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LINEAMIENTOS DE POLITICA PUBLICA PARA LA ASOCIATIVIDAD RURAL EN COLOMBIA

“Rutas Para La Asociatividad Rural”

El Departamento Nacional de Planeación ha identificado la asociatividad como un factor fundamental para la


generación de condiciones que mejoren el nivel de vida de la población rural, ya que esta figura proporciona a las
familias del sector, posibilidades para organizarse en comunidad, aumentar y mejorar su productividad, disminuir
costos, lograr acceso real a los mercados, desarrollar economías de escala, aumentar el poder de negociación y
lograr una mayor integración.

Actualmente, la Dirección de Desarrollo Rural del DNP está trabajando en la construcción de una política enfocada
en reconocer y promover formas asociativas, las cuales conlleven a la creación de organizaciones y colectivos con
capacidades para aumentar la productividad y desarrollar proyectos sostenibles. Esta iniciativa va en línea con lo
planteado en el Plan Nacional de Desarrollo 2010 – 2014 “Prosperidad para Todos” y en el CONPES 3616 de 2009:
“Lineamientos de la política de generación de ingresos para la población en situación de pobreza extrema y/o
desplazamiento”.

¿POR QUE LA ASOCIATIVIDAD RURAL?

La asociatividad contribuye al aumento de la competitividad y la productividad del sector agropecuario, ya que


proporciona a las familias del sector posibilidades para organizarse en comunidad, disminuir costos, lograr acceso
real a los mercados, desarrollar economías de escala, aumentar el poder de negociación, entre otros.

Es por ello que los lineamientos de política están enfocados a que los pequeños y medianos agricultores desarrollen
y fortalezcan modelos asociativos innovadores reconociendo y aprovechando los beneficios que ofrecen las formas
asociativas rurales, como lo son:

- Organizar los colectivos y la comunidad bajo un objetivo común.


- Aumentar el poder de planeación y negociación.
- Compartir solidariamente riesgos y costos.
- Reducir costos de transacciones, transporte y distribución.
- Acompañar y facilitar el acceso a la asistencia técnica para el mejoramiento productivo.
- Acompañar y facilitar el acceso a fuentes de financiamiento.
- Mejorar la calidad de vida y a la formación del recurso humano.
- Incrementar las capacidades y condiciones para penetrar y sostenerse en mercados.

ALGUNOS MODELOS EXITOSOS

En Colombia el sector palmicultor se ha caracterizado por implementar modelos asociativos y encadenamientos


productivos mediante alianzas como herramientas para promover el desarrollo empresarial y social de comunidades
vulnerables.

Estos modelos han generado nodos con formas de trabajo asociado encadenados a empresas ancla, donde la
comunidad involucrada en dichos proyectos ha logrado desarrollar capacidades productivas y empresariales. De
esta manera, se ha logrado que los productores locales incrementaran sus ingresos quincenales hasta en un 300
por ciento, accedan a protección social, a capacitaciones y asistencia técnica sobre el manejo del cultivo.

Es importante desatacar experiencias valiosas desde la consolidación de negocios inclusivos que desarrollan
modelos asociativos en Colombia, como los que ha impulsado el Consejo Empresarial Colombiano para el
Desarrollo Sostenible- CECODES en sectores como el camaronicultor en Tumaco y en otros proyectos regionales
como el desarrollado en Montes de María, Bolivar, donde la comunidad tiene siembras de teca, tabaco, mango, y
producción de miel.

Existen también logros significativos de empresas “ancla” como gestoras de la asociatividad misma. Es el caso de la
Cooperativa de Lecheros de Guatavita –COLEGA que ha logrado desarrollar un modelo asociativo con el apoyo de
Colanta y ha mejorado sus procesos de comercialización. En el mismo sector, la empresa Alqueria ha diseñado un
modelo que consiste en incorporar productores y consumidores de ingresos bajos o de la base de la pirámide a las
cadenas de suministro, beneficiando a 1.500 familias en la sabana de Bogotá y Cundinamarca.

En el sector cacaotero, se destaca el proyecto de la Compañía Nacional de Chocolates que con el apoyo de USAID,
ha iniciado un modelo donde la empresa ancla realiza alianzas estratégicas con agricultores, basadas en el
beneficio mutuo, donde se conforma una alianza entre una entidad financiera, un operador, una asociación o
cooperativa de productores y la empresa ancla.1. Este modelo ha beneficiado a más de 14 asociaciones de
agricultores que agrupan cerca de 3.500 familias en varias zonas marginadas por el conflicto armado.

LA EMPRESARIZACIÓN DEL CAMPO


Existen varios conceptos sobre empresarización del sector rural en Colombia. Sin embargo, la Dirección de
Desarrollo Rural del DNP ha identificado ciertas características en los procesos que conllevan a la empresarización
en el agro, que reflejan claramente dos niveles: la empresarización de base, la cual busca que los productores
desarrollen conocimientos empresariales e incorporen buenas prácticas de gestión empresarial en el campo, como
por ejemplo adquirir el hábito de llevar registros de sus costos, de su producción, precios de venta, y otras variables
que permitan medir su verdadera rentabilidad y hacer así productivo el campo.
El segundo nivel es el de la empresarización para la competitividad, la cual busca que los productores
desarrollen competencias empresariales, habilidades comerciales y condiciones específicas para penetrar mercados
más sofisticados, logrando mayores niveles de diferenciación en sus productos, por ejemplo para el desarrollo de
planes exportadores, protección de la propiedad intelectual, adquisición de sello verde o de denominación de origen,
etc.
En este sentido, la generación de competencias empresariales en colectivos y actores rurales facilitan el desarrollo
de proyectos productivos rentables, sostenibles y con viabilidad comercial e mercados interno y externo.

LA ASOCIATIVIDAD Y LA FORMALIZACIÓN

La asociatividad rural aporta a la formalización del sector, en el entendido que la asociatividad desarrolla
mecanismos de acción conjunta y cooperación que contribuye a que los productores mejoren su participación en el
mercado. En este sentido, un colectivo que busca que su producción cumpla con las condiciones y requisitos
necesarios para penetrar y lograr sostenibilidad en mercados, aumentará su poder de negociación, podrá desarrollar
economías de escala y responderá a las exigencias de la actividad comercial.

Adicionalmente, la formalización de una asociación legitima su razón de ser, así como de las actividades que
desarrolla, por lo cual es fundamental el cumplimiento de registros y requisitos ante la DIAN (NIT) y las Cámaras de
Comercio, los cuales facilitan el acceso a recursos financieros y a otros beneficios como la asistencia técnica
integral, la formación del recurso humano, el mejoramiento de infraestructura, etc.

La formalización también facilita la actividad comercial disminuyendo las asimetrías existentes entre productores e
intermediarios, aumentando la capacidad de negociación, logrando contratos de venta de cosecha con anterioridad
a un precio justo evitando así la marginalización en procesos de comercialización y logrando una mejor distribución
de beneficios.

Uno de los impactos de la formalización de asociaciones rurales, es garantizar el acceso al crédito, ya que la
obtención del NIT del colectivo o del RUT en la representación legal del mismo, es considerado un requisito de
elegibilidad en programas como el de Oportunidades Rurales y Alianzas Productivas del Ministerio de Agricultura y
Desarrollo Rural, así como de los programas de otorgamiento de crédito del Banco Agrario y FINAGRO.

1
Los Negocios Inclusivos en Colombia. CECODES. Bogotá – Colombia. 2008. Pag 40.
PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE LINEAMIENTOS DE POLITICA PÚBLICA

En Colombia se han diseñado e implementado instrumentos de política como los planteados en el Plan Nacional de
Desarrollo 2010 – 1014 “Prosperidad para Todos” y en el CONPES 3616 de 2009: “Lineamientos de la política de
generación de ingresos para la población en situación de pobreza extrema y/o desplazamiento”.

Estos instrumentos reflejan que la promoción de la asociatividad rural es una concepción de política de Estado, la
cual busca la integralidad y coordinación entre actores e instrumentos para potencializar el apoyo a las
organizaciones asociativas existentes o propicien un entorno favorable para su creación y consolidación.

Para consolidar el proceso de construcción de la política de asociatividad rural, el DNP ha desarrollado ejercicios de
concertación como conversatorios y mesas de trabajo con los productores, asociaciones, representantes de
colectivos y líderes sociales para conocer los problemas que enfrenta la asociatividad rural, con miras a lograr una
mayor coordinación interinstitucional entre entidades públicas y privadas para estructurar lineamientos coherentes
con las realidades de las formas asociativas rurales.

Este proceso se ha llevado a cabo con el apoyo de entidades públicas y privadas que tienen relación con el
mejoramiento de las capacidades de la población del sector rural y de su desarrollo, en especial el Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural, en su calidad de rector y ejecutor de la política, la Unidad Administrativa Especial
para las Organizaciones Solidarias, quien se encarga de promover, fomentar y fortalecer a las organizaciones
solidarias en Colombia, el SENA, como actor encargado de formar al recurso humano para el trabajo en el sector
rural, así como otras entidades gremiales, que como el caso de FEDEPALMA, FEDECAFETEROS, ASOCAÑA han
impulsado modelos asociativos en el país.

Se vincularon en el proceso las instituciones de crédito como FINAGRO y el Banco Agrario que que perteneen al
sistema financiero agropecuario.

HITOS DEL PROCESO

EL DIAGNOSTICO
Los ejercicios de concertación permitieron identificar 6 ejes problemáticos que permitieron evidenciar que la
generación de ingresos se deriva principalmente de actividades agropecuarias y que rural ocupada se dedica a las
actividades de agricultura, caza y silvicultura.

Existen múltiples aspectos que profundizan estas brechas en el crecimiento. Entre ellos: los obstáculos que limitan
la capacidad de los pequeños productores para realizar inversiones de mediano y largo plazo y aumentar su
productividad; las restricciones en el manejo de los riesgos asociados a la producción; la precaria infraestructura
para el almacenamiento y la transformación; los altos costos de entrada y sostenibilidad a los mercados y la
dificultad de diversificarlos; el bajo poder de negociación de los productores a la hora de comercializar sus
productos; la informalidad en los contratos de comercialización, el bajo nivel de empresarización; la baja
tecnificación y generación de economías de escala; la poca o nula integración vertica l y los bajos niveles de
formación del capital humano.

Estas limitaciones se agudizan cuando los productores actúan de manera y con responsabilidad individual. Por
ejemplo, para acceder a insumos a precios más bajos se deben realizar compras al por mayor, y para ello se debe
contar con el flujo de caja suficiente y disponer de las instalaciones adecuadas para su acopio y almacenamiento;
aspectos que son difíciles de garantizar para un productor de forma individual, en especial si éste es pequeño. Por
otra parte, cuando un pequeño productor negocia de forma individual su cosecha, tiene bajo o nulo poder de
negociación frente al intermediario, que por lo general es más grande y tiene una posición dominante en el mercado.

La pequeña escala de producción individual que caracteriza al campo colombiano obstaculiza la incorporación de
nuevas tecnologías y el acceso a la información, lo cual incrementa costos y le resta competitividad. El minifundio
también obstaculiza la inclusión financiera, pues un solo productor puede no tener los activos suficientes como
garantía para un crédito. La acción individual de los pequeños productores también dificulta el acceso a los
mercados internacionales, donde se requieren altos volúmenes de producción y el cumplimiento de estándares de
sanitarios y de calidad.

Como se ha mencionado anteriormente, la asociatividad es una herramienta que puede contribuir a superar estos
obstáculos, principalmente las limitaciones productivas y socioeconómicas que enfrentan los pequeños productores
agropecuarios.
A. DEBILIDAD NORMATIVA PARA LA CONSTITUCIÓN, Y FORMALIZACIÓN

La normatividad actual en torno a la asociatividad, presenta limitaciones que se han convertido en obstáculos para la
constitución, formalización y sostenibilidad de las formas asociativas rurales. Las leyes y decretos expedidos hasta
el momento se han centrado en la economía solidaria en general y en el cooperativismo en particular, pero no en la
implementación o la construcción de la asociatividad rural como una política de Estado y un fin en sí mismo.

Hoy en día los procesos de formalización tienen costos asociados monetarios y no monetarios, los cuales en la
mayoría de los casos actúan como barreras para la formalización, lo anterior sumado a los problemas frente a la
facultad de autorregularse y dictarse sus propias normas internas y estatutos.

B. DEBILIDADES EN LA OFERTA Y LA COORDINACIÓN INTERINSTITUCIONAL

Existen numerosos programas e instituciones del orden público, privado y multilateral que fomentan la asociatividad
rural y que han contribuido a la creación de organizaciones, a su formalización y fortalecimiento, sin embargo existe
desarticulación sectorial y descoordinación interinstitucional que generan duplicación de esfuerzos y
consecuentemente utilización ineficiente de recursos, se suman a los múltiples y contradictorios conceptos de
desarrollo, metodologías e instrumentos de trabajo utilizados por las distintas organizaciones e instituciones que
están presentes simultáneamente en un territorio.

Lo anterior se suma a la falta de coordinación y pertinencia de las iniciativas de cooperación internacional que
intervienen en el territorio de forma aislada, muchas veces sin conocimiento y control del gobierno, se desarrollan
temporalmente y no se ajustan a las condiciones de la oferta nacional existente.

Esta falta de coordinación no permite que se construya el capital necesario, el cual permitiría dar mayor dinámica a
los procesos de desarrollo, ya que la coordinación de acciones entre las organizaciones vinculadas al desarrollo
rural, permitiría construir capital social necesario para fortalecer a las organizaciones y asociaciones existentes y se
podría realizar una utilización más eficiente de recursos generalmente escasos, evidenciando mejores resultados.

C. OBSTÁCULOS EN LA CONSTRUCCION DE TEJIDO SOCIAL PARA LA VIDA EN COMUNIDAD

Adicional a los problemas del marco jurídico e institucional que afectan la consolidación y el desarrollo de la
asociatividad rural, existen una serie de dinámicas sociales y políticas que al configur arse en el contexto rural,
representan también obstáculos para la asociatividad.

El primero de ellos tiene que ver con el hecho que existe en el país una discriminación histórica hacia la población
rural, al igual que una estigmatización de la pobreza en el campo, lo cual ha impedido que se reconozca y
promocione la necesidad de invertir en este sector e impulsar su desarrollo.

Existen también aspectos de índole cultural que se relacionan con la construcción de vida en comunidad y con la
promoción de la asociatividad rural. Uno de estos aspectos es el individualismo, entendido como la atomización y
poca cooperación en torno a los intereses y acciones comunes.

Otro aspecto social que históricamente ha tenido un impacto sobre la construcción de vida en com unidad rural es el
conflicto armado.

D. LIMITACIONES EN EL ACCESO A INSTRUMENTOS FINANCIEROS

Con relación al acceso al crédito y financiamiento, existe una amplia oferta de crédito para la asociatividad rural. Si
bien existen instrumentos financieros para estimular la asociatividad rural, como las figuras de crédito que se
diseñaron para ofrecer requisitos y condiciones adaptados a las asociaciones rurales, existen obstáculos para el
acceso que tienen que ver con los trámites y los costos generados. Lo anterior por tres causas principales:

 Asincronía entre los instrumentos de crédito y las especificidades del sector rural.
 Carencia de una herramienta especializada de evaluación del riesgo crediticio agropecuario .
 Insuficiencia de instrumentos financieros distintos al crédito agropecuario.
E. DEBILIDAD EN LA OFERTA Y ACCESO A SERVICIOS PARA LA FORMACIÓN DE CAPITAL
HUMANO

La baja formación de capital humano es uno de los obstáculos para conformar y sostener a las formas asociativas
rurales. Según el PND 2010-2014, solo el 20,6% de la población en edad de trabajar rural alcanza nivel de primaria
y solo el 9% secundaria. Esto quiere decir que el grueso de la población rural no cuenta con las herramientas
necesarias para desarrollar sus capacidades productivas y mejorar así su capacidad de generación de ingresos e
impulsar el crecimiento del sector agropecuario.

Adicional a esto, debe resaltarse que en la actualidad, la educación formal básica desconoce la vocación regional, lo
que conduce a una formación desarticulada de las necesidades y potencialidades de los territorios, pues no toma en
cuenta las particularidades de cada región ni su vocación productiva. Lo anterior se ve limitado también, dado que la
educación no parte de la autonomía y el empoderamiento de las autoridades locales y territoriales para la
construcción participativa de los planes de educación.

A. DIFICULTADES EN LA COMERCIALIZACIÓN Y ACCESO A MERCADOS

No obstante los avances en la oferta de apoyos para la comercialización agropecuaria, persisten algunas
limitaciones que se agudizan cuando los productores actúan de forma individual. Esto, eleva los costos que
enfrentan los productores, reduce su poder de negociación y su habilidad para integrarse verticalmente y acceder a
nuevos mercados cumpliendo estándares de volumen y calidad.

La falta de articulación entre los productores, hace que exista un mayor número de oferentes de productos con
relación a la cantidad de demandantes (comercializadores, centros de acopio e industriales). Debido a esto, el
demandante tiene un mayor poder de negociación, y puede actuar como un monopsonista, controlar el mercado y
apropiarse del excedente del productor al pagarle precios inferiores a los competitivos.

A esto se suma el hecho de que los pequeños productores, cuando actúan de forma individual, no cuentan con la
información adecuada y necesaria acerca de las características de los mercados y los precios, las deman das, lo
cual dificulta la búsqueda e identificación de mejores ofertas. En otras palabras se generan escenarios
especulativos, que le impiden maniobrar y lograr negociaciones justas.

El efecto de los anteriores planteamientos se traduce en altos niveles de intermediación y su efecto sobre la
distribución de beneficios.

LINEAMIENTOS ESTRATÉGICOS DE POLITICA PÚBLICA PARA LA PROMOCIÓN DE LA ASOCIATIVIDAD Y


EL EMPRESARISMO RURAL EN COLOMBIA

La formulación de los lineamientos estratégicos de política pública para la promoción de la asociatividad rural en
Colombia está dirigida a aumentar el impacto de los beneficios que se derivan de la asociatividad rural y minimizar
los obstáculos que impiden el efectivo desarrollo de las mismas como organizaciones competitivas y sostenibles. En
ese sentido, estos lineamientos estratégicos se enmarcan en la necesidad de aumentar los niveles de productividad
y competitividad del campo, que en términos generales conlleven a la comercialización justa, de productos cuyo
beneficio se vea reflejado en el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.

Los lineamientos de política están dirigidos a fortalecer en general a los pequeños y medianos productores, a sus
colectivos y asociaciones, así como a todas las entidades, organizaciones que promueven la asociatividad y la
empresarización rural.

Estos lineamientos de política tienen como objetivo contribuir al mejoramiento del marco económico, social,
institucional y legal para la asociatividad y la empresarización rural del país, en aras de facilitar la creación y el
fortalecimiento de formas asociativas organizadas, competitivas y sostenibles que permitan mejorar la calidad de
vida y la competitividad en el sector rural.
Tras haber realizado el diagnóstico de la situación actual de las asociaciones rurales en Colombia e identificado los
principales problemas que requieren atención para garantizar y facilitar la creación, el fortalecimiento y la
sostenibilidad de formas asociativas rurales organizadas, competitivas y sostenibles, se plantean las siguientes
estrategias:

1. Revisar y adecuar el marco normativo relacionado con la constitución, formalización y gobernanza


de las asociaciones y formas empresariales rurales

El objetivo específico asociado a esta estrategia es facilitar la constitución, formalización y gobernanza de las formas
asociativas y adecuar un marco normativo que genere un entorno adecuado para la promoción y el fortalecimiento
de la asociatividad y la empresarización rural.

2. Coordinar la oferta institucional existente para la promoción de la asociatividad y la


empresarización rural

Coordinar a las diferentes instituciones que promueven la asociatividad, para mejorar la oferta públic o-privada de
programas de fomento que conciban la asociatividad como un fin y como un medio; garantizar así una mayor
cobertura y una asignación eficiente de recursos. Específicamente coordinar las acciones de tanto instituciones
nacionales como locales y multilaterales que busquen la promoción y el fortalecimiento de la asociatividad y la
continuación de las políticas y estrategias que la promueven.

3. Reconocer y fortalecer las formas asociativas y empresariales rurales para la construcción de


tejido social y la vida en comunidad

El objetivo de esta estrategia es reconocer las formas asociativas rurales no solo con un asunto social y económico,
sino también como uno político y cultural. Se busca además, consolidar procesos de fortalecimiento organizativo de
las asociaciones rurales para la construcción de tejido social y la vida en comunidad.

4. Facilitar el acceso al crédito y la financiación mediante la adaptación y el diseño de instrumentos


financieros ajustados a las condiciones y realidades de las formas asociativas y empresariales
rurales

Los objetivos de esta estrategia son: i) identificar y eliminar las barreras de acceso a los instrumentos de crédito y
financiación dirigidos a las asociaciones rurales; y ii) Facilitar la creación de nuevos instru mentos financieros
ajustados a las condiciones y realidades de las formas asociativas rurales.

5. Mejorar la oferta y el acceso a servicios de formación del recurso humano

El objetivo de esta estrategia es buscar alternativas que permitan ampliar la cobertu ra, calidad y pertinencia en la
formación del recurso humano de las asociaciones rurales. Lo anterior entendiendo que la formación y capacitación
es determinante en la consolidación de las formas asociativas, su funcionamiento, crecimiento y sostenibilidad ,
siempre que ésta se encuentre articulada a las necesidades y particularidades de los contextos y que cubra todas
las etapas del ciclo Producción-Transformación-Comercialización.

6. Promover herramientas y mecanismos que faciliten la comercialización y el acceso a mercados de


los bienes y servicios

El objetivo específico de esta estrategia es promover un entorno propicio que facilite la comercialización y el acceso
a mercados de los bienes y servicios generados por las asociaciones y empresas rurales adaptados a las
condiciones de los mismos.
7. Fortalecer el suministro de información y estadísticas de las formas asociativas y empresariales
en el sector rural

El objetivo de esta estrategia es diseñar un sistema de información estadística para las asociaciones rurales de
acuerdo con las demandas de los agentes públicos y privados y la información disponible en el DANE y demás
entidades de Gobierno, sobre las asociaciones rurales en Colombia.

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