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Los recursos naturales son aquellos bienes que pueden obtenerse de la naturaleza sin mediar la
intervención de la mano del hombre. Estos tienen una influencia positiva en la economía al ayudar a su
desarrollo y satisfacer necesidades de la población. No pocas veces el poder económico de un
determinado país se sustenta en recursos naturales estratégicos.
Clasificación
Los principales recursos naturales renovables son los animales y plantas, los que a su vez, dependen de
otros recursos renovables para subsistir.
El agua y el suelo también son recursos naturales renovables, sin embargo, si se usan de manera
indiscriminada, o sin tener los cuidados necesarios, podrían agotarse.
Las plantas, los animales, el agua, el suelo, entre otros, los consideraremos recursos renovables, siempre
que haya una real preocupación por explotarlos de manera cuidadosa, que permita su regeneración natural
o mediante la ayuda del hombre.
El petróleo y los minerales son ejemplos de recursos no renovables, porque fueron necesarios miles de
años para que se formaran y por lo tanto, al ser utilizados, no pueden ser regenerados.
La utilización de estos recursos debe hacerse de manera muy cuidadosa y responsable por parte del
hombre.
a. los metales
b. los minerales
c. el petróleo
d. el gas natural
a. la luz solar
b. el viento
c. las olas del mar
ESTADO ACTUAL
Los problemas ambientales causados por el consumo de recursos naturales podrán agravarse cuando los
pueblos del Sur exijan su derecho a compartir los recursos naturales de la tierra y se industrialicen. En
las últimas décadas, el consumo de la mayoría de los recursos naturales ha crecido más rápido en el Sur
que en el Norte, aunque los niveles de consumo per cápita están aún muy por debajo de los del Norte. La
primera Revolución Industrial se prolongó a lo largo de casi 200 años; recientemente, países como
Tailandia e Indonesia han sufrido cambios parecidos en un par de décadas. Como resultado de este
crecimiento, los residuos industriales están aumentando en grandes cantidades y haciéndose cada vez
más variados, más tóxicos y más difíciles de eliminar o de degradar.
Cambio climático
se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Es debido a causas naturales y
también a la acción del hombre y se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los
parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc. El término "efecto de invernadero"
se refiere es la retención del calor del Sol en la atmósfera de la Tierra por parte de una capa de gases en
la atmósfera. Sin ellos la vida tal como la conocemos no sería posible, ya que el planeta sería demasiado
frío. Entre estos gases se encuentran el dióxido de carbono, el óxido nitroso y el metano, que son
liberados por la industria, la agricultura y la combustión de combustibles fósiles. El mundo
industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo
pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones.
En la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a la idea de que nuestro modo
de producción y consumo energético está generando una alteración climática global, que provocará, a su
vez, serios impactos tanto sobre la tierra como sobre los sistemas socioeconómicos.
El cambio climático nos afecta a todos. El impacto potencial es enorme, con predicciones de falta de
agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos y un aumento en los
índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. En definitiva, el cambio
climático no es un fenómeno sólo ambiental sino de profundas consecuencias económicas y sociales. Los
países más pobres, que están peor preparados para enfrentar cambios rápidos, serán los que sufrirán las
peores consecuencias.
La capa de Ozono
Se denomina capa de ozono a la zona de la estratosfera terrestre que contiene una concentración
relativamente alta1 de ozono. Esta capa, que se extiende aproximadamente de los 15 km a los 50 km de
altitud, reúne el 90 % del ozono presente en la atmósfera y absorbe del 97 al 99 % de la radiación
ultravioleta de alta frecuencia.
Este tercer problema global, se ha presentado como uno de los mayores desafíos de los últimos 30 años,
porque se ha extendido no nada más en el medio ambiente, sino que ya provoca problemas en el comercio
internacional y afecta la práctica de un desarrollo sustentable.
El agotamiento de la capa de ozono, amenaza a la diversidad biológica, ya que ésta resulta afectada al
recibir mayor cantidad de radiación solar nociva (rayos ultravioleta); asimismo, esta problemática influye
en la regulación del clima y en la humanidad provoca grandes problemas de salud, específicamente
favorece al desarrollo de cáncer en la piel, provoca también, cataratas en los ojos y deficiencias
inmunológicas, por mencionar algunos ejemplos.
Es por uso y emisión de varias sustancias químicas conocidas como Sustancias Agotadoras de Ozono
(SAO), entre las que destacan los gases refrigerantes llamados clorofluorocarbonos (CFC). Es problema
global, desde hace 1974, cuando se publicaron unos estudios respecto a la liberación en la estratósfera
de iones de cloruro provenientes de los CFC. Las SAO se utilizan en refrigeradores, acondicionadores
de aire, atomizadores de aerosol, espumas aislantes, en equipos contra incendios, etc.
Para visualizar dicha problemática, la NASA reportó en el 2001 que el agujero de la capa de ozono de la
Antártida, alcanzó en septiembre del 2000 una dimensión de 28,3 millones de km2, lo que equivaldría
un poco más de dos veces la Antártida, pues ésta tiene una extensión territorial de 14, 1 millones de km2,
como se puede observar en la siguiente imagen en color amarillo.
Un gas de efecto invernadero (GEI) es un gas atmosférico que absorbe y emite radiación dentro del
rango infrarrojo. Este proceso es la fundamental causa del efecto invernadero. Los principales GEI en la
atmósfera terrestre son el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano, el óxido de nitrógeno y el
ozono. Sin los gases de efecto invernadero la temperatura promedio de la superficie terrestre sería
alrededor de −18 °C, en lugar de la media actual de 15 °C. En el sistema solar, las atmósferas de Venus,
Marte y Titán también albergan gases que causan un efecto invernadero.
Las actividades humanas desde el inicio de la Revolución Industrial (considerado en 1750) ha producido
un incremento del 40 % en la concentración atmosférica del dióxido de carbono, de fórmula CO2, desde
280 ppm en 1750 a 400 ppm en 2015. Este incremento ha ocurrido a pesar de la absorción de una gran
porción de las emisiones por varios depósitos naturales que participan del ciclo del carbono. Las
emisiones de CO2 antropogénicas (producidas por actividades humanas) provienen de la combustión de
combustibles fósiles, principalmente carbón, petróleo y gas natural, además de la deforestación, la
erosión del suelo y la crianza animal.
Se ha estimado que si las emisiones de GEI continúan al ritmo actual, la temperatura de la superficie
terrestre podría exceder los valores históricos tan pronto como 2047, con efectos potencialmente dañinos
en los ecosistemas, la biodiversidad y peligraría la subsistencia de las personas en el planeta.
Estimaciones de agosto de 2016 sugieren que de seguir la actual trayectoria de emisiones la Tierra podría
superar el límite de 2 °C de calentamiento global (el límite señalado por el IPCC como un calentamiento
global "peligroso") en 2036.
La biodiversidad
La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este reciente concepto incluye varios
niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de especies de plantas, animales, hongos y
microorganismos que viven en un espacio determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de
los cuales forman parte estas especies y a los paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas.
También incluye los procesos ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes, especies, ecosistemas
y paisajes.
El concepto fue acuñado en 1985, en el Foro Nacional sobre la Diversidad Biológica de Estados Unidos.
Edward O. Wilson (1929 - ), entomólogo de la Universidad de Harvard y prolífico escritor sobre el tema
de conservación, quien tituló la publicación de los resultados del foro en 1988 como “Biodiversidad”.
Los seres humanos hemos aprovechado la variabilidad genética y “domesticado” por medio de la
selección artificial a varias especies; al hacerlo hemos creado una multitud de razas de maíces, frijoles,
calabazas, chiles, caballos, vacas, borregos y de muchas otras especies. Las variedades de especies
domésticas, los procesos empleados para crearlas y las tradiciones orales que las mantienen son parte de
la biodiversidad cultural.
Perdida de biodiversidad
Debido al rápido y constante aumento de la población en muchas zonas del mundo en desarrollo,
particularmente en Africa, el Medio Oriente y partes de América Latina, y a la disminución de la
productividad agrícola en términos de productividad per capita, el mundo esta andando hacia una crisis
alimentaria. El crecimiento demográfico, la urbanización, la distribución desigual de las tierras, la
reducción de las dimensiones de las explotaciones y el constante empobrecimiento de los agricultores
del Tercer Mundo, han contribuido a reducir la producción tradicional en zonas críticas. De hecho, casi
mil millones de personas padecen de malnutrición y 400 millones están crónicamente subnutridas.
Paralelamente al crecimiento del número de seres humanos, ha ido avanzando la degradación de los
recursos a escala masiva. En un momento en que se necesita producir más alimentos, la degradación de
las tierras y el abuso de sustancias químicas comportan una mengua de la producción agrícola.
A la raíz de esta crisis está el, multiplicador de la población, que determina la repercusión global en las
tierras y los alimentos. El crecimiento demográfico se concentra en el mundo en desarrollo, donde tienen
lugar más del 90 por ciento de todos los nacimientos. En los próximos diez años, la población del mundo
industrializado crecerá sólo en 56 millones de personas, mientras que la población de los países en
desarrollo aumentará en más de 900 millones. Sea cual fuere el tipo de tecnología, el nivel de consumo
o desperdicio, el nivel de pobreza o desigualdad, cuantas más personas haya, mayores serán los efectos
en el medio ambiente y, a su vez, en la producción de alimentos.
En este artículo se propone un programa de acción en diez puntos, en que se combinan los programas
demográficos y de planificación familiar con una ordenación apropiada de tierras y aguas, haciendo
hincapié en la función decisiva de las mujeres como administradoras de recursos en gran parte del mundo
en desarrollo. Si se han de satisfacer las necesidades futuras, es esencial remodelar las políticas integradas
de población, recursos y medio ambiente, de forma que la agricultura pueda restablecerse sobre bases
sostenibles.
Seguridad alimentaria hace referencia a la disponibilidad de alimentos, el acceso de las personas a ellos
y el aprovechamiento biológico de los mismos. Se considera que un hogar está en una situación de
seguridad alimentaria cuando sus miembros disponen de manera sostenida a alimentos suficientes en
cantidad y calidad según las necesidades biológicas. Dos definiciones de seguridad alimentaria utilizadas
de modo habitual son las ofrecidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación, conocida por sus siglas en inglés -FAO-, y la que facilita el Departamento de Agricultura
de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés):
La seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen acceso en todo momento (ya sea
físico, social, y económico) a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para cubrir sus
necesidades nutricionales y las preferencias culturales para una vida sana y activa.
La seguridad alimentaria de un hogar significa que todos sus miembros tienen acceso en todo
momento a suficientes alimentos para una vida activa y saludable. La seguridad alimentaria
incluye al menos: 1) la inmediata disponibilidad de alimentos nutritivamente adecuados y
seguros, y 2) la habilidad asegurada para disponer de dichos alimentos en una forma sostenida y
de manera socialmente aceptable (esto es, sin necesidad de depender de suministros alimenticios
de emergencia, hurgando en la basura, robando o utilizando otras estrategias de afrontamiento).
(USDA)