Derecho Civil I

Lic. Mario Efrén Laparra Ángel

EL NOMBRE

IDENTIFICACION DE LAS PERSONAS

EL NOMBRE (ORIGEN Y DEFINICIÓN)

El nombre nació como una necesidad de individualizar a la persona física en sus relaciones tanto
jurídicas como sociales, dentro de su comunidad y aun fuera de ella. Al respecto Marcel Planiol nos
dice.

“El nombre, en los antiguos pueblos como Grecia y entre los hebreos, era único e individual, cada
persona solo llevaba un nombre y no lo transmitía a sus descendientes, encontramos así nombres
como Platón, Sócrates, Aristóteles, Noé, Abraham, etc., los romanos en cambio, idearon un sistema
de nombre sabiamente organizado, integrado con el pronombre, que era el nombre de pila o nombre
propio, el nombre que era una especie de apellido común y el conombre o sea una especie de
segundo nombre, utilizado por la escasez de pronombres masculinos.

Con la expansión del imperio Romano, esta forma de identificación de las personas se extendió a
todas sus colonias, pero posteriormente a la caída de dicho imperio, cada pueblo eligió la mejor
forma para la individualización de las personas, pero siempre siguió la influencia del sistema
Romano.

Posteriormente, el nombre se componía del nombre de Pila (Ernesto, José, Inés, Etc.) al que se le
agregaban los apellidos de los padres (Patronímicos), ejemplo, a los hijos de Gonzalo Juárez, se les
ponía su nombre propio o nombre de pila y su apellido se derivaba del nombre de su padres, así
Marcos González, aunque no todos los apellidos se derivaron de los nombres de los padres, y aun
que algunos derivaron su origen de las ciudades de donde provenía la personas (gentilicios) como
Madrid, Galicia, Etc., otros más derivaron el nombre de algunos minerales (Mármol) o del nombre
de algunos animales (León, Lobos, Aguilar, por ejemplo) o bien de algunas cualidades físicas como
Bueno, Moreno, Rubio; no siendo raro encontrar apellidos cuyo origen se desconozca.

Así el apellido no suponía una relación familiar, ya que su objetivo fundamental era el de
individualizar a las personas, en la actualidad el apellido es un medio para establecer una relación
familiar –con sus excepciones, por supuesto– pues el apellido se trasmite de padre a hijos.

Nuestro código civil, con relación al nombre, en su artículo 4º, bajo el epígrafe identificación de las
personas, reza: La persona Individual se identifica con el nombre con que se inscriba su nacimiento
en el Registro Civil (Registro Nacional de las Personas), el que se compone del nombre propio y del
apellido de sus padres casados, o el de sus padres no casados que lo hubieran reconocido. Con la
transmisión del apellido del padre a hijos, aquel constituye en sí una relación familiar, y no
solamente un medio de individualizar a las personas en sus relaciones ya sean aquellas jurídicas o
sociales. Aunque he de hacer la salvedad de que no siempre el apellido constituye una prueba de
filiación, puesto que contemplado nuestra legislación el cambio de nombre, esto puede ser la
excepción de la regla general.

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Con lo anterior, podría entonces definir al nombre como la institución jurídica por medio de la cual
una persona es individualizada en sus relaciones sociales o jurídicas, dentro de su comunidad o
fuera de ella.

Siendo el nombre, un signo de distinción de la persona

PSEUDONIMO Y SOBRENOMBRE

Como lo expone Marcel Planiol, la ley exige que el medio de designación de los individuos sea el
nombre propio unido a los patronímicos, que esta sea la forma de identificación de las personas en
sus actos oficiales, pero no se opone a que otros medios de designación sea también aceptados y
empleados en las relaciones privada, tales como el sobrenombre, alias o apodo y el pseudónimo.

Veamos en primer lugar al Pseudónimo al que Guillermo Cabanellas en el Diccionario de Derecho

Usual, lo define como nombre empleado en lugar del autentico, especialmente por literatos,
periodistas, actores y de más gentes de contacto frecuente con el público, a fin de singularizarse,
evitar apellidos comunes o poco eufónicos o como propaganda, el pseudónimo que
etimológicamente tiene el significado de falso nombre, es creado o popularizado por impulso propio,
ya sea como se dijo anteriormente por buscar propaganda o bien por un gusto particular.

El sobrenombre, alias o apodo, que se diferencia del anterior, en que es impuesto a una persona por
otra y que tiene por objeto generalmente hacer resaltar o poner de manifiesto una característica
personal o actividad a laque se dedica la persona y que en la mayor de las veces resulta grotesco o
ridiculizante.

Tomado así, tanto el sobrenombre como el Pseudónimo o seudónimo, no tiene ninguna trascendencia
jurídica, salvo el caso de que con ellos se trate de identificar mejor a una perronas, en nuestra
legislación, lo contempla el código Procesal Penal en el articulo 82 al indicar que “se comenzara por
invitar al sindicado a dar su nombre, apellido, sobrenombre o apodo si lo tuviere, …” como se puede
ver, en los caso en los que pueda lograrse mejor individualización de la persona se permite recurrir al
sobrenombre.

DOCTRINAS SOBRE LA NATURALEZA JURIDICA DEL NOMBRE.

En cuanto a determinar la naturaleza jurídica del nombre, se han embazado diversas teorías, veamos
algunas de ellas.

a) El nombre como un derecho de propiedad.

Esta teoría parte del hecho de que si una persona se le ha asignado un nombre, este le pertenece
(nombre propio) agregado al que por derecho y por ley le corresponde (el apellido de sus padres),
y aunque no es raro que dos o más personas ostenten el mismo nombre, que también les
pertenece, el cual con las expresiones “mi nombre” “su nombre”, se considera como un derecho
de propiedad, además de exclusivo e inviolable. Sin embargo, el nombre tiene como
características el de ser inalienable, imprescriptible e inembargable, que no puede ser objeto de
transacción alguna, lo que lo hace perder el carácter de propiedad exclusiva, en sentido jurídico,

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b) El nombre como atributo de la persona.

Es considerado así, por quienes opinan que el concepto de persona no es creado, sino reconocido
por el derecho, porque el derecho es producto de la cultura humana y el nombre como atributo de
las personas puede equipararse con la capacidad o con la personalidad, pues el nombre es
inherente a la persona que necesita ser individualizada en sus relaciones sociales o jurídicas, y no
puede concebirse _se dice – a una persona sin nombre, aunque algunas veces estos sucede, tal es
el caso de los recién nacidos o los hijos de padres desconocidos, pero en estos casos la carencia
de nombre es transitoria, pues el caso de los recién nacidos, solo se desconoce su nombre de pila
ya que posteriormente le será puesto, pues se conoce el nombre de sus padres (apellidos).

Ahora bien, a esta teoría se le ataca en el sentido de que no puede considerarse el nombre como
un atributo de las personas puesto que éste (el nombre) puede ser objeto de un cambio, o
modificarse sin que por ello se influya decisivamente en la persona en sí.

c) El nombre como una institución de Policía Civil.

Es el criterio sustentado por Marcel Planiol, quien pone énfasis en la obligación que tienen la
persona de llevar un nombre, medida que se toma en interés de la persona misma y de la sociedad
en que vive, por más que en interés de la persona en particular, la ley lo establece en interés
general, constituyendo así una especie de Policía Civil, entendida ésta como institución y medio
del estado para controlar el estado civil de las personas que nacen dentro de su territorio y aun
fuera de él, siendo hijos de connacionales.

d) El nombre como un derecho de familia.

Los que orientan su criterio en esta dirección, indican que el nombre es una nota característica
del rango familiar, haciendo la aclaración que en este sentido se habla del apellido que es el que
distingue a la familia, pero se aduce en contra de esta teoría que el nombre no siempre está
ligado a una filiación, pues puede variar por situaciones como nombres dados a personas
innominadas, cambios de nombre, adopción, etc., que no necesariamente lleva aparejada una
relación familiar.

Determinar la naturaleza jurídica del nombre, como otras tantas instituciones del derecho Civil, es un
tanto controvertido, ya que cada sector de la doctrina manifiesta su opinión y la sostiene, en mi
criterio, el nombre es una institución dotada de una carácter personal, ya que la persona goza de
libertad para escoger el nombre que el pondrá a sus hijos, esto conlleva una declaración unilateral de
voluntad, la que además lleva aparejada un carácter coercitivo, pues si bien es cierto, hay libertad
para decidir sobre el nombre, aquellas no se extiende al hecho de tener o no un nombre o a la
obligación de su inscripción en el registro correspondiente. El nombre entonces, participa de una
naturaleza privada y de otra publica.

CARACTERES DEL DERECHO AL NOMBRE.

“Batle Vásquez, los sintetiza de la siguiente manera: 1º- La oponibilidad erga omnes. Esta
circunstancia se desprende del hecho de que nombre responde con su nacimiento a una necesidad de
diferenciación de la personalidad y el reconocimiento de éste ha de ser realizado por todos, esta
especial nota que matiza al derecho al nombre es de carácter absoluto, siendo quizá uno de los
motivos que han influido para que muchos tratadistas lo clasifiquen erróneamente dentro de los
derechos de propiedad. 2º- No es susceptible de una valoración en dinero. Esta circunstancia es

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perfectamente lógica, ya que tal valoración a más de ser improcedente, es casi irrealizable. 3º-
Representa y expresa una relación familiar. Esto ocurre en la inmensa mayoría de los supuestos,
aun cuando puede señalarse algunas excepciones entre los que se cuentan el caso de los expositores.
4º- En cuanto a su contenido, expresa un aspecto obligacional. Ya quedo apuntado el matiz de la
obligación que el nombre acusa, como consecuencia del interés estatal porque cada ciudadano
ostente un nombre. 5º.- Es inmutable en cuanto a su objeto. Puesto que si el nombre viene a ser un
elemento de individualización, tal finalidad resultaría anulada o fuertemente dificultada por las
variantes a la regla general. 6º.- Es imprescriptible, que es una consecuencia de la misma
inmutabilidad ya reseñada. 7. Es intransmisible, prohibición ésta que deriva de la misma
obligatoriedad y la inmutabilidad que la dificulta.

CAMBIO DE NOMBRE

En la práctica es muy corriente que una persona use un nombre propio distinto del que consta en su
partida de nacimiento o bien, teniendo un nombre propio compuesto, use en sus relaciones de
diferente índole, incompleto su nombre o bien que omita alguno de sus apellidos, si alguno de éstos
casos sucede, puede establecer su identificaciones mediante declaración jurada prestada ente notario,
quien la hará constar en escritura pública.

El código Civil regula esta situación en su artículo 5º en la siguiente forma: “El que constante y
públicamente use un nombre propio o apellidos distintos del que conste en su partida de nacimiento o
use incompleto su nombre, puede establecer su identificaciones por medio de declararon jurada
hecha en escritura pública, por la misma persona, si fuere mayor de edad o por sus padres que
ejercieren la patria potestad. También podrá hacerse por cualquiera que tenga interés en la
identificación conforme el procedimiento establecido por el Código Procesal Civil y Mercantil”.

El citado artículo 5º fue objeto de reforma por medio del Dto- Ley numero 72-84 de fecha 14 de julio
de 1,984 ya que anteriormente solo se contemplaba la identificación de la persona en el caso de que
usar constante y públicamente un nombre propio distinto del que consta en su partida de nacimiento
o bien usare su nombre incompleto, pero con las aludida reforma, la identificación de la persona
puede lograrse también en el caso de usar un apellido distinto del que consta en su partida de
nacimiento, caso muy frecuente en la realidad.

El procedimiento de identificación se contempla en el código Procesal Civil y Mercantil del artículo

440 al 442 inclusive.

En la práctica se da también el caso de persona, que por motivos justificados o meramente

caprichosos, deseen cambiar su nombre, situación que pude lograrse, apero que difiere del caso
anterior, (identificación), pues el procedimiento a seguir lo preceptúa el artículo 6º. C. C.; dicho
cambio de nombre no puede lograrse sino con autorización judicial, el procedimiento lo regula el
código procesal civil y mercantil en sus artículos 438 y 439, Así

ARTICULO 438. La persona que por cualquier motivo desee cambiar su nombre de acuerdo con lo
establecido en el Código Civil, lo solicitará por escrito al juez de Primera Instancia de su domicilio,
expresando los motivos que tenga para hacerlo y el nombre completo que quiera adoptar. El juez
mandará que se reciba la información que se ofrezca por el solicitante y que se publique el aviso de

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su solicitud en el Diario Oficial y en otro de los de mayor circulación, por tres veces, en el término
de treinta días. El aviso expresará el nombre completo del peticionario, el nombre que desee adoptar
y la advertencia de que puede formalizarse oposición por quienes se consideren perjudicados, por el
cambio de nombre.

ARTICULO 439. Recibida la información y transcurridos diez días a partir de la última publicación,
sin que haya habido oposición, el juez accederá al cambio de nombre y ordenará que se publique por
una sola vez en el Diario Oficial y que se comunique al Registro Civil, para que se haga la anotación
correspondiente. Si se hubiere presentado oposición, se tramitará en forma de incidente; y en vista de
la prueba aportada, el juez resolverá si procede o no el cambio de nombre.

El articulo 7º del Código Civil establece que la alteración que súfrale nombre, se anotara al margen
de la partida de nacimiento y además aclarara el referido artículo, en su párrafo final que la
identificación y el cambio de nombre no modifican la condición civil del que la obtiene, ni
constituye prueba alguna de filiación.

El Código Procesal Civil y Mercantil en el libro IV contempla el acápite correspondiente a los

asuntos de jurisdicción voluntaria, entendida ésta como una especie de jurisdicción civil que se
ejercita en relación con los actos en que por disposición de la ley se requiere la intervención del Juez,
sin que esté promovida ni se promueva acción alguna entre partes determinada, es la denominación
de voluntaria viene a esta jurisdicción de la circunstancia de que en ella no existe contienda entre
partes determinadas.

En obsequio a lo anterior, nuestra legislación adjetiva civil y mercantil contempla en la sección V del
libro IV, párrafo segundo y tercero, los procedimientos relativos al cambio de nombre e
identificación de personas, respectivamente, siendo así que dichas diligencias deben tramitarse ante
el Juez de Primera Instancia del domicilio del requirente, pero no obstante la anterior disposición,
dichas diligencias (Cambio de nombre e identificación de persona, según el caso) puede tramitarse
por la vía notarial teniendo como base lega lo preceptuado por el artículo 5º de la ley reguladora de la
tramitación notarial de asuntos de jurisdicción voluntaria. Esta ley es aplicable a todos los asuntos
cuya tramitación notarial se permita en los siguientes artículos, sin perjuicio de que también pueda
tramitarse ante notario los caso contemplados en el Código Procesal Civil y Mercantil, los
interesados tiene opción a escoger el tramite notarial o judicial según lo estime conveniente y, para
la recepción de los medios de prueba, deben de observarse los requisitos que preceptúa el Código
Procesal civil y mercantil. En cualquier momento la tramitación notarial puede convertirse en
judicial o viceversa.

Con la exposición anterior, se deduce que en relación a los procedimientos de cambio de nombre o
de identificación de persona, de acuerdo a los fundamentos de la ley reguladora de la tramitación
notarial de asuntos de jurisdicción voluntaria, puede tramitarse, tanto en la vía judicial como en la vía
notarial, pero en todo caso, se observaran los mismo requisitos.