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Unidad 2

Concepto y
ubicación
del
Derecho
Constitucional

1
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

Al concluir esta parte del curso, el estudiante:

Analizará y explicará el concepto y caracteres del Derecho Constitucional en


opinión de los más importantes tratadistas de la materia, su ubicación y relación
con las demás disciplinas jurídicas, así como las fuentes, elementos, objeto y fin
del mismo.

1. Concepto y elementos del Derecho Objetivo

Derecho objetivo

El derecho objetivo está constituido por el conjunto de leyes y reglas que los
hombres que se integran a la sociedad organizada deben observar, vale decir que
acatan, en sus relaciones recíprocas y en sus relaciones con la autoridad del
Estado. Entonces, el derecho objetivo es la norma, el precepto de derecho o el
conjunto de preceptos de derecho, u ordenamiento jurídico, que el Estado crea
para la regulación de la convivencia humana en sociedad.

a) Características

• Generalidad: el Derecho se manifiesta por encima y, con independencia,


de los casos particulares.
• Imperatividad: el Derecho manda, estableciendo de manera taxativa lo que
se ha de hacer y lo que no se ha de hacer. Este mandato del Derecho es un
mandato imperativo, porque está formulado por quien tiene autoridad para
ello, y va dirigido a quienes se hallan vinculados por una obligación de
obediencia.
• Alteridad: significa que el Derecho solo se proyecta sobre las relaciones
entre dos o más sujetos.
• Coercibilidad: es la propiedad que tiene el Derecho de poder imponer su
cumplimiento, recurriendo incluso a la fuerza si fuera necesario. Cuando
hablamos de derecho coactivo o de imposición forzosa, nos estamos
refiriendo a una fuerza que ejerce el Estado o un órgano estatal, no de
modo incontrolado, sino con sujeción a unas normas que regulan su
ejercicio.

b) Principios integradores

• Principios materiales: tienen por objeto procurar la paz, la justicia, la


libertad, en las relaciones sociales.
• Principios formales: instrumentos para conseguir os principios materiales.
• Principio democrático: «la soberanía nacional reside en el pueblo, del que
emanan los poderes del Estado».

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• Principio de seguridad jurídica: conseguir la seguridad en las relaciones
con los poderes públicos y con el resto de los ciudadanos, requiere un
criterio de seguridad en la organización del ordenamiento jurídico.
• Principio de legalidad: los ciudadanos y los poderes públicos están
sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.

El Derecho objetivo, según el autor García Máynez, es “un


conjunto de normas jurídicas, que son preceptos
imperativo- atributivos”, es decir, son reglas jurídicas que
imponen derechos y obligaciones, puesto que frente al
obligado por la norma jurídica siempre existe otra persona
facultada para exigirle el cumplimiento de dicho mandato.

Por otra parte y de manera general, podemos definir al


derecho subjetivo como las facultades que el
ordenamiento jurídico le reconoce a un individuo o a las
personas con la finalidad de que exijan un cumplimiento
determinado, o una abstención, que constituye para estos
un deber jurídico u obligación. De lo anterior manifestado
se concluye, que el derecho subjetivo existe porque obtiene su reconocimiento en
el Derecho Objetivo, y este a su vez, cobra sentido cuando otorga a quienes está
dirigido, derechos subjetivos.

Diversos autores han tratado de explicar la forma en que se relacionan el derecho


Subjetivo y el derecho objetivo. Uno de esos autores es el profesor Eduardo
García Máynez, quien señala que siendo la posibilidad de hacer o de omitir
lícitamente algo, supone lógicamente la existencia de la norma que imprime a la
conducta facultada el sello positivo de la licitud y concluye considerando la
existencia de un problema mal planteado entre ambos conceptos, a los cuales no
cabe aplicarles las categorías de temporalidad, porque ambos conceptos se
implican recíprocamente, por ello, es claro que no hay derecho objetivo que no
posea facultades y derecho subjetivo que no dependa de una norma.

2. Concepto y caracteres del Derecho Constitucional

La denominación de Derecho Constitucional consta de dos términos: un sustantivo


(derecho) y un adjetivo "constitucional". Se conjugan un elemento sustancial y otro
quelo califica y lo delimita.

El elemento adjetivo deriva a su vez de un sustantivo, la constitución, y como tal


cumple la función de hacer referencia a ella. Derecho Constitucional equivale a un
derecho referente a la constitución o a derecho de la constitución.

El concepto de Constitución.

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Existe una sorprendente cantidad de definiciones. Las respuestas son tantas y
diversas que el interesado quedará al final perplejo, y le será necesario un gran
esfuerzo personal para ordenar el material y aclarar su pensamiento.

Empecemos por distinguir el significado lingüístico y el jurídico: en el lenguaje


común se utiliza la palabra constitución para significar la "esencia y calidades de
una cosa que la constituyen y la diferencian de las demás"; en el lenguaje jurídico
nos referimos a un significado bastante aproximado al usual, pues se la emplea
para significar el ordenamiento de las distintas partes de un conjunto, no debe
sorprender que se recurra a esa palabra para hablar del ordenamiento jurídico
fundamental de las sociedades políticas.

Se pueden distinguir dos posiciones principales: unos adoptan conceptos amplios,


empíricos; y otros restringidos, ideales.

Conceptos amplios.

Se asientan en la idea de que cada comunidad política tiene una ordenación


natural. La Constitución consiste en la ordenación fundamental del Estado, siendo
indiferente los instrumentos y el sentido político que la inspira. El concepto es
amplio porque todo Estado tiene necesariamente alguna ordenación y no puede
dejar de tenerla, aunque no se haya dado una constitución escrita con ese
nombre. Se relativiza el papel de las normas de factura racional.

Conceptos restringidos.

Se fundan en que la razón está capacitada para trazar a priori un plan de


ordenación de la comunidad. El instrumento ordenador por excelencia es la ley
escrita sancionada por el legislador. Es, por lo tanto, una ley escrita de
determinada forma y contenido. Se identifica históricamente con la ideología
liberal. Es restringida porque sólo tendrían constitución en ese sentido los Estados
adheridos a esa ideología. Para este concepto, son falsas las constituciones que
se han dado los regímenes socialistas y fascistas. "Toda sociedad en la que no
esté asegurada la garantía de los derechos ni determinada la separación de
poderes, carece de constitución" (art. 16 de la Declaración de Derechos del
Hombre y del Ciudadano).

A. Conceptos amplios o empíricos.


B.
Aunque similares entre sí llegan después de diferentes elaboraciones doctrinarias,
coherentes con muy distintas teorías generales del derecho. Son ellos los que
denominaremos:

1) Concepto antiguo.
2)
En la antigüedad los filósofos griegos usan la palabra politeia, con un sentido
equivalente al que nosotros le asignamos a constitución. Se atribuye a Aristóteles
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el estudio de la historia constitucional de 158 ciudades griegas, del que se
conserva sólo la de Atenas. Era una descripción de la manera de ser política de
ese pueblo.

En su forma latina, la palabra tuvo otros usos jurídicos. En el Imperio Romano,


para designar a los actos legislativos del emperador, distinguiéndolos de las
costumbres antiguas. La Iglesia la tomó para denominar a las reglamentaciones
eclesiásticas.

Durante varios siglos se la utilizó como sinónimo de lex o edictum.

2) Concepto historicista.

Comienza a tener uso en el lenguaje jurídico y político después de las


revoluciones francesa y americana. Fue la ideología liberal la que expandió la
idea, y le da el sentido restringido.

La reacción conservadora fue inmediata. Voceros prominentes fueron Edmund


Burke y Joseph de Maistre, quienes impugnaron esa base racionalista del nuevo
concepto y exaltaron el valor de la historia y de la experiencia como verdadero
fundamento de las instituciones políticas. "La constitución no es una ley escrita,
sino el resultado de una transformación histórica". Destacan la importancia de
tradiciones, usos y costumbres.

3) Concepto normativo.

Hans Kelsen, con su teoría pura del derecho, realiza una tentativa de reducir todo
el mundo jurídico a un sistema de normas positivas. Rechaza al derecho natural.
La pureza de su sistema consiste en eliminar todo elemento que impida construir
una ciencia del derecho. Es una explicación monista del derecho ‘el derecho es
una norma’.

Kelsen elabora una lógica jurídica en la que junto a la norma de origen legislativo,
tiene cabida la norma consuetudinaria, y las denominadas normas individuales.
Por esa vía y mediante otros medios, Kelsen introduce en su sistema elementos
de la realidad desdeñados por el positivismo legalista, dándole formas lógicas. En
este sistema las normas se ubican jerárquicamente formando lo que se ha dado
en llamar la pirámide jurídica.

La más alta jerarquía jurídico-positiva está representada por la constitución, que


es la regulación de los órganos y el procedimiento de producción de las normas
generales. Es la ordenación de las competencias supremas. Ese es el concepto
jurídico - positivo de constitución, al que hay que agregar otro concepto lógico -
jurídico. Trata de salvar la pureza de su sistema mediante el arbitrio de dar forma
lógica a ese hecho, porque en ese preciso lugar se quiebra la cadena de normas
positivas que justifican la validez de la constitución jurídico - positiva vigente, ubica
la norma hipotético - fundamental, que equivale a la constitución en sentido lógico
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- jurídico, según la cual debe reconocerse necesariamente la existencia de una
norma no positiva sino lógica, no real sino hipotética, que prescribe : ‘ obedecerás
al legislador originario y a las instancias por él delegadas’.

El sistema kelseniano culmina con la vinculación que establece entre los órdenes
jurídicos singulares y el orden jurídico de la comunidad internacional.

4) Concepto existencialista o decisionista.

El positivismo jurídico alcanza su máximo desarrollo en Kelsen y en Carl Schmitt


(Teoría de la Constitución, 1927), brillante teórico moderno del ‘estado de
derecho’. Se califica de decisionista a su teoría, porque considera que la decisión
es el eje de la política. La norma sólo resuelve situaciones previstas, normales. A
ella debe agregársele otra instancia que enfrente los casos imprevistos. Tal es el
atributo de la soberanía.

Según su punto de vista la constitución, en su sentido positivo, es una decisión de


conjunto sobre modo y forma de unidad política. No es una norma o conjunto de
normas escritas, sino una decisión. No surge de sí misma sino de la unidad
política concreta y vale por virtud de la voluntad política existencial de quien la da.

Deben distinguirse entonces, la constitución y la ley constitucional. La constitución


vale porque existe, porque es digno de existir. La ley constitucional en cambio vale
por la constitución y la presupone.

Esta teoría constitucionaliza ipso facto los cambios revolucionarios y relega a un


papel secundario a la constitución formal. El decisionismo, por tener freno, se
ubica en un extremo totalmente inaceptable de la teoría constitucional.

5) Conceptos sociológicos - jurídicos.

Giran en torno al criterio de vigencia, así como Kelsen se guiaba con el concepto
de validez, con distintos matices según distintos autores (Lasalle, Sismondi, Stein,
Jellinek, Hauriou, Bordeau, etc.). En oposición al concepto racional – normativo
sostienen que no interesa tanto la constitución sancionada en una ley escrita
cuanto los principios, tradiciones, costumbres, leyes, prácticas, sentencias,
creencias, hechos y actos de vigencia efectiva que, en conjunto, establecen un
ordenamiento coactivo y eficaz del estado. Esta es la constitución real, el reflejo de
un modo de ser espontáneo de una comunidad. No consiste en normas sino en un
modo de ser.

Estos conceptos sociológicos modernos toman sus datos de las actuales


situaciones y estructuras sociales, entre las cuales se le atribuye fundamental
importancia a las económicas.

B. Concepto restringido o ideal: la constitución racional - normativa del


Estado
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liberal.

1) Elementos formales y materiales.

Según este concepto restringido, la constitución es una ley escrita determinada


forma y contenido. Es exclusivamente normatividad y no cualquier clase de
normatividad, sino una especie de ésta: la normatividad supra legal. Tiene una
jerarquía superior a la legal. Quedan excluidas la normalidad extra legal
(costumbre, tradición, moral, etc.) y la mera normalidad.

Una constitución conforme al concepto racional - normativa de ideología liberal,


consta de los siguientes elementos formales y materiales, a saber :

a) Elementos formales :

􀁸 es una ley;
􀁸 generalmente escrita;
􀁸 sancionada por el titular del poder constituyente o quien lo ejerce en su
nombre y con su consentimiento;
􀁸 reformable por procedimientos que dificultan su reforma.

b) Elementos materiales :

􀁸 contiene normas de organización del estado;


􀁸 de jerarquía suprema;
􀁸 que deben reconocer derechos fundamentales de las personas y garantizar su
ejercicio;
􀁸 que deben repartir el poder entre órganos distintos;
􀁸 que deben configurar un gobierno democrático.

2) Origen

Sólo una constitución con estos atributos es verdadera. La formación de este


concepto se produjo a través de un largo proceso de aproximadamente siete
siglos, comenzando en el siglo XIII y hasta el XVIII. Es allí donde se fueron
perfilando estos conceptos:

a) Idea de limitación del gobierno por el derecho


b) Importancia de la ley escrita.
c) Ley suprema.
d) Ley rígida.
e) Protección de los derechos fundamentales.
f) División del poder.

3) Aparición del concepto moderno: sus elementos iniciales.

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La coyuntura favorable para que todos los elementos iniciales se mezclen se da
en las colonias inglesas de América del Norte. Allí surge la noción de ley
fundamental, cuando se lanzan a la independencia surge naturalmente la
constitución. La palabra tiene allí un significado muy distinto al que le daban los
antiguos.

La primera que surge es la de Virginia, 1776. En 1787, surge la primera nacional,


la de los Estados Unidos de Norte América. En 1789, los franceses dan por
resultado la Declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano, que será
incorporada a la Constitución de 1791. El aura revolucionaria se extiende por toda
Europa y América.

Los países se lanzan a la búsqueda de sus propias constituciones. Entre 1791 y


1814, Francia arrojó por la borda siete constituciones.

4) Desarrollo posterior del concepto: nuevos elementos.

Muy pronto se agregó un nuevo elemento formal: la constitución es hecha por el


poder constituyente, distinto al poder legislativo. Un proceso más lento hizo que se
incorporara otro elemento material: la constitución no solo debe consagrar
derechos y defenderlos, sino también debe organizar un gobierno representativo
de origen popular, es decir democrático.

La ley es hecha por el poder constituyente, esta teoría fue desarrollada por el
abate Sieyes.

El poder constituyente radica en la nación en forma indiscutible e inalienable, su


facultad de establecer la constitución es originaria, imprescriptible e incontrolable.
No está sujeto a constitución alguna, y debe ser diferenciado del gobierno, que
ejerce un poder constituido, sujeto a las condiciones y límites que le impone la
constitución.

El movimiento constitucionalista fue originariamente liberal, y en mucha menor


medida, democrático, pero en su ideología llevó incrustaciones que habrían de
darle carácter de democrático.

El gran teorizador inicial de la democracia fue Rousseau (El Contrato Social), el


hombre puede vivir en sociedad sin dejar de ser libre. El pueblo debía actuar en la
deliberación y aprobación de la ley, y la de adopción de las leyes por unanimidad.
El ideal debió reducir sus pretensiones al admitir la sujeción de todos a las leyes
hechas por la mayoría. El pensamiento de Rousseau sigue rumbos que la
mentalidad liberal debió rechazar. La doctrina de la democracia debió sufrir
sucesivos retoques hasta hacerla compatible con el liberalismo. La más importante
fue la adopción de la democracia representativa., que reclama la libertad política
para la minoría, que podrá participar en las decisiones. Se integrarán los
conceptos de libertad - participación.

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En los estados de derecho, el vocablo democracia puede significar una forma de
estado o una forma de gobierno.

Con la democracia, mediante técnicas diversas se procura una presión constante


de la opinión sobre los órganos del gobierno, con miras a obtener una razonable
conformidad entre la acción y de éstos y las aspiraciones de aquella.

5) Expansión del constitucionalismo.

Desde la idea original, se ha expandido a lo largo de dos siglos. Pero su difusión


no ha sido de un modo progresivo y continuo, sino que se ha desarrollado por olas
sucesivas, consecutivas de movimientos revolucionarios o de guerras mundiales,
según lo afirma correctamente André Hauriou.

􀁸 Primera etapa: desde 1787 hasta 1814 (Escandinavas).


􀁸 Segundo movimiento: 1830 en Europa has 1900 (Australia).
􀁸 Tercera ola: después de la Primera Guerra Mundial hasta las Constituciones
alemana y rusa de 1918.
􀁸 Cuarto movimiento: después de la Segunda Guerra Mundial, hasta 1963.
􀁸 En último cuarto de siglo se advierte un quinto movimiento, y no de
expansión sino de renovación de las constituciones.

6) Crisis del concepto racional-normativo.

Este concepto ha visto como aparecen frente a él, paradójicamente, conceptos


amplios o empíricos que significan el regreso del concepto "antiguo".

Durante las ú

ltimas décadas del siglo, se acrecienta el prestigio del liberalismo, tanto


en materia política como económica. El proceso de transformación de estructuras
estatistas por otras de signo liberal privatista es, sin embargo, difícil.
No cabe descuidar el riesgo señalado por Juan Pablo II (Centessimus annus,
1991) de
que se difunda una ideología de tipo capitalista que rechace tener en cuenta la
situación de las muchedumbres que viven aún en condiciones de gran miseria
material y
moral, confiando simplemente su solución al libre desarrollo de las fuerzas del
mercado.
7) La constitución escrita y la dinámica constitucional.
La constitución escrita es un intento de dar fijeza y estabilidad a la ordenación
fundamental del estado. Pero la constitución debe adaptarse a la vida y su
dinámica,
para ello se dispone de distintas técnicas de modernización:
a) Reforma de textos.
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b) Integración de textos.
Distintos a los anteriores son los fenómenos de desconstitucionalización,
expresión que
designa la pérdida de vigencia de la constitución escrita frente a otra constitución
real
que la desplaza. Schmidt menciona varias especies, entre ellos:
􀁸 La reforma inconstitucional;
􀁸 La suspensión inconstitucional;
􀁸 La supresión de la constitución;
􀁸 La destrucción de la constitución;
􀁸 El quebrantamiento de la constitución;
Los países que comparten los ideales del constitucionalismo han procurado
fortalecerlo,
internacionalizando sus principios sustanciales en costumbres y documentos
multinacionales (Carta de las Naciones Unidas de 1945; Declaración de Derechos
Humanos de 1948, y otros).

Las sociedades políticas modernas están organizadas en forma de Estados, los


Estados-Naciones. El derecho público estudia la organización y la actividad del
Estado, por oposición al derecho privado, que se ocupa de las relaciones de los
particulares entre sí (como individuos, en las compañías o asociaciones que
formen). Al Derecho Constitucional, parte del derecho público, no corresponde
todo lo relativo a la organización y actividad del Estado, sino tan solo los aspectos
sobresalientes, los órganos políticos principales (Congreso o cuerpo legislativo),
de gobierno (presidente, rey, primer ministro, etc.), de la justicia (Corte
Constitucional, Consejo de Estado, etc.); es decir, los que dan las orientaciones
generales y toman las decisiones más importantes, y no los organismos que se
ocupan de lo cotidiano, como es la prestación de los servicios públicos.
Se da el nombre de derecho constitucional a esta rama del derecho, por cuanto la
mayor parte de las normas sobre la composición de los principales órganos del
Estado, su actividad, las libertades y derechos de los ciudadanos, la organización
del territorio y los mecanismos de control de los gobernantes, suelen consignarse
en un texto escrito que se llama Constitución. La mayor parte, porque hay otras
normas de menor jerarquía o complementarias que están en las leyes, o en las
tradiciones, costumbres o prácticas políticas, o simplemente son el resultado de
criterios jurídicos de la interpretación constitucional hecha por los jueces.

Aunque esto último siempre se presenta, varía de país a país, según que la
Constitución sea más o menos extensa, que se deje mucho papel a la ley, que la
Constitución sea en parte consuetudinaria (derecho anglosajón), o que tengan
mucha influencia las decisiones judiciales, el derecho escrito aparece conformado
de manera diversa por la estructura de las normas.

a) Carl Schmitt

(Plettenburg,Alemania, 1888-id., 1985) Jurista alemán. Profesor en la Universidad


de Berlín desde 1934, su doctrina jurídica acerca del Estado se ha señalado como
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uno de los elementos ideológicos sobre los que se fundó el nacionalsocialismo, al
que se adhirió en 1933. Dirigió una crítica constante hacia las instituciones y los
principios democráticos durante la República de Weimar, cuya estabilidad
contribuyó a socavar. Según su teoría, el poder real se descubre en la situación de
excepción, según quién conserve la capacidad de decisión, y no de acuerdo con la
atribución constitucional de poderes. También criticó el individualismo subyacente
a la democracia, al considerar que el pueblo era propiamente masa, que adquiría
una identidad por adhesión a un líder carismático, y por enfrentamiento al
«enemigo», categoría fundamental en la constitución de un pueblo y que se
establecía por decisión arbitraria del líder. Entre las obras en que desarrolló su
doctrina, destacan La dictadura (1921), Teología política (2 vol. 1922, 1970) y
Estado, movimiento, pueblo (1933).

Para este autor, a quien nos referiremos repetidamente a lo largo del curso, el
Derecho Constitucional es “consecuencia de la existencia de la constitución
misma”.

b) Karl Loewenstein

(Múnich, 9 de noviembre de 1891 - Heidelberg, † 10 de julio de 1973) filósofo


alemán, es considerado por una mayoría de expertos como uno de los padres del
constitucionalismo moderno. Sus investigaciones sobre la tipología de las
constituciones tuvieron gran impacto en Iberoamérica.

Cursó sus estudios superiores en Múnich, donde obtuvo un doctorado en Derecho


Público y Ciencias Políticas. A la llegada del Régimen Nazi, se exilia en Estados
Unidos, donde realiza su mayor labor doctrinaria. Loewenstein es de clara
orientación liberal, lo cual se plasma en su obra, la teoría de la constitución.

Para este tratadista, a quien también recurriremos frecuentemente, la Constitución


es “El mejor instrumento para controlar el uso del poder político”. Establece que
existen muchos tipos de constituciones, pero que una verdadera constitución es
aquella que, además de contener normas sobre los poderes supremos y garantías
esenciales, debe encarnar los más profundos valores de la democracia y la
realidad del grupo de gobernados al cual se impondrá. A esto se le denomina
clasificación ontológica.

c) Manuel García Pelayo

“Es una ordenación de las competencias supremas de un estado”

d) Ignacio Burgoa Orihuela

El Maestro Burgoa opta por establecer su objeto de estudio de la siguiente


manera: “…definir al derecho constitucional siempre entraña una aventura que las
mas de las voces no se corona por éxito; y para nosotros formular una definición
sobre dicha disciplina jurídica no es tan importante como señalar su objeto

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especifico de estudio… Aunque parezca tautológico, debe decirse que el derecho
constitucional estudia la Constitución… Al afirmar que el objeto del derecho
constitucional es el estudio de una constitución específica, no pretendemos, ni por
asomo, dar a entender que su tarea investigadora se contraiga a un mero
comentario de las disposiciones que integran dicho ordenamiento, pues esta
inadmisible suposición relevaría a tal disciplina de todo carácter científico. Lo que
queremos enfatizar es que el estudio de la constitución debe obedecer a una
metodología en que concurran diversos puntos de vista para lograr su análisis
exhaustivo mediante el examen sistemático de todas y cada una de las
normaciones que comprende. No se trata, por ende, de señalar las materias que
abarca o pueda abarcar el objeto del derecho constitucional, como lo ha
pretendido generalmente la doctrina, sino de estudiar una constitución especifica
en cuanto a la regulación total que instituye…”

En concreto, este autor nos menciona que es difícil dar un concepto de derecho
constitucional, y nos dice que estableciendo su objeto de estudio será mejor saber
a que se refiere, para concluir que el objeto de estudio es la constitución de cada
Estado.

e) Felipe Tena Ramírez

Considera que el Derecho Constitucional “es la doctrina individual y específica de


determinado régimen de Estado”, adscribiendo a nuestra disciplina un contenido y
una fuente destacadamente históricos. En expresiones elegantes afirma que “Por
cumplir una misión eminentemente social, el derecho constitucional no puede
desarticularse de lo histórico”, agregando que “en lo histórico no solo tiene cabida
la serie de los más o menos importantes episodios pretéritos, sino también y
relevantemente los factores éticos e intencionales, que se externan a su vez por la
manera de reaccionar la psicología humana ante las normas. El formalismo de las
normas recoge la savia, favorable o adversa, de los factores vitales, y de este
modo el Derecho Constitucional no puede ser nunca formalismo puro, sino vida
que se acendra en la norma o que la niega. El Derecho Constitucional es, por todo
ello, el común aliento jurídico de cada pueblo, la expresión más alta de su dignidad
cívica, el complejo más íntimo de su historia.

Dentro de este concepto Tena Ramírez nos menciona que el Derecho


Constitucional contiene una serie de aspectos en los que se involucra la historia, y
que además se encarga de dar al pueblo sus derechos como personas de un país.

f) Daniel Moreno Díaz

Para este autor mexicano, el Derecho Constitucional “Es un conjunto de normas


que regulan al Estado y a la organización de los poderes”

g) Pablo Biscaretti Di Ruffia

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Considera que una Constitución “es la conjunción de elementos organizativos
mínimos para la existencia y funcionamiento del Estado e idóneos para el logro de
fines sociales predeterminados”.

h) Linares Quintana

La finalidad del Derecho Constitucional estriba en “la garantía de la libertad y la


dignidad del individuo mediante la sumisión o acomodación del Estado,
íntegramente considerado, al derecho”

i) Mario de la Cueva

El derecho constitucional es los principios fundamentales del derecho público y, en


consecuencia, comprende los principios básicos de que se componen las otras
partes del derecho público; por otra parte, el derecho constitucional es un límite a
los restantes estatutos jurídicos públicos. El derecho constitucional es un derecho
originario y sus límites son metajurídicos; están constituidos por la idea del
derecho, por las realidades sociales y por la conciencia nacional.

Para este autor, el Derecho Constitucional contiene los principios fundamentales


de derecho público y comprende los principios básicos de las otras ramas del
derecho público. Por ello, existen dos aspectos importantes que habrá que
destacar:

• Que el origen, contenido y fundamentos de las demás ramas del derecho


público siempre serán jurídicos, y
• Que tendrán en cierta medida su definición o coto en la Constitución

j) André Hauriou

El Derecho Constitucional “tiene por objeto la Constitución política y social del


Estado”, afirmando que la “Constitución política” se refiere, por una parte, a la
organización y al funcionamiento del gobierno o sea del poder que dirige la vida
del grupo; por otra parte, a la organización de la libertad política, es decir, a la
participación de los ciudadanos en el gobierno. Por “Constitución social” entiende
“la que se refiere al orden social considerado como u orden individualista que
reposa sobre la doble base de las libertades individuales, comprendiendo en ella
la de fundación, y de las ideas objetivas que han formado la civilización”.

Evidentemente, si se sobrepone la libertad y no hay poder efectivo en el Estado,


se cae en el libertinaje, que traducido en términos jurídicos genera anarquía; pero
si por el contrario, se sobrepone el poder público a la libertad, se cae en un Estado
autoritario.

k) Maurice Duverger

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Para este tratadista francés del siglo XX, el “Derecho Constitucional es cada vez
menos el derecho de la Constitución, para transformarse cada vez más en el
derecho de las instituciones y los regímenes políticos, contenidos o no en el texto
de la Constitución”. Con esta tendencia se pretende expresar que la voz
“instituciones políticas” tiende a suplantar progresivamente el clásico rótulo de
derecho constitucional. Sostiene que el término Constitución se encuentra
íntimamente vinculado a la aparición de los regímenes liberales, aunque fuese
usado con anterioridad, y desde larga data (Edad Media, Antigüedad Griega).
Afirma el cientista político francés, luego de aceptar las diferencias entre
Constitución formal y material, que el derecho constitucional es cada vez menos el
derecho de la Constitución para convertirse cada vez más en el derecho de las
instituciones políticas contenidas o no en el texto de la Constitución

Lo cierto es que si bien el derecho constitucional, por su carácter integral y


sistémico, se aplica a las instituciones políticas y a los regímenes políticos, ello lo
es en tanto y en cuanto estas concepciones son capturadas por las reglas
estatuidas en la Constitución. Un planteamiento contrario corre el riesgo de
volatilizar lo jurídico, lo que resulta inadmisible, justamente en el ámbito de los
estudios que se producen principalmente en facultades de derecho.

Derivado de esta posición, surge un concepto de “sistema constitucional” mas bien


estricto, pero estimamos que habilitar una concepción por demás amplia, invitaría
a generar un esquema de estudio demasiado ampuloso, que no encontraría su
sede adecuada en una asignatura de Derecho Constitucional, sino mas bien en
algunas de aquellas que abundan en los planes de estudio de diversos países
(sociología política, política comparada, gobierno comparado, teoría del Estado y
de los sistemas políticos, etc.)

Diremos también, que el estudio del sistema constitucional no se agota en el


análisis de los textos constitucionales escritos, ya que un Estado, y el derecho
constitucional que hace de fundamento al plexo íntegro de su ordenamiento
jurídico-político, son realidades sociales vivas y en movimiento, o sea fenómenos
de convivencia del hombre y la mujer.

Ya indica con precisión el maestro Bidart Campos que lo social y lo político, al


igual que lo jurídico, no se montan sino sobre lo humano.

Actualmente, El Derecho Constitucional es un derecho que define la estructura del


Estado y su funcionamiento, con el objeto de salvaguardar la libertad de los seres
humanos en una convivencia pacífica; y para ello, establece los derechos mínimos
de los destinatarios del poder público y establece un régimen acotado de
competencias para los detentadores del poder. De esta manera, el Derecho
Constitucional al organizar el funcionamiento del Estado define dos de sus
funciones principales:

• Organiza y define el funcionamiento del poder público, y por lo tanto, el


régimen competencial de sus agentes
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• Los derechos de los destinatarios frente al poder público

3. Relaciones del Derecho Constitucional con otras disciplinas


jurídicas y sociales

La abundante y compleja cantidad de materias que comprende esta rama nos


induce a pensar sobre la numerosa cantidad de relaciones con otras ramas del
derecho, disciplinas y ciencias. Las ideologías políticas no son ajenas a esta
materia, basta recordar que las breves constituciones liberales clásicas solamente
contenían reglas de gobierno y garantías individuales.

Con la influencia del socialismo el Estado ha crecido, lo mismo que sus


actividades y se ven florecer los derechos sociales. Así vemos surgir
constituciones extensas que estructuran sobre el Estado de derecho un Estado de
Bienestar.

a) Relaciones con el Derecho Procesal


Todos los derechos inherentes a las personas, cuya vulneración y posterior
reclamo por la víctima provoca la acción de la justicia, están precisamente
inscritos dentro de los aspectos objeto de estudio del Derecho Constitucional, el
cual además establece las líneas directrices que se deben seguir para lograr el
resguardo y efectiva protección de los derechos fundamentales.
El Derecho Procesal Orgánico trata sobre la organización, función y competencia
del Poder Judicial. La Constitución sienta los principios y normas generales sobre
esta materia la cual es desarrollada por una Ley Orgánica del Poder Judicial.
Además, la Constitución regula principios y materias del Derecho Procesal
Adjetivo: señala varios principios procesales, crea algunos recursos como el de
amparo y el de inconstitucionalidad de la ley y consagra un buen número de
derechos y garantías para el procedimiento penal.

b) Relaciones con el Derecho Penal

Éste encuentra en aquél los principios básicos que rigen la acción punitiva del
Estado, así como también señala los lineamientos generales para la readaptación
y reinserción social del delincuente, dado que la vida, la propiedad, la seguridad, y
el respeto a las normas mínimas de convivencia, así como la conservación del
orden público, se establecen a través del Derecho Constitucional.

La Constitución consagra varios principios, derechos y garantías relacionados con


el Derecho Penal: la pena no trasciende de la persona del condenado de acuerdo
con el artículo 37 constitucional; no se impondrá pena o penas, que aislados o en
conjunto, dure más de treinta años de acuerdo con el citado artículo 37; la ley no
tiene efecto retroactivo, excepto en materia penal cuando favorezcan al reo, de
acuerdo con el artículo 38 siguiente ; los menores no pueden ser objeto de

15
juzgamiento ni internados en centros de readaptación penal y serán atendidos en
Centros Especializados, de acuerdo con el artículo 35 del mismo ordenamiento; el
sistema penitenciario tiene por objeto la reintegración del interno en la sociedad de
acuerdo con el artículo 39 ; no hay cárcel por deuda de acuerdo con el artículo 41,
salvo en materia alimenticia; la pena de muerte no es permitida, de acuerdo con
los artículos 33 y 39.

c) Relaciones con el Derecho Administrativo

Al cual le proporciona los principios fundamentales para el manejo y cuidado de


los recursos y fondos públicos, así como para la organización, desarrollo y
mantenimiento en la prestación de los servicios públicos, en otras palabras, la
fuente de donde emanan las normas principales que rigen la actividad de la
administración pública, se encuentra en el Derecho Constitucional.

El Derecho Administrativo se refiere a los servicios públicos y al personal que


realiza la función administrativa del Estado. En la Constitución se señalan las
normas básicas del Derecho Administrativo. Por ejemplo: la expropiación por
causa de utilidad pública.

d) Relaciones con el Derecho Laboral

Al Derecho Laboral le dedica la Constitución el Capítulo V, del artículo 80 al 88. Se


consagran una serie de derechos y garantías a los trabajadores. Por ejemplo:
salario igual por trabajo igual; inembargabilidad del salario mínimo y las
prestaciones sociales; la estabilidad en el trabajo; la seguridad social, el derecho
de huelga; la gestión en la empresa; y la libertad sindical.

e) Relaciones con el Derecho Civil

La Constitución incorpora conceptos, principios, normas y valores fundamentales


de carácter civil.

f) Relaciones con el Derecho Político


Con este se relaciona en forma relevante, al ser un desprendimiento del mismo,
por lo que sus fundamentos radican en dicha especialidad, considerando que el
Derecho Político es el conocimiento del Estado a través del sistema normativo que
constituye su esencia, por lo que sus relaciones son muy estrechas.
g) Relaciones con la Teoría del Estado
La teoría del estado busca el fin cual es el bien común de la sociedad en general,
es decir el derecho aplicable a todas las relaciones sociales, mientras el derecho
constitucional es la parte del derecho público que trata de las reglas o instituciones
para poder llegar a ese fin.

h) Otras relaciones
16
• Con las Ciencias políticas: Las ciencias políticas por su contenido se
convierte en auxiliar del derecho constitucional, porque la enseñanza del
derecho constitucional indiscutiblemente supone el estudio de las ciencias
políticas.

• Con la Sociología: A la sociología le corresponde estudiar el medio social


y las circunstancias imperantes en el, aporta al constituyente y al
constitucionalista los datos a partir de los cuales podrá elaborar el
andamiaje jurídico constitucional.

• Con la Historia: La historia es indiscutiblemente una de las grandes


auxiliares de todas las ciencias jurídicas y particularmente del derecho
constitucional, ella se limita a describir e interpretar fenómenos de cambio
en la vida social y política de los pueblos. Por la cual la historia misma
constituye una parte importante del derecho constitucional.

4. Elementos del Derecho Constitucional

Cuando en este tema nos referimos a los elementos del Derecho Constitucional,
debemos entender que se trata de los fundamentos o bases sobre los que
descansa nuestra materia de estudio; es decir, aquellas cuestiones sin las cuales
no se puede estudiar el Derecho Constitucional.

No abunda la información sobre el desarrollo de este tema, por lo que seguiremos


al Maestro Enrique Quiroz Acosta en su libro Teoría de la Constitución, que
considera como elementos de la materia los siguientes:

a) El análisis especulativo y abstracto de las principales instituciones de


carácter constitucional, que nos permitirán explicarnos los fenómenos
políticos del Estado.

b) La historia constitucional. Los principales fenómenos constitucionales se dan


a partir de los acontecimientos políticos de la vida del Estado; es decir, existe una
historia de instituciones político-jurídicas en cada país con lo cual se nutre la
historia constitucional.

c) El estudio del texto y las interpretaciones constitucionales que implica el


análisis de los documentos legales supremos que dan estructura a la vida
del Estado; reconociendo, claro, que en muchas ocasiones son resultado tanto de
las teorías como de las doctrinas en la materia.

d) La legislación constitucional, que son las leyes que desarrollan el sentido de


las instituciones políticas previstas en la Constitución; es decir, son las leyes que
se refieren a la estructura y funcionamiento del Estado.

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Es pertinente señalar, que una cosa son los elementos para el estudio del
Derecho Constitucional, y otra, muy diferente, son los elementos de una
Constitución. Estos últimos serían los que designamos como parte dogmática y
parte orgánica de la Constitución

5. Objeto y fin del Derecho Constitucional


Determinar el objeto de estudio del Derecho Constitucional tiene por finalidad, de
un lado, precisar la proporción de conocimientos que constituye el ámbito de su
contenido y, de otro lado, diferenciarlo de las demás disciplinas que
estrechamente se relacionan entre sí.
Correctamente, puede afirmarse que el Derecho Constitucional tiene como objeto
de estudio las instituciones políticas que constituyen o fundan el Estado. Aquellas
que establecen el aparato del gobierno estatal, precisando el ámbito personal (la
población) y territorial (el territorio) en el que se ejerce el poder estatal y regulan la
organización y el funcionamiento de los órganos del aparato estatal (la forma de
gobierno), las relaciones de éstos con los ciudadanos (la forma de estado) y la
distribución territorial del poder (la estructura territorial del Estado).
En consecuencia, el objeto de estudio del Derecho Constitucional comprende las
instituciones políticas escritas como también las no escritas que, de una u otra
forma, organizan el Estado y regulan el ámbito de poder. No es, pues, la pura
norma la que interesa al Derecho Constitucional, sino la síntesis de la tensión
entre la norma y la realidad a la que se enfrenta.

El Derecho constitucional tiene por objeto el estudio de la norma jurídica suprema,


que es la constitución y su método es la observación (histórica, comparativa) y la
deducción (general a particular).

Se ocupa de todo lo referente a las diferentes organizaciones políticas que


existen.
Objetivos:
• Puede ser general o particular, o sea estudiar un ordenamiento
constitucional general o determinado parte de ello.
• Estudio de la estructura del estado: presupuestos, forma, etc.
• Estudio de la composición y funcionamiento de las organizaciones
constitucionales.
• Estudio de los principios fundamentales del régimen político del estado
• Estudio del derecho de los administrados y su posición frente a las
autoridades publicas.

Para André Hauriou, el objeto del Derecho Constitucional es el encuadramiento


jurídico de los fenómenos políticos, entendidos estos como los aconteceres en una
sociedad que impactan en el poder que impera sobre los seres humanos que
componen un grupo social.

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En cuanto a sus fines, éstos son las metas a las cuales aspira el Derecho
Constitucional.

Al respecto, el Primer Congreso Latinoamericano de Derecho Constitucional,


celebrado en la Ciudad de México del 25 al 30 de agosto de 1975, declaró que:

Es una de las finalidades fundamentales del Derecho Constitucional contribuir a la


creación de una sociedad orientada hacia la justicia social en la que desaparezca
la miseria y se establezca una igualdad, que asegure a todos los seres humanos
una existencia decorosa, que les permita desarrollar plenamente sus aptitudes y
disfrutar de las libertades esenciales del hombre y de los beneficios de la
civilización y de la cultura.

6. El constitucionalismo como método de limitar el poder

"Constitución" y "constitucionalismo", como señala Rolando Tamayo, no son


términos unívocos. Todo lo contrario. Cualquier estudioso de la materia sabe bien
que éstas son expresiones muy problemáticas, cargadas con una multiplicidad de
significados emotivos y descriptivos. A pesar de ello, no son pocos los que
sostienen -y entre ellos el mismo Tamayo- que existe un mínimo de elementos que
nos permiten identificar a una Constitución. En este punto, casi todos coinciden en
que los términos "Constitución" y "constitucionalismo" implican una limitación
jurídica al gobierno, un intento por establecer o señalar límites normativos a los
detentadores del poder en una comunidad política.

El Maestro Felipe Tena Ramírez nos dice: “tenemos que observar al


constitucionalismo como una fórmula para limitar el poder del Estado, pero
limitarlo para que sirva a la realización de la sociedad”.

La argumentación que está detrás del constitucionalismo es sencilla: la


experiencia demuestra que detentar el poder lleva a los hombres al exceso, los
convierte en déspotas. Y el despotismo, a su vez, es la mayor amenaza a la
libertad de la que debe gozar todo ser humano. Por ello, es indispensable limitar el
poder con un mecanismo adecuado. ¿Cuál es el instrumento idóneo para lograrlo?
Los excesos del poderoso, dicta la misma experiencia, sólo pueden ser
eficazmente controlados por el derecho. En este razonamiento tan simple está el
principio de todo el constitucionalismo, que encuentra en la técnica jurídica el
modo más adecuado para garantizar a los ciudadanos el ejercicio de sus derechos
y libertades. Giovanni Sartori lo expresa bien: "constitución significa una estructura
de la sociedad política, organizada a través de y mediante la ley, con el objetivo de
limitar la arbitrariedad del poder y de someterlo al derecho".

Es importante insistir en que la característica distintiva del constitucionalismo


reside en que los límites que pretende imponer al poder político son instrumentos
o procedimientos jurídicos (constituciones, costumbres, precedentes, recursos
judiciales, pactos, tratados, etcétera). El hecho de que los límites a los

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gobernantes sean jurídicos es lo que nos permite distinguir al constitucionalismo,
propiamente hablando, de cualquier doctrina o tendencia política que pretenda
guiar, conducir, regular, criticar, modificar o sustituir el poder político mediante otra
vía. Y también es imprescindible resaltar, como lo hace Jesús Silva-Herzog
Márquez, que la fuerza de la Constitución viene de su carácter normativo. La
"Constitución" es norma jurídica, y ello implica que el cumplimiento de sus
disposiciones no se deja al arbitrio o la buena voluntad de las autoridades que
deben cumplirlas: el no obedecerlas trae aparejada la imposición de un castigo al
sujeto infractor.

Ahora bien, no perdamos de vista cuál es el objetivo que se busca proteger con la
técnica constitucional. Lo que importa, dice el jurista español Ignacio de Otto, es el
propósito: asegurar la garantía de la libertad frente al poder público.

Que una sociedad tenga Constitución, que un Estado sea constitucional,


significa, ante todo, que en él la organización de los poderes responda a un
determinado fin, el aseguramiento y garantía de la libertad de los
ciudadanos. Sólo en el régimen constitucional, o bajo un gobierno
constitucional, está la libertad asegurada. El carácter constitucional o no de
las instituciones les viene, por tanto, de que estén configuradas de tal modo
que el poder resulte limitado y así la libertad garantizada.

Podríamos resumir todo lo anterior afirmando que el constitucionalismo es la


técnica jurídica de la libertad. Ahora bien, si las técnicas constitucionales para
limitar al gobierno varían según los tiempos y tradiciones de cada país, las
diferencias que de hecho se presentan al momento de definir qué es la libertad
pueden ser todavía más grandes. A lo largo de la historia, han sido diversas -e
incluso contradictorias- las doctrinas políticas que han reclamado el
establecimiento de una constitución; sus defensores han entendido por la libertad
cosas completamente diferentes, y por ello han propuesto técnicas opuestas para
asegurarla.

Podemos decir que el constitucionalismo es un método para limitar el poder. Es


decir, desde la óptica liberal el Estado se estructura para poder vivir en
sociedad. Pero para poder vivir en sociedad en el mundo contemporáneo se
requiere de normas que al estructurar y organizar el poder público, lo limitan por
medio del Derecho Constitucional.

Junto al significado clásico de “constitucionalismo”, más restringido y garantista y


centrado en la “teoría jurídica de los límites del poder político”, van abriéndose
camino, también entre los juristas, concepciones omnicomprensivas de
constitucionalismo, tales como la “concepción de la Constitución” o aquella de “las
tendencias constitucionales” y todavía otras más. Acepciones éstas que —salvo
que se concrete su relación con la verdadera esencia del constitucionalismo, esto
es, la “limitación legal del gobierno en contraposición al gobierno arbitrario”—
despiertan cierta perplejidad en cuanto a su plena adecuación a los fines históricos
del constitucionalismo, que “siempre ha aspirado a poner el límite de la ley a quien
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tiene de hecho el monopolio de la fuerza, erigiendo así en soberanas a las leyes y
no a los hombres”.

Dos son los apuntes críticos que pueden hacerse a estas nociones de
constitucionalismo que no subrayan que poner límites a la arbitrariedad de los
gobernantes es esencialmente el fin a que debe mirar el constitucionalismo.

• Primer apunte crítico. Si nos limitamos a afirmar que el


“constitucionalismo” designa genéricamente la supremacía de la
constitución, o bien una concepción de la constitución, o una mera
tendencia constitucional, se termina, incomprensiblemente, por hacer entrar
en el concepto de “constitucionalismo” también concepciones y tendencias
constitucionales que, aunque con las mejores intenciones, prefiguran
sistemas de gobierno en los cuales se acaba atribuyendo al Ejecutivo,
aunque democráticamente elegido, amplísimos poderes discrecionales, y
se reducen a la mínima expresión los controles sobre el mismo.

No es por eso casual que uno de los más destacados estudiosos del
“constitucionalismo” como sistema de limitación del poder, Charles McIlwain,
refiriéndose a la política del New Deal propugnada por F. D. Roosevelt, hubiera
expresado, ya en 1937, sus temores a “la antigua alianza entre el reformador
social y el liberal constitucionalista”. Observaba McIlwain lo siguiente: “En el
pasado, luchar contra los abusos implicaba la defensa de los derechos
individuales contra un poder despótico. Extrañamente, hoy, reformar los abusos se
traduce para la mayor parte de los reformadores en un aumento de los poderes de
gobierno.” Estudios posteriores han subrayado también con preocupación cómo el
nuevo fenómeno que ha caracterizado el Estado “activo” (o “intervencionista”) es
“la indeterminación de las intervenciones en este campo, y la ausencia en ellas
con carácter general de barreras y límites predeterminados”.
Tampoco cabe pensar —de acuerdo con los principios del constitucionalismo
clásico— que la investidura democrática elimine de raíz tales problemas. En
efecto, en un sistema regido por una Constitución escrita y liberal-democrática, no
sólo el Gobierno ejerce “funciones” (esto es, poderes atribuidos con una finalidad
prevista y fijada por ley, y de acuerdo con los principios de legalidad y tipicidad de
los actos administrativos); no sólo los otros poderes deben actuar de conformidad
con el principio de “competencia”, sino que hasta el mismo “pueblo soberano” —
como subraya el Art. 1 de la Constitución italiana— ejerce la soberanía “en la
forma y con los límites de la Constitución”. Por consiguiente, la investidura
democrática no pone al elegido por encima de la Constitución.

En otras palabras, y simplificando al máximo, no existe un “constitucionalismo” de


Rousseau, y menos, un “constitucionalismo” jacobino; sí existe por el contrario el
“constitucionalismo” de Montesquieu, de Locke, de Hamilton, de Constant y de
Tocqueville. Rousseau, por sí mismo, conduce al radicalismo democrático y, por
consiguiente, a la dictadura.

21
• Segundo apunte crítico, a las nociones de constitucionalismo que no
subrayan la necesidad de poner límites a la arbitrariedad de los
gobernantes. No es exacto que el “constitucionalismo” esté en posesión de
técnicas para resolver cualquier problema, nacional o internacional, por el
hecho de tener una relevancia política.

Por una parte, una afirmación de estas características acaba confiriendo al


concepto de “constitucionalismo” un alcance puramente descriptivo (en el sentido
de entender que en el constitucionalismo cabe todo), y por otra, termina por
construir, demasiado sencillamente, una relación sucesiva entre Constitución
(como producto del constitucionalismo) y la actividad legislativa que vendría a ser
desarrollo de la primera. Es decir, como si en la Constitución el legislador ordinario
encontrara el exhaustivo fundamento, y no tanto el límite (algunas veces positivo,
pero en general negativo) de sus decisiones políticas.

Pues bien, mientras el concepto de Constitución sea puramente descriptivo (en el


sentido de que las constituciones podrían también no tutelar los derechos
fundamentales, no contemplar la división de poderes, no ser democráticas, etc.),
no puede decirse lo mismo del constitucionalismo.

En favor del concepto descriptivo de Constitución, siguiendo la tesis contraria —la


de la naturaleza esencialmente axiológica del concepto de Constitución (defendida
por autorizadísimos estudiosos de la disciplina, tanto españoles como italianos)—,
se termina por negar, contra la misma evidencia histórica, el nombre de
Constitución a documentos solemnes que, por no ajustarse al modelo ideológico
del Art. 16 de la Declaración francesa de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano de 1789, han sido, sin embargo, formalmente denominados
“constituciones”, y así han operado como leyes superiores en los respectivos
ordenamientos. En otras palabras, no se puede negar la naturaleza de
Constitución a las constituciones napoleónicas y a las constituciones de los países
del socialismo real, por el hecho de que no hayan sido “garantistas” en el sentido
propio de los regímenes liberal-democráticos (se dice, en efecto, que éstas serían
constituciones nominales o pseudo-constituciones o constituciones fachada). No
puede dudarse que tales constituciones fueron “efectivas” —y lo fueron de
hecho—, y esto no sólo porque su vigencia estaba asegurada por la fuerza, sino
también porque millones de personas, para bien o para mal, las han tenido por
tales y así lo han creído.

Sin embargo, no tiene sentido negar la naturaleza axiológica y prescriptiva del


concepto de constitucionalismo (y, consiguientemente, tampoco parece que tenga
sentido negar la naturaleza prescriptiva y axiológica al concepto de “Estado
constitucional”, es decir, aquel que se desenvuelve de conformidad, entre otros,
con los principios del constitucionalismo garantista). Ciertamente, afirmándose la
naturaleza descriptiva del concepto, se terminaría por negar cualquier identidad a
aquel movimiento político, filosófico y cultural.

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En conclusión, o el constitucionalismo se ajusta al modelo del citado Art. 16 de la
Declaración de 1789 y sus técnicas están orientadas a limitar, ya sea funcional o
estructuralmente, el poder político, o no es constitucionalismo.

ENLACES

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Ordinario de Filosofía del Derecho y Filosofía Social, Vol. V., Puy, Francisco,
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1981, [Citado 25-11-2012], Formato pdf, Disponible en
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Ramírez Millán, Jesús, Derecho Constitucional Sinaloense, [En línea], México,


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Olano García, Hernán Alejandro, ¿Qué es una Constitución?, [En línea], Colombia,
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(noviembre, año/vol. 20, número 015, Págs. 135-153), Formato pdf, Disponible en
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Sanz Moreno, José Antonio, Derecho Constitucional, objeto y método: ¿Siglo XX o


Siglo XXI?, Jornada sobre orientación y método del Derecho Constitucional, [En
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Sáchica, Luis Carlos, Constitucionalismo mestizo, [En línea], 1ª Edición, México,


UNAM, 2002, [Citado 25-11-2012], Formato pdf, Disponible en
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Figueruelo, Ángela, Significado y funciones del Derecho Constitucional, [En línea],


España, Universidad de Salamanca, 2003, [Citado 25-11-2012], Revista Letras
Jurídicas (No. 7, enero), Formato pdf, Disponible en
www.letrasjuridicas.com/Volumenes/7/figueruelo7.pdf

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

• Identifique al derecho que está constituido por el conjunto de leyes y


reglas que los hombres que se integran a la sociedad organizada
deben observar
• Identifique al autor para quien el Derecho Objetivo es “un conjunto de
normas jurídicas, que son preceptos imperativo- atributivos”

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• Identifique al autor que define al Derecho Constitucional como la
doctrina individual y específica de determinado régimen de Estado
• Identifique al autor que señala que el Derecho Constitucional es el
encuadramiento jurídico de los fenómenos políticos
• Identifique al autor para quien el Derecho Constitucional es el mejor
instrumento para controlar el uso del poder político
• Identifique al autor para el que el Derecho Constitucional es una
consecuencia de la existencia de la constitución misma
• Identifique al autor para quien el Derecho Constitucional es una
ordenación de las competencias supremas de un estado
• Identifique al autor que considera que una Constitución “es la
conjunción de elementos organizativos mínimos para la existencia y
funcionamiento del Estado e idóneos para el logro de fines sociales
predeterminados”
• Identifique la materia con la que se relaciona el Derecho
Constitucional, cuando la Constitución crea algunos recursos como el
de amparo y el de inconstitucionalidad de la ley y consagra derechos y
garantías para el procedimiento penal
• Identifique la materia con la que se relaciona el Derecho
Constitucional, cuando la Constitución consagra en el artículo 39 que
el sistema penitenciario tiene por objeto la reintegración del interno en
la sociedad
• Identifique la materia con la que se relaciona el Derecho
Constitucional, cuando en la Constitución se señalan las normas
básicas para la expropiación por causa de utilidad pública
• Identifique la materia con la que se relaciona el Derecho
Constitucional, cuando la Constitución consagra derechos y garantías
para los trabajadores
• Identifique a la ciencia que tiene como característica distintiva el que
los límites que pretende imponer al poder político sean instrumentos o
procedimientos jurídicos
• Identifique al jurista estadounidense que es uno de los más
destacados estudiosos del “constitucionalismo” como sistema de
limitación del poder

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