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REPÚBLICA DEL ECUADOR

INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS NACIONALES


LA UNIVERSIDAD DE POSGRADO DEL ESTADO

Maestría en Relaciones Internacionales y Diplomacia


con mención en Política Exterior

TÍTULO:

La transversalización del género en la política exterior de Ecuador para combatir el cambio


climático global: Caso FORECCSA implementado por el Ministerio del Ambiente 2012-
2016 en el cantón Saraguro de la provincia de Loja.

Autor: Silvia Raquel Veintimilla Quezada

Directora: Dra. Roxana Arroyo

Quito, julio 2017


PLAN DE TITULACIÓN

1. Definición del Objetivo


1.1.TÍTULO PRELIMINAR:

La transversalización del género en la política exterior de Ecuador para combatir el cambio


climático mundial: Análisis del proyecto FORECCSA1 implementado por el Ministerio del
Ambiente.

1.2. SELECCIÓN DEL TEMA: Cambio Climático, Relaciones de Género y Política


Exterior

Desde fines de la década de los setenta los debates de calentamiento global pusieron en la
palestra mundial la necesidad de que los países asumieran compromisos y responsabilidades
frente a las consecuencias del cambio climático ocasionado por la actividad humana. Se
buscó consensuar la voluntad política para evitar escenarios catastróficos como el aumento
del nivel del mar, la desaparición de islas, la generación de migrantes climáticos, la
desaparición de especies de fauna y flora, fenómenos que cuarenta años más tarde, se
constituyen en una problemática actual y cotidiana.

Aún a pesar de ser testigos de las graves consecuencias de la degradación ambiental, la


agenda sobre cambio climático y calentamiento global es una agenda en disputa, y la
comunidad internacional observa como varios países, entre ellos Estados Unidos (El segundo
país con mayor emisión de dióxido de carbono per cápita2 en el mundo después de China) se
resiste a tomar medidas o a asumir responsabilidades frente a acuerdos mundiales, que
beneficien la reducción del CO2 en la atmósfera. En el caso del Ecuador, la Constitución de la
República del 2008 marcó las pautas en las cuales se desenvuelve el ordenamiento jurídico
nacional en todos los niveles de administración, por lo tanto al haberle reconocido derechos
de la naturaleza, obliga a las distintas instituciones y funciones del Estado a desarrollar
políticas públicas, programas, proyectos e iniciativas acordes al cumplimiento de la

1
Fortalecimiento de la Resiliencia de las Comunidades frente a los Efectos Adversos del Cambio Climático con énfasis en Seguridad
Alimentaria
2
World Development Indicators: Energy dependency, efficiency and carbon dioxide emissions. Recuperado de:
http://wdi.worldbank.org/table/3.8#

2
disposición constitucional, con el fin de aportar a la adaptación, mitigación y resiliencia de la
población, comunidades y ciudadanía ante el calentamiento global y el cambio climático.
Sin embargo, es importante que estas discusiones no queden en un modelo descriptivo o de
análisis tradicional, para lo cual es necesario estudiar el sistema patriarcal como “aquel
sistema que estructura la parte masculina de la sociedad como un grupo superior al que forma
la parte femenina, y dota al primero de autoridad sobre el segundo” (McDowell, 2009:17),
para entender cómo relaciona su fundamentación a la naturalización de la devastación del
medio ambiente, concatenándose a las premisas de un mundo capitalista. Zaffaroni (2009)
afirmó que el patriarcado al ser el poder de lo masculino, se ejerce de forma vertical y
autoritaria, poder que actualmente se ejerce desde el Estado y por medio de sus agencias.
Bajo esta perspectiva, ¿Hasta qué medida el juego de intereses puede ceder espacio para
propender una igualdad real en todos los niveles sociales? Desde hace más de treinta años las
discusiones de género, que habían sido relegadas históricamente a causa de la construcción
binaria (hombre – mujer, femenino – masculino) y jerárquica, que crea a una mujer inferior al
hombre, han ido transformando la discursiva mundial en todo los ámbitos del ejercicio
colectivo e individual, por lo tanto su papel es de transversalización en la discusión del
cambio climático y cobra aún más relevancia en tanto los efectos del cambio climático siguen
impactando en mayor proporción a las mujeres. Así lo afirmó Phumzile Mlambo-Hgcuka la
directora ejecutiva del organismo de Naciones Unidas dedicado a la igualdad de género y el
empoderamiento de las mujeres, en la víspera de la Cumbre del Clima en 2014: "Las mujeres
están en la primera línea, se llevan lo peor del cambio climático". Se necesita reconocer las
inequidades de género existentes y la manera en que el cambio climático podría exacerbarlas.
De la misma manera que se requiere un entendimiento de cómo estas inequidades pueden a
su vez intensificar los efectos del cambio climático.

En este sentido el Ecuador ha asumido comprometidamente la responsabilidad de cumplir


con el marco normativo internacional y nacional y junto con el Programa Mundial de
Alimentos, Ministerio del Ambiente, impulsan la creación del proyecto de Fortalecimiento de
la Resiliencia de las Comunidades frente a los Efectos Adversos del Cambio Climático con
énfasis en Seguridad Alimentaria (FORECCSA). Este proyecto busca “fortalecer la
resiliencia de 15.000 familias expuestas a efectos adversos del cambio climático con enfoque
de seguridad alimentaria y género” (Subsecretaría del Cambio Climático, 2017) y promover
la adaptación al cambio climático en la cuenca del Río Jubones y cantones priorizados de la
provincia de Pichincha. Si bien la mitigación del cambio climático debe desempeñar un papel
3
fundamental en las estrategias para combatir el cambio climático en la región, no se puede
pasar o alto la necesidad imperiosa de fortalecer las medidas de adaptación a fin de que sea
más resilientes y menos vulnerable. La participación de las mujeres en los procesos de
consulta y toma de decisiones es esencial para la generación de estrategias de adaptación y
mitigación.

1.3. Justificación y pertinencia

La conducta social, política, económica y cultural de Latinoamérica, desde el proceso de


colonización, ha estado históricamente sujeta a interpretaciones teóricas euro y
antropocentristas, que reflejan la estructura económica e ideológica dependiente de los
poderes capitalistas dominantes, fenómeno de dependencia que se desarrolló en la teoría de
los sistemas mundiales. Esto ha significado asumir consecuencias que han influido en el
paulatino deterioro del medio ambiente y que además han ahondado en las brechas de las
relaciones de poder y relaciones de género (Puleo 2002) (Leff 2004) (Shiva 2004)
(MacDowell 2009) (Pateman 2009) (Facio 2009) (Puleo 2011). Es por ello que se vuelve
indispensable discutir el papel de la globalización capitalista influenciando el compromiso
social e individual de los ciudadanos mundo, desarraigados de intereses colectivos. Bajo esta
perspectiva se han planteado nuevas alternativas de desarrollo que proponen discursos
holísticos, que abarcan factores que las teorías clásicas o tradicionales no han incluido. En
este marco, incluir el estudio de las relaciones de género es imprescindible para entender el
papel del Estado como ente responsable de la toma de decisiones. Incluir los principios de
igualdad de género y desarrollo participativo, significa una posible puerta a la materialización
de los vínculos de la humanidad con la naturaleza para contrarrestar el pensamiento
dicotómico del patriarcado, el individualismo, consumismo irresponsable, violación de
derechos humanos, superación de desigualdades y mercantilización de la naturaleza, razón
por la cual la perspectiva de género es imprescindible en el debate para desarrollar la
capacidad de develar las relaciones de poder que están detrás de los discursos (Ávila,
2009:xxi).

De igual forma, el direccionamiento de las relaciones internacionales a través de la toma de


decisiones en la Política Exterior han mantenido caminos tradicionales, en donde la visión
feminista ha jugado un papel preponderante para criticar la separación y oposición entre los
ámbitos público y privado, aunque existan otras posiciones que consideran que el problema
4
fundamental nace más bien desde la estructura social. En este sentido la contribución de
nueva información descriptiva y analítica, recogida a través de los métodos y técnicas acordes
a la metodología cualitativa, permite al hacedor de política pública y política exterior
diferenciar, resaltar y utilizar de forma adecuada los elementos transversales de este trabajo,
con el fin de desenvolver las conductas, decisiones y patrones socio culturales que se ocultan
bajo comportamientos y practicas naturalizadas que son repetitivas en la comunidad
internacional.

Las mujeres al constituirse en la mitad de la población mundial se transforman en un agente


político fundamental en el debate y su participación como actores sociales debe ser
visibilizado y potencializado. Por estos motivos, en el año 2013 se desarrolló la estrategia de
transversalización del enfoque de género para el Proyecto FORECCSA que guía sus acciones
y se encuentra vinculada a sus componentes y objetivos. Fue completado por diferentes
estudios de caso y se espera que sirva como base para promover la igualdad de género en las
medidas de adaptación al cambio climático con enfoque de seguridad alimentaria. El
Proyecto FORECCSA tiene como agencia multilateral de implementación al Programa
Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) en cooperación con ONU Mujeres, y
como entidad ejecutora nacional al Ministerio de Ambiente (MAE) en coordinación con el
Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP); y como socios
ejecutores locales al Consorcio Público de la Cuenca del Río Jubones (CCRJ) y al Gobierno
Autónomo Descentralizado de la Provincia de Pichincha (GAD PP). El MAE, el MAGAP y
el PMA forman parte del Comité Directivo Nacional (CDN) del Proyecto FORECCSA y
todas las instituciones además de la Gerencia Nacional del Proyecto conforman el Comité
Técnico del Proyecto FORECCSA (ONU Mujeres, 2015: 2).

1.4 Planteamiento del problema

La asignación a la mujer de un lugar concreto es un aspecto esencial del pensamiento


moderno asumido bajo premisas históricas, representado en la estructura social patriarcal y
“dicotomía entre lo público y lo privado que oculta la sujeción de las mujeres a los hombres
dentro de un orden aparentemente universal” (Pateman, 2009: 40) y de los temas que deben
estudiarse de tales divisiones. Las características y “los atributos asociados a la mujer y a lo
femenino se consideran “naturales” y por tanto no necesitan de explicación y no son
adecuadas para el análisis académico serio” (McDowell, 2009: 13). Es por lo tanto,
5
indispensable reconocer cómo el sistema en el que nos desenvolvemos somete y domina a la
a la mujer y por ende a la naturaleza en todos sus niveles como consecuencia del sistema
patriarcal de relaciones de género, que asigna a las mujeres una estrecha vinculación con la
naturaleza (Sánchez Maldonado, 2012:13). Sumado a ello la construcción de paradigmas
creados en relación al papel de reproducción (mujer – naturaleza), utilizadas y explotadas
para cubrir las necesidades de consumo ilimitado, basándose en una presunta lógica del
crecimiento económico como herramienta para el desarrollo. Plantear esta superposición de
derechos e intereses, merece ser vista a través de una posición teórica y estructural que
responda a la necesidad de los seres vivos a una vida digna que trascienda el
antropocentrismo y conducirnos hacia un el biocentrismo con enfoques de igualdad. En este
contexto, regresar a ver hacia modelos que trasgreden el paradigma capitalista patriarcal
parece casi una obligación moral.

El proceso de deterioro del medio ambiente a causa del modelo capitalista de consumo, en un
principio fue justificado y reacomodado a las crecientes exigencias sociales, pero los cambios
en la calidad y cantidad de los recursos naturales estaban tornándose irreversibles y por ende
afectando la vida de todos los seres vivos. Observamos como la comunidad internacional
desde la primera Conferencia Mundial sobre el Clima en 1979, hasta el más actual Acuerdo
de París, ha ido acrecentado sus esfuerzos en comprometer a los países en la lucha contra el
cambio climático sin embargo, las posiciones han sido aún tibias según varios críticos y
necesitamos aterrizar las intenciones en acciones concretas, que respondan directamente con
los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Al parecer inevitable los efectos que produce el cambio climático, es fundamental que los
países tomen medidas prácticas para resguardar su seguridad y la de sus ciudadanos a corto y
largo plazo que incluyan no solamente un manejo ambiental sostenible sino también elaborar
un plan de manejo de desastres. Este tipo de medidas de adaptación pretenden reducir la
vulnerabilidad por medio del desarrollo sostenible. Por esta razón, el aporte institucional del
Estado ecuatoriano con el proyecto liderado por el Ministerio del Ambiente denominado
“Fortalecimiento de la Resiliencia de las Comunidades frente a los Efectos Adversos del
Cambio Climático con énfasis en Seguridad Alimentaria” (FORECCSA) constituye un
importante aporte. En 1997, “en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático, se establecieron tres nuevos fondos en apoyo de la adaptación.
Un Fondo Especial para el Cambio Climático que ayuda a sufragar actividades "cuando se
6
disponga de información suficiente". El Fondo para los países menos adelantados que trata de
preparar a los países más pobres del mundo para que puedan llevar a cabo "programas
nacionales de adaptación". Y finalmente, el Fondo de adaptación que se desarrolla en el
contexto del Protocolo de Kyoto” (CIIFEN, 2017). Ecuador al ser signatario del Acuerdo
Marco de Cambio Climático, recibe la aprobación en marzo del 2011 del Fondo de
Adaptación del Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático del Proyecto “FORECCSA con énfasis en la Seguridad Alimentaria, en la
Provincia de Pichincha y la Cuenca del Río Jubones”. FORECCSA es considerado por el
consultores de ONU mujeres como el primer proyecto en Latinoamérica que maneja un
enfoque de género y cambio climático.

Proyecto que surge principalmente para la adaptación, mitigación y resiliencia de los


impactos negativos del cambio climático en el Ecuador, incluye en sus objetivos la
transversalización del género, que cinco años después de su creación ha hecho que la
comunidad internacional regrese sus ojos a Ecuador como ejemplo hacia la consecución de
actos con responsabilidad ambiental, colectiva y de transformación de patrones socio
culturales, que promueva la elaboración de actos, programas, normativa o proyectos con
enfoque de género hacia la lucha contra el cambio climático mundial. Es indispensable
clarificar las potenciales formas de remediación, pues, si el fenómeno ya ha sido ampliamente
estudiado, es hora de empezar a desarrollar soluciones eficientes y prácticas a corto, mediano
y largo plazo. Si bien es cierto el debate sobre género, políticas públicas, política exterior,
relaciones de poder, antropocentrismo, globalización capitalista etc., han sido de valioso
aporte, las conclusiones producto de esas lecturas teóricas empíricas correctas, junto con la
transversalización de género, permite tener un entendimiento multidimensional del cambio
climático, que es el porte que el caso FORECCSA elabora en esta investigación. La gran
pregunta es si ¿Este tipo de acciones tienen la influencia suficiente para crear un efecto
dominó en el resto de países del mundo?

1.5 Preguntas directrices

- ¿Qué relación existe entre el desarrollo económico y sostenible versus el medio ambiente
en el debate de la política exterior?
- ¿Cuál es el vínculo entre el ecologismo y el feminismo como alternativa al sistema
mundial patriarcal y de consumo ilimitado?
7
- ¿Por qué las desiguales relaciones de género han sido asumidas en los debates de las
relaciones internacionales y no en los de política exterior?
- ¿Bajo qué parámetros se puede verificar la correcta e integral transversalización del
género en el Proyecto FORECCSA?
- ¿Por qué el proyecto FORECCSA se constituye en un instrumento para contrarrestar el
cambio climático mundial?

1.6 Objetivos

a. General
Analizar el modelo de transversalización de género en el proyecto FORECCSA, que brinda
conocimiento y herramientas a la política exterior ecuatoriana para combatir el cambio
climático mundial.

b. Específico

i. Elaborar un estudio del proyecto FORECCSA respecto al uso del enfoque de género
para la adaptación, mitigación y resiliencia de los efectos del cambio climático global.
ii. Relacionar el aporte de la ecología y el de la perspectiva de género para contrarrestar
los efectos del cambio climático global.
iii. Identificar las acciones que determinan la relación entre la teoría del
desarrollo/progreso y medio ambiente en América Latina.
iv. Explicar la coyuntura histórica en la cual se promueve la transversalización de género
en la elaboración de política pública ecuatoriana.

2. Formulación del marco teórico


2.1 Estado del arte (teórico y metodológico)

2.1.1 El Cambio Climático: primera problemática ambiental

Para entender las denominadas teorías de las Relaciones Internacionales desde “el Sur”, es
importante reconocer que están compuestas por un grupo heterogéneo de enfoques que se
inicia con la teoría del desarrollo, seguida por las teorías de la dependencia y Sistema-Mundo
(Wallerstein, 1984), y las teorías de la autonomía. Para concatenar esta idea con el modelo
8
sistémico en el que vivimos, es importante reconocer los síntomas que refleja la problemática
y para ello es necesario develar que la funcionalidad del modelo de consumo capitalista que
encarna el crecimiento económico como puente hacia la prosperidad de los pueblos, se
encuentra en franco declive. “La clase capitalista tiene que convencernos, no obstante, de que
el capitalismo es bueno no sólo para ellos sino para todos nosotros. (…) Sin embargo el
problema central que debe resolverse queda bastante claro. El crecimiento exponencial sin fin
no es posible y los problemas que han afligido al mundo durante los últimos treinta años
indican que está llegando al límite en la acumulación continua de capital que no se puede
superar sino creando ficciones provisionales. Añádanse a esto la abyecta pobreza en la que
viven tanta gente en el mundo, la proliferación de la degradación ambiental fuera de todo
control y la ubicua y continua ofensa hacia la dignidad humana” (Harvey, 2012 :189).

Para contextualizar esto, es indispensable regresar a la teoría de los sistemas mundo, que
analizó “la expansión global del sistema capitalista a partir del siglo XVI, intentando
reconstruir el proceso histórico a través del cual se formaron y expandieron en el mundo
estructuras políticas y económicas desiguales, y los mecanismos mediante los cuales regiones
no capitalistas y precapitalistas fueron incorporadas en la economía global del mercado”
(Massey, 1999). El dilema que se presenta con este modelo recae en la necesidad de
crecimiento económico de los países desarrollados económico como la solución de todos los
problemas sociales. “Desde 1960 los objetivos de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo (OCDE) fueron promover políticas diseñadas para conseguir el crecimiento
económico sostenible y empleo lo más elevados posibles y un nivel de vida creciente en los
países miembros” (Jackson, 2015: 67), aún a costa de que ese aumento de bienes y servicios
incluyan la distribución desequilibrada de los costes del cambio climático. Cambio climático
que es provocado principalmente por las emisiones de efecto invernadero producidas cuando
se consume energía para impulsar el crecimiento económico.

En 1960 se celebra en Londres la tercera sesión de la Comisión de Climatología de la


Organización Meteorológica Mundial, acto en el cual el concepto de cambio climático no es
asumido. Treinta y cinco años después, en 1995 se inaugura en Berlín la Primera Conferencia
de las Partes (COP1), órgano supremo de la Convención Marco de la ONU sobre el cambio
climático. En la COP3 de Kioto, el 11 de diciembre de 1997 se adopta el protocolo de Kioto,
un acuerdo que obliga a 38 países industrializados, más la Unión Europea (UE), a reducir en
un 5% las emisiones de seis gases responsables del efecto invernadero. En 2006 entra en
9
vigor el Protocolo de Kioto con la incorporación de Rusia y la ausencia de Estados Unidos,
China, India y Australia. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático
(IPCC) presenta en España un informe que afirma que el cambio climático es un fenómeno
inequívoco y que algunos de sus efectos son irreversibles. A partir de 2008 varios autores
reconocen problemas con la reducción conceptual y práctica del cambio climático (Demeritt,
2001; Liverman, 2009; Beck, 2010), lo que me lleva a proponer los rasgos de una nueva
etapa, que se caracteriza por los llamados a la repolitización y democratización del “cambio
climático” y su desplazamiento conceptual hacia el “cambio global”. Posteriormente, el más
reciente COP21 realizado en 2015 en París, ha sido uno de los más importantes por su
condición vinculante. Sin embargo, a inicios del 2017 Estados Unidos a través de su
Presidente electo Donald Trump, anunció el retiro del Acuerdo de París, lo cual generó un
gran debate de la influencia de dicha decisión a nivel global.

El cambio climático no es ajeno a la realidad latinoamericana. “El último informe del IPCC
(por sus siglas en inglés Intergovernmental Panel on Climate Change) (2014) reporta que la
temperatura ha aumentado en Sur y Centro América entre 0,7 y 1°C desde mediados de la
década de 1970 y esto ya tiene repercusiones en los ciclos hídricos, la salud de los bosques, la
salud de los arrecifes de coral, etc. Hacia el año 2100 la temperatura podría aumentar hasta
4°C en Centroamérica y hasta 6,7°C en Sudamérica y los impactos sobre el ambiente y los
ecosistemas continuarán agravándose” (Honty, 2017).

A pesar de que América Latina no haya contribuido masivamente de forma histórica a la


emisión acumulada de gases de efecto invernadero, podría cambiar la realidad si es que los
compromisos políticos no trascienden a actos concretos y se empieza a tomar decisiones. “La
trayectoria de las emisiones de la región hacia el 2050 se proyecta a un nivel cinco veces
superior de la media mundial necesaria para evitar un cambio climático peligroso según el
IDB (2013). Los planes de mitigación son en general ambiguos, con escasos ejemplos de
metas concretas y mayormente de muy bajas ambiciones con relación al desafío que impone
la crisis climática” (Honty – Gudynas, 2014:23).

En el ámbito nacional, el Estado ha estructurado distintas instancias que muestran el interés


por brindar soluciones a los diferentes problemas vinculados al medio ambiente. Esta
preocupación responsable por el cambio climático que Ludeña y Wilk, (2013) ha resumido
en: El marco institucional y legal en la Constitución del Ecuador (2008), en la que se hace
10
referencia explícita a la adopción de medidas adecuadas y transversales para la mitigación del
cambio climático. Además en la función de la Subsecretaría de Cambio Climático del
Ministerio del Ambiente que actúa como Secretaría Técnica, cuya función es la coordinación
de las políticas, estrategias y normatividad sobre cambio climático, la sensibilización social,
la gestión de información, el posicionamiento técnico de Ecuador en los mecanismos globales
y el cumplimiento de la normativa nacional e internacional en materia de cambio climático.
De igual importancia es el Plan Nacional para el Buen Vivir 2009–2013, 2014-2017 que
establece como objetivo garantizar los Derechos de la Naturaleza y promover un ambiente
sano y sustentable, señalando políticas para alcanzar metas con respecto a la sustentabilidad.
Y finalmente en las políticas de Estado para el desarrollo sustentable del sector energético,
dentro de las cuales cabe destacar la reducción del consumo de combustibles en el transporte
mediante la sustitución por gas natural comprimido (GNC), electricidad y la introducción de
tecnologías híbridas, así como la iniciativa de cero combustibles fósiles en las Islas
Galápagos (Ludeña, Wilk, 2013).

Esta construcción de un “ecologismo constitucional” implica el reto de observar un nuevo


paradigma de desarrollo, a través del cual se apuesta a un modelo sustentable que repiensa los
parámetros entre la relación de lo social y lo natural, con el fin de dar soluciones a la crisis
ambiental a la que nos enfrentamos actualmente y que nos permite incursionar en nuevos
campos como el de la ecología política, que representa la construcción de un nuevo territorio
del pensamiento crítico y de la acción política. (Leef, 2003:21)

La puesta en escena de este nuevo paradigma en el escenario global ha tenido un eco muy
tibio, aunque han dado sus primeros resultados en la aprobación de un proyecto de
Declaración de Derechos de la Madre Tierra por parte de la Asamblea General de las
Naciones Unidas, generado, inicialmente, durante la Conferencia Mundial de los Pueblos
sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, por iniciativa del Presidente de
Bolivia Evo Morales. “Asimismo, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Desarrollo Sostenible Río+20, la iniciativa ecuatoriana para que se discutiera una Declaración
Universal de los Derechos de la Naturaleza como instrumento para alcanzar el Buen Vivir
(…), dio como resultado que el documento final de la Cumbre incluyera la posibilidad de
promover la armonía con la Naturaleza para lograr un justo equilibrio entre las necesidades
económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras” (Roldán,
2013:20).
11
Algunos de los programas que ha impulsado el Ecuador en torno a los aportes para la
mitigación de los efectos del cambio climático son: la reducción de desforestación de bosques
nativos (Programa Socio Bosque), manejo sustentable de bosque con aprovechamiento de
madera de bosque nativo (Sistema de Control Forestal), forestación y reforestación para
captura de Co2 (Plan Nacional de Forestación y Reforestación), reducción de emisiones vía
sistemas productivos sostenibles, reducción de emisiones vía restauración y conservación de
suelos (Propuesta de Estrategia para la Reducción de Emisiones por Deforestación y
Degradación REDD+).

2.1.2. La transversalización del Género en la lucha contra el cambio climático

Otra de las teorías que se han vinculado a las Relaciones Internacionales y que responde la
variable del género en la discusión, es el feminismo, un proyecto político que tiene el
objetivo de acabar con las situaciones de desigualdad, explotación y opresión de la mujer. En
Relaciones Internacionales los enfoques feministas hicieron su aparición a fines de los años
ochenta y se autodefinen como pertenecientes a la postura epistemológica del feminismo de
punto de vista postmoderno. “Las autoras (Tickner, 1992, Withwort, 1989) que se adscriben a
esta corriente se apuntan a los llamamientos a la “reestructuración” de la teoría y -
especialmente en el caso de las autoras que defienden la perspectiva del feminismo de punto
de vista- aceptan la distinción entre teoría problemsolving y crítica, situándose, naturalmente,
en la segunda categoría” (Salomón, 2002: 29).

El punto de vista femenino en las Relaciones Internacionales, busca que la teoría sea
reinterpretada y que el marco conceptual que está “marcado por el género” rompa el reflejo
masculino. “Una perspectiva basada en el punto de vista debería poder mostrar cómo las
mujeres están situadas en relación a las estructuras de poder dominantes y cómo esto forja un
sentido de identidad y una política de resistencia, además de sugerir maneras en las que tanto
la teoría como la práctica puedan ser redireccionadas en sentido liberatorio” (Steans, 1998).

Jo Ann Tickner como autora más representativa, destaca la visión machista de las Relaciones
Internacionales y la reestructuración de las leyes presuntamente objetivas pero que considera
están basadas en una visión patriarcal y masculina. Además Tickner aborda el interés
nacional como algo que debe abordarse desde una perspectiva de cooperación e
12
interdependencia con el fin de que incluya problemas globales como el bienestar económico
y la degradación medioambiental (Tickner, 1988), añadiendo a las relaciones internacionales
una perspectiva feminista. “Algunas feministas postmodernas están embarcadas en la tarea de
“deconstruir” los múltiples mecanismos de opresión (dando especial relevancia al género)
responsables de la violencia -estructural y directa- en el sistema político-económico global.
Para ello usan una metodología similar a la de los postmodernos en general” (Salomón,
2002).

Alicia Puleo (2011) afirma que de acuerdo a las estadísticas, las mujeres somos las primeras
perjudicadas por la contaminación medioambiental y las catástrofes naturales. Así lo
reconoce la Conferencia de la Mujer de Naciones Unidas celebrada en el 2000. Es así como
se visibiliza la posición de las mujeres, quienes desde su nacimiento enfrentan desventajas en
relación al modelo de referencia (salarios, preferencias, cargos, herencia). La equidad y la
identidad son los valores en riesgo. La fuente de peligro viene en primer instancia del orden
patriarcal jerárquico y violento, caracterizado por instituciones totalitarias y excluyentes
como gobiernos no democráticos, iglesias y élites.

El primer proceso que marca el reconocimiento del vínculo entre la temática ambiental y el
género se dio en 1984 en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA). El PNUMA estableció un grupo de mujeres asesoras sobre desarrollo
sustentable quienes comenzaron a reflexionar y asesorar al Programa respecto a la conexión
entre la problemática de exclusión que afecta a las mujeres, los roles que ellas desempeñan y
su aporte real y potencial a la conservación del medio ambiente en un contexto de desarrollo
(Comisión Interamericana de Mujeres, 2008).

Un año después la Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los Logros del
Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz incorpora el tema.
En la Cumbre Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo en 1992 adopta la perspectiva de
género en todas las políticas y programas de desarrollo y medio ambiente, de tal forma que se
convierte en el primer antecedente internacional que incorpora la perspectiva de género en la
promoción de la sustentabilidad ambiental. (Comisión Interamericana de Mujeres, 2008)

Es importante además recalcar que en 1995, la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer
realizada en Beijing define el vínculo entre el género, medio ambiente y desarrollo

13
sustentable. “El enfoque de género es una herramienta conceptual y metodológica que
permite entender el proceso histórico de construcción de las identidades y relaciones de
género en contextos sociales específicos y, a partir del análisis de los factores que las
determinan, formular propuestas de transformación social que contribuyan a construir
sociedades más equitativas” (PNUD, 2008).

Además en el Programa de Trabajo de la CIM para el Bienio 2006-2008 las delegadas de la


CIM reconocen el profundo interés para los Estados Miembros del Caribe, de Centroamérica
y México que tiene el tema sobre “El Impacto de los Desastres Naturales en las Mujeres”.
Consecuentemente, solicitan a la Secretaría Permanente que garantice la inclusión de la
perspectiva de género en todos los trabajos que se realicen sobre este tema, en el ámbito
político dentro de la OEA, y que brinde asistencia técnica al Departamento de Desarrollo
Sostenible.

De acuerdo con los análisis de la OMS realizados en 141 países sobre los efectos de los
desastres naturales, se demuestra que a pesar de que los impactos son obviamente negativos
en todos los países, en promedio, dichos desastres matan a más mujeres que a hombres, o
matan a las mujeres a una edad más temprana que a los hombres (Neumayer, Plumper, 2011).
Las mujeres son más vulnerables a los desastres naturales por sus roles y responsabilidades
socialmente construidos y en los países donde su estatus social, económico y político es
inferior al de los hombres (Dankelman, 2010). En este sentido el foro de mujeres para la
integración centroamericana (FMICA, 2010) elaboró un documento en el cual se plasman los
aportes desde las mujeres de Centroamérica a las políticas regionales del cambio climático, la
organización Mujer y Medio Ambiente, A.C de México (2010) aportan de igual forma con el
documento género y cambio climático en México para entender el debate del cambio
climático y su articulación con la agenda de género, de igual forma es relevante el documento
auspiciado por UNAL-Fundación Natura de Colombia-UNODC (2008) en el cual se hace
alusión al papel de las mujeres indígenas y el cambio climático desde una perspectiva
latinoamericana, Nicaragua posee una importante investigación coauspiciada por Agrónomos
y Veterinarios sin Fronteras y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) denominada Género y Adaptación al cambio climático (2014) poseedora de
importantes aportes metodológicos, México por su parte otorga una transcendental
herramienta encarnada en la Guía recursos de género para el cambio climático (2008)

14
publicado por el PNUD como instrumento para alcanzar la igualdad de género y lograr el
desarrollo humano sustentable.

En el caso de Ecuador, la perspectiva de género y medio ambiente ha sido adoptada desde


una perspectiva mucho más compleja, ya que los dos temas han sido tratados de forma
paralela, por lo que la iniciativas en torno a una visión ecofeminista o de ecología feminista
mantienen su posición de que se cumpla el marco normativo constitucional y se efectivice la
igualdad.

La Agenda Nacional de las Mujeres y la Igualdad de Género 2017-2017, que en articulación


con el cuerpo normativo del Ecuador, representa el instrumento vinculante para la
transversalización del Principio de Igualdad y No Discriminación en razón de Género en el
Estado ecuatoriano. En esta agenda, el eje 8 hace referencia al ambiente, en el cual se
propicia la participación plena de las mujeres y su empoderamiento en los espacios de gestión
ambiental, manejo de recursos naturales y hábitat, que contribuya al equilibrio entre la
naturaleza y la comunidad, como elemento indispensable, que genere condiciones
ambientales adecuadas para la preservación de la vida. “El ambiente, en general, y los
impactos del cambio climático desde una perspectiva de género, requieren de un análisis
desde la reproducción y sostenibilidad de la vida, en la que las mujeres son las protagonistas”
(Consejo Nacional de Igualdad de Género, 2014).

2.1.3. La función de la Política Exterior y la toma de decisiones

La política exterior representa la forma en que un país se conduce frente a su contexto


externo. Su formulación depende estrechamente de la visión que cada país tenga de dicho
contexto. Debido a que la agenda internacional de cada país es compleja y heterogénea, su
política exterior debe perseguir con frecuencia objetivos múltiples y contradictorios por lo
cual se deben definir claramente las prioridades. (Tomassini, 1988)

El objetivo del análisis de la política exterior es obtener conocimientos generalmente


aplicables sobre cómo se toman las decisiones de política exterior. El análisis de la política
exterior no se satisface describiendo las decisiones, los comportamientos y los resultados, se
define por la búsqueda de entender por qué se tomaron tales decisiones, qué opciones se
consideraron y por qué no otras, quién o cuándo planea los comportamientos así como los
15
resultados; si los resultados fueron desfavorables lo que podría haber mejorado la
probabilidad de un mejor resultado.

Jens Narger (2008) sugiere que el fortalecimiento del Derecho Internacional Público y las
organizaciones internacionales, han hecho que los Estados deban incluir entre los intereses de
su política exterior la necesidad de cumplir leyes y tratados internacionales. Kai He (2012)
por su parte afirma que en tiempo de crisis existen cuatro tipos de política exterior: la política
exterior de coerción militar, coerción diplomática, de paz condicional y la de paz. El modelo
de Annette Freyberg-Inan y William Chititick (2014) proponen ocho tipos de política exterior
a partir de la valoración de las iniciativas gubernamentales para involucrarse o no en los
temas de relaciones internacionales, de forma coercitiva o no coercitiva en los planos
multilaterales o unilaterales.

En Latinoamérica se ha investigado poco acerca del marco en que se debe formular esta
política. Reflejándose la distancia teórica en la cual se desarrolla la actividad de la política
exterior de América Latina frente a países anglosajones y europeos. De esta forma, la
construcción de esta política exterior tiene íntima relación con la elección de aquellos temas
que se consideran importantes para la agenda nacional e internacional de os Estados, como lo
ha sido el cambio climático.

Concatenando la teoría de las relaciones internacionales y la relación con la política exterior,


Suecia ha dado un importante paso al haber planteado el Plan de acción para la política
feminista del Servicio Exterior de Suecia, 2015–2018. El plan de acción establece seis
objetivos a largo plazo para el trabajo del Servicio Exterior, en lo relativo a la política
exterior feminista. Estos son objetivos generales para enfrentar grandes retos, abordar la
agenda internacional en su totalidad y usar todo el espectro de herramientas de la política
exterior. El Servicio Exterior creará nuevas asociaciones y alianzas, incluyendo con los
gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, para la implementación
efectiva del plan de acción y los compromisos internacionales en materia de igualdad de
género. Otro importante ejemplo de ello es la estrategia exterior española (2014) en la cual el
país asume que la igualdad de género se convertió, en los últimos años, en un objetivo básico
del proyecto de país y, en consecuencia, debe también consolidarse como uno de los ejes
centrales de la acción exterior española. “Como señala el Informe Elcano “Hacia una
renovación estratégica de la política exterior española”, la igualdad de género es un excelente
16
ejemplo de sinergia y retroalimentación entre las dimensiones interna y externa de las
políticas, en particular aquellas que persiguen la consecución de objetivos estratégicos” (Real
Instituto Elcano, 2014: 7).

2.2 Marco Teórico


En relación a los temas de cambio climático y género los gobiernos sudamericanos han dado
algunos pasos significativos en cada país casa dentro, lamentablemente muchas de las
iniciativas se han limitado a marcos normativos y los temas no han sido tratados de forma
conjunta. Sin embargo un paso de avance importante ha sido el introducir los temas con en la
política de Estado a través de las Constituciones. De forma general se asume como
responsabilidad estatal el tomar medidas que protejan el medio ambiente y además se
propugna el principio de igualdad y no discriminación.

No obstante, las contradicciones sociales y económicas han significado un gran abismo con la
realidad. Según el investigador peruano Manuel Lajo, el Gobierno ecuatoriano “ha hecho un
esfuerzo gigantesco por tratar de articular una estrategia que establezca una cadena de
instituciones de investigación científica y tecnológica, públicas y privadas, nacionales e
internacionales” (Lajo, 2013), con el fin de identificar los sectores económicos que aun
produciendo para el mercado interno y para la exportación, mediante el uso intensivo de
conocimiento científico e innovaciones tecnológicas, puedan lograr implementar ese cambio
urgente de la matriz productiva. Sin embargo después del fracaso económico y de la
catástrofe social del neoliberalismo, así como del balance socio-económico poco alentador
del Post-Consenso de Washington, al inicio del siglo XXI el neo-extractivismo se convirtió
en la “nueva normalidad” de la economía política suramericana (Burchardt, Domínguez,
Larrea, Peters, 2016:7). Los gobiernos denominados progresistas argumentaron a favor por
ejemplo del extractivismo diciendo que los ingresos mineros y petroleros son imprescindibles
para sostener la inversión social. En el Ecuador se dice que son imprescindibles para el
cambio de la matriz productiva (Carrión, 2016:360).

Por otra parte, existen consideraciones de que los gobiernos de América Latina por el mayor
control estatal para la extracción de petróleo en Ecuador, ha permitido dedicar mayor
financiamiento a obras de carácter social. Se rescata además que se ha impulsado la
transformación de la matriz energética al reducir la dependencia del petróleo y sus derivados,
invirtiendo grandes cantidades de dinero en energía solar e hidroelectricidad. Se reconoce
17
además que se están dando pasos para mitigar las consecuencias ambientales nocivas,
promoviendo medidas de prevención y control para que la extracción petrolera. “Para
lograrlo, se está invirtiendo en alta tecnología, con recursos que vienen de la extracción de
petróleo. Dentro de las medidas de precaución y restricción para las actividades que puedan
conducir a la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas o la alteración permanente
de los ciclos naturales se han recuperado y conservado a los manglares y se los han entregado
para su manejo a las comunidades locales” (Harnecker, 2014:23).

Bajo el paradigma del modelo capitalista en el que nos desarrollamos, la paz, el aire limpio,
los trabajos asociados a los cuidados de las personas mayores y de los niños y niñas, el
trabajo doméstico, las labores relacionadas a la reproducción, la fotosíntesis que realizan las
plantas o los servicios del regulación del clima que realiza la Naturaleza, que son
imprescindibles para el mantenimiento la vida, no cuentan en ningún balance de resultados de
nuestro modelo económico (Herrero Y. , 2006), y en una cultura que sólo “conoce” lo que se
traduce en dinero, son invisibles. Una muestra de la evidencia de cómo el sistema patriarcal
capitalista ha invisibilizado y sometido históricamente a la naturaleza y por ende a la mujer a
través de la explotación de su trabajo y conocimiento. Esta sobreexplotación que busca
mantener un status quo a costa del agotamiento de los recursos deja de lado a aquellos que no
pueden expresar sus preferencias mediante el criterio de la disposición a pagar, en particular,
1) los no- humanos, y 2) las generaciones futuras. (Martínez, 1998)

Es por esta razón que el reconocimiento de los actores juega un rol fundamental, por ejemplo
el de los Estados representados en el principio de unidad y de decisión, además el papel de
los Organismos multilaterales como el Sistema de Naciones Unidas y su influencia en el
contexto mundial, sin dejar de lado el papel de las multinacionales e industrias generadoras
de las emisiones de carbono masivo, reconociendo finalmente el importante papel de los
ciudadanos, mujeres, pueblos nativos en la lucha por la reivindicación del derecho a vivir en
un ambiente sano y en condiciones de igualdad.

Ecuador es el primer país del mundo en incorporar al cambio climático como parte de la
política de Estado a través de su Constitución, así como concretar los lineamientos de acción
en la estrategia Nacional de Cambio Climático (2012-2025). El Plan Nacional de Cambio
Climático es un instrumento diseñado para hacer efectiva la transversalización del Cambio
Climático en la planificación de las iniciativas que se ejecutan en el país. El Plan integra
18
acciones dirigidas a 1) fortalecimiento de capacidades, 2) mitigación y 3) adaptación al
cambio climático enfocando medidas de acción desde una perspectiva sectorial (energía,
agricultura, agua, ecosistemas, fortalecimiento de capacidades, gestión de riesgos y
territorios). (Gobierno Nacional de la República del Ecuador, 2015)

En este tenor, la adopción de medidas trascendió el clima y abarcó además la creación del
Estatuto Orgánico por Procesos del Ministerio del Ambiente en el cual se incorporara como
parte de las “Responsabilidades y Atribuciones” de la Coordinación General de Planificación
Ambiental “Asumir la institucionalización de los enfoques de género, interculturalidad,
participación ciudadana y resolución de conflictos” (MAE, 2013). El Ministerio del
Ambiente ha desarrollado medidas de adaptación al cambio climático, con énfasis en
seguridad alimentaria y enfoque de género, como resultado de la implementación de 50
medidas en el marco del proyecto FORECCSA.

FORECCSA en este contexto se convierte en un proyecto que responde a una cadena


normativa internacional y nacional, encaminada a la proyección del cambio estructural para
la no proliferación de factores que aceleren y acentúen las consecuencias del cambio
climático mundial, tomando en cuenta como variable trasversal el enfoque y las relaciones de
género.

El cambio climático impacta de forma negativa los medios de vida, seguridad alimentaria y
nutricional de los ecuatorianos y ecuatorianas. Por ello el Programa Mundial de Alimentos,
consciente de esta grave problemática, implementó en el 2011 el Proyecto “Fortalecimiento
de la resiliencia de las comunidades ante los efectos adversos del cambio climático con
énfasis en seguridad alimentaria y consideraciones de género” (FORECCSA), en acuerdo con
el Ministerio de Ambiente (MAE), y en coordinación con el MAGAP, el Consorcio de la
Cuenca del río Jubones y el Gobierno Autónomo Descentralizado de la Provincia de
Pichincha.

El Proyecto FORECCSA está alineado a la Estrategia de Cambio Climático del Ecuador


(2012 - 2025), donde la soberanía alimentaria, representa uno los sectores prioritarios para la
adaptación al cambio climático. Con este antecedente, en el marco de la Vigésima Segunda
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-22) celebrada en
Marruecos, el Ministro del Ambiente, Walter García, compartió la experiencia del proyecto
19
FORECCSA como una iniciativa innovadora dentro de la implementación de medidas de
adaptación al cambio climático.

En el 2011, el Ministerio del Ambiente (MAE) y el PMA, en coordinación con el Ministerio


de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), el Gobierno Provincial de
Pichincha, y 37 Gobiernos Locales de la cuenca del Jubones (en las provincias de Loja,
Azuay y El Oro), implementaron el Proyecto FORECCSA. Este proyecto busca responder a
los nuevos desafíos que amenazan el desarrollo sostenible del país. Esto incluye alternativas
innovadoras alineadas con las prioridades nacionales relacionadas con el cambio climático y
la seguridad alimentaria, donde el papel importante de las mujeres en la agricultura y la
responsabilidad compartida de las parejas en la seguridad alimentaria y nutricional de las
familias está plenamente integrada.

El Proyecto FORECCSA incluye dos enfoques: la adaptación basada en comunidades y la


adaptación basada en ecosistemas. En el primer caso, se tienen en cuenta las prioridades
identificadas por las comunidades locales con respecto a su vulnerabilidad al cambio
climático y a la inseguridad alimentaria, junto con las diferencias de género. Un aspecto que
hace que este proyecto sea único a nivel regional es la transversalización del enfoque de
igualdad de género. El proyecto FORECCSA crea espacios para que las mujeres no solo se
tomen en cuenta como participantes sino que también se consideren y valoren como agentes
de cambio y se consideren actores esenciales en la implementación de medidas de adaptación.
Esto ocurre cuando su trabajo se facilita reduciendo las horas requeridas para completarlo.

Como pionero en la incorporación del cambio climático, la igualdad de género y la seguridad


alimentaria, el proyecto FORECCSA es un ejemplo de política pública que se creó en función
de las necesidades de los actores en el territorio. “También es pionero en la creación de
herramientas de seguimiento y evaluación de la implementación de políticas públicas
alineadas con la Estrategia Nacional de Cambio Climático en territorios específicos” (PMA,
2016).

Gracias a las lecciones aprendidas y las buenas prácticas derivadas de esta experiencia, el
PMA está trabajando en coordinación directa con el Subsecretario de Cambio Climático a
través de la Dirección de Adaptación del MAE para desarrollar un proyecto binacional con
Colombia. “Este proyecto utilizará las acciones del Proyecto FORECCSA y las replicará con
20
poblaciones vulnerables a los efectos adversos del cambio climático, dando prioridad a los
pueblos ancestrales y poblaciones desplazadas por la violencia” (PMA, 2016).

Por la necesidad de partir desde cierto marco teórico conceptual para la explicación del
fenómeno, a continuación se detalla el papel de la teoría de las relaciones internacionales con
el fin de dibujar una línea de acción, a través de la cual pasará la información que se recoja.
La teoría que utilizaré para el estudio del presente fenómeno es la de regímenes
internacionales, el cual me permitirá explicar los complejos procesos de haber insertado en la
agenda internacional el tema del cambio climático y para que esta visión sea más completa y
ya que sólo me permite explicar una parte del fenómeno, también usaré la teoría feminista en
las relaciones internacionales para poder hacer relucir el aporte de la corriente feminista al
otorgar herramientas para visibilizar las desigualdades reales y formales del modelo patriarcal
que aún somete las relaciones de poder a paradigmas institucionalizados y que no permiten
que los compromisos frente al cambio climático sean integrales.

En este sentido es importante recordar que a teorización de las Relaciones Internacionales ha


sido evolutiva y en el proceso ha buscado explicar aquellos acontecimientos históricos que le
han antecedido, tomando en cuenta además conceptos e instrumentos del aporte de otras
ciencias sociales. Bajo esta perspectiva varias corrientes teóricas han elaborado
formulaciones en base a sus propios procesos epistémicos. Es así como varios grupos de
autores desarrollaron teorías que influencian de forma decisiva la agenda de las relaciones
internacionales.

Las corrientes neorrealistas y neoliberales reformulaban las tradiciones teóricas del realismo
y el liberalismo y pone en la mesa el diálogo ambas corrientes. Es así, como el componente
“liberal” del programa de Keohane (1985) explica la compatibilidad de las premisas realistas
(Estados en situación de anarquía y motivados, ante todo, por la búsqueda de poder) con las
liberales (posibilidad de cooperación), distanciándose (aunque no totalmente) del optimismo
del liberalismo clásico. (Salomón, 2012:13)

Otra vertiente teórica en la que Keohane se apoyó para explicar la compatibilidad entre la
estructura anárquica del sistema internacional y la cooperación proviene de la microeconomía,
y en concreto del concepto de “fallos del mercado”. Esta noción alude a la incapacidad de un
mercado perfecto (no regulado) de proporcionar adecuadamente bienes públicos a una

21
sociedad, así como a la posibilidad de que un mercado no regulado dé lugar a “males
públicos” tales como la contaminación. (Salomón, 2012:14)

En este contexto, las teorías de los regímenes internacionales a pesar de haber ocupado la
agenda internacional de forma relativamente reciente, propician que los Estados (y otros
actores) cooperen con el fin de obtener ganancias comunes, expresadas, por ejemplo, en un
mayor bienestar social o en mayor seguridad. Si clasificamos las áreas de la política
internacional de acuerdo con el valor predominante en cada una de ellas, encontramos que
existen regímenes en todos los ámbitos de la política mundial contemporánea: (…) como
regímenes ambientales, como el régimen internacional para la protección de la capa de ozono
(…) (Hasenclever Andreas. Peter Mayer. Volker Rittberger, 2009).

“En efecto, la teoría de los regímenes internacionales, desarrollada por Robert Keohane y
Joseph Nye en 1970, pretende explicar, en un contexto complejo de interacción de actores
estatales y no estatales, los intentos de establecer un orden en materias específicas de las
relaciones internacionales.” (Roldán, 2013: 19)

Surge como un esfuerzo analítico para explicar la cooperación en las relaciones


internacionales, y que se evidenciaba numerosas áreas de la agenda internacional,
enfrentando el dominio de la Teoría de las Relaciones Internacionales que propugnaba la
teoría realista desde la Segunda Guerra Mundial. “Los regímenes internacionales se presentan
como mandatos parciales, creados por actores interesados en resolver o al menos aliviar
problemas de acción colectiva, en un ámbito específico de las relaciones internacionales, sin
que necesariamente exista un sistema de control o autoridad” (Flores González, 2007:14).

“Ellos aumentan la posibilidad de la cooperación, mediante la reducción de costos que


implica la realización de transacciones congruentes con los principios del régimen. Crean las
condiciones necesarias para negociaciones multilaterales ordenadas (…), incrementan el
grado de simetría y mejoran la calidad de la información que reciben los gobiernos”
(Keohane, De After Hegemony, 1994). Los regímenes internacionales son “por lo general,
acordados por los gobiernos en conferencias internacionales y a menudo están asociados con
organizaciones internacionales formales” (Keohane, 1993:111).

22
Los intentos de cambio de los regímenes internacionales también se desarrollan activamente
en el seno de las instituciones establecidas a través de negociación, diálogo o confrontación
desde las distintas posiciones. “Una clara muestra de esa búsqueda por modificar los marcos
jurídicos vigentes son los esfuerzos ecuatorianos y de algunos países sudamericanos como
Bolivia, por generar un nuevo modelo de gobernanza mundial en materia ambiental, que
reemplace el actual régimen, orientado por una visión antropocéntrica y utilitarista de la
interrelación del ser humano con el medio natural” (Roldán, 2013:19).

Los regímenes internacionales podrían contribuir a la transformación del actual sistema


internacional y a la construcción de una nueva gobernanza global y de regímenes
internacionales que permitan la instauración de un nuevo orden mundial, acorde con las
expectativas e intereses de los Estados del sur global (Roldán, 2013:19).

2.3 Hipótesis (si procede)


No procede

3. Determinación de la metodología
3.1. Nivel de profundidad de la investigación

Para la elaboración del presente trabajo investigativo se ha elegido el uso del método
cualitativo, por la necesidad de recoger y utilizar datos descriptivos que permitan profundizar
en los temas que se considera indispensable para la descomposición de las variables con la
finalidad de entender el problema general.

Se emplearán dos niveles de análisis del marco constructivista: en primer lugar se tomará en
cuenta variables de la política doméstica que forma una idea del perfil ecuatoriano
representada en las posturas estatales frente al cambio climático y la transversalización del
género en la política pública. En este nivel las instituciones nacionales a cargo o relacionadas
al caso FORECCSA serán el eje central de la metodología investigativa, junto con los
beneficiarios del caso FORECSSA en la cuenca del Río Jubones. El segundo, nivel de
análisis internacional, en el cual se relaciona con los distintos organismos e instituciones
internacionales y sus motivaciones para el lanzamiento, promoción y posterior réplica del
proyecto FORECCSA a nivel internacional. Esta visión integrada permitirá observar en base

23
a qué situaciones Ecuador ha mantenido sus objetivos y preferencias en su agenda. En este
sentido se elaborará un proceso de descripción y análisis simultáneos.

3.2. Diseño de la metodología

Se elaborará un análisis interdisciplinario y normativo acerca de la categoría género en el


fenómeno del cambio climático. Además la investigación estará enfocada en las
aproximaciones microsociales y los estudios histórico - estructurales para aterrizar en el
proyecto FORECCA y su proyección en la política exterior.

Tomando en cuenta que los regímenes internacionales al gobernar ciertas áreas de la política
pública internacional convocan a actores estatales y no gubernamentales bajo principios y
normas de aceptación universal. La teoría de regímenes realiza un análisis sistémico
haciendo hincapié en las normas, su proceso de aceptación y los efectos que generan
(Keohane, 1982: 330). Se dará cuenta de las conductas partiendo de percepciones y
significados compartidos de régimen. Es decir que se dará cuenta de las conductas partiendo
de las percepciones y de los significados compartidos a lo que se llama régimen. Es decir que
se puede afirmar que determinados comportamientos son efecto de la presencia de un
régimen definido en términos de expectativas y conocimientos convergentes.

Junto con ello habrá que identificar cuáles son los actores cuyas expectativas revisten de
interés para el análisis, respondiendo además a la perspectiva constructivista de si las
organizaciones o agrupaciones de individuos sostienen comprensión alguna que pueda ser
posteriormente compartida. Metodológicamente, una definición sustantiva de los regímenes
establece que los regímenes solo existen si las expectativas de los actores realmente
convergen; y hay que encontrar alguna medida de la convergencia.” (Keohane, 1993:27)

Rittberger dando cuenta del trabajo de grupo de Tubinga además de los principios, normas,
reglas y procedimientos que forman el núcleo de la definición de Krasner, estipula que las
disposiciones del régimen deben ser efectivas y duraderas. Keohane tiene la misma lógica,
“los regímenes pueden ser identificados por las existencia de reglas explícitas a las que los
gobiernos se refieren de forma afirmativa, incluso si no son necesariamente observadas de
forma completamente escrupulosa” (Kehoane, 1993:28). Para Levy, Young y Zurn (1995) la
constitución de un régimen requiere que haya un grado de formalización de sus
24
prescripciones o bien un mínimo de regularidad en los comportamientos o bien ambas cosas.
“La mera presencia de acuerdos formales entre estados es una constatación empírica a
explicar y, justamente por no incluir suposiciones acerca de los comportamientos de los
estados, puede servir también para dar cuenta de ellos. Esto es, puede ser tanto variable
dependiente como independiente” (Grasa, 2004:53).

Por tanto deben encontrarse maneras de evaluar los intereses de los actores mediante el uso
de información acerca de la situación ecológica que esté basada en “hechos objetivos” y que
puedan ser “fácilmente disponible” para el investigador (List y Rittberger, 1992:102). Martin
List y Volker Rittberger escribieron que “una manera de abordar el problema de cómo
establecer la ordenación de preferencias” es caracterizando la “situación individual” de los
actores mediante tres criterios: “la magnitud del daño causado a uno mismo” por parte de uno
mismo, “la magnitud del daño causado por otros” y, finalmente, “la magnitud del daño
provocado a otros” (List y Rittberger, 1992:100).

Sprinz y Vaahtoranta asumen que “cada país es un actor autointeresado que busca, de forma
racional, la riqueza y el poder comparando los costes y beneficios de distintos
comportamientos alternativos” (Sprinz y Vaahtoranta, 1994: 78).

List y Rittberger como Sprinz y Vaahtoranta proponen formas de aprehender la formación de


regímenes internacionales ambientales que reúnen la condición de parsimonia, centralidad de

25
los intereses como factor explicativo y capacidad para incorporar la distribución del poder en
el análisis.

3.3. Técnicas de recolección de la información

Las técnicas de recolección de información que se utilizarán en torno a la metodología


cualitativa son las siguientes:
- Entrevistas a profundidad: Se elaborará un cuestionario de 5 preguntas relevantes sobre
las variables principales del tema (cambio climático con la transversalización del género y
sobre la funcionalidad del proyecto FORECCSA). Las personas a quienes se entrevistará
serán especialistas en el campo.
o Representante en Ecuador del Programa Mundial de Alimentos – PMA:
Kyungnan Park
o Representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo: Arnaud Peral.
o Representante auxiliar del Fondo de Población para las Naciones Unidas en
Ecuador: Mario Vergara.
o Representante de ONU Mujeres en Ecuador: Bibiana Aído.
o Gerente Nacional del proyecto FORECCSA
o Dirección Nacional de Adaptación al Cambio Climático. Líder del proyecto
FORECCSA.
o Director Provincial del Ministerio del Ambiente en Loja
o 2 Técnicos del PROYECTO FORECCSA sede Loja.
- Análisis de documentos en los cuales haya información relevante respecto del proyecto
FORECCSA desde su creación (2012) hasta la actualidad, incluidos documentos de otros
organismos complementarios al proyecto.
- Análisis de material visual/ auditivo
- Encuestas a los beneficiarios del proyecto FORECCSA en la provincia de Loja como parte
de la cuenca Jubones en el cantón Saraguro.
- Visitas Etnograficas
- Historia de vida
- Análisis de datos cualitativos y cuantitativos recogidos por el proyecto FORECCSA desde
su creación y de los datos respecto a la participación en igualdad de género a los procesos de

26
socialización e implementación. Además de los datos concernientes al cambio climático en
Ecuador.
3.4. Procesamiento de datos
Para el procesamiento de los datos obtenidos se utilizará la codificación, el cual es un proceso
mediante el cual se agrupa la información obtenida en categorías que concentran las ideas,
conceptos o temas similares descubiertos por el investigador. Son recursos mnemónicos
utilizados para identificar o marcar los temas específicos en un texto.

Ya que el archivo y el manejo documental será eminentemente digital, la información que se


recoja de las encuestas en el transcurso del proceso investigativo serán procesados a través de
programas informáticos como el SPSS.

3.5. Población y muestra


Acode a información del Ministerio del Ambiente, la población de la provincia de Loja del
cantón Saraguro se divide de la siguiente forma:

FORMULA

𝑍 2 . 𝑁. 𝑝. 𝑞
𝑛=
𝑒 2 (𝑁 − 1) + 𝑍 2 . 𝑝. 𝑞

En donde:

n= tamaño de la muestra a calcular

27
N=Población de beneficiarios 30.183
e= margen de error de 5%
q= Probabilidad en contra 0.5
p= probabilidad a favor 0.5
Z= nivel de confianza 1.96
REEMPLAZANDO

1.962 . 30.180(0.5)(0.5)
𝑛=
0.052 (30.183 − 1) + 1.962 (0.5)(0.5)

(3.84).30.180(0.5)(0.5)
𝑛=
2.5(30.179) + 3.84(0.5)(0.5)

28.972
𝑛=
76.407

𝒏 = 𝟑𝟕𝟗

4. Organización y administración del plan


4.1. Índice tentativo
CAPÍTULO I
EL DISCURSO DE DESARROLLO EN LA GLOBALIZACIÓN
1.1 Globalización y ambiente
1.2 Desarrollo y buen vivir
1.3 Cambio climático y derecho al desarrollo
1.4 De-colonización, de-construcción, des-igualdad
1.5 El valor de lo público
1.6 El papel de la comunidad internacional
1.6.1 Resumen histórico de la construcción de la construcción del cambio climático
1.6.2 La esperanza del Acuerdo de París y la Agenda 2030
1.7 Propuestas de Ecuador ante el cambio climático

CAPÍTULO II
LA GESTIÓN AMBIENTAL Y LA PERSPECTIVA DE GÉNERO
2.1 El género y ambiente desde las teorías

28
2.1.1 Ecología Política
2.2.2 Ecología Política de Género
2.2.3 Ecofeminismo
2.2 Dicotomía privado/público
2.3 El patriarcado, los regímenes de género
2.4 El componente ambiental de desarrollo con igualdad
2.5 Inserción del enfoque de género en los proyectos públicos de desarrollo
2.6 La participación de las mujeres en la gestión ambiental

CAPÍTULO III
ESTUDIO DE CASO FORECCSA
3.1 La participación: una mirada al interior de las comunidades
3.1 Actores y participación local
3.2 Producción y Recursos Naturales
3.3 Mitigación
3.4 Adaptación
3.5 Impactos en el recurso hídrico
3.6 Impacto en la agricultura y seguridad alimentaria
3.7 Impacto en la población
3.8 Costos y beneficios: ganadores y perdedores frente a la política propuesta

4.2. Recursos
PRESUPUESTO Y FINANCIAMIENTO
RECURSOS MATERIALES
Entre los recursos materiales utilizaré:
 Útiles de oficina: Papel, esferográficos, carpetas, pen drive;
 Recursos Técnicos: Computadora, impresora, copiadora, y
 Recursos bibliográficos: Libros, documentos, folletos, revistas, servicios de Internet.

DETALLE COSTO EN DÓLARES


 Material de escritorio…………………………………...$ 500,00
 Material bibliográfico……………..…………….….…..$ 400,00
 Fotocopias………………………………… ……......…$ 500,00
 Reproducción y empastado de tesis……….….………..$ 300,00
29
 Derechos y aranceles………………………..……....….$ 000,00
 Internet……………………….…………………………$ 100,00
 Movilización…………………………………………....$ 1000,00
--------------------
TOTAL: $ 2800,00
La presente se financiará exclusivamente con recursos propios.

4.3. Cronograma
Mes Actividad Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

Defensa de Plan x
de Tesis

Recolección de x x x
la información
bibliográfica
Investigación de x x x x x x
campo.
Elaboración del x x x
informe final
Presentación del x x
informe final
Corrección del x x x x
informe final

30
5. Fuentes bibliográficas

Alimonda, Héctor. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires.


Marzo 2006. ISBN: 987-1183-37-2. Disponible en la World Wide Web:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/grupos/hali/C1ELeff.pdf
Dankelman, I., Gender and Climate Change, 2010, p. 31.
De la LLata Loyola, M. D. (2003). Formas de crecimiento de una población. En M. D.
Loyola, Ecología y Medio Ambiente (pág. 59). México: Progreso, S.A de C.V.
Flores González, M. (2007). La protección jurídica para el cacao fino y de aroma del
Ecuador. Quito: Universidad Andina Simón Bolívar.
Harvey, David. (2012) El enigma del capital y la crisis del capitalismo. Ediciones Akal S.A.
Madrid, España. Título original: The Enigma of Capital and The Crises of Capitalism.
Hasenclever Andreas. Peter Mayer. Volker Rittberger. (2009). Las Teorías de los Regímenes
Internacionales: Situación actual y propuestas para una síntesis.
Herrero, Y. (2006). Ecofeminismo: una propuesta de transformación para un mundo que
agoniza. Cuadernos Mujer y Cooperativismo.
Herrero, Y. (2013). Feminismo y ecología: Reconstruir en verde y violeta. En Medio
ambiente y desarrollo. Miradas feministas desde ambos hemisferios (págs. 67-74). Granada:
Universidad de Granada.
Honty - Gudynas, G. -E. (2014). Cambio Climático y Transiciones al Buen Vivir. Lima, Perú:
Centro Latino Americano de Ecología Social, Red Peruana por una Globalización con
Equidad – RedGE.
Honty, G. (2017). Cambio Climático y Derecho al Desarrollo. En R. A. De la Fuente M.,
“Lógicas del Desarrollo Extractivismo y Cambio Climático”. (págs. 1-14). Cochabamba,
Bolivia: Centro de Estudios Superiores Universitarios de la Universidad Mayor San Simón.
Jackson, V. P. (2015). El problema del crecimiento. En Un mundo frágil. Hacer frente a las
amenazas a la sostenibilidad (pág. 67). Barcelona: Icaria Editorial.
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