Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
TEMA:
“CONTROL CONSTITUCIONAL COMPARADO
ENTRE PERÚ Y ARGENTINA
CICLO : III
HUANCAYO – PERÚ
2015
1
Dedicatoria: A mi esposa y mis hijos, por el
tiempo restado de estar
compartiendo momentos
importantes con ustedes.
2
INTRODUCCIÓN
1 Ver Schmitt, Carl (1931). La Defensa de la Constitución. Ed. Labor Barcelona, España.
2 Capelleti, Mauro. (1986). ¿Renegar de Monstesquieu, la expansión y la legitimidad de la justicia constitucional?. Revista Española de Derecho
Constitucional Nº 17. Pág.12-13
3 Capelletti, Mauro. (1986). Ob.Cit. Pág.13
4 ver Cappelletti, Mauro (1955). La giurisdizione costituzionale delle libertà. Primo studio sul ricorso costituzionale 8 con particolare riguardo agli
ordinamenti tedesco, suizzero e austriaco). Ed. Giuffrè, Milán, 1974. (2ª reimpresión de la 1ª edición de 1955).
3
El desarrollo de la jurisdicción constitucional otorga plena fuerza normativa a la
Constitución, además de transformar, como dice Garcia Pelayo5, el Estado
Legal de Derecho en Estado Constitucional de Derecho. La supremacía de la
Constitución no tendría ninguna aplicación real si no existieran garantías que la
efectivicen frente a los conflictos constitucionales que se producen al interior de
cada sociedad política. La jurisdicción constitucional contribuye a la resolución
pacífica de los conflictos dentro del marco constitucional. Esta garantía está
dada por la existencia de diversos sistemas de control de constitucionalidad.
5 Garcia Pelayo, Manuel. (1986). Estado Legal y Estado Constitucional de Derecho. En El Tribunal de Garantías en Debate. Consejo
Latinoamericano de Derecho y Desarrollo. Fundación Friedrich Naumann. Lima, Perú, página 23.
4
que hablamos está expresamente consagrado en el art. 31° CN. y su fuente es
el art. VI cláusula 2º de la Const. de EEUU. Al tener Argentina una estructura
Federal, y existir dos órdenes jurídicos distintos, la supremacía constitucional
debe cubrir ambos aspectos. Del art. 31 CN. que consagra expresamente el
"Principio de Supremacía" surge que el orden jurídico federal tiene
preeminencia sobre el provincial, que la Constitución junto con el derecho
federal prevalecen sobre el derecho provincial y que establece la superioridad
jerárquica de la Constitución sobre todo el ordenamiento jurídico federal y
provincial.
5
ÍNDICE
Pag.
PORTADA 1
DEDICATORIA 2
INTRODUCCIÓN 3
ÍNDICE 4
TITULO I 8
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL:
1.1. DEFINICIÓN: 8
1.2. PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS: 10
TITULO II 16
“CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD CONCENTRADO Y DIFUSO”
TITULO III
“MODELOS DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD EN EL SISTEMA 30
PERUANO DE JUSTICIA CONSTITUCIONAL”
6
3.6. Ventajas y desventajas del control previo de la constitucionalidad Las 50
desventajas son las siguientes:
3.7. SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCIÓN Y SU DEFENSA. 51
3.8. NATURALEZA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 52
3.8.1. Los Tribunales Constitucionales y sus funciones: 53
TITULO IV 54
“EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD EN LA ARGENTINA”
CONCLUSIONES Y COMENTARIOS 64
BIBLIOGRAFÍA 67
7
TITULO I
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL6:
1.3. DEFINICIÓN:
No es posible confundir control concentrado de constitucionalidad con
tribunales constitucionales, ya que un órgano de la judicatura ordinaria
puede desarrollar control concentrado de constitucionalidad como ocurre
por ejemplo con la Corte Suprema de Uruguay o la Sala Constitucional de
la Corte Suprema de Paraguay, en tal sentido, Favoreu señala
adecuadamente que “Un Tribunal Supremo o, incluso, la cámara
constitucional de un tribunal supremo pueden ser jurisdicciones
constitucionales, pero no son Tribunales constitucionales”7.
6 Humberto Nogueira Alcalá – Chile 2005 “Los tribunales constitucionales de América del Sur y sus competencias” Páginas 30-35.
7 Favoreu, Louis. Op. Cit. Página 15.
8 Favoreu, Louis. 1994. Los Tribunales Constitucionales. Ed. Ariel, Barcelona, España, Página 15
9 Fernández Rodríguez, José Julio. 2002. La justicia constitucional europea ante el siglo XXI. Madrid, Editorial Técnos, página 20.
10 Fernández Rodríguez, José Julio. 2002. Op. Cit. Página 20
8
las competencias de la justicia constitucional, sin perjuicio de otras
competencias agregadas que afecten a elementos del concepto material
de Constitución y a la delimitación del poder político.
Derecho Procesal Constitucional, Tomo I, tercera edición, Ed. Porrúa, México, página 139.
9
jurisdiccional de la Constitución, a través de procedimientos contenciosos
constitucionales referentes como núcleo esencial a la constitucionalidad
de normas infraconstitucionales y la distribución vertical y horizontal del
poder estatal, agregándose generalmente la protección extraordinaria de
los derechos fundamentales, que actúan en base a razonamientos
jurídicos y cuyas sentencias tienen valor de cosa juzgada, pudiendo
expulsar del ordenamiento jurídico las normas consideradas
inconstitucionales.
15 Ver García Pelayo, 1981. El “status” del Tribunal Constitucional. Revista Española de Derecho Constitucional, Volumen Nº 1, 1981
16 Favoreu, Louis. Op. Cit. Página 31
17 Colombo, Juan. 2001, página 18
18 Bachof, O. 1985. Jueces y Constitución. Madrid, España, Ed. Civitas, página 61.
10
Los tribunales constitucionales tienen la potestad de determinar la
ilegitimidad constitucional de diversas normas infraconstitucionales y
actos jurídicos, con un ámbito de competencia más o menos amplio en la
materia dependiendo de cada Tribunal y ordenamiento constitucional,
eliminando las normas que contravienen las respectivas constituciones, lo
que lo diferencia claramente de un órgano legislativo que crea, modifica o
deroga normas legales ateniéndose a criterios de conveniencia y no de
legitimidad.
19En el mismo sentido, ver Fernández Rodríguez, José Julio. 2002. La Justicia Constitucional Europea ante el siglo XXI. Ed. Técnos, Madrid,
España, página 19.
11
En todo caso concordamos con Favoreu, en que un Tribunal
Constitucional debe ser independiente de cualquier otro poder o
autoridad, dotado de un estatuto constitucional que precise su integración,
organización y competencias20. Debiendo contar, además, con garantías
de independencia funcional, autonomía estatutaria, administrativa y
financiera.
12
jurisdicción ordinaria. Este aspecto determina el elemento material de la
definición de un Tribunal Constitucional22.
13
elementos del concepto material de constitución y de delimitación del
poder político, aunque ellas no sean esenciales.
14
consideramos que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Venezuela, constituye también un Tribunal Constitucional.
24 En el mismo sentido, ver Fernández Rodríguez, José Julio.(2002). La Justicia Constitucional Europea ante el siglo XXI.Ed. Técnos, Madrid,
España, página 19.
25 Favoreu, Louis. Op. Cit. Página 28
15
TITULO II
16
otro fundamento era una concepción desarrollada por Locke y
Montesquieu, que concretamente no podían conocer o reconocer a los
jueces ese poder, en el pensamiento de Locke no aparecía todavía el
poder judicial como un poder independiente. El poder judicial tenía
independencia pero no estaba entendido como un poder de Estado.
Montesquieu observaba la existencia de dos poderes uno el poder de
creación de las normas y el otro el poder de aplicación, desde este punto
de vista el juez estaba muy cercano al Poder Ejecutivo, en el sentido de
que no era creador de normas, sino que aplicaba normas. La diferencia es
que el Poder Ejecutivo lo hacía con carácter general o con carácter
especial, según el caso, en cambio el Poder Judicial lo hacía siempre con
relación a los conflictos o controversias de interese de particulares;
también Montesquieu la asigna a los jueces la función de verificación y no
la de análisis y mucho menos la de interpretación.
17
El control de constitucionalidad se ha buscado a partir de la Constitución
de 1946 en un tipo de control político, es decir un comité constitucional o
un consejo constitucional que cumple esa función con carácter muy
distinto al control difuso. La solución a la cual los Franceses, llegaron
finalmente es la de un Consejo Constitucional, órgano de control político
no jurisdiccional (ni en el sentido judicial ni en el sentido de una
jurisdicción especial) que es muy sui generis, muy atípico dentro de los
procedimientos de control o de aseguramiento de la defensa de la
Constitución que existe en la actualidad.
18
jueces la facultad de que estamos hablando, alguien tiene que tenerla,
Kelsen crea la Corte Constitucional, un organismo de jurisdicción
especial, que tendría la naturaleza de un tribunal, compuesto en forma
mixta, con la función exclusiva de asumir el control de constitucionalidad
de las leyes, un tribunal de naturaleza especial, independiente de la
magistratura ordinaria, centralizando en un solo órgano la función de
declarar inconstitucionalidad de las leyes y sus efectos serian dados en
un solo acto, con validez para todos y para siempre, después de esas
constituciones pasaron años, algunos años antes que la idea se
reafirmara, luego de la segunda guerra mundial, Alemania donde la
constitución de Weimar no resolvía este problema los jueces asumieron
igualmente esa función, hasta la Asunción de Hitler al poder; Italia crea un
tribunal que está integrado por jueces designados a propuesta de la
magistratura, del parlamento y del poder ejecutivo.
26 Entendemos por jurisdicción constitucional (o justicia constitucional) al conjunto de procesos y mecanismos procesales o judiciales establecidos
para asegurar y garantizar la supremacía y vigencia de la Constitución, a través de la intervención de un órgano jurisdiccional, tanto con respecto
al control de la constitucionalidad de las leyes y normas jurídicas como de la protección y defensa de los derechos constitucionales. Obviamente
esta definición resulta mucha más extensa que la considerada en la clásica clasificación de los sistemas de jurisdicción constitucional como
<<difuso>>, <<concentrado>> o <<político>>; construida esencialmente frente a la modalidad de ejercer el control de la constitucionalidad de las
leyes. Por lo demás, siguiendo a García Belaunde, parece previsible que cada vez más la noción de jurisdicción constitucional como producto de
su evolución y enriquecimiento conceptual- vaya siendo reemplazada por la nueva disciplina del Derecho Procesal Constitucional, dentro de la
cual quedará contenida.
19
corresponde un carácter difuso, incidental, especial y declarativo;
mientras que el segundo se define por su naturaleza concentrada,
principal, especial y constitutiva27.
27 Cf. Domingo García Belaunde: <<La jurisdicción constitucional y el modelo dual o paralelo>>; en, La Ley, año LXII, No 197; Buenos Aires,
viernes 16 de octubre de 1998; p. l. Este interesante trabajo se encuentra también publicado en <<La justicia constitucional a finales del siglo
XX>>; Revista del Instituto de Ciencias Políticas y Derecho Constitucional, año VII, No 6; Palestra editores: Huancayo, Perú (1998); pp. 139-154.
20
genera ante la necesidad de dilucidar si una ley necesaria de
aplicar para resolver el caso, resulta constitucional o no; en caso
negativo, se declara su inconstitucionalidad, se inaplica la norma
en dicho caso pero el juez o tribunal no la anulan, ni ésta pierde
vigencia general.
21
el caso de algunos países desde el principio dicho modelo mixto 28
García Belaunde, por su parte, introduce una muy interesante distinción
al interior de estos modelos «derivados», diferenciando el modelo
«mixto» de otro que denomina «dual» o «paralelo». Afirma que si bien
ambos surgen por la incorporación del modelo concentrado o europeo
en países que ya tenían adoptado (y mantienen) el sistema americano o
difuso, el sistema mixto se genera cuando se produce una mezcla de
elementos constitutivos de los dos modelos clásicos, que dan lugar a un
«tercero» que no es lo que son los dos anteriores pero tampoco algo
enteramente autóctono y original. «En cambio, el modelo dual o paralelo
es aquel que existe cuando en un mismo país, en un mismo
ordenamiento jurídico, coexisten el modelo americano y el modelo
europeo, pero sin mezclarse, deformarse ni desnaturalizarse. Y esto,
que no es frecuente, tiene su partida de nacimiento en la Constitución
peruana de 1979, reiterada en la vigente Carta de 1993 [ ... ].
28 Cf. Allan Brewer-Carías: <<La Justicia Constitucional en América Latina>>; en, Derecho Público, Filosofía y Sociología Jurídicas: perspectivas
para el próximo milenio (Memorias del Congreso Internacional); Universidad Externado de Colombia y Consejo Superior de la Judicatura;
(Bogotá, Dic. 1996); p. 470. Este trabajo está también publicado en el colectivo La Justicia Constitucional en lberoamérica; Domingo García
Belaunde y Francisco Fernández Segado (coordinadores); Dykinson (España), Ediciones Jurídicas (Perú), Editorial Jurídica Venezolana y Edit.
Jurídica E. Esteva (Uruguay); Madrid (1997); p. 123.
29 Domingo García Belaunde: La jurisdicción constitucional y el modelo dual o paralelo; op. cit. ; p. 2.
22
toda otra norma de rango inferior». Y en el Art. 202°, inciso 1, hace
competente al Tribunal Constitucional para conocer y resolver, en
instancia única, las acciones de inconstitucionalidad promovidas contra
leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos
del Congreso, normas regionales de carácter general y ordenanzas
municipales.
23
Otra corriente doctrinal que podríamos denominar "orgánica" señala que
existe "proceso constitucional" cuando el conocimiento de pretensiones
fundadas en preceptos constitucionales es atribuida, con exclusividad, a
órganos jurisdiccionales especializados.
Así sostiene González Pérez que "... si las normas que sirven de
fundamento a la pretensión no constituyen elemento diferenciador válido
del proceso constitucional, sí lo constituyen el conjunto de órganos
jurisdiccionales a los que se confía su conocimiento. Y así el citado autor
define a proceso constitucional español como "aquel del que conoce el
Tribunal Constitucional"30.
Dentro de esta posición orgánica, Guasp afirma que, para que exista una
clase especial del proceso no es necesario que existan pretensiones
fundadas en una clase especial de normas, sino que es suficiente que
haya un grupo de pretensiones cuya actuación se confía a una clase
especial de órganos de la jurisdicción31.
30 GONZALEZ PEREZ, Jesús, "Derecho procesal constitucional", p. 41, Ed. Civitas, (Madrid, 1980).
31 Cfr. GUASP, Jaime, "Comentarios a la ley de enjuiciamiento civil", t. I, p. 28, Madrid, 1943
32 SAGÜES, Néstor P., "Recurso extraordinario", t. I, p. 8, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1984
24
a) El proceso constitucional como un "auténtico proceso" pero "especial".
Algunos autores sostienen que el proceso constitucional es un
auténtico "proceso", pero de naturaleza "especial". Así lo define
González Pérez quien considera que existen dos partes, que deducen
pretensiones fundadas en normas constitucionales entre un órgano
preestablecido, mediante una serie de actividades.
25
deberá ser eliminada del mundo jurídico. En este criterio se enrola el
profesor Enrique Véscovi34.
Constitucional", p. 56, nota 39, Ed. Instituto de Estudios de Administración local, Madrid, 1982.
26
titulares con derechos propios y como si esas "partes" estuvieran
frente al Estado pero en realidad, es la única persona jurídica Estado y
el único poder del Estado que demanda, es demandado y juzga.
e) Nuestra opinión.
El proceso constitucional resulta un verdadero proceso, que tiene por
fin la protección de los principios constitucionales, especialmente los
que otorgan derechos a los individuos, frente a las decisiones
legítimas de la autoridad pública, y la tutela de la supremacía
constitucional. El objeto del proceso lo constituirá, pues, esa ley o acto
u omisión administrativa o judicial impugnada, que colisiona con una
norma constitucional. El fin del proceso constitucional apuntará al
contralor y a la declaración sobre la constitucionalidad o no de un
determinado acto u omisión estatal, o de determinada disposición
legal, por parte del órgano constitucional competente. Por medio del
"proceso constitucional" se pretende la realización efectiva del orden
normativo, la concretización del iusnaturalismo, la defensa jurídica de
la libertad.
27
Según sea el sistema de control constitucional adoptado en un país,
serán las distintas vías para efectivizarlo. En el sistema difuso se
ejerce, en principio, por vía incidental y sólo se plantea la cuestión
constitucional con ocasión de un procedimiento jurisdiccional en el que
existe una pretensión o conflicto y al aplicarse la ley correspondiente se
aduce -por una parte o de oficio por el juez- su inconstitucionalidad.
28
constitución (arts. 163, CE; 2°, 10, 27, 28, 29 y concs. 35 y 55,
LOTC).
29
TITULO III
37 El Derecho Procesal Constitucional es autónomo y pertenece al Derecho Procesal. Tiene carácter público y encierra un conjunto de normas y
principios que tienen por objeto el estudio del proceso constitucional, sus tipos, naturaleza, principios, presupuestos procesales, objeto del litigio,
sus actos procesales, forma de iniciarse, tramitación, prueba, sentencia y recursos en su caso. Todavía subsiste la idea de que pertenece al
Derecho Constitucional. El famoso constitucionalista alemán Peter Haberle así lo sostiene y en los manuales constitucionales norteamericanos
así aparece tratado. Algunos autores opinan que tiene carácter mixto: constitucional y procesal. Se critica a los procesalista por no dedicarse al
estudio e investigación del Derecho Procesal Constitucional y son pocas las obras que publican. Son los constitucionalistas los que se dedican al
proceso constitucional, como sucedió en un principio con el Derecho Procesal Penal que fueron los penalistas los que lo cultivaban. Héctor
FixZamudio distingue entre justicia constitucional y jurisdicción constitucional. La primera se presenta cuando los órganos judiciales comunes se
dedican a resolver problemas constitucionales (una de nuestras vías del control constitucional) y la segunda se da cuando existen órganos
calificados y especiales para esos fines, o sea, tribunales, constitucionales. Domingo García Belaunde piensa que esta tesis ha perdido fuerza
porque lo que importa en materia constitucional es quién decide en materia constitucional y con qué efectos, sin importar que sea una Corte
Suprema (Estados Unidos) o un tribunal constitucional. (Derecho Procesal Constitucional. “De la Jurisdicción Constitucional al Derecho Procesal
Constitucional”. Editorial Temis. 2001, pág. 183 y 184).
30
La materia que comprende la justicia constitucional es amplia, a saber: el
control judicial de la constitucionalidad de las leyes; los recursos y
procedimientos específicos para la defensa judicial de los derechos
fundamentales contra los actos del poder público, ya sean legislativos,
judiciales o ejecutivos, denominada justicia constitucional de las libertades
(nuestro amparo, el habeas data y el habeas corpus); la tutela de los derechos
humanos en las relaciones privadas o control del poder de los particulares); el
juzgamiento de los funcionarios que de acuerdo con la Constitución gozan de
inmunidad; la resolución de los conflictos entre los poderes del Estado, o entre
ciertos órganos de Poder, denominada jurisdicción constitucional orgánica; los
conflictos entre las disposiciones constitucionales internas y las de carácter
internacional comunitaria e internacionales, denominada jurisdicción
supranacional. No faltan constituciones que agreguen a la jurisdicción
constitucional la competencia para arreglar los conflictos electorales, el control
de los partidos políticos, el juzgamiento de los altos funcionarios, la adquisición
y pérdidas de mandatos, las consultas populares, los procedimientos
especiales de protección de la Constitución, la solución de conflictos entre
autoridades administrativas y tribunales de justicia o de éstos entre sí, y
asimismo otros procedimientos atípicos.38
38Cfr. Lucio Pegoraro. La Circulación, la Recepción y la Hibricidad de los Modelos de Justicia Constitucional. Anuario Iberoamericano de Justicia
Constitucional: 2002. Núm. 6, págs. 411 y 412
31
3.9. EL CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LAS
LEYES
Para la mayoría de la doctrina el control difuso de la constitucionalidad
de las leyes nace, en la Corte Federal de los Estados Unidos de
Norteamérica, en el año 1803, con la célebre sentencia expedida en el
caso Marbury vs Madison, en una acción de Writ Of Mandemus, bajo la
presidencia del Chief Justice John C. Marshall, en el cual se sentó el
precedente vinculante -stare decisis- de que una ley contraria a la
Constitución debería ser considerada inconstitucional y, por lo tanto,
como teoría fundamental, nula e ineficaz ya que esto se deduce de la
naturaleza de la Constitución escrita y, por ello mismo, la Suprema Corte
Federal la habrá de considerar como uno de los principios de la
Sociedad Democrática de Derecho39.
39Furnish, Dale, La Revisión Judicial”…., op. Cit., p.88. Allí se encuentra la transcripción literal de la parte –mas importante- de ese celebre
Leading Case
32
sea juez para dictar sentencia, ministro para hacer convocatorias y parte
interesada para recibir la mitad de la multa. El denominado control difuso
o judicial review legislation de la constitucionalidad de las leyes cimenta
su esencia y calidad en dos aspectos fundamentales que le dan la
denominación y principales características, una funcional y otra especial;
siendo que la primera se halla sistemáticamente ubicada como atributo
constitucional innominado de toda Constitución escrita40.
40Esta facultad -como tal- no existía en 1803 en la Constitución de los Estados Unidos, y hasta la fecha no se la consigna expresa ni literalmente,
corresponde a una autentica y exclusiva creación jurisprudencial efectuada por el Supremo Tribunal Federal, siempre dentro del Poder Judicial.
Véase Furnish, Dale, op. Cit., pp. 96 y 97
33
pues sugiere accesoriedad, pero en realidad la cuestión de
inconstitucionalidad en el sistema difuso es principal, ya que
se falla en la sentencia definitiva del juicio y forma parte de la
premisa mayor del silogismo que constituye dicha sentencia.
El destacado constitucionalista Javier Pérez Royo en forma
admirable define el significado del vocablo “difuso” de la
siguiente manera: “Difuso quiere decir lo contrario de
concentrado. El Poder legislativo es un poder concentrado. El
poder judicial es un poder difuso. El parlamentario no es el
titular del poder legislativo, el titular del poder legislativo es el
Parlamento. Por el contrario, el poder judicial no existe como
un poder, sino que existe en la forma de miles de jueces y
magistrados repartidos por todo el territorio del Estado,
titulares cada uno de ellos individualmente del poder judicial.
En consecuencia, al ser el control un control judicial, ello
quiere decir que está uniformemente a disposición de todos y
cada uno de los jueces integrados en el poder judicial. Esto
quiere decir difuso”.
c) La cuestión de inconstitucionalidad no se puede proponer por
vía de acción, ajena a un conflicto judicial. Esto no quiere decir
que el actor en la vía judicial no puede promover la
inconstitucionalidad de una ley que le perjudica en el caso
concreto sometido a la decisión del juez o tribunal.
d) La sentencia que declara la inconstitucionalidad de la ley tiene
efectos solo en relación con el caso concreto (inaplicabilidad al
caso concreto), pero por el stare decisis (precedente judicial)
produce efectos generales.
34
conflicto y como existe infinidad de jueces y tribunales es preciso, por
razones de seguridad y unidad del Derecho, vincular al juez con sus
propias decisiones, y con las de los otros jueces de igual o superior
jerarquía, lo que en última instancia realiza la Suprema Corte de Justicia.
El juez norteamericano se ajusta a la jurisprudencia de la Suprema
Corte, no por el temor de que su resolución sea revocada, como sucede
en nuestro sistema, sino para no apartarse del Derecho vigente.
35
administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a
través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las
leyes. En todo proceso de existir incompatibilidad entre una norma
constitucional y una norma legal, los jueces preferirán la primera.
Igualmente, prefieren la norma legal sobre toda otra norma de rango
inferior.
41 M. Cappelletti, Judicial Review in the Contemporary World, Indianapolis, 1971, pp. 46, 50, 53
36
Esta es la esencia propia del sistema concentrado con relación al
sistema difuso, sea que el órgano dotado del poder para actuar como
juez constitucional sea el Tribunal más alto del Poder Judicial o un
Tribunal especializado en materia constitucional, o sea que se trate de
un órgano constitucional especial, creado fuera de la organización
judicial, aun cuando este último aspecto no resulte esencial para
establecer la distinción.
37
control de la constitucionalidad de las leyes, todos los tribunales
continúan teniendo plenos poderes para decidir sobre la
constitucionalidad de las normas aplicables en cada caso
concreto, salvo las de las leyes u actos dictados en ejecución
inmediata de la Constitución.42 Un sistema concentrado de control
de la constitucionalidad de las leyes, el cual se basa en el
principio de la supremacía de la Constitución, no puede, por lo
tanto, desarrollarse como consecuencia de la labor pretoriana de
los jueces en sus decisiones judiciales, como sucedió en el caso
del sistema difuso de control de la constitucionalidad, por ejemplo,
en los Estados Unidos. Muy por el contrario, debe ser
expresamente establecido en la Constitución. Por tanto, las
funciones de justicia constitucional relativas a ciertos actos del
Estado, reservadas a la Corte Suprema o a una Corte o Tribunal
Constitucional especial, requieren texto expreso. Por
consiguiente, dadas las limitaciones que ello implica tanto al deber
como al poder de todos los jueces de determinar, en cada caso, la
ley aplicable, solo se puede implantar un sistema concentrado de
control jurisdiccional de la constitucionalidad en la medida en que
está previsto expressis verbis por normas constitucionales. En
esta forma, la Constitución, como Ley suprema de un país, es el
único texto que puede limitar los poderes y deberes generales de
los tribunales para decidir la ley aplicable en cada caso; es la
única habilitada para atribuir dichos poderes y deberes, en lo
referente a ciertos actos del Estado, a ciertos órganos
constitucionales, sea la Corte Suprema o una Corte, un Consejo o
un Tribunal Constitucional. Por lo tanto, el sistema concentrado de
control jurisdiccional de la constitucionalidad solamente puede ser
un sistema de control establecido y regido expresamente por la
Constitución. Los órganos del Estado a los cuales la Constitución
reserva el poder de actuar como jueces constitucionales respecto
42 Cf. M. García Pelayo, "El 'Status' del Tribunal Constitucional". Revista Española de Derecho Constitucional, 1, Madrid, 1981, p. 19; E. García de
Enterría, La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional, Madrid, 1981, p. 65. En particular en los sistemas concentrados de control de
la constitucionalidad, los tribunales dotados de funciones de justicia administrativa siempre tienen el poder para actuar como juez constitucional
de los actos administrativos. Ver. C. Frank, Les fonctions juridictionnelles du Conseil d'Etat dans l'ordre constitutionnel, Paris, 1974
38
de algunos actos del Estado, tienen el carácter de jueces
constitucionales, es decir, de órganos del Estado creados y
regidos expresamente por la Constitución, trátese de la Corte
Suprema de Justicia existente o de una Corte, un Consejo o un
Tribunal Constitucional especialmente creado para tal fin.
39
cambio, si otro acto jurídico fuera necesario para establecer la
nulidad del acto inconstitucional, la garantía constitucional no
sería la nulidad sino la anulabilidad43. Ahora bien, en principio, la
nulidad de los actos inconstitucionales del Estado es la garantía
de la Constitución que conduce al sistema difuso de control de la
constitucionalidad, aun cuando la ley positiva restrinja el poder
que podría tener cualquier persona para juzgar como nulos los
actos inconstitucionales44, y atribuya este poder de manera
exclusiva a los tribunales, como se puede observar en forma
generalizada, dado la necesidad de confiabilidad y seguridad
jurídica. 5.3. Características del control difuso de la
constitucionalidad de las leyes. A continuación nos referiremos
brevemente a algunas de las características principales del
sistema concentrado que nos permitirá identificar, aún sea en sus
generalidades, sus elementos trascendentales45.
40
En el Derecho comparado, puede decirse que lo característico del
método concentrado del control de la constitucionalidad, es el
control posterior, que permite anular actos estatales efectivos pero
inconstitucionales y, en América Latina, éste se combina en
muchos casos, con un control a priori generalmente a instancias
del Presidente de la República cuando veta una ley.
41
mediante el ejercicio de una acción de los sujetos
constitucionalmente legitimados para ello.
b) La legitimidad para incoar la jurisdicción de control de la
constitucionalidad que identifica a los sujetos que tienen a
su alcance la acción que abre dicha acción.
Generalmente, lo normal es que se limite el ejercicio de la
acción directa a la jurisdicción de control de la
constitucionalidad a determinados funcionarios u órganos del
Estado -Presidente de la República o Gobierno, Ministerio
Publico, o Procurador de Justicia, Miembros del Parlamento o
Congreso, entre otros-, para acceder a la justicia
constitucional, como sucede más comúnmente en los sistemas
europeos, debiendo reunir los autorizados lo que se le ha
denominado condiciones de legitimidad especificas;
excepcionalmente, sobre todo en algunos de los países
latinoamericanos como Colombia, Venezuela, El Salvador y
Nicaragua, existe acción popular para acceder a la justicia
constitucional y combatir leyes inconstitucionales, este último
sistema, la doctrina lo ha considerado como es más acabado
de control de la constitucionalidad de las leyes, se advierte que
su existencia no es frecuente, pues se exige una legitimación
activa determinada -interés personal, directo- en caso de que
se permita el ejercicio de la acción a los particulares como
sucede en Uruguay, Honduras y Paraguay.
42
donde no solo las leyes y demás actos estatales de rango o
valor similar pueden ser impugnados, por inconstitucionalidad
a través de la acción popular sino todos los actos estatales; y
en que el sistema panameño de control es exclusivamente
concentrado, en tanto que el colombiano y el venezolano es
mixto46.
c) Los efectos de las decisiones en materia de control
concentrado de la constitucionalidad:
Referido a los destinatarios y al tiempo, de las sentencias
definitivas que resuelven el fondo de la cuestión de
inconstitucionalidad planeada.
El último aspecto del método concentrado de control de la
constitucionalidad se refiere a los efectos de las decisiones
dictadas por el Tribunal o Corte Constitucional relativas a la
inconstitucionalidad de la ley, respecto a los destinatarios de la
decisión y respecto al tiempo.
46 Idem, p. 151.
43
3.11. DIFERENCIAS FUNDAMENTALES ENTRE AMBOS SISTEMAS
Aunque la doctrina observa un acercamiento entre ambos sistemas, no
por esto se borran las diferencias fundamentales. Veamos cuáles son:
a) El sistema difuso es descentralizado, pues conoce de la
constitucionalidad cualquier juez -sin distinción de jerarquía-, ante
quien se tramita un caso concreto propio de su competencia; en
cambio, el austriaco es centralizado, pues es la Corte Constitucional
quien tiene el monopolio del conocimiento sobre la
inconstitucionalidad de las leyes, privando de esa función a los
jueces y cortes judiciales ordinarias.
b) En el sistema difuso, se conoce en forma indirecta (llamada también
excepcional o incidental) sobre la constitucionalidad de la ley, pues
surge con ocasión del caso concreto pendiente de trámite y fallo ante
los tribunales de justicia, por lo que no existe un procedimiento
especial, ni se permite la acción abstracta y directa; en cambio, en el
sistema austriaco se emplea la vía directa mediante una acción
abstracta y un procedimiento especial ante la Corte o Tribunal
Constitucional.
c) En el sistema difuso, la ley inconstitucional es absolutamente nula
por oponerse a una norma superior (constitucional), pero la sentencia
no es constitutiva de la nulidad, sino solamente declara la nulidad
preexistente de la misma y tiene efectos retroactivos (ex tunc); en
cambio en el sistema austriaco, la sentencia anula la ley que hasta el
momento era válida y eficaz y tiene efectos para el futuro (ex nunc) a
partir de su publicación, pero la Corte puede posponer su eficacia a
una fecha posterior, no mayor de un año en Austria y seis meses en
Turquía. Dicha institución en el Perú se le denomina vacatio
sententaie.
d) En el sistema difuso, la sentencia tiene eficacia solo en relación con
el caso concreto con ocasión del cual se planteó la cuestión
constitucional. No obstante, en Estados Unidos y sistemas afines, por
el stare decisis la sentencia adquiere efectos generales; en cambio,
en el sistema austriaco la sentencia tiene efectos generales.
44
La doctrina europea considera al sistema austriaco más completo
que el difuso, pues en éste es posible que muchas leyes escapen al
control constitucional, porque difícilmente se prestan a discusión en
los casos concretos pendientes ante los jueces y tribunales; pero
reconoce que es más peligroso, pues sin prudencia y sabiduría (las
que tiene la Suprema Corte de los Estados Unidos) se corre el riesgo
de que el Tribunal Constitucional se convierta en una grave amenaza
política al intervenir en los poderes legislativos directamente o
indirectamente.
45
pronunciarse sobre proyectos de ley, tratados o reglamentos sin
actual vigencia, aunque se concibe la existencia de un control
previo consultivo más o menos vinculante.
46
o legislativas. De aquí que afirmen que no se trata de un mero
control político, aunque reconocen que se puede utilizar para
resolver cuestiones de ese carácter.
47
control previo de la constitucionalidad de las leyes ordinarias y
orgánicas, de los reglamentos parlamentarios y de los tratados
internacionales. No controla los reglamentos, los cuales quedan
sometidos a la jurisdicción contenciosa-administrativa, en cuya
jerarquía superior aparece el Consejo de Estado. El juez
administrativo juzga sobre la legalidad y constitucionalidad de los
actos administrativos.
48
República, el Presidente de la Asamblea Nacional, el Presidente
del Senado y sesenta Diputados o Senadores. Esta última
legitimación ha permitido que casi todas las leyes importantes
aprobadas por el Parlamento, principalmente las que afectan
derechos o regulan la vida cotidiana, sean examinadas por el
Consejo Constitucional.
ii) Los sistemas mixtos combinan, con el equilibrio que cada país
adopta, el control preventivo y el a posteriori. Fue adoptado por
Portugal y Costa Rica (en este último país generalmente solo es
vinculante cuando establezca la existencia de trámites
inconstitucionales), así como por varios países ex comunistas de
Europa.
iii) El sistema de poco alcance fue adoptado en Europa por Italia,
Austria y España. En éste último la Constitución Política de 1978
no contempla ni directa ni indirectamente el control previo de
constitucionalidad de las leyes. Pero la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional estableció el control previo de constitucionalidad,
que abarcaba la constitucionalidad de los tratados internacionales,
y el recurso previo de inconstitucionalidad contra proyectos de
estatutos de autonomía y de leyes orgánicas. No se regulaba un
sistema global del control preventivo. El sistema provocó
problemas, principalmente con las leyes orgánicas. La intervención
del Tribunal Constitucional en el control de estas leyes se
considera como una intervención de tal Tribunal en el
procedimiento legislativo.
49
3.14. Ventajas y desventajas del control previo de la constitucionalidad
Las desventajas son las siguientes:
a) Interrumpe el proceso de formación de la ley o acto legislativo, iniciado
por un órgano con legitimidad democrática, por disposición de un
órgano de justicia constitucional que no surge de elección popular. Es
el surgimiento del gobierno de los jueces. Se presta para que la
oposición o los grupos de interés o presión atrasen, mediaticen o
maniobren, lo cual pone en difícil situación al tribunal, en un papel que
no le corresponde.
b) No garantiza la supresión de las inconstitucionalidades, pues funciona
a petición de parte y el tribunal puede no detectar las violaciones a la
Constitución. Las ventajas son las siguientes:
a. Adelanta el análisis de la constitucionalidad, lo cual es una
economía de tiempo, dinero y trámites, evitando los eventuales
daños que podría causar una ley o acto legislativo
inconstitucional aplicado a casos concretos.
b. Se aceptan las ventajas en el control de los tratados
internacionales.
c. Los plazos breves y la rapidez con que se resuelve la
constitucionalidad planteada.
d. Se garantiza mejor el principio de igualdad de los ciudadanos
que en el sistema a posteriori.
Algunos autores se pronuncian a favor de la combinación de los
sistemas de control a priori y a posteriori considerando al previo como un
arma útil y aducen las razones siguientes:
a. No existe incompatibilidad entre ambos sistemas, el previo
puede funcionar con él a posteriori, ya sea abstracto o concreto,
mediante una adecuada organización, lo cual evitaría los daños
de una declaración de inconstitucionalidad posterior. Se justifica
el a posteriori en el supuesto de ausencia de control previo de
la ley o lo reducido de dicho control.
b. Los plazos para que se pronuncie el tribunal deben ser
reducidos o abreviados.
50
c. Para evitar recursos frívolos se recurre a la limitación de la
legitimación para interponerlo, generalmente atribuida
únicamente a pocos órganos constitucionales y a minorías
parlamentarias.
51
La jurisdicción constitucional protectora de derechos fundamentales o de
derechos humanos establece las instituciones de carácter procesal que
protegen los derechos frente a acciones u omisiones antijurídicas que
amenacen, perturben o priven del legítimo ejercicio de los derechos.
47 García Toma, Víctor. (2005). Teoría del Estado y Derecho Constitucional: La Jurisdicción Constitucional. Lima:Palestra
52
dispositivo estaba destinado a que nunca se llegue a declarar
inconstitucional una norma si su vigencia interesaba al gobierno.
53
TITULO IV
48BIDART CAMPOS, Germán J., “Manual de la Constitución Reformada”, T. I, Pág. 333 y 334, 3ª Edición, Editorial Edear, Ciud. de Bs. As, Marzo
de 2001
54
Cuando esa relación de coherencia se rompe, hay un vicio o
defecto, que llamamos “inconstitucionalidad” o “anti-
constitucionalidad”.
4.3.3. Pirámide de Prelación.
Constitución Nacional y doce Instrumentos Internacionales
con jerarquía constitucional, art. 75 inc. 22 CN inviste de
jerarquía constitucional a once instrumentos
internacionales de Derechos Humanos, tales tratados no
entran a formar parte del texto de la constitución y quedan
fuera de él, en el bloque de Constitucionalidad federal, y
comparten con la constitución su misma supremacía. La
Convención Americana de Desaparición Forzada de
Personas fue agregada en 1997.
Tratados sin jerarquía constitucional, art. 75 inc. 24
Tratados de Integración.
Leyes Nacionales49.
49BIDART CAMPOS, Germán J., “Manual de la Constitución Reformada”, T. I, Pág. 342, 3ª Edición, Editorial Edear, Ciud. de Bs. As., Marzo de
2001.
55
leyes, no cabe admitir que sea de su resorte el declarar la
inconstitucionalidad de éstas, porque el poder judicial es, en
última instancia, el único habilitado para juzgar la validez de
las normas dictadas por el órgano legislativo.
Claro está que el ejercicio del control judicial de
constitucionalidad de las normas y actos por parte de los
jueces, debe ejercitarse según ellos sean competentes en el
caso concreto, en función del grado, materia, valor, turno, etc.
En “Rodríguez, Jorge” (LL,1997-F-884), la Corte advirtió que
en ciertos conflictos de poderes (posible invasión de un juez
respecto de atribuciones privativas del congreso o del
presidente), es competente para entender en el asunto la
Corte Suprema, como guardián e interprete final de la
constitución, en resguardo del principio de la división de los
poderes50.
2. Fundamentalmente letrado, es ejercido por jueces con título
de abogado, pero en las jurisdicciones donde hay jueces
legos también les compete a ellos51.
3. Permanente, ejercido por órganos que tienen continuidad
incluso en períodos de feria judicial, en que actúa el tribunal
correspondiente52.
4. Es reparador, en cuanto a normas (no hay en nuestro país
control judicial preventivo, anterior a la sanción de la ley), pero
es mixto –reparador o preventivo- respecto de hechos y actos
(en acciones de amparo y hábeas corpus, se practica para
evitar hechos lesivos antes de que se produzcan, art. 1, ley
16.986; y art. 3 inc. 1, ley 23.098)53.
5. La forma de acceder al control de constitucionalidad es la vía
incidental, indirecta o de excepción en la cual la cuestión de
constitucionalidad se articula o introduce de modo incidental
50 SAGÜES, Néstor P. “Elementos de Dcho. Constitucional”, T. I, Pág. 278, 3ª Ed., Ed. Astrea, Bs. As. 1999
51 SAGÜES, Néstor P. “Elementos de Dcho. Constitucional”, T. I, Pág. 279, 3ª Ed., Ed. Astrea, Bs. As. 1999
52 SAGÜES, Néstor P. “Elementos de Dcho. Constitucional”, T. I, Pág. 279, 3ª Ed., Ed. Astrea, Bs. As. 1999
53 SAGÜES, Néstor P. “Elementos de Dcho. Constitucional”, T. I, Pág. 279, 3ª Ed., Ed. Astrea, Bs. As. 1999
56
dentro de un proceso cuyo objeto principal no es la posible
declaración de inconstitucionalidad, sino otro distinto54.
Es necesario el control de constitucionalidad de una norma
sólo para resolver un caso concreto. No se puede iniciar un
proceso con el solo objetivo de que el juez analice la
constitucionalidad de una norma.
6. La declaración de inconstitucionalidad produce efectos
limitados. La sentencia declarativa de inconstitucionalidad
sólo implica no aplicar la norma en el caso resuelto, el efecto
es limitado, restringido o inter-partes, dejando subsistente la
vigencia de la norma fuera de ese caso55.
54 BIDART CAMPOS, Germán J., “Manual de la Constitución Reformada”, T. I, Pág.356, 3ª Ed., Ed. Edear, Bs. As., Marzo de 2001
55 BIDART CAMPOS, Germán J, obra citada anteriormente, Pág.358 y 362
56 SAGÜES, Néstor Pedro, obra citada anteriormente, Pág. 281
57
tribunal disidente de la Corte debe dar nuevos fundamentos
que justifiquen modificar la posición sentada por ella
(Cerámica San Lorenzo, LL, 1986-A-1978)57.
7. Materias controlables, vigila normas actos y omisiones. Los
órganos judiciales están facultados para analizar la
constitucionalidad de:
a) Las constituciones provinciales.
b) Las leyes.
c) Los tratados internacionales sin jerarquía constitucional.
d) Los decretos, reglamentos y actos administrativos.
e) Las sentencias.
f) La actividad de los particulares58.
El control de constitucionalidad opera tanto sobre leyes como
sobre interpretaciones de esas leyes. Así es factible declarar
inconstitucional la interpretación concreta que se ha hecho de
una ley, y no la ley misma (CSJN, Ure, 313:209)59.
8. Requisitos del control de constitucionalidad:
a) Causa judicial: el control siempre se ejerce dentro de un
proceso judicial.
b) Petición de parte: el juez no puede ejercer el control de
constitucionalidad de oficio.
c) Titular de un derecho propio: el control sólo podrá pedirlo
el titular actual de un derecho propio que vea amenazados
sus derechos por la aplicación de la norma en cuestión.
58
los derechos que protegen el ambiente, a la competencia,
al usuario y al consumidor, así como los derechos de
incidencia colectiva en general”. De inmediato señala
quienes son los sujetos legitimados para interponer la
acción de amparo y dice:
o El afectado,
o El defensor del pueblo,
o Y las asociaciones que propendan a esos fines.
60 ) SAGÜES, Néstor Pedro, obra citada con anterioridad, Pág. 361 y 362
59
su fuero o jerarquía) para resolver las cuestiones de constitucionalidad
de las disposiciones legislativas siempre que sean planteadas por las
partes y aún de oficio por el juez que conozca en el asunto, en una
controversia concreta. El juez se pronuncia sobre el particular en el acto
de dictar sentencia y cuando declara la inconstitucionalidad de la norma
impugnada, el efecto de tal declaración se reduce a la no aplicación de
aquella al caso de que se trata. En consecuencia, la declaración de
inconstitucionalidad no significa la derogación de la norma afectada por
ella.
60
alguna que lo regule (caso "Eduardo Sojo", Fallos, 32-120, 1887)
rige el sistema de control de constitucionalidad difuso. O sea que
esta función compete a cualquier juez de cualquier fuero o
instancia, tiene lugar en principio a petición de parte, respecto de
un caso concreto y para producir efectos "interpartes"; en
oposición con el sistema concentrado de los países europeos y de
algunos sistemas latinoamericanos que el control de
constitucionalidad funciona en abstracto, con efecto "erga omnes"
y derogatorio de la norma.
61
Candiotti planteó una demanda ante la Corte Suprema pidiendo
se lo restituya al cargo gobernador provisional, la que fue
desestimada por la Corte al considerar que la intervención federal
a una provincia es un acto político cuya verificación corresponde
exclusivamente a los poderes políticos de la nación, (F 53 :420).
62
judicial para resolver la contienda suscitada entre dos poderes
antes que el procedimiento político normal tenga la oportunidad
de resolver los conflictos. En materia del control de la actividad
preparatoria para el dictado de la ley la Corte Suprema ha hecho
un avance importante admitiendo en el caso “Nobleza Piccardo
SAIC y Estado Nacional - Dirección General Impositiva s/
repetición D.G.I.” la declaración de inconstitucionalidad de una ley
por no haber seguido el procedimiento formal, tema en el que
había omitido entrar hasta este precedente por considerarlo
cuestión no justiciable o acto político. ED Diario del 27 de mayo
de 199961.
En el caso de las denominadas sentencias administrativas, ha
dicho la Corte, que no son sentencias, son siempre revisables
ante la justicia ordinaria, (E.D 122-396 Caso Derma; E.D. 123-477
caso Lococo S.A.). Vemos entonces a través de éste breve
pantallazo como se ha creado la concepción del acto político en la
jurisprudencia que nuestra Corte Suprema, porque en rigor de
verdad la Constitución prevé la división de poderes en igualdad de
condiciones sin primacía de ninguno de ellos y no recepciona
conceptualmente al acto de gobierno o que cree o funde alguna
zona de reserva que quede exenta del control judicial como bien
lo explica el profesor Gordillo62 quien defiende la verificación de la
constitucionalidad en todos los actos que se emitan rechazando la
doctrina de las cuestiones políticas.
61 BIANCHI, Alberto. "Una cuestión política que ha dejado de serlo: el proceso de formación y sanción de las leyes" ED Diario del 27 de mayo de
1999
62 GORDILLO Agustín "Tratado de Derecho Administrativo" Ed. Macchi Bs.As. VIII-15; GORDILLO, Agustín “Problemas del control de la
Administración Pública en América Latina”. Cuadernos Civitas De. Civitas Madrid España 1981.
63
CONCLUSIONES Y COMENTARIOS
64
funciones que ejercen dichos tribunales requiere de sus magistrados
criterios especiales de interpretación constitucional y de comprensión del
fenómeno político, cualidades que no suelen ser muy comunes ni difundidas
entre quienes provienen de la judicatura ordinaria, sobre todo por el
predominio de un apego al positivismo formalista y a la subordinación
reverencial hacia la ley y al poder político imperante.
Los miembros de los tribunales constitucionales de Perú y Bolivia son
Íntegra y exclusivamente elegidos por el Congreso, lo que torna al criterio
para la selección de los magistrados mucho más dependiente de la
correlación de fuerzas políticas y los acuerdos parlamentarios. En cambio,
aunque todos los magistrados de la Corte Constitucional Colombiana son
elegidos por el Senado, el hecho que los candidatos provengan de ternas
propuestas por el Gobierno, la Corte Suprema y el Consejo de Estado,
reduce el margen de discrecionalidad de la decisión parlamentaria y puede
asegurar mayor pluralismo político en los nombramientos.
El Tribunal Constitucional del Perú, para declarar la inconstitucionalidad de
una ley o norma de rango legal requiere del voto favorable de seis de sus
siete miembros; en caso de no alcanzarlos, y a pesar que una mayoría
absoluta haya determinado la inconstitucionalidad del precepto objetado, la
ley orgánica del tribunal manda desestimar la acción y confirmar la
constitucionalidad de la norma, no pudiendo ésta ser nuevamente recurrida
ante el TC ni inaplicada en sede judicial. Estamos ante un claro caso donde
el Congreso Peruano, al normar el ejercicio de las atribuciones del Tribunal,
optó deliberadamente - a pesar de las múltiples críticas que recibió acerca
de lo pernicioso de dicha decisión por un sistema destinado a dificultar la
posibilidad de declaración de inconstitucionalidad de leyes o normas
dictadas por el propio Congreso o el Gobierno.
Los casos de los tribunales constitucionales de Perú y Chile se presentan
como los más limitados, en comparación con los restantes tribunales de la
región, en cuanto a su potestad de ejercer el control de la constitucionalidad
de las normas legales. El TC peruano sólo realiza un control a posteriori de
las normas con rango legal vigentes en un proceso que, como ya hemos
65
anotado, muestra en su regulación actual demasiadas restricciones para un
efectivo y eficaz control y declaración de inconstitucionalidad.
En Argentina la idea que sustenta la elección del Poder Judicial es que este
tiene como misión principal la de controlar, permaneciendo fuera de la
ejecución del poder político, de la que sí se encargan el Poder Ejecutivo y el
Poder Legislativo. Los demás poderes tienen funciones específicas que no
le permiten compatibilizar con el control de constitucionalidad del espectro
normativo que producen los otros poderes, llámense leyes, o actos que
regulen actividades políticas expedidas por el Poder Ejecutivo o por el
Poder Legislativo.
La incorporación de los artículos 42° y 43° de la Constitución Nacional
Argentina ha ampliado la legitimación consagrando expresamente el interés
difuso o derechos de incidencia colectiva o derechos debilitados, que era
una de las causales que se argumentaba para el rechazo de la revisibilidad
“la inexistencia del caso concreto” y el interés del individuo que pretendía la
protección jurisdiccional. La amplia cobertura que otorga la constitución
Argentina a favor de los afectados en forma conjunta, grupos afectados,
asociaciones, etc. da un vuelco a una parte de las argumentaciones
contrarias a la revisibilidad del acto de gobierno.
En síntesis, debe respetarse la primacía de las normas en el ordenamiento
jurídico en el cual estemos insertos y debe garantizarse siempre en ese
contexto la posibilidad de impugnación de todos los actos que emita el
Poder Ejecutivo cuando ellas lesionen no solo un derecho subjetivo, sino
también un interés legítimo o un interés difuso en aras del derecho de
defensa y de la garantía del ejercicio del buen gobierno, salvo que en algún
momento la Constitución recepte dentro de su ordenamiento esta excepción
por su propio sistema de organización política y jurídica y entonces sí
podemos aceptar esa exclusión. Si bien compartimos el temor de que el
Poder Judicial pueda caer en extremos y está presente el rechazo al
gobierno de los jueces pensamos que pueden establecerse pautas o
normas que permitan el control de tales situaciones propiciando la
recepción normativa de la responsabilidad por el acto judicial.
66
BIBLIOGRAFÍA
67
Bachof, O. 1985. Jueces y Constitución. Madrid, España, Ed. Civitas,
página 61.
Fernández Rodríguez, José Julio.(2002). La Justicia Constitucional Europea
ante el siglo XXI.Ed. Técnos, Madrid, España, página 19.
Cf. Domingo García Belaunde: <<La jurisdicción constitucional y el modelo
dual o paralelo>>; en, La Ley, año LXII, No 197; Buenos Aires, viernes 16
de octubre de 1998; p. l. Este interesante trabajo se encuentra también
publicado en <<La justicia constitucional a finales del siglo XX>>; Revista
del Instituto de Ciencias Políticas y Derecho Constitucional, año VII, No 6;
Palestra editores: Huancayo, Perú (1998); pp. 139-154
Cf. Allan Brewer-Carías: <<La Justicia Constitucional en América Latina>>;
en, Derecho Público, Filosofía y Sociología Jurídicas: perspectivas para el
próximo milenio (Memorias del Congreso Internacional); Universidad
Externado de Colombia y Consejo Superior de la Judicatura; (Bogotá, Dic.
1996); p. 470. Este trabajo está también publicado en el colectivo La
Justicia Constitucional en lberoamérica; Domingo García Belaunde y
Francisco Fernández Segado (coordinadores); Dykinson (España),
Ediciones Jurídicas (Perú), Editorial Jurídica Venezolana y Edit. Jurídica E.
Esteva (Uruguay); Madrid (1997); p. 123.
Domingo García Belaunde: La jurisdicción constitucional y el modelo dual o
paralelo; op. cit. ; p. 2
González Pérez, Jesús, "Derecho procesal constitucional", p. 41, Ed.
Civitas, (Madrid, 1980).
Cfr. GUASP, Jaime, "Comentarios a la ley de enjuiciamiento civil", t. I, p. 28,
Madrid, 1943
SAGÜES, Néstor P., "Recurso extraordinario", t. I, p. 8, Ed. Depalma,
Buenos Aires, 1984
VESCOVI, Enrique, op. cit., p. 443
PEREZ GORDO, Alfonso, "Las partes en el proceso constitucional", en Rev.
La Ley Española, Madrid, t. 1983-2, p. 1178. Ver también VESCOVI,
Enrique, op. cit., ps. 444-446
GEIGER (Die Crenzen der Bindung, cit., ps. 1057-1058), citado por
BOCANEGRA SIERRA, Raúl, "El valor de las sentencias del Tribunal
68
Constitucional", p. 56, nota 39, Ed. Instituto de Estudios de Administración
local, Madrid, 1982.
Derecho Procesal Constitucional. “De la Jurisdicción Constitucional al
Derecho Procesal Constitucional”. Editorial Temis. 2001, pág. 183 y 184).
Cfr. Lucio Pegoraro. La Circulación, la Recepción y la Hibricidad de los
Modelos de Justicia Constitucional. Anuario Iberoamericano de Justicia
Constitucional: 2002. Núm. 6, págs. 411 y 412
Furnish, Dale, La Revisión Judicial”…., op. Cit., p.88. Allí se encuentra la
transcripción literal de la parte –más importante- de ese celebre Leading
Case
Cf. M. García Pelayo, "El 'Status' del Tribunal Constitucional". Revista
Española de Derecho Constitucional, 1, Madrid, 1981, p. 19; E. García de
Enterría, La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional, Madrid,
1981, p. 65.
H. Kelsen, "La garantie juridictionnelle de la Constitution. La Justice
constitutionnelle", Revue du Droit Public et de la Science politique en France
et à l'étranger, 1928, París, p. 214.
En este tema seguiremos al documento de trabajo de Allan R. Brewer-
Carias, ob. cit., pp. 134.158
García Toma, Víctor. (2005). Teoría del Estado y Derecho Constitucional:
La Jurisdicción Constitucional. Lima:Palestra
Bidart Campos, Germán J., “Manual de la Constitución Reformada”, T. I,
Pág. 333 y 334, 3ª Edición, Editorial Edear, Ciud. de Bs. As, Marzo de 2001
GORDILLO Agustín "Tratado de Derecho Administrativo" Ed. Macchi Bs.As.
VIII-15; GORDILLO, Agustín “Problemas del control de la Administración
Pública en América Latina”. Cuadernos Civitas De. Civitas Madrid España
1981.
69
70