FICHA TÉCNICA

Poda en Plantaciones de Pino Oregón

Ing.Ftal. M.Sc. Miguel M. Davel, Ing.Ftal. Eduardo Sepúlveda, Área de Conservación y Manejo de Bosques - CIEFAP

Introducción
El Pino oregón (Pseudotsuga
menziesii (Mirb.) Franco) es una de las
especies cultivadas de mayor potencial
en nuestra región debido a los crecimien-
tos que presenta, a su sanidad y a la
calidad de su madera, reconocida y apre-
ciada en el mercado internacional. Ésta
presenta características físico - mecáni-
cas sobresalientes y una gran variedad de
alternativas de uso, utilizándosela en otros
países en procesos que incluyen desde la
fabricación de pulpa hasta la obtención
de chapas finas.
En nuestra región se ha establecido
como uno de los objetivos principales la
M adera libre
S eg un da po da
producción de madera de calidad. Hubert
y Courraud (1989) sostienen que las dife-
rencias de valor a favor de las maderas
podadas va a acentuarse en los próximos
decenios, ya que la cantidad de madera
de sierra puesta en el mercado, principal-
mente de coníferas, va a aumentar sensi-
blemente, produciéndose un excedente
de madera mediocre y una escasez de
madera de calidad.
Cuando el objetivo de una plantación
es producir madera libre de nudos, el
manejo de la misma debe ser analizado
desde sus primeras etapas a fin de cum-
plir con dicha finalidad de la manera más
eficiente.
Dentro del mane-
jo, la poda es la acti-
vidad más relaciona-
da con la obtención
de madera de alta
calidad, pero sólo se
justifica desde este
punto de vista, si lo-
efecto sobre el crecimiento y sobre las
variables que nos indican la calidad del
tratamiento como son el diámetro sobre
muñón y, principalmente, el diámetro del
cilindro con defectos. A su vez, estos
efectos de la poda, serán balanceados
con otras prácticas de manejo, como el
momento e intensidad de los raleos y el
tiempo y número de árboles con que se
llegará a la corta final. Rara vez la poda
resultará rentable si no está asociada a
estas prácticas silvícolas. Por último, la
aplicación de estos tratamientos y sus
efectos, variarán según el sitio considera-
do.
En la Argentina desde los comienzos
de la introducción de especies de rápido
crecimiento se tuvo como único fin la
maximización volumétrica sin tener en
cuenta la calidad.
En nuestra región la mayoría de las
forestaciones existentes, no han sido
raleadas ni podadas en el momento opor-
tuno, generando un alargue del turno de
corta y una disminución en la calidad del

gra cumplir con los producto final. Por otro lado no hay estu-
de nudos
objetivos deseados. dios anteriores sobre las técnicas y los
Hay que tener en esquemas de poda más convenientes para
cuenta que esta acti- esta especie.
vidad, no sólo con-
siste en extraer las ra-
El presente estudio, que forma parte
mas de una porción
del Proyecto “Manejo del pino oregón en
DS del fuste, sino que
M la Patagonia Andina” del CIEFAP, tiene
2 debe cumplir con una
como objetivo evaluar algunos aspectos
serie de requisitos
relacionados a la poda y dar recomenda-
técnicos y debe estar
ciones prácticas para su correcta ejecu-
asociada a otras acti-
P rim era po da

C icatrización

ción.
vidades de manejo
para que se vea refle-
jada en la calidad y
SM
1 cantidad de la pro- Algunas definiciones
D DSM ducción. Entre los
DCD temas a considerar se
encuentran: el mo- Se aclaran a continuación algunos
mento de realización, conceptos que son utilizados para eva-
la intensidad y el nú- luar la calidad de una poda y que se
Figura 1. Representación esquemática del DSM y el mero de podas o le- utilizarán en este trabajo: diámetro sobre
DCD en un árbol podado y que ya ha producido madera vantes a realizar. Es- muñón (DSM) y diámetro del cilindro
libre de nudos. tos factores tienen con defectos (DCD).

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 El DSM es el diámetro del mayor
muñón existente en la parte podada del
fuste y es el que nos va a determinar el
DCD (Figura 1). Por lo tanto este diáme-
tro es la variable de control para el
silvicultor ya que ella nos va a definir el
momento de realizar las podas. Cuando
este diámetro alcanza un valor de 14 – 15
cm es el momento adecuado para realizar
la primera poda. Si el DSM se deja crecer
muy por encima de este valor, la poda se
convierte en un gasto que no brindará
retornos económicos en el futuro y solo
se debe realizar como medida de preven-
ción contra incendios.
El cilindro con defectos es el que
incluye el cilindro con nudos y las cicatri-
ces de cierre de las ramas podadas. El
DCD será el mayor diámetro de este
cilindro. El tamaño de este cilindro va a
quedar definido por el tamaño del DSM,
el proceso de cicatrización y la sinuosi-
dad del fuste. Por afuera de este cilindro
se encontrará la madera libre de nudos y
Figura 2. Podas bien y mal realizadas
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de ahí la importancia de su diámetro
(Figura 1).
¿Cómo podar y que herramientas
utilizar?
Cuando se realiza la poda el corte de
la rama debe ser lo más cercano al tronco
del árbol y paralelo al mismo, pero siem-
pre cuidando de no producir daños en la
corteza. El corte debe ser neto y limpio,
sin dejar restos de corteza o partes de la
rama, en caso contrario se retardará el
proceso de cicatrización y se perderán
los beneficios de haber realizado la poda
en el momento oportuno (Figura 2).
La poda para esta especie se puede
realizar con serrucho o tijerón. La moto-
sierra, que se ha comenzado a utilizar
para la poda de pino ponderosa (Pinus
ponderosa Dougl. ex Laws), no es reco-
mendable para especies de corteza fina
como el pino oregón. Nunca se deben
realizar podas con machete, se produ-
cen daños en la corteza y no se obtiene un
corte nítido y a ras del tronco.
¿Cuándo se debe podar?
Primera poda
Menezes y Velazco (1990), indican
que la primera poda es determinante del
resultado final. Cuanto menos se pode,
más rápido se va a tener que realizar el
segundo levante y, por otro lado, si se
realizan podas muy fuertes se puede ver
afectado el crecimiento.
Una de las decisiones más importan-
tes es determinar el momento oportuno
de realizar la primera intervención. Este
momento está definido como se mencio-
nó anteriormente, por el diámetro sobre
muñón, el cual no debe ser superior a 14-
15 cm. Sin embargo este diámetro, si el
árbol no está podado, no se puede medir
por la presencia de las ramas, por lo que
se analizó su relación con otras variables
de más fácil medición.
Sutton y Crowe (1975) mencionan
que el DSM tiene estrecha relación con
variables tales como el diámetro a la
altura del pecho (DAP), la altura total, el
diámetro de la rama más gruesa sobre el
DSM, la altura del DSM y la altura de
poda.
En este estudio se han analizado estas
relaciones para pino oregón plantado en
dos diferentes distanciamientos iniciales
(2m x 2m y 3m x 3m) en sitios de produc-
tividad media a alta (IS = 16-19 – Davel,
1998).
De este análisis se encontró, para
ambos distanciamientos, que el valor del
DSM de la primera poda está estrecha-
mente relacionado con el DAP (R2 =
0,91) (Sepúlveda, 1999) (Figura 3).
Esta relación se puede representar
con el siguiente modelo que permite esti-
mar el DSM conociendo el valor del
DAP:
DSM = 1,364 * DAP – 0,456 (1)

40
35
30
DSM
(cm)
25
20
15
10
5 el DAP promedio de los árboles domi-
5 10
Figura 3. Relación entre el DSM y el DAP para ambos distanciamientos iniciales.
Por ejemplo si se mide en un árbol un
DAP de 11 cm y se reemplaza en (1)
tenemos que el DSM es de:
DSM1 = 1,364 * 11 cm – 0,456 = 14,54 cm
donde:
DSM1: diámetro sobre muñón de la
primera poda.
DAP: diámetro a 1,30 m.
Esta relación muestra que para tener
un DSM adecuado (no mayor a 14-15
cm) se debe realizar la primera poda
cuando el DAP promedio de los árbo-
les dominantes está entre 10 y 12 cm.
Por otro lado indica que el DSM
aumenta alrededor de 1,36 cm por cada 1
cm de aumento en el DAP. Esto significa,
en base a los crecimientos observados,
que por cada año que se atrase la primera
poda, el DSM se va a incrementar en 3,4
cm.
Sutton y Crowe (1975) indican para
pino radiata (Pinus radiata D.Don) que
por cada cm que se deje incrementar el
DSM se deberá incrementar el DAP al
turno de corta en 2,5 cm para obtener la
misma cantidad de madera libre de nu-
dos. No se cuenta aún con valores para
pino oregón en nuestra región pero si
éstos fueran similares a los mencionados
por Sutton y Crowe (1975) para pino
radiata y teniendo en cuenta los creci-
mientos indicados en el párrafo anterior,
15 20 25
DSM promedio DAP (cm)
por cada año que se atrase la primera
poda, se necesitarían 8,5 cm más de DAP
al turno de corta para producir la misma
cantidad de madera libre de nudos.
Segunda poda
En una poda bien realizada, el DSM
de un determinado levante de poda, debe
ser igual al DSM del levante anterior. Si
es mayor, se estará realizando una poda
tardía y si es menor, la poda se estará
realizando antes de lo conveniente. Si los
levantes posteriores a la primera poda
aumentan notoriamente el valor del DSM,
el efecto de esta última se pierde, convir-
tiéndose en una actividad superflua des-
de el punto de vista cualitativo y en un
costo sin ninguna posibilidad de justifi-
carse en el tiempo. Por esto, el momento
de cada poda debe ser determinado en
forma precisa (Menezes y Velazco, 1992).
Para la estimación del DSM de la
segunda poda el modelo seleccionado
fue el siguiente (R2 = 0,83):
DSM2= 3,057+1,110 * DAP– 1,516 *HPOD1
(2)
donde:
DSM2: diámetro sobre muñón de la
segunda poda
DAP: diámetro a 1,30 m.
HPOD1: altura de la primera poda
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En este caso además de conocer el
DAP se debe conocer la altura de la
primera poda. Esta relación permite de-
terminar el momento de realización de la
segunda poda, es decir cuando el DSM2
alcanza el mismo valor que el DSM1.
Por ejemplo si la altura de la primer
poda (HPOD1) en los árboles dominan-
tes fue de 3 metros y se realizó cuando los
mismos tenían un DSM de 15 cm, la
segunda poda se deberá realizar cuando
nantes es cercano a 15 cm, en ese momen-
to el DSM2 es aproximadamente igual al
DSM1. Esto se obtiene introduciendo los
valores de DAP promedio actual de los
árboles dominantes del rodal y HPOD1
en la ecuación (2):
DSM2 = 3,057 + 1,110 * 15 cm – 1,516 * 3 =
15,1 cm
Por otro lado esta relación indica que
por cada centímetro que crezca el DAP,
el DSM2 crecerá en 1,11 cm. Si se consi-
deran nuevamente los crecimientos ob-
servados en el ensayo, por cada año que
nos atrasemos en realizar la segunda poda,
el DSM2 se incrementará en aproxima-
damente 2,77 cm.
Aún no tenemos definido cuál es el
largo de troza podada al que debemos
llegar. Si nos basamos en valores interna-
cionales el objetivo sería producir una
troza de entre 5,5 y 6 metros de largo,
libre de nudos. Para lograr esto todavía
debemos analizar si conviene realizar
una tercera poda o llegar al mismo largo
en dos intervenciones.
¿Cuánto se debe podar?
Luego de evaluados dos períodos de
crecimiento desde la instalación de los
ensayos, no se han observado efectos
importantes sobre el crecimiento en diá-
metro o altura, comparando árboles po-
dados hasta un 50 % de su altura total con
árboles no podados.
En base a esto consideramos conve-
niente podar, en cada levante de la poda,
12m
9m
6m
4,5
3m
Figura 4. Relación altura total – altura de poda para un esquema hipotético de 3
podas y una altura final de poda de 6 metros.
hasta la mitad de la altura total del árbol,
ya que no se afecta su crecimiento y se
alarga el período entre podas. Hay que
tener en cuenta que la altura de poda será
independiente para cada árbol depen-
diendo de la altura total del mismo.
Se puede observar como ejemplo la
Figura 4, donde se realizan 3 levantes de
poda para alcanzar una altura de poda de
6 metros.
¿Cuántos árboles podar?
Es conveniente podar todos los árbo-
les en la primera poda, sobre todo en
zonas con alto riesgo de incendios. Esto
además facilitará la realización de otras
tareas dentro del bosque, como la selec-
ción de los árboles para raleo y de los
individuos a podar en la segunda poda.
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6m
En el caso de la segunda poda, sólo se
podarán los árboles que llegarán a la
corta final. En este caso deben podarse
350-450 árboles/ha, homogéneamente
distribuidos en la superficie del rodal.
¿Cómo elegir los árboles a podar?
Hay que tener en cuenta dominancia,
forma y sanidad. Se deben elegir para la
poda:
n Árboles dominantes o codominantes.
No podar árboles oprimidos.
n Rectos y sin bifurcaciones.
n Sanos y vigorosos.
En la segunda poda, si se debe elegir
entre dos árboles a podar, se debe tener
en cuenta además de los aspectos men-
cionados anteriormente, que son preferi-
bles:
n Árboles con pocas ramas y cuya
distancia entre verticilos sea máxima.
n Árboles con ramas finas y cuyo
ángulo de inserción sea lo más recto
posible.
Agradecimientos
A los productores Sres. Perner y
Whewell que nos permitieron instalar
ensayos de poda y raleo en plantaciones
de su predio. A Florencia Urretavizcaya
por la lectura del trabajo y las sugeren-
cias realizadas. A Héctor Gonda y Rubén
Manfredi por los aportes realizados.
Bibliografía
DAVEL M.M. 1998. Estimación de la productividad
del sitio para pino oregón en la Patagonia Andina.
Patagonia Forestal 4(5): 5-8.
HUBERT, M; COURRAUD, R. 1989. Poda y formación
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Austral de Chile. Valdivia. Chile. 91pp.
MENESES V.M. y VELAZCO R.J. 1992. Comporta-
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Silvicultura, Manejo y Tecnología. Universidad
Austral de Chile. Valdivia. Chile. 109-123.
SEPULVEDA, E. 1999. Poda en pino oregón
(Pseudotsuga menziesii (Mirb.) Franco). Semina-
rio para optar por el título de Ingeniero Forestal.
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan
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SUTTON, W.R.J. and CROWE, J.B. 1975. Selective
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