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Miketz(Génesis 41:1-44:17)

Cómo llegar a la cima del éxito

El Jafetz Jaim, líder de la judería europea a principios del siglo XX, era conocido como una
persona particularmente recta y sagrada. En una ocasión, le pidieron que atestigüe en una
corte polaca a favor de un acusado judío. Antes de llamar al Jafetz Jaim a dar su testimonio, el
abogado defensor dio una larga explicación sobre el carácter del Jafetz Jaim, citando muchas
historias que demostraban su rectitud y santidad. Sin embargo, las palabras del abogado no
impresionaron al juez, quien dudó de la veracidad de esas historias.

Al ver que el juez dudaba, el abogado defensor reconoció que algunas de las historias podían
haber sido un poco exageradas. Pero entonces agregó: “Puede ser que no todos los detalles de
estas historias sean ciertos. Pero, dígame, su señoría, ¿acaso alguien cuenta esta clase de
historias sobre usted o sobre mí?

(A propósito, esta historia tuvo un final feliz. El juez polaco quedó tan impresionado con el
Jafetz Jaim que finalmente absolvió al acusado).

***

En la parashá de esta semana, Miketz, vemos la impresión que la naturaleza moral de uno
puede causar en los demás. La parashá comienza describiendo que los hombres sabios del
faraón no lograban interpretar los sueños de su amo.

Años antes, Iosef había interpretado correctamente el sueño del ministro de copas del faraón,
quien ahora pensó que quizás el joven hebreo podría hacer lo mismo por el faraón.

Desesperado por una buena interpretación, el faraón accede a la sugerencia de darle al


convicto Iosef la oportunidad de explicar los sueños. Llevan a Iosef ante el faraón y ¡él
interpreta los sueños correctamente! El faraón está tan impresionado por el joven hebreo que
lo designa Primer Ministro de Egipto, segundo en poder después del faraón mismo.

(El texto no explica cómo supo el faraón que la interpretación de Iosef era correcta. Algunos
comentaristas dicen que el faraón incluyó información falsa al describir el sueño, con la
intención de purgar interpretaciones falsas. Otros dicen que junto con el sueño el faraón
también recibió el significado del mismo, pero que lo olvidó al despertar y Iosef refrescó su
memoria.

***

Rav Jaim Shmulevitz, Rosh Ieshivá de Ieshivat Mir de Jerusalem, preguntó cómo fue posible
que Iosef recibiera semejante cargo. Además de ser joven, Iosef también era extranjero y
desconocido para la corte real egipcia. ¡Y hasta ese momento había estado preso! ¿Cómo pudo
ser designado como la segunda persona más poderosa en todo el imperio egipcio?

Rav Shmulevitz dice que la respuesta la encontramos al leer atentamente el texto. Iosef se
rehúsa a asumir cualquier mérito por la sabiduría que imparte. Él le dice al faraón que todo lo
que pueda decirle viene a través de la gracia de Dios. Una y otra vez Iosef enfatiza que los
sueños son la forma en que Dios se comunica con el faraón.

La convicción de Iosef en que Dios es la fuerza suprema, y su negación a considerarse


importante, impresionaron al faraón. El monarca egipcio comprendió que estaba tratando con
una persona recta y temerosa de Dios. Podía estarse seguro de que ese individuo tenía una
honestidad y una integridad fuera de lo normal entre los misteriosos y complotadores
miembros de una corte real. Esto era exactamente lo que el legislador egipcio estaba buscando
para la posición de asesor principal del faraón.

En el análisis final, el carácter impecable de Iosef fue lo que también le dio poder político. Lo
mismo

Entender el mensaje

Dios nos envía constantemente mensajes, mediante su Hashgajá pratit, su ‘providencia Divina’.
Ahora, ¿qué necesitamos para entender sus mensajes con claridad? La saga de Iosef y sus
hermanos nos da un entendimiento crucial para descifrar los mensajes que Dios nos envía.

Después de que los hermanos de Iosef lo acusaran de ser megalómano, con sueños
extravagantes donde gobernaba sobre ellos, lo vendieron como esclavo. Iosef estuvo separado
de su amado padre durante 22 años y, eventualmente, llegó a ser virrey de Egipto. Hubo una
hambruna en la tierra que forzó a los hermanos a descender a Egipto para obtener alimento.
Al verlos, Iosef ingenió un plan para hacerles entender que lo habían juzgado mal, y ayudarlos
así a hacer teshuvá.

Los hermanos de Iosef eran hombres grandiosos, los futuros progenitores del pueblo judío;
vivían con una conciencia constante de la presencia de Dios en sus vidas. Sabían que la vida no
es simplemente una serie de eventos casuales, sino que todo lo que ocurre es orquestado por
Dios y contiene un mensaje.

Pero, por alguna razón, sin importar los eventos que tanto Hashem como Iosef orquestaron,
los diez hermanos nunca entendieron que los mensajes de los sueños de Iosef fueron
realmente proféticos. Nunca se les ocurrió que lo habían juzgado mal cuando lo creyeron un
usurpador que trataba de dejarlos fuera de los bnei Israel, los ‘hijos de Israel’.

Una serie de reconocimientos parciales

El primer reconocimiento que tuvieron de que habían hecho algo mal está registrado en la
parashá Vaieshev, cuando Yehudá fue removido del poder: “Y sucedió en ese tiempo que
Yehudá descendió de sus hermanos” (Bereshit 38:1). Rashi comenta: “¿Por qué fue esta
sección ubicada aquí, interrumpiendo la sección que trata sobre Iosef? Para enseñarnos que
los hermanos [de Yehudá] lo hicieron descender en su grandeza cuando vieron el dolor de su
padre. Ellos dijeron: ‘Nos dijiste que lo vendiéramos. Si nos hubieses dicho que lo
devolviéramos, te habríamos obedecido’”.

Sin embargo, no reconocieron que vender a Iosef fue un error, sino sólo que se equivocaron en
causarle semejante dolor a su padre.

La segunda vez que reconocieron que se habían equivocado fue cuando fueron a Egipto a
comprar alimento, después de que Dios trajo una hambruna a la región. “Y descendieron los
hermanos de Iosef, diez de ellos, para comprar grano” (ibíd. 42:3). ¿Por qué se refiere la Torá a
ellos como “los hermanos de Iosef” y no como “los hijos de Yaakov”? Rashi, basado en el
Midrash (Bereshit Rabá 91:6), explica: “Se arrepintieron de venderlo y decidieron comportarse
con él con hermandad y rescatarlo a cualquier precio que les pidieran”. Veintidós años
después de vender a Iosef, entendieron el mensaje de Hashem: debían buscarlo y rescatarlo. El
dolor que habían causado era demasiado grande, y ahora querían corregir su error.

En Egipto, fueron falsamente acusados de ser espías. Los diez hermanos fueron puestos en
prisión durante tres días hasta que Iosef decidió retener sólo a Shimón, el hermano que lo
había tirado al pozo, mientras que los otros volvieron con Yaakov. De nuevo, advirtieron que
Hashem les estaba enviando un mensaje, y se preguntaron: “¿Por qué nos está ocurriendo
esto? ¿Cuál es el mensaje?” La Torá dice: “Y cada uno dijo a su hermano: ciertamente somos
culpables por nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo
escuchamos, es por eso que vino esta angustia sobre nosotros” (ibíd. 42:21). Nueve de los
hermanos dijeron que era su culpa por no haber tenido piedad por su hermano. Entendieron
parte del mensaje. Reubén, el hermano mayor, fue un paso más allá y les dijo que se
equivocaron en su juicio sobre Iosef. Pero ellos aún no habían unido todas las piezas del puzle:
no advirtieron que Iosef estaba ante ellos.

Después de descubrir el dinero en cada una de sus bolsas, fueron falsamente acusados de
nuevo, esta vez de robar. “Entonces se sobresaltó su corazón y cada uno se volteó estremecido
hacia su hermano, diciendo: ‘¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?’” (ibíd. 42:28). Temieron,
advirtieron que algo estaba ocurriendo, pero no pudieron unir las piezas.

Luego Iosef hizo algo que sólo alguien íntimamente familiar con los hijos de Yaakov hubiera
podido hacer: los sentó alrededor de la mesa de acuerdo al orden de nacimiento. “Se sentaron
frente a él, el primogénito conforme a su primogenitura y el menor conforme a su juventud.
Los hombres se miraron, asombrados, uno a otro”. (ibíd. 43:33). ¿Qué probabilidades había de
que los sentaran en el orden correcto? ¿Quién más podría haber sabido esta información,
además de un miembro de la familia de Yaakov? ¿Qué tan obvio podía ser? ¡Pero los hermanos
seguían sin imaginar que el virrey que tenían delante era su hermano Iosef!

Y, finalmente, a Biniamín le tendieron la trampa con la copa del virrey y fue tomado en
cautiverio. Los hermanos, erróneamente, asumieron que era culpable, pero advirtieron que
debían luchar por él. Al ver el compromiso hacia su hermano, Iosef ya no pudo ocultar su
identidad y, finalmente, se reveló ante ellos: “Aní Iosef, ¿ha-od aví jai? ‘Soy Iosef, ¿mi padre
aún vive?’”.

¿Por qué no entendieron el mensaje?

Los diez hermanos eran hombres grandiosos, que se esforzaban continuamente por entender
el profundo significado detrás de la providencia Divina. ¿Por qué no entendieron lo que Dios
les estaba diciendo? ¿Por qué no advirtieron que el virrey era nada menos que Iosef?

Si se hubieran hecho sólo una pregunta, hubiese sido imposible desconocer el mensaje. Esa
pregunta era: ¿Es posible que los sueños de Iosef hayan sido verdaderamente proféticos? Si se
hubieran hecho esa pregunta, habrían tenido que preguntarse: ‘Si los sueños fueron
proféticos, y nosotros estábamos destinados a reverenciarnos ante Iosef, ¿podría ser que el
hombre que, de alguna forma, supo el orden de nuestros nacimientos, el hombre ante el cual
nos reverenciamos, tal cual describió el sueño de Iosef, fuera, en realidad, Iosef?’. De repente,
todas las piezas habrían encajado, y ellos hubieran advertido lo mal que juzgaron a Iosef 22
años antes. Hubieran entendido que el virrey eligió dejar a Shimón tras las rejas porque fue
quien había arrojado a Iosef al pozo y dicho a Leví: “¡Mira! ¡El soñador está viniendo!” (ibíd.
37:19). Hubiera explicado todas las falsas acusaciones que recibieron, así como la razón por la
que estaban siendo forzados a defender a Biniamín.

Si hubieran, en algún momento, reconsiderado el juicio original que hicieron sobre Iosef y
considerado la posibilidad de que no era realmente un usurpador, lo habrían reconocido de
inmediato.

El error principal de los hermanos fue la falta de voluntad para reevaluar sus conjeturas
fundamentales. Una vez que hicieron su juicio, 22 años antes, ese veredicto se volvió
sacrosanto. Su opinión se volvió un inamovible pilar de verdad que sostenía todo un edificio de
decisiones subsecuentes. No estuvieron preparados para desmantelar ese edificio, desafiando
las conjeturas que lo sustentaban, y que los cegaba ante lo que era claramente obvio.

Reevalúa tus conjeturas

Si los hermanos de Iosef cayeron en la trampa de la necedad, entonces nosotros seguramente


debemos tener la guardia en alto para evitar ser atrapados por la miopía. Por naturaleza
humana, nos rehusamos a cuestionar los axiomas sobre los cuales está basada nuestra visión
global y a escuchar mensajes que contradicen nuestras creencias.

Hay una vieja broma sobre un pueblo que recibe una amenaza de inundación:

Apenas comienza la tormenta, todos los habitantes huyen, a excepción de un hombre. Un


soldado pasa con su jeep y le dice: “Amigo, ven. ¡Se avecina una inundación!”.

“Está bien”, dice el hombre. “Confío en Dios, Él me salvará”. Meneando su cabeza, el soldado
sigue su camino.

Poco tiempo después, el hombre está parado con el agua hasta la cintura, y un pesado camión
anfibio tripulado por la Guardia Costera lo encuentra. “¡Suba a bordo!” le gritan. “¡El nivel del
agua está ascendiendo!”.

“Está bien”, los tranquiliza. “Estoy bien, confío en Dios. ¡Él me salvará!”.

El agua llega a la ventana de su segundo piso. Ya no hay camiones, sólo botes de emergencia
buscando personas perdidas. El capitán de uno de ellos lo ve y grita: “¡Suba a bordo!”.

Pero el hombre se queda en su lugar. “No, gracias”, dice. “Confío en Dios. Él me salvará”.

El agua sube hasta su techo, forzándolo a trepar hasta el borde de su chimenea. Pasa un
helicóptero, arrojando una soga. “¡Aférrese a la soga y deje que lo saquemos de aquí!”, grita el
piloto.

“No, no”, dice con calma el hombre. “Mi fe en Dios es absoluta. Él me salvará”.

El helicóptero sigue su curso y el agua engulle al hombre, ahogándolo. Después, el hombre


llega al Cielo y se queja ante Dios: “¡Confié en Ti! ¿Por qué no me salvaste?”

“¡De qué estás hablando, envié muchos mensajeros para salvarte!”, contesta Hashem. “Te
envié un jeep, un camión anfibio, un bote y un helicóptero. ¿Qué más querías que hiciera?”.

El hombre estaba atrapado en sus ideas propias sobre el significado de ‘confiar en Dios’. Nunca
consideró la posibilidad de que Dios quería que él se aferrara a la soga e hiciera su hishtadlut,
su ‘esfuerzo’.
¿Cuándo fue la última vez que desafiaste tus conjeturas y realmente cuestionaste los
fundamentos básicos de tu vida? Pregúntate: ¿Por qué estudio Torá? ¿Cuáles son mis
objetivos? ¿Por qué estudio Torá de acuerdo a este dérej, a este enfoque? ¿Debería considerar
un enfoque diferente? ¿Por qué trabajo profesionalmente? ¿Debería dedicar mi vida a trabajar
por Klal Israel, por el pueblo judío? ¿Debería reprimir mis deseos de avanzar mi carrera y pasar
más tiempo estudiando, enseñando Torá o con mi familia? ¿Cuánto dinero necesito, en
realidad, cada año?

Probablemente descubriríamos ideas sorprendentes si nos saliéramos del molde para


cuestionar nuestras conjeturas. No es fácil, sin embargo, con mucho coraje, una mente abierta
y una gran objetividad, es posible. Pero si nos quedamos varados en nuestra forma de pensar,
podemos perder de vista lo obvio que tenemos delante de nuestra nariz.

Al menos, deberíamos rezarle a Dios para que nos dé la claridad suficiente para entender sus
mensajes y descubrir las conjeturas erróneas que pueden estar obstaculizando nuestra
capacidad para escuchar lo que Él está tratando de decirnos.

Dios nos está hablando. Quiere que entendamos sus mensajes. A veces son muy obvios, pero
debemos descubrirlos por nosotros mismos. Al final, los hermanos no descubrieron el mensaje
ellos mismos, y Iosef tuvo que revelarse. Dios está tratando de llamar nuestra atención. Si
permanecemos distraídos, se ve obligado a enviarnos llamadas de atención cada vez más
fuertes. Aceptemos la providencia de Hashem, reconsideremos nuestras conjeturas y abramos
nuestra mente para ver Su mano guiadora e internalizar el mensaje que nos está enviando que
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Miketz(Génesis 41:1-44:17)

Empatía con el dolor ajeno

“Ellos se sentaron frente a él, el primogénito según su primogenitura y el menor según su


minoría de edad. Los hombres se miraron, sorprendidos. Él hizo que les sirvieran sus porciones
y la porción de Binyamín era cinco veces más grande que la de cualquiera de los demás.
Bebieron y se embriagaron junto con él” (Bereshit 43:33-34).

Rashí explica por qué la Torá señala que tanto Yosef como sus hermanos se embriagaron:
“Desde el día que los hermanos vendieron a Yosef, ni ellos ni Yosef habían bebido vino, pero
ese día sí bebieron vino”.

¿Y por qué ni los hermanos ni Yosef habían bebido vino durante todos los años que
transcurrieron desde la venta de Yosef hasta ese día que se reencontraron? Explica Rav
Shlomo Wolbe:1 por empatía (en hebreo nosé beol jaberó). Yosef nunca bebió vino ni mucho
menos se embriagó por respeto al dolor de su padre (Yaakov creía que Yosef había muerto).
Del mismo modo, sus hermanos tampoco bebieron vino ni se embriagaron por respeto al dolor
de su padre de verse separado de Yosef. El hecho que los hermanos hayan creído que hicieron
lo correcto al vender a Yosef y separarlo de su padre no los excluyó de sentir empatía por el
dolor que estaban causando.

Existe una idea similar en las leyes del Sanhedrín:2 cuando un tribunal debía aplicar la pena
capital a una persona que lo merecía, aún así debían ayunar ese día, para sentir un poco del
dolor de la persona que estaban juzgando. ¡Qué diferentes eran los jueces de la Torá de ese
entonces! Hoy en día, cuando los jueces en los países que todavía existe la pena capital deben
aplicársela a alguien, juzgan y se van. Al fin y al cabo, el acusado se la merece. Pero no rezan
por él, no ayunan por él, no necesariamente sienten su dolor.

La empatía es una virtud que todos nosotros debemos desarrollar, inclusive hacia las personas
que creemos que no merecen nuestra solidaridad o compasión.

Rav Elya Lopián relató una vez una anécdota del Alter de Kelm (Rav Simja Zissel Broide): el
Alter de Kelm era una persona en quien se podía ver la santidad y la serenidad de Shabat en su
rostro. No obstante, en cierto Shabat no se distinguía en el rostro del Alter esa aura especial
que siempre mostraba. Cuando terminó Shabat, le preguntaron la razón de su pesar y él
respondió que el día anterior había fallecido una persona3 que había hecho mucho daño al
judaísmo en Rusia. Y dijo el Alter: “¿Quién puede imaginarse el dolor que su alma sufre ahora
que se dio cuenta que todos sus esfuerzos fueron en vano?”.

La virtud de la empatía, de sentir el dolor de otra persona, se aplica inclusive a aquellas


personas que uno cree que se merecen lo que están experimentando, con mayor razón a
aquellos que desconocemos la razón de su pesaocurrió milenios después con su descendiente,
el Jafetz Jaim. 3 de Kislev

En 1348, en medio de la devastadora Plaga Negra que eventualmente mataría a 25 millones de


europeos, un oficial del gobierno en Suiza anuncio que los judíos (bajo tortura) confesaron
haber envenenado los manantiales del valle del Rin, como parte de una conspiración judía
internacional. El reporte fue prontamente aceptado por los nobles que resentían a los judíos
como competidores económicos y a quienes les debían por préstamos. Así comenzó un “año
de terror” que atestiguó la destrucción de la mayoría de las comunidades judías en la región, y
miles de judíos fueron quemados vivos.

De la pobreza a la riqueza

Yosef fue vendido como esclavo. La esposa de su patrón intentó seducirlo, pero él se resistió a
sus insinuaciones. ¿Y cuál fue su recompensa por esto? Fue depositado en la más profunda y
oscura prisión existente, el equivalente a “La Isla del Diablo” de aquél tiempo. Finalmente, un
destello de luz apareció: un sirviente del Faraón prometió llevar el caso de Yosef frente a éste.
Pero transcurrieron dos años más y nada cambió. Si hubiera un momento en el cual un hombre
podría llegar a desesperarse, claramente éste encabezaría la lista. Toda su vida se había
dedicado a ser una persona buena y decente, ¿y qué había recibido a cambio? Odio,
esclavitud, venganza e ingratitud.

Nuestros sabios nos enseñan que “la redención divina puede llegar tan rápido como el
pestañeo de un ojo”. Y así ocurrió con Yosef: Dios decidió que el momento había llegado y
todo se puso en marcha. El Faraón tuvo un sueño, pero nadie pudo interpretarlo; entonces su
sirviente recordó al esclavo hebreo; Yosef fue convocado, los sueños fueron interpretados, y
obviamente Yosef se convirtió en el hombre que se haría cargo de la situación: le fue otorgado
el segundo puesto de poder de Egipto, justo por debajo del mismísimo Faraón. Yosef paseaba
por Egipto vestido con ropas reales, y dondequiera que iba, las multitudes se le acercaban para
saludarlo. Los sabios nos cuentan que su belleza era tal que las mujeres se trepaban en los
techos de las casas para verlo.

Yosef pasó de ser el hombre más bajo y despreciado de todos, a ser uno de los más influyentes
y poderosos del mundo… en cuestión de horas. Momentos antes de ser convocado, él no podía
ni siquiera imaginar abandonar la prisión. Pero horas más tarde, tenía control sobre todo
Egipto.

La desesperación no es un concepto judío, porque las cosas siempre pueden ser diferentes.
Muchas veces determinada situación parece no tener esperanza y no podemos imaginar una
salida, pero las circunstancias pueden cambiar; y generalmente aquel cambio es instantáneo.
Los judíos deberían saber esto más que cualquiera. Durante dos mil años de exilio y
sufrimientos, hemos pasado por muchos momentos en los que podríamos haber caído en la
desesperación. Pero siempre hemos ansiado y soñado con mejores tiempos; siempre supimos
que a cuando todo parece estar mal, la redención siempre está a la vuelta de la esquina. Y
generalmente así ha sido.

Hubiera sido fácil caer en la desesperación y rendirnos ante los griegos. Pero los macabeos
optaron por la esperanza. Y gracias a la elección de un pequeño grupo de personas, el pueblo
judío sobrevivió hasta el día de hoy.

Vivimos en una época que presenta un gran desafío para la continuidad judía. Pero la
redención se encuentra tan sólo a la vuelta de la esquina, si nos importa lo suficiente como
para elegir que así sea.

Miketz(Génesis 41:1-44:17)

Sabiduría Natural

La parashá Miketz cuenta acerca del sueño de Paró, el Faraón egipcio, sobre las siete vacas y
las siete gavillas. Los consejeros del Faraón intentaron interpretar el sueño sugiriendo que sus
siete hijas morirían o que siete imperios se rebelarían.

Sin embargo, el Faraón rechazó estas interpretaciones ya que le parecían incorrectas. Pero,
¿cómo sabía él que eran incorrectas? El Faraón, de hecho, había soñado la interpretación de
sus sueños y luego la había olvidado. El verso sugiere esto al decir que nadie podía “interpretar
para el Faraón”.

Esto nos enseña una importante lección para la vida. No es posible convencer a nadie de nada;
lo que sí se puede hacer, es acercar a una persona a una profunda verdad que ya conoce de
antemano. Ya que escondida en la esquina más lejana de nuestra memoria, reposa una
conciencia innata, una sabiduría natural que Dios dispuso en cada ser humano. Esto ayuda a
explicar cómo podemos reconocer el mal cuando nos encontramos frente a él, o porqué la
intuición de una persona generalmente resulta cierta.

Pero la intuición no es suficiente. Es el deber de padres y profesores desarrollar este


conocimiento de Dios y transformarlo en algo consciente.

Este concepto aparece nuevamente en la parashá. Iosef reveló su identidad a sus hermanos
sólo después de que ellos reconocieron su error de haberlo vendido 22 años atrás. Iosef
descubrió una clave principal en educación: darse cuenta de algo uno mismo es cien veces
mejor a que te lo enseñe otro.

Entonces, al buscar soluciones en la vida, estate alerta de aquellos que quieren imponer su
posición sobre la tuya, y encuentra un mentor que te ayude… que te ayude a descubrirte a ti
mismo.

7/11/2011

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Miketz(Génesis 41:1-44:17)

Actuar Proactivamente

Una noche, el Faraón tuvo dos sueños que lo perturbaron inmensamente. El primer sueño
consistía de siete vacas flacas y feas que se comían a siete vacas robustas y saludables. El
segundo sueño consistía de siete espigas delgadas y secas que se tragaban a siete espigas
sanas y llenas de granos. El Faraón estaba desesperado por encontrar a alguien que
interpretara estos sueños, pero no encontraba a nadie.

El Faraón escuchó que Yosef era experto en analizar sueños, así que lo mandó a llamar. Yosef
le dijo al Faraón que los sueños significaban que Egipto tendría siete años de gran abundancia,
y que estos años serían inmediatamente seguidos por siete años de hambruna. Después de
interpretar estos sueños para el Faraón, Yosef aconsejó al Faraón y le dijo:

"Que el Faraón busque a un hombre sabio e inteligente y que lo nombre gobernador sobre la
tierra de Egipto". (Génesis 41:33)

Una Lección de Vida

Lo único que el Faraón le pidió a Yosef fue que interpretara los sueños. Y luego, sin que ni
siquiera le pidieran, Yosef aconsejó al Faraón acerca de cómo lidiar con la inminente situación.

En frente de un rey, una persona normal haría solamente lo que le dicen, ¡y nada más! Sólo
una persona muy especial tendría la capacidad de identificar un problema y además, tendría el
coraje de pensar en una solución y verbalizarla.

Hay tanto para hacer, arreglar y cambiar en este mundo, y claramente no hay una escasez de
gente que identifique los problemas existentes. Ellos desean compartir desesperadamente sus
pensamientos negativos con cualquier otra persona que esté dispuesta a escuchar. Pero,
¿cuántas de estas personas están dispuestas a ofrecer también una solución a los problemas
que plantean? Ciertamente muy pocas

La tendencia a "enfocarnos en los problemas" en vez de "enfocarnos en las soluciones" es una


manifestación paralela de nuestras propias vidas. No es que nosotros decidimos enfocarnos
proactivamente en cosas negativas (aunque algunas personas sí lo hacen), sino que "la
negatividad" y "los problemas" son pensamientos que aparecen de manera instintiva en
nuestro cerebro.
Nuestras mentes pueden compararse a un gran jardín - si siembras algún tipo de semilla,
entonces crecerá una planta. Pero si no siembras nada en el jardín, entonces la "mala hierba"
crecerá en abundancia. Nuestras mentes funcionan de la misma manera. Si existe una ausencia
de pensamientos positivos, entonces, nuestras mentes se desviarán inevitablemente hacia
pensamientos negativos e improductivos.

Las personas que están constantemente creciendo intelectual y espiritualmente tienden a


tener pensamientos positivos y productivos, mientras que aquellas personas que están
atascadas, usualmente se enfocan solamente en cosas negativas.

Existe un método a prueba de fuego para deshacerte instantáneamente de todos los


pensamientos negativos, improductivos y dañinos. Dado que nuestra mente sólo puede pensar
en una sola cosa a la vez, ¡enfócate en algo positivo!, sé proactivo en tu cerebro, y trabaja cada
día en función de objetivos significativos.

Hoy en día vivimos en un mundo donde la gente destaca constantemente las cosas negativas.
Sé esa "persona especial" que ofrece soluciones concretas y que incluso se compromete a ser
parte de la solución. Puedes lograrlo fácilmente una vez que siembres "semillas positivas" en
tu mente, semillas que ciertamente producirán una gran cosecha de pensamientos alegres y
productivos. ¡Y esto te dará la fuerza necesaria para salir y cambiar el mundo!

2/12/2010

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Miketz(Génesis 41:1-44:17)

Exilio y Retorno, Segunda Parte

Los sabios enumeran cuatro "exilios" que el pueblo judío ha sufrido desde el primer
asentamiento en la Tierra de Israel hace 3300 años. Cada uno de estos exilios es
cualitativamente diferente, en el sentido que los opresores se centraron en el arrancamiento
de diferentes aspectos de la vida y de la práctica judía. Los cuatro exilios son los siguientes:

Nafshí (emocional) – El tirano babilónico Nabucodonosor quería que el pueblo judío se


sometiera emocionalmente a él y a su idolatría. Ellos se negaron, por lo que Nabucodonosor
destruyó el Primer Templo y envió a los judíos de "paseo" a Babilonia.

Gufaní (físico) – Mientras vivieron bajo el dominio Persa, los judíos experimentaron un exilio
que amenazó con aniquilarlos (en el sentido físico) a través de las maquinaciones genocidas de
Hamán, el villano de la historia de Purim.

Sijlí (intelectual) – Bajo el dominio de los griegos, los judíos fueron objeto de duros decretos
que prohibían la Torá y su relación con Dios. El apogeo de la filosofía y de la cultura griega,
descrito en la historia de Januca, amenazó con extinguir el pensamiento intelectual judío.
HaKol (combinación) – El exilio actual comenzó hace 2000 años con la destrucción romana del
Segundo Templo y la dispersión de los judíos hacia los cuatro rincones del planeta. Durante
este tiempo, los judíos han sido sometidos a una terrible combinación de todos los demás
exilios; persecución perpetua, expulsión, humillación, asesinato en masa, y más.

***

Guiño de un Ojo

En cierto sentido esto es terriblemente deprimente. Sin embargo, la parashá de esta semana,
que leemos cada año durante Januca, contiene un mensaje inspirador.

La parashá comienza con Yosef sentado en un calabozo en la prisión de Egipto. Con mucho frío,
hambriento, desaseado y con la barba crecida. Mientras tanto, arriba en el palacio, el Faraón
tiene sueños esotéricos que nadie es capaz de interpretar. El sirviente habla y recomienda a
Yosef como una posible solución. La Torá (paráfrasis de Génesis 41:14-46) describe lo que
ocurre a continuación:

"El Faraón mandó a buscar a Yosef, y lo sacaron apresuradamente del calabozo. Lo afeitaron,
cambiaron su ropa, y fue llevado delante del Faraón. Yosef procedió a interpretar los sueños
correctamente. El Faraón quedó impresionado... pusieron una cadena de oro alrededor de su
cuello, y le concedieron el título de Primer Ministro". Un sorprendente giro en los
acontecimientos: de la cárcel al palacio en dos minutos.

Aun más, la experiencia de Yosef es un atisbo de lo que vendrá. Como dice el Midrash: "Maasé
Avot Simán L'Banim", los acontecimientos de los antepasados predicen los eventos futuros de
sus hijos.

Unos cuantos cientos de años más tarde, los judíos comen matzá mientras salen de Egipto.
¿Por qué? Los judíos escaparon con tanta prisa que no tuvieron tiempo para que el pan
leudara. La redención, un giro en 180 grados de la esclavitud a la libertad, ocurrió en segundos.
Como dice el verso, "Dios salva tan rápido como el guiño de un ojo".

El Jafetz Jaim explica que así también se llevará a cabo la redención en el futuro. De hecho, el
Talmud dice que si alguien toma un voto sobre si mismo de "no beber vino el día que llegue el
Mesías", entonces esa persona nunca puede beber vino. ¿Por qué? ¡Debido a que el Mesías
puede llegar en cualquier momento! Como registra Maimónides en sus "13 Principios de Fe":
"Creo con total fe en la venida del Mesías, y aunque pueda retrasarse, sin embargo, cada día
anticipo que el vendrá".

***

Revirtiendo Nuestra Fortuna

¿Cuál es la clave para revertir nuestro exilio y lograr la redención?

En los tiempos de los Macabeos, cuando los griegos atacaron a Jerusalem, no quisieron
destruir el Templo o quemarlo. Por el contrario, quisieron profanarlo. Ellos ofrecieron
sacrificios de cerdos y colocaron una estatua de Zeus en el Templo.
Los griegos no querían destruir totalmente la vida judía. Por el contrario, ellos buscaron "le-
jalel", literalmente, hacerla vacía. Querían arrancarle el corazón y el alma al judaísmo. Debilitar
su núcleo divino y reducirlo al simbolismo.

Esto explica por qué los griegos cuidadosamente rastrearon el Templo en busca de frascos de
aceite puro (que llevaban el sello del Sumo Sacerdote). Ellos sabían que profanando el aceite
apagarían la luz de la Menorá, la luz de la Torá, que reflejaba la profundidad y el significado de
la vida judía. Los griegos sabían que esta era la mejor manera de "conquistar" a la nación judía.

Por lo tanto, el camino para revertir un ataque de este tipo es dándole nuevamente significado
al judaísmo.

Nuestro antepasado Jacob conocía bien esta lección. En Génesis 46:28, antes de que toda su
familia descendiera a Egipto, dando inicio a lo que sería un brutal período de esclavitud, Jacob
envió previamente a Yehuda para que hiciera los preparativos en Goshen. El Talmud pregunta:
¿Qué preparativos hizo Yehuda? Él construyó una yeshivá, una casa de estudio de Torá. A
través del estudio de la Torá, a través del descubrimiento de la profundidad y del significado,
creamos luz en el mundo y ahuyentamos la oscuridad del exilio.

***

Luz y Oscuridad

Ocurre que Januca, es la época propicia para verter luz en el mundo. La ley judía dice que
idealmente la menorá debe colocarse fuera de la puerta principal, con el fin de dar a conocer
el milagro. Esto también tiene un significado más profundo. La mezuzá se coloca en el costado
derecho de la puerta de nuestra casa, y nosotros, añadimos la menorá en el lado izquierdo, de
esta manera la casa está "rodeada de mitzvot". ¿¡Qué mayor proclamación de orgullo judío
podría haber!?

Januca se celebra en invierno, la temporada durante la cual se hace presente físicamente la


menor cantidad de luz cada día. Del mismo modo, los acontecimientos de Januca hablan de la
reconexión del pueblo judío durante una época de oscuridad espiritual. Cada noche, a medida
que aumentamos el número de velas encendidas en la menorá, simbólicamente aumentamos
nuestro compromiso para incorporar la luz de la Torá en nuestras vidas.

Como se ha señalado, los cuatro exilios judíos están representados por las palabras "Nafshí
(emocional), Gufaní (físico), Sijlí (intelectual), y HaKol (combinación). Las iniciales de cada una
de estas cuatro palabras hebreas son Nun, Guimel, Shín y Hey, precisamente las mismas cuatro
letras sobre el dreidel (la perinola) de Januca. (En el dreidel las iniciales simbolizan la frase
"Nes Gadol Hayá Sham", un gran milagro ocurrió allí).

Sorprendentemente, estas cuatro letras son también las mismas cuatro letras de la palabra
"Goshna". ¡Este es el lugar donde Yehuda construyó la yeshivá en Egipto! La reversión de
nuestro exilio se logra a través de la luz de la Torá.

Existe un giro fascinante a esta idea de las letras del dreidel. Hoy en día, los dreidels en Israel
tienen una letra diferente; Nun, Guimel, Shín, Pey, deletreando "Nes Gadol Hayá Po", un gran
milagro ocurrió aquí. Por lo tanto, en lugar de las cuatro letras que forman la palabra
"Goshna", un dreidel israelí dice "Gofná", que significa "vino".
Sorprendentemente, cuando Jacob bendice a sus hijos antes de morir, la bendición que le da a
Yehuda, de quien desciende el Mesías, es una bendición que habla del vino (Génesis 49:11). Y
el Talmud (Brajot 57a) dice que un sueño de vino predice la venida del Mesías.

***

Conquistando el Exilio

A veces, el mundo puede parecer un poco deprimente. Confusión, ira. Los celos y la codicia
dominan las noticias, y a menudo nuestras relaciones sociales y comerciales también. La capa
de ozono, la corrupción en el gobierno, el terrorismo, las enfermedades. ¡Las cosas se ven
difíciles!

Necesitamos la esperanza de la redención.

En 1943, en el campo de concentración de Bergen Belsen, judíos devotos se reunieron en


secreto para encender las velas de Januca. Después de recitar la bendición "Quien hizo
milagros para nuestros antepasados, en aquellos días, en esta época", el Rebbe de Bluzhever
irrumpió en sollozos, a esa altura ya había perdido a su esposa, a sus 10 hijos y a sus nietos.

El Rebbe dijo: "Podemos preguntarnos mientras estamos aquí en el hoyo Nazi de la muerte,
¿dónde están los milagros para nosotros hoy? Sin embargo, de una cosa estoy seguro; así
como Dios sacó a los Macabeos de la oscuridad, y así como Él ha preservado al pueblo judío a
través del tiempo, así el pueblo judío sobrevivirá a esto también".

El Rabino Ezriel Tauber, empresario y estudioso de la Torá en Nueva York, dice que fue capaz
de sobrevivir el Holocausto porque todos los días, su padre lo alentaba y le decía: "No
desesperes hijo mío, el rescate puede venir en cualquier momento".

Nuestra tarea es seguir concentrados en la Torá, nuestra única salvación en este mundo de
locura. Y en el mérito de las velas de Januca. Que seamos capaces, con la ayuda de Dios, de
presenciar el final de exilio judío de una vez y para siempre.

No te pierdas la próxima semana la Tercera Parte de "EXILIO Y RETORNO"

Shabat Shalom,

Rav Shraga Simmons

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Miketz(Génesis 41:1-44:17)

El fuerte en manos del débil

La mayoría de los años, el Shabat en que se lee la parashá Miketz coincide con la fiesta de
Janucá. Por esa razón, decenas de comentaristas establecieron vínculos entre Miketz y la
festividad. Pero podemos encontrar una conexión muy simple: la actitud de Iosef ante el éxito.
Leemos que felizmente Iosef fue liberado de la cárcel, donde estaba por un crimen que no
había cometido (supuestamente por haber seducido a la esposa de Potifar). Iosef fue sacado
de la cárcel para interpretar un sueño del faraón después de haber interpretado con éxito los
sueños del ministro de copas y del ministro de panaderos del faraón. La narrativa continúa:

El faraón le dijo a Iosef: "He soñado un sueño pero no hay quien lo interprete. He oído decir de
ti que tú comprendes un sueño para interpretarlo". Iosef le respondió al faraón: "No procede
de mí, Dios será quien responda [sobre] el bienestar del faraón" (Génesis 41:15-16)

¡Realmente sorprendente! Iosef tiene la oportunidad de recibir mucho poder. Está frente al
rey de Egipto, la superpotencia mundial de ese entonces. ¡Y ese rey súper poderoso lo
necesita! Iosef podría haberle pedido virtualmente lo que quisiera. Sin embargo, arriesgó todo
para no ocultar la verdad respecto al apoyo y la guía de Dios. El faraón fácilmente podría haber
reaccionado diciendo: "Muy bien, si no eres tú sino Dios quien puede interpretar mi sueño,
entonces vuelve a la cárcel". Es cierto, el faraón no reaccionó de esta manera, pero Iosef no
tenía forma de saberlo por anticipado. Iosef quería darle el crédito a Dios, particularmente
ante la superpotencia mundial, para difundir el poder y la sabiduría Divina, incluso si hacerlo
implicaba arriesgarse a ser enviado nuevamente a prisión sin recibir ningún reconocimiento ni
beneficio de parte del faraón.

Esta actitud de Iosef fue exactamente la misma que tuvieron Matitiahu y los jashmonaim,
conocidos también como los macabeos, durante la época de la victoria de Janucá. Ellos
fácilmente hubieran podido ver su imposible victoria militar sobre los griegos como un reflejo
de su propio poder y de su brillante estrategia. ¿Acaso un grandioso ejército norteamericano
no perdió contra un grupo de guerrilleros en Vietnam?

Pero los macabeos entendieron la verdadera fuente de su fortaleza y de su éxito militar. Ellos
no reaccionaron fijando un desfile anual para recordar la victoria, donde mostrarían sus armas
de última tecnología. En cambio, establecieron la festividad de Janucá. Encendieron la Menorá,
que publicita el control de Dios sobre el mundo (a través del milagro de que el aceite durara 8
días) y que sólo Dios pudo hacer que ellos derrotaran a los griegos en la batalla.

Esto queda reflejado en la plegaria de Al hanisim, que agregamos en el Shemoná esré que
decimos tres veces al día durante Janucá. La plegaria describe los milagros de la guerra frente a
los griegos. No habla sobre nuestra fortaleza y poder, sino que nos describe como débiles
frente a un poderoso ejército. Dios entregó a los guiborim beiad jalashim (a los fuertes en
manos de los débiles). Terminamos esta plegaria declarando que el único propósito de Janucá
es que le agradezcamos a Dios y lo alabemos: lehodot ulehalel leShimjá hagadol, expresar
agradecimiento y alabar Tu gran Nombre.

No sólo derrotamos a los griegos en la batalla física de Janucá, sino que también los
derrotamos espiritualmente. La filosofía griega resaltaba el poder y la sabiduría del hombre, y
por eso deseaban tanto derrotar a los judíos. En otras partes, el invasor griego era amable con
sus nuevos ciudadanos. Quería mostrar sus avances y pregonar sus ideas sobre la supremacía
del hombre con la ciencia, los deportes, las estatuas. Sin embargo, en el judío, el griego vio a
un pueblo que no estaba interesado en atribuirse el éxito a sí mismo, ni en adorar al hombre,
sino que sólo quería adorar y agradecerle a Dios.

Los griegos no pudieron tolerar esta perspectiva de vida porque amenazaba la filosofía de su
existencia. En consecuencia, decidieron eliminar al judío y a su sistema de valores.
Por lo tanto, Janucá no celebra el coraje de quienes se resistieron a los tiranos ni el poder del
ejército judío. Celebra a Dios y a Su dedicación para ayudar al pueblo judío en contra de sus
enemigos. Celebra la derrota de la civilización griega que deseó eliminar la palabra Dios de
todos los diccionarios del mundo.

Durante nuestra crisis nacional en contra de terroristas suicidas, no olvidemos que una vez
más debemos rezar y confiar en Dios. Necesitamos rápidamente una victoria sobre nuestros
enemigos, para que ya no haya llantos de huérfanos ni más sangre derramada.

Dios puede ayudarnos, tal como lo hizo en el tiempo de Janucá. Debemos clamar
continuamente e implorarle a Dios que nos envíe Su ayuda y protección.

Miketz(Génesis 41:1-44:17)

Excursión Feliz

¿Deberíamos simplemente vivir el momento? Si todo está bien ahora, entonces, ¿para qué
planear el futuro?

En la parashá de esta semana Yosef le advierte al Faraón de Egipto que, a pesar de que había
mucha comida en ese momento, una hambruna se acercaba, y pronto no habría nada para
comer. Yosef idea un plan para almacenar comida. Al final, su plan salva a Egipto de la muerte,
e incluso sobra comida para vender a los países alrededor.

La Torá quiere que aprendamos que una persona sabia siempre mantiene sus ojos abiertos
para ver el futuro y planifica con anticipación.

En nuestra historia, un chico aprende el valor de planificar con anticipación y de estar


preparado.

"Excursión Feliz"

Steve y Barry eran dos buenos amigos con una cosa en común: amor por la naturaleza.

"Las computadoras y las películas simplemente no me interesan", solía decir Barry con voz
fuerte. "Prefiero una montaña o un lago".

La habitación de Steve era prácticamente una escena de "National Geographic", él había


empapelado los muros desde el techo hasta el piso con bellas imágenes de la naturaleza que
había recortado de las revistas de su padre.

De esta manera, cuando Barry sugirió ir de excursión al monte Wichita aquel domingo, Steve
estuvo absolutamente de acuerdo. Barry, que era un excursionista más experimentado, le
recordó a su amigo que debía empacar todo lo necesario para el agotador paseo de medio día
de duración. "Uno nunca sabe lo que puede pasar", advirtió.

"No te preocupes", aseguró Steve.

Aquel domingo, de acuerdo a lo estipulado, los chicos se encontraron muy temprano en el


estacionamiento a los pies del monte, en el costado sur. Era un día cálido y soleado. "Clima
perfecto para salir de excursión", pensó Steve, que llegó primero, mientras esperaba a Barry.
Unos minutos más tarde, su amigo apareció cargando una gran mochila que era tan grande
como él.

"Hey compañero", saludó Steve a su amigo. "Me alegra que hayas llegado. Pero, ¿por qué
andas con tu casa en la espalda?, bromeó.

"Muy gracioso", respondió Barry. "Más vale que nos apresuremos, las horas pasan volando.
¿Donde está tu mochila?

"A que te refieres", sonrió Steve. "Aquí está", dijo, apuntando a una pequeña bolsa que
colgaba de su hombro derecho.

"Estás bromeando". Preguntó Barry. "En esta época del año debes prepararte para cualquier
tipo de clima. ¡Debes traer al menos dos litros de agua potable y también tu ropa abrigada!"

Pero Steve encogió sus hombros y dijo, "Mira, es un día soleado, y en el mapa dice que hay un
arroyo con agua cristalina que corre a lo largo de todo el sendero. ¿Para qué voy a cargar una
mochila gigantesca? Voy a arriesgarme pensando que el clima se va a mantener así como
está".

Barry lo miró con incredulidad. "Pienso que estás loco, pero haz lo que quieras. Vamos
andando, el tiempo vuela"

Los chicos partieron entusiastamente por el sendero de la montaña. Al comienzo Steve, con su
liviana carga, subía mucho más fácilmente que su amigo Barry, quien respiraba
profundamente con su enorme mochila en la espalda. "Que lástima que te has sobrecargado a
ti mismo", incitó Steve.

Pero Barry sólo movió su cabeza y dijo, "ya verás", con un tono de voz que puso un poco
nervioso a Steve, a pesar de que no lo demostró.

A medio camino, comenzaron a aparecer nubes grises, y bajó la temperatura. Barry se detuvo
y se puso su atuendo para el frío, el cual Steve observó con avidez ya que vestía sólo una
delgada camiseta. Los dos cansados excursionistas finalmente llegaron a la cima de la
montaña, y tomaron un descanso antes de comenzar el descenso.

Barry se sentó cómodamente en una roca y bebió de su cantimplora mientras que Steve salió a
buscar un poco de agua del arroyo, que terminó no estando tan cerca del sendero como
aparecía en el mapa, sino que a una distancia bastante grande, a través del campo de rosas
con espinas.

"¡Uhh!, ¡auu!", exclamaba Steve con cada paso que daba a través del campo con espinas.
Cuando Steve finalmente regresó al sendero, comenzó a temblar con el fresco aire de la
montaña. Justo en ese instante, los muchachos fueron sorprendidos por un trueno y por la
lluvia que cayó a continuación.

Barry buscó en su mochila y rápidamente armó una pequeña tienda de campaña que había
empacado para tal eventualidad. Steve observó a su confortable y seco amigo. Él trató de
pretender que la lluvia no le molestaba. Pero después de unos cuantos minutos el se arrodilló
a la entrada de la tienda y dijo con una avergonzada sonrisa, "Mmm... Barry, ¿tienes espacio
extra dentro de tu tienda de campaña?".

"¡Seguro!, ¡métete adentro! La lluvia se detendrá pronto", respondió su amigo.


Y así fue, después de unos momentos el sol comenzó a brillar a través de la neblina
montañosa. Los chicos empacaron las cosas y comenzaron a descender.

Steve se dio vuelta hacia su amigo y mostrando sus ropas mojadas dijo, "Barry, tenías razón,
debería haberme preparado mejor. Estoy empapado. Desde el comienzo tú ya sabías que yo
estaba "con el agua hasta el cuello".

Los muchachos rieron mientras descendían alegremente por el sendero.

De 3 a 5 años

P. ¿Cómo se sintió Steve cuando comenzó a hacer frío y no tenía ropa para abrigarse?

R. Se sintió muy mal, él deseó haber planeado desde antes la excursión para haber empacado
todo lo necesario.

P. ¿Es una buena idea estar atento y planear para lo que pueda ocurrir después?

R. Sí. Cuando planeamos con anterioridad estamos preparados para cualquier cosa que pueda
ocurrir.

De 6 a 9 años

P. ¿Quién crees tú que se divierte más, alguien que actúa espontáneamente y hace cosas sin
pensar, o alguien que piensa con antelación y trata de planear el futuro?

R. A pesar de que siempre es importante disfrutar el presente, es una buena idea pensar con
antelación y anticipar las posibles consecuencias. Por ejemplo, puede parecer divertido dejar
todo de lado y partir a la playa espontáneamente. Pero cuando lleguemos allí probablemente
desearemos haber llevado los trajes de baño y también cosas para comer y tomar. Pensar
nuestras decisiones y hacer planes puede marcar la diferencia, puede hacer que el día, la
semana, incluso la vida entera sea mucho más entretenida. Es una aproximación madura y
considerada que paga grandes dividendos.

P. En la historia, Steve no sabía que haría frío y comenzaría a llover. ¿Es posible saber
exactamente que ocurrirá en el futuro para estar totalmente preparados?

R. No. Pero lo que si podemos hacer es mantener nuestros ojos abiertos, pensar que es lo más
probable y actuar consecuentemente. Así como enseñan nuestros sabios, "Una persona sabia
trata de ver las futuras consecuencias de sus acciones". El futuro generalmente esconde
sorpresas inesperadas, y nunca podemos saber con certeza si estamos realmente preparados.
Al final, debemos depositar nuestra confianza en Dios y debemos confiar en que podremos
manejar las cosas que se presenten en nuestro camino. Pero Dios también quiere que
actuemos responsablemente y que hagamos planes razonables para estar preparados. Steve
debería haber entendido que, considerando la estación del año en la que estaban, el clima
podía cambiar, y por lo tanto debería haber empacado acordemente todo lo necesario.

10 años y más

P. Según tú, ¿quién demuestra tener más fe, alguien que planea para el futuro, o alguien que
deja todo en manos del "azar"?
R. La fe no debe ser ciega. Dios nos ha dado mentes para que nuestras vidas tengan sentido y
sean agradables. Parte de esto es planear razonablemente. Pero cuando nuestros planes no
resultan como esperábamos, debemos tener fe y debemos creer que Dios hizo que las cosas
fueran de ese modo por una razón específica. Por ejemplo, podría haber ocurrido que,
después de desempacar su tienda de campaña, Barry descubriera que la tienda tenía un gran
agujero y que iba a terminar empapado de todos modos. Fe en Dios en ese momento, habría
sido tratar de pasar un buen momento y no quejarse, ya que Dios seguramente tenía una
buena razón para hacer que las cosas ocurrieran de esa manera.

P. ¿Cuál, en tú opinión, es la diferencia entre planear el futuro y preocuparse del futuro?

R. Planear es un acto positivo que indica que tenemos confianza en nosotros mismos y en el
mundo. La preocupación en cambio, es una emoción negativa y paralizante que nos hace
perder energía. Cuando nos preocupamos, en general nos paralizamos con ansiedad y no
hacemos nada; de esta manera, renegamos nuestra responsabilidad de mejorar el mundo.
Como dice el dicho, "cuando fracasamos en planear, en realidad estamos planeando fracasar"

Januca: ¡Todo lo que necesitas saber!

Historia, instrucciones para el encendido de las velas y costumbres de la fiesta de los milagros.

por Rav Shraga Simmons

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Januca, la fiesta de las Luces, comienza el día 25 del mes judío de Kislev, y dura ocho días. En el
calendario gregoriano, generalmente cae en diciembre.

Esta guía explicará:

(1) Un poco de historia.

(2) Instrucciones para el encendido de velas.

(3) Otras costumbres.

Un Poco de Historia

La palabra hebrea Januca significa “inauguración”. En el siglo 2 AEC, la época del Segundo
Templo Sagrado, el régimen sirio-griego de Antíoco pretendió alejar a los judíos del judaísmo,
con la esperanza de asimilarlos a la cultura griega. Antíoco declaró ilegal la observancia del
judaísmo - incluyendo la circuncisión, el Shabat y el estudio de Torá – castigando al trasgresor
con pena de muerte. Muchos judíos - llamados helenistas - comenzaron a asimilarse a la
cultura griega, tomando nombres griegos y casándose con no judíos. Esto comenzó a
deteriorar la base de la vida judía y la práctica del judaísmo.
Cuando los griegos desafiaron a los judíos y les ordenaron sacrificar un cerdo a un dios griego,
unos pocos judíos valientes tomaron las colinas de Judea en una flagrante revuelta en contra
de esta amenaza a la vida judía. Liderados por Matityahu, y luego por su hijo Yehuda el
Macabeo, esta pequeña banda de judíos devotos desató un conflicto armado en contra del
ejército sirio-griego.

Antíoco envió miles de tropas bien armadas para aplastar la rebelión, pero después de tres
años, los Macabeos tuvieron un éxito milagroso en contra de todos los pronósticos, y echaron
de su tierra a los extranjeros. La victoria es equiparable a una victoria israelí en contra de todas
las potencias del mundo de hoy en día, juntas.

Los guerreros judíos entraron a Jerusalem y encontraron el Templo Sagrado en ruinas y


profanado con ídolos. Los Macabeos lo limpiaron, y lo reinauguraron el 25 de Kislev. Pero
cuando llegó el momento de re-encender la Menorá, revisaron todo el Templo, y sólo
encontraron una vasija de aceite puro que llevaba el sello del Sumo Sacerdote. De todas
formas encendieron la Menorá, y fueron recompensados con un milagro: Esa pequeña vasija
de aceite ardió por ocho días, el tiempo necesario para producir un nuevo suministro de
aceite.

A partir de entonces, los judíos han observado una festividad durante ocho días, en honor a
esta victoria histórica y al milagro del aceite. Para publicar el milagro de Januca, durante los
ocho días se añaden al rezo de Shajarit las alabanzas especiales de Halel, y en las noches se
enciende la janukiá.

Instrucciones para encender las velas de Januca

De acuerdo a la tradición ashkenazí, cada persona enciende su propia janukiá. En la tradición


sefaradí se enciende una sola janukiá por familia.

¿Cómo debe ser la janukiá?

Para publicar qué noche de Januca es exactamente, todas las velas de la janukiá deben estar a
la misma altura - y preferiblemente en línea recta. Si no es así, las velas podrían no ser
distinguidas con facilidad, dando la impresión de ser una gran antorcha.

Además de las ocho velas principales, la janukiá tiene una vela auxiliar llamada “shamash”.
Como tenemos prohibido utilizar las velas de Januca para cualquier otro propósito que no sea
el “verlas”, cualquier beneficio que pudiéramos obtener de su luz se considera que proviene
del shamash.

Como el shamash no cuenta como una de las ocho velas regulares, tu janukiá debe tener el
shamash separado de algún modo - ubicado más alto que las otras velas o fuera de la línea
recta.

¿Cómo deben ser las velas de Januca?

Lo más importante es que tus velas deben arder por al menos 30 minutos después de que
oscurezca (¡las famosas velas de color con suerte duran eso!). En muchos lugares se pueden
conseguir velas de colores más largas.

De hecho, es preferible utilizar aceite de oliva, porque el milagro de los Macabeos ocurrió con
aceite de oliva. Se pueden poner vasos de vidrio con aceite en los soportes de las velas de
cualquier janukiá común. En algunos lugares hasta se pueden conseguir kits de vasos
descartables con el aceite dentro, ya medido.

¿Dónde se debe encender la janukiá?

Para publicitar el milagro de la mejor manera, lo ideal es encender la janukiá del lado de afuera
del portal de entrada de tu casa, del lado izquierdo cuando se entra (la mezuzá está del lado
derecho, de este modo estás “rodeado de mitzvot”). En Israel, mucha gente enciende afuera
en cajas de vidrio construidas especialmente para una janukiá.

Si esto no es práctico, la janukiá debe ser encendida en una ventana que mire hacia la vía
pública.

Quienes viven en un piso superior deben encender contra una ventana. Si, por alguna razón, la
janukiá no puede ser encendida cerca de una ventana, debe ser encendida dentro de la casa
sobre una mesa, esto al menos cumple la mitzvá de “publicar el milagro” para los miembros de
la familia.

Como la mitzvá se cumple precisamente en el momento del encendido, si uno mueve la


janukiá a un lugar más apropiado después de encenderla, entonces, no cumple con la mitzvá.

¿Cuándo se debe encender la janukiá?

Preferiblemente, la janukiá debe ser encendida en el momento del anochecer. Sin embargo, es
mejor esperar a que todos los miembros de la familia estén presentes. Esto aporta a la
atmósfera familiar y también maximiza la mitzvá de “publicar el milagro”. La janukiá puede ser
encendida (con las bendiciones) tarde en la noche, siempre que haya personas despiertas.

La janukiá debe permanecer encendida por lo menos 30 minutos después del anochecer, y
durante dicho tiempo no se puede obtener beneficio de su luz.

En la tarde del viernes, la janukiá debe ser encendida 18 minutos antes de la puesta del sol. Y
como la janukiá tiene que arder durante 30 minutos en la noche, las velas que se utilizan el
viernes necesitan ser más grandes que las “velas de colores” normales (que por lo general no
arden más de media hora).

¿Cómo se debe encender la janukiá?

La primera noche, coloca una vela en el extremo derecho, mirando de frente a la janukiá. Esto
se aplica ya sea que la janukiá esté al lado de una puerta o frente a una ventana.

Otra vela es colocada como shamash (vela auxiliar más alta) que es utilizada para encender las
otras. El shamash no cuenta como una de las velas.

Primero enciende el shamash, luego recita las bendiciones, y luego utiliza el shamash para
encender la vela de Januca.

En la segunda noche, coloca dos velas en el extremo derecho – y utiliza el shamash para
encender primero la que está más a la izquierda.

En la tercera noche, coloca tres velas en el extremo derecho – y utiliza el shamash para
encender en orden, siempre de izquierda a derecha.

Sigue este mismo procedimiento cada noche de Januca… ¡hasta que todas las velas estén
encendidas y resplandeciendo brillantemente!
Las bendiciones de Januca

Escucha las bendiciones del encendido de la janukiá.

Imprime el texto de estas bendiciones.

Las primeras dos bendiciones se recitan con el shamash ya encendido, inmediatamente antes
de encender las velas de Januca.

Bendición #1

Baruj ata Ado-noi Elo-heinu melej ha-olam, Asher kid-shanu be-mitzvo-sav, Ve-tzi-vanu le-had-
lik ner shel Januca.

Bendito eres Tú, Hashem, Dios nuestro, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus
preceptos y nos ha ordenado encender la vela de Januca.

Bendición #2

Baruj ata Ado-noi Elo-heinu melej ha-olam, She-asa ni-sim la-avo-seinu, Baia-mim ha-hem baz-
man ha-ze.

Bendito eres Tú, Hashem, Dios nuestro, Rey del universo, que realizó milagros para nuestros
antepasados, en aquellos días en esta época.

Bendición #3

Esta bendición se dice sólo la primera noche.

Baruj ata Ado-noi Elo-heinu melej ha-olam, She-he-je-ianu ve-ki-imanu Ve-hi-gi-ianu laz-man
ha-ze.

Bendito eres Tú, Hashem, Dios nuestro, Rey del universo, que nos ha mantenido con vida, nos
sostuvo y no ha permitido llegar a esta ocasión.

El siguiente párrafo se dice cada noche, después de que la primera vela ha sido encendida.

Estas velas encendemos por los milagros, las maravillas, las salvaciones y las batallas que
realizaste para nuestros antepasados en aquellos días en esta época, a través de Tus santos
sacerdotes. Durante los ocho días de Januca, estas velas son sagradas y no estamos
autorizados para darles uso corriente, sino para contemplarlas y así poder expresar
agradecimiento y alabanzas a Tu gran Nombre por Tus milagros, Tus maravillas y Tus
salvaciones.

Costumbres de Januca

Después de encender la janukiá de Januca, las familias disfrutan sentándose a observar la luz
de las velas, cantando y recordando los milagros de ayer y de hoy. La primera canción cantada
tradicionalmente después de encender las velas es Maoz Tzur (Haz clic para el audio y la letra).
También se desarrollaron muchas otras costumbres, incluyendo:

Comer comida “aceitosa” como latkes (panqueques) de papa fritos y sufganiot (rosquillas de
mermelada) en conmemoración del milagro del aceite.

Dar Januca Gelt (monedas) a los chicos.

Hacer girar el Sevivón, un trompo de cuatro lados con una letra en cada uno de ellos.

¿Cuál es el origen del sevivón?

En tiempos de persecución, cuando el estudio de Torá estaba prohibido, los niños judíos
estudiaban igual. Cuando los soldados investigaban, los niños sacaban un Sevivón y simulaban
estar jugando.

Las letras en el Sevivón son nun, guimel, hei, shin - las iniciales de Nes Gadol Haiá Sham - “Un
Gran Milagro Ocurrió Allí” (en Israel, la última letra es una pei - “Aquí”). Una forma de jugar
con el Sevivón es ver quién puede mantener girando el suyo por más tiempo. O, como
alternativa, ver cuántos Sevivón puedes hacer girar simultáneamente.

Otra versión del Sevivón es donde los jugadores utilizan monedas, nueces, pasas de uva o
monedas de chocolate como fichas. Cada jugador pone una parte igual en el “pozo”. El primer
jugador hace girar el Sevivón. Cuando el Sevivón se detiene, la letra que está arriba define:

Nun - no ocurre nada, el jugador siguiente gira el Sevivón.

Guimel - quien hizo girar el Sevivón se lleva el pozo.

Hei - quien hizo girar el Sevivón se lleva medio pozo.

Shin - quien hizo girar el Sevivón agrega al pozo la misma cantidad que hay.

En Januca añadimos “Al Hanisim” – un párrafo que describe el milagro de Januca – en el rezo
de la Amidá y en la Bendición Después de las Comidas.

¡Feliz Januca!

El triunfo de Januca

Januca es una festividad que fue establecida para conmemorar justamente lo opuesto a la
asimilación cultural.

por Jeff Jacoby

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Como Januca usualmente cae en diciembre, en ocasiones se piensa que es como la "navidad
judía". Por supuesto, no lo es. Y sin embargo es justo decir que la razón de la popularidad de
Januca – especialmente en América, donde es la festividad judía más ampliamente respetada
después de Pesaj y Iom Kipur – es precisamente por su proximidad a la navidad.

Januca solía ser considerada como una festividad menor, alegre pero de bajo perfil. Hoy en día
se ha transformado en una festividad mucho más grande y deslumbrante en respuesta a la
navidad, de esta manera, el mes de diciembre se transforma en un brillante festival de invierno
lleno de fiestas, decoración y música. Atraídos por la alegría de la temporada, y como no
querían dejar a sus hijos fuera de la diversión y de la entrega de regalos, los judíos americanos
del siglo 20 comenzaron a celebrar Januca con mucho más énfasis que sus antepasados. Hoy
Januca se ha establecido como parte integral de las "festividades estacionales", con
celebraciones, decoraciones y música propia. Su preponderado status es un tributo tanto a la
arrastrante asimilación de la cultura americana, como a la notable apertura hacia las
costumbres y creencias judías.

Irónicamente, la celebración de Januca fue establecida para conmemorar justamente lo


opuesto a la asimilación cultural. Esto se remonta a casi 22 siglos atrás, a la exitosa rebelión
judía en contra de Antíoco IV, uno de los monarcas greco-sirios que gobernaron la parte norte
del derrumbado imperio de Alejandro Magno. Alejandro había sido respetuoso con la religión
monoteísta de los judíos, pero Antíoco estaba decidido a imponer el helenismo en todos sus
dominios, con sus dioses paganos y el culto al cuerpo. Cuando él encontró resistencia en
Judea, hizo que el judaísmo fuera ilegal.

La observancia del Shabat, la circuncisión, y el estudio de la Torá estaban prohibidos con pena
de muerte. Una estatua de Zeus fue instalada en el Templo en Jerusalem y cerdos fueron
sacrificados ante él. Algunos judíos acogieron el nuevo orden y voluntariamente abandonaron
la religión de sus ancestros. Aquellos que no lo hicieron fueron cruelmente castigados.
Antiguas escrituras cuentan la historia de Hannah y de sus siete hijos, quienes fueron
capturados por las tropas de Antíoco. De acuerdo a las órdenes los niños debían postrase ante
un ídolo. Uno a uno, los niños se negaron – y fueron torturados hasta la muerte frente a los
ojos de su madre.

La lucha para reclamar la autonomía religiosa judía comenzó en 167 A.C. En la ciudad de
Modiin, un sacerdote mayor llamado Matatías se negó a acatar una orden siria de hacer un
sacrificio frente a un ídolo. Cuando un judío apóstata dio un paso al frente para llevar a cabo la
orden, Matatías lo asesinó y derribó el altar. Entonces él y sus cinco hijos se fueron a las
colinas y desplegaron una guerrilla contra los ejércitos del imperio. Cuando Matatías murió, su
tercer hijo, Judah el macabeo, tomó el control. Él y su grupo de luchadores eran ampliamente
superados en número, sin embargo ellos lograron milagrosas victorias, una tras otra. En 164
A.C., recobraron el Templo. Ellos lo limpiaron, lo purificaron y lo dedicaron nuevamente a Dios.
Durante el día 25 del mes judío de Kislev, la menorá - el candelabro que simboliza la presencia
divina - fue encendida nuevamente. Durante ocho días, multitudes de judíos celebraron la
restauración del Templo. "Toda la gente se postró", registra el libro de los Macabeos,
"venerando y alabando a Dios, ya que su causa había prosperado".

Sin embargo, su causa no había prosperado realmente – no aún. La lucha continuó por años.
No fue sino hasta 142 A.C. que los judíos recuperaron el control de su tierra.
Geopolíticamente, ese fue el momento del verdadero triunfo.

La guerra de los macabeos contra los helenistas fue en definitiva una guerra contra una
cosmovisión que elevaba lo físico por encima de todo, una cosmovisión que veneraba la
belleza, no la santidad; que veneraba el cuerpo, no el alma.

Pero Januca no se trata de poder político. No se trata de una victoria militar. Ni si quiera se
trata de la libertad de culto, no obstante, la rebelión de los macabeos marca el primer
momento en la historia en que un pueblo se levantó a pelear contra la persecución religiosa.
En el fondo, lo que Januca conmemora son las ansias judías de Dios, las ansias de la santidad
del Templo y de su servicio. La derrota de los greco-sirios fue importante, pero el clímax
espiritual de la rebelión de los macabeos fue cuando la menorá fue re-encendida y la presencia
de Dios podía sentirse nuevamente.

Januca es la única festividad judía que no se encuentra en el Tanaj y es la única festividad judía
que se basa en una campaña militar. Y aún así, su foco es casi puramente espiritual, no físico.
Por ejemplo, no hay ningún banquete asociado a Januca, como lo hay con Pesaj o Purim, las
otras dos festividades judías de liberación. Su observancia religiosa se concentra en una llama,
nada más. Y las llamas de la menorá sólo pueden ser observadas; está prohibido utilizarlas con
cualquier otro fin – ni si quiera se puede leer con su luz.

En Januca, la carencia de un lado físico es extraña pero apropiada. Ya que la guerra de los
macabeos contra los helenistas fue en definitiva una guerra contra una cosmovisión que
elevaba lo físico por encima de todo, una cosmovisión que veneraba la belleza, no la santidad;
que veneraba el cuerpo, no el alma. Los judíos lucharon para preservar una cosmovisión
diferente - una cosmovisión con Dios, no con el hombre, en su centro.

Como ellos triunfaron, la religión judía sobrevivió. 2.000 años más tarde, el helenismo y sus
dioses paganos son sepultados en el polvo de la historia. Pero la sabiduría y la profundidad del
judaísmo sigue iluminando al mundo entero.

8 Lecciones Sorprendentes de las Leyes de Januca

Un análisis profundo de las leyes y costumbres de Januca revela algunos conceptos


sorprendentes

por Rav Israel Rutman

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El festival de Januca es uno de los eventos más queridos y ampliamente observados en el


calendario judío. Las poderosas imágenes de los milagros de la victoria judía sobre los griegos
seléucidas en el segundo siglo antes de la era común y el milagro del aceite 'para un día' que
ardió durante ocho días en la re-dedicación del Templo son una inspiración para los judíos en
todo el mundo. Como toda mitzvá, Januca tiene sus leyes y costumbres especiales. Un análisis
profundo de las leyes y costumbres de Januca revela algunos conceptos sorprendentes

1) Una Mitzvá Para Compartir

Si una persona sólo tiene suficiente aceite y mechas para los ocho días de Januca, mientras
que su humilde vecino no tiene nada, él deberá compartir con su vecino, aun si de esta manera
no tendrá suficiente aceite y mechas para el resto del festival.

Esto es porque la idea de añadir una vela cada noche hasta que llegamos a ocho, el lo que se
conoce como un hidur, un embellecimiento de la mitzvá; la mitzvá esencial es solamente una
vela cada noche por hogar. Es mejor compartir tu aceite y permitir que otro judío cumpla la
mitzvá junto contigo, que embellecer tu propia mitzvá mientras que tu vecino no tiene nada.

2) En un Tiempo de Asimilación
La idea original del encendido de velas era hacerlo afuera, en la entrada de la casa o en el patio
al anochecer. Esto, para que la gente que venía del trabajo pudiera ver las luces del festival.

La festividad de Januca es única en este aspecto. No tenemos otro mandamiento en el


judaísmo que requiera una exposición pública de este tipo. Esto es porque durante la era de
los hasmoneos, en Israel, había una asimilación desenfrenada dentro del pueblo judío debido a
la influencia de la cultura griega. Los sabios instituyeron que el encendido de velas se haga en
el exterior para publicitar los milagros que Dios había hecho por Su pueblo. No era solamente
una celebración de los sacerdotes hasmoneos, dentro de los confines del Templo, sino una
forma de inspirar a todo el pueblo judío a retornar a su tradición.

3) Una Bendición Única

La mayoría de nosotros conoce las bendiciones que pronuncia la persona que enciende las
velas. Lo que es menos conocido, es que hay también una bendición para alguien que no está
encendiendo. Al ver las velas de Januca ardiendo, la persona recita la bendición "por los
milagros que realizó para nuestros antepasados".

Es exclusivo de la fiesta de Januca que alguien que no está haciendo la mitzvá (y que nadie la
está haciendo por él) dice una bendición sólo por ver una mitzvá que está siendo hecha por
otros. Esto, también, puede ser explicado por la preocupación especial que sentían los sabios
por todos los judíos, incluyendo los no observantes. Se determinó que las velas se exhiban
públicamente por el bien de ellos.

Por lo tanto, cuando un judío que ve las velas encendidas, es despertado por ellas y adquiere
un interés renovado en su identidad judía, esa dimensión especial de la mitzvá también ha sido
cumplida, y por eso corresponde recitar una bendición de agradecimiento a Dios. (Sucat David)

4) Prioridades

El Talmud pregunta con respecto a una persona que tiene aceite solamente para las velas de
Shabat o las de Januca, pero no para ambas. (Cada año, Shabat y Januca coinciden al menos
una vez durante el festival de ocho días) ¿Cuál tiene precedencia? El Talmud determina que
Shabat tiene precedencia por Shalom Bait, armonía familiar. Las velas de Januca (que en ese
entonces eran puestas en la entrada de la casa) publicitan el milagro del aceite, pero las velas
de Shabat iluminan la casa. Se considera más importante que haya luz dentro de la casa para el
disfrute de la comida de Shabat.

La historia siguiente es contada por el Jafetz Jaim, el líder espiritual de la judería europea antes
de la segunda guerra mundial: la hora para el encendido de las velas de Januca había llegado, y
su huésped estaba ansioso por compartir este momento con el gran rabino. Pero el Jafetz Jaim
no subió a encender las velas. Esto, para confusión de su huésped, dado que la meticulosidad
del Jafetz Jaim en la observación de las mitzvot era bien conocida. Una considerable cantidad
de tiempo pasó, e inexplicablemente, él todavía no las había encendido.

Finalmente, bastante tiempo después de la hora apropiada para el encendido de velas, se abre
la puerta y entra la esposa del Jafetz Jaim. Sin decir una palabra, él inmediatamente se levanta
y, con su esposa y su huésped a su lado, enciende las velas de Januca. Después, el Jafetz Jaim,
percatándose de la curiosidad que sentía su invitado, explicó que el retraso en el encendido se
debió a la consideración por su esposa. Él sabia que ella disfrutaba mucho estar presente
durante el encendido. Si se lo hubiese perdido, después de volver de un viaje, hubiese estado
desilusionada.
Encender las velas de Januca es una gran mitzvá y debe ser hecha con prontitud, pero dado
que los sabios nos enseñan que el Shalom Bait tiene precedencia sobre Januca, ciertamente
era justificado retrasar el encendido por consideración de los sentimientos de su esposa.

5) Depende de Dios

La vela debe tener suficiente aceite (o cera) al momento del encendido para que permanezca
encendida por lo menos hasta treinta minutos después de que salgan las estrellas. Si la luz se
extingue antes de ese tiempo, es apropiado encenderlas nuevamente (sin una nueva
bendición). De todos modos, uno no está obligado a encenderlas de nuevo; ya ha cumplido la
mitzvá con el primer encendido.

Esto es una aplicación del principio "el encendido hace la mitzvá". Esto simboliza la visión judía
de que en la vida generalmente nuestra responsabilidad es tomar las decisiones y actuar para
llevarlas a cabo; pero si al final, el brillante sueño de éxito se extingue, eso no significa que
nosotros hemos fallado. Nuestro trabajo es decidir y actuar. El éxito y el fracaso dependen de
Dios.

6) Ambición Judía

En temas espirituales, existe el principio de maalin bekedushá, ascender en santidad. Esto es


ejemplificado por la forma en que encendemos las velas de Januca. Encendemos una vela la
primera noche, dos en la segunda, y seguimos así hasta que concluimos la festividad con ocho
velas ardiendo.

En Januca, esto se hace para trasmitir el mensaje específico de incrementar el milagro, tal
como la provisión de aceite para un día continuó encendida durante ocho. Sin embargo, en un
sentido general, expresa el concepto judío de ambición que nosotros debemos sentir para
conseguir siempre más y más aprecio por los milagros que Dios hace por nosotros, y alcanzar
niveles más altos de espiritualidad.

7) Grandioso y Pequeño

En Januca hay "Halel" y Hodaá. "Halel" es una canción de alabanza a Dios por los milagros que
Él realiza por el pueblo judío. Hodaá es un reconocimiento del hecho de que no merecemos las
cosas grandiosas que Él hace por nosotros. Un judío debe ir por la vida con este
reconocimiento doble: la grandeza de Dios, en una mano; y la pequeñez de sus criaturas, en la
otra. (Sfat Emet)

8) Almas Encendidas

El aceite y las mechas que no son aptas como velas de Shabat (porque no son tan buenas) se
pueden emplear, sin embargo, en Januca. Cada letra de la palabra hebrea para alma – néfesh –
representa un componente de la vela: ner (llama), petilá (mecha), y shemen (aceite). Aquellas
almas judías que no arden tan bien durante todo el año en Shabat, (ya que no están
correctamente alineadas con su grandiosa identidad judía), gracias al especial poder de las
luces, son capaces de arder brillantemente en Januca. Dado que en Januca, posiblemente más
que en cualquier otro momento del año, uno tiene la posibilidad de conectarse con su
identidad judía. (Sfat Emet)

Ocho Grandiosos Regalos de Januca para Niños


Ser un modelo a imitar de valores judíos es realmente el regalo de una vida entera.

por Lori Palatnik

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¿Cuál es nuestro trabajo como padres? A veces nos distraemos y pensamos que somos los
chóferes, los cocineros, el árbitro... Nuestro trabajo como padres es ser educadores. Somos
profesores. La palabra hebrea para la educación es jinuj, que está directamente relacionada
con la palabra Januca, que significa dedicación. ¿Cuál es la conexión entre educación y
dedicación? Cuando realmente educas a un niño, estás otorgándole valores que son eternos.
Nuestro trabajo como padres es ser profesores de valores.

Hay tantos valores que podríamos discutir en este artículo, pero nos vamos a enfocar en ocho
valores centrales. Recuerda que cada uno de ellos es un mundo entero en si mismo (esperando
que esto te inspire a aprender más sobre el tema).

La mejor forma de enseñar estos valores a tu hijo es viviéndolos. Sé un modelo a seguir. Ten
una relación amorosa con tus hijos, y, Dios mediante, verás niños que vivirán esos valores.

Valor #1: Discurso Ético

La Torá nos enseña que cuando alguien chismea sobre otros, es un triple homicidio. Tres
personas mueren: la persona de la cual se está hablando, el que habla, y el que escucha.

La persona de la cual se está hablando muere a los ojos de todos los que están escuchando. El
chisme es como una bala de fuego, una vez que se aprieta el gatillo, alguien va a resultar
herido. Nunca podrás recobrar la bala de vuelta. Una vez que hablas en contra de alguien, lo
que hayas dicho queda por siempre en la mente de todos los que escucharon, y ellos nunca
más verán a esa persona de la misma manera en que lo hacían antes.

El que habla también muere a los ojos del que escucha. ¿Pero es esto realmente así? ¿No es
acaso el hablador (no lo llaman así por nada), el centro de atención?

Si estás hablando mal de él en este momento, seguramente hablarás mal de mí también.

Quizás sean el centro de atención por un momento, pero los chismosos en realidad están
cometiendo un lento suicidio social cada vez que hablan mal de otros. Las personas no
acudirán a ellos para confiar sus secretos, no les pedirán consejo ni los verán con admiración.
Como todos sabemos: "Si estás hablando mal de él en este momento, seguramente hablarás
mal de mí también".

La persona que muere de manera más agresiva es el que escucha. De este triángulo de
personas, el que escucha tiene mayor control para detener el chisme, y si no lo hace, a los ojos
de Dios él es el más culpable. Entonces aléjate, cambia de tema, juzga para bien a la persona
de quien se habla, dile a la gente que no te interesa saber... cueste lo que cueste. Deja en claro
que te niegas a escuchar. Porque si no hay nadie que escuche, entonces no hay nada que decir.

Muchos dicen que el chisme es entretenido. Puede ser entretenido... a menos que estén
hablando de ti.

Valor #2: Verdad


Nos han enseñado que cuando Dios firma Su nombre, Él firma: "Emet" Verdad. Sí, esta bien,
sabemos que en realidad Dios no toma un lapicero, pero aprendemos de esto que la verdad es
una cualidad extremadamente importante.

A uno nunca se le permite mentir, excepto bajo tres circunstancias. La primera es por shalom
bait, por paz entre las personas. Si alguien te pregunta si te gusta su corte de pelo, o si te gusta
como redecoró su casa, y a ti no te gusta, entonces tienes permitido mentir y decir que sí te
gusta. Los sentimientos de las personas son una verdad mucho más elevada que esta otra
verdad. La mayoría de la gente no está preguntando en realidad tu opinión. Si la quisieran, te
hubiesen preguntado antes de cortarse el pelo o de redecorar la casa. Ellos están en realidad
pidiendo tu aprobación. Entonces, dásela.

La segunda circunstancia en que se permite mentir es para preservar tu privacidad. Si alguien


te pregunta si tuviste un aumento de $10.000 dólares, y realmente sí lo obtuviste, de todas
maneras puedes responder "no". ¿Por qué? Porque no es asunto de los demás. Tu vida no es
un libro abierto. Se te permite tener tus límites de privacidad. (Por supuesto, si el Servicio
Nacional de Impuestos Internos te pregunta si obtuviste un aumento de $10.000 dólares, ¡ese
sí es asunto de ellos!).

La tercera circunstancia en que se permite mentir es para minimizar tus propios logros. Si eres
elogiado por haber recaudado fondos para manejar una escuela, puedes mentir y decir que
simplemente eres una más de las personas del comité, aunque seas el que lo hizo todo solo. Tú
sabes lo que hiciste, Dios sabe lo que hiciste, nadie más lo tiene que saber.

Valor #3: Humildad

La Torá considera la humildad como uno de los mejores rasgos de carácter, pero nunca verás
en la Revista Time "Los Hombres más Humildes del Año."

¿Si yo te dijera que vas a conocer a la persona más humilde que alguna vez vivió, te
imaginarías una persona pequeña con un tipo de voz dulce? La Torá nos enseña que Moisés
fue el hombre más humilde que alguna vez vivió, y él no era ninguna persona tímida. Él resistió
al Faraón, se encontró con Dios en el Monte Sinai, fue victorioso en la guerra...

La humildad no es "no soy nada". La humildad es "soy algo, pero no lo tomo como algo mío.
Conozco la Fuente verdadera de ello". Cuando usamos nuestro aspecto, nuestros talentos,
recursos, habilidades e inteligencia, simplemente estamos cobrando el cheque que Dios
escribió. No te sientas orgulloso, siente el placer. Sólo estás usando lo que Dios te dio.

Valor #4: Honrar a los Padres

En las tablas de la ley (los diez mandamientos), honrar a los padres está agrupado con las
mitzvot entre el hombre y Dios. ¿Acaso hay un error de edición? No, es un claro mensaje que
la relación con tus padres tiene una relación directa con tu relación con Dios. Yo he conocido
un número de personas que crecieron con religión y la dejaron. La mayoría no lo hizo porque
tenían un problema con Dios, sino que ellos tenían un problema con sus padres.

La mayoría dejó la religión porque tenían un problema con sus padres.

Tus hijos necesitan honrarte, no por tu bien, ¡por el bien de ellos! (Mi rabino dice que si tuviste
hijos para que te sirvieran, entonces, un mayordomo Inglés sería mucho más barato.) Tus hijos
necesitan personas a quien admirar en sus vidas. Tú no eres el amigo de tus hijos. Ellos tienen
amigos. Ellos necesitan padres.
La Torá ofrece algunas herramientas para ayudar a impartir este sentido del honor: Tus hijos
no deben llamarte por tu primer nombre; ellos deben pedir permiso antes de sentarse en tu
lugar designado (por ejemplo, en la mesa, en el estudio); en vez de decir "no", enséñales a
estar "en desacuerdo pero sin faltar el respeto".

Ten presente que esto también se aplica con respecto a honrar a tus propios padres, y ¡glup!,
también a tus suegros.

Valor #5: Tzedaká

¿Cuál es la diferencia entre el concepto judío de tzedaká, y el concepto no judío de caridad?


Caridad es: Si me siento con ganas de dar, doy. Tzedaká es: Incluso si no tengo ganas de dar,
debo dar. Tzedaká significa "justicia". Hacer lo correcto es una obligación y una
responsabilidad.

Ten cajas de tzedaká en tu casa. Asegúrate de que tus hijos tengan las suyas. Enséñales la
obligación de la Torá de dar el 10 por ciento de todo su dinero a otros que lo necesitan (ojo,
para ti esto se aplica después de los impuestos). Cuando tus cajas estén llenas, deja que ellos
tomen la decisión de ver donde lo llevan: a la sinagoga local, a los pobres de la comunidad,
Israel...

Dios creó un mundo donde hay gente necesitada. ¿Por qué Él confió en nosotros la
redistribución de la riqueza? Porque la gente necesitada nos obliga a dar, y eso nos convierte
en... ¡dadores! Y eso nos ayuda a parecernos más a Dios.

Valor #6: Shabat

El Shabat no es un día de descanso. Es un día en que dejamos de crear, y es un día para


reconocer que hay un Creador. Damos un paso atrás para recordar que Dios maneja el mundo.

Haz que los niños entren en Shabat. Prepara jalá con ellos, invita visitas y deja que ellos hagan
tarjetas para los puestos y carteles de bienvenida, bendícelos con la tradicional bendición
mientras pones tus manos sobre sus pequeñas cabezas. Enciende velas con ellos, canta
canciones de Shabat con ellos, habla sobre la parashá de la semana durante la cena del viernes
en la noche.

Asegúrate de que tu hogar y tu vida familiar sean diferentes porque es Shabat

Recuerda que, no es todo o nada. Pero asegúrate de que tu hogar y tu vida familiar sean
diferentes porque es Shabat. Tal vez comiences a no utilizar la TV el viernes por la noche, por
lo tanto, después de cenar será el momento para los juegos de mesa familiares, imitaciones,
momento de historias. En vez de ir de compras el sábado, postérgalo hasta el domingo, y
utiliza el sábado para caminatas familiares de Shabat, visitas a los vecinos, para asistir al
programa de Shabat de tu sinagoga local. Transfórmalo en un Shabat shalom, un Shabat de
conexión y paz.

Ya que, más de lo que los judíos han mantenido el Shabat, el Shabat es lo que mantiene a los
judíos.

Valor #7: Amor

Hay tres aspectos en el amor. El primero es saber que amor es la emoción que sientes cuando
te enfocas en las virtudes de otro persona, e identificas a esa persona con esas virtudes.
¿Quién conoce las virtudes de tus hijos mejor que tú? Nadie. ¿Quién conoces sus malas
cualidades mejor que tú? Nadie. Y cuando eliges enfocarte en sus virtudes, eso trae amor.

El amor también es definido como: "Lo que es importante para ti, es importante para mí".
Nosotros no tenemos TV en casa. Cuando viajo yo veo ESPN en la habitación de mi hotel
entonces puedo volver a casa y contarle a mi hijo, Moshé, que tiene 11 y es un gran fanático
del deporte, acerca de todos los jugadores que vi. Yo no amo el deporte, y Moshé lo sabe. Pero
yo amo a mi Moshé.

Y la Torá nos enseña que no es el amor lo que nos lleva a dar, sino es el dar lo que nos lleva a
amar. Si quieres amar más a alguien, sé un dador. Mientras más des, más va a amar.

Valor #8: Dios

Mi rabino nos enseñó que tus hijos deben saber que los amas, y que Dios los ama.

Cuando los arropas en la cama en la noche, pregúntales quién los ama. Ellos te van a nombrar
a ti, a tu cónyuge, sus abuelos, y al perro de la familia. Entonces enséñales que Dios los ama
más que nadie. Ellos tienen muy pocas constantes en sus vidas. Ellos van a experimentar
soledad, rechazo, errores... y, no te van a tener a ti por siempre a su lado. Lo único constante
que ellos tienen es a Dios. Háblales de Él, y siéntete cómodo teniéndolo a Él en tu hogar. Si tú
no estás cómodo, tampoco lo estarán ellos.

No digas, "santa benevolencia", di "Gracias a Dios". No digas, "Tuve tanta suerte", di "Fui tan
bendecido".

Al final de cuentas, este mundo entero se trata de ti y de tu relación con Dios. Entrégales este
regalo a tus hijos. Todo lo demás fluye desde ahí. Esa es educación real y dedicación. Eso es
jinuj judío – un gran regalo para Januca.

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