Вы находитесь на странице: 1из 9

“Una persona sabia es aquella que piensa todo lo que dice pero que no dice todo lo que piensa.

Y el ignorante es aquel que dice todo


lo que piensa, pero que no piensa todo lo que dice”

Educar con Inteligencia Emocional

¿Qué es la Inteligencia Racional y emocional?

El concepto de inteligencia viene nace a partir de la revolución industrial, finales del siglo XIX, principios del siglo XX.
Nace de la necesidad de mediar las capacidades de las personas para desempeñar ciertos trabajos. Tener capacidad de
información, tener recursos, tener memoria, tener respuesta rápida…Es la inteligencia que se media con un test. Su
creador es Alfred Binet. Terma y Lewis también trabajaron con test para poner a hombres al frente de mandos de guerra
y colocarlos en altos mandos, pero más que medir la inteligencia medían la cultura y la cultura blanca en especial, por lo
que los hombres de color no fueron elegidos para altos mandos. Esta forma de entenderla ha quedado obsoleta. Se
está creando un nuevo concepto de inteligencia.

¿Hoy día hace falta más capacidad de respuesta? Hay muchas empresas que contratan a personas por la inteligencia
racional y despiden después por la falta de inteligencia emocional.
La inteligencia racional es innata, que ya viene con el cociente de inteligencia y va a durar toda la vida, sin embargo, la
inteligencia emocional, se va desarrollando a lo largo de la vida y va haciendo que la persona vaya creando un contexto
adaptativo al medio, para tener esa capacidad de poder adaptarse y resolver problemas.

Después Gagner, escribió un libro sobre inteligencias múltiples, que dividió la inteligencia en ocho categorías, él
consideraba que la inteligencia no era algo que todo el mundo tenía que desarrollar igual, en los diferentes contextos, si
no que podía tener una facilidad para un contexto que no podía tener para otro. Una es la capacidad el leguaje, las
matemáticas, la musical, cinestésica (tiene que ver con el cuerpo con el movimiento), la interpersonal (que es
desarrollarnos a nivel de comunicación con las personas), la intrapersonal (que es la que nos permite conocernos a
nosotros mismos y gestionar nuestras emociones) y la naturalista (facilidad para desenvolverse en la naturaleza, a través
del conocimiento para poder detectar el peligro las amenazas). Él consideraba que cada uno de nosotros a su manera
tiene más desarrollado una inteligencia más que otras.
Por lo tanto, lo que antes se consideraba como inteligente no podía determinar si iba a triunfar en la vida.

Por lo tanto, lo que hoy tenemos que considerar a la hora de educar a los hijos, no es que tenga un cociente intelectual de
160, sino que tenga una capacidad para poder adaptarse a las diferentes situaciones, resolver los problemas y sentir que
son felices.
Darwin, ya fue un precursor y dijo: “los seres que sobreviven son aquellos que saben adaptarse eficientemente al medio”
Va encaminado a lo que la inteligencia emocional nos dice.

La inteligencia emocional es aquella habilidad que nos permite poder enfrentarnos a diferentes situaciones y a pesar de
que haya un ambiente hostil, poder tener ese equilibrio emocional para sentirse bien, para poder incluso influir en ese
ambiente para que ese ambiente vaya cambiando y vaya siendo más positivo. Es una capacidad que nos permite conocer
y manejar nuestros propios sentimientos, interpretar o enfrentar los
sentimientos de los demás, sentirse satisfechos y ser eficaces en la vida a la vez que crear hábitos mentales que
favorezcan nuestra propia productividad.

La Inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba
habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la
empatía, la agilidad mental, etc. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo,
que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.
Sería educar en la competencia emocional para que puedan tener ese equilibrio emocional, que pueda adaptarse a la
sociedad y en definitiva ser felices.

El éxito personal, social y familiar de una persona no depende del cociente intelectual, ni de los conocimientos
adquiridos, su felicidad depende de su aprendizaje emocional y social. La infancia es un periodo clave para desarrollar
sus capacidades personales y sociales.

Enséñalos a FOCALIZAR SU ATENCIÓN, fomenta en ellos un ESTILO DE PENSAMIENTO POSITIVO, enséñales a


ENCONTRAR SOLUCIONES CREATIVAS A LOS CONFLICTOS, favorece su MOTIVACIÓN INTERNA, pero sobre
todo enséñalos a GESTIONAR SUS EMOCIONES: miedo, culpa, vergüenza, timidez, ira, tristeza…
Saber gestionar la ira, entender nuestras tristezas, conectar mejor con quienes nos rodean para establecer relaciones más
afectivas, más íntegras, más felices… Todo ello configura lo que conocemos como INTELIGENCIA EMOCIONAL.

Ser COMPETENTE EMOCIONALMENTE, sería ideal en todo currículum educativo.


La inteligencia emocional se aprende. No importa que tengamos 4 o 70 años. Los pilares que la definen y la construyen
pueden entrenarse cada día para permitirnos ser más capaces y por supuesto, más felices. Es muy adecuado enseñar
desde bien temprano a nuestros hijos esa habilidad. Ten en cuenta que tú como padre o madre, eres su principal modelo
de cómo se comporta una persona con inteligencia emocional. Por tanto, es crucial que primero analices cuál es tu nivel
de inteligencia emocional y des importancia a las emociones en su seno familiar.

Es muy importante transmitirle a los niños la posibilidad de ser felices sin que tenga que estar continuamente facilitando o
demostrando un cociente de inteligencia muy alto. Suena raro, pero hacer un test de inteligencia no es partidario porque
eso etiqueta al niño e imposibilita que el niño pueda desarrollar de manera apropiada. Es mucho más probable que un
niño pueda adaptarse al medio si se le está dando un refuerzo más natural con pautas, para que desarrolle y potencia
aquellas cualidades que él tiene, que estemos todo el rato midiendo el cociente de inteligencia, poniéndolo en una
situación delicada y a veces dolorosa, comparándolo con sus compañeros.

Experimento. Llevaron dos grupos nuevos con un profesor nuevo y les dijeron que los del grupo A eran niños que tenían
un cociente de inteligencia alto y los del B tenía un cociente de inteligencia bajo, comportamientos perturbadores,
conductas complicadas…
Esperar el año académico y ver los resultados. Los del alto, tuvieron mejor resultados, y los bajos, obtuvieron peor notas.
Ahí demuestra que cuando una persona etiqueta a otra con una serie de cualidades, esa persona se comporta con
respecto a eso y no le da la confianza y ser consistente con lo que realmente hay. Nos pasa a todos en muchas situaciones,
cuando nosotros tenemos un concepto de alguien se va siendo más evidente esa situación y al final le etiquetas y es así y
ya está.
Tenemos una parte del cerebro que intenta simplificar las cosas y da una respuesta rápida sin tener que hacer una
evaluación exhaustiva de muchas cosas que son pertinentes.

Claves para ayudar a nuestros hijos a desarrollar su Inteligencia Emocional


(Habilidades de inteligencia emocional que deben ser animadas desde la familia)

1. Conocerse a sí mismo/a y conocer sus sentimientos / emociones / sensaciones


La conciencia de uno mismo (el reconocer un sentimiento mientras ocurre) es la clave de la inteligencia
emocional. Ayúdale a DARSE MÁS CUENTA de lo que siente, aceptar y validar sus emociones. Un mayor
conocimiento con respecto a nuestras emociones es una buena guía para las elecciones vitales, desde casarse
hasta optar entre un trabajo u otro.
¿Cómo lo hacemos?

- Intentar devolverle una imagen más realista, pero positiva de él o ella misma.

- No prejuzgarlo, ni etiquetarlo en tus conflictos o relaciones con él o ella.

- Animar a que se defina y se describa tal y como es

- Animarlo a que sea más reflexivo sobre las cosas que hace y que siente y sus consecuencias.

- Ayudarlo a ponerle nombre a lo que siente: “¿quieres decir que te sientes…?”

- No le atosigues con consejos ni recomendaciones en relación a “como debe ser” o “qué debe hacer” (es
preferible “hacer ver”, sugerir o hacerle preguntas)
2. Saber expresarse emocionalmente:

Se basa en la capacidad anterior. Las personas que saben serenarse y librarse de la ansiedad, irritación o melancolías
excesivas se recuperan con mayor rapidez de los reveses de la vida. Favorece que aprenda a controlar aquellas emociones
que le hacen sentirse mal o que hacen sentirse mal a otros y que no le ayudan a conseguir sus propósitos.

¿Cómo lo hacemos?

- Dale tiempo, ten paciencia si no se expresa.

- Acostumbrarlos a expresar frases como: “Yo me siento…porque…”

- Escucha atentamente cualquier “aproximación” a una declaración emocional. No le agobies, ni le interrogues


sobre estos temas.

- Crea climas de confianza y hazte cómplice de sus gustos, deseos, …

- Preséntate como modelo de expresión emocional: habla de lo que sientes delante de él /ella sin necesidad de
que te lo pregunten (ponle ejemplos de cómo te sentiste tú en una ocasión parecida y cómo lo sobrellevaste).

3. Aprender a controlar sus emociones (sobre todo los enfados)

Desarrollar autocontrol es vital para cuando nos enfrentamos a situaciones en las que vivimos una carga de tensión muy
grande, en las que podemos llegar a perder el control. Debemos saber regular los sentimientos de ira o cólera y sus
manifestaciones.

¿Cómo hacerlo?

- Detectar las señales personales de alarma.

- Reconocer la irritación.

- Pensar en los motivos.

- Intentar focalizarnos en otras alternativas para que nos susciten otros sentimientos más sanos.

- Valorar si podemos afrontar la situación sin perder el control.

- Anímale a “darse más cuenta” de las situaciones que le hacen tener los arrebatos de rabia.

- Muéstrale “otros caminos” alternativos a las explosiones de ira.

- Hazle ver la “inutilidad” del enfado y ayúdale a “reinterpretar” las situaciones que le hicieron enfadarse
tanto.

- Proponle que “cuando esté muy irritado/a” ponga a enfriar su enfado (cuenta hasta 10, salga a dar un paseo,
…).

- Anímale a que desarrolle actividades físicas (deportes, bailes,…) para “descargar su tensión habitual”

- Favorece que exprese “su malestar y sus enfados” sin dañar: “Estoy muy enfadado porque…”

- Si, en ocasiones, se descontrola y tiene ataques, ayúdale a “hacerse responsable de los daños” y a pedir
disculpas o perdón.
4. Tolerar las frustraciones

¿Cómo lo hacemos?

Se trata de enseñar a nuestros/as hijos/as a tolerar el hecho de no conseguir algo que pedía o quería o esperaba.
La baja tolerancia a la frustración es una de las razones más habituales para mostrarse enfadado/a, irritable,
insatisfecho/a o infeliz.

- Es importante mediante ejemplos y razonamientos hacerle ver que “no todo se puede conseguir en la vida” o
que
“ahora no es el momento y el lugar apropiados para conseguir-las”.

- No eludas las NEGATIVAS (decirle que NO) cuando sea necesario, a pesar de las reacciones de enfado
irritación. Si responde con enfados a nuestras negativas, es importante hacerle ver que estas reacciones no le
harán conseguir lo que quería.

- Ayudarle a “sobrellevar” la decepción y el desencanto por no conseguir lo que quiere o


desea: Mostrarle otras opciones, hacerle ver lo que tiene y no, lo que le falta, recordar decepciones pasadas, “¿qué
ocurrió?”

- Hacerle ver que es incómodo, pero que lo puede soportar y sacar algo positivo de ello.

- Reconocer y atender las reacciones de TOLERACIA y ACEPTACIÓN (cuando las cosas no son como
esperaban.)

- Sé su ejemplo o modelo de tolerancia y autocontrol.

5. Mantener una Aceptación Incondicional y confianza en sí mismo/a

No hablamos de tener una alta autoestima ni baja. Ya que como sabemos, cuando hablamos de alta o baja autoestima
estamos hablando de valoraciones positivas o negativas que estamos haciendo de nosotros mismos. Pero nosotros con la
aceptación incondicional, no estamos valorando por lo que hacemos, sino que nos aceptamos como somos y lo que
valoramos es la conducta, el comportamiento como bueno o malo.
Manifestar una sana y positiva aceptación, es un indicador de que nuestra inteligencia emocional está funcionando
correctamente en lo referido al nivel de autosatisfacción que tenemos con respeto a quiénes somos, qué
hacemos, qué pensamos y qué sentimos.
Favorece que se valore en lo que es y no en lo que hace. Promueve su VALORACIÓN POSITIVA (pero realista).

¿Cómo lo hacemos?

- Anímale ante el fracaso y la decepción, viéndolo como una oportunidad para aprender y hacerlo mejor, y que
no se valore negativamente por ello, ya que como hemos dicho no tenemos que confundir lo que somos con lo que
hacemos.

- Ayúdale a conocer sus limitaciones y a superarlas en la medida de lo posible. Partiendo de pequeños pasos
para que vea los logros, como mejora, como aprende, que sienta que progresa, que se desarrolla y se motive en seguir
adelante.

- No consientas el autorreproche o condena a su persona, ni a los otros. Tampoco las actitudes demasiado
pesimistas en relación a lo que hace. Y siempre hacer hincapié en hablar correctamente para así fortalecer su
autoconcepto y equilibrar su estado emocional. Decir: “No eres tonto, sólo cometiste un fallo”.
- Anímale a que “tome decisiones” y asuma los riesgos. Para que intente todo aquello que desea conseguir, sin
miedo a fallar.

- Muéstrate respetuoso con él o ella y no límites “sus potenciales” (no le etiquetes, ni prejuzgues).

- Preséntate también como MODELO DE ACEPTACIÓN INCONDCIONAL: Valórate pase lo que pase delante de
ellos y hazte respetar.

- Apóyale cuando observes que realmente lo necesita y “acompáñale” (sobre todo, en la adolescencia) en su
desarrollo y en sus “tomas de decisiones”.

6. Ser constante en sus propósitos.

Las personas que saben controlar la impulsividad y esperar para obtener su recompensa cumplen con sus objetivos y
están conformes con sus logros.

¿Cómo hacerlo?

- Ayudarle a tener objetivos, sobre todo, a medio y largo plazo.

- Atender y elogiar su capacidad de “posponer las gratificaciones inmediatas”.

- Enseñarle a “perseverar” y animarle a “acabar aquello que comienza” desde que es pequeño/a.

- Reconocer “el esfuerzo” y la persistencia en sus trabajos.

- Animarle a “ponerse plazos” y a organizarse en sus trabajos y obligaciones.

- Hacerle ver la rentabilidad y la eficacia de su “empeño” y constancia.

7. Ser autónomo y responsable.

¿Cómo hacerlo?

- Ayúdale a fijar sus propias metas y a ser constante.

- Es importante que los padres y madres “dejen de hacer” (de responsabilizarse) las cosas que pueden hacer
los hijos/as. Para que lo hijos empiecen a ser responsables.

- Demostrarle que se confía en él o ella.

- Animarle y ayudarle a tomar decisiones.

- Aclararnos en relación a cuáles son las exigencias y expectativas en relación a nuestros/as hijos/as. Es
necesario “ajustar” nuestras exigencias. Para convertirlas en expectativas y aclarar que pase lo que pase son valiosos.

- Tener unos límites, lo más importantes para ti y se constante con ellos y sobre todo ejecuta las consecuencias
llegado el momento.

- Favorecer que se haga cargo de las consecuencias de sus decisiones personales en cualquier coste
(económico, personal, social, emocional,...).
- Adoptar “acuerdos familiares” (incluso contratos escritos) en relación al reparto de tareas y de
responsabilidades en casa.

8. Comprender a los demás: DESARROLLAR LA EMPATIA

La capacidad para reconocer las emociones de los demás, saber qué quieren y qué necesitan es la habilidad fundamental
para establecer relaciones sociales y vínculos personales.

Normalmente las personas piensan que empatía es “ponerse en el lugar del otro” para entender lo que le pasa, es decir,
hacer como si lo que le ha ocurrido a esa persona me ocurriera a mí, para entender mejor como se encuentra esa
persona. Pero no es cierta esa postura, lo que tenemos que hacer para ser empáticos, no es tanto fijarnos en lo que le ha
ocurrido, si no, fijarnos en lo que siente, en las emociones que está teniendo esa persona con respecto a lo ocurrido.

Si lo hacemos de la otra manera, puede que lo que a una persona viva con mucha tristeza, yo viva de una manera más
tranquila. Y entonces diremos: “bah no es para tanto”. Y no estaremos comprendiendo ni ayudando a esa persona. Por lo
que ser empáticos, es acoger a la otra persona desde el sentimiento desde la emoción y recodar cuando nosotros nos
hemos sentido igual, aunque la situación haya sido distinta.

¿Cómo hacerlo?

- Animarle a escuchar atentamente a los demás, sin criticar ni valorar lo que hace o dicen.

- Juegos de: “ver a personas en la tele expresando sentimientos de forma no verbal e intentar saber cómo se
siente”

- Anímale a interesarse por los demás: por lo que sienten, por lo que hacen.

- Ayudarle a acercarse a “sentir como los otros” a partir de encontrar experiencias emocionales similares, e
intentando adoptar el punto de vista del otro.

- Reconocer como un valor el “ser sensible a las desgracias y desventuras” de los demás.

- Hacerle ver los climas emocionales en los que se mueve y animarle a interesarse por los estados de ánimo de
los demás.

- Fomentar que “profundice”, observando lo que dicen y sobre todo lo hacen los demás, en el interés por
conocer a las personas con las que se relaciona.

Preséntate como MODELO DE PERSONA EMPÁTICA y sensible a los problemas ajenos.

9. Ser bondadoso/a y solidario/a

¿Cómo hacerlo?

- Animarle a expresarse de forma amable y generosa con los demás.

- Reconocer los comportamientos de “ayuda” hacia los demás que pueda hacer.

- Hacerle sensible a las problemáticas sociales y animarle a que desarrolle un “juicio crítico” y una actitud
activa ante ellos.

- Favorecer que desarrolle trabajos solidarios en colectivos o grupos sociales. Animarle a que se comprometa
socialmente con “causas nobles”.

- Presentarnos los padres y madres, también, como buenos modelos de amabilidad, bondad, generosidad y
solidaridad.

10. Comunicarse eficazmente con los demás y buscar soluciones a los conflictos:

¿Cómo hacerlo?

- Transmitir la importancia de la COMUNICACIÓN entre las personas.

- Hacerle ver la necesidad de ESCUCHAR y RESPETAR lo que dicen las demás personas.

- Animarle a DIALOGAR sobre las cosas que le ocurren y le preocupan.

- Crear un AMBIENTE FAMILIAR propicio al diálogo: confiado, interesado, paciente, respetuoso, …

- Favorecer que se EXPRESE EMOCIONALMENTE, dándole tiempo, reconociéndole,….

- Darle BUEN EJEMPLO en relación a cómo comunicarse.

- Propiciar la resolución de los problemas mediante el DIALOGO y los ACUERDOS: Hacerle ver que los
Conflictos y
las diferencias se pueden tratar HABLANDO sin que “la sangre llegue al río”.

11. Ayudarle a ser OPTIMISTA:

Con ser optimista me refiero a mirar el vaso medio lleno y no medio vacío. No significa que nos salgamos de la
realidad, el vaso medio lleno es real, y también el vaso medio vacío, pero si elegimos mirar lo bueno que
tenemos y que nada es terrible, podemos construir una vida feliz desde la realidad de las cosas.

¿Cómo hacerlo?

- Hazle ver LAS COSAS BUENAS DE LA VIDA: las que cosas que tiene, que hace, lo que hacen los demás por él,
la belleza, la bondad, la gratitud…

- Anímale a desarrollar una ACTITUD OPTIMISTA y POSITIVA frente a la vida: a esperar lo mejor, a no
desanimarse pronto, a mostrarse activo/a, …

- Debatirle sus PENSAMIENTOS PESIMISTAS o DERROTIS-TAS: ¿Por qué no lo vas a conseguir?, ¿qué te hace
pensar que eres malo/a?...
- Mostrarnos OPTIMISTAS delante de los/as HIJOS/AS.

12. Tener sentido del humor.

El sentido del humor es una habilidad emocional que tiene como finalidad el producir estados de ánimo positivos;
además, hace que aumente el autocontrol y la tolerancia, y reduce la impulsividad. Se trata de un PROTECTOR frente a la
tristeza, la depresión y otros estados negativos.

¿Cómo hacerlo?

- Mostrarle el LADO POSITIVO (e incluso cómico) de las cosas que ocurren. Ser su ejemplo principal.

- Propiciar momentos de distensión y de libre expresión de la alegría.

- Reconocer y animar el uso del sentido del humor para enfrentar situaciones algo negativas.

- Desarrollar actividades donde podamos reír juntos (de pequeño: jugar, cosquillas, adivinanzas, bromear,de
mayor: ver películas cómicas, contar chistes,…).

Вам также может понравиться