Manejo de las enfermedades mentales a través de la historia.

Desde los inicios de las grandes sociedades europeas, hay registro de la aparición de
fenómenos en esos tiempos, inexplicables desde lo que la ciencia conocía. Fenómenos que con el
tiempo se comprendieron como enfermedades mentales, pero que en su época se interpretaron
como producto de la brujería, evolución que lleva a preguntarnos qué tanto de lo que se sabe y se
manea en la actualidad al respecto es realmente acertado.

A partir del texto “Primeros planteamiento sobre las enfermedades mentales” del capítulo 8
de Historia de la psicología clínica y desarrollo del psicoanálisis, se tiene una historia más o
menos detallada de la interpretación y tratamiento de las afecciones mentales que alteran el
comportamiento. Inicialmente se tomaban como brujería; posteriormente como “idiotez” o
perturbaciones del alma y se trataban de formas tortuosas que ciertos personajes como Pnel,
Tuke, Dix y Todd, entre otros, entran al cuadro y le devuelven la humanidad a los enfermos a
través del tratamiento moral y, aunque no siempre ésta fue la manera en la que se solucionó o
curó la patología del paciente, si garantizaba su bienestar y ausencia de maltrato.

Por lo tanto, en vista de la evolución dada, es necesario plantearnos que si los factores
tecnológicos, sociales y biológicos que caracterizan cada época universal definen las
enfermedades y condiciones psicológicas de los individuos, lo que se hace ahora para
diagnosticar y tratar a las personas, sea acertado para el futuro.

Es importante destacar que por las condiciones culturales y las facilidades tecnológicas, el
conocimiento es sustancialmente más unificado y se puede tener acceso a él con mayor facilidad,
además de que el avance científico es mucho más acelerado y acertado en cierta medida; sin
embargo, este cambio también conlleva la existencia de diversas corrientes psicológicas, y dentro
de ellas hay algunas que se niegan a cambiar, y otras surgen repentinamente.

Finalmente, debemos tener en cuenta que los cambios no siempre significan una mejoría
para la humanidad y que en el camino se cometen errores así como éstos se corrigen. Se espera
que la ciencia ilumine el camino más apropiado para continuar la búsqueda del bienestar de
todos los elementos que habitan el planeta, pero no se debe creer sin una actitud críticamente
justa, y una creación y validación del conocimiento que se tiene y se crea diariamente.