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U n Principio es un axioma[1] que plasma una determinada valoración de justicia de una sociedad, sobre la que se

construyen las instituciones del Derecho y que en un momento histórico determinado informa del contenido de las normas
jurídicas de un Estado.

Un principio no es una garantía[2]. Un principio es la base de una garantía.

El termino “principio” se utiliza sólo en ciencias exactas (Lógica, Matemática) en las ciencias sociales como el Derecho
existen “fundamentos”. Pero, por el amplio uso en la doctrina de la palabra “principio” refiriéndose a un fundamento, nosotros,
seguiremos también esa corriente, aunque haciendo notar que nos referimos a un fundamento.

Los principios del proceso son los siguientes:

EL PRINCIPIO DE ORALIDAD consiste en que los actos procesales se realizan a viva voz, normalmente en audiencia y,
reduciendo las piezas escritas a lo estrictamente indispensables (Couture, E., "Fundamentos del Derecho Procesal Civil", Bs.
As., Argentina, DePalma: 24 ava, 1981, pagina 199).
ANTECEDENTES HISTORICOS
No fue sino hasta el Siglo XIX cuando se planteo en Francia la recuperación de la Oralidad, a través de los códigos
napoleónicos, aprovechando la reforma que traería la ilustración a las leyes procesales, haciéndolas salir de la Edad Media.
FINALIDAD
¿Para que se elige el Principio de Oralidad como fundamento del proceso civil?

Para que el proceso sea rapido, denotando asi una atención mas pronta de las pretensiones solicitadas.

La finalidad es la celeridad, busca la atención personal del Juez con las partes y su vinculación con los hechos.
CONDICIONES PARA APLICACION DEL PRINCIPIO DE ORALIDAD
A. Cantidad necesaria de jueces

En primer lugar, debe existir el necesario número de jueces para hacer efectiva la oralidad, pues ésta exige tiempo para la
adecuada dedicación al estudio de las causas en todos aquellos trámites en los que existe un contacto directo del juez con
las partes.

B. Capacidad para la defensa oral

Los sujetos del proceso, los jueces y los abogados, deben prepararse para defender en audiencia sus posiciones oralmente.

La comodidad del no cambiar de hábitos puede frustrar la oralidad.

C. Sancion en caso de vulneracion del Principio de Oralidad.

Es preciso establecer mecanismos de control y sanción que permitan disuadir la infracción de la oralidad, como puede ser,
por ejemplo, la grabación de las audiencias o la nulidad de actuaciones cuando se vulnere la oralidad.
EFECTOS DEL PRINCIPIO DE ORALIDAD
1. La inmediación, o relación directa entre el juzgador, las partes y los sujetos de prueba.

2. La concentración del debate procesal en una o dos audiencias.

3. La publicidad de las actuaciones judiciales, particularmente de las audiencias, a las cuales debe tener acceso cualquier
persona, con las salvedades previstas en la ley.

4. La libre valoración de la prueba.


REGIMEN JURIDICO
"Artículo 180°.-
La jurisdicción ordinaria se fundamenta en los PRINCIPIOS PROCESALES de gratuidad, publicidad, transparencia,
ORALIDAD, celeridad, probidad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez, verdad material, debido
proceso e igualdad de las partes ante el juez. ... "(CPE 180).

"ORALIDAD. Importa que las actuaciones y de manera particular la audiencia de celebración de los juicios sean
fundamentalmente orales, observando la inmediación y la concentración, con las debidas garantías, y dando lugar a la
escrituración de los actuados, sólo si lo señala expresamente la ley."(LOJ 29)

"ARTÍCULO 1. (PRINCIPIOS). El proceso civil se sustenta en los principios de:


1. Oralidad. La oralidad es la forma de desarrollar el proceso, sin perjuicio de la escritura en los actos establecidos por la Ley.
"(CPC 1).

El Principio de legalidad procesal civil es un axioma jurídico en virtud del cual el juez no puede
juzgar con ley establecida posteriormente a la pretension del accionante, a no ser que le favorezca.

El PLPC es la base para que la autoridad judicial actúe con arreglo a lo dispuesto en una ley
anterior a lo que esta juzgando.El PLPC en materia de nulidades es conocido con el nombre de
Principio de Específidad. ej. Juez que actúa desconociendo norma específica, hace nulo su acto.

CARÁCTER El Principio de Legalidad Procesal Civil (PLPC) Es el guia de la norma juridica


procesal y se acude a ella, con caracter subsidiario, en caso de vacio legal.

UBICACIÓN .El PLPC es elemento del conjunto de "Principios inherentes a la nulidad procesal".

EFECTOS El Principio de Legalidad Procesal Civil (PLPC) obliga a quienes administran justicia A
APLICAR LAS LEYES promulgadas por el Estado. La actuación por los sujetos procesales
desconociendo una norma que tiene como base el PLPC, es nulo.* Este principio representa la
observancia obligatoria de las normas procedimentales, en cuanto a su forma, para evitar una
impugnación posible para anular lo actuado o reiterar adecuadamente lo desconocido u omitido.*
Este principio exige también el cumplimiento puntual de las normas procedimentales, en cuanto al
fondo, de que la resolución judicial este conforme a las normas legales en cada caso.

NORMATIVIZACION El principio generalmente tiene esta redaccion en los codigos: " Las normas
contenidas en este Codigo son de caracter imperativo". "Los actos procesales se realizarán en la
forma prevista en este Código y en las leyes especiales". " Las normas procesales son de orden
público y, en consecuencia, de obligado acatamiento, tanto por la autoridad judicial como por
las partes y eventuales terceros."

Lo cual significa que son de cumplimiento obligatorio.

Principio Dispositivo
El Principio Dispositivo es aquel en cuya virtud SE CONFIA A LA ACTIVIDAD DE LAS PARTES PROCESALES tanto el
estímulo de la función judicial como la aportación de los materiales sobre los cuales ha de versar la decisión del juez.

Por este principio—trabada la relación procesal—, el demandante puede:

1. abandonarla expresamente el proceso(desistimiento[5] ),

2. tácitamente (deserción),

3. por acuerdo con el demandado (transacción) o

4. por abandono tácito de ambas partes (perención o caducidad).(CPC, 156, 71, 164, 167, 173,175, 196, 548 : CC, 1444)

Permite renunciar a los plazos para acelerar el proceso para finalizar extraordinariamente el proceso, siempre que no
perjudique a un tercero. Por ejemplo, puede pedir o no, una Medida Precautoria [6] (CPC, 156).

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Principio De Dirección
El Principio de Dirección es la potestad de la autoridad jurisdiccional para encaminar las actuaciones procesales de manera
eficaz y eficiente, y ordena a las partes, sus apoderados y abogados al cumplimiento de las disposiciones legales.

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Principio De Inmediación
El Principio de Inmediacion es el contacto directo en audiencia del juez con los sujetos procesales y la recepción de los
diferentes medios probatorios dentro de un determinado proceso.

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Principio De Adquisición Procesal O Comunidad De Pruebas


Establece que todas las pruebas son del proceso, por lo que cualquiera de las partes puede valerse de ellas. Por ejemplo, si
el actor presenta un contrato con 2% de interés, pero el juez líquida con el interés legal de 3% (CC, 409), el demandado
puede pedir al juez que liquide al 2% del contrato.

Principio De Analogía
Analogía. Aplicación, a un caso no previsto en la ley, de una norma extraída de la misma ley (CPC, 1, II: “analogía legis”) o
del ordenamiento jurídico (CPC, 193:”analogía iuris”).

Si bien la ley permite la analogía ya que no le permite al juez excusarse de fallar bajo pretexto de falta,... o insuficiencia de la
ley..., debiendo pronunciar según la equidad...” (CPC, 1 párrafo II) no debe abusarse de la analogía.

Equidad. Dar a cada cual lo suyo. La equidad es analogía. En Derecho Procesal Civil, no debe abusarse de la equidad, ya
que la analogía convierte al juez en:

1. legislador,
2. genera arbitrariedad y
3. destruye en Principio De Legalidad Procesal ("Ningún proceso sin ley previa.")

¿Por que no es recomendable que la sentencia se base en la analogía?

Porque destruye el Principio De Legalidad Procesal, procesando con normas creadas por el juez luego del hecho sometido a
su conocimiento.

A lo más que debe llegar el juez es a la Interpretación Analógica, que consiste en extender una norma jurídica que regula un
determinado hecho a otro semejante no previsto en ella.

¿Que hacer a falta o insuficiencia de la ley para la sentencia?

PRIMERO. A falta o insuficiencia de la ley, el juez no debe ir directamente a la analogía sino que, primero debe interpretar.
¿Por qué?

1. Porque la Teoría de la Interpretación de la Ley (Hermeneútica Jurídica) es la teoría de la determinación del contenido de la
ley.

2. El objeto de la interpretación es la “Iex scripta”, ‘las palabras dictadas por el legislador’.

3. La finalidad de la interpretación es científica: hacer entender la ley, no crearla.

4. Por que la interpretación es la indagación del verdadero sentido y alcance de la norma jurídica en relación con el caso que
por ella ha de ser reglado.

5. Se trata de saber como, aplicando una norma general a un hecho concreto, el órgano judicial obtiene la norma individual
que le incumbe establecer.

Pero se debe evitar la Interpretación Teleologica (CPC, 91) por que ésta consiste en investigar el fin práctico de las normas
particulares independientemente de la intención del legislador.
Se combate la interpretación Teleologica porque su uso ofrece el peligro de la arbitrariedad. Se las utiliza en los países con
gobiernos autoritarios.

SEGUNDO, y si aún existen dudas, es decir ninguna interpretación es aplicable al caso y a la sentencia que el juez esta
conociendo y tratando de resolver.

Entonces, debe basar su sentencia en:

1. los Principios Constitucionales y en


2. los Principios Del Proceso Civil

Pero evitando, también, basarse en los Principios Generales Del Derecho como sorprendentemente nuestro código establece
(CPC, 193) ya que los Principios Generales Del Derecho (o del Derecho Natural) son criterios deducidos, con
procedimientos de generalización, del conjunto de disposiciones del derecho positivo y de elementos históricos, sociales y
éticos.

Por ejemplo, criterios jurídicos son, "Dar a cada cual lo suyo". "A todo litigante, se lo considera rico mientras no pruebe lo
contrario". "Ampliar lo favorable y restringir lo odioso". Los Principios Generales del Derecho constituyen el espíritu de la
legislación. Pero también hay criterios extrajurídicos y se forman o se imponen de acuerdo al contexto histórico. Son ejemplo
de estos criterios extrajurídicos: “la conciencia socialista de la Justicia” o “el sano sentimiento del pueblo alemán” (gesundes
Volksempfinden). O también el axioma “orden, paz y trabajo”. Estos criterios cambian con el devenir histórico y pueden servir
para criminalizar ciertos hechos.

¿Porque no es recomendable que la sentencia se base en los Principios Generales Del Derecho, aunque así lo ordene al Art.,
193 del CPC?

Porque incriminan hechos que la ley no tipifica como tales. El juez al utilizar estos principios se convierte en legislador y más
que todo es característico de regímenes autoritarios.

El fundar una sentencia en los Principios Generales del Derecho lleva a la arbitrariedad. Porque juez al no encontrar ley
puede fundar una sentencia en: por ejemplo, el siguiente criterio: "Toda infracción contra el orden establecido será
sancionada con reclusión corporal" Por ampliar lo favorable y restringir lo odioso un juez si bien puede ser justo pero esto le
podría llevar a alejarse de la ley constitucional. Es mas en países autoritarios el “ir contra el sano sentimiento el pueblo”
puede ser considerado delito por el juez, como ocurrió en la Alemania nazi.

Fundar una sentencia en los Principios Generales Del Derecho es regla en los regímenes totalitarios. Por ejemplo, Alemania
nazi, China Popular, la Dictadura de Banzer, Cuba de Castro.

El Art., 193 del CPC, esta mal. ¿Por qué? Porque permite fundar una sentencia (a falta de ley expresa) en los Principios
Generales Del Derecho. Una sentencia se debe fundamentar en la ley. A falta de ella (la ley) se debe interpretar y si aún
existe duda se debe fundar en los Principios Constitucionales y en los Principios Del Derecho Procesal. El Art., 193 del CPC
es resabio de la dictadura del Coronel Banzer

Principio De Concentración
Todos los actos procesales deben realizarse sin demora, procurándose concentrar en una misma audiencia todas las
diligencias que fueren menester (CPC, 89, 133, 139)

Principio De Congruencia
Principio De Congruencia. Conformidad de expresión, concepto y alcance entre el fallo y las pretensiones [3] de las partes,
formuladas en el proceso.

La incongruencia justifica el Recurso De Apelación[4] e inclusive, en su caso, el Recurso De Casación.

Las resoluciones deben especificar 2 caracteres:

1. el interno, que se refiere a la armonía entre parte considerativa y la resolutiva (CPC, 192, inc. 2, 3) y;

2. el externo, que es la conformidad del fallo con las pretensiones de las partes.
Principio De Convalidación
Permite a las partes esenciales del proceso aceptar por bien hecho algún acto procesal omitido, siempre que no perjudique a
la otra parte o a un tercero

Principio De Economía Procesal


Tiende a lograr el ahorro de tiempo y de gastos monetarios en la administración de justicia (CPC, 3 inc. 2, 67, 78, 88, 89, 328,
394,407; LOJ, 1 inc. 1,13, CPE, 116).

El impulso procesal de oficio, la oralidad, la acumulación de acciones, son medidas para conseguir la economía procesal. No
debe gravarse a los litigantes (CPC, 116, LOJ, 1, inc. 3)

Este principio es vulnerado por el pago de costas al Estado, por la compra de timbres, franqueo de testimonios, etc.

Principio De Igualdad Procesal


Por este principio las partes tienen idéntica posición y las mismas facultades para ejercer sus respectivos derechos (CPC, 3
inc. 3 ; 57, 65, 87, 102, 333, 390, 454; CPE, 6)

¿Como se garantiza la igualdad de las partes ante la ley si una de ellas no tiene recursos económicos para llevar el proceso?

Con otra desigualdad. Se debe probar al juez que una de las partes no tiene recursos económicos, y una vez probadas el
juez puede liberar a la parte de varias cargas económicas.

Principio De Impulso Procesal


Consiste en que las partes esenciales y accesorias del proceso tienen a su cargo y responsabilidad para que el proceso no
se paralice y concluya dentro los plazos legales (CPC, 50, 51).

Modos de impulsar el proceso: por las partes, el juez y la ley. (CPC, 50, 51, 327, 345, 348, 2, 87, 376, 378, 139 –148)

1. POR LAS PARTES. Un proceso se inicia con la demanda (CPC, 327) y en 15 días la otra parte debe responder si no
quiere que la pretensión del actor sea tomado como cierta (CPC, 345) o en su caso puede reconvenir (CPC, 345, 348).
2. POR EL JUEZ. Éste, tiene a su cargo el impulso procesal (CPC, 2) y la dirección del proceso (CPC, 87, 347; CC,1321), fija
los puntos que las partes deben probar (CPC,371, 376) y ordena de oficio declaraciones de testigos, dictámenes, etc.
(CPC, 378).
3. POR LA LEY. El modo de impulsión legal del proceso esta implícitamente establecida en los plazos y términos procesales
que da la ley para realizar un acto procesal. (CPC, 139 , 148).

Principio De Preclusión
Principio De Preclusión. Consiste en el hecho de que diversas etapas del proceso se desarrollan en forma sucesiva
mediante la clausura definitiva de cada una de ellas, impidiéndose el regreso a etapas procesales ya extinguidas por no
haberse observado el orden u oportunidad dada por la ley para la realización de un acto o, por haberse ejercido ya una vez,
válidamente, esa facultad.

Por ejemplo, la proposición de prueba es en 5 días desde la apertura (CPC, 379).

Principio De Probidad
Es la conducta imparcial y recta que deben cumplir los sujetos procesales en los procesos en que les corresponda intervenir
(LOJ, 1 inc. 1).

Principio De Publicidad
Establece como suprema garantía de los litigantes que, todos los actos procesales, sean conocidos no solamente por las
partes sino por todos en general (CPC, 102 inc. 1; LOJ, 1 inc. 4; CPE, 116 inc X).

Este principio rige a las 2 clases de publicidad que existen:

1. publicidad interna. El proceso se verifica bajo el control de los sujetos procesales. Es obligatoria; su falta de
observancia esta sancionada con la nulidad del acto procesal
2. publicidad externa. La sociedad hace el control de las actuaciones del juez.

Principio De Responsabilidad
Los jueces son responsables de sus actos penal y civilmente (CPC, 5, 205; LOJ, 1 inc. 9).

Por ejemplo, penalmente por prevaricato (CP, 173), por cohecho pasivo (CP, 173 bis) y otros delitos (CP, 174, 177)

Principio De Verdad Procesal


Consiste en sentenciar sólo sobre las cosas litigadas n la manera en que hubieran sido demandadas sabida que fuere la
verdad por las pruebas (CPC, 190) y además esa sentencia se convierte en cosa juzgada, en verdad jurídica, nadie la puede
cambiar ulteriormente.

| Comentario |

[1] Axioma. Originariamente el término ‘axioma’ significa dignidad. Por derivación se ha llamado ‘axioma’ a “lo que es digno de ser estimado, creído
o valorado”. Mas en la Web o en su PC

[2] Garantía. Institución procedimental de seguridad y de protección a favor del individuo, la sociedad o el Estado para que dispongan de medios que
hacen efectivo el goce de los derechos subjetivos frente al peligro o riesgo de que sean desconocidos. Una garantía no es un principio. Una Garantía
es un procedimiento en algunos casos un proceso.

[3] Pretensión procesal. Es la declaración de voluntad exigiendo que un interés ajeno se subordine al propio, deducida ante juez, plasmada en la
petición y dirigida a obtener una declaración de autoridad susceptible de cosa juzgada que se caracteriza por la solicitud presentada.

Clases de pretensión procesal

1. Material, que se dirige contra el demandado; y,

2. Formal, que se dirige al juez, para que el demandado haga o entregue algo.

Hay pretensión en un proceso, porque en un proceso siempre hay controversia, por ejemplo proceso sobre mejor derecho de propiedad; y en una
controversia hay contradicción entre las partes, que requiere un juicio y una decisión por parte del juez o tribunal.

Hay petición en un procedimiento voluntario. Por ejemplo petición de inscripción judicial de partida de nacimiento. En un procedimiento no hay
dualidad de las partes. Se trata de actuaciones ante los jueces, para solemnidad de ciertos actos o pronunciamiento de determinadas resoluciones
que los tribunales deben dictar

[4] Recurso De Apelación. Se llama así en sede judicial, en sede administrativa se llama Recurso Jerárquico. En ambas sedes se le conoce
también como Alzada. El Recurso De Apelación es un procedimiento ordinario y jerárquico de impugnación que la ley (CPC, 213-302, CPP, 394-427,
LTC, 7) concede a la parte—que se crea perjudicada por una resolución judicial: Civil, Penal, o de otra materia que no esté prohibido—para acudir
ante juez superior y volver a discutir con toda amplitud el caso, aún cuando la parte se limite a repetir sus argumentos de hecho y de Derecho, con el
fin de que todo, o en parte, sea rectificado a su favor y se haga un nuevo examen de la resolución impugnada por ese otro tribunal de superior
jerarquía. A juez inferior se le llama juez “a quo” y a juez superior se le llama juez “ad quem”.

[5] Desistimiento. Forma extraordinaria, tácita o expresa, de finalización del proceso. Tácita, cuando el actor deja de impulsar el proceso por 6
meses produciendo la caducidad de instancia y el archivo del expediente. El derecho se extingue en un año. Expresa, cuando pide a juez a través de
memorial de desistimiento aceptado por el demandado.

[6] Medida precautoria. Acto procesal de tribunal plasmado en una providencia (CC, 1552 inc 2) que tiende a mantener una situación jurídica, una
expectativa o un derecho futuro con el fin de asegurar el resultado de la acción. por ejemplo el secuestro de bien mueble

Providencia. Acto procesal de tribunal plasmado es una resolución judicial no fundada expresamente, que decide sobre cuestiones de mero trámite
y peticiones secundarias o accidentales (CPC, 187). Se llaman también proveídos, decretos. El nombre deriva de la palabra “proveer”, conceder, dar.
La providencia debe ser emitida en 24 horas del pedido o desde el acto procesal (CPC, 202) bajo sanción (CPC, 205) del emisor titular (CPC, 210).
Permite el Recurso De Reposición (CPC,215, 189) en base el Principio De Dirección Del Juez (CPC, 187) y el Principio De Impulso Procesal (CPC,
2, 429). No permiten el Recurso De Apelación o Alzada (CPC, 226).

Clases De Providencia. (1) De simple substanciación (las de desarrollo del proceso, o sea, las de mero tramite) no permiten el Recurso De
Reposición. Por ejemplo, son providencias de simple substanciación las siguientes: “Traslado”, “Con noticia de partes”, “Con noticia contraria”, “Vista
fiscal”, “Téngase presente”, “Ha lugar”.(2) Las providencias que clausuran un procedimiento. Si permiten el Recurso De ReposiCión. Por ejemplo, es
una providencia de este tipo el Decreto De Autos (Providencia que ordena que no se recibirán mas pruebas). La providencia sólo busca el desarrollo
del proceso (substanciación), no necesita fundamentación ni otras formalidades, no necesita mas que esté por escrito, fecha y firma del juez y el
actuario (CPC, 187).

Diferencia entre providencia, auto y sentencia. La providencia (o decreto) afecta a cuestiones de mero tramite y el auto resuelve cuestiones de
fondo que se plantean antes de la sentencia el auto casi siempre se inicia con la palabra “VISTOS: “, Que significa que se estudió y analizó el
expediente y la sentencia pone fin a la instancia, Sentencia. Es un acto procesal del tribunal que pone definitivamente fin a un proceso civil o penal,
resolviendo respectivamente los derechos de cada parte procesal y la condena o absolución del procesado. La palabra procede del latín, “sentiendo”,
sintiendo; por expresar lo que siente u opina quien la dicta. Por eso se “sentencia con el corazón, no con la cabeza ni con las leyes”.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL PROCEDIMIENTO


Consideremos como tales los siguientes:

a) El principio dispositivo o inquisitivo

De la consagración en forma exclusiva o simplemente preponderante de uno de estos dos principios en el derecho
procesal de un país, se deducen consecuencias fundamentales para la marcha de los procesos y la interpretación de
las normas que los regulan.

El principio dispositivo significa que corresponde a las partes iniciar el juicio formulando la demanda y proporcionar los
elementos para su decisión (peticiones, excepciones, recursos, pruebas), es decir la iniciativa en general, y que el juez
debe atenerse exclusivamente a la actividad de estas, sin que le sea permitido tomar iniciativas encaminadas a iniciar
el proceso ni a establecer la verdad y conocer de parte de cuál de ellas está la razón en la afirmación de los hechos.
El principio inquisitivo, por el contrario, le da al juez la función de investigar la verdad por todos los medios legales a su
alcance, sin que la inactividad de las partes lo obligue ni lo limite a decidir únicamente sobre los medios que estas le
lleven a los autos, y lo faculta para iniciar de oficio el proceso y para dirigirlo con iniciativas personales.

En realidad ninguno de estos dos sistemas o procedimientos se aplica con carácter exclusivo, de suerte que cuando
se dice, por ejemplo, que un procedimiento es dispositivo, con ello no se quiere significar que este éste el único que
debe gobernar el proceso. En todos los sistemas legislativos se han otorgados al juez ciertos poderes (mayores o
menores, según haya sido el influjo de estos principios), y al mismo tiempo ciertas iniciativas exclusivamente a las
partes, de manera que el juez no pueda tomarlas en su lugar.

Actualmente, en materia civil predomina el principio dispositivo; en el proceso penal es el inquisitivo el dominante. Y la
razón de ello radica en que se ha considerado generalmente que sólo la comisión de delitos interesa directamente al
orden social, ya que atenta contra él y lo quebranta, pero que el proceso civil no contiene una cuestión de interés
general, lo que es rezago del primitivo sistema de la justicia privada y del caduco concepto de que en el proceso
civil se discute una cuestión de exclusivo interés para las partes, ante lo cual el juez debe ser un simple espectador
que se limite a darle la razón al vencedor. En cambio, fue más fácil que se aceptara que, a fin de mantener la
estabilidad de ese orden, la sociedad representada por el agente del Ministerio público debía hacerse parte en el
proceso penal, y el juez debía tener como misión averiguar por todos los medios e iniciativas a su alcance la verdad, a
fin de que se hiciera recta justicia, sancionando a los culpables y restableciendo de esta manera la tranquilidad pública.

Consideramos equivocado este criterio, porque ejecutar justicia y obtener una sentencia que se acomode a la verdad
y al derecho, es cuestión de interés social, cualquiera que sea la rama del derecho objetivo a que corresponda la
cuestión que constituye el objeto del proceso: penal, civil, laboral, etc. En el proceso civil, si bien no se deben dar al
juez facultades tan amplias que dejen eliminada su posición imparcial en el proceso, sí deben atribuírsele los poderes
necesarios para que la iniciativa de las partes no ahogue su criterio ni burle los fines de la ley procesal, especialmente
en materia de pruebas, y para hacer efectiva la lealtad procesal, la buena fe y la economía en el proceso, poniendo
freno a las actividades dilatorias o dolosas de las litigantes y buscando una mayor realidad del principio de la
igualdad de las partes. Debe aplicarse aquí el principio fundamental del derecho moderno, sobre la protección de los
débiles, porque, como dice DE LA PLAZA, “la inactividad del magistrado frente a las deficiencias de una parte, puede
desembocar en una auténtica denegación de justicia”.

El primer resultado de la aplicación del principio dispositivo es el de que en materias civiles la actividad jurisdiccional no
puede ponerse en movimiento, iniciar el proceso, mientras no se haya formulado por la parte interesada la respectiva
demanda o petición. En este aspecto, creemos que debe mantenerse su vigencia, con la salvedad de que debe
otorgarse al Ministerio público facultades para demandar a nombre y para la defensa de los incapaces que carezcan
de representantes o necesiten protección contra éstos. El segundo resultado de este principio es la prohibición al juez
de resolver sobre cuestiones no planteadas en la demanda y, en algunos países, de no considerar excepciones que
no hayan sido propuestas por el demandado; estamos de acuerdo en mantener lo primero, pero lo segundo es una
exageración que no se justifica y que en el Código de Procedimiento Civil colombiano no existe, afortunadamente,
como veremos en su oportunidad.

Son cuatro las consecuencias de la demanda: iniciar el juicio; delimitar su objeto, de modo que el juez no puede
resolver sino sobre lo contemplado en ella; determinar las partes que deban sujetarse a sus resultas, y las causas por
las cuales deben resolverse las peticiones formuladas. Pero puede ocurrir la concurrencia de terceros al juicio, cuando
tengan interés legítimo para ello, y la sentencia entonces les favorece o perjudica.

El tercer efecto del principio dispositivo radica en que, contestada la demanda y nacida así la litis, son las partes
quienes deben solicitar y luego presentar las pruebas de sus alegaciones, sin que el juez le sea permitido llamarles la
atención sobre alguna que, en su concepto, sea importante, y mucho menos se le faculte para decretar y practicar de
oficio o por iniciativa otras pruebas para aclarar las practicadas o investigar la verdad de los hechos que le resulten
dudosos. Este efecto del principio dispositivo continúa rigiendo con mayor o menor rigor en el proceso civil
contemporáneo, a pesar de que en los últimos códigos se ha procurado atenuarlo, y nos parece injustificable a la luz de
los modernos conceptos del proceso y la acción.

El juez debe atenerse a lo probado en el expediente, sin que su conocimiento personal y privado de los hechos pueda
influir en la sentencia, pero esto no es una consecuencia del principio dispositivo, sino de los que exigen la publicidad
del proceso, la motivación de la sentencia y la contradicción de la prueba.

En cuanto a la aplicación de la norma de derecho, si bien la Ley manda al demandante indicar en que disposición
funda sus pretensiones, el juez puede decidir el litigio con base en otras no mencionadas. El principio dispositivo no se
aplica a ella. Se exceptúa, sin embargo, el fallo en el recurso de casación, pues cuando la causa alegada es el ser la
sentencia violatoria de la ley sustancial, le corresponde al recurrente demostrar que el tribunal de instancia incurrió en
el error de derecho que reclama, y no puede el tribunal de casación revocar o modificar la sentencia recurrida por un
error no alegado por aquel.

Un cuarto aspecto de la aplicación del dispositivo es el de que las partes pueden, por lo general, renunciar a los
derechos procesales, y tal renuncia se extiende existir, en muchos casos, por el solo hecho de no usar de él la debida
oportunidad, aun cuando este se deba al olvido o descuido; lo mismo que el que sufran consecuencias adversas si ni
cumplen los actos que las diversas cargas procesales les imponen.

Pero también el principio inquisitivo tiene algunas aplicaciones en nuestra ley procesal civil, como en la generalidad de
los códigos actuales. El juez debe declarar de oficio su incompetencia, los impedimentos que tiene para conocer del
litigio y las nulidades que afectan el juicio; puede hacer preguntas a los testigos y peritos; eliminar en la absolución de
posiciones las preguntas que considere inadmisibles o ininteligibles; puede dictar en ciertos casos “autos para mejor
proveer”, o sea para que se reciban algunas pruebas indispensables a su pronunciamiento; puede tomar ciertas
medidas preventivas en defensa de la parte afectada de debilidad o incapacidad, como en los juicios de divorcio, o de
separación de bienes, interdicción judicial, nulidad del matrimonio o liquidación de la sociedad conyugal; en la
interdicción del disipador puede ordenar las practicas de las pruebas que estime cuando se trata de perfecto
conocimiento de causa, como también cuñado se trata de discernir la guarda a un incapaz; hay casos en que el fallo,
aun no siendo apelado por las partes debe ser remitido al superior en consulta, cuando se condena a una entidad
pública; en los casos de muerte de un extranjero puede tomar ciertas medidas preventivas; en el juicio de alimentos fija
la cuantía conforme a su criterio y con base en la capacidad comprobada del demandado; cuando al cumplimiento de la
obligación no se le fijo, lo determina a veces atendiendo a las circunstancias.

De manera que el principio inquisitivo o dispositivo del procedimiento se refiere, exclusivamente, a la actividad del juez
en la iniciación del proceso, a su sometimiento a las peticiones y hechos esenciales de la demanda y a la
investigación por medio de las pruebas de los hechos afirmados o simplemente conducentes para la cuestión debatida
o examinada. El juez con o sin iniciativa personal. Pero el aspecto primordial es el segundo: será inquisitorio el proceso
civil que le otorgue facultades oficiosas sobre pruebas al juez, aun cuando se mantenga la necesidad de la demanda
para iniciarlo.

Debe tenerse cuidado de no confundir el proceso dispositivo civil o penal con el sistema de reglas de apreciación o
valoración de la prueba impuestas previamente por el legislador, conocido como sistema legal y que mejor es
denominar de la tarifa legal; lo mismo que no confundir el proceso inquisitivo con el sistema de libertad de apreciación
de la prueba por el juez.

Lo ideal puede ser un proceso civil inquisitivo (excepto en cuanto a su iniciación y al objeto del mismo y de la
sentencia, puntos en que debe conservarse el principio dispositivo: necesidad de la demanda y congruencia), que al
mismo tiempo otorgue al juez libertad para apreciar las pruebas de acuerdo con las reglas de la psicología, la técnica
jurídica y la lógica; pero no solo teóricamente puede existir un divorcio entre estos dos principios y proyectarse un
proceso civil dispositivo riguroso, pero con un juez dotado de libertad para la valoración de la prueba o un proceso
inquisitivo para la producción oficiosa de pruebas y, sin embargo, con una tarifa legal para su apreciación, sino que
históricamente esta ha ocurrido. En efecto, el proceso acusatorio del antiguo derecho germano y en general europeo
dependía de la iniciativa de las partes en materia de producción de la prueba, pero dejaba al juez en libertad para
apreciar su valor o su fuerza de convicción, sin que existieran reglas legales al respecto; mientras que el proceso
inquisitorio que reemplazo a aquel siglos mas tarde, se caracterizó al menos en materia penal, por la libertad de
iniciativa del juez en la iniciación del proceso inquisitorio que reemplazo a aquel siglos más tarde, se caracterizó, al
menos en materia penal por la libertad de iniciativa del juez en la iniciación del proceso y en la producción de la
prueba, con un carácter casi de arbitro y, sin embargo, con libertad para valorar las pruebas que aportaran las partes;
luego, durante el Imperio, el juez tuvo mayor iniciativa, como representante del Estado, pero se le sometió a reglas de
apreciación de la prueba, aun cuando sin llegar a una completa tarifa legal.

Como observa muy bien CARNACINI, la disponibilidad del derecho material discutido en el proceso civil nada tiene que
ver con la disponibilidad de los medios probatorios para establecerlo; por lo cual, aun considerando que el proceso civil
versa sobre cuestiones de interés privado y derechos de libre disposición de las partes (lo que no es cierto en muchos
casos), y olvidándose de que tiene un objeto y un fin de claro interés público (la recta aplicación de la Ley y el ejercicio
de la jurisdicción del Estado a los litigios privados) no puede obtenerse de ello argumento alguno en contra de las
facultades inquisitivas del juez para llevar su sentencia. No existen razones que justifiquen el negarle al juez civil esas
facultades oficiosas, que cada día se admiten más en la doctrina universal.

En los nuevos códigos de procedimiento civil de los últimos treinta años aparece una marcada tendencia a darle al
juez facultades para la producción oficiosa de pruebas, sin que por esto se abandone del todo el principio dispositivo de
modo que el mayor peso de la actividad probatoria continúa en cabeza de las partes. Así sucede en el Código italiano,
en el brasileño, en los argentinos, en el alemán,

De lo expuesto resulta cuál errado es el concepto de quienes, como PLANIOL Y RIPERT, dominados por un criterio de
civilistas, llegan a considerar la iniciativa del juez en el proceso civil como la violación de “la regla fundamental de la
neutralidad” y como contraria a su misión.

Como muy bien dice FENECH, “no son solo las partes las que tienen interés en convencer al juez de la verdad de
unos hechos, sino que el propio juzgador el principal interesado en descubrir dicha verdad y formar su propio
convencimiento”, y por consiguiente es un interés general o público, ya que el juez representa al Estado, agregamos
nosotros.

Como muy bien dice FENECH, “no son solo las partes las que tienen interés en convencer al juez de la verdad de
unos hechos, sino que el propio juzgador el principal interesado en descubrir dicha verdad y formar su propio
convencimiento”, y por consiguiente es un interés general o público, ya que el juez representa al Estado, agregamos
nosotros.

Es interesante recordar que en Rusia se consagro un procedimiento civil inquisitorio, similar al penal, en el Código de
1793; pero, desgraciadamente, el sistema fue abandonado en la Ley de 21 de julio de 1846.

b) Principios de la tarifa legal de pruebas, conocido también como sistema legal de pruebas, o de la libre
apreciación de su valor.

Para administrar justicia, en cualquiera de sus ramas (civil, penal, contencioso-administrativa, militar, laboral, fiscal),
es necesario delimitar las facultades en la apreciación de los medios o elementos probatorios que se lleven al juicio. No
se tratad e saber si el juez puede perseguir la prueba de los hechos con iniciativa propia, o si debe ser un espectador
del debate probatorio, sino de determinar cuáles son los principios que debe tener en cuenta el juez para apreciar esas
pruebas aportadas al proceso de una u otra manera, y cuales los efectos que debe y puede sacar de cada uno de los
medios de prueba. Son dos principios diferentes, a menudo confundidos, que puede tener regulación legislativa
simultánea que incluya la función dispositiva con una amplia libertad de apreciación de las pruebas que las partes
aporten, o facultades inquisitivas para practicar pruebas, con tarifa legal para señalarles su valor de convicción.

Así como no se justifica actualmente que al juez civil se le aten las manos en materia de investigación de la verdad de
los hechos afirmados por las partes, tampoco se justifica la supervivencia de la tarifa legal de pruebas o sistema legal
de apreciación de estas.

Dos sistemas existen al respecto: el de la tarifa legal de pruebas, generalmente llamado sistema legal, y que consiste
en imponer al juez una cerrada y preestablecida valoración de la prueba, en forma que la ley le ordena si debe darse
por convenido o no ante ella, si tiene plena fuerza o es relativo el convencimiento nacido de un medio determinado, y
el segundo, de nominado de la libre apreciación, que otorga al juez la facultad de apreciar el valor o fuerza de
convicción fundado en una sana crítica probatoria y en los principios generales de la materia.

En el proceso penal, desde hace muchos años, se le da acogida al segundo y en el proceso civil, por lo general, se
sigue aplicando el primero, con atenuaciones más o menos importantes. Sin embargo, actualmente existe la tendencia
a darle libertad de apreciación al juez civil, acogida en algunos códigos.
Se han otorgados en el proceso laboral mayores facultades al juez para la valoración de la prueba que las dadas en el
proceso civil, y ya es tiempo de eliminar esa diferencia. Existen algunas normas que suavizan ese rígido sistema en el
proceso civil, cuando prevalece la tarifa legal, como ocurre cuando existen declaraciones contradictorias, cuando se
trata de testigo único o de dictamen de peritos y en la apreciación de la confesión extrajudicial o de única declaración
de testigo, ñeque se le otorga al juez cierta libertad de valoración y crítica. Igualmente, la ley permite al juez calificar la
prueba testimonial, que en principio es plena por el número plural de testigos, y si estos reúnen los
requisitos intrínsecos para darle mérito o credibilidad, dejándole la facultad de apreciar si está suficientemente fundado
el testimonio en las circunstancias de modo, tiempo y lugar que hagan creíble la verdad de lo expuesto.

Con excepción de las pruebas solemnes que la ley material exija como requisitos ad substantiam actus o para la
validez del acto o contrato, creemos que es ya hora de consagrar en el proceso civil el principio de la apreciación
subjetiva y razonada por el juez del valor de convicción de las pruebas, sin que esto signifique una libertad arbitraria,
puesto que estaría sujeto a las reglas de la lógica y de la psicología, con obligación de motivar su conclusión o de
explicar las razones que lo condujeron a aceptar unas pruebas y rechazar otras.

Pero no se trata de un principio jurídico nuevo, ni mucho menos. La libertad de apreciación de la prueba es tan vieja
como el derecho procesal; existió relativamente en la antigua Grecia y en el período republicano o de las legis
actionis de la Roma antigua; fue aplicado siglos después en la Europa del medioevo por los scabinos, pero desde
entonces quedó olvidado durante mucho tiempo, inclusive para el proceso penal, y restableció en cuanto a este se
refiere por la Revolución francesa en 1791, se generalizó en Europa en esta rama y últimamente ha sido incorporado
en algunos códigos de procedimiento civil.

No se le debe confundir con la interpretación arbitraria o caprichosa de la prueba, y es un error histórico el dejar a
particulares ignorantes, en calidad de jurados, su libre apreciación en materia penal, sobre la base de la tan
renombrada intuición o razón natural de que se hablo a raíz de la Revolución francesa y que tarde califico de fe
optimista en la inhabilidad de la razón individual, del sentido común del instinto natural, y de verdadera superstición.
Mucho antes, BENTHAM decía que analizar los motivos, discernir los diversos grados de intención, desembrollar las
causas que influyen sobre la sensibilidad, valorar un testimonio frente a otro, sopesar un testimonio particular contra
una probabilidad general, representan operaciones que suponen un gran estudio del corazón humano.

Pero, como lo explica BERARDI, “la libre convicción no entraña el juzgar por sentimiento o impresiones, sino una
valuación analítica cuidadosa de los hechos y de las pruebas”, que, naturalmente, es imposible conseguir en jueces
populares improvisados y temporales, ignorantes, por lo general. El juez es libre frente a la Ley, pero esta sometido a
las reglas de la lógica, la psicología y el Derecho. La doctrina moderna es uniforme en este sentido.

Quizá la labor más difícil y delicada en la administración de justicia es la de apreciar las pruebas, cuando no se esta
sometido a una detallada y exhaustiva tarifa legal; el juez debe ser jurista, lógico y psicológico, conocer el medio
social en donde las pruebas se producen y las máximas de experiencia que lo puedan guiar. Pero las
dificultades para conseguir jueces capaces para esta tarea no justifican que todavía en la mayoría de los países se
conserve, más o menos completo, el sistema de la tarifa legal, que impide a menudo llegar al descubrimiento de la
verdad, especialmente si se le acompaña de limitaciones mas o menos absolutas para la producción oficiosa de la
prueba: de ahí que muchos juristas hablen de que en estos sistemas solo se obtiene en el proceso una verdad formal,
que muchas veces no es la verdad, y una justicia aparente que puede no ser la justicia.

Ya hace medio siglo decía el gran CHIOVENDA: “El derecho moderno rechaza el sistema de la prueba legal,
adoptando el principio de que la convicción del juez debe formarse libremente”. Y mas recientemente afirma
ROSENBERG: “La apreciación libre de la prueba ha librado al juez del tormento que significa la teoría de la prueba
legal”. si el juez civil no se le da esa libertad, más probable será que resulte engañado en su misión de impartir justicia,
y como lo decía MONTESQUIEU, “La injusticia cometida contra uno solo es una amenaza para todos” , sin que se
pueda distinguir la calidad civil o penal del proceso.

La doctrina moderna reclama unánimemente la libre apreciación del juez. En los códigos de procedimiento civil
modernos se ha venido introduciendo el principio de la libre apreciación del mérito de las pruebas, como sucede en el
alemán, el italiano, el argentino, el brasileño, el ruso y, anteriormente, en el francés. En otros países, como en España
y Colombia, pese a la tarifa legal, la jurisprudencia ha obtenido facultades de libre apreciación para el juez, gracias a la
valoración conjunta de las pruebas y a la crítica del testimonio y del dictamen de peritos.

c) El principio de impulsión del proceso

Se relaciona directamente con el inquisitivo, y consiste en que, una vez iniciado el juicio, debe el juez o el secretario,
según el acto de que se trata, impulsar su marcha sin necesidad de que las partes lo insten a hacerlo, pues
simplemente se trata de cumplir las normas legales que lo regulan, y aquel es responsable de cualquier demora
ocasionada por su culpa.
Pero recuérdese que hay ciertos actos que necesariamente deben tener origen en la voluntad expresa de las partes y,
además hay otros, simplemente de tramitación, que también les corresponden, como consecuencia del principio
dispositivo.

No obstante, creemos que puede separarse este principio del impulso procesal y el inquisitivo o dispositivo, porque el
primero se refiere propiamente al trámite del proceso, a conducirlo por varias etapas que la Ley contempla y a
disponer el cumplimiento de las formalidades o actos que en ella se ordenan, como notificaciones, traslados, etc

d) Principio de la economía procesal

Es la consecuencia del concepto de que “debe tratarse de obtener el mayor resultado con el mínimo empleo de
actividad procesal”.

Resultado de él es el rechazo de la demanda que no reúna los requisitos legales, para que al ser corregida desde un
principio, no vaya a ser la causa de la pérdida de mayores actuaciones; la inadmisibilidad de las pruebas o incidentes
inconducentes o que la Ley no permite para el caso; la acumulación de acciones para que bajo una misma cuerda se
ventilan varias, y evitar, en consecuencia, la necesidad de diversos procesos; la restricción de los recursos de
apelación y casación y otros hechos semejantes.

También persigue este principio justicia barata, para lo cual responde la jerarquía judicial, estableciendo jueces con
circunscripción territorial más pequeña y que, por lo tanto, estén más cerca del lugar del litigio y del domicilio de las
partes, y que gozan de menores sueldos, en los asuntos de menor valor, y viceversa, con lo cual también se procura
imponerles menores gastos a las partes y proporcionados al valor o importancia del litigio.

Y justicia más rápida, eliminando los procedimientos engorrosos y los recursos dilatorios, que, desgraciadamente,
subsisten en nuestro Código Judicial.

e) El principio de concentración del proceso

Emana del anterior y tiende a que el proceso se realice en el menor tiempo posible. Es, como lo observa DE LA
PLAZA, cualidad opuesta a la dispersión de los actos procesales y está inspirada por la necesidad de que la actividad
judicial y la de las partes no se distraiga, con posible y perjudicial repercusión en la decisión de fondo. Para esto se
deben procurar los medios de que la relación nacida del proceso, que, como lo veremos, se denomina juridico-
procesal y tiene su propia fisonomía, se desenvuelva sin solución de continuidad y de manera de evitar que las
cuestiones accidentales o incidentales entorpezcan el estudio de lo fundamental del juicio; lo cual solo se obtiene
restringiendo el derecho de interponer recursos e incidentes o incidentales entorpezcan el estudio de lo fundamental
del juicio; lo cual solo se obtiene restringiendo el derecho de interponer recursos e incidentes de previa definición, lo
que esta muy lejos de existir en nuestro procedimiento, pues, por el contrario, se les da a las partes demasiada
facilidad para postergarla solución definitiva del litigio y hacerlo interminable.

Igualmente tiende este principio de la concentración a dejar todas las cuestiones planteadas, los incidentes,
excepciones y peticiones, para ser resueltas en una misma sentencia.

De lo dicho se concluye que es en los procedimientos orales en donde este principio tiene aplicación adecuada, ya que
en la audiencia se presentan todas las excepciones y se plantean todos los incidentes, además de allegarse las
pruebas y formularse los alegatos de derecho, y por regla general en la sentencia se resuelven todos estos hechos y
problemas, sin que pueda suspenderse el curso del litigio para darle previa solución a uno de ellos.

f) El principio de la eventualidad, también llamado de la preclusió


Tiende a buscar orden, claridad y rapidez en la marcha del proce

http://blog.pucp.edu.pe/blog/seminariotallerdpc/2013/08/22/principios-fundamentales-del-procedimiento/

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL PROCEDIMIENTO


22 agosto, 2013 Alexander Rioja Bermudez

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