
Comunidad Autónoma

■ Mantenerlas en buen estado de


Aparatos Mantenimiento funcionamiento
elevadores ■ Modificaciones por instalador autorizado

Inspección Inicial por OCA (ITC-MIE-AEM-01):


a) Edificios industriales
b) Locales de Pública Concurrencia
c) Edificios de más de 20 viviendas o con más
de cuatro plantas Inspección Periódica por
OCA (ITC-MIE-AEM-01):
Revisiones e
■ Cada 2 años en ascensores instalados en
Inspecciones
edificios industriales y lugares de pública
concurrencia.
■ Cada 4 años en ascensores instalados en
edificios de más de 20 viviendas o con más
de cuatro plantas servidas.
■ Cada 6 años en ascensores instalados en
edificios no incluidos en los apartados
anteriores.

3.1.6. Empresas instaladoras habilitadas

Es la persona física o jurídica que, como una actividad económica organizada,


cumpliendo los requisitos establecidos y habiendo presentado la declaración
responsable de inicio de actividad, es responsable de la ejecución de las actividades
correspondientes a su categoría, en el ámbito del Reglamento de Aparatos de
Elevación y Manutención de los mismos, aprobado por Real Decreto 2291/1985, y de
sus instrucciones técnicas complementarias.

Atendiendo al tipo de actividades que las empresas pueden realizar, se clasifican


en las siguientes categorías:

Conservadora de ascensores. La empresa de esta categoría es la que,


contratada por el propietario o arrendatario del ascensor, puede realizar el servicio
de mantenimiento del mismo, atendiendo a lo dispuesto en el Reglamento de
Aparatos de Elevación y Manutención de los mismos y en la Instrucción Técnica
Complementaria ITC-AEM-1, Ascensores.

Instaladora de grúas torre para obras u otras aplicaciones. La empresa de


esta categoría es la que puede realizar las actividades de instalación, montaje y
desmontaje de grúas torre para obras u otras aplicaciones, atendiendo a lo dispuesto
en el Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención de los mismos y en la
Instrucción Técnica Complementaria MIE-AEM-2 referente a Grúas Torre, aprobada
por el Real Decreto 836/2003.

Conservadora de grúas torre para obras u otras aplicaciones. La empresa


de esta categoría es la que puede realizar las actividades de mantenimiento y
reparación de grúas torre para obras u otras aplicaciones, atendiendo a lo dispuesto
en el Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención de los mismos y en la
Instrucción Técnica Complementaria MIE-AEM-2 referente a Grúas Torre, aprobada
por el Real Decreto 836/2003.

Fabricante de pies de empotramiento o de cualquier otro elemento


estructural de grúas torre. A parte de la propia empresa fabricante de la grúa, la
empresa de esta categoría es la que puede realizar las actividades de fabricación y
reparación de pies de empotramiento o de cualquier otro elemento estructural de
grúas torre, atendiendo a lo dispuesto en la Instrucción Técnica Complementaria
MIE-AEM-2 referente a Grúas Torre, aprobada por el Real Decreto 836/2003.

Conservadora de grúas móviles autopropulsadas. La empresa de esta


categoría es la que puede realizar las actividades de revisión y mantenimiento de
grúas móviles autopropulsadas, atendiendo a lo dispuesto en el Reglamento de
Aparatos de Elevación y Manutención de los mismos y en la Instrucción Técnica
Complementaria MIE-AEM-4 referente a Grúas Móviles Autopropulsadas, aprobada
por el Real Decreto 837/2003.

Requisitos exigidos por la reglamentación de seguridad industrial:


Según dispone el Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención de los
mismos, los requisitos que deben declarar, cumplir y mantener las empresas
instaladoras o conservadoras de aparatos de elevación y manutención establecidas
en España, así como las establecidas en otro Estado miembro de la Unión Europea,
que vayan a ejercer la libre prestación de servicios en España, dependiendo de la
categoría de la empresa, son los siguientes:

Con carácter general:

Disponer de la documentación que identifique a la empresa instaladora o


conservadora, que en el caso de persona jurídica deberá estar constituida
legalmente.
Contar con los medios técnicos, herramientas, equipos y medios de protección
individual para realizar las actividades en condiciones de seguridad de acuerdo
con la normativa vigente y las necesidades del aparato de elevación o
manutención.

Los requisitos específicos exigidos a las empresas, de los cuales deberán


disponer la documentación que así lo acredite, son los que, en función de su
categoría, se relacionan a continuación:

Conservadora de ascensores.
Requisitos específicos:

1. Tener suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía


equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por una cuantía mínima de 300.000 euros (23 de febrero de 2013). Esta
cuantía mínima se actualizará por Orden del Ministro de Industria, Turismo y
Comercio, siempre que sea necesario para mantener la equivalencia económica
de la garantía.
2. Contar en plantilla, como mínimo, con un profesional habilitado conservador de
ascensores y un técnico titulado competente, que será el responsable técnico.
3. Responsabilizarse de que los ascensores que les sean encomendados se
mantienen en condiciones de funcionamiento correctas, cumpliendo íntegramente
los requisitos de la Instrucción Técnica Complementaria ITC-AEM-1,
Ascensores.

Instaladora de grúas torre para obras u otras aplicaciones.


Requisitos específicos:

1. Tener suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía


equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por una cuantía mínima de 600.000 euros (23 de mayo de 2010). Esta
cuantía mínima se actualizará por Orden del Ministro de Industria, Turismo y
Comercio, siempre que sea necesario para mantener la equivalencia económica
de la garantía.
2. Contar con personal contratado que realice la actividad en condiciones de
seguridad, con un mínimo de un técnico titulado competente, que será el
responsable técnico.

Conservadora de grúas torre para obras u otras aplicaciones.


Requisitos específicos:

1. Tener suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía


equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por una cuantía mínima de 600.000 euros (23 de mayo de 2010). Esta
cuantía mínima se actualizará por Orden del Ministro de Industria, Turismo y
Comercio, siempre que sea necesario para mantener la equivalencia económica
de la garantía.
2. Contar con personal contratado que realice la actividad en condiciones de
seguridad y en número suficiente para atender las instalaciones que tengan
contratadas.
3. Responsabilizarse de que las grúas torre que les sean encomendadas se
mantienen en condiciones de funcionamiento correctas.

Fabricante de pies de empotramiento o de cualquier otro elemento estructural


de grúas torre.
Requisitos específicos:

1. Tener suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía


equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por una cuantía mínima de 1.000.000 euros (23 de mayo de 2010). Esta
cuantía mínima se actualizará por Orden del Ministro de Industria, Turismo y
Comercio, siempre que sea necesario para mantener la equivalencia económica
de la garantía.
2. Disponer en plantilla de un técnico titulado competente.
3. Disponer de soldadores y procesos de soldadura homologados por un
organismo de control autorizado.

Conservadora de grúas móviles autopropulsadas.


Requisitos específicos:

1. Tener suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía


equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por una cuantía mínima de 1.000.000 euros (23 de mayo de 2010). Esta
cuantía mínima se actualizará por Orden del Ministro de Industria, Turismo y
Comercio, siempre que sea necesario para mantener la equivalencia económica
de la garantía.
2. Contar con personal contratado que realice la actividad en condiciones de
seguridad y en número suficiente para atender todas las grúas que deban
conservar.
3. Responsabilizarse de que las grúas móviles autopropulsadas que les sean
encomendadas se mantienen en condiciones de funcionamiento correctas.

3.2. GRÚAS MÓVILES AUTOPROPULSADAS

3.2.1. Normativa reguladora

El Real Decreto 837/2003, de 27 de junio, por el que se aprueba el nuevo texto


modificado y refundido de la Instrucción Técnica Complementaria “MIE-AEM-4” del
Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención, referente a grúas móviles
autopropulsadas.

La experiencia desde la publicación de la Instrucción Técnica Complementaria


(ITC) «MIE-AEM-4» del Reglamento de Aparatos de Elevación y manutención,
referente a grúas móviles autopropulsadas usadas, ha llevado a la conveniencia de
modificar algunos de sus preceptos, a fin de ponerlos en consonancia con la técnica
más actual.

El Real Decreto 2370/1996, de 18 de noviembre, por el que se aprueba la


Instrucción Técnica Complementaria (ITC) «MIE-AEM-4» del Reglamento de
Aparatos de Elevación y Manutención, referente a grúas móviles autopropulsadas
usadas, ya recogía en su preámbulo que la presencia, cada vez mayor, de las grúas
móviles autopropulsadas con potencial de manipulación de cargas cada vez más
importante, es fundamental y posibilita la ejecución de trabajos con una disminución
del riesgo de accidente. El desarrollo económico permite que se pueda constatar el
gran aumento de las operaciones que se realizan con este tipo de aparatos y su
implantación en todos los sectores industriales y de la construcción.

No obstante, aquella ITC solamente establecía criterios mínimos de seguridad,


así como las operaciones de mantenimiento y revisiones e inspecciones oficiales, a
las que debían someterse las grúas móviles autopropulsadas que constituían el
parque nacional existente con anterioridad, excluyendo expresamente a aquellas
fabricadas de acuerdo con el Real Decreto 1435/1992, de 27 de noviembre, sobre
Máquinas, modificado por el Real Decreto 56/1995, de 20 de enero (en adelante
Real Decreto 1435/1992, sobre Máquinas).

La experiencia que la puesta en vigor de la ITC «MIE-AEM-4» ha supuesto para


la seguridad del sector ha demostrado la importancia de que esta incluya también a
las grúas fabricadas con los criterios fijados por el Real Decreto 1435/1992, sobre
Máquinas, en lo referente a las condiciones de utilización, mantenimiento y revisiones
e inspecciones oficiales.

La inclusión de estas condiciones de utilización, mantenimiento y revisiones e


inspecciones oficiales no lleva consigo ninguna contradicción con las directrices de la
Unión Europea, toda vez que aborda la seguridad de los equipos después de su
puesta en el mercado, y permite facilitar el seguimiento de sus condiciones de
seguridad más allá del propio mantenimiento preventivo fijado en las instrucciones
dictadas por los fabricantes de estos equipos.

El parque nacional actual, en un acelerado proceso de modernización, lleva a la


desaparición de la actual «MIE-AEM-4», que se manifiesta obsoleta en cuanto a sus
prescripciones de diseño y fabricación, creándose un vacío legal en el sector, no
cubierto por las disposiciones vigentes en el marco de la seguridad de máquinas, y
que con esta modificación se pretende corregir.

Asimismo, la creciente utilización en labores cada vez más complejas e


importantes lleva a la necesidad de fijar unas condiciones mínimas que han de reunir
los operadores de estas grúas móviles autopropulsadas.

Por otra parte, la ampliación del ámbito de aplicación a todas las grúas móviles
autopropulsadas, incluso para las nuevas en cuanto a los aspectos de utilización,
mantenimiento y revisiones e inspecciones oficiales, es una razón que, mejor que
disponer la modificación de artículos determinados de la repetida instrucción,
aconseja proceder a la aprobación de un nuevo texto revisado de la ITC «MIE-AEM-
4» del Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención, referente a grúas
móviles autopropulsadas.

3.2.2. Puesta en servicio de la instalación

La puesta en servicio de las grúas móviles autopropulsadas se recoge en el Real


Decreto 560/2010, de 7 de mayo, por el que se modifican diversas normas
reglamentarias en materia de seguridad industrial para adecuarlas a la Ley 17/2009,
de 23 de noviembre, sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su
ejercicio, y a la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de modificación de diversas leyes
para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su
ejercicio. En concreto en su artículo noveno Modificación del Real Decreto 837/2003,
de 27 de junio, por el que se aprueba el nuevo texto modificado y refundido de la
Instrucción Técnica Complementaria «MIE-AEM-4» del Reglamento de Aparatos de
Elevación y Manutención, referente a grúas móviles autopropulsadas.

Cuando la empresa conservadora que se establece o ejerce la actividad en


España, ya esté cubierta por un seguro de responsabilidad civil profesional u otra
garantía equivalente o comparable en lo esencial en cuanto a su finalidad y a la
cobertura que ofrezca en términos de riesgo asegurado, suma asegurada o límite de
la garantía en otro Estado miembro en el que ya esté establecido, se considerará
cumplida la exigencia establecida en la letra d) del apartado 5.10 de la Instrucción
Técnica Complementaria aprobada por este Real Decreto 837/2003, de 27 de junio.
Si la equivalencia con los requisitos es solo parcial, la empresa conservadora deberá
ampliar el seguro o garantía equivalente hasta completar las condiciones exigidas. En
el caso de seguros u otras garantías suscritas con entidades aseguradoras y
entidades de crédito autorizadas en otro Estado miembro, se aceptarán a efectos de
acreditación los certificados emitidos por estas.

A los efectos de acreditar el cumplimiento de los requisitos exigidos a las


empresas conservadoras, se aceptarán los documentos procedentes de otro Estado
miembro de los que se desprenda que se cumplen tales requisitos, en los términos
previstos en el artículo 17 de la Ley 17/2009, de 23 de noviembre, sobre el libre
acceso a las actividades de servicios y su ejercicio.

Corresponderá a las comunidades autónomas elaborar y mantener disponibles los


modelos de declaración responsable. A efectos de facilitar la introducción de datos
en el Registro Integrado Industrial regulado en el Título IV de la Ley 21/1992, de 16
de julio, de Industria, el órgano competente en materia de seguridad industrial del
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio elaborará y mantendrá actualizada una
propuesta de modelos de declaración responsable, que deberá incluir los datos que
se suministrarán al indicado registro, y que estará disponible en la sede electrónica
de dicho Ministerio.

Las empresas conservadoras deben cumplir las obligaciones de información de


los prestadores y las obligaciones en materia de reclamaciones establecidas,
respectivamente, en los artículos 22 y 23 de la Ley 17/2009, de 23 de noviembre,
sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio.

Los apartados 4.1 y 4.2 de la Instrucción Técnica Complementaria «MIE-AEM-4»


quedan redactados como sigue:

1. Antes de que se realice la primera utilización de la grúa móvil autopropulsada, su


titular deberá presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma
en que radique su domicilio social, o en su caso donde desee realizar la primera
utilización de la grúa móvil autopropulsada en territorio español, una declaración
de adecuación individualizada del parque de grúas móviles autopropulsadas que
integren la empresa o vayan a utilizarse. Estas declaraciones de adecuación, en
el caso de grúas que no están en posesión del marcado “CE”, contendrán como
mínimo la información indicada en el anexo II, incluyendo para el resto de las
grúas únicamente los párrafos a) y b) del señalado anexo II y la declaración
“CE” de conformidad.

Las comunidades autónomas deberán posibilitar que la declaración responsable


sea realizada por medios electrónicos.

La presentación de la declaración de adecuación realizada ante el órgano


competente de la Comunidad Autónoma habilita, desde el momento de su
presentación, para la utilización de la grúa móvil autopropulsada en todo el
ámbito estatal.

2. El órgano competente de dicha Comunidad Autónoma registrará la declaración


“CE” de conformidad o la declaración de adecuación de la grúa asignándole un
número de identificación de la misma, el cual deberá conservarse para
posteriores inspecciones periódicas y otras comprobaciones que fuesen
pertinentes.

La comunidad autónoma remitirá al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio


los datos necesarios para la inclusión de la grúa móvil autopropulsada en el Registro
Integrado Industrial regulado en el Título IV de la Ley 21/1992, de 16 de julio, de
Industria y en su normativa reglamentaria de desarrollo.

3.2.3. Mantenimiento de la instalación

1. Las grúas móviles autopropulsadas serán revisadas de acuerdo con lo


establecido por el fabricante de la grúa móvil o de los conjuntos incorporados a
esta, en los manuales específicos para revisión y mantenimiento, cumpliendo lo
establecido en el Capítulo 5 de la norma UNE 58-508-78.

El mantenimiento y revisiones de las grúas serán responsabilidad del propietario.

2. Las revisiones se efectuarán por las empresas conservadoras que cumplan lo


establecido en los artículos 10 y 12 del Reglamento de Aparatos de Elevación y
Manutención aprobado por el Real Decreto 2291/1985, de 8 de noviembre.

3. Antes de comenzar sus actividades como empresas conservadoras, las


personas físicas o jurídicas que deseen establecerse en España deberán
presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que se
establezcan una declaración responsable en la que el titular de la empresa o el
representante legal de la misma declare que cumple los requisitos que se exigen
por esta instrucción técnica complementaria y su reglamento correspondiente,
que dispone de la documentación que así lo acredita, que se compromete a
mantenerlos durante la vigencia de la actividad y que se responsabiliza de que
las operaciones de revisión de las grúas se efectúan de acuerdo con las normas
y requisitos que se establecen en esta instrucción técnica complementaria.

4. Las empresas conservadoras legalmente establecidas para el ejercicio de esta


actividad en cualquier otro Estado miembro de la Unión Europea que deseen
realizar la actividad en régimen de libre prestación en territorio español, deberán
presentar, previo al inicio de la misma, ante el órgano competente de la
Comunidad Autónoma donde deseen comenzar su actividad una declaración
responsable en la que el titular de la empresa o el representante legal de la
misma declare que cumple los requisitos que se exigen por esta instrucción
técnica complementaria y su reglamento correspondiente, que dispone de la
documentación que así lo acredita, que se compromete a mantenerlos durante la
vigencia de la actividad y que se responsabiliza de que las operaciones de
revisión de las grúas se efectúan de acuerdo con las normas y requisitos que se
establecen en esta instrucción técnica complementaria.

Para la acreditación del cumplimiento del requisito de personal cualificado la


declaración deberá hacer constar que la empresa dispone de la documentación
que acredita la capacitación del personal afectado, de acuerdo con la normativa
del país de establecimiento y conforme a lo previsto en la normativa de la Unión
Europea sobre reconocimiento de cualificaciones profesionales, aplicada en
España mediante el Real Decreto 1837/2008, de 8 de noviembre, por el que se
incorporan al ordenamiento jurídico español la Directiva 2005/36/CE, del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 7 de septiembre de 2005, y la Directiva
2006/100/CE, del Consejo, de 20 de noviembre de 2006, relativas al
reconocimiento de cualificaciones profesionales así como a determinados
aspectos del ejercicio de la profesión de abogado.

La autoridad competente podrá verificar esa capacidad con arreglo a lo


dispuesto en el artículo 15 del Real Decreto 1837/2008, de 8 de noviembre.

5. Las comunidades autónomas deberán posibilitar que la declaración responsable


sea realizada por medios electrónicos.

No se podrá exigir la presentación de documentación acreditativa del


cumplimiento de los requisitos junto con la declaración responsable. No obstante,
esta documentación deberá estar disponible para su presentación inmediata
ante la Administración competente cuando esta así lo requiera en el ejercicio de
sus facultades de inspección, comprobación y control.

6. El órgano competente de la Comunidad Autónoma, asignará, de oficio, un


número de identificación a la empresa y remitirá los datos necesarios para su
inclusión en el Registro Integrado Industrial regulado en el Título IV de la Ley
21/1992, de 16 de julio, de Industria y en su normativa reglamentaria de
desarrollo.

7. De acuerdo con la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria, la declaración


responsable habilita por tiempo indefinido a la empresa conservadora, desde el
momento de su presentación ante la Administración competente, para el
ejercicio de la actividad en todo el territorio español, sin que puedan imponerse
requisitos o condiciones adicionales.

8. Al amparo de lo previsto en el apartado 3 del artículo 71 bis de la Ley 30/1992,


de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones públicas y del
Procedimiento Administrativo Común, la Administración competente podrá
regular un procedimiento para comprobar a posteriori lo declarado por el
interesado.

En todo caso, la no presentación de la declaración, así como la inexactitud,


falsedad u omisión, de carácter esencial, de datos o manifestaciones que deban
figurar en dicha declaración habilitará a la Administración competente para dictar
resolución, que deberá ser motivada y previa audiencia del interesado, por la
que se declare la imposibilidad de seguir ejerciendo la actividad y, si procede, se
inhabilite temporalmente para el ejercicio de la actividad sin perjuicio de las
responsabilidades que pudieran derivarse de las actuaciones realizadas.

9. Cualquier hecho que suponga modificación de alguno de los datos incluidos en la


declaración originaria, así como el cese de las actividades, deberá ser
comunicado por el interesado al órgano competente de la Comunidad Autónoma
donde presentó la declaración responsable en el plazo de un mes.

10. Las empresas conservadoras cumplirán los siguientes requisitos:

a) Disponer de la documentación que identifique a la empresa conservadora,


que en el caso de persona jurídica, deberá estar constituida legalmente.
b) Disponer de los medios técnicos necesarios para realizar su actividad en
condiciones de seguridad.
c) Contar con personal contratado que realice la actividad en condiciones de
seguridad y en número suficiente para atender todas las grúas que deban
conservar.
d) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio con una cobertura mínima, por siniestro, de 1.000.000 de euros.
Esta cuantía mínima se actualizará por orden del Ministro de Industria,
Turismo y Comercio, siempre que sea necesario para mantener la
equivalencia económica de la garantía y previo informe de la Comisión
Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos.
11. La empresa conservadora habilitada no podrá facilitar, ceder o enajenar
certificados de actuaciones no realizadas por ella misma.

12. El incumplimiento de los requisitos exigidos, verificado por la autoridad


competente y declarado mediante resolución motivada, conllevará el cese de la
actividad, salvo que pueda incoarse un expediente de subsanación de errores,
sin perjuicio de las sanciones que pudieran derivarse de la gravedad de las
actuaciones realizadas.

La autoridad competente, en este caso, abrirá un expediente informativo al titular


de la instalación, que tendrá quince días naturales a partir de la comunicación
para aportar las evidencias o descargos correspondientes.

13. El órgano competente de la Comunidad Autónoma dará traslado inmediato al


Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de la inhabilitación temporal, las
modificaciones y el cese de la actividad a los que se refieren los apartados
precedentes para la actualización de los datos en el Registro Integrado
Industrial, regulado en el Título IV de la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria,
tal y como lo establece su normativa reglamentaria de desarrollo.

14. Las revisiones que deba efectuar la empresa conservadora se realizarán, como
mínimo, cada seis meses, conforme a las prescripciones de la norma UNE 58-
508-78, y deberá quedar reflejado el resultado de esta revisión en el libro
historial de la grúa móvil autopropulsada.

3.2.4. Verificaciones e inspecciones

Las grúas objeto de esta ITC serán inspeccionadas periódicamente con los
plazos indicados a continuación:

a) Grúas hasta seis años de antigüedad: cada tres años.


b) Grúas de más de seis y hasta 10 años de antigüedad: cada dos años.
c) Grúas de más de 10 años de antigüedad o que no acrediten la fecha de
fabricación: cada año.

La antigüedad se computará de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 4.3.


Estas inspecciones serán realizadas por un organismo de control, facultado para
la aplicación del Reglamento de Aparatos de Elevación y manutención. Un ejemplar
del acta de inspección se entregará al propietario, y otro será remitido al órgano
competente de la Comunidad Autónoma en que esté inscrita la empresa.

En las inspecciones oficiales se deberán controlar los conceptos que figuran en el


anexo IV.
Ficha de inspecciones oficiales

Todo ello, sin perjuicio de las que pudieran corresponder con arreglo a su
categoría como vehículo.

Toda grúa móvil autopropulsada, conforme con las prescripciones establecidas en


esta ITC, deberá colocar en parte fácilmente visible de la cabina de la grúa, y bajo la
responsabilidad del organismo de control que realice la inspección, una placa
adhesiva de color verde, de 105 x 74 mm, cuyo modelo se adjunta en el anexo VIII,
en la que figuren los siguientes datos:

Nombre de la comunidad autónoma.


I T G A.
R.A.E. —4: 0001 (con numeración correlativa correspondiente al R.A.E.— 4 de
cada comunidad autónoma).
N.o de serie (o en su caso del bastidor).
Fecha de la próxima inspección: antes de: XX-XXXX (mes y año).

Modelo de placa adhesiva

3.2.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

El Real Decreto 837/2003, de 27 de


junio, por el que se aprueba el nuevo
texto modificado y refundido de la
Normativa Instrucción técnica complementaria
reguladora "MIE-AEM-4" del Reglamento de
aparatos de elevación y manutención,
referente a grúas móviles
autopropulsadas.

■ Seguro de responsabilidad civil


profesional u otra garantía
equivalente o comparable
■ Declaración responsable
■ Declaración de adecuación
Individualizada del parque de grúas
Puesta en móviles autopropulsadas ante el
Servicio de la Órgano competente de la
Instalación Comunidad Autónoma
■ Registro de la declaración "CE" de
conformidad o la declaración de
adecuación de la grúa por el
Grúas móviles Órgano competente de la
autopropulsadas Comunidad Autónoma

■ El mantenimiento y revisiones de las


grúas serán responsabilidad del
propietario de acuerdo con lo
establecido por el fabricante.
Mantenimiento ■ Las revisiones se realizarán por
empresas conservadoras
acreditadas convenientemente por
el Órgano competente de la
Comunidad Autónoma

Inspección Inicial / Periódica por OCA


(ITC-MIE-AEM-4):
• Grúas hasta seis años de
antigüedad: cada tres años.
Verificaciones e
Inspecciones • Grúas de más de seis y hasta 10
años de antigüedad: cada dos años.
• Grúas de más de 10 años de
antigüedad o que no acrediten la fecha
de fabricación: cada año.

3.2.6. Empresas instaladoras habilitadas

Las empresas que deseen habilitarse para desarrollar esta actividad deben de
presentar, antes de comenzar su actividad, ante el órgano competente de la
Comunidad Autónoma donde se establezcan una declaración responsable.

Con la presentación de este documento, el titular de la empresa o el


representante legal de la misma, declara que cumple los requisitos exigidos, que
dispone de la documentación que así lo acredita, que se compromete a mantenerlos
durante la vigencia de la actividad y que se responsabiliza de que las actividades se
efectúan de acuerdo con las normas y requisitos establecidos.
Una vez presentada la declaración responsable, el órgano competente de la
Comunidad Autónoma asignará de oficio un número de identificación a la empresa,
estando la empresa, desde que presenta la declaración responsable, habilitada para
ejercer la actividad en todo el territorio nacional.

Las empresas conservadoras de grúas móviles autopropulsadas deben cumplir en


todo momento, los siguientes requisitos recogidos en en el artículo 9 de la ITC-MIE-
AEM-4, y que son:

Disponer de la documentación que identifique a la empresa conservadora, que


en el caso de persona jurídica, deberá estar constituida legalmente.
Disponer de los medios técnicos necesarios para realizar su actividad en
condiciones de seguridad.
Contar con personal contratado que realice la actividad en condiciones de
seguridad y en número suficiente para atender todas las grúas que deban
conservar.
Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio con una cobertura mínima, por siniestro, de 1.000.000 de euros.

Las revisiones que deba efectuar la empresa conservadora se realizarán, como


mínimo, cada seis meses, conforme a las prescripciones de la norma UNE 58-508-
78, y deberá quedar reflejado el resultado de esta revisión en el libro historial de la
grúa móvil autopropulsada.

3.3. EQUIPOS DE ELEVACIÓN INDUSTRIAL: PUENTES


GRÚA, POLIPASTOS, SEMIPÓRTICOS, PÓRTICOS,
GÓNDOLAS, CARRETILLAS AUTOMOTORAS,
VEHÍCULOS INDUSTRIALES, GRÚAS AUTO-
CARGANTES

3.3.1. Normativa reguladora

Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio por el que se establecen las


disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores
de los equipos de trabajo y la guía técnica para la evaluación y prevención de los
riesgos relativos a la utilización de los equipos de trabajo.

El presente Real Decreto tiene por objeto, en el marco de la Ley 31/1995, de 8


de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, establecer las disposiciones
mínimas de seguridad y salud para la utilización de los equipos de trabajo empleados
por los trabajadores en el trabajo.

A efectos del presente Real Decreto, se entenderá por:

a) Equipo de trabajo: cualquier máquina, aparato, instrumento o instalación


utilizados en el trabajo.
b) Utilización de un equipo de trabajo: cualquier actividad referida a un equipo de
trabajo, tal como la puesta en marcha o la detención, el empleo, el transporte, la
reparación, la transformación, el mantenimiento y la conservación, incluida en
particular la limpieza.
c) Zona peligrosa: cualquier zona situada en el interior o alrededor de un equipo de
trabajo en la que la presencia de un trabajador expuesto entrañe un riesgo para
su seguridad o para su salud.
d) Trabajador expuesto: cualquier trabajador que se encuentre total o parcialmente
en una zona peligrosa.
e) Operador del equipo: el trabajador encargado de la utilización de un equipo de
trabajo.

El empresario estará obligado a:

1. El empresario adoptará las medidas necesarias para que los equipos de trabajo
que se pongan a disposición de los trabajadores sean adecuados al trabajo que
deba realizarse y convenientemente adaptados al mismo, de forma que
garanticen la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizar dichos equipos
de trabajo.

Cuando no sea posible garantizar de este modo totalmente la seguridad y la


salud de los trabajadores durante la utilización de los equipos de trabajo, el
empresario tomará las medidas adecuadas para reducir tales riesgos al mínimo.

En cualquier caso, el empresario deberá utilizar únicamente equipos que


satisfagan:

a) Cualquier disposición legal o reglamentaria que les sea de aplicación.


b) Las condiciones generales previstas en el anexo I de este Real Decreto.

2. Para la elección de los equipos de trabajo el empresario deberá tener en cuenta


los siguientes factores:

a) Las condiciones y características específicas del trabajo a desarrollar.


b) Los riesgos existentes para la seguridad y salud de los trabajadores en el
lugar de trabajo y, en particular, en los puestos de trabajo, así como los
riesgos que puedan derivarse de la presencia o utilización de dichos equipos
o agravarse por ellos.
c) En su caso, las adaptaciones necesarias para su utilización por trabajadores
discapacitados.

3. Para la aplicación de las disposiciones mínimas de seguridad y salud previstas


en el presente Real Decreto, el empresario tendrá en cuenta los principios
ergonómicos, especialmente en cuanto al diseño del puesto de trabajo y la
posición de los trabajadores durante la utilización del equipo de trabajo.

4. La utilización de los equipos de trabajo deberá cumplir las condiciones generales


establecidas en el anexo II del presente Real Decreto.

Cuando, a fin de evitar o controlar un riesgo específico para la seguridad o salud


de los trabajadores, la utilización de un equipo de trabajo deba realizarse en
condiciones o formas determinadas, que requieran un particular conocimiento
por parte de aquellos, el empresario adoptará las medidas necesarias para que
la utilización de dicho equipo quede reservada a los trabajadores designados
para ello.

5. El empresario adoptará las medidas necesarias para que, mediante un


mantenimiento adecuado, los equipos de trabajo se conserven durante todo el
tiempo de utilización en unas condiciones tales que satisfagan las disposiciones
del segundo párrafo del apartado 1. Dicho mantenimiento se realizará teniendo
en cuenta las instrucciones del fabricante o, en su defecto, las características de
estos equipos, sus condiciones de utilización y cualquier otra circunstancia
normal o excepcional que pueda influir en su deterioro o desajuste.

Las operaciones de mantenimiento, reparación o transformación de los equipos


de trabajo cuya realización suponga un riesgo específico para los trabajadores solo
podrán ser encomendadas al personal especialmente capacitado para ello.

3.3.2. Puesta en servicio de la instalación

Condiciones de utilización de equipos de trabajo para la elevación de cargas

1. Generalidades:

a) Los equipos de trabajo desmontables o móviles, que sirvan para la elevación


de cargas deberán emplearse de forma que se pueda garantizar la
estabilidad del equipo durante su empleo en las condiciones previsibles,
teniendo en cuenta la naturaleza del suelo.

b) La elevación de trabajadores solo estará permitida mediante equipos de


trabajo y accesorios previstos a tal efecto.

No obstante, cuando con carácter excepcional hayan de utilizarse para tal fin
equipos de trabajo no previstos para ello, deberán tomarse las medidas
pertinentes para garantizar la seguridad de los trabajadores y disponer de una
vigilancia adecuada.

Durante la permanencia de trabajadores en equipos de trabajo destinados a


levantar cargas, el puesto de mando deberá estar ocupado permanentemente.
Los trabajadores elevados deberán disponer de un medio de comunicación
seguro y deberá estar prevista su evacuación en caso de peligro.

c) A menos de que fuera necesario para efectuar correctamente los trabajos,


deberán tomarse medidas para evitar la presencia de trabajadores bajo las
cargas suspendidas.

No estará permitido el paso de las cargas por encima de lugares de trabajo no


protegidos ocupados habitualmente por trabajadores. Si ello no fuera posible,
por no poderse garantizar la correcta realización de los trabajos de otra manera,
deberán definirse y aplicarse procedimientos adecuados.

d) Los accesorios de elevación deberán seleccionarse en función de las cargas


que se manipulen, de los puntos de prensión, del dispositivo del enganche y
de las condiciones atmosféricas, y teniendo en cuenta la modalidad y la
configuración del amarre. Los ensamblajes de accesorios de elevación
deberán estar claramente marcados para permitir que el usuario conozca
sus características, si no se desmontan tras el empleo.

e) Los accesorios de elevación deberán almacenarse de forma que no se


estropeen o deterioren.

2. Equipos de trabajo para la elevación de cargas no guiadas:

a) Si dos o más equipos de trabajo para la elevación de cargas no guiadas se


instalan o se montan en un lugar de trabajo de manera que sus campos de
acción se solapen, deberán adoptarse medidas adecuadas para evitar las
colisiones entre las cargas o los elementos de los propios equipos.
b) Durante el empleo de un equipo de trabajo móvil para la elevación de cargas
no guiadas, deberán adoptarse medidas para evitar su balanceo, vuelco y,
en su caso, desplazamiento y deslizamiento. Deberá comprobarse la
correcta realización de estas medidas.
c) Si el operador de un equipo de trabajo para la elevación de cargas no
guiadas no puede observar el trayecto completo de la carga ni directamente
ni mediante los dispositivos auxiliares que faciliten las informaciones útiles,
deberá designarse un encargado de señales en comunicación con el
operador para guiarle y deberán adoptarse medidas de organización para
evitar colisiones de la carga que puedan poner en peligro a los trabajadores.
d) Los trabajos deberán organizarse de forma que mientras un trabajador esté
colgando o descolgando una carga a mano, pueda realizar con toda
seguridad esas operaciones, garantizando en particular que dicho trabajador
conserve el control, directo o indirecto, de las mismas.
e) Todas las operaciones de levantamiento deberán estar correctamente
planificadas, vigiladas adecuadamente y efectuadas con miras a proteger la
seguridad de los trabajadores.

En particular, cuando dos o más equipos de trabajo para la elevación de cargas


no guiadas deban elevar simultáneamente una carga, deberá elaborarse y
aplicarse un procedimiento con el fin de garantizar una buena coordinación de los
operadores.

f) Si algún equipo de trabajo para la elevación de cargas no guiadas no puede


mantener las cargas en caso de avería parcial o total de la alimentación de
energía, deberán adoptarse medidas apropiadas para evitar que los
trabajadores se expongan a los riesgos correspondientes.

Las cargas suspendidas no deberán quedar sin vigilancia, salvo si es imposible


el acceso a la zona de peligro y si la carga se ha colgado con toda seguridad y
se mantiene de forma completamente segura.

g) El empleo al aire libre de equipos de trabajo para la elevación de cargas no


guiadas deberá cesar cuando las condiciones meteorológicas se degraden
hasta el punto de causar perjuicio a la seguridad de funcionamiento y
provocar de esa manera que los trabajadores corran riesgos. Deberán
adoptarse medidas adecuadas de protección, destinadas especialmente a
impedir el vuelco del equipo de trabajo, para evitar riesgos a los
trabajadores.

3.3.3. Mantenimiento de la instalación

1. Los órganos de accionamiento de un equipo de trabajo que tengan alguna


incidencia en la seguridad deberán ser claramente visibles e identificables y,
cuando corresponda, estar indicados con una señalización adecuada.

Los órganos de accionamiento deberán estar situados fuera de las zonas


peligrosas, salvo, si fuera necesario, en el caso de determinados órganos de
accionamiento, y de forma que su manipulación no pueda ocasionar riesgos
adicionales. No deberán acarrear riesgos como consecuencia de una
manipulación involuntaria. Si fuera necesario, el operador del equipo deberá
poder cerciorarse desde el puesto de mando principal de la ausencia de
personas en las zonas peligrosas. Si esto no fuera posible, la puesta en marcha
deberá ir siempre precedida automáticamente de un sistema de alerta, tal como
una señal de advertencia acústica o visual. El trabajador expuesto deberá
disponer del tiempo y de los medios suficientes para sustraerse rápidamente de
los riesgos provocados por la puesta en marcha o la detención del equipo de
trabajo.

Los sistemas de mando deberán ser seguros y elegirse teniendo en cuenta los
posibles fallos, perturbaciones y los requerimientos previsibles, en las
condiciones de uso previstas.

2. La puesta en marcha de un equipo de trabajo solamente se podrá efectuar


mediante una acción voluntaria sobre un órgano de accionamiento previsto a tal
efecto.

Lo mismo ocurrirá para la puesta en marcha tras una parada, sea cual fuere la
causa de esta última, y para introducir una modificación importante en las
condiciones de funcionamiento (por ejemplo, velocidad, presión, etc.), salvo si
dicha puesta en marcha o modificación no presentan riesgo alguno para los
trabajadores expuestos o son resultantes de la secuencia normal de un ciclo
automático.

3. Cada equipo de trabajo deberá estar provisto de un órgano de accionamiento


que permita su parada total en condiciones de seguridad.

Cada puesto de trabajo estará provisto de un órgano de accionamiento que


permita parar en función de los riesgos existentes, o bien todo el equipo de
trabajo o bien una parte del mismo solamente, de forma que dicho equipo quede
en situación de seguridad. La orden de parada del equipo de trabajo tendrá
prioridad sobre las órdenes de puesta en marcha. Una vez obtenida la parada
del equipo de trabajo o de sus elementos peligrosos, se interrumpirá el
suministro de energía de los órganos de accionamiento de que se trate.

Si fuera necesario en función de los riesgos que presente un equipo de trabajo y


del tiempo de parada normal, dicho equipo deberá estar provisto de un
dispositivo de parada de emergencia.

4. Cualquier equipo de trabajo que entrañe riesgo de caída de objetos o de


proyecciones deberá estar provisto de dispositivos de protección adecuados a
dichos riesgos.

5. Cualquier equipo de trabajo que entrañe riesgo por emanación de gases,


vapores o líquidos o por emisión de polvo deberá estar provisto de dispositivos
adecuados de captación o extracción cerca de la fuente emisora
correspondiente.

6. Si fuera necesario para la seguridad o salud de los trabajadores, los equipos de


trabajo y sus elementos deberán estar estabilizados por fijación o por otros
medios. Los equipos de trabajo cuya utilización prevista requiera que los
trabajadores se sitúen sobre ellos deberán disponer de los medios adecuados
para garantizar que el acceso y permanencia en esos equipos no suponga un
riesgo para su seguridad y salud. En particular, salvo en el caso de las escaleras
de mano y de los sistemas utilizados en las técnicas de acceso y
posicionamiento mediante cuerdas, cuando exista un riesgo de caída de altura
de más de dos metros, los equipos de trabajo deberán disponer de barandillas o
de cualquier otro sistema de protección colectiva que proporcione una seguridad
equivalente. Las barandillas deberán ser resistentes, de una altura mínima de 90
centímetros y, cuando sea necesario para impedir el paso o deslizamiento de los
trabajadores o para evitar la caída de objetos, dispondrán, respectivamente, de
una protección intermedia y de un rodapiés.

7. Las escaleras de mano, los andamios y los sistemas utilizados en las técnicas
de acceso y posicionamiento mediante cuerdas deberán tener la resistencia y
los elementos necesarios de apoyo o sujeción, o ambos, para que su utilización
en las condiciones para las que han sido diseñados no suponga un riesgo de
caída por rotura o desplazamiento. En particular, las escaleras de tijera
dispondrán de elementos de seguridad que impidan su apertura al ser utilizadas.

8. En los casos en que exista riesgo de estallido o de rotura de elementos de un


equipo de trabajo que pueda afectar significativamente a la seguridad o a la
salud de los trabajadores deberán adoptarse las medidas de protección
adecuadas.

9. Cuando los elementos móviles de un equipo de trabajo puedan entrañar riesgos


de accidente por contacto mecánico deberán ir equipados con resguardos o
dispositivos que impidan el acceso a las zonas peligrosas o que detengan las
maniobras peligrosas antes del acceso a dichas zonas.

Los resguardos y los dispositivos de protección:

Serán de fabricación sólida y resistente.


No ocasionarán riesgos suplementarios.
No deberá ser fácil anularlos o ponerlos fuera de servicio.
Deberán estar situados a suficiente distancia de la zona peligrosa.
No deberán limitar más de lo imprescindible o necesario la observación del
ciclo de trabajo.
Deberán permitir las intervenciones indispensables para la colocación o la
sustitución de las herramientas, y para los trabajos de mantenimiento,
limitando el acceso únicamente al sector en el que deba realizarse el trabajo
sin desmontar, a ser posible, el resguardo o el dispositivo de protección.

10. Las zonas y puntos de trabajo o de mantenimiento de un equipo de trabajo


deberán estar adecuadamente iluminadas en función de las tareas que deban
realizarse.
11. Las partes de un equipo de trabajo que alcancen temperaturas elevadas o muy
bajas deberán estar protegidas cuando corresponda contra los riesgos de
contacto o la proximidad de los trabajadores.
12. Los dispositivos de alarma del equipo de trabajo deberán ser perceptibles y
comprensibles fácilmente y sin ambigüedades.
13. Todo equipo de trabajo deberá estar provisto de dispositivos claramente
identificables que permitan separarlo de cada una de sus fuentes de energía.
14. El equipo de trabajo deberá llevar las advertencias y señalizaciones
indispensables para garantizar la seguridad de los trabajadores.
15. Todo equipo de trabajo deberá ser adecuado para proteger a los trabajadores
contra los riesgos de incendio, de calentamiento del propio equipo o de
emanaciones de gases, polvos, líquidos, vapores u otras sustancias producidas,
utilizadas o almacenadas por este. Los equipos de trabajo que se utilicen en
condiciones ambientales climatológicas o industriales agresivas que supongan un
riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores, deberán estar
acondicionados para el trabajo en dichos ambientes y disponer, en su caso, de
sistemas de protección adecuados, tales como cabinas u otros.
16. Todo equipo de trabajo deberá ser adecuado para prevenir el riesgo de
explosión, tanto del equipo de trabajo como de las sustancias producidas,
utilizadas o almacenadas por este.
17. Todo equipo de trabajo deberá ser adecuado para proteger a los trabajadores
expuestos contra el riesgo de contacto directo o indirecto con la electricidad. En
cualquier caso, las partes eléctricas de los equipos de trabajo deberán ajustarse
a lo dispuesto en la normativa específica correspondiente.
18. Todo equipo de trabajo que entrañe riesgos por ruido, vibraciones o radiaciones
deberá disponer de las protecciones o dispositivos adecuados para limitar, en la
medida de lo posible, la generación y propagación de estos agentes físicos.
19. Los equipos de trabajo para el almacenamiento, trasiego o tratamiento de
líquidos corrosivos o a alta temperatura deberán disponer de las protecciones
adecuadas para evitar el contacto accidental de los trabajadores con los
mismos.
20. Las herramientas manuales deberán estar construidas con materiales
resistentes y la unión entre sus elementos deberá ser firme, de manera que se
eviten las roturas o proyecciones de los mismos. Sus mangos o empuñaduras
deberán ser de dimensiones adecuadas, sin bordes agudos ni superficies
resbaladizas, y aislantes en caso necesario.

Disposiciones mínimas aplicables a los equipos de trabajo móviles, ya sean


automotores o no.

a) Los equipos de trabajo móviles con trabajadores transportados deberán


adaptarse de manera que se reduzcan los riesgos para el trabajador o
trabajadores durante el desplazamiento.

Entre estos riesgos, deberán incluirse los de contacto de los trabajadores con
ruedas y orugas y de aprisionamiento por las mismas.

b) Cuando el bloqueo imprevisto de los elementos de transmisión de energía entre


un equipo de trabajo móvil y sus accesorios o remolques pueda ocasionar
riesgos específicos, dicho equipo deberá ser equipado o adaptado de modo que
se impida dicho bloqueo.

Cuando no se pueda impedir el bloqueo deberán tomarse todas las medidas


necesarias para evitar las consecuencias perjudiciales para los trabajadores.

c) Deberán preverse medios de fijación de los elementos de transmisión de energía


entre equipos de trabajo móviles cuando exista el riesgo de que dichos
elementos se atasquen o deterioren al arrastrarse por el suelo.

d) En los equipos de trabajo móviles con trabajadores transportados se deberán


limitar, en las condiciones efectivas de uso, los riesgos provocados por una
inclinación o por un vuelco del equipo de trabajo, mediante cualquiera de las
siguientes medidas:

Una estructura de protección que impida que el equipo de trabajo se incline más
de un cuarto de vuelta.
Una estructura que garantice un espacio suficiente alrededor del trabajador o
trabajadores transportados cuando el equipo pueda inclinarse más de un cuarto
de vuelta.
Cualquier otro dispositivo de alcance equivalente.

Estas estructuras de protección podrán formar parte integrante del equipo de


trabajo.

No se requerirán estas estructuras de protección cuando el equipo de trabajo se


encuentre estabilizado durante su empleo o cuando el diseño haga imposible la
inclinación o el vuelco del equipo de trabajo.

Cuando en caso de inclinación o de vuelco exista para un trabajador transportado


riesgo de aplastamiento entre partes del equipo de trabajo y el suelo, deberá
instalarse un sistema de retención del trabajador o trabajadores transportados.

e) Las carretillas elevadoras ocupadas por uno o varios trabajadores deberán estar
acondicionadas o equipadas para limitar los riesgos de vuelco mediante medidas
tales como las siguientes:

La instalación de una cabina para el conductor.


Una estructura que impida que la carretilla elevadora vuelque.
Una estructura que garantice que, en caso de vuelco de la carretilla elevadora,
quede espacio suficiente para el trabajador o los trabajadores transportados
entre el suelo y determinadas partes de dicha carretilla.
Una estructura que mantenga al trabajador o trabajadores sobre el asiento de
conducción e impida que puedan quedar atrapados por partes de la carretilla
volcada.

f) Los equipos de trabajo móviles automotores cuyo desplazamiento pueda


ocasionar riesgos para los trabajadores deberán reunir las siguientes
condiciones:

Deberán contar con los medios que permitan evitar una puesta en marcha no
autorizada.
Deberán contar con los medios adecuados que reduzcan las consecuencias de
una posible colisión en caso de movimiento simultáneo de varios equipos de
trabajo que rueden sobre raíles.
Deberán contar con un dispositivo de frenado y parada; en la medida en que lo
exija la seguridad, un dispositivo de emergencia accionado por medio de mandos
fácilmente accesibles o por sistemas automáticos deberá permitir el frenado y la
parada en caso de que falle el dispositivo principal.
Deberán contar con dispositivos auxiliares adecuados que mejoren la visibilidad
cuando el campo directo de visión del conductor sea insuficiente para garantizar
la seguridad.
Si están previstos para uso nocturno o en lugares oscuros, deberán contar con
un dispositivo de iluminación adaptado al trabajo que deba efectuarse y
garantizar una seguridad suficiente para los trabajadores.
Si entrañan riesgos de incendio, por ellos mismos o debido a sus remolques o
cargas, que puedan poner en peligro a los trabajadores, deberán contar con
dispositivos apropiados de lucha contra incendios, excepto cuando el lugar de
utilización esté equipado con ellos en puntos suficientemente cercanos.
Si se manejan a distancia, deberán pararse automáticamente al salir del campo
de control.
Si se manejan a distancia y si, en condiciones normales de utilización, pueden
chocar con los trabajadores o aprisionarlos, deberán estar equipados con
dispositivos de protección contra esos riesgos, salvo cuando existan otros
dispositivos adecuados para controlar el riesgo de choque.

g) Los equipos de trabajo que por su movilidad o por la de las cargas que
desplacen puedan suponer un riesgo, en las condiciones de uso previstas, para
la seguridad de los trabajadores situados en sus proximidades, deberán ir
provistos de una señalización acústica de advertencia.

3.3.4. Verificaciones e inspecciones

1. Las operaciones de mantenimiento, ajuste, desbloqueo, revisión o reparación de


los equipos de trabajo que puedan suponer un peligro para la seguridad de los
trabajadores se realizarán tras haber parado o desconectado el equipo, haber
comprobado la inexistencia de energías residuales peligrosas y haber tomado
las medidas necesarias para evitar su puesta en marcha o conexión accidental
mientras esté efectuándose la operación.

Cuando la parada o desconexión no sea posible se adoptarán las medidas


necesarias para que estas operaciones se realicen de forma segura o fuera de
las zonas peligrosas.

2. Cuando un equipo de trabajo deba disponer de un diario de mantenimiento, este


permanecerá actualizado.

3. Los equipos de trabajo que se retiren de servicio deberán permanecer con sus
dispositivos de protección o deberán tomarse las medidas necesarias para
imposibilitar su uso. En caso contrario, dichos equipos deberán permanecer con
sus dispositivos de protección.

3.3.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

REAL DECRETO 1215/1997, de 18


de julio por el que se establecen las
disposiciones mínimas de seguridad y
Normativa salud para la utilización por los
trabajadores de los equipos de
reguladora trabajo y la guia técnica para la
evaluación y prevención de los
riesgos relativos a la utilización de los
equipos de trabajo.

Los equipos de trabajo desmontables


o móviles, que sirvan para la
elevación de cargas deberán
emplearse de forma que se pueda
Puesta en garantizar la estabilidad del equipo
Servicio de la durante su empleo en las condiciones
Instalación previsibles, teniendo en cuenta la
naturaleza del suelo.
Equipos de
Elevación La elevación de trabajadores sólo
Industrial: estará permitida mediante equipos de
puentes grúa, trabajo y accesorios previstos a tal
efecto.
polipastos, semi-
pórticos,
pórticos, Los órganos de accionamiento de los
góndolas, equipos de trabajo deberán ser
carretillas claramente visibles e Identificables.
automotoras,
vehículos Cualquier equipo de trabajo que
industriales, Mantenimiento entrañe riesgo por emanación de
grúas auto- gases, vapores o líquidos o por
cargantes. emisión de polvo deberá estar
provisto de dispositivos adecuados
de captación o extracción cerca de la
fuente emisora correspondiente.

Se realizarán tras haber parado o


desconectado el equipo, haber
comprobado la inexistencia de
energías residuales peligrosas y
haber tomado las medidas
necesarias para evitar su puesta en
Verificaciones marcha o conexión accidental
e mientras esté efectuándose la
Inspecciones operación.
Los equipos de trabajo que se retiren
deberán permanecer con sus
dispositivos de protección o deberán
tomarse las medidas necesarias para
imposibilitar su uso.

3.3.6. Empresas instaladoras habilitadas


Disposiciones mínimas aplicables a los equipos de trabajo para elevación de
cargas

a) Los equipos de trabajo para la elevación de cargas deberán estar instalados


firmemente cuando se trate de equipos fijos, o disponer de los elementos o
condiciones necesarias en los casos restantes, para garantizar su solidez y
estabilidad durante el empleo, teniendo en cuenta, en particular, las cargas que
deben levantarse y las tensiones inducidas en los puntos de suspensión o de
fijación a las estructuras.

En las máquinas para elevación de cargas deberá figurar una indicación


claramente visible de su carga nominal y, en su caso, una placa de carga que
estipule la carga nominal de cada configuración de la máquina.

b) Los accesorios de elevación deberán estar marcados de tal forma que se


puedan identificar las características esenciales para un uso seguro.

Si el equipo de trabajo no está destinado a la elevación de trabajadores y existe


posibilidad de confusión deberá fijarse una señalización adecuada de manera visible.

Los equipos de trabajo instalados de forma permanente deberán instalarse de


modo que se reduzca el riesgo de que la carga caiga en picado, se suelte o de
desvíe involuntariamente de forma peligrosa o, por cualquier otro motivo, golpee a
los trabajadores.

Las máquinas para elevación o desplazamiento de trabajadores deberán poseer


las características apropiadas para:

Evitar, por medio de dispositivos apropiados, los riesgos de caída del habitáculo,
cuando existan tales riesgos.
Evitar los riesgos de caída del usuario fuera del habitáculo, cuando existan tales
riesgos.
Evitar los riesgos de aplastamiento, aprisionamiento o choque del usuario, en
especial los debidos a un contacto fortuito con objetos.
Garantizar la seguridad de los trabajadores que en caso de accidente queden
bloqueados en el habitáculo y permitir su liberación.

Si por razones inherentes al lugar y al desnivel, los riesgos previstos en el párrafo


1 anterior no pueden evitarse por medio de ningún dispositivo de seguridad, deberá
instalarse un cable con coeficiente de seguridad reforzado cuyo buen estado se
comprobará todos los días de trabajo.

Condiciones generales de utilización de los equipos de trabajo


1. Los equipos de trabajo se instalarán, dispondrán y utilizarán de modo que se
reduzcan los riesgos para los usuarios del equipo y para los demás
trabajadores.
En su montaje se tendrá en cuenta la necesidad de suficiente espacio libre entre
los elementos móviles de los equipos de trabajo y los elementos fijos o móviles
de su entorno y de que puedan suministrarse o retirarse de manera segura las
energías y sustancias utilizadas o producidas por el equipo.
2. Los trabajadores deberán poder acceder y permanecer en condiciones de
seguridad en todos los lugares necesarios para utilizar, ajustar o mantener los
equipos de trabajo.
3. Los equipos de trabajo no deberán utilizarse de forma o en operaciones o en
condiciones contraindicadas por el fabricante. Tampoco podrán utilizarse sin los
elementos de protección previstos para la realización de la operación de que se
trate.
Los equipos de trabajo solo podrán utilizarse de forma o en operaciones o en
condiciones no consideradas por el fabricante si previamente se ha realizado una
evaluación de los riesgos que ello conllevaría y se han tomado las medidas
pertinentes para su eliminación o control.
4. Antes de utilizar un equipo de trabajo se comprobará que sus protecciones y
condiciones de uso son las adecuadas y que su conexión o puesta en marcha no
representa un peligro para terceros.
Los equipos de trabajo dejarán de utilizarse si se producen deterioros, averías u
otras circunstancias que comprometan la seguridad de su funcionamiento.
5. Cuando se empleen equipos de trabajo con elementos peligrosos accesibles que
no puedan ser totalmente protegidos, deberán adoptarse las precauciones y
utilizarse las protecciones individuales apropiadas para reducir los riesgos al
mínimo posible.
6. En particular, deberán tomarse las medidas necesarias para evitar, en su caso,
el atrapamiento de cabello, ropas de trabajo u otros objetos que pudiera llevar el
trabajador.Cuando durante la utilización de un equipo de trabajo sea necesario
limpiar o retirar residuos cercanos a un elemento peligroso, la operación deberá
realizarse con los medios auxiliares adecuados y que garanticen una distancia de
seguridad suficiente.
7. Los equipos de trabajo deberán ser instalados y utilizados de forma que no
puedan caer, volcar o desplazarse de forma incontrolada, poniendo en peligro la
seguridad de los trabajadores.
8. Los equipos de trabajo no deberán someterse a sobrecargas, sobrepresiones,
velocidades o tensiones excesivas que puedan poner en peligro la seguridad del
trabajador que los utiliza o la de terceros.
9. Cuando la utilización de un equipo de trabajo pueda dar lugar a proyecciones o
radiaciones peligrosas, sea durante su funcionamiento normal o en caso de
anomalía previsible, deberán adoptarse las medidas de prevención o protección
adecuadas para garantizar la seguridad de los trabajadores que los utilicen o se
encuentren en sus proximidades.
10. Los equipos de trabajo llevados o guiados manualmente, cuyo movimiento pueda
suponer un peligro para los trabajadores situados en sus proximidades, se
utilizarán con las debidas precauciones, respetándose en todo caso una
distancia de seguridad suficiente. A tal fin, los trabajadores que los manejen
deberán disponer de condiciones adecuadas de control y visibilidad.
11. En ambientes especiales tales como locales mojados o de alta conductividad,
locales con alto riesgo de incendio, atmósferas explosivas o ambientes
corrosivos, no se emplearán equipos de trabajo que en dicho entorno supongan
un peligro para la seguridad de los trabajadores.
12. Los equipos de trabajo que puedan ser alcanzados por los rayos durante su
utilización deberán estar protegidos contra sus efectos por dispositivos o
medidas adecuadas.
13. El montaje y desmontaje de los equipos de trabajo deberá realizarse de manera
segura, especialmente mediante el cumplimiento de las instrucciones del
fabricante cuando las haya.
14. Las operaciones de mantenimiento, ajuste, desbloqueo, revisión o reparación de
los equipos de trabajo que puedan suponer un peligro para la seguridad de los
trabajadores se realizarán tras haber parado o desconectado el equipo, haber
comprobado la inexistencia de energías residuales peligrosas y haber tomado
las medidas necesarias para evitar su puesta en marcha o conexión accidental
mientras esté efectuándose la operación.
Cuando la parada o desconexión no sea posible se adoptarán las medidas
necesarias para que estas operaciones se realicen de forma segura o fuera de
las zonas peligrosas.
15. Cuando un equipo de trabajo deba disponer de un diario de mantenimiento, este
permanecerá actualizado.
16. Los equipos de trabajo que se retiren de servicio deberán permanecer con sus
dispositivos de protección o deberán tomarse las medidas necesarias para
imposibilitar su uso. En caso contrario, dichos equipos deberán permanecer con
sus dispositivos de protección.
17. Las herramientas manuales deberán ser de características y tamaño adecuados
a la operación a realizar. Su colocación y transporte no deberá implicar riesgos
para la seguridad de los trabajadores.

Condiciones de utilización de equipos de trabajo móviles, automotores o no

1. La conducción de equipos de trabajo automotores estará reservada a los


trabajadores que hayan recibido una formación específica para la conducción
segura de esos equipos de trabajo.
2. Cuando un equipo de trabajo maniobre en una zona de trabajo, deberán
establecerse y respetarse unas normas de circulación adecuadas. Deberán
adoptarse medidas de organización para evitar que se encuentren trabajadores
a pie en la zona de trabajo de equipos de trabajo automotores.
3. Si se requiere la presencia de trabajadores a pie para la correcta realización de
los trabajos, deberán adoptarse medidas apropiadas para evitar que resulten
heridos por los equipos.
4. El acompañamiento de trabajadores en equipos de trabajo móviles movidos
mecánicamente solo se autorizará en emplazamientos seguros acondicionados a
tal efecto. Cuando deban realizarse trabajos durante el desplazamiento, la
velocidad deberá adaptarse si es necesario.
5. Los equipos de trabajo móviles dotados de un motor de combustión no deberán
emplearse en zonas de trabajo, salvo si se garantiza en las mismas una cantidad
suficiente de aire que no suponga riesgos para la seguridad y la salud de los
trabajadores.
CAPÍTULO 4.
PRODUCTOS QUÍMICOS PELIGROSOS Y RESIDUOS
PELIGROSOS
4.1. INTRODUCCIÓN
Hoy en día es una realidad incuestionable en todos los países la presencia cada
vez mayor de productos químicos en el trabajo, especialmente en los más
desarrollados. Se estima que el número de productos químicos distintos que se
manejan actualmente en los procesos industriales supera los 20.000 y, aunque una
gran parte no representan peligro para los trabajadores en las condiciones normales
de manipulación, hay otros muchos que sí son peligrosos, y pueden provocar
accidentes graves que afecten no solo a los trabajadores, sino a otras personas
ajenas al trabajo, al medio ambiente o a los equipos e instalaciones.

No hace falta fijar nuestra atención en plantas químicas o en procesos industriales


para encontrar productos químicos, la exposición a estas sustancias puede ocurrir en
cualquier lugar de trabajo: peluquerías, talleres, obras de construcción, granjas, etc.

Los daños para la salud que una exposición a estos productos peligrosos puede
provocar son muy variados: asma, lesiones en la piel, alteraciones del sistema
nervioso, lesiones cerebrales, cáncer, etc. En algunos casos, estos daños pueden
aparecer después de una sola exposición, en otros, por una acumulación a largo
plazo de estas sustancias en el organismo. Además, los riesgos no solo se
encuentran en las posibilidades de desarrollar enfermedades más o menos graves,
sino también, en muchos casos, en el peligro de que estos productos puedan causar,
solos o combinados, accidentes graves, con importantes daños para las personas,
los bienes o el medio ambiente: explosiones, contaminación, etc.

Por otra parte, las sociedades desarrolladas generan también, cada día en
mayor medida, una gran cantidad de residuos, tanto a nivel industrial como de
servicios. Los residuos de la industria se producen porque las materias primas y la
energía que se utilizan en los procesos de fabricación no se aprovechan al 100%, y
esto mismo puede aplicarse también, como en el caso de los productos químicos, a
los procesos de producción de otros entornos laborales como talleres, construcción,
etc.

Parte de estos residuos que se generan en los procesos productivos pueden


tener características físico-químicas que, como sucede con los productos químicos,
los hagan peligrosos para los trabajadores, las personas en general, el medio
ambiente o los equipos e instalaciones.

Por todo ello, los productos químicos y los residuos presentes en los lugares de
trabajo deberán ser objeto de especial atención por las empresas, que habrán de
tratar los riesgos que provoquen desde una perspectiva múltiple, aplicando, en primer
lugar, todas las medidas de seguridad, prevención y control (proactivas y reactivas)
que establece la normativa técnico-legal que regula el almacenamiento, manipulación,
carga, descarga, trasiego o retirada (en forma de residuo) de este tipo de
productos; además de las técnicas propias de la prevención de riesgos laborales
aplicables a los riesgos residuales que permanezcan tras aplicar la normativa
(Seguridad Laboral e Higiene Industrial, principalmente).

En este capítulo nos vamos a centrar principalmente en la reglamentación de


seguridad industrial que regula los productos químicos peligrosos, que es la que
más directamente afecta el ámbito de la seguridad y salud laboral, aunque
dedicaremos también, al final, un apartado más breve dedicado a los residuos
peligrosos que se generan en las empresas.

4.2. PRODUCTOS QUÍMICOS PELIGROSOS


Dentro de los distintos temas que trata la reglamentación de seguridad industrial
en relación con los productos químicos peligrosos, para el objeto de este libro nos
vamos a centrar en los siguientes:

Concepto de producto químico peligroso


Normativa reguladora
Puesta en servicio de un almacenamiento de productos químicos peligrosos
Mantenimiento de la instalación, revisiones periódicas
Control de las instalaciones e inspecciones periódicas
Tipos de productos químicos según su peligrosidad

4.2.1. Concepto de producto químico peligroso


En el ámbito laboral, podemos entender por producto químico peligroso toda
sustancia, natural o artificial, orgánica o inorgánica que, utilizada en los procesos de
producción, puede incorporarse al medio ambiente de trabajo al ser manipulada,
transportada o almacenada, y es susceptible de provocar daños en la salud de los
trabajadores, en los equipos e instalaciones o en el medio ambiente.
Desde el punto de vista legal, el Reglamento de Almacenamiento de Productos
Químicos (RAPQ), aprobado por el Real Decreto 379/2001, entiende en su artículo
1 como productos químicos peligrosos, las sustancias o preparados considerados
como peligrosos en el Reglamento sobre Clasificación, Envasado y Etiquetado de
Sustancias Peligrosas, aprobado por el Real Decreto 363/1995, de 10 de marzo, y
posteriores modificaciones; y en el Reglamento sobre Clasificación, Envasado y
Etiquetado de Preparados Peligrosos, aprobado por el Real Decreto 255/2003, de
28 de febrero, tanto en estado sólido, como líquido o gaseoso, y sus servicios
auxiliares en toda clase de establecimientos y almacenes, incluidos los recintos
comerciales y de servicios (redacción dada por la modificación de RAPQ del RD
105/2010, de 5 de febrero).

Observamos que la legislación distingue, dentro de los productos químicos, entre


sustancias y preparados, y atribuye el calificativo de peligroso solo a aquellos que
figuren recogidos como tales en los respectivos reglamentos, siendo a estos a los
que serán de aplicación las prescripciones señaladas en la citada legislación.

Por último, los reglamentos sobre sustancias y preparados que hemos señalado
coinciden en definir estos productos, en su artículo 2°, de la siguiente forma:

a) Sustancia: un elemento químico y sus compuestos naturales o los obtenidos por


algún proceso industrial, incluidos los aditivos necesarios para conservar su
estabilidad y las impurezas que inevitablemente produzca el proceso, con
exclusión de todos los disolventes que puedan separarse sin afectar a la
estabilidad de la sustancia ni modificar su composición.
b) Preparado: una mezcla o solución compuesta por dos o más sustancias.

4.2.2. Normativa reguladora

La normativa específica aplicable a los productos químicos peligrosos es muy


amplia y responde en la mayor parte de los casos a la transposición al derecho
español de directivas emanadas de la Unión Europea. Las principales normas
existentes son:

A) Sobre clasificación, envasado y etiquetado

Real Decreto 363/1995, de 10 de marzo, por el que se regula la Notificación de


Sustancias Nuevas y Clasificación, Envasado y Etiquetado de Sustancias
Peligrosas, en su versión más actual, que incluye las modificaciones realizadas
por la OM PRE/2317/2002, de 16 de septiembre; el Real Decreto 99/2003, de
24 de enero; el RD 255/2003, de 28 de febrero; el RD 1802/2008, de 3 de
noviembre; la Ley 8/2010, de 31 de marzo y el RD 717/2010, de 28 de mayo.
Real Decreto 255/2003, de 28 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento
sobre Clasificación, Envasado y Etiquetado de Preparados Peligrosos, en su
versión más actual, que incluye las modificaciones realizadas por la OM
PRE/164/2007, de 29 de enero; el Real Decreto 1802/2008, de 3 de
noviembre; la Ley 8/2010, de 31 de marzo; el Real Decreto 717/2010, de 28 de
mayo, y la Orden PRE/2056/2013, de 7 de noviembre.
Reglamento (CE) No 1272/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo de
16 de diciembre de 2008 sobre Clasificación, Etiquetado y Envasado de
Sustancias y Mezclas, y por el que se modifican y derogan las Directivas
67/548/CEE y 1999/45/CE y se modifica el Reglamento (CE) no 1907/2006.

B) Sobre el almacenamiento, carga, descarga y trasiego

Real Decreto 379/2001, de 6 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de


Almacenamiento de Productos Químicos y sus Instrucciones Técnicas
Complementarias MIE-APQ-1, MIE-APQ-2, MIE-APQ-3, MIE-APQ-4, MIE-
APQ-5, MIE-APQ-6 y MIE-APQ-7, según su última redacción dada por el RD
105/2010, de 5 de febrero.

Hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones importantes respecto a


las ITC aprobadas conjuntamente con el RAPQ:
— Que la ITC-MIE-APQ-2 debe aplicarse conjuntamente con la ITC-MIE-APQ-1, que será de aplicación en
todo lo que no se oponga a la ITC-MIE-APQ-2. A este respecto, el óxido de etileno, debido a sus
características físicas, se clasifica en la clase A según lo dispuesto en la ITC-MIE-APQ-1. El
almacenamiento de óxidos de etileno en botellas y botellones se ajustará, además, a lo dispuesto en la
ITC-MIE-APQ-5.
— Que, en relación con las inspecciones y pruebas exigidas por la ITC-MIE-APQ-4, dado que el
almacenamiento de Amoníaco Anhidro suele hacerse en recipientes a presión, dichas inspecciones se
harán conjuntamente y al mismo tiempo que las exigidas por el Reglamento sobre Equipos a Presión.

Real Decreto 2016/2004, de 11 de octubre, por el que se aprueba la Instrucción


Técnica Complementaria MIE-APQ-8 de Almacenamiento de fertilizantes a base
de nitrato amónico con alto contenido en nitrógeno.
Real Decreto 105/2010, de 5 de febrero, por el que se modifican determinados
aspectos de la regulación de los almacenamientos de productos químicos y se
aprueba la Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-9 “almacenamiento de
peróxidos orgánicos”.

c) Sobre accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas

Real Decreto 1254/1999, de 16 de julio, por el que se aprueban las medidas de


control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan
sustancias peligrosas, según última redacción dada por el Real Decreto
948/2005, de 29 de julio.
Real Decreto 1196/2003, de 19 de septiembre, por el que se aprueba la
Directriz básica de protección civil para el control y planificación ante el riesgo de
accidentes graves en los que intervienen sustancias peligrosas.

“En este libro nos va a resultar de utilidad, principalmente, el grupo de normativa


referido al almacenamiento, carga, descarga y trasiego, que es la que establece
requisitos en relación con la gestión de la puesta en servicio, mantenimiento e
inspección de instalaciones de almacenamiento de productos químicos
peligrosos”.

4.2.3. Puesta en servicio del almacenamiento de productos


químicos

Según el artículo 3 del Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos


(RAPQ), para instalar, ampliar, modificar o trasladar instalaciones destinadas a
contener productos químicos peligrosos (los que son objeto del artículo 1 del citado
reglamento), el titular deberá presentar, en primer lugar, ante el órgano competente
de la Comunidad Autónoma, un proyecto firmado por técnico competente (en la
última redacción del RAPQ, del RD 105/2010, se elimina la obligación de que el
proyecto vaya visado por el Colegio Oficial correspondiente).

El proyecto se redactará conforme a lo dispuesto en el RAPQ o, si existe, en la


ITC correspondiente. En los casos en que la cantidad almacenada esté por debajo
de los límites de la tabla que figura en el artículo 3 del RAPQ, o en aquellos otros en
los que se especifique expresamente en la ITC que corresponda, en razón a la
menor peligrosidad y condiciones del almacenamiento, se podrá determinar la
sustitución del proyecto por otro documento más sencillo, así algunas ITC permiten,
para almacenamientos de escasa capacidad y/o de determinadas categorías, la
sustitución del proyecto por un escrito o memoria, firmado por el propietario del
almacenamiento o su representante legal, en el que se haga constar: los productos
que se van a almacenar, las características de los mismos y la descripción del
almacén, así como los medios de protección de que se va a disponer, los cuales, en
todo caso, deberán cumplir lo establecido en la correspondiente ITC. En concreto,
las ITC que permiten esta sustitución son:

ITC-MIE-APQ-1, artículo 7
ITC-MIE-APQ-2, artículo 1, que dice que se aplicará conjuntamente con la ITC-
MIE-APQ-1, en todo lo que no se oponga a ella
ITC-MIE-APQ-3, artículo 6
ITC-MIE-APQ-5, artículo 4
ITC-MIE-APQ-6, artículo 5
ITC-MIE-APQ-7, artículo 6
ITC-MIE-APQ-9, artículo 5

Finalizadas las obras de ejecución de las instalaciones, el titular comunicará la


puesta en servicio al órgano competente de la Comunidad Autónoma presentando,
además de la comunicación, la siguiente documentación:

a) Certificación de final de obra, suscrita por el técnico titulado director de obra, en


la que haga constar, bajo su responsabilidad, que las instalaciones se han
ejecutado y probado de acuerdo con el proyecto presentado, así como que
cumplen las prescripciones contenidas en el RAPQ y, en su caso, en sus
instrucciones técnicas complementarias. Con este certificado se presentará
también certificado de construcción de los recipientes, extendido por el
fabricante de los mismos (si son de fábrica), o por el constructor (si se
construyen en el emplazamiento), en los casos de:

Líquidos inflamables y combustibles (ITC-MIE-APQ-1, art. 7)


Óxido de Etileno (ITC-MIE-APQ-2, art. 1)
Cloro (ITC-MIE-APQ-3, art. 6)
Amoníaco Anhidro (ITC-MIE-APQ-4, art. 5)
Líquidos corrosivos (ITC-MIE-APQ-6, art. 5)
Líquidos tóxicos (ITC-MIE-APQ-7, art. 6)
Peróxidos orgánicos (ITC-MIE-APQ-9, art. 5)

b) Si la instalación no necesita proyecto se habrá de presentar un certificado,


suscrito por un organismo de control autorizado (OCA), en el que se acreditará
el cumplimiento de las prescripciones contenidas en el RAPQ y, en su caso, en
sus correspondientes instrucciones técnicas complementarias.
c) Si proceden, los documentos que pongan de manifiesto el cumplimiento de las
exigencias formuladas por otras disposiciones legales que afecten a la
instalación (Reglamento de Aparatos a Presión, Reglamento de Instalaciones de
Protección Contra Incendios, Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión...).

La Comunidad Autónoma será la responsable de remitir al Ministerio de Industria,


Turismo y Comercio los datos necesarios para la inclusión de la instalación en el
Registro Integrado Industrial.

4.2.4. Mantenimiento de la instalación. Revisiones periódicas

El RAPQ no dispone nada específico en relación con el mantenimiento


preventivo de las instalaciones de almacenamiento de productos químicos peligrosos,
solo regula directamente las inspecciones periódicas y las de control de las
instalaciones, que veremos en el apartado siguiente.

Las ITC de desarrollo del RAPQ sí disponen, en cambio, una serie de


REVISIONES PERIÓDICAS que entran dentro del campo del mantenimiento
preventivo de las instalaciones. Es decir, con independencia de los planes de
mantenimiento global de sus instalaciones, que pueda establecer la empresa, o
integrados dentro de los mismos, se deberán realizar, por INSPECTOR PROPIO o
por ORGANISMO DE CONTROL ACREDITADO (OCA), las siguientes revisiones
periódicas exigidas por las ITC, de las que habrá de emitirse, en todos los casos, el
certificado correspondiente (sea un inspector propio, o sea un OCA quien las
realice):

a) Líquidos inflamables y combustibles (Instrucción Técnica Complementaria


MIE-APQ-1)

Los artículos 54 y 56 disponen las siguientes:

Semanal, de duchas y lavaojos, deberá probarse su correcto funcionamiento y,


si procede, se harán constar todas las deficiencias al titular de la instalación y
este proveerá su inmediata reparación.
Conforme a un plan de revisiones, de la disponibilidad y buen estado de los
equipos de protección personal (se tendrán en cuenta las instrucciones de sus
fabricantes/suministradores), y equipos y sistemas de protección contra
incendios.
Anual, de los elementos especificados por el artículo 56 de la ITC.

b) Óxido de etileno (Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-2)

Se realizarán las mismas revisiones periódicas que se citan en la ITC- MIE-APQ-1


para los líquidos inflamables y combustibles (artículo 26 ITC-MIE-APQ-2), añadiendo
una revisión trimestral de comprobación del correcto funcionamiento de los
dispositivos fijos para evitar la contaminación del óxido de etileno con otros productos
químicos reactivos instalados en las tuberías de conexión entre los recipientes de
almacenamiento y resto de las instalaciones (art. 17 de la ITC-MIE-APQ-2).
c) Cloro (Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-3)

Según lo dispuesto en el artículo 29:

Semanal, de duchas y lavaojos, deberá probarse su correcto funcionamiento y,


si procede, se harán constar todas las deficiencias al titular de la instalación y
este proveerá su inmediata reparación.
Conforme a un plan de revisiones, de la disponibilidad y buen estado de los
equipos de protección personal (se tendrán en cuenta las instrucciones de sus
fabricantes/suministradores), y equipos y sistemas de prevención de fugas
(cortinas de agua).

Además, se añade una Revisión Periódica, cada 2 años, de comprobación de


los equipos, tuberías y accesorios, reemplazando todo equipo antes de llegar al
límite de su vida técnica (artículo 34 de la ITC).

d) Amoníaco Anhidro (Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-4)

El artículo 17 de la ITC dispone que cada almacenamiento tendrá un plan de


revisiones propias para comprobar la disponibilidad y buen estado de los
elementos e instalaciones de seguridad que se detallan en el propio artículo, así
como los equipos de protección personal.

e) Botellas y botellones de gases comprimidos, licuados y disueltos a presión


(Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-5)

Conviene señalar que afecta a todas las botellas y botellones de gases


comprimidos, licuados y disueltos a presión que se encuentren en un
centro de trabajo, con excepción de las botellas en uso y aquellas que se
encuentran en reserva imprescindible para la continuidad ininterrumpida del
proceso (es decir, que se encuentran en el lugar de utilización y puede pasar al
uso automática o manualmente), a las que solo se aplicará el artículo 7 de la ITC,
que regula los requisitos de utilización.
El artículo 7 de la ITC dispone que el usuario deberá establecer un plan de
mantenimiento preventivo de las instalaciones y de todos los accesorios
necesarios para la correcta utilización de los gases contenidos en las botellas.

f) Almacenamiento de líquidos corrosivos (ITC-MIE-APQ-6)

Se realizarán:

Semanalmente, revisiones del correcto funcionamiento de las duchas y lavaojos.


Anualmente, la revisión de los elementos que se especifican en el artículo 30 de
la ITC.
Cada 5 años una medición de los espesores de los recipientes y tuberías
metálicas, así como revisión interior del estado superficial del recipiente y control
de la estanqueidad del fondo, en especial de las soldaduras.
Según un plan de revisiones, los equipos de protección personal y el adecuado
estado y funcionamiento de los equipos y sistemas de protección contra
incendios.

g) Almacenamiento de líquidos tóxicos (ITC-MIE-APQ-7)

Se realizarán:

Semanalmente, revisiones del correcto funcionamiento de las duchas y lavaojos.


Cada 5 años la revisión de los elementos que se especifican en los artículos 34
y 35 de la ITC.
Cada 10 años la revisión de los elementos que se especifican en el artículo 34
de la ITC.
Según un plan de revisiones, los equipos de protección personal y el adecuado
estado y funcionamiento de los equipos y sistemas de protección contra
incendios.

h) Fertilizantes a base de nitrato amónico con alto contenido en nitrógeno


(ITC-MIE-APQ-8)

Revisión periódica anual de la red de agua contra incendios, extintores,


indicadores y alarmas, duchas y lavaojos y equipos de protección personal
(artículo 13 de la ITC).

i) Almacenamiento de peróxidos orgánicos (ITC-MIE-APQ-9)

Se realizarán:

Dos veces por semana la comprobación de la presencia y correcto


funcionamiento de los indicadores de temperatura.
Semanalmente, revisiones del correcto funcionamiento de las duchas y lavaojos.
Mensualmente, comprobar la presencia y correcto funcionamiento de los
dispositivos de alarma y de los instrumentos de refrigeración (art. 28).
Cada 6 meses la comprobación minuciosa de los elementos indicados por el
artículo 28 de la ITC.
Anualmente, los elementos especificados en los artículos 28 y 29 de la ITC.
Según un plan de revisiones, los equipos de protección personal y el adecuado
estado y funcionamiento de los equipos y sistemas de protección contra
incendios.

4.2.5. Control de las instalaciones e inspecciones periódicas

El artículo 4 del RAPQ establece un Control de las Instalaciones cada cinco


años, a partir de la fecha de puesta en servicio de las mismas, o de sus
modificaciones o ampliaciones. Este control consiste en que el titular de la instalación
deberá presentar en el órgano competente de la Comunidad Autónoma un
certificado de organismo de control autorizado (OCA) donde se acredite la
conformidad de las instalaciones con los preceptos de la instrucción técnica
complementaria o, en su caso, con los términos de la autorización prevista en la
disposición adicional primera del Real Decreto.

Además, si la instalación incorpora recipientes a los que resulte de


aplicación la normativa de equipos a presión, estos equipos deberán
someterse también a la Inspección Periódica Oficial por OCA que disponga
dicha normativa.Por otra parte, las ITC del RAPQ añaden las siguientes
Inspecciones

Periódicas Oficiales por OCA, en algunos de los productos químicos peligrosos:

a) Óxido de etileno (Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-2) Inspección


periódica anual para someter a la prueba de presión de código de diseño los
brazos y las mangueras de carga (art. 23).

b) Cloro (Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-3)


Inspección periódica cada 5 años de los elementos indicados por el artículo 33
de la ITC. Al ser cada 5 años, lo normal es que esta inspección se haga coincidir
con la de Control de la Instalación (también quinquenal) que establece el artículo
4 del RAPQ, y se haga simultáneamente por el mismo OCA.

c) Amoníaco Anhidro (Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-4)


Inspección periódica cada 5 y 10 años de los elementos que se indican en el
artículo 13.4 de la ITC. Al ser cada 5 años, lo normal es que esta inspección se
haga coincidir con la de Control de la Instalación (también quinquenal) que
establece el artículo 4 del RAPQ, y se haga simultáneamente por el mismo OCA.
Además, también deberán someterse a Inspección Periódica de los elementos
indicados en el artículo 13.3 de la ITC, ante cualquier modificación o reparación.
d) Botellas y botellones de gases comprimidos, licuados y disueltos a presión
(Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-5)
La ITC no establece controles o inspecciones periódicas específicas, por lo que
se aplicarán los genéricos que se han indicado al inicio de este apartado, es
decir, los que dispone el artículo 4 del RAPQ y las inspecciones periódicas
establecidas por la normativa reguladora de los equipos a presión.

e) Almacenamiento de líquidos corrosivos (ITC-MIE-APQ-6)


La ITC no establece controles o inspecciones periódicas específicas, por lo que
se aplicarán los genéricos que se han indicado al inicio de este apartado, es
decir, los que dispone el artículo 4 del RAPQ y las inspecciones periódicas
establecidas por la normativa reguladora de los equipos a presión.

f) Almacenamiento de líquidos tóxicos (ITC-MIE-APQ-7)


La ITC no establece controles o inspecciones periódicas específicas, por lo que
se aplicarán los genéricos que se han indicado al inicio de este apartado, es
decir, los que dispone el artículo 4 del RAPQ y las inspecciones periódicas
establecidas por la normativa reguladora de los equipos a presión.

g) Fertilizantes a base de nitrato amónico con alto contenido en nitrógeno


(ITC-MIE-APQ-8)
La ITC no establece controles o inspecciones periódicas específicas, por lo que
se aplicarán los genéricos que dispone el artículo 4 del RAPQ y las inspecciones
periódicas establecidas por la normativa reguladora de los equipos a presión.

h) Almacenamiento de peróxidos orgánicos (ITC-MIE-APQ-9)


La ITC no establece controles o inspecciones periódicas específicas, por lo que
se aplicarán los genéricos que se han indicado al inicio de este apartado, es
decir, los que dispone el artículo 4 del RAPQ y las inspecciones periódicas
establecidas por la normativa reguladora de los equipos a presión.

4.2.6. Tipos de productos químicos según su peligrosidad

En función del peligro que representan, el Reglamento sobre Clasificación,


Envasado y Etiquetado de Sustancias Peligrosas (título actual del Reglamento dado
por el Real Decreto 1802/2008) establece los siguientes tipos de sustancias y
preparados peligrosos:

a) Explosivos: las sustancias y preparados sólidos, líquidos, pastosos, o


gelatinosos que, incluso en ausencia de oxígeno atmosférico, puedan reaccionar
de forma exotérmica con rápida formación de gases y que, en determinadas
condiciones de ensayo, detonan, deflagran rápidamente o bajo el efecto del
calor, en caso de confinamiento parcial, explosionan.
b) Comburentes: las sustancias y preparados que, en contacto con otras
sustancias, en especial con sustancias inflamables, produzcan una reacción
fuertemente exotérmica.

c) Extremadamente inflamables: las sustancias y preparados líquidos que tengan


un punto de ignición extremadamente bajo y un punto de ebullición bajo, y las
sustancias y preparados gaseosos que, a temperatura y presión normales, sean
inflamables en contacto con el aire.
d) Fácilmente inflamables: las sustancias y preparados que puedan calentarse e
inflamarse en el aire a temperatura ambiente sin aporte de energía, o los sólidos
que puedan inflamarse fácilmente tras un breve contacto con una fuente de
inflamación y que sigan quemándose o consumiéndose una vez retirada dicha
fuente, o los líquidos cuyo punto de ignición sea muy bajo, o que, en contacto
con el agua o con el aire húmedo, desprendan gases extremadamente
inflamables en cantidades peligrosas.
e) Inflamables: las sustancias y preparados líquidos cuyo punto de ignición sea
bajo.

f) Muy tóxicos: las sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o


penetración cutánea en muy pequeña cantidad puedan provocar efectos agudos
o crónicos e incluso la muerte.
g) Tóxicos: las sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o
penetración cutánea en pequeñas cantidades puedan provocar efectos agudos o
crónicos e incluso la muerte.

h) Nocivos: las sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o


penetración cutánea puedan provocar efectos agudos o crónicos e incluso la
muerte.

i) Corrosivos: las sustancias y preparados que, en contacto con tejidos vivos


puedan ejercer una acción destructiva de los mismos.

j) Irritantes: las sustancias y preparados no corrosivos que, en contacto breve,


prolongado o repetido con la piel o las mucosas puedan provocar una reacción
inflamatoria.
k) Sensibilizantes: las sustancias y preparados que, por inhalación o penetración
cutánea, puedan ocasionar una reacción de hipersensibilidad, de forma que una
exposición posterior a esa sustancia o preparado dé lugar a efectos negativos
característicos.
l) Carcinogénicos: las sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o
penetración cutánea puedan producir cáncer o aumentar su frecuencia.
m) Mutagénicos: las sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o
penetración cutánea, puedan producir alteraciones genéticas hereditarias o
aumentar su frecuencia.
n) Tóxicos para la reproducción: las sustancias y preparados que, por inhalación,
ingestión o penetración cutánea, puedan producir efectos negativos no
hereditarios en la descendencia, o aumentar la frecuencia de estos, o afectar de
forma negativa a la función o a la capacidad reproductora.
ñ) Peligrosos para el medio ambiente: las sustancias y preparados que presenten
o puedan presentar un peligro inmediato o futuro para uno o más componentes
del medio ambiente.

4.2.7. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

• Real Decreto 379/2001, de 6 de abril por


el que se aprueba el Reglamento de
almacenamiento de productos químicos y
sus instrucciones técnicas complementarias
MIE-APQ-1 a MIE-APQ-7,
• Real Decreto 2016/2004, de 11 de
Normativa octubre, por el que se aprueba la Instrucción
técnica complementaria MIE APQ-8
reguladora
• Real Decreto 105/2010, de 5 de febrero,
por el que se modifican determinados
aspectos de la regulación de los
almacenamientos de productos químicos y
se aprueba la instrucción técnica
complementaria MIE APQ-9

• Proyecto firmado, o memoria técnica o


escrito firmado por propietario o
representante legal del almacenamiento
• Certificado final de obra y certificado
fabricante o constructor de construcción
del recipiente.
Puesta en • Certificado por OCA, si no ha necesitado
Servicio de la proyecto
Instalación • Documento que acredite el cumplimiento de
otras disposiciones legales, si procede
(certificados de aparatos a presión;
protección contra incendios...).
• Comunicación de puesta en servicio al
órgano competente de la CC.AA.,
adjuntando la documentación anterior.

Mantenimiento: • TODOS, según Plan de Revisiones


(regulado por cada ITC)
revisiones • SEMANAL: Oxido de Etileno, Cloro,
Productos
Químicos periódicas Líquidos corrosivos, Líquidos tóxicos y
Peróxidos Orgánicos.
Peligrosos
• 2 POR SEMANA: Peróxidos orgánicos
• MENSUAL: Peróxidos orgánicos
• TRIMESTRAL: Óxido de Etileno,
• SEMESTRAL: Peróxidos orgánicos

• ANUAL: Líquidos inflamables y
combustibles, Oxido de Etileno, Líquidos
corrosivos, Fertilizantes Nitrato Amónico y
Peróxidos Orgánicos.
• 2 AÑOS: Cloro,
• 5 AÑOS: Líquidos corrosivos, Líquidos
tóxicos,
• 10 AÑOS: Líquidos tóxicos.
(Por EN CUADRO APARTE recogemos el
inspector artículo de cada ITC que regula la
propio o por revisión periódica correspondiente.
OCA)

• TODOS: Cada 5 años Control de la


instalación y, si procede, Inspección
periódica + Inspección que disponga el
Controles de Reglamento de equipos a presión (si es
Instalación e instalación a presión).


• Amoníaco Anhidro: 5 años desde puerta en
servicio y 10 años, y ante cualquier

modificación o reparación
Inspecciones
periódicas

(Por OCA) EN CUADRO APARTE recogemos el


artículo de cada ITC que regula el Control
o la inspección periódica
correspondiente.
4.3. EMPRESAS INSTALADORAS Y/O MANTENEDORAS
HABILITADAS
Ni el Real Decreto 379/2001, de 6 de abril, por el que se aprueba el Reglamento
de Almacenamiento de Productos Químicos, ni sus instrucciones técnicas
complementarias establecen la intervención de empresas instaladoras en la puesta
en marcha o mantenimiento de almacenamientos de productos químicos peligrosos,
por este motivo, y como es lógico, tampoco se regula nada en relación con la
habilitación de empresas para este fin. Por lo tanto, en relación con el
almacenamiento de productos químicos, solo deberán intervenir empresas
instaladoras y/o mantenedoras habilitadas para aquella parte de las instalaciones que
resulten afectadas por algún otro Reglamento de Seguridad Industrial que así lo
exija, tales como Reglamento de Aparatos a Presión, Reglamento Electrotécnico de
Baja Tensión, Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios, etc.

4.4. RESIDUOS PELIGROSOS: CONCEPTO Y


CARACTERÍSTICAS
La regulación de las actividades de producción, almacenamiento y gestión de
residuos peligrosos se centra principalmente en aspectos relacionados con la
preservación del medio ambiente y de la salud humana en general. No obstante,
como también regula algunos específicos de seguridad y salud laboral, los incluimos
también en este libro, aunque intentaremos centrarnos exclusivamente en la parte
que se refiere solo a este último aspecto.

Al igual que hicimos con los productos químicos peligrosos, comenzaremos este
apartado por delimitar claramente qué se entiende por residuo tóxico y peligroso, y
detallar algunas otras definiciones relacionadas con el mismo.

Concepto de residuo peligroso y definiciones relacionadas con el mismo

De un modo general, y dentro del ámbito laboral, podemos entender como


residuo cualquier material generado directa o indirectamente a consecuencia de un
proceso productivo, y que no va a ser aprovechado de nuevo o del que no puede
obtenerse ningún beneficio económico. El principal sector donde se producen
residuos es el industrial.

Definiremos como residuo peligroso aquel residuo que se diferencia del resto de
residuos por dos características principales:

Puede provocar efectos nocivos a corto, medio o largo plazo sobre la salud de
las personas, el medio ambiente o los recursos naturales.
Requiere, por ello, un control y tratamiento mucho más exigente que el resto de
residuos.

Por su parte, el artículo 3 de la Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y


Suelos Contaminados, define, residuo como cualquier sustancia u objeto que su
poseedor deseche o tenga la intención o la obligación de desechar. Asimismo,
define Residuo Peligroso: residuo que presenta una o varias de las características
peligrosas enumeradas en el anexo III (de la propia Ley), y aquel que pueda
aprobar el Gobierno de conformidad con lo establecido en la normativa europea o
en los convenios internacionales de los que España sea parte, así como los
recipientes y envases que los hayan contenido.

El anexo III de la ley que cita la definición señala las siguientes:

Características de los residuos peligrosos:

Explosivo: que pueden explosionar bajo el efecto de llama o que son más
sensibles a los choques o las fricciones que el dinitrobenceno.
Oxidante: que presentan reacciones altamente exotérmicas al entrar en contacto
con otras sustancias, en particular sustancias inflamables.
Fácilmente inflamable, es decir:
— Líquidos que tienen un punto de inflamación inferior a 21 °C (incluidos los líquidos extremadamente
inflamables).
— Sustancias y preparados que pueden calentarse y finalmente inflamarse en contacto con el aire a
temperatura ambiente sin aporte de energía.
— Sólidos que pueden inflamarse fácilmente tras un breve contacto con una fuente de ignición y que
continúan ardiendo o consumiéndose después del alejamiento de la fuente de ignición.
— Gases que son inflamables en el aire a presión normal.
— Sustancias y los preparados que, en contacto con el agua o el aire húmedo, desprenden gases
fácilmente inflamables en cantidades peligrosas.

Inflamable: sustancias y los preparados líquidos que tienen un punto de


inflamación superior o igual a 21 °C e inferior o igual a 55 °C.
Irritante: es decir, no corrosivos, pero que pueden causar una reacción
inflamatoria por contacto inmediato, prolongado o repetido con la piel o las
mucosas.
Nocivo: que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden entrañar
riesgos de gravedad limitada para la salud.
Tóxico: que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden entrañar
riesgos graves, agudos o crónicos e incluso la muerte.
Cancerígeno: que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden
producir cáncer o aumentar su frecuencia.
Corrosivo: que pueden destruir tejidos vivos al entrar en contacto con ellos.
Infeccioso: que contienen microorganismos viables, o sus toxinas, de los que se
sabe o existen razones fundadas para creer que causan enfermedades en el ser
humano o en otros organismos vivos.
Tóxico para la reproducción: que por inhalación, ingestión o penetración cutánea
pueden producir malformaciones congénitas no hereditarias o aumentar su
frecuencia.
Mutagénico: que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden producir
defectos genéticos hereditarios o aumentar su frecuencia.
Residuos que emiten gases tóxicos o muy tóxicos al entrar en contacto con el
aire, con el agua o con un ácido.
Sensibilizante: que, por inhalación o penetración cutánea, pueden ocasionar una
reacción de hipersensibilización, de forma que una exposición posterior a esa
sustancia o preparado dé lugar a efectos nocivos característicos.
Ecotóxico: se aplica a los residuos que presentan o pueden presentar riesgos
inmediatos o diferidos para uno o más compartimentos del medio ambiente.
Susceptibles, después de su eliminación, de dar lugar a otra sustancia por un
medio cualquiera, por ejemplo, un lixiviado que posee alguna de las
características antes enumeradas.

El artículo 3 de la Ley establece otras definiciones de interés para el tema


que nos ocupa. De entre ellas, merecen destacarse, en nuestra opinión:

Residuos comerciales: los generados por la actividad propia del comercio, de


los servicios de restauración y bares, de las oficinas y de los mercados, así
como del resto del sector servicios.
Residuos industriales: los resultantes de los procesos de fabricación,
transformación, utilización, consumo, limpieza o mantenimiento, generados por la
actividad industrial, excluidas las emisiones a la atmósfera.
Productor de residuos: persona física o jurídica cuya actividad produzca
residuos (productor inicial de residuos) o efectúe operaciones de tratamiento
previo, de mezcla o de otro tipo, que ocasionen un cambio de naturaleza o de
composición de esos residuos.
Poseedor de residuos: el productor de residuos u otra persona física o jurídica
que esté en posesión de residuos.
Agente: persona física o jurídica que organiza la valorización o la eliminación de
residuos por encargo de terceros, aunque no tomen posesión física de los
residuos.
Gestión de residuos: la recogida, el transporte y tratamiento de los residuos,
incluida la vigilancia de estas operaciones, así como el mantenimiento posterior
al cierre de los vertederos, incluidas las actuaciones realizadas en calidad de
negociante o agente.
Gestor de residuos: persona o entidad, pública o privada, registrada mediante
autorización o comunicación que realice cualquiera de las operaciones que
componen la gestión de los residuos, sea o no el productor de los mismos.
4.4.1. Normativa de aplicación a los residuos peligrosos

La normativa específica de aplicación a los residuos tóxicos y peligrosos se


concreta, principalmente, en las siguientes normas, ordenadas por rango e
importancia de aplicación:

Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y suelos contaminados.


Ley 16/2002, de 1 de julio, de Prevención y control integrados de la
contaminación.
Ley 5/2013, de 11 de junio, que modifica las anteriores.
Real Decreto 833/1988, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento
para la ejecución de la Ley 20/1986, básica de residuos tóxicos y peligrosos, en
todo lo que no se oponga la Ley 22/2011 citada.
Real Decreto 952/1997, por el que se modifica el Real Decreto 833/1988
anterior.

4.4.2. Clasificación de los residuos peligrosos

Basándonos en la definición legal de residuos peligrosos, podemos encontrar dos


clasificaciones de los mismos:

a) Residuos que presenten una o varias de las características peligrosas


enumeradas en el anexo III de la ley (que hemos recogido en el apartado 8.3.1.).
b) Residuos que pueda aprobar el gobierno como peligrosos, de acuerdo con la
normativa europea y convenios internacionales de los que España forme parte.

En este sentido, el gobierno aprobó el Real Decreto 833/1988, modificado


después por el 952/1997 donde, siguiendo la directiva 91/689/CEE, dispone en su
anexo I de un sistema para la identificación de los residuos peligrosos, así como los
tipos genéricos de residuos peligrosos, constituyentes y características de los
mismos, y las actividades y procesos en los que se generan.

Algunas de las principales actividades en que pueden producirse residuos con


componentes tóxicos y peligrosos son: industria química y petroquímica, industria
farmacéutica, industria de componentes eléctricos y de contrachapado de madera,
Industria del caucho, industria de transformados metálicos; fabricación de harinas,
azúcar, conservas; refinerías de petróleo; siderurgia, metalurgia, fabricación de pilas
y baterías, construcción, etc.

4.4.3. Comunicación previa al inicio de la producción y gestión de


residuos. Autorizaciones
Comunicación

Según dispone el artículo 29 de la Ley 22/2011, deberán presentar una


comunicación previa al inicio de sus actividades ante el órganoambiental competente
de la Comunidad Autónoma donde estén ubicadas, las empresas que se encuentren
en alguno de los siguientes supuestos:

a) instalación, ampliación, modificación sustancial o traslado de industrias o


actividades que produzcan residuos peligrosos, o que generen más de 1000
t/año de residuos no peligrosos;
b) realización de actividades que estén exentas de autorización según lo establecido
en el artículo 28.

También deberán presentar una comunicación previa al inicio de sus actividades


ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma las empresas que recojan
residuos, sin una instalación asociada, las que transporten residuos con carácter
profesional y los negociantes o agentes. La comunicación tendrá el contenido
indicado en el anexo VIII, será válida en todo el territorio nacional y se inscribirá, por
la Comunidad Autónoma ante la que se haya presentado en su respectivo registro.

Quedan exentas de presentar comunicación aquellas empresas que hayan


obtenido autorización para el tratamiento de residuos y que, como consecuencia de
su actividad, produzcan residuos.

Autorización

El artículo 27 de la Ley 22/2011 dice que deberán ser autorizadas por el órgano
ambiental competente de la Comunidad Autónoma donde están ubicadas (con validez
en todo el territorio nacional), las instalaciones donde vayan a desarrollarse
operaciones de tratamiento de residuos, incluido el almacenamiento en espera de
tratamiento, así como la ampliación, modificación sustancial o traslado de dicha
instalación.

También las personas físicas o jurídicas que vayan a realizar una o varias
operaciones de tratamiento de residuos. En el citado artículo se recoge todo el
proceso para obtener las citadas autorizaciones.

El artículo 10 del Real Decreto 833/1998 dispone, por su parte, que la instalación,
ampliación, reforma o traslado de industrias o actividades generadoras o
importadoras de residuos peligrosos, o manipuladoras de productos de los que
pudieran derivarse residuos de este carácter, requerirá autorización del órgano
competente de la Comunidad Autónoma en cuyo territorio se pretendan ubicar, sin
perjuicio de las demás autorizaciones exigibles por el ordenamiento jurídico.
La autorización no será efectiva y, por tanto, no podrá comenzarse el ejercicio de
la actividad hasta que el cumplimiento de los requisitos exigidos sea acreditado ante
la administración autorizante, quien levantara el oportuno acta de comprobación en
presencia del interesado.

El cumplimiento de los requisitos en los que se fundamenta la autorización deberá


perdurar durante todo el tiempo de ejercicio de la actividad autorizada.

4.4.4. Obligaciones de los productores de residuos peligrosos

El productor u otro poseedor inicial de residuos, para asegurar el tratamiento


adecuado de sus residuos deberá, entre otras obligaciones establecidas por el
artículo 17 de la Ley 22/2011:

a) Realizar el tratamiento de los residuos por sí mismo, o


b) Encargar el tratamiento de sus residuos a un negociante, o a una entidad o
empresa, todos ellos registrados conforme a lo establecido en esta ley, o bien
c) Entregar los residuos a una entidad pública o privada de recogida de residuos,
incluidas las entidades de economía social, para su tratamiento.

Dichas operaciones deberán acreditarse documentalmente.

Además, si se trata de residuos peligrosos deberá cumplir los requisitos


recogidos en los artículos 13 a 22 del Real Decreto 833/1998, relativos, entre otras
obligaciones, al envasado, etiquetado y almacenamiento de los mismos.

4.4.5. Vigilancia, inspección y control de residuos peligrosos

El artículo 42 de la Ley dispone que “los residuos tendrán siempre un responsable


del cumplimiento de las obligaciones que derivan de su producción y gestión, cualidad
que corresponde al productor o a otro poseedor inicial o al gestor de residuos...”.

El artículo 43, por su parte, establece que las funciones de vigilancia, inspección y
control del correcto cumplimiento de lo previsto en la Ley y en sus normas de
desarrollo respecto a la producción, almacenamiento, tratamiento, etc., de los
residuos peligrosos se ejercerán por las autoridades competentes de cada
Comunidad Autónoma, mediante los cuerpos de inspección correspondientes, que
podrán apoyarse, para esta tarea, en entidades colaboradoras debidamente
reconocidas conforme a las normas que les sean de aplicación.

En cuanto a la periodicidad de las inspecciones, el artículo 44 las deja al


criterio de las autoridades competentes, que realizarán las que “estimen adecuadas”.
El artículo 44 del Real Decreto 833/1998 dispone, por su parte, que el inspector
actuante levantará la correspondiente acta comprensiva de los extremos objeto de la
visita y resultado de la misma, copia de cuya acta se entregará al productor o gestor
visitado.
CAPÍTULO 5.
INSTALACIONES PETROLÍFERAS
5.1. INTRODUCCIÓN
Por instalaciones petrolíferas entendemos:

a) Las refinerías de petróleo, plantas petroquímicas integradas en las mismas y sus


parques de almacenamiento anejos.
b) Instalaciones y parques de almacenamiento destinados a la distribución y
suministro de productos petrolíferos, con excepción de los incluidos en la clase
A.
c) Las instalaciones de almacenamiento de carburantes y combustibles líquidos
para su consumo en la propia instalación.
d) Instalaciones para suministro de carburantes y combustibles líquidos a vehículos.

A pesar de ello, se regulan conjuntamente en un mismo reglamento, el


Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, aprobado por Real Decreto 2085/1994, de
20 de octubre, el cual incluye las instrucciones técnicas complementarias
correspondientes a los dos primeros tipos de instalaciones (refinerías y parques de
almacenamiento), pero no así de los dos segundos, por lo que posteriormente se
aprobaron las ITC correspondientes a cada uno de ellos, y que veremos a
continuación.

También hay que mencionar el Real Decreto 365/2005, de 8 de abril, por el que
se aprueba la Instrucción Técnica Complementaria MI-IP-05 «Instaladores o
reparadores y empresas instaladoras o reparadoras de productos petrolíferos
líquidos», ya que afecta a todas las instalaciones incluidas en el ámbito de aplicación
del Reglamento de Instalaciones Petrolíferas.

5.2. INSTALACIONES DE ALMACENAMIENTO DE


CARBURANTES Y COMBUSTIBLES LÍQUIDOS PARA
SU CONSUMO EN LA PROPIA INSTALACIÓN

5.2.1. Normativa reguladora

Las instalaciones petrolíferas de almacenamiento de carburantes y combustibles


líquidos para su consumo en la propia instalación, se regulan por el Real Decreto
2085/1994, de 20 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones
Petrolíferas, y por el Real Decreto 1427/1997, de 15 de septiembre, por el que se
aprueba la Instrucción Técnica Complementaria MI-IP-03 «Instalaciones de
almacenamiento para su consumo en la propia instalación».

El Reglamento de Instalaciones Petrolíferas tiene por objeto establecer las


especificaciones técnicas que deben reunir las instalaciones petrolíferas dedicadas al
refino, almacenamiento y distribución de los productos carburantes y combustibles
líquidos, a fin de obtener un nivel de seguridad suficiente, de acuerdo con los
conocimientos actuales, para proteger a las personas y bienes.

Sin embargo, como ya comentamos, solo incluye las ITC relativas a refinerías y
parques de almacenamiento, por lo que tenemos que centrarnos en el Real Decreto
1427/1997, de 15 de septiembre, por el que se aprueba la Instrucción Técnica
Complementaria MI-IP-03 «Instalaciones de almacenamiento para su consumo en la
propia instalación».

La presente ITC se aplicará a las instalaciones de almacenamientos de


carburantes y combustibles líquidos, para consumos industriales, agrícolas,
ganaderas, domésticas y de servicio, así como a todos aquellos otros no
contemplados de forma específica, pero que puedan ser considerados como
semejantes, apreciándose identidad de razón con los expresamente previstos.

Tendrán la consideración de instalaciones para consumo en la propia instalación:

a) Instalaciones industriales fijas (hornos, quemadores para aplicaciones diversas,


etc.).
b) Instalaciones de almacenamiento de recipientes móviles que contengan
carburantes y combustibles para uso industrial.
c) Instalaciones de combustibles para calefacción, climatización y agua caliente
sanitaria.
d) Instalaciones fijas para usos internos no productivos en las industrias (grupos
electrógenos, etc.).
e) Instalaciones destinadas a suministrar combustible y/o carburante a medios de
transporte interno, que operen solo dentro de las empresas (carretillas
elevadoras, etc.).
f) Instalaciones destinadas a suministrar combustible y/o carburante a maquinaria,
que no sea vehículo.

5.2.2. Puesta en servicio de la instalación

La puesta en servicio de este tipo de instalaciones se regula en el Capítulo V de


la ITC-MI-IP-03.

Los titulares de los almacenamientos de carburantes y combustibles líquidos


deberán presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma la
documentación que se establece en los siguientes párrafos. La Comunidad Autónoma
remitirá al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio los datos necesarios para la
inclusión de la instalación en el Registro Integrado Industrial.

Las instalaciones objeto de esta instrucción técnica complementaria, serán


realizadas por empresas instaladoras habilitadas según lo establecido en la
Instrucción Técnica Complementaria MI-IP0-5 “Instaladores o reparadores y
empresas instaladoras o reparadoras de productos petrolíferos líquidos”, aprobada
por Real Decreto 365/2005, de 8 de abril.

Será precisa la presentación ante el órgano territorial competente, del


correspondiente proyecto técnico y certificado final de obra de la dirección
facultativa, firmado por técnico titulado competente, según lo dispuesto en el Capítulo
III del Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, para las capacidades totales de
almacenamiento y productos siguientes:

No será necesaria la presentación de proyecto cuando la capacidad de


almacenamiento (Q) sea:

En estos casos será suficiente la presentación ante el órgano territorial


competente, de documento (memoria resumida y croquis) en el que se describa y
detalle la misma, y certificado final acreditativo de la adaptación de las instalaciones
a la instrucción técnica complementaria, responsabilizándose de la instalación,
firmados ambos por un instalador de productos petrolíferos líquidos (PPL) de la
empresa instaladora de la obra.

El resto de las instalaciones de almacenamiento de capacidades inferiores a las


anteriormente establecidas, quedan excluidas del trámite de presentación de
documentación pero cumpliendo, en todo caso, las normas de seguridad
establecidas en esta instrucción técnica complementaria.
5.2.3. Mantenimiento de la instalación

El titular de las instalaciones queda obligado a mantenerlas en correcto estado de


funcionamiento y será responsable, en todo momento, del cumplimiento de los
requisitos técnicos y de seguridad que la misma establece, sin perjuicio de la
legislación de protección del medio ambiente aplicable.

El art. 38 de la ITC-MI-IP-03, recoge todo lo relativo a revisiones y pruebas


periódicas de la instalación. Según este artículo, el titular de las instalaciones deberá
solicitar la actuación de las empresas instaladoras, mantenedoras o conservadoras
de nivel correspondiente a la instalación, a fin de revisar y comprobar, dentro de los
plazos que se señalan, el correcto estado y funcionamiento de los elementos,
equipos e instalaciones, según los requisitos y condiciones técnicas o de seguridad
exigidos por los reglamentos y normas que sean de aplicación.

Del resultado de las revisiones se emitirán, por estas empresas instaladoras,


mantenedoras o conservadoras, los correspondientes certificados, informes o
dictámenes debidamente diligenciados, los cuales serán conservados por el titular a
disposición de la Administración que lo solicite.

Tales revisiones podrán ser llevadas a cabo igualmente por los organismos de
control autorizados en el campo correspondiente.

Depósito de gasoil en superficie

En las instalaciones para consumo en la propia instalación, reguladas por la ITC-


MI-IP-03 se realizarán las revisiones y pruebas descritas en el art. 38.1 y 38.2,
según el criterio siguiente:

En Instalaciones de superficie (por instalador, mantenedor o conservador


autorizado):
— Instalaciones que no requieren proyecto: cada diez años
— Instalaciones que requieran proyecto: cada cinco años
En Instalaciones enterradas (por instalador, mantenedor o conservador
autorizado):

Además de las pruebas y revisiones indicadas para las instalaciones en


superficie, se certificará el correcto funcionamiento de la protección activa con la
periodicidad siguiente:
1. Tanques de capacidad no superior a 10 m3 cada cinco años, coincidiendo con la
prueba periódica.
2. Tanques y grupos de tanques con capacidad global hasta 60 m3 cada dos años.
3. Tanques y grupos de tanques con capacidad global de más de 60 m3 cada año.

Las pruebas de estanqueidad, al tener que realizarse por OCA, se recogen en el


punto siguiente.

5.2.4. Pruebas e inspecciones periódicas

Se inspeccionarán cada diez años todas aquellas instalaciones que necesiten


proyecto. Esta inspección será realizada por un organismo de control autorizado.

Además, en el caso de tanques enterrados se realizarán las siguientes pruebas


de estanqueidad:

1. Cada cinco años, con producto en el tanque y la instalación en funcionamiento.


2. Cada diez años, con tanque vacío, limpio y desgasificado, tras examen visual de
la superficie interior y medición de espesores en tanques metálicos no
revestidos.

Las tuberías deberán ser sometidas cada cinco años a una prueba de
estanquidad.

La primera prueba de estanquidad se realizará a los diez años de su instalación o


reparación.

Estas pruebas serán certificadas por un organismo de control autorizado.

No será necesario realizar la prueba de estanquidad en las revisiones de tanques


enterrados que contengan fuelóleos, al ser prácticamente imposible que fuguen.
Tampoco será necesaria la prueba de estanqueidad en los tanques de doble pared
con detección automática de fugas, y en los tanques enterrados en cubeto estanco
con tubo buzo.

5.2.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario


• R.D. 2085/1994, de 20 de
octubre, por el que se aprueba el
Reglamento de Instalaciones
Petrolíferas,
Normativa
reguladora • R.D. 1427/1997, de 15 de
septiembre, por el que se aprueba
la ITC MI-IP-03 «Instalaciones de
almacenamiento para su consumo
en la propia Instalación».

■ Proyecto técnico y certificado


final de obra de la dirección
facultativa (ITC-MI-IP-03):
Producto Clase B > 300 I.
(Interior) y >500 I. (exterior)
Producto Clases C y D >3000 I.
(interior) y >5000 I. (exterior)
■ Memoria resumida y croquis, y
certificado final acreditativo por
Puesta en un Instalador de P.P.L (ITC-MI-
Servicio de la IP-03):
Instalación Producto Clase B 300≥ Q≥ 50 I.
(interior) y 500≥ Q≥ 100 I.
(exterior)
Producto Clases C y D 3000≥ Q≥
1000 I. (interior) y 5000≥ Q≥
1000 I. (exterior)
■ El resto de las instalaciones de
capacidades inferiores, quedan
excluidas del trámite de
presentación de documentación

En Instalaciones de superficie, las


pruebas y revisiones descritas en el
art. 38.1 de la ITC MI-IP-03 (por
Instalaciones
instalador, mantenedor 0
petrolíferas de conservador autorizado):
almacenamiento de
carburantes y ■ Instalaciones que no requieren
combustibles proyecto: cada diez años
líquidos para su ■ Instalaciones que requieran
consumo en la proyecto: cada cinco años
propia instalación
En Instalaciones enterradas
Además de las pruebas v
revisiones indicadas para las
instalaciones en superficie, se
Mantenimiento certificará el correcto
funcionamiento de la protección
activa con la periodicidad siguiente
(por instalador, mantenedor 0
conservador autorizado):
■ Tanques de capacidad no
superior a 10 m3 cada cinco
años, coincidiendo con la prueba
periódica.
■ Tanques y grupos de tanques con
capacidad global hasta 60 m3
cada dos años.
■ Tanques y grupos de tanques con
capacidad global de más de 60
m3 cada año.

Inspección por OCA todas las


instalaciones que requieran
proyecto, cada 10 años.
En tanques enterrados, pruebas de
estanqueidad por OCA:
■ Cada cinco años, con producto en
el tanque y la instalación en
Inspecciones
funcionamiento.
■ Cada diez años, con tanque
vacío, limpio y desgasificado
■ Tuberías, cada cinco años
■ La primera prueba a los diez años
■ Los tanques que contengan
fuelóleos no requieren prueba de
estanqueidad

5.3. INSTALACIONES PARA SUMINISTRO DE


CARBURANTES Y COMBUSTIBLES LÍQUIDOS A
VEHÍCULOS

5.3.1. Normativa reguladora


Las instalaciones petrolíferas para suministro de carburantes y combustibles
líquidos a vehículos, se regulan por el Real Decreto 2085/1994, de 20 de octubre,
por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, y por el Real
Decreto 2201/1995, de 28 de diciembre, por el que se aprueba la Instrucción
Técnica Complementaria MI-IP-04 “Instalaciones para suministro a vehículos”.

Al igual que pasaba con las instalaciones de almacenamiento para su consumo en


la propia instalación, el Reglamento de Instalaciones Petrolíferas no incluye su ITC,
por lo que la misma se aprueba posteriormente por otro Real Decreto.

La ITC-MI-IP-04 tiene por objeto establecer las prescripciones técnicas a las que
han de ajustarse las instalaciones para suministro a vehículos. Se aplica a las nuevas
instalaciones para el suministro de carburantes y/o combustibles líquidos a vehículos,
así como a las ampliaciones y modificaciones de las existentes.

Instalación de almacenamiento exterior

5.3.2. Puesta en servicio de la instalación

Las instalaciones objeto de esta instrucción técnica complementaria, serán


realizadas por empresas instaladoras habilitadas según lo establecido en la
Instrucción Técnica Complementaria MI-IP0-5 «Instaladores o reparadores y
empresas instaladoras o reparadoras de productos petrolíferos líquidos», aprobada
por Real Decreto 365/2005, de 8 de abril.
Será precisa la presentación, ante el órgano territorial competente, del
correspondiente proyecto técnico y certificado final de obra de la dirección
facultativa, firmado por técnico titulado competente, según lo dispuesto en el Capítulo
III del Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, para las capacidades totales de
almacenamiento y productos siguientes:

No será precisa la presentación de proyecto cuando la capacidad de


almacenamiento sea:

En estos casos será suficiente la presentación ante el órgano territorial


competente, de documento (memoria resumida y croquis) en el que se describa y
detalle la misma, y certificado final acreditativo de la adaptación de las instalaciones
a la ITC, responsabilizándose de la instalación, firmados ambos por un instalador de
PPL de la empresa instaladora de la obra.

Instalación de almacenamiento interior

Las instalaciones, según corresponda, se inscribirán en el registro de


instalaciones de distribución al por menor exigido por el artículo 44 de la Ley
34/1998, de 7 de octubre, del Sector de Hidrocarburos, o el Registro Integrado
Industrial regulado en el Título IV de la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria.

5.3.3. Mantenimiento de la instalación


El titular de las instalaciones comprendidas en esta instrucción técnica, queda
obligado a mantenerlas en correcto estado de funcionamiento.

El titular de las instalaciones deberá solicitar la actuación de las empresas


instaladoras, mantenedoras o conservadoras de nivel correspondiente a la
instalación, a fin de revisar y comprobar, dentro de los plazos que se señalan, el
correcto estado y funcionamiento de los elementos, equipos e instalaciones. Del
resultado de las revisiones se emitirán, por ellas, los correspondientes certificados,
informes o dictámenes debidamente diligenciados, los cuales serán conservados por
el titular a disposición de la Administración que lo solicite.

Tales revisiones podrán ser llevadas a cabo igualmente por los organismos de
control autorizados.

En el artículo 39.1 de la ITC-MI-IP-04 se detallan las revisiones y pruebas a que


deben someterse las instalaciones de superficie, con la periodicidad siguiente:

Instalaciones que no requieren proyecto: Cada diez años


Instalaciones que requieran proyecto: Cada cinco años

En el caso de instalaciones enterradas, además de las pruebas detalladas en el


art. 39.1, se controlará la protección activa, comprobando el funcionamiento de los
aparatos cada tres meses.

Se certificará el correcto funcionamiento de la protección activa con la


periodicidad siguiente:

Tanques de capacidad no superior a 10 m3 cada cinco años, coincidiendo con la


prueba periódica.
Tanques y grupos de tanques con capacidad global hasta 60 m3 cada dos años.
Tanques y grupos de tanques con capacidad global de más de 60 m3 cada año.

Las pruebas de estanqueidad, al tener que realizarse por OCA, se recogen en el


punto siguiente.

5.3.4. Revisiones e inspecciones periódicas


Se inspeccionarán cada diez años todas aquellas instalaciones que necesiten
proyecto. Esta inspección será realizada por un organismo de control autorizado.

Además, en el caso de tanques enterrados se realizarán las siguientes pruebas


de estanqueidad:

1. Anualmente, con producto en el tanque y la instalación en funcionamiento.


2. Cada cinco años, con tanque vacío, limpio y desgasificado, tras examen visual
de la superficie interior y medición de espesores en tanques metálicos no
revestidos.

Las tuberías deberán ser sometidas cada cinco años a una prueba de
estanquidad.

La primera prueba de estanquidad se realizará a los diez años de su instalación o


reparación.

Estas pruebas serán certificadas por un organismo de control autorizado.

Tampoco será necesaria la prueba de estanqueidad en los tanques de doble


pared con detección automática de fugas, y en los tanques enterrados en cubeto
estanco con tubo buzo.

En los establecimientos donde existan instalaciones destinadas al suministro a


vehículos que no sean propiedad del titular de la instalación o se produce un cambio
de depositario del producto, sea cual fuere la modalidad del suministro, existirá
obligatoriamente un Libro de Revisiones, Pruebas e Inspecciones, en el que se
registrarán, por las firmas y entidades que las lleven a cabo, los resultados obtenidos
en cada actuación. En los de uso particular, el titular queda obligado a guardar
constancia documental de las actuaciones realizadas en este sentido.

5.3.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

■ R.D. 2085/1994, de 20 de
octubre, por el que se aprueba
el Reglamento de Instalaciones
Petrolíferas,
Normativa ■ R.D. 2201/95, de 28 de
reguladora diciembre, por el que se
aprueba la Instrucción Técnica
Complementarla MI-IP-04
"Instalaciones para suministro a
vehículos”.
■ Proyecto técnico y certificado
final de obra de la dirección
facultativa (ITC-MI-IP-04):
■ Producto Clase B ≥ 300 I.
(interior) y ≥ 500 I. (exterior)
■ Producto Clases C y D 23000 l.
Puesta en (interior) y 25000 l (exterior)
Servicio de la ■ Memoria resumida y croquis, y
Instalación certificado final acreditativo por
un Instalador de P.P.L (ITC-MI-
IP-04):
■ Producto Clase B ≤ 300
(interior) y ≤ 500 I. (exterior)
■ Producto Clases C y D ≤ 3000 I.
(interior) y ≤ 50001. (exterior)

En Instalaciones de superficie, las


pruebas y revisiones descritas en
el art. 39.1 de la ITC MI-IP-04
(por instalador, mantenedor o
conservador autorizado):
Instalaciones ■ Instalaciones que no requieren
petrolíferas de proyecto: cada diez años
almacenamiento de ■ Instalaciones que requieran
carburantes y proyecto: cada cinco años
combustibles En Instalaciones enterradas
líquidos para su Además de las pruebas y
consumo en la revisiones indicadas para las
propia instalación instalaciones en superficie, se
certificará el correcto
Mantenimiento funcionamiento de la protección
activa con la periodicidad
siguiente (por instalador,
mantenedor o conservador
autorizado):
■ Tanques de capacidad no
superior a 10 m3 cada cinco
años, coincidiendo con la
prueba periódica.
■ Tanques y grupos de tanques
con capacidad global hasta 60
m3 cada dos años.
■ Tanques y grupos de tanques
con capacidad global de más
de 60 m3 cada año.

Inspección por OCA todas las


Instalaciones que requieran
proyecto, cada 10 años.
En tanques enterrados, pruebas
de estanqueldad por OCA:
■ Anualmente, con producto en el
Inspecciones
tanque y la instalación en
funcionamiento.
■ Cada cinco años, con tanque
vacio, limpio y desgasificado
■ Tuberías, cada cinco años
■ La primera prueba a los diez
años

5.4. INSTALACIONES Y PARQUES DE


ALMACENAMIENTO DESTINADOS A LA
DISTRIBUCIÓN Y SUMINISTRO DE PRODUCTOS
PETROLÍFEROS

5.4.1. Normativa reguladora

Las instalaciones y parques de almacenamiento destinados a la distribución y


suministro de productos petrolíferos, se regulan por el Real Decreto 2085/1994, de
20 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Petrolíferas.
Este mismo reglamento incluye su ITC correspondiente, la Instrucción Técnica
Complementaria MI-IP- 02 «Parques de Almacenamiento de Líquidos Petrolíferos».

Las disposiciones de esta ITC se aplicarán únicamente a los parques de


almacenamiento de líquidos petrolíferos que tengan como cometido específico la
distribución a granel de los mismos:
a) A otros parques de almacenamiento.
b) A establecimientos de venta directa de esos líquidos petrolíferos, tales como
estaciones de servicio y unidades de suministro.
c) A instalaciones de almacenamiento para uso propio.

Quedan excluidos los productos petrolíferos incluidos en la clase A.

Asimismo, se aplicará la presente ITC a: las instalaciones de almacenamiento y


suministro de carburantes de aviación y a las instalaciones de almacenamiento y
suministro de combustibles a barcos.

Consideramos importante mencionar el artículo 26 de la ITC, que regula las


normas de explotación. En su primer apartado recoge el Manual de seguridad. De
conformidad con el mismo, sin perjuicio de las disposiciones reglamentarias
correspondientes a la higiene y seguridad de los trabajadores, se establecerá un
manual general de seguridad para el parque de almacenamiento, que incluirá:

a) Normas básicas de seguridad.


b) Protección contra incendios.
c) Seguridad e higiene del personal.
d) Normas generales de seguridad en trabajos de mantenimiento y conservación.
e) Normas generales de seguridad para trabajos de operación.
f) Normas generales de seguridad para el manejo de productos petrolíferos y otros,
tales como materias auxiliares.

El citado manual fijará el comportamiento a observar en el recinto del parque de


almacenamiento. Tratará en especial del material de protección individual y de las
normas generales que deberán seguirse en caso de accidente o incendio.

Este manual deberá entregarse a todo el personal, quien dará cuenta por escrito
de su recepción.

Independientemente de las normas generales incluidas en el manual de


seguridad, se prepararán normas particulares de actuación correspondientes a una
operación o trabajo bien definido, indicando el objeto y naturaleza del trabajo a
realizar, lugar, atmósfera ambiente, duración, tipo de utillaje a emplear, etc. Estas
operaciones requerirán de autorización por escrito extendida por mando o persona
responsable designada por la dirección.

El personal de otras empresas, trabajando en un parque de almacenamiento de


líquidos petrolíferos, se someterá a las normas de seguridad en vigor en el mismo,
de las que recibirán un resumen.

Existirá además un «manual de operación» con las normas que describan la


forma de realizar con seguridad las siguientes operaciones:

a) Puesta en marcha de la instalación.


b) Marcha normal.
c) Paradas.
d) Casos de emergencia.
e) Instrucciones para dejar la instalación, total o parcialmente, en condiciones de
seguridad para su inspección y mantenimiento.

5.4.2. Puesta en servicio de la instalación

Estas instalaciones requerirán autorización administrativa. Para ello, se


presentará en el órgano competente de la correspondiente Comunidad Autónoma un
proyecto de la instalación, firmado por un técnico titulado competente, en el que se
ponga de manifiesto el cumplimiento de las especificaciones exigidas por las
Instrucciones Técnicas Complementarias del Reglamento de Instalaciones
Petrolíferas, así como de las prescritas por las demás disposiciones legales que le
afecten.

La ejecución de estas instalaciones se efectuará bajo la dirección de un técnico


titulado competente o por una empresa instaladora o reparadora de productos
petrolíferos líquidos.

Para la puesta en servicio será necesario presentar ante el órgano competente


de la correspondiente Comunidad Autónoma solicitud acompañada de la siguiente
documentación:

a) Certificado en que se haga constar que la instalación reúne las condiciones


reglamentarias, se ajusta al proyecto o documento presentado, su
funcionamiento es correcto y se han realizado las pruebas correspondientes,
exigidas en la ITC.
Este certificado será extendido por el instalador que haya realizado el montaje,
por el director de la obra o por un OCA.
b) Se acompañarán igualmente los documentos que pongan de manifiesto el
cumplimiento de las exigencias formuladas por las demás disposiciones legales
que afecten a la instalación.

A la vista de la documentación indicada en los párrafos anteriores, el órgano


competente de la correspondiente Comunidad Autónoma extenderá la autorización de
puesta en servicio, para aquellas instalaciones que lo precisen, o las inscribirá en el
correspondiente registro, previa, si lo estima conveniente, la correspondiente
inspección.
Parque de almacenamiento en terminal de carga

5.4.3. Mantenimiento de la instalación

La propiedad de las instalaciones será responsable de su correcto


mantenimiento. Para ello, se llevarán a cago los mantenimientos correspondientes los
aparatos, equipos e instalaciones incluidos en el parque.

5.4.4. Inspecciones periódicas oficiales

Los parques de almacenamiento de líquidos petrolíferos dispondrán de un plan de


inspecciones periódicas, que se expresará en el proyecto y que será objeto de
aprobación específica por el órgano competente de la correspondiente Comunidad
Autónoma en el que se tendrán en cuenta las reglamentaciones existentes para los
aparatos, equipos e instalaciones incluidos en él y sus características.

5.4.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

R.D. 2085/1994, de 20 de octubre, por


el que se aprueba el Reglamento de
Normativa Instalaciones Petrolíferas, así como su
reguladora Instrucción Técnica Complementaria MI-
IP-02 “Parques De Almacenamiento De
Líquidos Petrolíferos”.

■ Proyecto de la instalación, firmado por


un técnico titulado competente.
■ Certificado extendido por el instalador
que haya realizado el montaje, por el
Puesta en director de la obra o por un OCA.
Servicio de ■ Documentos que pongan de manifiesto
Instalaciones y la Instalación el cumplimiento de las exigencias
parques de
formuladas por las demás
almacenamiento
disposiciones legales que afecten a la
destinados a la
instalación.
distribución y
suministro de ■ Autorización por la Comunidad
productos Autónoma y/o inscripción en el reqistro
petrolíferos
Se llevarán a cago los mantenimientos
Mantenimiento correspondientes los aparatos, equipos
e instalaciones incluidos en el parque

Plan de inspecciones periódicas, que se


expresará en el proyecto y que será
objeto de aprobación específica por el
órgano competente de la
Inspecciones correspondiente Comunidad Autónoma
en el que se tendrán en cuenta las
Reglamentaciones existentes para los
aparatos, equipos e instalaciones
incluidos en él y sus características.

5.5. EMPRESAS INSTALADORAS Y/O REPARADORAS


HABILITADAS
A efectos del Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, se considera empresa
instaladora la persona física o jurídica dedicada al montaje y desmontaje de las
instalaciones incluidas en dicho reglamento, que cumpliendo los requisitos exigidos en
la Instrucción Técnica Complementaria MI-IP0-5 «Instaladores o reparadores y
empresas instaladoras o reparadoras de productos petrolíferos líquidos», aprobada
por el Real Decreto 365/2005, de 8 de abril, hayan presentado la declaración
responsable de inicio de actividad según se establece en dicha instrucción técnica
complementaria.

De acuerdo con la Ley 21/1992, de Industria, la declaración responsable habilita


por tiempo indefinido a la empresa instaladora, desde el momento de su
presentación ante la Administración competente, para el ejercicio de la actividad en
todo el territorio español, sin que puedan imponerse requisitos o condiciones
adicionales.

Las empresas propietarias o arrendatarias de las instalaciones incluidas en el


Reglamento de Instalaciones Petrolíferas podrán realizar el montaje de sus
instalaciones si presentan la declaración responsable de inicio de actividad que se
establece en la Instrucción Técnica Complementaria MI-IP0-5.

Según esta ITC, se entiende por:

Instalador de PPL: persona física que realiza y mantiene las instalaciones de


productos petrolíferos líquidos (exceptuando, una vez puesta en servicio la
instalación, la realización de estas operaciones dentro de recintos confinados),
dentro de las categorías y condiciones que se establecen en esta ITC y que realiza
su función en el ámbito de una empresa.

Reparador de PPL: persona física que repara y mantiene el almacenamiento de


las instalaciones de PPL (ampliando su campo de actividad a todas las operaciones
que sea necesario realizar dentro de recintos confinados), y que realiza su función en
el ámbito de una empresa.

Empresa instaladora de PPL: persona física o jurídica que realiza, mantiene o


desmonta las instalaciones de productos petrolíferos líquidos (excepto la realización
de estas operaciones dentro de un recinto confinado), y que dispone de los medios
técnicos y de personal, dentro de las categorías y condiciones que se establecen en
esta ITC.

Empresa reparadora de PPL: persona física o jurídica que repara y mantiene el


almacenamiento de las instalaciones de PPL (ampliando su campo de actividad a
todas las operaciones que sea necesario realizar dentro de recintos confinados), y
que dispone de los medios técnicos y de personal, dentro de las categorías y
condiciones que se establecen en esta ITC.

Los instaladores o reparadores autorizados y las empresas instaladoras o


reparadoras autorizadas de PPL se clasifican en las siguientes categorías:

a) Categoría I. Instaladores y empresas instaladoras autorizadas de PPL.


b) Categoría II. Instaladores y empresas instaladoras autorizadas de PPL.
c) Categoría III. Reparadores y empresas reparadoras autorizadas de PPL.

Los instaladores autorizados y las empresas instaladoras de PPL de categoría I


podrán realizar, modificar y mantener instalaciones de hidrocarburos de las clases C
y D, con un límite de almacenamiento de 10.000 litros, pero una vez puesta en
funcionamiento la instalación, en ningún caso podrán acceder a cualquiera de los
recintos confinados.
Los instaladores autorizados y las empresas instaladoras de PPL de categoría II
podrán realizar, modificar y mantener instalaciones de hidrocarburos de las clases B,
C y D sin límite de almacenamiento, pero una vez puesta en funcionamiento la
instalación, en ningún caso podrán acceder a cualquiera de los recintos confinados.

Los reparadores autorizados y las empresas reparadoras de PPL podrán realizar


actividades de reparación de la instalación en los recintos confinados, en el interior
de las arquetas de los tanques, la desgasificación, limpieza y reparación de tanques
y tuberías, preparación de la instalación para la realización de las pruebas de
estanqueidad al tanque y a las tuberías y ejecución de estas, después de la puesta
en marcha de la instalación.

Instalador o reparador de PPL

El instalador de PPL en sus diferentes categorías o el reparador de PPL deberá


desarrollar su actividad en el seno de una empresa instaladora o reparadora de PPL,
según corresponda, habilitada y deberá cumplir y poder acreditar ante la
Administración competente, cuando esta así lo requiera en el ejercicio de sus
facultades de inspección, comprobación y control, y para la categoría que
corresponda de las establecidas en el apartado 3 anterior, una de las siguientes
situaciones:

a) Disponer de un título universitario cuyo plan de estudios cubra las materias


objeto del Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, y de la ITC-MI-IP-05.
b) Disponer de un título de formación profesional o de un certificado de
profesionalidad incluido en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales,
cuyo ámbito competencial coincida con las materias objeto del Reglamento de
Instalaciones Petrolíferas, y de la ITC-MI-IP-05.
c) Haber superado un examen teórico-práctico ante la comunidad autónoma sobre
los contenidos mínimos que se indican en los apéndices II, III o IV, según
corresponda, de la ITC-MI-IP-05.
d) Tener reconocida una competencia profesional adquirida por experiencia laboral,
de acuerdo con lo estipulado en el Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de
reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia
laboral, en las materias objeto del Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, y
de la ITC-MI-IP05.
e) Poseer una certificación otorgada por entidad acreditada para la certificación de
personas, según lo establecido en el Real Decreto 2200/1995, de 28 de
diciembre, que incluya como mínimo los contenidos que se indican en los
apéndices II, III o IV, según corresponda, de la ITC-MI-IP-05.

Empresas instaladoras o reparadoras


Antes de comenzar sus actividades como empresas instaladoras o reparadoras
de PPL, las personas físicas o jurídicas que deseen establecerse en España
deberán presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que
se establezcan una declaración responsable en la que el titular de la empresa o el
representante legal de la misma declare para qué categoría va a desempeñar la
actividad, que cumple los requisitos que se exigen por esta instrucción técnica
complementaria y que dispone de la documentación que así lo acredita, que se
compromete a mantenerlos durante la vigencia de la actividad y que se
responsabiliza de que la ejecución o reparación de las instalaciones se efectúa de
acuerdo con las normas y requisitos que se establecen en el Reglamento de
Instalaciones Petrolíferas y sus respectivas instrucciones técnicas complementarias.

Todo el procedimiento de habilitación como empresa instaladora y/o reparadora,


se recoge en detalle en el Capítulo 1.

Requisitos de las empresas instaladoras o reparadoras

Las empresas instaladoras o reparadoras de PPL cumplirán lo siguiente:

a) Disponer de la documentación que identifique a la empresa instaladora o


reparadora de PPL, que, en el caso de persona jurídica, deberá estar constituida
legalmente.
b) Contar con los medios técnicos y humanos mínimos necesarios para realizar sus
actividades en condiciones de seguridad, que se determinan en el apéndice I de
la ITC-MI-IP-05.
c) Suscribir un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por una cuantía mínima de 300.000 euros para la categoría I y de
600.000 euros para las categorías II y III.

Responsabilidad de las empresas instaladoras o reparadoras autorizadas de


PPL

Será responsabilidad de las empresas instaladoras autorizadas de PPL de las


categorías I y II lo siguiente:

Que la ejecución, montaje, modificación o ampliación antes de la puesta en


servicio y, posteriormente, la revisión, mantenimiento y sustitución de partes de
las instalaciones que le sean confiadas, así como los materiales empleados,
estén en conformidad con la normativa vigente y, en su caso, con el proyecto de
la instalación.
Efectuar las pruebas y ensayos reglamentarios bajo su directa responsabilidad
o, en su caso, bajo el control y responsabilidad del director técnico de la obra,
avalado por la correcta ejecución de las operaciones que le sean
encomendadas.
Garantizar, durante un período de cuatro años, las deficiencias atribuidas a una
mala ejecución de las operaciones que les hayan sido encomendadas, así como
las consecuencias que de ellas se deriven.
Asegurarse de que los equipos y accesorios cumplan la normativa vigente.
Que las revisiones que le sean encomendadas se efectúen en la forma y plazos
previstos en la reglamentación vigente.

Será responsabilidad de la empresa reparadora de PPL lo siguiente:

Que la reparación, revisión y mantenimiento después de la puesta en servicio de


las instalaciones que les sean confiadas, así como los materiales empleados,
estén en conformidad con la normativa vigente.
Efectuar las pruebas y ensayos reglamentarios después de la puesta en servicio
(revisiones periódicas), bajo su directa responsabilidad o, en su caso, en
concordancia con el criterio y responsabilidad del organismo de control
autorizado avalando la correcta ejecución de las operaciones que les sean
encomendadas.
Que las operaciones de reparación, revisión y mantenimiento que les sean
encomendadas se efectúen en la forma y plazos previstos en la reglamentación
vigente.
Garantizar durante un período de cuatro años las deficiencias atribuidas a una
mala ejecución de las operaciones que les hayan sido encomendadas, así como
las consecuencias que de ellas se deriven.
Asegurarse de que los equipos y accesorios cumplan con la normativa vigente.

Obligaciones de las empresas instaladoras o reparadoras autorizadas de PPL

Será obligación de las empresas instaladoras o reparadoras autorizadas de PPL:

Cumplir con las condiciones mínimas establecidas para la categoría en la que se


encuentre inscrita.
Tener, en todo momento, cubiertos los riesgos de su responsabilidad, respecto a
daños materiales y personales a terceros, por la cuantía mínima exigible para la
categoría en la que está inscrita, mediante la suscripción de una póliza de
responsabilidad civil, avales u otras garantías financieras otorgadas por una
entidad debidamente autorizada.
Emitir los preceptivos certificados de instalación o reparación de PPL, así como
de revisión que se fijen en las reglamentaciones vigentes. Dichos documentos
serán suscritos por un instalador o reparador de PPL de la categoría que
corresponda en función de la actividad desarrollada, que pertenezca a la
empresa instaladora o reparadora.
La empresa no podrá facilitar, ceder o enajenar certificados de actuaciones no
realizadas por ella misma.
Coordinar con la empresa suministradora y con los usuarios las operaciones que
impliquen interrupción del suministro. No obstante, en aquellos casos en que se
presente una incidencia que suponga grave peligro de accidente o este haya
tenido lugar, interrumpirá el servicio en las partes afectadas y dará cuenta
inmediata a los usuarios, a la empresa suministradora y al organismo
competente de la comunidad autónoma.
Concertar con el organismo territorial competente las visitas reglamentarias o de
oficio que efectúe a las instalaciones que se encuentren en estado de inspección
tras haber citado a todas las partes que reglamentariamente tengan que
concurrir.
CAPÍTULO 6.
COMBUSTIBLES GASEOSOS
6.1. INTRODUCCIÓN
En la actualidad son muy numerosas las instalaciones en las que se utilizan y/o
almacenan combustibles gaseosos como fuente de energía en procesos productivos,
carburante para maquinaria o flotas de vehículos, combustible para sistemas de
calefacción, etc.

De modo general, se denominan combustibles gaseosos a los hidrocarburos


(compuestos orgánicos formados únicamente por átomos de carbono e hidrógeno)
naturales o fabricados, para su empleo exclusivamente como combustibles, y a
aquellos que se obtienen como subproducto en ciertos procesos industriales.

Los principales combustibles gaseosos que se emplean, tanto en empresas como


en sistemas de calefacción para edificios de viviendas, son el gas natural y los
gases licuados del petróleo (GLP). Estos últimos son una mezcla de gases
presentes en el propio gas natural, o disueltos en el petróleo, que se almacenan en
forma líquida. Y es que los componentes de los GLP, aunque a temperatura y
presión ambientales son gases, resultan fáciles de licuar, de ahí su nombre. En la
práctica, se puede decir que los GLP son una mezcla de propano y butano.
Presentes en el petróleo crudo y el gas natural, se obtienen en parte durante el
refinado de petróleo, sobre todo como subproducto de la destilación fraccionada
catalítica.
La utilización de combustibles gaseosos presenta unas ventajas indudables, como
son:

Facilidad de manejo y transporte por tuberías.


No presentan cenizas ni materias extrañas.
El control de la combustión es mucho más fácil, lo que nos permite mantener la
temperatura de combustión aún con demandas variables.
Posibilidad de regular la atmósfera de los hornos para conseguir atmósferas
reductoras según nos convenga.
Posibilidad de calentar el gas en regenadores y recuperadores, elevando de
esta manera la combustión, y por lo tanto, aumentando el rendimiento térmico.
Es posible determinar su composición exacta, por lo que es posible determinar
bastante bien su poder calorífico.
A igualdad de calor cedido, la llama que origina un combustible gaseoso es más
corta que la que origina un combustible sólido o uno líquido.

En este tema, como venimos haciendo habitualmente en otros temas, vamos a


ver, en primer lugar, la normativa reguladora de los combustibles gaseosos, para
después adentrarnos en los requisitos de puesta en servicio de las instalaciones. A
continuación veremos las condiciones de mantenimiento, revisiones e inspecciones
periódicas que establecen las ITC correspondientes para cada una de las
instalaciones y aparatos.

Es importante destacar que solo analizaremos aquellas que pueden tener


presencia en una gran parte de centros de trabajo, sobre todo industriales,
porque forman parte o constituyen elementos auxiliares de apoyo a procesos
productivos. Es decir, no entraremos a examinar las instalaciones que forman parte
de empresas cuyo negocio es el almacenamiento y distribución de combustibles
gaseosos.

6.2. NORMATIVA REGULADORA


La norma principal que regula los combustibles gaseosos es el Real Decreto
919/2006, de 28 de julio, por el que se aprueba el Reglamento Técnico de
distribución y utilización de combustibles gaseosos y sus Instrucciones Técnicas
Complementarias ICG-01 a IGC-11.

Este reglamento, como dispone su propio artículo 1, se enmarca en los ámbitos


establecidos por la Ley 34/1998, de 7 de octubre, del Sector de Hidrocarburos, y
por la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria, y tiene por objeto establecer las
condiciones técnicas y garantías que deben reunir las instalaciones de distribución
y utilización de combustibles gaseosos y aparatos de gas, con la finalidad de
preservar la seguridad de las personas y los bienes.

Las prescripciones de este reglamento se aplicarán, con carácter general, a


todas las instalaciones de combustibles gaseosos y aparatos de gas incluidas en su
campo de aplicación, que especificaremos seguidamente. Asimismo, las respectivas
instrucciones técnicas complementarias que acompañan y se aprueban con el mismo,
establecerán obligaciones concretas para las instalaciones y aparatos a los que se
refieren cada una de ellas.

El reglamento se aplica a las instalaciones y aparatos siguientes:

a) Instalaciones de distribución de combustibles gaseosos por canalización, en


concreto:

Redes de distribución de gas de presión máxima de diseño igual o inferior a 16


bar, y sus instalaciones auxiliares (incluyendo estaciones de regulación y
acometidas).
Gasoductos de presión máxima de diseño superior a 16 bar comprendidos en el
artículo 59.4 de la Ley 34/1998, de 7 de octubre, en la redacción dada por el
Real Decreto-ley 6/2000, de 23 de junio, y las líneas directas definidas en el
artículo 78.1 de esta misma Ley.

b) Centros de almacenamiento de los envases de GLP para su posterior


distribución y venta a los clientes finales en los mismos centros y a domicilio.
c) Instalaciones de almacenamiento de GLP en depósitos fijos y todos sus
accesorios, para alimentar a redes de distribución o directamente a instalaciones
receptoras.
d) Plantas satélite (de almacenamiento) de gas natural licuado (GNL), con
capacidad de almacenamiento geométrica conjunta de hasta metros cúbicos, y
presión máxima de operación superior a 1 bar, que tengan como finalidad el
suministro directo a redes de distribución o instalaciones receptoras.

e) Estaciones de servicio para vehículos a gas: que pueden suministrar tanto GLP a
granel, como gas natural comprimido (GNC) o licuado (GNL), para su utilización
como carburante para vehículos a motor.

f) Instalaciones de envases de GLP, es decir, las compuestas por uno o varios


envases de GLP, así como, en su caso, las tuberías y accesorios entre los
envases y la llave de acometida, incluida esta, que suministran el GLP
directamente a instalaciones receptoras.
g) Instalaciones de GLP de uso doméstico en caravanas y autocaravanas,
compuestas por uno o varios envases de GLP, tuberías, accesorios y aparatos.
No se considerarán parte de la instalación los aparatos portátiles que incorporen
su propia alimentación o los envases y aparatos de gas independientes y
externos a la carrocería del vehículo.
h) Instalaciones receptoras de combustibles gaseosos, constituidas por el conjunto
de tuberías y accesorios comprendidos entre la llave de acometida, excluida
esta, y las llaves de conexión de aparatos, incluidas estas, quedando excluidos
los tramos de conexión de los aparatos y los propios aparatos. Se componen, en
su caso más general, de acometida interior, instalación común e instalación
individual.

En instalaciones alimentadas desde envases de GLP de carga unitaria inferior a


15 kg, es el conjunto de tuberías y accesorios comprendidos entre el regulador o
reguladores acoplados a los envases o botellas, incluidos estos, y las llaves de
conexión de aparato, incluidas estas.

No tendrán el carácter de instalación receptora las instalaciones alimentadas por


un único envase o depósito móvil de gases licuados del petróleo (GLP) de
contenido inferior a 15 kg, conectado por tubería flexible o acoplado directamente
a un solo aparato de utilización móvil.

i) Aparatos de gas, que utilizan los combustibles gaseosos.


Tal y como hemos indicado anteriormente, vamos a analizar solo aquellas
instalaciones que constituyen elementos auxiliares de procesos productivos. Es decir,
las indicadas en el apartado anterior con las letras c, e, f, h, i.

El reglamento se aplicará a las nuevas instalaciones, sus modificaciones y


ampliaciones; y a las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor, que sean
objeto de modificación o ampliación.

Las instalaciones existentes a la entrada en vigor de este reglamento, aunque no


se modifiquen o amplíen, quedarán sometidas al régimen de controles periódicos que
se establecen en el mismo, en lo que se refiere a su periodicidad y agentes
intervinientes en cada caso. Los criterios técnicos aplicables en dichas intervenciones
serán los indicados en la correspondiente ITC o, en su defecto, los comprendidos en
la reglamentación con la cual fueron construidas y aprobadas.

6.3. PUESTA EN SERVICIO DE INSTALACIONES


El artículo 5 del reglamento dispone que la puesta en servicio de las instalaciones
de combustibles gaseosos se condiciona al procedimiento general que indicamos a
continuación, establecido por el propio reglamento, y a los requisitos específicos
para cada tipo de instalación que se determinarán en las ITC correspondientes que
acompañan al mismo.

Procedimiento general y requisitos específicos

Para cada instalación deberá elaborarse una documentación técnica, en la que


se ponga de manifiesto el cumplimiento de las prescripciones reglamentarias. En
función de las características de la instalación, y según determine la correspondiente
ITC, la documentación técnica revestirá la forma de:

a) Proyecto suscrito por técnico facultativo competente.


b) Memoria técnica que podrá suscribir, en su caso, el instalador de la categoría
(A, B o C) que indique la ITC-ICG-09 Instaladores y empresas instaladoras de
gas.
En concreto, para:

Instalaciones de almacenamiento de GLP en depósitos fijos: precisan de


proyecto, que habrá de presentarse en el órgano competente de la Comunidad
Autónoma, acompañado del modelo oficial de solicitud (ambos por duplicado),
las instalaciones que:
— Alimenten a instalaciones de distribución de combustibles gaseosos por canalización;
— Dispongan de vaporizador, equipo de trasvase o boca de carga a distancia, enterrada, o que no discurra
por terrenos de la misma propiedad;
— Sean estaciones de almacenamiento ubicadas en lugares de libre acceso al público;
— Tengan capacidad superior a 13 m 3.

El resto se ejecutará conforme a memoria técnica, suscrita por técnico


competente o por instalador (ITC-IGC-03).

Estaciones de servicio para vehículos a gas: precisarán de proyecto en todos


los casos (ITC-IGC-05).
Instalaciones de envases de GLP para uso propio: no se precisa proyecto (ITC-
IGC-06), por lo tanto, Memoria Técnica.
Instalaciones receptoras de combustibles gaseosos. Precisarán proyecto las
siguientes (ITC-IGC-07):
— Instalaciones individuales, cuando su potencia útil sea superior a 70 kW.
— Instalaciones comunes, cuando su potencia útil sea superior a 2.0 kW.
— Las acometidas interiores, cuando su potencia útil sea superior a 2.0 kW.
— Las instalaciones suministradas desde redes que trabajen a una presión de operación superior a 5 bar.
— Las instalaciones que empleen nuevas técnicas o materiales, o bien que no puedan cumplir alguno de
los requisitos establecidos en la normativa que les aplique, siempre que no supongan disminución en
su seguridad.
— Las ampliaciones de las instalaciones indicadas anteriormente, cuando la instalación resultante supere
en un 30% la potencia de diseño de la inicialmente proyectada, o cuando, a causa de la ampliación, se
dan los supuestos antes señalados.

El técnico facultativo competente (proyecto o memoria) o el instalador (memoria),


según el caso, que firme la documentación técnica, será directamente responsable
de que la misma se adapte a las exigencias reglamentarias.

La Ley 34/1998 dispone que solo precisará autorización administrativa previa la


ejecución de las instalaciones en que así lo disponga la correspondiente ITC. Pues
bien, de las instalaciones que hemos visto, solo requerirán autorización
administrativa para su construcción los almacenamientos de GLP en depósitos
fijos, cuando se destinen al suministro de instalaciones de distribución por
canalización, excepto si dan servicio a instalaciones receptoras de una misma
comunidad de propietarios.

Las instalaciones deberán ser realizadas por las empresas que determine, en
cada caso, la correspondiente ITC. Estas empresas, a la terminaciónde la instalación
y antes de su puesta en servicio, deberán comprobar su correcta ejecución y
funcionamiento, llevando a cabo, cuando proceda, las pruebas especificadas en la
citada ITC. En algunos casos, la ITC también puede disponer una inspección, previa
a la puesta en funcionamiento, por un organismo de control. En concreto, se exige:

Para Instalaciones de almacenamiento de GLP en depósitos fijos: (ITC-IGC-


03).
— Realización de las pruebas previstas en la Norma UNE 60250, por parte de la empresa instaladora.
— Inspección inicial por OCA, una vez superada la prueba anterior.

Para Estaciones de servicio para vehículos a gas (ITC-IGC-05).


— Realización de las pruebas previstas en las normas UNE 60630 o UNE 60631-1, según sea la estación
de servicio de GLP o de GNC, respectivamente, por parte de la empresa instaladora que la ha
ejecutado, bajo la supervisión del director de obra.
— Inspección inicial por OCA, una vez superada la prueba anterior.

Para Instalaciones de envases de GLP para uso propio (ITC-IGC-06).


— Realización de pruebas de estanqueidad de las canalizaciones, llaves y otros elementos, así como
verificación del cumplimiento general de las partes visibles de la instalación, de las disposiciones de la
ITC.
— No se exige inspección periódica inicial por OCA.

Para Instalaciones receptoras de combustibles gaseosos (ITC-IGC-07).


— Realización por el distribuidor de las pruebas establecidas por apartado 3.5.1 de la ITC, para las
instalaciones individuales con contrato de suministro domiciliario. Por la empresa instaladora encargada
del montaje se realizarán las pruebas y verificaciones para la entrega de la instalación descritas en el
apartado 3.3 de la ITC para instalaciones sin contrato de suministro domiciliario.
— No se exige inspección periódica inicial por OCA.

Finalizada la instalación y realizadas, en su caso, las pruebas previas e inspección,


con resultado favorable:

a) La empresa responsable de la ejecución emitirá un certificado de instalación y,


en su caso, de las pruebas realizadas.
b) En las instalaciones que necesiten proyecto, además, el director de obra emitirá
el correspondiente certificado de dirección de obra.
c) Cuando lo disponga la ITC, el OCA emitirá un certificado de inspección y, en su
caso, de las pruebas realizadas.

Para la puesta en servicio, según dispone el artículo 5.6 del Real Decreto 919/2006,
el responsable de la instalación deberá exigir y conservar copia de los certificados
anteriores.

Por último, cada ITC establece la necesidad o no de comunicar la puesta en


servicio y/o presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma la
documentación relativa la instalación. En concreto:

Para Instalaciones de almacenamiento de GLP en depósitos fijos: (ITC- IGC-


03), exige la comunicación, presentado la siguiente documentación:
— Identificación de la instalación: Titular, ubicación, tipo y fecha de la puesta en servicio.
— Documentación técnica (proyecto o memoria).
— Certificado de instalación.
— Certificado de dirección de obra, en su caso.
— Certificado del organismo de control, en su caso.
— Certificado de pruebas de funcionamiento, en su caso.
— Certificado de un técnico facultativo competente, al que se refiere la norma UNE 60250 para depósitos
instalados en azotea, en el que se refleje la capacidad de la cubierta de la edificación para soportar las
cargas que se produzcan.
— Contrato de mantenimiento.

Para Estaciones de servicio para vehículos a gas (ITC-IGC-05), exige la


comunicación, presentado la siguiente documentación:
— Identificación de la instalación: Titular, ubicación, tipo y fecha de la puesta en servicio.
— Documentación técnica (proyecto o memoria).
— Certificado de instalación.
— Certificado de dirección de obra, en su caso.
— Certificado del organismo de control, en su caso.
— Certificado de pruebas de funcionamiento, en su caso.
— Fecha en que el distribuidor ha realizado el primer suministro.
— Plan de mantenimiento, bien sea a través de contrato externo o por medios propios.

Para Instalaciones de envases de GLP para uso propio (ITC-IGC-06).

No es precisa ninguna comunicación. No obstante, tanto el titular como la


empresa instaladora conservarán, y tendrán a disposición de la Administración,
el certificado de instalación que refleje la instalación de envases de GLP y la
instalación receptora.

Para Instalaciones receptoras de combustibles gaseosos (ITC-IGC-07).

Salvo en el caso de las instalaciones que requieren proyecto, no es precisa


ninguna comunicación. No obstante, el suministrador tendrá a disposición de la
Administración la documentación descrita en esta ITC que sea necesaria para
cada instalación. En la que se requiera proyecto será necesario presentar copia
del mismo, y además:
— Certificado de pruebas de funcionamiento.
— Identificación de la instalación: Titular, ubicación, tipo y fecha d la puesta en servicio.
— Documentación técnica (proyecto).
— Certificado de pruebas de funcionamiento, en su caso.

6.4. PUESTA EN MARCHA, MANTENIMIENTO,


REPARACIÓN Y ADECUACIÓN DE APARATOS DE
GAS (ITC-IGC-08)
Para empezar, el empresario que adquiera un aparato de gas debe exigir que
lleve, en lugar visible, una placa con las características e información que se indican
en el anexo 2 de la ITC, y que vaya provisto de instrucciones. El contenido mínimo de
las instrucciones será el indicado en el anexo 3 de la ITC.

La instalación de los aparatos de gas no precisa de autorización administrativa.


La puesta en marcha, mantenimiento y reparación de los aparatos de gas podrá
realizarse:

a) Por el servicio técnico de asistencia del fabricante, siempre que posea un


sistema de calidad certificado, o por instaladores de gas que cumplan los
requisitos indicados en el Capítulo 4 de la ITC-ICG-09, cuando se trate de
aparatos de gas conducidos (aparatos de tipo B y C) de más de 24,4 kW de
potencia útil o de vitrocerámicas a gas de fuegos cubiertos.
b) Por el servicio técnico de asistencia del fabricante o una empresa instaladora de
gas, para el resto de aparatos.

La ITC no especifica la necesidad de revisiones de mantenimiento preventivo, por


lo cual, se estará a lo dispuesto por el propio fabricante de los aparatos, en la
documentación que facilite con el mismo, en cuanto a la necesidad de realizarlas y su
periodicidad.

La adecuación de aparatos por cambio de familia de gas podrá ser realizada por
el servicio técnico del fabricante siempre que posea un sistema de calidad certificado
o por instaladores de gas de categoría A o B que cumplan los requisitos indicados en
el Capítulo 4 de la ITC-ICG-09.

En todos los casos, el agente que realice la puesta en marcha deberá emitir y
entregar al usuario un certificado según el modelo de la ITC.

No se precisa comunicación de puesta en marcha a la administración.

6.5. MANTENIMIENTO DE INSTALACIONES.


REVISIONES E INSPECCIONES

6.5.1. Instalaciones de almacenamiento de GLP en depósitos fijos:


(ITC-IGC-03)

Mantenimiento (Apartado 6.1 ITC)

El titular de la instalación o, en su defecto, los usuarios deberán disponer de un


contrato de mantenimiento con una empresa instaladora autorizada, que disponga
de un servicio de atención de urgencias permanente, por el que esta se encargue de
conservar las instalaciones en el debido estado de funcionamiento y de la realización
de las revisiones dentro de las prescripciones contenidas en la ITC.

La empresa instaladora entregará al titular, o en su defecto, al usuario, un Libro


de Mantenimiento, o bien, copia de un archivo documental (en caso de que disponga
de un sistema de gestión de calidad certificado), que este deberá custodiar, y donde
la instaladora anotará el estado general de la instalación y, si es el caso, los defectos
observados, las reparaciones efectuadas y las lecturas de potencial de protección.

Podrán ser eximidos de la necesidad del contrato de mantenimiento los titulares


que acrediten capacidad y medios para realizar el mantenimiento de sus
instalaciones, siempre que se comprometan a cumplir los plazos de control de la
instalación y en las condiciones que fije el órgano competente de la Comunidad
Autónoma, debiendo tener al día el Libro de Mantenimiento o archivo documental de
la instalación desde su puesta en servicio.

Revisiones periódicas (Apartado 6.2 ITC)

Del conjunto de la instalación, por la empresa encargada del mantenimiento:

Cada 2 años, para instalaciones que alimentan a redes de distribución.


Cada 5 años, coincidiendo con la de la instalación receptora (que se regula en la
ITC-ICG-07), para el resto de instalaciones, debiéndose realizar ambas de
forma conjunta.
Si se trata de depósitos enterrados provistos de sistema de protección catódica
(todos salvo que se demuestre mediante estudio que no es necesaria). La
empresa mantenedora debe hacer un control:
— Cada año, de los potenciales de protección respecto al suelo.
— Cada tres meses, del funcionamiento de los aparatos de protección catódica, si la misma es mediante
corriente impresa.

De estos controles y comprobaciones deberá quedar constancia en un registro


que conservará la empresa mantenedora de la instalación. De observarse alguna
anomalía, deberá ponerse inmediatamente en conocimiento del titular de la
instalación a fin de que lo subsane en forma acorde a su gravedad.

Cuando la revisión sea favorable, la empresa instaladora emitirá un certificado de


revisión que entregará al usuario o titular. En caso contrario, se cumplimentará un
informe de anomalías que deberá ser entregado al titular, el cual será responsable
de que se realicen las correspondientes subsanaciones.

El titular deberá tener siempre en su poder un ejemplar del certificado de la última


revisión realizada, quedando dicho documento a disposición del órgano competente
de la Comunidad Autónoma y del suministrador que en su momento efectúe
suministros de GLP en la instalación afectada.

No podrá suministrarse GLP a ninguna instalación, si el titular no acredita ante el


suministrador la realización de las revisiones indicadas en esta ITC, en los plazos
oportunos y con resultado favorable.

Pruebas de presión (Apartado 6.3)

Cada 15 años, el titular de la instalación debe encargar a un OCA las pruebas


periódicas de presión recogidas en la ITC, para lo cual estará asistido por la
empresa mantenedora. El OCA emitirá un acta de las pruebas una vez concluidas
con resultado favorable.

6.5.2. Estaciones de servicio para vehículos a gas (ITC-IGC-05)

El titular de la estación de servicio es el responsable de que las instalaciones


incluidas en la misma se encuentren en todo momento en perfectas condiciones de
funcionamiento y conservación, para lo cual deberá:

Efectuar periódicamente y por medio del personal de explotación las


comprobaciones y verificaciones necesarias para conocer en todo momento el
estado de la instalación.
Solicitar cada cinco años la realización de la revisión periódica de la instalación a
un organismo de control, que emitirá el correspondiente certificado de revisión.
Si se trata de estaciones de servicio de GLP los depósitos no se incluirán en la
revisión anterior, ya que estarán sujetos a lo dispuesto en la ITC-IGC-03. En
estas estaciones y en las de GNC deberán sustituirse todas las mangueras de
suministro de carburante a los vehículos al menos cada cinco años.
En cada estación de servicio existirá un Libro de Mantenimiento o un archivo
documental con las actas de todas las operaciones e intervenciones realizadas,
indicando la fecha, persona e intervención. Cada intervención deberá ser firmada
por la persona que la realice y por el titular de la instalación.

6.5.3. Instalaciones de envases de GLP para uso propio (ITC-IGC-


06)

El apartado 4 de la ITC establece que el titular de la instalación deberá encargar


a una empresa instaladora la revisión de las instalaciones de envases de GLP,
coincidiendo con la revisión periódica de la instalación receptora a la que alimentan
(la cual se regula en el apartado 4.2 de la ITC-ICG-07 que veremos en el siguiente
apartado).

La revisión anterior no es obligatoria en las instalaciones con un único envase


de GLP de capacidad inferior a 15 kg conectado por tubería flexible o acoplado
directamente a un solo aparato de gas móvil.

6.5.4. Instalaciones receptoras de combustibles gaseosos (ITC-IGC-


07)

Alimentadas desde redes de distribución

El apartado 4.1 de la ITC dispone:

Mantenimiento por el titular de la instalación, que deberá contemplarlo en los


planes generales de mantenimiento de la planta.
Inspección cada cinco años, por el distribuidor del gas, tanto de la instalación
receptora individual, como de las partes comunes de conexión (compartidas con
otros usuarios individuales) a la red de dicho distribuidor. Será este último quien
deberá comunicar a los usuarios la realización de la inspección, con una
antelación mínima de 5 días.

No alimentadas desde redes de distribución

El apartado 4.2 de la ITC establece una Inspección, cada 5 años, que debe
encargar el titular o, en su defecto, el usuario de la instalación, a una empresa
instaladora de gas autorizada.

6.5.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

• Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria


• Ley 34/1998, de 7 de octubre, del
sector de hidrocarburos
Normativa • Real Decreto 919/2006, de 28 de julio,
por el que se aprueba el Reglamento
reguladora
Técnico de distribución y utilización de
combustibles gaseosos y sus
instrucciones técnicas complementarias
ICG 01 a IGC 11.
• Proyecto o Memoria Técnica
• Certificado de dirección de obra, si hay
proyecto.
• Autorización de construcción: sólo
almacenamientos GLP en depósitos
fijos.
• Certificación por empresa instaladora de
pruebas previstas en ITC y de la
instalación
• Certificación por el distribuidor de
Puesta en
pruebas establecidas en ITC para
Servicio de la
instalaciones receptoras de
Instalación
combustibles gaseosos.
• Certificado por OCA para
Almacenamientos GLP en depósitos
fijos y para Estaciones de Servicio
para vehículos a gas
• Comunicación de puesta en servicio al
órgano competente de la CC.AA.,
adjuntando la documentación anterior,
todas, menos instalaciones GLPs uso
propio.

• La instalación no precisa autorización


administrativa y tampoco comunicación
de puesta en marcha.
• Placa, en lugar visible, con información
anexo 2 ITC
Puesta en marcha:
Instalación • Por Servicio Técnico o Instaladores gas
puesta en que, para aparatos de gas conducidos
marcha y de más de 24,4 kW de potencia útil o
mantenimiento vitrocerámicas a gas de fuegos
de aparatos de cubiertos deben tener sistema de
gas calidad certificado, los1°, o requisitos
capítulo 4 ITC-ICG 09 los 2o.
• Certificado de puesta en marcha según
modelo ITC
Mantenimiento
• El Prescrito por el fabricante
GLP DEPÓSITOS FIJOS
Combustibles
Gaseosos • Contrato mantenimiento empresa
autorizada o mantenimiento con
personal propio capacitado y con
medios
• Libro de mantenimiento o archivo
documental
Revisiones (por empresa instaladora
autorizada)
• 3 meses, aparatos protección catódica
corriente impresa, si procede
• 1 año, potenciales protección catódica
suelo, si procede
• 2 años instalaciones que alimentan
redes de distribución
• 5 años resto instalaciones, coincidiendo
con instalación receptora
Mantenimiento:
Revisiones ESTACIONES DE SERVICIO PARA
periódicas por VEHíCULOS A GAS
personal Mantenimiento por el personal de la
propio, por explotación
instaladora
5 años sustitución mangueras
autorizada o
suministro en estaciones GLP y GNC
por
distribuidora Obligatorio Libro de Mantenimiento o
gas archivo documental
ENVASES GLP USO PROPIO
• Coincidiendo con la revisión de la
instalación receptora, por empresa
instaladora, salvo un único envase GLP
< 15 kg y tubo flexible a un solo
aparato (voluntaria).
RECEPTORAS COMBUSTIBLES
GASEOSO
Alimentadas desde redes de distribución
• Por titular mediante plan general
mantenimiento planta
• 5 años por distribuidor gas
No alimentadas desde redes de
distribución
• 5 años por empresa instaladora
autorizada

INSTALACIONES DE GLP DEPÓSITOS


FIJOS
Pruebas de
presión o 15 años pruebas de presión
Revisión recogidas en ITC
periódica por ESTACIONES DE SERVICIO PARA
OCA VEHíCULOS A GAS
5 años

6.6. INSTALADORES DE GAS Y EMPRESAS


INSTALADORAS DE GAS HABILITADAS

6.6.1. Instaladores de gas

El apartado 2 de la ITC-ICG-09 dispone que un instalador de gas es “la persona


física que, en virtud de poseer conocimientos teóricoprácti cos de la tecnología de
la industria del gas y de su normativa, está capacitado para realizar y supervisar
las operaciones correspondientes a su categoría”.

Dicha ITC señala también que el instalador de gas deberá desarrollar su


actividad en el seno de una empresa instaladora de gas habilitada y cumplir (y poder
acreditar ante la Administración competente, si se lo requiere) uno de los siguientes
requisitos básicos:

a) Disponer de un título universitario cuyo plan de estudios cubra los contenidos


mínimos que se indican en el anexo 1 de la ITC-ICG-09.
b) Disponer de un título de formación profesional o de un certificado de
profesionalidad incluido en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales,
cuyo ámbito competencial incluya los contenidos mínimos que se indican en el
anexo 1 citado.
c) Haber superado un examen teórico-práctico ante la Comunidad Autónoma sobre
los contenidos mínimos que se indican en el señalado anexo 1.
d) Tener reconocida una competencia profesional adquirida por experiencia laboral,
de acuerdo con lo estipulado en el Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de
reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia
laboral, en las materias que se indican en el anexo 1 de la ITC.
e) Poseer una certificación otorgada por entidad acreditada para la certificación de
personas, según lo establecido en el Real Decreto 2200/1995, de 28 de
diciembre, que incluya como mínimo los contenidos que se indican en el anexo 1
de la ITC.

Requisitos adicionales de los instaladores para la puesta en marcha,


mantenimiento, reparación y adecuación de aparatos (apartado 4.1 de la ITC-
ICG-09)

El instalador que pretenda realizar operaciones de puesta en marcha,


mantenimiento y reparación de aparatos de gas conducidos (aparatos de tipo B y C)
de más de 24,4 kW de potencia útil, o de vitrocerámicas a gas de fuegos cubiertos,
de acuerdo con lo indicado en el apartado 5.3 de la ITC-ICG-08, así como el
instalador de categoría A o B que pretenda adecuar aparatos por cambio de familia
de gas, de acuerdo con lo indicado en el apartado 5.3 de la ITC-ICG-08; deberán
cumplir (y poder acreditar ante la Administración competente cuando esta así lo
requiera), una de las siguientes condiciones:

a) Poseer acreditación del fabricante a tal fin, donde figure explícitamente el


reconocimiento de tal capacidad.
b) Disponer de un título universitario cuyo plan de estudios cubra los contenidos que
se indican en la parte correspondiente del anexo 2 de la ITC.
c) Disponer de un título de formación profesional o de un certificado de
profesionalidad incluido en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales,
cuyo ámbito competencial incluya los contenidos que se indican en la parte
correspondiente del anexo 2 de la ITC.
d) Tener reconocida una competencia profesional adquirida por experiencia laboral,
de acuerdo con lo estipulado en el Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de
reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia
laboral, en las materias que se indican en la parte correspondiente del anexo 2
de la ITC.
e) Poseer una certificación otorgada por entidad acreditada para la certificación de
personas, según lo establecido en el Real Decreto 2200/1995, de 28 de
diciembre, que incluya los contenidos que se indican en la parte correspondiente
del anexo 2 de la ITC.

Operaciones que pueden realizar los instaladores autorizados de gas

Los instaladores de gas, con las limitaciones que se establecen en función de su


categoría, se consideran habilitados para realizar las siguientes operaciones:

En instalaciones de gas

a) Montaje, modificación o ampliación, revisión, mantenimiento y reparación de:

Instalaciones receptoras de combustibles gaseosos, incluidas las estaciones de


regulación y las acometidas interiores enterradas y las partes de las
instalaciones que discurran enterradas por el exterior de la edificación. Se
exceptúan las soldaduras de las tuberías de polietileno, que deberán ser
realizadas por soldadores de tuberías de polietileno para gas.
Instalaciones de almacenamiento de GLP en depósitos fijos.
Instalaciones de envases de GLP para uso propio.
Instalación de gas en estaciones de servicio para vehículos a gas.
Instalaciones de GLP de uso doméstico en caravanas y autocaravanas.

b) Verificación, realizando los ensayos y pruebas reglamentarias, de las


instalaciones ejecutadas, suscribiendo los certificados establecidos en la
normativa vigente.
c) Puesta en servicio de las instalaciones receptoras que no precisen contrato de
suministro domiciliario.
d) Inspección de instalaciones receptoras alimentadas desde redes de distribución,
de acuerdo con las condiciones establecidas en el epígrafe 4.1.1.b) de la ITC-
ICG-07.
e) Revisiones de aquellas instalaciones en donde lo establezcan las
correspondientes ITC.

En aparatos de gas

a) Montaje y conexión a la instalación de gas.


b) Puesta en marcha de aparatos de gas, mantenimiento y reparación, excepto
cuando se trate de aparatos conducidos (aparatos de tipo B y C) de potencia útil
superior a 24,4 kW, de vitrocerámicas de gas de fuegos cubiertos o de
adecuación de aparatos por cambio de familia de gas, para lo cual los
instaladores de gas deberán cumplir adicionalmente los requisitos establecidos
en apartado 4 de la ITC-ICG-09.

Categorías de los instaladores autorizados de gas

La ITC-ICG-09 establece tres tipos o categorías de instaladores de gas:

a) Instalador de gas de categoría A. Los instaladores de gas de categoría A


podrán realizar todas las operaciones señaladas en el apartado anterior, para
instalaciones y aparatos.
b) Instalador de gas de categoría B. Los instaladores de gas de categoría B
podrán realizar las operaciones señaladas en el apartado anterior, para
instalaciones receptoras y aparatos, limitadas a:

Instalaciones receptoras domésticas, colectivas, comerciales o industriales


hasta 5 bar de presión máxima de operación, tanto comunes como individuales y
cualquiera que sea la potencia de diseño, situación y familia de gas, con
exclusión de las acometidas interiores enterradas y las partes de las
instalaciones que discurran enterradas por el exterior de la edificación.
Instalaciones de envases de gases licuados del petróleo para suministro de
instalaciones receptoras.
Instalaciones de GLP de uso doméstico en caravanas y autocaravanas.
Conexión y montaje de aparatos de gas.
Puesta en marcha, mantenimiento y reparación de aparatos de gas no
conducidos (aparatos de tipo A) y de aparatos de gas conducidos (aparatos de
tipo B y C) de potencia útil hasta 24,4 kW inclusive, que estén adaptados al tipo
de gas suministrado, con la excepción de las vitrocerámicas a gas de fuegos
cubiertos.
Puesta en marcha, mantenimiento y reparación de aparatos de gas conducidos
(aparatos de tipo B y C) de potencia útil superior a 24,4 kW y vitrocerámicas a
gas de fuegos cubiertos, que estén adaptados al tipo de gas suministrado,
cumpliendo requisitos específicos, según se indica el apartado 2.1.2.

c) Instalador de gas de categoría C. Los instaladores de gas de categoría C


podrán realizar las operaciones señaladas en el apartado anterior, únicamente en
instalaciones receptoras individuales que no requieren proyecto ni cambio de
familia de gas, y limitadas a:

Instalaciones de presión máxima de operación hasta 0,4 bar, de uso doméstico y


situadas, exclusivamente, en el interior de viviendas.
Conexión y montaje de aparatos de gas.
Puesta en marcha, mantenimiento y reparación de aparatos de gas no
conducidos (aparatos de tipo A) y de aparatos de gas conducidos (aparatos de
tipo B y C) de potencia útil hasta 24,4 kW inclusive, que estén adaptados al tipo
de gas suministrado, con la excepción de las vitrocerámicas a gas de fuegos
cubiertos.
Puesta en marcha, mantenimiento y reparación de aparatos de gas conducidos
(aparatos de tipo B y C) de potencia útil superior a 24,4 kW y vitrocerámicas a
gas de fuegos cubiertos, que estén adaptados al tipo de gas suministrado,
cumpliendo requisitos específicos, según se indica el apartado 2.1.2.

6.6.2. Habilitación de empresas instaladoras/mantenedoras de gas


La ITC-ICG-09 define como empresa instaladora de gas “la persona física o
jurídica que ejerce las actividades de montaje, reparación, mantenimiento y control
periódico de instalaciones de gas, cumpliendo los requisitos establecidos en esta
instrucción técnica complementaria”.

Las competencias de las empresas instaladoras de gas serán idénticas a las que
hemos indicado en el punto anterior para los instaladores de gas de la categoría
correspondiente. Lo que significa lógicamente que, para poder ejercer su actividad en
una categoría determinada deberá contar con instaladores habilitados en dicha
categoría.

El procedimiento establecido por la ITC para la habilitación de dichas empresas


es el común que hemos visto en el apartado 1.7 del Capítulo 1 de este libro, con las
siguientes particularidades:

El reglamento de aplicación que corresponde en este caso, y al que se deberá


hacer referencia en la Declaración Responsable del titular o del representante
legal de la empresa, es el Reglamento Técnico de Distribución y Utilización de
Combustibles Gaseosos (RD 919/2006) y sus instrucciones técnicas
complementarias.
La Declaración Responsable deberá incluir para qué categoría va a desempeñar
la empresa su actividad y, en su caso, si va a realizar las actividades de puesta
en marcha, mantenimiento, reparación y/o adecuación de aparatos.
Las empresas instaladoras y las empresas mantenedoras deberán disponer de
la documentación, medios técnicos, medios humanos y seguro de
Responsabilidad Civil indicados en el Capítulo 1.

Las empresas instaladoras de gas deberán cumplir los requisitos comunes que
también señalamos en el apartado 1.7 del Capítulo 1 para todas las empresas
instaladoras y/o mantenedoras, y además, los siguientes requisitos particulares:

Empresas de categoría A:

a) Contar al menos con un instalador de gas de categoría A, contratado.


b) El seguro de responsabilidad civil profesional o garantía equivalente deberá ser
de un importe mínimo de 900.000 euros por siniestro.

Empresas de categoría B:

a) Contar al menos con un instalador de gas de categoría B, contratado.


b) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional o garantía
equivalente deberá ser de un importe mínimo de 600.000 euros por siniestro.

Empresas de categoría C:
a) Contar al menos con un instalador de gas de categoría C, contratado.
b) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional o garantía
equivalente deberá ser de un importe mínimo de 300.000 euros por siniestro.

6.6.3. Obligaciones de las empresas instaladoras/mantenedoras de


gas

El apartado 3.12 de la ITC dispone que serán obligaciones de las empresas


instaladoras de gas:

a) Presentar la declaración responsable.


b) Cumplir con las condiciones mínimas establecidas para la categoría en la que se
encuentre inscrita.
c) Mantener vigente el seguro de responsabilidad civil profesional o garantía
equivalente.
d) Emplear para la ejecución de los trabajos instaladores de gas de la categoría
correspondiente con el tipo de operación a realizar, que podrán ser auxiliados por
operarios especialistas capacitados.
e) La correcta ejecución, montaje, modificación, mantenimiento, revisión y
reparación de las instalaciones de gas, así como la inspección periódica de las
instalaciones receptoras de gas alimentadas desde redes de distribución, de
acuerdo con las prescripciones reglamentarias.
f) Efectuar las pruebas y ensayos reglamentarios bajo su directa responsabilidad o,
en su caso, bajo el control y responsabilidad del técnico director de obra.
g) Emitir los certificados reglamentarios.
h) Asistir a las inspecciones iniciales de las instalaciones establecidas por el
reglamento, o las realizadas por la Administración, si fuera requerido por el
procedimiento.
i) Garantizar, durante un período de cuatro años, las deficiencias atribuidas a una
mala ejecución de las operaciones que les hayan sido encomendadas y sus
consecuencias.
j) Mantener un registro de los certificados emitidos, a disposición de los órganos
competentes de las Comunidades Autónomas.
CAPÍTULO 7.
INSTALACIONES DE CALEFACCIÓN, CLIMATIZACIÓN Y
AGUA CALIENTE SANITARIA
7.1. INTRODUCCIÓN
En este capítulo vamos a analizar las condiciones de puesta en funcionamiento,
mantenimiento e inspecciones de las instalaciones de calefacción, climatización y
agua caliente sanitaria.

Por calefacción entendemos el proceso por el se controla solamente la


temperatura del aire de los espacios con carga negativa.

Climatización es la acción y efecto de climatizar, es decir, de dar a un espacio


cerrado las condiciones de temperatura, humedad relativa, calidad del aire y, a
veces, también de presión, necesarias para el bienestar de las personas y/o la
conservación de las cosas.

El agua caliente sanitaria (ACS) es agua destinada a consumo humano


(potable) que ha sido calentada. Se utiliza para usos sanitarios (baños, duchas, etc.)
y para otros usos de limpieza (fregado de platos, lavadora, lavavajillas, fregado de
suelos). Normalmente el agua procede de la instalación de agua del edificio.

7.2. NORMATIVA REGULADORA


Las instalaciones de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria (ACS), se
regulan por Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, por el que se aprueba el
Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (en adelante RITE). El RITE
se divide en dos partes, la I, sobre Disposiciones Generales, y la II, Instrucciones
Técnicas. De las cuatro Instrucciones Técnicas, la III y la IV están dedicadas a
Mantenimiento e Inspección.

El RITE, tiene por objeto establecer las exigencias de eficiencia energética y


seguridad que deben cumplir las instalaciones térmicas en los edificios destinadas a
atender la demanda de bienestar e higiene de las personas, durante su diseño y
dimensionado, ejecución, mantenimientoy uso, así como determinar los
procedimientos que permitan acreditar su cumplimiento.

A efectos de la aplicación del RITE se considerarán como instalaciones térmicas


las instalaciones fijas de climatización (calefacción, refrigeración y ventilación) y de
producción de agua caliente sanitaria, destinadas a atender la demanda de bienestar
térmico e higiene de las personas.

El RITE se aplicará a las instalaciones térmicas en los edificios de nueva


construcción y a las instalaciones térmicas en los edificios construidos, en lo relativo
a su reforma, mantenimiento, uso e inspección, con las limitaciones que en el mismo
se determinan.

No será de aplicación el RITE a las instalaciones térmicas de procesos


industriales, agrícolas o de otro tipo, en la parte que no esté destinada a atender la
demanda de bienestar térmico e higiene de las personas.

Bomba de calor para calefacción y agua caliente sanitaria

7.3. PUESTA EN SERVICIO DE LA INSTALACIÓN


Según el art. 24 del RITE, para la puesta en servicio de instalaciones térmicas,
tanto de nueva planta como de reforma de las existentes, a las que se refiere el
artículo 15.1.a) (cuando la potencia térmica nominal a instalar en generación de calor
o frío sea > 70 Kw) y b) (cuando la potencia térmica nominal a instalar en generación
de calor o frío sea ≥ 5 kW y ≤ 70 kW), será necesario el registro del certificado de la
instalación en el órgano competente de la Comunidad Autónoma donde radique la
instalación, para lo cual la empresa instaladora debe presentar al mismo la siguiente
documentación:

a) proyecto (> 70 Kw) o memoria técnica (≥ 5 kW y ≤ 70 kW) de la instalación


realmente ejecutada;
b) certificado de la instalación;
c) certificado de inspección inicial con calificación aceptable, cuando sea preceptivo.

Cuando se precise proyecto, este debe ser redactado y firmado por técnico
titulado competente. La memoria técnica será elaborada por instalador autorizado, o
por técnico titulado competente.

Las instalaciones térmicas de potencia térmica nominal instalada en generación


de calor o frío menor que 5 kW, las instalaciones de producción de agua caliente
sanitaria por medio de calentadores instantáneos, calentadores acumuladores,
termos eléctricos cuando la potencia térmica nominal de cada uno de ellos por
separado o su suma sea menor o igual que 70 kW y los sistemas solares
consistentes en un único elemento prefabricado, no precisarán acreditación del
cumplimiento reglamentario ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma.

Una vez comprobada la documentación aportada, el certificado de la instalación


será registrado por el órgano competente de la Comunidad Autónoma, pudiendo a
partir de este momento realizar la puesta en servicio de la instalación.

La puesta en servicio efectivo de las instalaciones estará supeditada, en su caso,


a la acreditación del cumplimiento de otros Reglamentos de Seguridad que la
afecten.

Registrada la instalación en el órgano competente de la Comunidad Autónoma, el


instalador habilitado o el director de la instalación, cuando la participación de este
último sea preceptiva, hará entrega al titular de la instalación de la documentación
que se relaciona a continuación, que se debe incorporar en el Libro del Edificio:

a) el proyecto o memoria técnica de la instalación realmente ejecutada;


b) el «Manual de Uso y Mantenimiento» de la instalación realmente ejecutada;
c) una relación de los materiales y los equipos realmente instalados, en la que se
indiquen sus características técnicas y de funcionamiento, junto con la
correspondiente documentación de origen y garantía;
d) los resultados de las pruebas de puesta en servicio realizadas de acuerdo con la
IT-2;
e) el certificado de la instalación, registrado en el órgano competente de la
Comunidad Autónoma;
f) el certificado de la inspección inicial, cuando sea preceptivo.

El titular de la instalación debe solicitar el suministro regular de energía a la


empresa suministradora de energía mediante la entrega de una copia del certificado
de la instalación, registrado en el órgano competente de la Comunidad Autónoma.

7.4. MANTENIMIENTO DE LA INSTALACIÓN


El titular o usuario de las instalaciones térmicas es responsable de su adecuado
uso y mantenimiento. Las instalaciones térmicas se utilizarán adecuadamente, de
conformidad con las instrucciones de uso contenidas en el «Manual de Uso y
Mantenimiento» de la instalación térmica.

Evaporadores de instalación de climatización en nave industrial

El titular de la instalación será responsable de que se realicen las siguientes


acciones:

a) encargar a una empresa mantenedora habilitada, la realización del mantenimiento


de la instalación térmica;
b) realizar las inspecciones obligatorias;
c) conservar la documentación de todas las actuaciones, ya sean de mantenimiento,
reparación, reforma o inspecciones realizadas en la instalación térmica o sus
equipos, consignándolas en el Libro del Edificio.

Las operaciones de mantenimiento de las instalaciones sujetas al RITE se


realizarán por empresas mantenedoras habilitadas.

Al hacerse cargo del mantenimiento, el titular de la instalación entregará al


representante de la empresa mantenedora una copia del «Manual de Uso y
Mantenimiento» de la instalación térmica, contenido en el Libro del Edificio.

La empresa mantenedora será responsable de que el mantenimiento de la


instalación térmica sea realizado correctamente de acuerdo con las instrucciones del
«Manual de Uso y Mantenimiento», que contendrán las instrucciones de seguridad y
de manejo y maniobra de la instalación, así como los programas de funcionamiento,
mantenimiento preventivo y gestión energética.

Será obligación del mantenedor habilitado y del director de mantenimiento,


cuando la participación de este último sea preceptiva, la actualización y adecuación
permanente de la documentación contenida en el “Manual de Uso y Mantenimiento” a
las características técnicas de la instalación.

El mantenimiento de las instalaciones sujetas al RITE será realizado de acuerdo


con lo establecido en la IT-3, atendiendo a los siguientes casos:

a) Instalaciones térmicas con potencia térmica nominal total instalada en generación


de calor o frío ≥ 5 kW e ≥ a 70 kW. Estas instalaciones se mantendrán por una
empresa mantenedora, de acuerdo con el «Manual de Uso y Mantenimiento».
b) Instalaciones térmicas con potencia térmica nominal total instalada en generación
de calor o frío > 70 kW. Estas instalaciones se mantendrán por una empresa
mantenedora con la que el titular de la instalación térmica debe suscribir un
contrato de mantenimiento, realizando su mantenimiento de acuerdo con el
«Manual de Uso y Mantenimiento».
c) Instalaciones térmicas cuya potencia térmica nominal total instalada sea ≥ 5.000
kW en calor y/o 1.000 kW en frío, así como las instalaciones de calefacción o
refrigeración solar cuya potencia térmica sea > 400 kW. Estas instalaciones se
mantendrán por una empresa mantenedora con la que el titular debe suscribir un
contrato de mantenimiento. El mantenimiento debe realizarse bajo la dirección de
un técnico titulado competente con funciones de director de mantenimiento, ya
pertenezca a la propiedad del edificio o a la plantilla de la empresa mantenedora.

En el caso de las instalaciones solares térmicas la clasificación en los apartados


anteriores será la que corresponda a la potencia térmica nominal en generación de
calor o frío del equipo de energía de apoyo.

El titular de la instalación podrá realizar con personal de su plantilla el


mantenimiento de sus propias instalaciones térmicas, siempre y cuando, presente
ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma una declaración responsable
de cumplimiento de los requisitos exigidos en el artículo 37 para el ejercicio de la
actividad de mantenimiento.

Toda instalación térmica debe disponer de un registro en el que se recojan las


operaciones de mantenimiento y las reparaciones que se produzcan en la instalación,
y que formará parte del Libro del Edificio.

El titular de la instalación será responsable de su existencia y lo tendrá a


disposición de las autoridades competentes que así lo exijan por inspección o
cualquier otro requerimiento. Se deberá conservar durante un tiempo no inferior a
cinco años, contados a partir de la fecha de ejecución de la correspondiente
operación de mantenimiento.

La empresa mantenedora confeccionará el registro y será responsable de las


anotaciones en el mismo.
Anualmente, en aquellos casos en que sea obligatorio suscribir contrato de
mantenimiento la empresa mantenedora y el director de mantenimiento, cuando la
participación de este último sea preceptiva, suscribirán el certificado de
mantenimiento, que será enviado, si así se determina, al órgano competente de la
Comunidad Autónoma, quedando una copia del mismo en posesión del titular de la
instalación, quien lo incorporara al Libro del Edificio cuando este exista. La validez del
certificado de mantenimiento expedido será como máximo de un año.

7.5. INSPECCIONES PERIÓDICAS OFICIALES


Los órganos competentes de la Comunidad Autónoma adoptarán las medidas
necesarias para la realización de las inspecciones periódicas previstas en este
reglamento. Además, podrán acordar cuantas inspecciones juzguen necesarias, que
podrán ser iniciales o aquellas otras que establezcan por propia iniciativa, denuncia
de terceros o resultados desfavorables apreciados en el registro de las operaciones
de mantenimiento, con el fin de comprobar y vigilar el cumplimiento de este RITE a lo
largo de la vida de las instalaciones térmicas en los edificios.

Las instalaciones se inspeccionarán por personal de los servicios de los órganos


competentes de las Comunidades Autónomas o por organismos de control
habilitados para este campo reglamentario, o bien por entidades o agentes
cualificados o acreditados por los órganos competentes de las Comunidades
Autónomas. La habilitación como organismo de control, la cualificación o la
acreditación de entidades y agentes para la realización de inspecciones técnicas de
las instalaciones, obtenidas en una Comunidad Autónoma permitirán la realización de
inspecciones técnicas en cualquier parte del territorio nacional.

Los órganos competentes de las Comunidades Autónomas velarán por que las
inspecciones de las instalaciones térmicas se realicen por expertos cualificados o
acreditados independientes de las instalaciones a inspeccionar, tanto si actúan por
cuenta propia como si están empleados por entidades públicas o empresas privadas,
para lo que podrá establecer requisitos en cuanto a su formación o acreditación, en
cuyo caso pondrá a disposición del público información sobre los programas de
formación o acreditación.

Periódicamente los órganos competentes de las Comunidades Autónomas pondrá


a disposición del público listados actualizados de expertos cualificados o acreditados
o de empresas o entidades acreditadas que ofrezcan los servicios de expertos de
ese tipo para la realización de las inspecciones periódicas de las instalaciones
térmicas. Estos listados deberán incluir mención expresa de que podrán realizarse
también por aquellos incluidos en los listados de los respectivos órganos
competentes de otras Comunidades Autónomas.
El órgano competente de la Comunidad Autónoma podrá disponer una inspección
inicial de las instalaciones térmicas, con el fin de comprobar el cumplimiento de este
RITE, una vez ejecutadas las instalaciones térmicas y le haya sido presentada la
documentación necesaria para su puesta en servicio.

Según la IT-4 del RITE, serán inspeccionados periódicamente los sistemas de


calefacción y agua caliente sanitaria que cuenten con generadores de calor de
potencia útil nominal igual o mayor que 20 kW, excluyendo los sistemas destinados
únicamente a la producción de agua caliente sanitaria de hasta 70 kW de potencia
útil nominal.

También serán inspeccionados periódicamente los sistemas de aire


acondicionado que cuenten con generadores de frío de potencia útil nominal instalada
igual o mayor que 12 kW.

Cuando la instalación térmica de calor o frío tenga más de 15 años de antigüedad


contados a partir de la fecha de emisión del primer certificado de instalación, y la
potencia térmica nominal instalada ≥ 20 kW en calor o 12 kW en frío, se realizará
una inspección de toda la instalación térmica.

Los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria cuyo generador de calor


posea una potencia útil nominal instalada igual o mayor que 20 kW, se inspeccionarán
con la periodicidad que se indica en la siguiente Tabla, en función de la potencia útil
nominal del conjunto de la instalación.

Los sistemas de aire acondicionado cuyo generador de frío posea una potencia
útil nominal instalada igual o mayor que 12 kW, se inspeccionarán cada 5 años.

La inspección de la instalación térmica completa se hará coincidir con la primera


inspección del generador de calor o frío, una vez que la instalación haya superado los
quince años de antigüedad. La inspección de la instalación térmica completa se
realizará cada quince años.
7.6. RESUMEN ESQUEMÁTICO DE LAS OBLIGACIONES
PARA EL EMPRESARIO

R. D. 1027/2007, de 20 de julio, por el que


Normativa
se aprueba el Reglamento de Instalaciones
reguladora
Térmicas en los Edificios

■ Proyecto (> 70 Kw), por técnico titulado


competente, o memoria técnica (≥ 5 kW y
≤ 70 kW) de la instalación, por empresa
Puesta en instaladora autorizada;
Servicio de ■ Certificado de la instalación;
la
■ Certificado de inspección inicial, cuando
Instalación
sea preceptivo.
■ Reqistro ante el órgano competente de la
Comunidad Autónoma

■ Por empresa mantenedora autorizada, de


conformidad al «Manual de Uso y
Mantenimiento» de la instalación.
■ Se realizará de acuerdo con la IT 3
■ En instalaciones térmicas con potencia
térmica nominal total instalada en
generación de calor o frío > 70 kW, es
necesario firmar contrato de
mantenimiento con empresa mantenedora
autorizada.
■ En instalaciones térmicas cuya potencia
térmica nominal total instalada sea ≥
5.000 kW en calor y/o 1.000 kW en frío,
así como las instalaciones de calefacción
o refrigeración solar cuya potencia térmica
sea > 400 kW es necesario firmar
Mantenimiento contrato de mantenimiento con empresa
mantenedora autorizada. El mantenimiento
debe realizarse bajo la dirección de un
técnico titulado competente con funciones
Instalaciones de director de mantenimiento, ya
de pertenezca a la propiedad del edificio o a
Calefacción, la plantilla de la empresa mantenedora.
Climatización ■ Se debe disponer de un registro en el que
y Agua se recojan las operaciones de
Caliente mantenimiento y las reparaciones que se
Sanitaria produzcan en la instalación, y que formará
parte del Libro del Edificio
■ Anualmente el mantenedor autorizado o el
director de mantenimiento, cuando la
participación de este último sea
preceptiva, suscribirán un certificado de
mantenimiento

• Las inspecciones se harán por personal


facultativo de los servicios del órgano
competente de las CC,AA., por OCA, o por
entidades o agentes cualificados por el
órgano competente de las CC.AA.
Generadores de calor de potencia térmica
nominal instalada ≥ 20 kW.
a) 20 ≤ P≤ 70, inspección cada 5 años
b) P > 70, alimentada por gases y
combustibles renovables, inspección, cada 4
años. Por otros combustibles, cada 2 años.

Inspecciones c) La primera inspección por calendario del


órgano competente de la Comunidad
Autónoma
Sistemas de aire acondicionado de potencia
útil nominal instalada > 12 kW.
Cada 5 años
Instalación térmica completa
a) Una vez que haya superado los 15 años
de antigüedad, la inspección se hará
coincidir con la primera inspección del
generador de calor o frío.
b) Cada 15 años

7.7. EMPRESAS INSTALADORAS Y/O MANTENEDORAS


HABILITADAS
Empresa instaladora de instalaciones térmicas en edificios es la persona física o
jurídica que realiza el montaje y la reparación de las instalaciones térmicas en el
ámbito del RITE.

Empresa mantenedora de instalaciones térmicas en edificios es la persona física


o jurídica que realiza el mantenimiento y la reparación de las instalaciones térmicas
en el ámbito del RITE.

Las personas físicas o jurídicas que deseen establecerse como empresas


instaladoras o mantenedoras de instalaciones térmicas de edificios deberán
presentar, previo al inicio de la actividad, ante el órgano competente de la Comunidad
Autónoma en la que se establezcan, una declaración responsable en la que el titular
de la empresa o su representante legal manifieste que cumple los requisitos que se
exigen por este reglamento, que disponen de la documentación que así lo acredita y
que se comprometen a mantenerlos durante la vigencia de la actividad. La
declaración responsable se podrá presentar utilizando el modelo establecido en el
apéndice 4 del RITE.

Todo el procedimiento de habilitación como empresa instaladora y/o reparadora,


se recoge en detalle en el Capítulo 1.

Requisitos para el ejercicio de la actividad

Para el ejercicio de la actividad profesional de instalador o de mantenedor, las


empresas deberán cumplir los siguientes requisitos y disponer de la documentación
que así lo acredita:

a) Disponer de la documentación que identifique al prestador, que en el caso de


persona jurídica, deberá estar constituida legalmente e incluir en su objeto social
las actividades de montaje y reparación de instalaciones térmicas en edificios y/o
de mantenimiento y reparación de instalaciones térmicas en edificios.
b) Estar dados de alta en el correspondiente régimen de la Seguridad Social y al
corriente en el cumplimiento de las obligaciones del sistema.
c) Tener suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan derivarse de sus actuaciones, por
una cuantía mínima de 300.000 euros.
d) Disponibilidad, como mínimo, de un operario en plantilla con carné profesional de
instalaciones térmicas de edificios.
e) En los casos que proceda, la empresa deberá disponer, en función del tipo de
instalaciones que se instalen, reparen o mantengan, de personal Certificado
conforme a lo dispuesto en el Real Decreto 795/2010, de 16 de junio, por el que
se regula la comercialización y manipulación de gases fluorados y equipos
basados en los mismos, así como la certificación de los profesionales que los
manipulan.
f) Para aquellas empresas que trabajen con instalaciones térmicas sujetas a este
reglamento y afectadas por el Real Decreto 138/2011, por el que se aprueba el
Reglamento de Seguridad para Instalaciones Frigoríficas, la empresa
instaladora/mantenedora térmica contará con los medios técnicos, y materiales
de la ITC-IF-13, así como con el plan de gestión de residuos y en caso de
trabajar con instalaciones térmicas que dispongan de un circuito frigorífico
clasificado como instalación frigorífica de nivel 2, deberá tener suscrito un seguro
de responsabilidad civil profesional u otra garantía equivalente que cubra los
posibles daños derivados de su actividad por una cuantía mínima de 900.000
euros, y disponer también de Técnico Titulado Competente.

Carné profesional en instalaciones térmicas de edificios

El carné profesional en instalaciones térmicas de edificios es el documento


mediante el cual la Administración reconoce a la persona física titular del mismo la
capacidad técnica para desempeñar las actividades de instalación y mantenimiento
de las instalaciones térmicas de edificios, identificándolo ante terceros para ejercer
su profesión en el ámbito del RITE.

Este carné profesional no capacita, por sí solo, para la realización de dicha


actividad, sino que la misma debe ser ejercida en el seno de una empresa
instaladora o mantenedora en instalaciones térmicas.

El carné profesional se concederá, con carácter individual, a todas las personas


que cumplan los requisitos que se señalan en el artículo 42 y será expedido por el
órgano competente de la Comunidad Autónoma.

El órgano competente de la Comunidad Autónoma llevará un registro con los


carnés profesionales concedidos y tendrá validez en toda España.

Requisitos para la obtención del carné profesional

Para obtener el carné profesional de instalaciones térmicas en edificios, las


personas físicas deben acreditar, ante la Comunidad Autónoma donde radique el
interesado, las siguientes condiciones:

a) Ser mayor de edad.


b) Tener los conocimientos teóricos y prácticos sobre instalaciones térmicas en
edificios.

b.1) Se entenderá que poseen dichos conocimientos las personas que


acrediten alguna de las siguientes situaciones:

Disponer de un título de formación profesional o de un certificado de


profesionalidad incluido en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales
cuyo ámbito competencial coincida con las materias objeto del reglamento.
Tener reconocida una competencia profesional adquirida por experiencia laboral,
de acuerdo con lo estipulado en el Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de
reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia
laboral, en las materias objeto del reglamento.
Poseer una certificación otorgada por entidad acreditada para la certificación de
personas, según lo establecido en el Real Decreto 2200/1995, de 28 de
diciembre, que incluya como mínimo los contenidos del RITE.

b.2) Los solicitantes del carné que no puedan acreditar las situaciones
exigidas en el apartado b.1, deben justificar haber recibido y superado:

Un curso teórico y práctico de conocimientos básicos y otro sobre conocimientos


específicos en instalaciones térmicas de edificios, impartido por una entidad
reconocida por el órgano competente de la Comunidad Autónoma, con la
duración y el contenido indicados en los apartados 3.1 y 3.2 del apéndice 3 del
RITE.
Acreditar una experiencia laboral de, al menos, tres años en una empresa
instaladora o mantenedora como técnico.

c) Haber superado un examen ante el órgano competente de la Comunidad


Autónoma, sobre conocimiento de este RITE.

Podrán obtener directamente el carné profesional, mediante solicitud ante el


órgano competente de la Comunidad Autónoma y sin tener que cumplir el requisito
del apartado c), por el procedimiento que dicho órgano establezca, los solicitantes
que estén en posesión del título oficial de formación profesional o de un certificado
de profesionalidad incluido en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales
cuyo contenido formativo cubra las materias objeto del RITE o tengan reconocida una
competencia profesional adquirida por experiencia laboral, de acuerdo con lo
estipulado en el Real Decreto 1224/2009 o posean una certificación otorgada por
entidad acreditada para la certificación de personas, según lo establecido en el Real
Decreto 2200/1995 que acredite dichos conocimientos de manera explícita.

Los técnicos que dispongan de un título universitario cuyo plan de estudios cubra
las materias objeto del RITE, podrán obtener directamente el carné, mediante
solicitud ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma y sin tener que
cumplir los requisitos enumerados en los apartados b) y c), bastando con la
presentación de una copia compulsada del título académico.
CAPÍTULO 8.
INSTALACIONES FRIGORÍFICAS
8.1. NORMATIVA REGULADORA
Las instalaciones frigoríficas estuvieron reguladas por el Real Decreto 3099/1977,
de 8 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad para Plantas
e Instalaciones Frigoríficas hasta el 8 de septiembre de 2011. A partir de esta fecha
entra en vigor el Real Decreto 138/2011, de 4 de febrero, por el que se aprueban el
nuevo Reglamento de Seguridad para Instalaciones Frigoríficas y sus instrucciones
técnicas complementarias; y el Real Decreto 560/2010, de 7 de mayo, por el que se
modifican diversas normas reglamentarias en materia de seguridad industrial para
adecuarlas a la Ley 17/2009, de 23 de noviembre, sobre el libre acceso a las
actividades de servicios y su ejercicio, y a la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de
modificación de diversas leyes para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a
las actividades de servicios y su ejercicio.

En el artículo primero de dicho Real Decreto 560/2010 se modifica el Reglamento


de Seguridad para Plantas e Instalaciones Frigoríficas.

1. Las instalaciones frigoríficas se realizarán por personas físicas o jurídicas


habilitadas como empresas instaladoras frigoristas y se conservarán y repararán
por personas físicas o jurídicas habilitadas como empresas conservadoras-
reparadoras frigoristas.

2. Antes de comenzar sus actividades como empresas instaladoras frigoristas o


empresas conservadoras-reparadoras frigoristas, las personas físicas o
jurídicas que deseen establecerse en España deberán presentar ante el órgano
competente de la Comunidad Autónoma donde se establezcan, una declaración
responsable en la que el titular de la empresa o el representante legal de la
misma declare que cumple los requisitos que se exigen en las instrucciones
técnicas complementarias correspondientes a este reglamento, que dispone de
la documentación que así lo acredita, que se compromete a mantenerlos durante
la vigencia de la actividad y que se responsabiliza de que la ejecución de su
actividad se efectúa de acuerdo con las normas y requisitos que se establezcan
en este reglamento y sus instrucciones técnicas complementarias.

3. Las empresas instaladoras frigoristas o empresas conservadoras- reparadoras


frigoristas legalmente establecidas para el ejercicio de esta actividad en
cualquier otro Estado miembro de la Unión Europea que deseen realizar la
actividad en régimen de libre prestación en territorio español, deberán presentar,
previo al inicio de la misma, ante el órgano competente de la Comunidad
Autónoma donde deseen comenzar su actividad, una declaración responsable en
la que el titular de la empresa o el representante legal de la misma declare que
cumple los requisitos que se exigen en las instrucciones técnicas
complementarias correspondientes a este reglamento, que dispone de la
documentación que así lo acredita, que se compromete a mantenerlos durante la
vigencia de la actividad y que se responsabiliza de que la ejecución de su
actividad se efectúa de acuerdo con las normas y requisitos que se establezcan
en este reglamento y sus instrucciones técnicas complementarias.

Para la acreditación del cumplimiento del requisito de personal cualificado la


declaración deberá hacer constar que la empresa dispone de la documentación
que acredita la capacitación del personal afectado, de acuerdo con la normativa
del país de establecimiento y conforme a lo previsto en la normativa de la Unión
Europea sobre reconocimiento de cualificaciones profesionales, aplicada en
España mediante el Real Decreto 1837/2008, de 8 de noviembre, por el que se
incorporan al ordenamiento jurídico español la Directiva 2005/36/CE, del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 7 de septiembre de 2005, y la Directiva
2006/100/CE, del Consejo, de 20 de noviembre de 2006, relativas al
reconocimiento de cualificaciones profesionales, así como a determinados
aspectos del ejercicio de la profesión de abogado. La autoridad competente
podrá verificar esa capacidad con arreglo a lo dispuesto en el artículo 15 del
Real Decreto 1837/2008, de 8 de noviembre.

4. Las Comunidades Autónomas deberán posibilitar que la declaración responsable


sea realizada por medios electrónicos.

No se podrá exigir la presentación de documentación acreditativa del


cumplimiento de los requisitos junto con la declaración responsable. No obstante,
esta documentación deberá estar disponible para su presentación inmediata
ante la Administración competente cuando esta así lo requiera en el ejercicio de
sus facultades de inspección, comprobación y control.

5. El órgano competente de la Comunidad Autónoma, asignará, de oficio, un


número de identificación a la empresa y remitirá los datos necesarios para su
inclusión en el Registro Integrado Industrial regulado en el Título IV de la Ley
21/1992, de 16 de julio, de Industria y en su normativa reglamentaria de
desarrollo.
6. De acuerdo con la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria, la declaración
responsable habilita por tiempo indefinido a la empresa instaladora frigorista o
empresa conservadora-reparadora frigorista, desde el momento de su
presentación ante la Administración competente, para el ejercicio de la actividad
en todo el territorio español, sin que puedan imponerse requisitos o condiciones
adicionales.
7. Al amparo de lo previsto en el apartado 3 del artículo 71 bis de la Ley 30/1992,
de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones públicas y del
Procedimiento Administrativo Común, la Administración competente podrá
regular un procedimiento para comprobar a posteriori lo declarado por el
interesado.

En todo caso, la no presentación de la declaración, así como la inexactitud,


falsedad u omisión, de carácter esencial, de datos o manifestaciones que deban
figurar en dicha declaración habilitará a la Administración competente para dictar
resolución, que deberá ser motivada y previa audiencia del interesado, por la
que se declare la imposibilidad de seguir ejerciendo la actividad y, si procede, se
inhabilite temporalmente para el ejercicio de la actividad sin perjuicio de las
responsabilidades que pudieran derivarse de las actuaciones realizadas.

8. Cualquier hecho que suponga modificación de alguno de los datos incluidos en la


declaración originaria, así como el cese de las actividades, deberá ser
comunicado por el interesado al órgano competente de la Comunidad Autónoma
donde presentó la declaración responsable en el plazo de un mes.
9. Las empresas instaladoras o conservadoras-reparadoras cumplirán lo siguiente:

a) Disponer de la documentación que identifique a la empresa, que en el caso


de persona jurídica, deberá estar constituida legalmente.
b) Poseer los medios técnicos y humanos mínimos necesarios para realizar sus
actividades en condiciones de seguridad, que se especifiquen en la
correspondiente instrucción técnica complementaria.
c) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio por la cuantía que se indique en la correspondiente instrucción
técnica complementaria.

10. La empresa instaladora frigorista o empresa conservadora-reparadora frigorista


habilitada no podrá facilitar, ceder o enajenar certificados de actuaciones no
realizadas por ella misma.

11. El incumplimiento de los requisitos exigidos, verificado por la autoridad


competente y declarada mediante resolución motivada, conllevará el cese de la
actividad, salvo que pueda incoarse un expediente de subsanación de errores,
sin perjuicio de las sanciones que pudieran derivarse de la gravedad de las
actuaciones realizadas.

La autoridad competente, en este caso, abrirá un expediente informativo al titular


de la instalación, que tendrá quince días naturales a partir de la comunicación
para aportar las evidencias o descargos correspondientes.

12. En todo caso, el Título V de la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria será de


aplicación con los efectos y sanciones que procedan una vez incoado el
correspondiente expediente sancionador.
13. El órgano competente de la Comunidad Autónoma dará traslado inmediato al
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de la inhabilitación temporal, las
modificaciones y el cese de la actividad a los que se refieren los apartados
precedentes para la actualización de los datos en el Registro Integrado Industrial
regulado en el Título IV de la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria tal y como
lo establece su normativa reglamentaria de desarrollo.

8.2. PUESTA EN SERVICIO DE LA INSTALACIÓN


Una vez finalizada la instalación y realizadas las pruebas de idoneidad de la
instalación con carácter previo a la puesta en servicio de la misma, el titular
presentará ante el órgano competente de la correspondiente Comunidad Autónoma,
la siguiente documentación:

a) Proyecto o breve memoria técnica, según proceda, de la instalación realmente


ejecutada.
b) Las instalaciones de Nivel 2 requerirán, además del proyecto, el certificado
técnico de dirección de obra.
c) El certificado de la instalación suscrito por la empresa frigorista y el director de la
instalación, cuando la participación de este último sea preceptiva (de acuerdo
con la IF-15).
d) Certificado de instalación eléctrica firmado por un instalador en baja tensión.
e) Las declaraciones de conformidad de los equipos a presión de acuerdo con el
Real Decreto 769/1999, de 7 de mayo, y el Real Decreto 1495/1991, de 11 de
octubre y, en su caso, de los accesorios de seguridad o presión.
f) En su caso, copia de la póliza del seguro de responsabilidad civil y el contrato de
mantenimiento con una empresa instaladora frigorista cuando así esté
establecido.

A los efectos del presente reglamento los sistemas no compactos con carga
inferior a la indicada en el artículo 2 y las instalaciones por absorción que utilizan Br
Li-Agua, deberán cumplir, como mínimo, los siguientes requisitos:

a) Deberán ser instalados, mantenidos o reparados por una empresa instaladora


frigorista.

La empresa que realice la instalación deberá entregar al titular del sistema o


instalación:

Un certificado en el que figuren los datos de la empresa instaladora, el


fabricante, modelo, año, número de fabricación, carga, denominación y grupo del
refrigerante empleado así como las actuaciones realizadas, según el modelo que
figura en el anexo de la IF-15.
Manual de instrucciones.
En el caso de las instalaciones por absorción con Br Li-Agua, además, la
empresa instaladora frigorista entregará la justificación documentada de la
idoneidad de las soluciones adoptadas desde el punto de vista energético
(solución con menor coste energético).

b) Deberán satisfacer las exigencias establecidas en la reglamentación vigente


relativa a equipos a presión en cuanto a diseño, fabricación, protección y
documentación que debe acompañar a dichos equipos.

8.3. MANTENIMIENTO DE LA INSTALACIÓN


El mantenimiento de las instalaciones frigoríficas así como la manipulación de
refrigerante se realizará por empresas frigoristas o por empresas habilitadas de
conformidad con lo previsto en el RITE, en el caso de instalaciones que se
encuentren dentro del ámbito de aplicación de ese reglamento, quedando restringida
la manipulación de los circuitos frigoríficos y refrigerantes a los profesionales
referidos en el artículo 9.

El mantenimiento se realizará siguiendo los criterios indicados en la Instrucción


Técnica Complementaria IF-14.

La manipulación de refrigerantes y la prevención de fugas de los mismos en las


instalaciones frigoríficas se realizará atendiendo a los criterios de la Instrucción
Técnica Complementaria IF-17, debiéndose subsanar lo antes posible las fugas
detectadas.

Las reparaciones de las instalaciones frigoríficas se realizará por empresas


frigoristas, quedando restringida la manipulación de los circuitos y refrigerantes a los
profesionales referidos en el artículo 9.
Las reparaciones que afecten a las partes sometidas a presión de los recipientes
deberán atenerse a los criterios del Reglamento de Equipos a Presión, aprobado por
el Real Decreto 2060/2008, de 12 de diciembre. De toda reparación deberá emitirse
la correspondiente certificación que quedará en poder del titular de la instalación.

La transformación de una instalación por ampliación o sustitución de equipos por


otros de características diferentes requerirá el cumplimiento de los mismos requisitos
exigidos para las nuevas instalaciones.

A los efectos de determinar la necesidad de elaboración de un proyecto en


relación con la modificación de la instalación, se tendrá en cuenta el conjunto de la
misma tras la modificación.

La modificación de una instalación por reducción o sustitución de equipos por


otros de características similares solamente requerirá comunicación al órgano
competente de la Comunidad Autónoma y la correspondiente anotación en el libro de
la instalación.

Se entenderá que un equipo tiene características similares a otro, cuando los


indicadores de seguridad y de funcionamiento (presiones de trabajo, temperatura de
descarga, retorno de aceite, potencia instalada) de la instalación no varíen
significativamente (≤ 2%).

El desmantelamiento de una instalación frigorífica deberá ser realizado por una


empresa frigorista y los residuos generados deberán ser entregados a un gestor de
residuos.

Con carácter previo al desmantelamiento, el titular de la instalación deberá


comunicar al órgano competente de la Comunidad Autónoma la fecha prevista para el
comienzo y fin de las operaciones de desmantelamiento, el nombre de la empresa
frigorista que lo llevará a cabo y del gestor de residuos y las actuaciones previstas
de tratamiento ambiental de los residuos generados y de descontaminación.

Finalizado el desmantelamiento, la empresa frigorista emitirá un certificado de su


correcta ejecución que entregará al titular de la instalación a fin de que este proceda
a solicitar la baja, a la comunidad autónoma en la que radique la instalación, en los
registros que procedan.

8.4. VERIFICACIONES E INSPECCIONES


1. A las instalaciones se les realizarán periódicamente controles de fugas por una
empresa frigorista de conformidad con lo establecido en la Instrucción Técnica
Complementaria IF-17.
2. Las instalaciones deberán ser revisadas periódicamente por una empresa
frigorista con la periodicidad y los criterios indicados en las Instrucciones
Técnicas Complementarias IF-14 y IF-17.
3. Las instalaciones de Nivel 2 indicadas en el artículo 8 deberán ser
inspeccionadas por un organismo de control autorizado de acuerdo con el
Reglamento de la Infraestructura para la Calidad y la Seguridad Industrial,
aprobado por Real Decreto 2200/1995, de 28 de diciembre, al menos cada diez
años. Los criterios de inspección se indican en la Instrucción Técnica
Complementaria IF-14.
Modelo de boletín de revisión

8.5. RESUMEN ESQUEMÁTICO DE LAS OBLIGACIONES


PARA EL EMPRESARIO

Real Decreto 138/2011, de 4 de febrero, por


el que se aprueban el Reglamento de
seguridad para instalaciones frigoríficas y
sus instrucciones técnicas complementarias.
Real Decreto 560/2010, de 7 de mayo, por
el que se modifican diversas normas
Normativa reglamentarias en materia de seguridad
reguladora industrial para adecuarlas a la Ley 17/2009,
de 23 de noviembre, sobre el libre acceso a
las actividades de servicios y su ejercicio, y
a la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de
modificación de diversas leyes para su
adaptación a la Ley sobre el libre acceso a
las actividades de servicios y su ejercicio.

■ Proyecto o breve memoria técnica, según


proceda, de la instalación realmente
ejecutada.
■ Las instalaciones de Nivel 2 requerirán,
además del proyecto, el certificado
técnico de dirección de obra.
■ El certificado de la instalación suscrito por
la empresa frigorista y el director de la
instalación, cuando la participación de este
último sea preceptiva (de acuerdo con la
Puesta en IF-15).
Servicio de ■ Certificado de instalación eléctrica firmado
la por un instalador en baja tensión.
Instalación ■ Las declaraciones de conformidad de los
equipos a presión de acuerdo con el Real
Decreto 769/1999, de 7 de mayo, y el
Real Decreto 1495/1991, de 11 de
octubre y, en su caso, de los accesorios
de seguridad o presión.
■ En su caso, copia de la póliza del seguro
Instalaciones de responsabilidad civil y el contrato de
Frigoríficas mantenimiento con una empresa
instaladora frigorista cuando así esté
establecido.

■ El mantenimiento de las instalaciones


frigoríficas así como la manipulación de
refrigerante se realizará por empresas
frigoristas o por empresas habilitadas de
conformidad con lo previsto en el RITE.
■ Las reparaciones que afecten a las partes
sometidas a presión de los recipientes
deberán atenerse a los criterios del
Reglamento de equipos a presión.
Mantenimiento ■ Con carácter previo al desmantelamiento,
el titular de la instalación deberá
comunicar al órgano competente de la
Comunidad Autónoma la fecha prevista
para el comienzo y fin de las operaciones
de desmantelamiento.
■ El desmantelamiento de una instalación
frigorífica deberá ser realizado por una
empresa frigorista y los residuos
generados deberán ser entregados a un
gestor de residuos.

Inspección Inicial / Periódica por OCA (IF-


14)
■ Las instalaciones se revisarán, como
Verificaciones mínimo, cada cinco años.
e ■ Las instalaciones que utilicen una carga de
Inspecciones refrigerante superior a 3000 Kg. y posean
una antigüedad superior a quince años se
revisarán al menos cada dos años.
■ Las instalaciones de Nivel 2, al menos
cada diez años.

8.6. EMPRESAS INSTALADORAS Y/O MANTENEDORAS


HABILITADAS
Habilitación de empresas instaladoras y/o mantenedoras de instalaciones
frigoríficas

Antes de comenzar sus actividades como empresas instaladoras de instalaciones


frigoríficas, las personas físicas o jurídicas que deseen establecerse en España
deberán presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que
se establezcan una declaración responsable en la que el titular de la empresa o el
representante legal de la misma declare que cumple los requisitos que se exigen por
el Reglamento de Instalaciones Frigoríficas y por las correspondientes ITC, que
dispone de la documentación que así lo acredita, que se compromete a mantenerlos
durante la vigencia de la actividad y que se responsabiliza de que la ejecución de las
instalaciones se efectúa de acuerdo con las normas y requisitos que se establezcan
en las respectivas instrucciones técnicas complementarias.

Las empresas instaladoras y/o mantenedoras estarán obligadas a realizar las


instalaciones, reparaciones o inspecciones periódicas de acuerdo con el Reglamento
de Instalaciones Frigoríficas, emitiendo las correspondientes certificaciones.

Deberán también disponer del correspondiente libro o registro, manual o por


medios electrónicos, en donde se anoten las actuaciones realizadas, indicando al
menos:

Fecha de actuación.
Usuario.
Tipo de actuación.
Identificación o características de equipo o instalación.

Empresa habilitada en instalaciones frigoríficas:

También conocida como empresa frigorista, es la persona física o jurídica que,


como una actividad económica organizada, cumpliendo los requisitos establecidos y
habiendo presentado la declaración responsable de inicio de actividad, es
responsable de realizar la ejecución, puesta en servicio, mantenimiento, reparación,
modificación y desmantelamiento de las instalaciones frigoríficas en el ámbito del
Reglamento de Seguridad para Instalaciones Frigoríficas y sus instrucciones técnicas
complementarias aprobados por Real Decreto 138/2011, de 4 de febrero.

Dependiendo del riesgo potencial de las instalaciones frigoríficas sobre las que
las empresas están habilitadas para ejercer su actividad, se clasifican en dos
categorías:

1. Categoría de Nivel 1. Cualquier empresa frigorista que puede montar, poner en


servicio, mantener, reparar, modificar y desmantelar instalaciones frigoríficas
formadas por uno o varios sistemas frigoríficos independientes entre sí con una
potencia eléctrica instalada en los compresores por cada sistema inferior o igual
a 30 kW siempre que la suma total de las potencias eléctricas instaladas en los
compresores frigoríficos no exceda de 100 kW, o por equipos compactos de
cualquier potencia, siempre que en ambos casos utilicen refrigerantes de alta
seguridad (L1), y que no refrigeren cámaras o conjuntos de cámaras de
atmósfera artificial de cualquier volumen.
2. Categoría de Nivel 2. Cualquier empresa frigorista que puede montar, poner en
servicio, mantener, reparar, modificar y desmantelar instalaciones frigoríficas
formadas por uno o varios sistemas frigoríficos independientes entre sí sin
ningún tipo de limitación en lo que se refiere a la potencia eléctrica instalada en
los compresores, al tipo de refrigerante utilizado y a que enfríen cámaras o
conjuntos de cámaras de atmósfera artificial.

Requisitos exigidos por la reglamentación de seguridad industrial

Según dispone el Reglamento de Seguridad para Instalaciones Frigoríficas, los


requisitos que deben declarar, cumplir y mantener las empresas frigoristas
establecidas en España, así como las establecidas en otro Estado miembro de la
Unión Europea, que vayan a ejercer la libre prestación de servicios en España, son
los siguientes.

Con carácter general:

1. Contar en plantilla, como mínimo, con un profesional frigorista habilitado para


montar, poner en servicio, mantener, reparar, modificar y desmantelar las
instalaciones.
2. Disponer de un plan de gestión de residuos que considere la diversidad de
residuos que pueda generar en su actividad y las previsiones y acuerdos para su
correcta gestión ambiental y que, en su caso, si procede, contemplará su
inscripción como pequeño productor de residuos peligrosos en el órgano
competente de la Comunidad Autónoma.
3. Disponer, como mínimo, de los siguientes medios técnicos, que se especifican
en la Instrucción Técnica Complementaria IF-13: Las botellas de refrigerante se
almacenarán en un emplazamiento específico, vallado, ventilado y no situado en
un sótano. Si como consecuencia del análisis obligatorio de riesgos del local se
determina que la concentración de refrigerante, en caso de fuga del contenedor
de mayor carga, es superior al límite práctico admitido indicado en la tabla A del
apéndice 1 de la IF-02 será necesario colocar un detector de fugas para el
refrigerante en cuestión.
a) Por cada uno de los profesionales frigoristas:

Termómetro (precisión ± 0,5 %) con sondas de ambiente, contacto y de


inmersión o penetración.
Juego de herramientas, en buenas condiciones y que incluya al menos:
— Corta tubos.
— Abocardador.
— Juego de llaves fijas.
— Llave de carraca, reversible, con su juego completo.
— Llave dinamométrica.
— Escariador.
— Alicates.
— Juego de destornilladores.
— Analizador (puente de manómetro) adecuado para los gases a manipular.
— Peine para enderezar aletas.
— Mangueras flexibles para la conexión y carga de refrigerante.

Equipo de medida de voltaje, amperaje y resistencia.


Equipos de protección individual adecuados al trabajo a realizar.
Mascaras de respiración con cartuchos filtrantes (trabajos con R-717).

b) Por cada cinco profesionales frigoristas/puesta en marcha:

Vacuómetro de precisión.
Bomba de vacío de doble efecto.
Detector portátil de fugas.
Equipo de medida de acidez.

c) Por centro de trabajo:

Higrómetro (precisión ± 5 %).


Equipo de trasiego de refrigerantes.
Equipo básico de recuperación de refrigerantes.
Equipo dosificador para cargar circuitos de instalaciones de menos de 3 Kg.
de carga de refrigerante.
Báscula de carga para instalaciones de menos de 25 Kg.
Anemómetro.
Tenazas para precintado.
Juego de señalizadores normalizados para colocar en las tuberías
correspondientes.
Equipo para la limpieza de baterías evaporadoras y condensadoras, así
como los líquidos adecuados para ello.
Equipo de respiración autónoma.

d) Por empresa:

Manómetro contrastado.
Termómetro contrastado.

4. En el caso de que empresas frigoristas realicen actividades de instalación,


mantenimiento o reparación de los aparatos y sistemas cubiertos por el artículo
3, apartado 1 del Reglamento (CE) n.º 842/2006 del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 17 de mayo de 2006, deberán disponer asimismo del certificado
previsto en el Reglamento (CE) n.º 303/2008 de la Comisión, de 2 de abril de
2008, para lo cual deberá contar con personal certificado de acuerdo al Real
Decreto 795/2010 en número suficiente para abarcar el volumen y tipo previsto
de actividades y dotado de los instrumentos y procedimientos necesarios para
desarrollar dichas actividades.

Además, dependiendo de la categoría de la empresa, o lo que es lo mismo del


riesgo potencial de las instalaciones frigoríficas sobre las que las empresas
frigoristas ejercen su actividad, estas deberán cumplir los siguientes requisitos:

Categoría empresa frigorista de Nivel 1. (Requisitos específicos)

1. Tener suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía


equivalente que cubra los posibles daños derivados de su actividad, por un
importe mínimo de 300.000 euros (8 de septiembre de 2011). Esta cuantía
mínima se actualizará por Orden del Ministro de Industria, Turismo y Comercio,
siempre que sea necesario para mantener la equivalencia económica de la
garantía.

Categoría empresa frigorista de Nivel 2. (Requisitos específicos)

1. Tener suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía


equivalente que cubra los posibles daños derivados de su actividad, por un
importe mínimo de 900.000 euros (8 de septiembre de 2011). Esta cuantía
mínima se actualizará por Orden del Ministro de Industria, Turismo y Comercio,
siempre que sea necesario para mantener la equivalencia económica de la
garantía.
2. Contar en plantilla, como mínimo, con un técnico titulado con atribuciones
específicas en el ámbito competencial a que se refiere el Reglamento de
Seguridad de Instalaciones Frigoríficas, que a la vez podrá ejercer como
profesional habilitado en instalaciones frigoríficas de categoría Frigorista.
3. Disponer, como mínimo, de los siguientes medios técnicos:

a) Sonómetro que cumpla con lo dispuesto en el Real Decreto 889/2006, de 21 de


julio, por el que se regula el control metrológico del Estado sobre instrumentos
de medida.
b) Medidor de vibraciones para instalaciones con compresores abiertos de potencia
instalada unitaria superior a 50 kW.
CAPÍTULO 9.
EQUIPOS A PRESIÓN
9.1. INTRODUCCIÓN
Aunque el Reglamento de Equipos a Presión, aprobado por Real Decreto
2060/2008, de 12 de diciembre, enumera de una manera muy poco clarificadora el
objeto del mismo, es decir, los equipos que están dentro de su ámbito de aplicación,
luego, en las instrucciones técnicas complementarias, podemos visualizar bastante
mejor de qué equipos estamos hablando.

Así, en el artículo 1, apartado 2, el Reglamento de Equipos a Presión nos dice


que el mismo se aplica a la instalación, inspecciones periódicas, reparación y
modificación, de los equipos a presión sometidos a una presión máxima admisible
superior a 0,5 bar. A continuación relaciona una serie de equipo, recipientes y
tuberías de conexión y conducción, incluidas en el ámbito de aplicación de diferentes
normas. Pero como la transcripción de estas normas no nos aporta suficiente luz al
respecto, estructuraremos este capítulo en base a las ITC que se incluyen en el
propio reglamento: ITC-EP-1 sobre calderas, ITC-EP-2 sobre centrales generadoras
de energía eléctrica, ITC-EP-3 sobre refinerías y plantas petroquímicas, ITC-EP-4
sobre depósitos criogénicos, ITC-EP-5 sobre botellas de equipos respiratorios
autónomos y la ITC-EP-6 sobre recipientes a presión transportables. A esto,
sumaremos, al menos en lo que a pruebas e inspecciones se refiere, a las tuberías
de conexión y conducción de cualquier fluido, al tener una periodicidad propia.

Sí nos parece importante citar que se excluyen del reglamento aquellos equipos a
presión que dispongan de reglamentación de seguridad específica, así como las
redes de tuberías de suministro o distribución de agua fría o combustibles líquidos o
gaseosos, así como las redes de agua contra incendios y las de conducción de agua
motriz de las centrales hidroeléctricas.

Cuando hablemos de inspecciones de los distintos equipos, veremos que se


clasifican en Nivel A, B y C. Por tanto, como esta peculiaridad afecta a todos los
equipos que vamos a ver en los siguientes apartados del capítulo, consideramos
importante recoger en esta introducción y aclarar el alcance de cada uno de estos
niveles de inspección:

Nivel A: Inspección en servicio

Consistirá, al menos, en una comprobación de la documentación de los equipos a


presión y en una completa inspección visual de todas las partes sometidas a presión,
accesorios de seguridad, dispositivos de control y condiciones reglamentarias, no
siendo necesario retirar el calorifugado de los equipos.
Las inspecciones de Nivel A serán realizadas por empresas instaladoras de
equipos a presión de la categoría correspondiente a la instalación o el fabricante o el
usuario, si acreditan disponer de los medios técnicos y humanos que se determinan
en el anexo I del reglamento para las empresas instaladoras, no siendo necesario
poner fuera de servicio el equipo o instalación a inspeccionar.

Nivel B: Inspección fuera de servicio

Consistirá, como mínimo, en una comprobación de Nivel A y en una inspección


visual de todas las zonas sometidas a mayores esfuerzos y a mayor corrosión,
comprobación de espesores, comprobación y prueba de los accesorios de seguridad
y aquellos ensayos no destructivos que se consideren necesarios.

Las inspecciones de Nivel B serán realizadas por los organismos de control


autorizados, debiendo ponerse fuera de servicio el equipo a presión o instalación a
inspeccionar.

Nivel C: Inspección fuera de servicio con prueba de presión

Consistirá, como mínimo, en una inspección de Nivel B además de una prueba de


presión hidrostática.

Todos los equipos a presión de las categorías I a IV deberán disponer de la


correspondiente placa de instalación e inspecciones periódicas.
9.2. CALDERAS

9.2.1. Normativa reguladora

Las calderas, como todo el resto de equipos a presión que vamos a ver en este
capítulo, se regulan por el Real Decreto 2060/2008, de 12 de diciembre, por el que
se aprueba el Reglamento de Equipos a Presión y sus instrucciones técnicas
complementarias. Dentro de estas ITC, la que nos interesa es la ITC-EP-1 sobre
«calderas».

La presente instrucción técnica complementaria (ITC) se aplica a la instalación,


reparación e inspecciones periódicas de calderas y sus elementos asociados
(economizadores, sobrecalentadores, etc.), contemplados en el Reglamento de
Equipos a Presión.

A efectos de diferenciar los distintos tipos de calderas, creemos necesario incluir


las siguientes definiciones:

1. «Caldera», todo aparato a presión en donde el calor procedente de cualquier


fuente de energía se transforma en utilizable, en forma de calorías, a través de
un medio de transporte en fase líquida o vapor.
2. «Caldera de vapor», la que utiliza como fluido caloriportante o medio de
transporte el vapor de agua.
3. «Caldera de agua sobrecalentada», toda caldera en la que el medio de
transporte es agua a temperatura superior a 110 °C.
4. «Caldera de agua caliente», toda caldera en la que el medio de transporte es
agua a temperatura igual o inferior a 110 °C.
5. «Caldera de fluido térmico», toda caldera en la que el medio de transporte de
calor es un líquido distinto del agua.

A efectos de las condiciones exigibles, las instalaciones se clasificarán en función


del tipo de caldera en:

1. Clase primera:
a) Calderas pirotubulares cuyo Pms x VT < 15.000.
b) Calderas acuotubulares cuyo Pms x VT < 50.000. En caso de calderas de
fluido térmico, las que tengan un Pms x Vi < 15.000.

Siendo:

— Pms: La presión máxima de servicio en la instalación expresada en bar.


— Vt: Volumen total en litros de la caldera, más el volumen del sobrecalentador
si lo tuviere.
— Vi: Volumen total en litros de la instalación completa.

2. Clase segunda: Calderas que igualen o superen los valores indicados en el


apartado anterior.

9.2.2. Puesta en servicio de la instalación

En función del tipo de caldera que se trate, la instalación requerirá de la siguiente


documentación:

1. Calderas de clase primera

Las instalaciones deberán ser realizadas por empresas instaladoras de la


categoría EIP-2. La instalación se considera de menor riesgo, por lo que solo se
requerirá de una memoria técnica de la empresa instaladora, además de:

a) Certificado de instalación suscrito tanto por empresa instaladora de equipos


a presión habilitada como por su responsable técnico.
b) Declaraciones de conformidad de los equipos a presión o conjuntos.
c) En caso de equipos a presión transportables que se utilicen de forma
permanente en una instalación fija bastará con la declaración del instalador
de que el equipo a presión dispone del marcado a que se hace referencia en
el Real Decreto 222/2001.
d) En caso de aparatos usados, se acompañará el acta de inspección
periódica de nivel C.
e) Si los aparatos carecen de marcado CE, podrán presentarse los certificados
de fabricación de acuerdo con reglamentación en vigor en el momento de su
fabricación.
f) Esquema de principio de la instalación, firmado por la empresa instaladora
de equipos a presión, en el que se indiquen los parámetros principales de
funcionamiento (presión, temperatura,...) y un plano o croquis de la
instalación.

2. Calderas de clase segunda

La instalación requerirá la presentación de un proyecto, y de los siguientes


requisitos:

a) Certificado de dirección técnica emitido por técnico titulado competente y


visado por el correspondiente colegio oficial.
b) Certificado de instalación será emitido y firmado por el técnico titulado
competente de la empresa EIP-2.
c) Declaraciones de conformidad de los equipos a presión o conjuntos.
d) En caso de equipos a presión transportables que se utilicen de forma
permanente en una instalación fija bastará con la declaración del instalador
de que el equipo a presión dispone del marcado a que se hace referencia en
el Real Decreto 222/2001.
e) En caso de aparatos usados, se acompañará el acta de inspección
periódica de Nivel C.
f) Si los aparatos carecen de marcado CE, podrán presentarse los certificados
de fabricación de acuerdo con reglamentación en vigor en el momento de su
fabricación.

En cuanto a la puesta en servicio, finalizadas las obras de ejecución o montaje, se


requerirá la acreditación previa de las condiciones de seguridad de la instalación ante
el órgano competente de la Comunidad Autónoma correspondiente, mediante la
presentación de la documentación indicada en los párrafos anteriores.

Antes de la puesta en servicio deberán realizarse las pruebas en el lugar del


emplazamiento, para comprobar su buen funcionamiento y que dispone de
condiciones de utilización seguras. Los ensayos y pruebas que se realicen deberán
ser certificados por un organismo de control autorizado, o por el fabricante.

La ampliación o modificación de una instalación, por incorporación o sustitución de


nuevos equipos a presión, así como los cambios de emplazamiento de los ya
instalados, estarán sujetos a las mismas condiciones requeridas para la instalación
de equipos nuevos.

Todos los equipos a presión de las categorías I a IV deberán disponer de la


correspondiente placa de instalación e inspecciones periódicas.
Sala de calderas

9.2.3. Mantenimiento de la instalación

Según el artículo 9 del Reglamento de Equipos a Presión, los usuarios de dichos


equipos contemplados por el citado reglamento, deberán realizar el mantenimiento de
las instalaciones, equipos a presión, accesorios de seguridad y dispositivos de
control de acuerdo con las condiciones de operación y las instrucciones del
fabricante, debiendo examinarlos al menos una vez al año.

Además de esta obligación genérica, el artículo 12 de la ITC-EP-1 establece


estas otras obligaciones:

1. Operación de la caldera.
El usuario deberá designar a una persona capacitada para realizar la operación
de la caldera, mientras esté en funcionamiento.
2. Mantenimiento de la caldera.
El usuario deberá realizar un mantenimiento adecuado de todos los sistemas de
la instalación, prestando una dedicación especial a los órganos limitadores o
reguladores para que mantengan su fiabilidad, procediendo a la comprobación
de su funcionamiento durante las verificaciones.
3. Vigilancia de la caldera.
En caso de que se produzca un fallo de alguno de los elementos de control o
seguridad, deberá adecuarse el sistema de vigilancia de la caldera, pasando a
vigilancia directa, en tanto no se restablezcan las condiciones iniciales y se
compruebe el correcto funcionamiento de los elementos averiados.
4. Documentación.
Deberá disponerse de la siguiente documentación:
a) Libro de la instalación.
b) Documentación de la instalación.
9.2.4. Inspecciones periódicas oficiales

Según el anexo III del Reglamento de Equipos a Presión y el anexo I de la ITC-


EP-1, las inspecciones oficiales de calderas se realizarán con siguiente periodicidad:

1. Inspecciones de Nivel A, anualmente, por empresas instaladoras, o el fabricante


o el usuario, si acreditan disponer de los medios técnicos y humanos que se
determinan en el anexo I del reglamento para las empresas instaladoras.
2. Inspecciones de Nivel B, cada tres años, por OCA.
3. Inspecciones de Nivel C, cada seis años, por OCA.

Con respecto a las “calderas de recuperación de lejías negras”, que son calderas
de vapor que utiliza como combustible las lejías negras concentradas que se generan
en el proceso de fabricación de pasta de papel al sulfato, hay una particularidad en
relación a la periodicidad de las inspecciones. Las de Nivel A y B son anuales, y las
de Nivel C, cada tres años.

9.2.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

9.3. CENTRALES GENERADORAS DE ENERGÍA


ELÉCTRICA
9.3.1. Normativa reguladora

Las centrales generadoras de energía eléctrica, como todo el resto de equipos a


presión que vamos a ver en este capítulo, se regulan por el Real Decreto 2060/2008,
de 12 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Equipos a Presión y
sus instrucciones técnicas complementarias. La ITC correspondiente es la ITC-EP-2
sobre «centrales generadoras de energía eléctrica».

Esta instrucción técnica complementaria se aplica a la instalación, reparación e


inspecciones periódicas de todos los equipos a presión incluidos en el recinto de una
central generadora de energía eléctrica de una potencia superior a 50 MW y que
están contemplados en el Reglamento de Equipos a Presión.

Se incluyen las centrales térmicas, hidráulicas, de ciclo combinado, nucleares y


las plantas de incineración de residuos sólidos urbanos.

Según el artículo 2 de la ITC-EP-2, «Central generadora de energía eléctrica», es


el conjunto de instalaciones de proceso y auxiliares, destinadas a la producción de
energía eléctrica.

A los efectos de su tratamiento por esta ITC, los elementos incluidos en una
central generadora de energía eléctrica u otras plantas incluidas en el artículo 1 de
esta ITC, se clasifican en:

1. Equipos normales: aquellos cuya temperatura de diseño sea superior a 0 °C y su


presión máxima de servicio superior a 0,5 bar. A título orientativo comprenden:

a) Calderas (principal y auxiliar).


b) Intercambiadores de calor (sobrecalentadores, recalentadores y
economizadores).
c) Acumuladores, calderines, separadores y otros recipientes en general.
d) Tuberías, y accesorios de seguridad y presión.

2. Equipos especiales: los que reúnan algunas de las siguientes características:

Aparatos rellenos de resinas o materiales filtrantes, o con recubrimiento interior


frágil o higroscópico, tales como neopreno, ebonitado, vitrificado, etc.

9.3.2. Puesta en servicio de la instalación

La instalación de centrales generadoras de energía eléctrica requerirá la


presentación del proyecto instalación, así como la siguiente documentación:
a) Declaraciones de conformidad de los equipos a presión y, en su caso, de los
accesorios de seguridad.
b) Certificación de la ejecución de la instalación, realizada por empresa instaladora
EIP-2 y firmada por el técnico titulado competente de la empresa.
c) Certificación de la realización de las comprobaciones y pruebas necesarias para
asegurarse de que la instalación y sus equipos se adaptan a lo señalado en el
Reglamento de Equipos a Presión, a las condiciones señaladas en la ITC-EP-2,
al proyecto técnico presentado y de que su funcionamiento es correcto,
extendida por un organismo de control autorizado para actuar en el ámbito
reglamentario de los equipos de presión.

9.3.3. Mantenimiento de la instalación

Según el artículo 12 de la ITC-EP-2, las centrales generadoras de energía


eléctrica deberán disponer de un técnico titulado competente responsable del
mantenimiento general de la instalación.

Además, el usuario dispondrá de un Manual de inspección, que contendrá como


mínimo la descripción de la organización, el número y calificación de las personas
que deben intervenir y que constituyen el servicio de inspección propio, los
procedimientos detallados de inspección y el programa de inspecciones, el cual
deberá garantizar el cumplimiento de los plazos reglamentarios.

Además de las inspecciones periódicas indicadas en el Reglamento de Equipos a


Presión y en la ITC-EP-2, deberán realizarse cuantos controles, inspecciones o
pruebas se consideren necesarios para garantizar la integridad de los equipos e
instalaciones.

El usuario deberá aprovechar las paradas técnicas programadas (paradas


generales de unidades para mantenimiento, cambio de catalizadores, condiciones de
mercado, etc.) o provocadas por averías, para realizar inspecciones,
comprobaciones o pruebas.

El servicio de inspección del usuario mantendrá informada a la dirección de la


planta del estado de los equipos o sistemas, debiendo recomendar la puesta fuera
de servicio de aquellos en los que se haya detectado que la seguridad exigible no se
cumple.

Expresamente, el servicio de inspección no podrá depender ni de producción ni de


mantenimiento.

Se deberá disponer de un programa de mantenimiento preventivo que garantice la


disponibilidad y fiabilidad de todos los elementos de las instalaciones incluidas en la
ITC-EP-2.

Además de las comprobaciones e inspecciones que expresamente se indican en


la ITC-EP-2, deberán realizarse al menos los siguientes controles:

a) Control de la corrosión.
b) Control de la erosión.
c) Controles especiales, en función de las características particulares que puedan
presentar ciertos equipos o instalaciones.

9.3.4. Inspecciones periódicas oficiales de la instalación

La periodicidad y los agentes competentes de las inspecciones periódicas, serán


los fijados en la Tabla 2 del anexo III del Reglamento de Equipos a Presión, en las
condiciones que se expresan a continuación: 3 4 5 6

Tabla 2 del anexo III del Reglamento de Equipos a Presión

1. Nivel A: Podrán ser realizadas por el usuario, si dispone de los requisitos


señalados en el anexo I del Reglamento de Equipos a Presión para las
empresas instaladoras de categoría EIP-2.
2. Nivel B y C: Se podrán considerar los períodos anuales en horas equivalentes de
funcionamiento, a razón de 8.760 horas/año y siempre que las horas
equivalentes de funcionamiento se consigan en un plazo no superior a seis años
para el Nivel B o doce años para el Nivel C.
3. Las inspecciones se realizarán atendiendo a lo indicado en el anexo de la ITC-
EP-2.
4. La inspección ordinaria de las válvulas de seguridad se realizará durante la
parada ordinaria de mantenimiento de las instalaciones o durante las
inspecciones periódicas de los equipos a presión, con una periodicidad no
superior a seis años. Estas pruebas serán certificadas por un organismo de
control autorizado.
5. La presión de prueba hidrostática a la que deban realizarse las inspecciones
periódicas de Nivel C será, para cada caso, la que se indica en el artículo 10 de
esta ITC.
6. Los equipos definidos en el artículo 3 de esta ITC como especiales, serán
considerados incluidos en el artículo 12 del Reglamento de Equipos a Presión, a
los efectos de realización de estas inspecciones periódicas.

Inspección de la instalación

Todo equipo, incluido dentro del ámbito de la ITC-EP-2 y que sufra una reparación
o una gran reparación, tal y como se ha definido en su artículo 8, deberá ser
sometido a las inspecciones y pruebas señaladas en el artículo 9.

9.3.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario


9.4. REFINERÍAS DE PETRÓLEO Y PLANTAS
PETROQUÍMICAS

9.4.1. Normativa reguladora


Una vez más la regulación la encontramos en el Real Decreto 2060/2008, de 12
de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Equipos a Presión y sus
instrucciones técnicas complementarias. La ITC complementaria es la ITC-EP-3
«refinerías de petróleo y plantas petroquímicas».

Esta instrucción técnica complementaria se aplica a la instalación, inspecciones


periódicas y reparaciones de todos los equipos a presión incluidos en el Reglamento
de Equipos a Presión instalados en refinerías de petróleos y plantas petroquímicas.

Se excluyen de la presente ITC:

a) Las botellas de gas para aparatos respiratorios incluidas en la ITC-EP-5.


b) Los equipos a presión transportables.
c) Los extintores.
d) Los oleoductos, gasoductos y redes de distribución urbana.
e) Las tuberías de conducción hacia otra instalación externa, desde el último
dispositivo de aislamiento situado dentro de los límites de la empresa, incluido
dicho dispositivo, que deberán cumplir los requisitos del Reglamento de Equipos
a Presión.
f) Las carcasas o envolventes de elementos dinámicos.
g) Los equipos a presión del artículo 3.3 del Real Decreto 769/1999, relativos a
recipientes a presión simples.

A los efectos de lo dispuesto en esta ITC, se entiende por:

Refinería de petróleo, el conjunto de instalaciones de proceso y auxiliares


destinadas al refino, trasiego y almacenamiento de crudo de petróleo y sus
productos derivados.
Planta petroquímica, el conjunto de instalaciones de proceso y auxiliares que
utilizan como materia prima fracciones petrolíferas, gas natural o productos
elaborados a partir de estos.
Refinería de petróleo

Los recipientes a presión, a efectos de la presente ITC, se clasificarán


atendiendo a su peligrosidad con los siguientes criterios:

1. Potencial de riesgo.

Los recipientes se clasificarán según el producto de la presión máxima admisible


(PS en bar) por el volumen (V en m3):

Potencial1:Mayor oiguala 1.000.


Potencial2:Mayor oiguala 300 y menor de 1.000.
Potencial3:Mayor oiguala 25 y menorde300.
Potencial4:Mayor oiguala 10 y menorde25.
Potencial5:Menor de 10.

2. Características de los fluidos.

Según las características de los fluidos con los que operan los equipos, se
clasificarán:

Grupo 1.1: Fluidos inflamables en forma de vapores, líquidos, gases y sus


mezclas, a temperatura máxima de servicio.
Grupo 1.2: Otros fluidos peligrosos incluidos en el grupo 1 del artículo 9 del
Real Decreto 769/1999, de 7 de mayo, y que no se clasifiquen en el grupo
anterior.
Grupo 2.1: Gases no peligrosos incluidos en el grupo 2 del artículo 9 del
Real Decreto 769/1999, de 7 de mayo (vapor de agua, gases inertes,
inocuos, aire, ...).
Grupo 2.2: Otros fluidos no peligrosos que no se clasifiquen en el grupo
anterior.

3. Clases de equipos.

Mediante la combinación del potencial de riesgo y de las características de los


fluidos, los recipientes de la presente ITC se clasificarán:

9.4.2. Puesta en servicio de la instalación

Requerirán proyecto de instalación, las que incluyan recipientes a presión de las


Clases 1 o 2 de acuerdo a la tabla anterior.

En el art. 4.1 de la ITC-EP-3 se detalla el contenido mínimo que debe incluir el


proyecto.

Por tanto, las instalaciones que no incluyan recipientes a prensión de las Clases 1
o 2, no requieren proyecto de instalación, y se tramitarán según lo indicado en el
apartado 3 del anexo II del Reglamento de Equipos a Presión, según el cual, además
de la memoria técnica de la empresa instaladora, se acompañará la siguiente
documentación:

a) Certificado de instalación suscrito tanto por empresa instaladora de equipos a


presión habilitada como por su responsable técnico.
b) Declaraciones de conformidad de los equipos a presión o conjuntos.
c) En caso de equipos a presión transportables que se utilicen de forma
permanente en una instalación fija bastará con la declaración del instalador de
que el equipo a presión dispone del marcado a que se hace referencia en el Real
Decreto 222/2001.
d) En caso de aparatos usados, se acompañará el acta de inspección periódica de
Nivel C.
e) Si los aparatos carecen de marcado CE, podrán presentarse los certificados de
fabricación de acuerdo con reglamentación en vigor en el momento de su
fabricación.
f) Esquema de principio de la instalación, firmado por la empresa instaladora de
equipos a presión, en el que se indiquen los parámetros principales de
funcionamiento (presión, temperatura,...) y un plano o croquis de la instalación.

Las instalaciones de todos los equipos incluidos en la presente ITC serán


realizadas por empresas de la categoría EIP-2, prevista en el anexo I del
Reglamento de Equipos a Presión.

Antes de la puesta en servicio, será necesaria la acreditación previa de las


condiciones de seguridad de la instalación ante el órgano competente de la
Comunidad Autónoma correspondiente.

9.4.3. Mantenimiento de la instalación

Según el artículo 8 de la ITC-EP-3, el usuario deberá realizar un mantenimiento


que garantice la disponibilidad y fiabilidad de todos los elementos de las instalaciones
incluidas en la presente ITC.

Además, el usuario dispondrá de un Manual de inspección, que contendrá como


mínimo la descripción de la organización, el número y calificación de las personas
que deben intervenir y que constituyen el servicio de inspección propio, los
procedimientos detallados de inspección y el programa de inspecciones, el cual
deberá garantizar el cumplimiento de los plazos reglamentarios.

Además de las inspecciones periódicas indicadas en el Reglamento de Equipos a


Presión y en la ITC-EP-3, deberán realizarse cuantos controles, inspecciones o
pruebas se consideren necesarios para garantizar la integridad de los equipos e
instalaciones.

El usuario deberá aprovechar las paradas técnicas programadas (paradas


generales de unidades para mantenimiento, cambio de catalizadores, condiciones de
mercado, etc.) o provocadas por averías, para realizar inspecciones,
comprobaciones o pruebas.

El servicio de inspección del usuario mantendrá informada a la dirección de la


planta del estado de los equipos o sistemas, debiendo recomendar la puesta fuera
de servicio de aquellos en los que se haya detectado que la seguridad exigible no se
cumple.

Expresamente, el servicio de inspección no podrá depender ni de producción ni de


mantenimiento.

Además de las comprobaciones e inspecciones que expresamente se indican en


la ITC-EP-3, deberán realizarse al menos los siguientes controles:
a) Control de la corrosión.
b) Control de la erosión.
c) Controles especiales, en función de las características particulares que puedan
presentar ciertos equipos o instalaciones.

Operaciones de mantenimiento en planta petroquímica

9.4.4. Inspecciones periódicas oficiales

Las inspecciones y pruebas a las que deben someterse los recipientes se


realizarán atendiendo a la clasificación expresada en el artículo 3.3 de la presente
ITC, por los agentes y con las periodicidades máximas siguientes:

Según el art. 2.4 de la ITC, son «Equipos especiales», los que correspondan a
alguna de las siguientes características:

a) Los rellenos de catalizador o con recubrimiento interior frágil o higroscópico,


tales como refractario, vitrificado, ebonitado, esmaltado, etc.
b) Los sometidos a temperatura de servicio menor o igual a 0 °C, en sistemas de
fluidos no corrosivos.
c) Los incluidos en instalaciones provisionales, tales como plantas piloto,
laboratorios de investigación y control, etc.
d) Los sometidos a vacío en los que pueda existir presión en condiciones
excepcionales o se realicen pruebas de presión o estanquidad con valores
superiores a 0,5 bar.

Por lo que respecta a las tuberías que correspondan a unidades de proceso con
diámetro superior a DN 50 y cuyo valor de PS.DN > 1.000 deberán ser
inspeccionadas, al menos con el Nivel B, por los agentes y con las periodicidades
máximas que se indican, no siendo obligatorio realizar la de Nivel C.

Excepcionalmente, las inspecciones de Nivel B y C de esferas o depósitos de


almacenamiento de gases licuados del petróleo se realizarán conjuntamente y
tendrán una periodicidad máxima de diez años.

A los efectos de lo indicado en las dos tablas anteriores, se entiende por


«Inspector propio», el personal técnico competente designado por el usuario o
contratado, con experiencia en la inspección de equipos a presión de refinerías o
plantas petroquímicas.

Además de las inspecciones periódicas, deberán realizarse cuantos controles,


inspecciones o pruebas se consideren necesarios para garantizar la integridad de los
equipos e instalaciones.

Cuando en las inspecciones periódicas, así como en las inspecciones adicionales


realizadas por el usuario, se descubran corrosiones o daños, se deberá seguir su
evolución mediante las inspecciones del usuario en las paradas de las instalaciones
para decidir, a la vista de la corrosión y del estado del aparato, si procede realizar
una reparación.
Inspector propio

9.4.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario


9.5. DEPÓSITOS CRIOGÉNICOS

9.5.1. Normativa reguladora

Como en los casos anteriores, la regulación la encontramos en el Real Decreto


2060/2008, de 12 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Equipos a
Presión y sus instrucciones técnicas complementarias. La ITC complementaria es la
ITC-EP-4 «depósitos criogénicos».

Esta instrucción técnica complementaria se aplica a las condiciones de instalación


y pruebas periódicas de los depósitos criogénicos y sus equipos, con volúmenes
superiores a 1.000 litros de capacidad geométrica, destinados a almacenamiento y
utilización de los gases criogénicos como por ejemplo: argón, nitrógeno, anhídrido
carbónico, helio, protóxido de nitrógeno N2O, criptón, neón, oxígeno, xenón, etano,
etileno, hidrógeno y aire.

Se incluyen así mismo, los elementos auxiliares de dichos depósitos como


tuberías, válvulas, elementos de control, unidades de vaporiza- ción/gasificación
internas o externas al depósito, equipos de refrigeración y equipos de puesta en
presión.

Se exceptúan de la aplicación de los preceptos de la presente ITC:

a) Los elementos de transporte de estos productos (cisternas).


b) Los botellones criogénicos para transporte y suministro.
c) Los equipos de refinerías y plantas petroquímicas incluidos en la ITC- EP-3.

A efectos de esta ITC, en particular, es importante destacar las definiciones


siguientes:

1. «Depósito criogénico», conjunto formado por el recipiente, aislamiento,


envolventes, soportes, tuberías, válvulas, manómetros, termómetros, niveles,
etc., para almacenar líquidos criogénicos.
2. «Líquido criogénico», aquel cuya temperatura de ebullición a la presión
atmosférica es inferior a -40 °C, en el caso del CO2 inferior a -20 °C.
3. «Aislamiento», material que se coloca alrededor del recipiente interior y que
reduce el flujo térmico del exterior al interior. Este aislamiento puede, o no, estar
en cámaras de vacío.
4. «Envolvente», recubrimiento exterior que existe alrededor del aislamiento para
protegerlo y contenerlo.
5. «Equipo de refrigeración», sistema mecánico que produce la refrigeración
necesaria para compensar las ganancias de calor a través del aislamiento.
6. «Gas inerte», cualquier gas o mezcla de gases que a temperatura y presión
normales (15 °C y 1,013 bar absolutos) no reacciona con otros productos.
7. «Gas oxidante o comburente», cualquier gas o mezcla de gases con oxipotencial
superior al del aire.
8. «Propietario», es la persona, física o jurídica, con título de propiedad sobre la
instalación.
9. «Utilizador del producto almacenado», es la persona, física o jurídica, que utiliza
el producto almacenado.

Además, y también a los efectos de la presente ITC, los depósitos criogénicos se


clasifican teniendo en consideración los criterios siguientes:

1. Tamaño.

En función de la capacidad geométrica total, expresada en litros, de cada


depósito criogénico (compuesto por uno a más recipientes), se clasificará en:

a) Depósitos de más de 1.000 a 5.000 litros.


b) Depósitos de más de 5.000 a 20.000 litros.
c) Depósitos de más de 20.000 a 60.000 litros.
d) Depósitos de más de 60.000 a 200.000 litros.
e) Depósitos de más de 200.000 a 400.000 litros.
f) Depósitos de más de 400.000 litros.

2. Gas contenido.

Según la peligrosidad y características del gas contenido, se establecen tres


categorías:

Grupo 1.1: Gases inflamables: Etano, etileno e hidrógeno.


Grupo 1.2: Gases oxidantes o comburentes: Oxígeno y protóxido de
nitrógeno.
Grupo 2: Gases inertes: Argón, nitrógeno, aire, anhídrido carbónico, helio,
criptón, neón y xenón.

Depósito criogénico de nitrógeno líquido

9.5.2. Puesta en servicio de la instalación

Las instalaciones de depósitos criogénicos requerirán la presentación de un


proyecto técnico ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma.
La puesta en servicio de las instalaciones se realizará de acuerdo con lo que se
determina en el artículo 5 de Reglamento de Equipos a Presión, y se requerirá la
siguiente documentación:

a) Certificado de dirección técnica emitido por técnico titulado competente y visado


por el correspondiente colegio oficial.
b) Certificado de instalación suscrito tanto por empresa instaladora de equipos a
presión emitido y firmado por el técnico titulado competente de la misma.
c) Declaraciones de conformidad de los equipos a presión o conjuntos.

Previamente deberá realizarse una prueba de estanqueidad y de comprobación


del sistema de seguridad con precintado de las válvulas de seguridad. Esta prueba
podrá ser realizada por la empresa instaladora o por un organismo de control
autorizado.

Unidades de vaporización en depósitos criogénicos

9.5.3. Mantenimiento de la instalación

Las obligaciones señaladas en el artículo 9 del Reglamento de Equipos a Presión


para los usuarios, entre las que se incluye el mantenimiento de las instalaciones,
equipos a presión, accesorios de seguridad y dispositivos de control de acuerdo con
las condiciones de operación y las instrucciones del fabricante, debiendo examinarlos
al menos una vez al año, corresponden, en los depósitos criogénicos incluidos en
esta ITC, a los propietarios de los mismos.

No obstante lo anterior, el propietario podrá delegar en el usuario del producto,


las funciones de vigilancia y el buen uso de los depósitos criogénicos, mediante
instrucciones escritas aceptadas por ambas partes.

9.5.4. Inspecciones periódicas oficiales


Las inspecciones oficiales se harán de conformidad con la Tabla I del anexo III del
reglamento:

Inspeccionando un depósito criogénico

9.5.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario


9.6. BOTELLAS DE EQUIPOS RESPIRATORIOS
AUTÓNOMOS

9.6.1. Normativa reguladora

De nuevo, la normativa reguladora es el Real Decreto 2060/2008, de 12 de


diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Equipos a Presión y sus
instrucciones técnicas complementarias. La instrucción técnica complementaria que
regula estos equipos en concreto, es la ITC- EP-5 «botellas de equipos respiratorios
autónomos».

Esta instrucción técnica complementaria se aplica a las condiciones de seguridad


de las instalaciones de recarga, así como a los requisitos y controles necesarios
para el uso de las botellas para respiración autónoma en actividades subacuáticas y
en trabajos de superficie con un contenido de oxígeno inferior al 40 por ciento.

A efectos de esta ITC, en particular, se tendrán en cuenta las definiciones


siguientes:

1. «Botella de equipo de respiración autónomo», recipiente de fácil manejo, que


sirve para almacenar y transportar un fluido respirable, utilizado en actividades
subacuáticas y en trabajos de superficie.
2. «Centro de inspección de botellas», establecimiento con los elementos
adecuados para realizar las inspecciones periódicas y/o visuales de las botellas
y ha realizado el trámite de presentación de documentación establecido en los
artículos 4 y 5 de esta instrucción técnica complementaria.
3. «Compresor fijo», máquina de compresión situada en un emplazamiento fijo, que
se utiliza para la carga de botellas con un fluido respirable.
4. «Compresor portátil», máquina de compresión fácilmente transportable que,
incluyendo los elementos de tratamiento del aire, de control y de seguridad, sirve
para la recarga unitaria de botellas de aire comprimido para uso exclusivo de su
propietario.
5. «Centro de recarga de botellas», establecimiento que dispone de los medios
adecuados para poder ejercer la actividad de recarga de las botellas y ha
realizado el trámite de presentación de documentación establecido en el artículo
3 de esta instrucción técnica complementaria.
6. «Inspección visual de botellas», conjunto de verificaciones para comprobar el
estado de conservación de la botella y su válvula, evaluando la corrosión interna
y el aspecto externo del recipiente.
7. «Mezcla de gases respirables», mezcla distinta del aire atmosférico que puede
ser respirada y que cumple los correspondientes requisitos sanitarios.
8. «Zona de recarga», recinto cerrado donde se realiza la recarga de las botellas y
donde se encuentra la rampa de carga y los latiguillos para conectar a las
botellas.
9. «Rampa de carga», colector receptor del fluido comprimido, incluyendo los
correspondientes dispositivos de conexión para el llenado de las botellas, así
como los elementos de control y de seguridad.
10. «Válvula de botella», dispositivo que permite o interrumpe el paso del caudal de
fluido desde o hacia la botella.

Equipo de respiración autónoma

9.6.2. Puesta en servicio de la instalación


Las condiciones de puesta en servicio de las instalaciones relacionadas con
botellas de equipos de respiración autónoma se regulan en los artículos 3, 4 y 5,
distinguiéndose entre “centro de recarga de botellas” (art. 3), “centro de inspección
periódica de botellas” (art. 4) y “centro de inspección visual de botellas” (art. 5).

Vamos a ver los requisitos para cada tipo de centro.

Centro de recarga de botellas:

Antes de iniciar su actividad, los centros de recarga de botellas, deberán


presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que radique la
instalación, la siguiente documentación:

a) El proyecto de la instalación firmado por técnico titulado competente. No


requerirán proyecto aquellas instalaciones de recarga de botellas en las que la
suma de los productos de la presión máxima de servicio en bar por el volumen en
litros de todos los equipos a presión fijos que puedan ser conectados de forma
simultánea en la instalación sea £ 25.000. En este caso, deberá presentarse una
memoria técnica suscrita por la empresa instaladora. En caso de que se utilicen
equipos que solamente requieran de conexión eléctrica para su funcionamiento,
de acuerdo con el artículo 4.4 del Reglamento de Equipos a Presión, al no tener
la consideración de instalación, la memoria podrá ser suscrita por el titular.
b) Certificado de dirección técnica firmado por el técnico titulado competente de la
empresa instaladora.
En caso de instalaciones que no requieran proyecto, el certificado de instalación
estará suscrito por la empresa instaladora de equipos a presión que la ha
realizado.
En los centros en los que la memoria, de acuerdo con el anterior párrafo a),
pueda ser suscrita por el titular, por no ser considerada como instalación, no
será necesaria la presentación del certificado de empresa instaladora.
c) Manual de procedimiento de actuación para la recarga de botellas, indicando, en
su caso, las actuaciones para la carga de botellas con presiones distintas a las
de tarado de la rampa de carga.
d) Certificado de inspección del centro de recarga emitido por un organismo de
control, cuando haya sido establecido por el órgano competente de la
Comunidad Autónoma.
e) Una declaración responsable en la que el titular del centro o el representante
legal del mismo declare que cumple los requisitos que se exigen por esta ITC-
EP-05, que dispone de la documentación que así lo acredita, que se
compromete a mantenerlos durante la vigencia de la actividad y que se
responsabiliza de que la ejecución de los trabajos se efectúa de acuerdo con las
normas y requisitos que se establezcan en esta ITC-EP-05.
Los centros de recarga de botellas deberán cumplir los siguientes requisitos:

a) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional con cobertura


mínima por accidente de 500.000 euros.
b) Tener al personal encargado del funcionamiento del centro, debidamente
instruido en el manejo de la instalación y en los requisitos y comprobaciones a
realizar para el llenado de las botellas.
c) Disponer, para su presentación a requerimiento de la administración competente,
de las declaraciones de conformidad «CE» de cada uno de los equipos a presión
de la instalación.

Los centros de producción de aire comprimido y mezclas de gases respirables,


situados en industrias y actividades especializadas de producción, distribución y
utilización de gases, se consideran habilitados para realizar la actividad de recarga
de botellas. En este caso, deberán comunicar el inicio de la actividad al órgano
competente de la Comunidad Autónoma, junto con el Manual de procedimiento de
actuación para la recarga de botellas.

Instalaciones de centro de recarga de botellas

Centro de inspección periódica de botellas:

Antes de iniciar su actividad, los centros de inspección periódica de botellas,


deberán presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que
radique la instalación, la siguiente documentación:

a) Proyecto de instalación del centro de inspección.


b) Certificado de dirección técnica firmado por el técnico titulado competente de la
empresa.
c) Copia de la huella del punzón con la contraseña de rechazo indicada en el anexo
II de esta ITC.
d) Identificación del punzón para el marcado que identifique a la empresa, que
utilizará para colocar sobre las botellas que haya inspeccionado.
e) Modelo de etiqueta adhesiva de inspección periódica.
f) Modelo de etiqueta adhesiva de inspección visual.
g) Libro registro, manual o por medios electrónicos, de las inspecciones que será
diligenciado por el correspondiente órgano competente de la Comunidad
Autónoma en que radique.
h) Una declaración responsable en la que el titular del centro o el representante
legal del mismo declare que cumple los requisitos que se exigen por esta ITC-
EP-05, que dispone de la documentación que así lo acredita, que se
compromete a mantenerlos durante la vigencia de la actividad y que se
responsabiliza de que la ejecución de los trabajos se efectúa de acuerdo con las
normas y requisitos que se establezcan en esta ITC-EP-05.

Contrasena de rechazo

a) Disponer del conjunto de herramientas, maquinaria y elementos necesarios para


realizar las pruebas, controles e inspecciones, con indicación de la capacidad de
inspección diaria del centro.
b) Contar con un técnico titulado competente contratado que será el responsable
del control de las botellas que se realice en el centro.
c) Tener al personal encargado de las inspecciones, debidamente instruido y
formado para efectuar las pruebas y controles en las botellas.
d) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional con cobertura
mínima por accidente de 500.000 euros.

Los centros de inspección periódica de botellas estarán también habilitados para


la realización de las inspecciones visuales de las botellas.

Los centros de producción de aire comprimido y mezclas de gases respirables


situados en industrias y actividades especializadas de producción, distribución y
utilización de gases se consideran habilitados para realizar la actividad de inspección
periódica y visual de botellas. En este caso, deberán comunicar el inicio de la
actividad al órgano competente de la Comunidad Autónoma, junto con la
documentación exigida en la ITC y una declaración responsable.

Centro de inspección visual de botellas:

Antes de iniciar su actividad, los centros de inspección visual de botellas, deberán


presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que radique la
instalación, la siguiente documentación:

a) Memoria técnica suscrita por la empresa instaladora. La zona de las pruebas con
presión deberá cumplir las mismas condiciones de emplazamiento que se indican
en el artículo 12 para la recarga de botellas. En su caso, deberá presentarse un
proyecto específico queacredite las condiciones especiales de protección
indicadas en el artículo 12.a) de esta ITC.
b) Certificado de instalación suscrito por la empresa instaladora que la ha realizado.
En caso de necesitar proyecto específico para la zona de pruebas, deberá
presentarse el certificado de dirección técnica del citado proyecto firmado por
técnico titulado competente.
c) Modelo de etiqueta adhesiva que el Centro de Inspección Visual pegará sobre la
botella, una vez superada la inspección.
d) Libro registro, manual o electrónico, de las inspecciones visuales, que será
diligenciado por el correspondiente órgano competente de la Comunidad
Autónoma.
e) Una declaración responsable en la que el titular del centro o el representante
legal del mismo declare que cumple los requisitos que se exigen por esta ITC-
EP-05, que dispone de la documentación que así lo acredita, que se
compromete a mantenerlos durante la vigencia de la actividad y que se
responsabiliza de que la ejecución de los trabajos se efectúa de acuerdo con las
normas y requisitos que se establezcan en esta ITC-EP-05.

Los centros de inspección visual de botellas deberán cumplir los siguientes


requisitos:

a) Disponer como mínimo de los elementos de trabajo indicados para los centros
de inspección periódica de botellas, en el artículo 4.7 de esta ITC, con excepción
del equipo de pruebas hidráulicas y de la disponibilidad de técnico titulado
competente.
b) Tener al personal encargado de la inspección visual, debidamente instruido y
formado para realizar las pruebas y controles en las botellas.
c) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional, con cobertura
mínima por accidente de 500.000 euros.
Centro de inspecciones periódicas y visuales de botellas

9.6.3. Mantenimiento de la instalación

En la ITC-EP-5 no se recoge ninguna indicación sobre el mantenimiento de las


instalaciones recogidas en su ámbito de aplicación, por lo que es de aplicación lo
dispuesto en el art. 9 de reglamento, en el que enumeran las obligaciones de los
usuarios, entre las que se incluye realizar el mantenimiento de las instalaciones,
equipos a presión, accesorios de seguridad y dispositivos de control de acuerdo con
las condiciones de operación y las instrucciones del fabricante, debiendo examinarlos
al menos una vez al año; así como utilizar los equipos a presión dentro de los límites
de funcionamiento previstos por el fabricante y retirarlos del servicio si dejan de
disponer de los requisitos de seguridad necesarios.

9.6.4. Inspecciones periódicas oficiales

En este punto, diferenciaremos entre las inspecciones y pruebas que hay que
efectuar a las propias botellas, y las que se hacen a los centros de recarga e
inspección.

Inspección periódica de botellas:

Con respecto a las botellas y sus válvulas, las mismas deberán someterse, cada
tres años, a las pruebas y verificaciones de inspección periódica que se indican a
continuación.

Las pruebas y verificaciones a realizar incluirán:

a) Identificación de la botella y control de marcas grabadas.


b) Inspección visual exterior.
c) Inspección visual interior.
d) Inspección del cuello de la botella y de la rosca interior.
e) Prueba hidráulica por expansión volumétrica.
f) Inspección de la válvula, comprobándose la coincidencia de la rosca de
acoplamiento con la de la botella.

Si el resultado de la inspección periódica es positivo, el centro de inspección de


botellas dejará constancia del mismo estampando sobre la botella las marcas que
establece la norma de marcado UNE EN 1089-1.

En el caso de botellas de materiales compuestos, se dejará constancia de la


inspección periódica realizada por medio de una etiqueta adhesiva e indeleble situada
sobre la botella.

Una vez realizadas las pruebas y verificaciones de inspección periódica, el centro


de inspección emitirá la correspondiente certificación, identificando la botella y
dejando constancia de haber superado cada una de las pruebas y controles a que ha
sido sometida. En el certificado se indicará que se ha grabado en la botella el
período de vigencia y el punzón —contraseña de la entidad—. En el caso de botellas
de materiales compuestos, la información antedicha se colocará en la etiqueta
indicada en el punto anterior. Este documento, del que se entregará una copia al
titular de la botella, debe guardarse una copia en el centro, como mínimo durante
cinco años a contar desde la fecha de ejecución.

Todas las inspecciones realizadas deberán anotarse en el Libro de Control de


Inspecciones Periódicas.

En caso de que la botella no cumpla con los requisitos necesarios para su


utilización segura, se procederá a su rechazo.

En caso de rechazo, el centro de inspección troquelará, al lado del número de


identificación de la botella, el punzón contraseña de rechazo R. En el caso de las
botellas no metálicas, se colocará una etiqueta legible e indeleble con la marca.

En ambos casos, el centro comunicará al propietario de la botella que proceda a


su inutilización inmediata, debiendo advertirle que antes de iniciar el proceso de
destrucción debe asegurarse que la botella está completamente vacía.

Inspección visual de botellas:

A partir del año siguiente a la realización de la primera prueba de presión


estampada por el fabricante, las botellas deberán someterse anualmente a una
inspección visual, debiendo realizarse las comprobaciones que se indican a
continuación:
a) Identificación de la botella y control de marcas grabadas.
b) Inspección visual exterior.
c) Inspección visual interior.
d) Inspección del cuello de la botella y de la rosca interior.
e) Inspección de la válvula, comprobándose la coincidencia de la rosca de
acoplamiento con la de la botella.

La entidad que realice estas inspecciones dejará constancia de la misma sobre la


botella mediante una etiqueta adhesiva. Todas las inspecciones realizadas deberán
anotarse en el Libro de Control de Inspecciones Visuales.

El centro de recarga, previamente al llenado, deberá realizar las comprobaciones


siguientes:

Identificación de la botella y control de marcas.

a) Comprobación de que se encuentran dentro del período de validez de la


inspección periódica y de la inspección visual.
b) Comprobación del estado externo de la botella y de la válvula.

En el caso de que una botella no cumpla con los requisitos establecidos en la


presente ITC, no se podrá realizar la recarga.

Inspección periódica de los centros de recarga y centros de inspección:

Los centros de recarga de botellas y los centros de inspección, deberán


someterse a una inspección periódica cada cinco años, a partir de la fecha de puesta
en marcha servicio de la instalación, en la que se comprobará que se cumplen las
condiciones reglamentarias de la presente ITC y que no se han modificado las
condiciones de emplazamiento.

La inspección periódica será realizada por un organismo de control.

Además de las inspecciones indicadas en el apartado anterior, el titular del centro


de recarga o de inspección revisará o hará que se revise anualmente por empresa
instaladora habilitada, el correcto funcionamiento de todos los elemento de control y
seguridad de la instalación (válvulas de seguridad, manómetros, presostatos, válvulas
de purga, etc.). Del resultado de las revisiones y comprobaciones se dejará
constancia escrita mediante un informe, que se conservará a disposición de la
autoridad competente durante un período de diez años.

9.6.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario


9.7. RECIPIENTES A PRESIÓN TRANSPORTABLES

9.7.1. Normativa reguladora

La normativa reguladora es el Real Decreto 2060/2008, de 12 de diciembre, por


el que se aprueba el Reglamento de Equipos a Presión y sus instrucciones técnicas
complementarias. La instrucción técnica complementaria que regula estos equipos en
concreto, es la ITC-EP-6 «recipientes a presión transportables».
La presente instrucción técnica complementaria se aplica a las condiciones de
utilización y a los centros de recarga de los recipientes a presión transportables para
usos industriales, alimentarios y medicinales, tales como botellas, botellones,
botellones criogénicos, cilindros o bloques de botellas incluidas sus válvulas y demás
accesorios utilizados para su transporte.

Se exceptúan de la aplicación de lo dispuesto en la presente ITC:

a) Los cartuchos de GLP.


b) Los extintores, que se regirán por el Real Decreto 1942/1993, de 5 de
noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones de Protección
Contra Incendios.
c) Las botellas de equipos respiratorios autónomos incluidas en la ITC- EP-5.

A los efectos de esta ITC, es necesario conocer las siguientes definiciones:

1. «Recipiente a presión transportable», término genérico para designar una


botella, botellón, botellón criogénico, cilindro o un bloque de botellas.
2. «Botella», recipiente a presión transportable con capacidad no superior a 150
litros.
3. «Bidón a presión o botellón», recipiente a presión transportable soldado con
capacidad superior a 150 y menor de 1.000 litros.
4. «Botellón o recipiente criogénico», recipiente a presión transportable aislado
térmicamente para el transporte de gases licuados refrigerados cuya capacidad
no exceda de 1.000 litros.
5. «Cilindro o tubo», recipiente a presión transportable sin soldadura con capacidad
superior a 150 y no superior a 3.000 litros.
6. «Bloque de botellas», conjunto de botellas unidas entre sí, conectadas mediante
una tubería colectora y transportadas como un conjunto indi- sociable, con
capacidad no superior a 3.000 litros, o en caso de gases tóxicos de 1.000 litros.
7. «Centro de recarga de gases», establecimiento que dispone de los medios
adecuados para poder ejercer la actividad de carga de recipientes de gases.
8. «Zona de recarga», espacio donde se realiza la recarga de los recipiente a
presión transportable y donde se encuentra la rampa de carga y los latiguillos de
conexión.
Bloques de botellas

9.7.2. Puesta en servicio de la instalación

Antes de iniciar su actividad, los establecimientos que pretendan realizar la


actividad de recarga de los recipientes a presión transportables incluidos en la
presente instrucción técnica complementaria, deberán presentar ante el órgano
competente de la Comunidad Autónoma en la que radique la instalación, la siguiente
documentación:

a) Proyecto de la instalación firmado por técnico titulado.


b) El certificado de instalación suscrito por el técnico titulado competente de la
empresa instaladora. Este certificado será considerado como de dirección
técnica.
c) Manual de procedimientos de actuación para la recarga de los recipientes.
d) Certificado de inspección emitido por un organismo de control autorizado.
e) Una declaración responsable en la que el titular del centro o el representante
legal del mismo declare que cumple los requisitos que se exigen por esta ITC-
EP-06, que dispone de la documentación que así lo acredita, que se
compromete a mantenerlos durante la vigencia de la actividad y que se
responsabiliza de que la ejecución de los trabajos se efectúa de acuerdo con las
normas y requisitos que se establezcan en esta ITC-EP-06.
Centro de recarga de gases

Los centros de recarga de gases deberán cumplir los siguientes requisitos:

a) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía


equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio con cobertura mínima por accidente de

500.0 euros.

b) Disponer de las declaraciones de conformidad «CE» de cada uno de los equipos


a presión de la instalación.

9.7.3. Mantenimiento de la instalación


En la ITC-EP-6 tampoco se incluye ninguna indicación sobre el mantenimiento de
las instalaciones recogidas en su ámbito de aplicación, por lo que es de aplicación lo
dispuesto en el art. 9 de reglamento, en el que enumeran las obligaciones de los
usuarios, entre las que se incluye realizar el mantenimiento de las instalaciones,
equipos a presión, accesorios de seguridad y dispositivos de control de acuerdo con
las condiciones de operación y las instrucciones del fabricante, debiendo examinarlos
al menos una vez al año; así como utilizar los equipos a presión dentro de los límites
de funcionamiento previstos por el fabricante y retirarlos del servicio si dejan de
disponer de los requisitos de seguridad necesarios.

9.7.4. Inspecciones periódicas oficiales

Los centros de recarga deberán someterse cada cinco años, a partir de la fecha
de puesta en marcha servicio de la instalación, a una inspección periódica en la que
se comprobará que se cumplen las condiciones reglamentarias de la presente ITC y
que no se han modificado las condiciones de emplazamiento.

La inspección periódica será realizada por un organismo de control.

Además de las inspecciones indicadas en el apartado anterior, el titular de la


instalación revisará o hará que se revise anualmente por empresa instaladora
habilitada, el correcto funcionamiento de todos los elementos de control y seguridad
de la instalación (válvulas de seguridad, manómetros, presostatos, reguladores de
presión, etc.). Del resultado de las revisiones y comprobaciones se dejará constancia
escrita mediante un informe, que se conservará a disposición de la autoridad
competente durante un período de diez años.

En cuanto a la inspección periódica de los recipientes a presión transportables


sujetos a lo dispuesta en la presente ITC, se realizarán conforme a lo establecido en
el artículo 5 del Real Decreto 222/2001, de 2 de marzo.

9.7.5. Resumen esquemático de las obligaciones para el empresario

9.8. TUBERÍAS Y CONDUCCIONES


Las tuberías de conexión o conducción de cualquier fluido o sustancia, con todos
sus equipos anejos están incluidas en el ámbito de aplicación del Reglamento de
Equipos a Presión, según su artículo 1.2.

En el anexo I del reglamento, se recoge la necesidad de proyecto para aquellas


tuberías de las categorías II y III de las referidas en el artículo 9 y el anexo II del
Real Decreto 769/1999, de 7 de mayo.

En la Tabla 3 del anexo III del reglamento, se indican las inspecciones periódicas
a deben someterse las tuberías.

9.9. EMPRESAS INSTALADORAS Y/O REPARADORAS


HABILITADAS
Habilitación de empresas instaladoras y/o reparadoras de equipos a presión.

Antes de comenzar sus actividades como empresas instaladoras de equipos a


presión, las personas físicas o jurídicas que deseen establecerse en España
deberán presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que
se establezcan una declaración responsable en la que el titular de la empresa o el
representante legal de la misma declare que cumple los requisitos que se exigen por
el Reglamento de Equipos a Presión y por las correspondientes ITC, que dispone de
la documentación que así lo acredita, que se compromete a mantenerlos durante la
vigencia de la actividad y que se responsabiliza de que la ejecución de las
instalaciones se efectúa de acuerdo con las normas y requisitos que se establezcan
en las respectivas instrucciones técnicas complementarias.

Todo el procedimiento de habilitación como empresa instaladora y/o reparadora,


se recoge en detalle en el Capítulo 1.

Como particularidades de las empresas que deseen habilitarse como empresas


instaladoras y/o reparadoras de equipos a presión, deberán incluir en su declaración
responsable los siguientes datos:

a) Indicación, en su caso, de la disponibilidad de acreditaciones de la empresa


(sistema de calidad, autorizaciones de fabricantes, etc.).
b) Indicación de la marca del punzón o tenaza para el precintado de válvulas de
seguridad.
Las empresas instaladoras y/o reparadoras estarán obligadas a realizar las
instalaciones, reparaciones o inspecciones periódicas de acuerdo con el Reglamento
de Equipos a Presión, emitiendo las correspondientes certificaciones.

Deberán también disponer del correspondiente libro o registro, manual o por


medios electrónicos, en donde se anoten las actuaciones realizadas, indicando al
menos:

Fecha de actuación.
Usuario.
Tipo de actuación.
Identificación o características de equipo o instalación.

Empresas instaladoras

Las empresas instaladoras de equipos a presión se clasificarán en dos


categorías:

Categoría EIP-1: Con capacidad para realizar instalaciones que no requieran


proyecto.

Las empresas instaladoras de la categoría EIP-1 cumplirán lo siguiente:

a) Disponer de la documentación que identifique a la empresa instaladora, que en el


caso de persona jurídica, deberá estar constituida legalmente.
b) Disponer de los medios técnicos necesarios para realizar su actividad en
condiciones de seguridad.
c) Contar con personal contratado que realice su actividad en condiciones de
seguridad. Tanto los responsables de la empresa como el personal en plantilla
que realiza las instalaciones deberán conocer el Reglamento de Equipos a
Presión y sus instrucciones técnicas complementarias.
d) Disponer de las acreditaciones del personal para la realización de uniones
permanentes y de los correspondientes procedimientos de actuación. En caso de
utilizar exclusivamente sistemas de unión no permanentes, en la acreditación de
la empresa deberá figurar esta limitación.
e) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio de al menos 300.000 euros por siniestro.

Categoría EIP-2: Con capacidad para realizar instalaciones con equipos a


presión que requieran proyecto, así como las indicadas para la categoría EIP-1.

Las empresas instaladoras de la categoría EIP-2 cumplirán lo siguiente:


a) Disponer de la documentación que identifique a la empresa instaladora, que en el
caso de persona jurídica, deberá estar constituida legalmente.
b) Disponer de los medios técnicos necesarios para realizar su actividad en
condiciones de seguridad.
c) Contar con personal contratado que realice su actividad en condiciones de
seguridad, con un mínimo de un técnico titulado competente, que será el
responsable técnico. Tanto los responsables de la empresa como el personal en
plantilla que realiza las instalaciones deberán conocer el Reglamento de Equipos
a Presión y sus instrucciones técnicas complementarias.
d) Disponer de las acreditaciones del personal para la realización de uniones
permanentes y de los correspondientes procedimientos de actuación. En caso de
utilizar exclusivamente sistemas de unión no permanentes, en la acreditación de
la empresa deberá figurar esta limitación.
e) Haber suscrito un seguro de responsabilidad civil profesional u otra garantía
equivalente que cubra los daños que puedan provocar en la prestación del
servicio de al menos 600.000 euros por siniestro.

Empresas reparadoras

Las empresas reparadoras deberán cumplir los requisitos establecidos en el


punto 1.9 del anexo I del Reglamento de Equipos a Presión para la categoría EIP-2 y
se identificarán con las siglas ERP-2.

No obstante lo anterior, para los equipos a presión de hasta categoría I del Real
Decreto 769/1999, de 7 de mayo, o asimilados a dicha categoría de acuerdo con el
artículo 3.2 o la disposición adicional primera, las empresas reparadoras deberán
cumplir los requisitos establecidos para las empresas instaladoras de la categoría
EIP-1. Estas empresas se identificarán con las siglas ERP-1.
CAPÍTULO 10.
INSTALACIONES DE PROTECCIÓN CONTRA
INCENDIOS
10.1. INTRODUCCIÓN
Un incendio es un suceso peligroso que puede producirse en cualquier ámbito:
empresa, industria, hogar, y en todos ellos debería disponerse de medidas de
prevención y control, pero, en el caso de las empresas es, además, obligatorio por
normativa legal: los trabajadores están expuestos a los riesgos derivados de un
posible incendio y deben ser protegidos. Los factores de riesgo de incendio en
empresas o industrias están asociados a distintas causas, que van desde una
manipulación inadecuada de máquinas, materiales, sustancias o productos, hasta
factores de tipo técnico, referidos a instalaciones eléctricas defectuosas,
mantenimientos no realizados, etc.

Existen estadísticas que afirman que el 90% de los incendios industriales son
causados por 11 fuentes de ignición:

Incendios eléctricos, 19%


Roces y fricciones, 14%
Fumar, uso de fósforos, 8%
Ignición espontánea, 7%
Superficies calientes, 7%
Chispas de combustión, 6%
Llamas abiertas, 5%
Soldadura y corte, 4%
Materiales recalentados, 3%
Electricidad estática, 2%

La prevención y control de los incendios empieza en la propia fase de diseño de


las empresas, en la que se deben tener en cuenta los requisitos legales exigidos a
las instalaciones para prevenir la aparición de incendios y para conseguir su extinción
rápida y eficaz, en caso de que se produzcan, y continúa con un adecuado
mantenimiento de dichas instalaciones, que deben someterse a una serie de
revisiones y controles periódicos establecidos en la normativa legal, todo ello sin
perjuicio de lo dispuesto en la Legislación sobre Prevención de Riesgos Laborales y
otras normas específicas del ámbito industrial, en relación con las medidas de
emergencia y planes de autoprotección.

En este capítulo vamos a desarrollar la normativa de seguridad industrial que


regula la seguridad contra incendios en los establecimientos industriales
(principalmente el Real Decreto 2267/2004), así como aquella que regula la
seguridad en otros ámbitos de trabajo que no son el industrial (Real Decreto
314/2006, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación).

10.2. NORMATIVA REGULADORA


La normativa legal nacional que regula las instalaciones de protección contra
incendios es, principalmente, la siguiente:

Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, por el que se aprueba el


Reglamento de Instalaciones Protección Contra Incendios.
Orden de 16 de abril de 1998, sobre Normas de procedimiento y desarrollo del
Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, por el que se aprueba el
Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios y se revisa el
anexo I y los apéndices del mismo.
Real Decreto 2267/2004, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el
Reglamento de Protección Contra Incendios en los establecimientos industriales.
Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código
Técnico de la Edificación.
Orden de 10 de marzo de 1998, por la que se modifica la Instrucción Técnica
Complementaria MIE-AP-5 del Reglamento de Aparatos a Presión sobre
extintores de incendios.

10.3. PUESTA EN SERVICIO DE INSTALACIONES DE


PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS
En la puesta en servicio de instalaciones de protección contra incendios vamos a
contemplar dos supuestos que podemos encontrar dentro del ámbito laboral, objeto
del presente libro:

Establecimientos de uso industrial


Establecimientos de uso no industrial

10.3.1. Establecimientos de uso industrial

Se entenderán como tales, según el artículo 2 del RD 2267/2004:

a) Las industrias, tal como se definen en el artículo 3.1 de La Ley 21/1992, de


Industria, es decir, los establecimientos dedicados a actividades “dirigidas a la
obtención, reparación, mantenimiento, transformación o reutilización de productos
industriales, el envasado y embalaje, así como el aprovechamiento, recuperación
y eliminación de residuos o subproductos, cualquiera que sea la naturaleza de los
recursos y procesos técnicos utilizados”.

b) Los almacenamientos industriales, y también los que no sean industriales cuando


su carga de fuego total, calculada según el anexo I, sea igual o superior a tres
millones de Megajulios (MJ).
c) Los talleres de reparación y los estacionamientos de vehículos destinados al
servicio de transporte de personas y transporte de mercancías.

d) Los servicios auxiliares o complementarios de las actividades comprendidas en


los párrafos anteriores.
e) Industrias existentes antes de la entrada en vigor del RD 2204/2004, cuando su
nivel de riesgo intrínseco, su situación o sus características impliquen un riesgo
grave para las personas, los bienes o el entorno, y así se determine por la
Administración autonómica competente.

No se considerarán como establecimientos industriales regulados por el RD


2267/2004:

Las actividades en establecimientos o instalaciones nucleares, radiactivas, de


extracción de minerales, actividades agropecuarias y las instalaciones para usos
militares.
Las actividades industriales, talleres artesanales y similares cuya densidad de
carga de fuego, calculada de acuerdo con el anexo I del Real Decreto, no
supere 10 Mcal/m2 (42 MJ/m2), siempre que su superficie útil sea inferior o igual
a 60 m2, excepto en lo recogido en los apartados 8 y 16 del anexo III.

a) Proyectos de construcción e implantación

Los establecimientos industriales de nueva construcción y los que cambien o


modifiquen su actividad, se trasladen, se amplíen o se reformen, en la parte
afectada por la ampliación o reforma requerirán la presentación de un proyecto,
firmado por técnico titulado competente, ante los servicios en materia de
industria de la Comunidad Autónoma, que podrá estar integrado en el proyecto
general de obra, o ser específico; y que deberá contener la documentación
necesaria que justifique el cumplimiento de este reglamento (art. 4 del RD), que
supone cumplir asimismo con lo exigido por el Real Decreto 1942/1993, de 5 de
noviembre, y la orden de 16 de abril de 1998 que lo desarrolla.

Se podrá sustituir el proyecto por una memoria técnica, firmada también por
técnico competente, en los siguientes casos:

Establecimientos industriales de riesgo intrínseco bajo y superficie útil inferior a


250 m2.
Actividades industriales, talleres artesanales y similares con carga de fuego igual
o inferior a 10 Mcal/m2 (42 MJ/m2) y superficie útil igual o inferior a 60 m2.
Reformas que, según lo recogido en la disposición transitoria única, no requieren
la aplicación del RD.

b) Puesta en marcha del establecimiento industrial

El titular de la instalación deberá presentar, ante el órgano competente de la


Comunidad Autónoma en materia de industria, un certificado, emitido por un
técnico titulado competente, en el que se ponga de manifiesto la adecuación de
las instalaciones al proyecto y el cumplimiento de las condiciones técnicas y
prescripciones reglamentarias que correspondan, para registrar la referida
instalación.

En dicho certificado deberá figurar el nivel de riesgo intrínseco del establecimiento


industrial, el número de sectores, y el riesgo intrínseco de cada uno de ellos, así
como las características constructivas que justifiquen el cumplimiento de lo dispuesto
en el anexo II del Real Decreto 2267/2004. Además, presentará un certificado de
la/s empresa/s ins- taladora/s habilitada/s, firmado por el técnico/s titulado/s
competente, de que todos los aparatos, equipos, sistemas y componentes de las
instalaciones de protección contra incendios, así como el diseño, ejecución y puesta
en funcionamiento de dichas instalaciones cumplen lo preceptuado en el Reglamento
de Instalaciones de Protección Contra Incendios (Real Decreto 1942/1993, de 5 de
noviembre), y en la Orden de 16 de abril de 1998 que lo desarrolla.
Una vez presentados ambos certificados el establecimiento industrial podrá
ponerse en funcionamiento (NÓTESE EN ESTE CASO QUE EL CUMPLIMIENTO DE
LA NORMATIVA DE SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS-RD 2267/2004-
CONDICIONA LA PUESTA EN MARCHA, NO SOLO DE LA PROPIA INSTALACIÓN
CONTRA INCENDIOS, SINO DE TODO EL ESTABLECIMIENTO INDUSTRIAL).

10.3.2. Establecimientos de uso NO industrial

Se entenderán como tales todos los establecimientos no incluidos en la definición


de establecimiento industrial que hemos recogido en el apartado anterior, y a los
mismos se aplicará lo dispuesto en el Real Decreto 314/2006, que aprueba el Código
Técnico de la Edificación (CTE), en lugar de lo indicado en el Real Decreto
2267/2004.

Es preciso destacar que, además del supuesto general, pueden darse DOS
casos particulares:

a) Establecimiento industrial, de un solo titular, en el que coexistan con la zona


dedicada a uso industrial otras dedicadas a otros usos para los que sea de
aplicación el Código Técnico de Edificación Seguridad en caso de incendio
(CTE-SI), o una normativa equivalente. Los requisitos que deben satisfacer
las zonas de uso no industrial serán los exigidos por dicho CTE-SI o
normativa equivalente, cuando se superen los límites indicados a continuación:

Zona comercial: superficie construida superior a 250 m2.


Zona administrativa: superficie construida superior a 250 m2.
Salas de reuniones, conferencias, proyecciones: capacidad superior a 100
personas sentadas.
Archivos: superficie construida superior a 250 m2 o volumen superior a 750 m3.
Bar, cafetería, comedor de personal y cocina: superficie construida superior a
150 m2 o capacidad para servir a más de 100 comensales simultáneamente.
Biblioteca: superficie construida superior a 250 m2.
Zonas de alojamiento de personal: capacidad superior a 15 camas.

Estas zonas deberán, además, constituir un sector de incendios


independiente, es decir, al que se acceda desde el espacio exterior seguro, o a
través de un vestíbulo independiente.

En el caso de no superarse los límites anteriores, hay que entender, de lo dicho


por la normativa, que estas zonas se consideraran como zona industrial y, por
tanto, no se establecerán distinciones, aplicándose en todo el establecimiento el
RD 2267/2004.

b) Edificio compartido por más de un titular, en el que unos sean propietarios de


zonas con uso industrial, y otros sean propietarios de zonas dedicadas a otros
usos. En estas últimas serán requisitos exigidos por el CTE-SI o normativa
equivalente.

Por último, indicar que el CTE será de aplicación a:

Las obras de edificación de nueva construcción, públicas y privadas, cuyos


proyectos precisen disponer de la correspondiente licencia o autorización
legalmente exigible, excepto a aquellas construcciones de sencillez técnica y
escasa entidad constructiva, que, de forma eventual o permanente, no tengan
carácter residencial o público, y que se desarrollen en una sola planta y no
afecten a la seguridad de las personas.
Intervenciones en los edificios existentes.

A) Proyectos de construcción

Una vez definido lo que se considera edificio, establecimiento, o zona de uso NO


industrial, hay que señalar que, como norma general, la construcción de cualquiera
de ellos, ya sea obra nueva (pública o privada), o intervenciones en edificios
existentes, requerirá la presentación de un proyecto, redactado por técnico
competente, con el contenido establecido por el anexo I del Código Técnico de la
Edificación (CTE). El proyecto recogerá, entre otras, las exigencias básicas de
seguridad en caso de incendio (SI) establecidas por el artículo 11 del CTI, y su
correlativo Documento Básico DB-SI. El proyecto podrá sustituirse por una
memoria técnica (art. 2 del CTI), cuando se trate de intervenciones en edificios ya
existentes. Esta memoria también deberá recoger las exigencias básicas de
seguridad en caso de incendio del CTI.

Solo se señala una excepción a la aplicación del CTI, y es en aquellas


construcciones de sencillez técnica y escasa entidad constructiva, que no tengan
carácter residencial o público, se desarrollen en una sola planta y no afecten a la
seguridad de las personas (art. 2 del CTI).

B) Puesta en servicio del establecimiento NO industrial

El técnico facultativo, director de la ejecución de la obra, deberá emitir, a la


finalización de la misma, un certificado de final de obra en el que certifique, entre
otras cosas, que la edificación ha sido realizada de conformidad con el proyecto
objeto de licencia y la documentación técnica que lo complementa, hallándose la
misma dispuesta para su adecuada utilización con arreglo a las instrucciones de uso
y mantenimiento. Esto supone, lógicamente, que con este certificado el Director de la
ejecución de la obra está certificando también, aunque no lo señale de modo
explícito, que la misma cumple con los requisitos exigidos por el Código Técnico de
la Edificación, requisitos de seguridad contra incendios (CTE-SI). Este certificado
quedará en poder del titular.

Asimismo, el titular del edificio, establecimiento o zona de uso NO industrial


deberá presentar ante el órgano competente de industria de la Comunidad
Autónoma, un certificado de la/s empresa/s instaladora/s habilitada/s, firmado por el
técnico/s titulado/s competente, de que todos los aparatos, equipos, sistemas y
componentes de las instalaciones de protección contra incendios, así como el diseño,
ejecución y puesta en funcionamiento de las propias instalaciones, cumplen con lo
preceptuado en el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios
(Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre), y en la Orden de 16 de abril de 1998
que lo desarrolla.

10.4. MANTENIMIENTO DE LA INSTALACIÓN:


REVISIONES PERIÓDICAS
El artículo 19 del Real 1942/1993 dispone que los aparatos, equipos y sistemas
(y sus componentes) de protección contra incendios, se someterán a diversas
revisiones de conservación, las cuales podrán ser realizadas, según los casos, por
personal propio del usuario o titular de la instalación, por el fabricante, o por una
empresa instaladora o mantenedora. A continuación recogemos en dos tablas
(establecidas por el apéndice II del citado RD) los distintos tipos de revisiones y
quienes pueden realizarlas:

A) Operaciones de mantenimiento a realizar por personal propio o por


empresa mantenedora

B) Operaciones a realizar por el fabricante, empresa instaladora y/o


mantenedora autorizada, o el propio usuario o titular si ha adquirido la
condición de mantenedor
Las actas de estas revisiones, firmadas por el técnico que ha procedido a las
mismas, deberán estar a disposición de los servicios competentes en materia de
industria de la Comunidad Autónoma al menos durante cinco años.

En todos los casos, tanto el mantenedor como el usuario o titular de la


instalación, conservarán constancia documental del cumplimiento del programa de
mantenimiento preventivo, indicando, como mínimo: las operaciones efectuadas, el
resultado de las verificaciones y pruebas y las sustituciones de elementos
defectuosos que se hayan realizado.

10.5. RESUMEN ESQUEMÁTICO DE LAS


OBLIGACIONES PARA EL EMPRESARIO

10.6. EMPRESAS INSTALADORAS Y/O


MANTENEDORAS HABILITADAS
El artículo 10 del Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, establece, como
ya hemos visto, que la instalación de aparatos, equipos y sistemas (y sus
componentes) empleados en la protección contra incendios deberá ser realizada, con
excepción de los extintores portátiles, por empresas instaladoras debidamente
habilitadas.

Asimismo, el artículo 13 del citado Real Decreto dispone que el mantenimiento y


reparación de los citados aparatos, equipos y sistemas (y sus componentes), debe
ser realizado por empresas mantenedoras debidamente habilitadas.

10.6.1. Habilitación de empresas instaladoras y de empresas


mantenedoras

El procedimiento establecido por el Real Decreto 1942/1993 para la habilitación


de dichas empresas es el común que hemos visto en el apartado 1.7 del Capítulo 1,
con las siguientes particularidades:

El reglamento de aplicación que corresponde en este caso, y al que se deberá


hacer referencia en la Declaración Responsable del titular o del representante
legal de la empresa es el aprobado por el citado Real Decreto 1942/1993, sus
apéndices y sus órdenes de desarrollo (no existen en este caso ITC
complementarias).
La Declaración Responsable deberá incluir la relación de aparatos, equipos y
sistemas de protección contra incendios para cuya instalación o mantenimiento
está habilitada la empresa.
Las empresas instaladoras y las empresas mantenedoras deberán disponer de
la documentación, medios técnicos, medios humanos y seguro de
Responsabilidad Civil indicados en el Capítulo 1.

10.6.2. Obligaciones de las empresas instaladoras y/o


mantenedoras

El artículo 12 del Real Decreto 1942/1993 dispone que las empresas instaladoras
tendrán las obligaciones derivadas del cumplimiento de las prescripciones
establecidas en el apéndice 1 de este reglamento, relacionadas con la instalación y
montaje de equipos, aparatos y sistemas de protección contra incendios,
absteniéndose de instalar equipos, aparatos u otros componentes de los sistemas de
protección contra incendios que no cumplan las disposiciones vigentes que le son
aplicables. En estos casos deberán poner los hechos en conocimiento del comprador
o usuario de los mismos, y no reanudarán los trabajos hasta que no sean corregidas
las deficiencias advertidas.

Una vez concluida la instalación, la empresa instaladora facilitará al comprador o


usuario de la misma la documentación técnica e instrucciones de mantenimiento
peculiares de la instalación, necesarias para su buen uso y conservación.

Por su parte, el artículo 15 del Real Decreto 1942/1993 establece, por último,
que las empresas mantenedoras adquirirán las siguientes obligaciones en relación
con los aparatos, equipos o sistemas cuyo mantenimiento o reparación les sea
encomendado:

a) Revisar, mantener y comprobar los aparatos, equipos o instalaciones de acuerdo


con los plazos reglamentarios, utilizando recambios y piezas originales.
b) Facilitar personal competente y suficiente cuando sea requerido para corregir las
deficiencias o averías que se produzcan en los aparatos, equipos o sistemas
cuyo mantenimiento tiene encomendado.
c) Informar por escrito al titular de los aparatos, equipos o sistemas que no
ofrezcan garantía de correcto funcionamiento, presenten deficiencias que no
puedan ser corregidas durante el mantenimiento o no cumplan las disposiciones
vigentes que les sean aplicables. Dicho informe será razonado técnicamente.
d) Conservar la documentación justificativa de las operaciones de mantenimiento
que realicen, sus fechas de ejecución, resultados e incidencias, elementos
sustituidos y cuanto se considere digno de mención para conocer el estado de
operatividad del aparato, equipo o sistema cuya conservación se realice. Una
copia de dicha documentación se entregará al titular de los aparatos, equipos o
sistemas.
e) Comunicar al titular de los aparatos, equipos o sistemas, las fechas en que
corresponde efectuar las operaciones de mantenimiento periódicas.

10.6.3. Habilitación de usuarios como empresas mantenedoras

El artículo 16 del Real Decreto 1942/1993 dispone que el usuario de aparatos,


equipos o sistemas, que disponga de medios técnicos y humanos suficientes para
efectuar el correcto mantenimiento de sus instalaciones de protección contra
incendios podrá adquirir la condición de mantenedor de las mismas presentando la
declaración responsable ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma.
BIBLIOGRAFÍA.
REPERTORIO LEGISLATIVO EN MATERIA DE
SEGURIDAD INDUSTRIAL
Capítulo 1.
La Reglamentación de Seguridad Industrial: Origen y Situación Actual

1. Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria.


2. RD 2200/1995, de 28 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de la
Infraestructura para la Calidad y la Seguridad Industrial.
3. El Reglamento (CE) no 765/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo de 9 de
julio de 2008, por el que se establecen los requisitos de acreditación y vigilancia
del mercado relativos a la comercialización de los productos y por el que se
deroga el Reglamento (CEE) no 339/93.
4. La Decisión no 768/2008/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 9 de julio
de 2008, sobre un marco común para la comercialización de los productos.

Capítulo 2.
Instalaciones Eléctricas

1. Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento


Electrotécnico para Baja Tensión y sus Instrucciones Técnicas Complementarias
(ITC) BT-01 a BT-51.
2. Real Decreto 337/2014, de 9 de mayo, por el que se aprueban el Reglamento
sobre Condiciones Técnicas y Garantías de Seguridad en Instalaciones
Eléctricas de Alta Tensión y sus Instrucciones Técnicas Complementarias IT-
CRAT-01 a 23.
3. Real Decreto 223/2008, de 15 de febrero, por el que se aprueban el
Reglamento sobre Condiciones Técnicas y Garantías de Seguridad en Líneas
Eléctricas de Alta Tensión y sus Instrucciones Técnicas Complementarias ITC-
LAT-01 a 09.
4. Real Decreto 1890/2008, de 14 de noviembre, por el que se aprueba el
Reglamento de Eficiencia Energética en Instalaciones de Alumbrado exterior y
sus Instrucciones Técnicas Complementarias EA-01 a EA-07.

Capítulo 3.
Aparatos Elevadores

1. Real Decreto 2291/1985, de 8 de noviembre, por el que se aprueba el


Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención de los mismos y Real
Decreto 88/2013, de 8 de febrero, por el que se aprueba la Instrucción Técnica
Complementaria (ITC) AEM 1 “Ascensores”.

Capítulo 4.
Productos Químicos Peligrosos y Residuos Peligrosos

1. Real Decreto 379/2001, de 6 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de


Almacenamiento de Productos Químicos y sus instrucciones técnicas
complementarias.
2. Real Decreto 105/2010, de 5 de febrero, por el que se modifican determinados
aspectos de la regulación de los almacenamientos de productos químicos y se
aprueba la instrucción técnica complementaria MIE-APQ-9 “Almacenamiento de
peróxidos orgánicos”.
3. Real Decreto 363/1995, de 10 de marzo, por el que se regula la Notificación de
Sustancias Nuevas y Clasificación, Envasado y Etiquetado de Sustancias
Peligrosas y modificaciones posteriores (OM PRE/2317/2002, de 16 de
septiembre; el Real Decreto 99/2003, de 24 de enero; el RD 255/2003, de 28
de febrero; el RD 1802/2008, de 3 de noviembre; la Ley 8/2010, de 31 de marzo
y el RD 717/2010, de 28 de mayo).
4. Real Decreto 255/2003, de 28 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento
sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos y
modificaciones posteriores (OM PRE/164/2007, de 29 de enero; el Real Decreto
1802/2008, de 3 de noviembre; la Ley 8/2010, de 31 de marzo; el Real Decreto
717/2010, de 28 de mayo, y la Orden PRE/2056/2013, de 7 de noviembre).
5. Reglamento (CE) No 1272/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de
diciembre de 2008 sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y
mezclas, y por el que se modifican y derogan lasDirectivas 67/548/CEE y
1999/45/CE y se modifica el Reglamento (CE) no 1907/2006.
6. Real Decreto 2016/2004, de 11 de octubre, por el que se aprueba la Instrucción
Técnica Complementaria MIE-APQ-8 de Almacenamiento de fertilizantes a base
de nitrato amónico con alto contenido en nitrógeno.
7. Real Decreto 1254/1999, de 16 de julio, por el que se aprueban las medidas de
control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan
sustancias peligrosas, según última redacción dada por el Real Decreto
948/2005, de 29 de julio.
8. Real Decreto 1196/2003, de 19 de septiembre, por el que se aprueba la
Directriz básica de protección civil para el control y planificación ante el riesgo de
accidentes graves en los que intervienen sustancias peligrosas.

Capítulo 5.
Instalaciones Petrolíferas

1. Real Decreto 2085/1994, de 20 de octubre, por el que se aprueba el


Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, y sus Instrucciones Técnica
Complementarias MI-IP-01 «refinerías» y MI-IP-02 «Parques de
almacenamiento de líquidos petrolíferos».
2. Real Decreto 1427/1997, de 15 de septiembre, por el que se aprueba la
Instrucción Técnica Complementaria MI-IP-03 «Instalaciones de almacenamiento
para su consumo en la propia instalación».
3. Real Decreto 2201/1995, de 28 de diciembre, por el que se aprueba la
Instrucción Técnica Complementaria MI-IP-04 «Instalaciones para suministro a
vehículos».
4. Real Decreto 365/2005, de 8 de abril, por el que se aprueba la Instrucción
Técnica Complementaria MI-IP-05 «Instaladores o reparadores y empresas
instaladoras o reparadoras de productos petrolíferos líquidos».

Capítulo 6.
Combustibles Gaseosos

1. Real Decreto 919/2006, de 28 de julio, por el que se aprueba el Reglamento


Técnico de Distribución y Utilización de Combustibles Gaseosos y sus
instrucciones técnicas complementarias.
2. Ley 34/1998, de 7 de octubre, del sector de hidrocarburos.
3. Ley 21/1992, de 16 de julio, de industria.
4. Real Decreto-ley 6/2000, de 23 de junio, de Medidas Urgentes de Intensificación
de la Competencia en Mercados de Bienes y Servicios.

Capítulo 7.
Instalaciones de Calefacción, Climatización y Agua Caliente Sanitaria

1. Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de


Instalaciones Térmicas en los Edificios.

Capítulo 8.
Instalaciones Frigoríficas

1. Real Decreto 138/2011, de 4 de febrero, por el que se aprueban el Reglamento


de Seguridad para InstalacionesFrigoríficas y sus instrucciones técnicas
complementarias.
2. Real Decreto 560/2010, de 7 de mayo, por el que se modifican diversas normas
reglamentarias en materia de seguridad industrial para adecuarlas a la Ley
17/2009, de 23 de noviembre, sobre el libre acceso a las actividades de
servicios y su ejercicio, y a la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de modificación
de diversas leyes para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a las
actividades de servicios y su ejercicio.

Capítulo 9.
Equipos a Presión

1. Real Decreto 2060/2008, de 12 de diciembre, por el que se aprueba el


Reglamento de Equipos a Presión y sus Instrucciones Técnicas
Complementarias ITC-EP-1 «Calderas», ITC-EP-2 «Centrales generadoras de
energía eléctrica», ITC-EP-3 «Refinerías y plantas petroquímicas», ITC-EP-4
«Depósitos criogénicos», ITC-EP-5 «Botellas de equipos respiratorios
autónomos» y la ITC-EP-6 «Recipientes a presión transportables».
2. Real Decreto 222/2001, de 2 de marzo, por el que se dictan las disposiciones
de aplicación de la Directiva 1999/36/CE, del Consejo, de 29 de abril, relativa a
equipos a presión transportables.
3. Real Decreto 769/1999, de 7 de mayo, por el que se dictan las disposiciones de
aplicación de la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo, 97/23/CE,
relativa a los equipos de presión y se modifica el Real Decreto 1244/1979, de 4
de abril, que aprobó el Reglamento de Aparatos a Presión.

Capítulo 10.
Instalaciones de Protección Contra Incendios

1. Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, por el que se aprueba el


Reglamento de Instalaciones Protección Contra Incendios.
2. Orden de 16 de abril de 1998, sobre Normas de procedimiento y desarrollo del
Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, por el que se aprueba el
Reglamento de Instalaciones Protección Contra Incendios y se revisa el anexo I
y los apéndices del mismo.
3. Real Decreto 2267/2004, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el
Reglamento de Protección Contra Incendios en los Establecimientos Industriales.
4. Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código
Técnico de la Edificación.
5. Orden de 10 de marzo de 1998, por la que se modifica la Instrucción Técnica
Complementaria MIE-AP-5 del Reglamento de Aparatos a Presión sobre
extintores de incendios.1.Tanques de capacidad no superior a 10 m3 cada cinco
años, coincidiendo con la prueba periódica.

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