LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DESDE MIS PROPIAS VIVENCIAS
La inteligencia se la define como la capacidad que tenemos los seres humanos de
guardar y asimilar información para poder aprender, reconocer y relacionarnos con los demás. Una persona emocionalmente inteligente es aquella capaz de gestionar satisfactoriamente las emociones para lograr resultados positivos en sus relaciones con los demás. El concepto de inteligencia emocional se refiere a las capacidades y habilidades psicológicas que implican el sentimiento, entendimiento, control y modificación de las emociones propias y ajenas.
Como una persona emocionalmente inteligente soy capaz de gestionar satisfactoriamente
las emociones para lograr resultados positivos en mis relaciones con los demás. Como ser humano en ocasiones puedo estar de mal genio o feliz, lo realmente importante es saber manejar las emociones para poder asimilar las circunstancias en las que me encuentro con los demás.
Suelo relacionar el significado de inteligencia con mis emociones, por lo tanto,
puedo decir que la inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que me rodea por medio de mis sentimientos, habilidades, entusiasmo, perseverancia, empatía y agilidad mental, entre otros aspectos. Expresando de una manera positiva y significativa mis emociones, aunque en ocasiones suelo demostrar mi tristeza cuando algo no me sale bien en mi vida personal o laboral.
Existen dos formas elementales de inteligencia emocional: la inteligencia interpersonal
implica entender y comprender las emociones de los otros y tener la habilidad de reaccionarme según el estado anímico del otro, mientras que la inteligencia intrapersonal se refiere a lo que comprendo de las propias emociones, de tenerlas en cuenta al momento de tomar decisiones y ser capaz de regular las emociones según la situación.
Es de bastante importancia el desarrollo de habilidades practicas a la hora de manejar
nuestra inteligencia emocional en los distintos contextos que nos desenvolvamos, como en los vínculos laborales, familiares, sentimentales, entre otros, siendo un papel central a la hora de tener éxito en estas, con el fin de lograr nuestros objetivos y bienestar dentro de estas, manejando habilidades tales son como la empatía la capacidad de motivación (tanto hacia uno mismo como hacia los demás), la autoconciencia, la capacidad de controlar la exteriorización de las emociones, el liderazgo, entre otras.