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Como cualquier persona en el mundo, podemos odiar el color rosa o no, podemos
pintarnos los labios o no. Aunque muchxs no quieran creerlo, las (y los) feministas
somos personas y, como tales, a algunas les gustará hacerlo y a otras no. El
feminismo se trata, entre otras cosas, de darnos autonomía sobre nuestro cuerpo
y sobre nuestras elecciones, no de limitárnoslas y, por eso, cada una puede elegir
lo que le parece mejor para sí misma.
Cada vez que me dicen esta frase me da ganas de eyectarme en una nave
espacial y no volver más. Este es un mito muy peligroso porque genera la idea de
que la igualdad de género ya llegó. Pero sólo porque muchas personas no se den
cuenta de lo mal que estamos todavía -sí, en el 2015-, no significa que la
desigualdad no exista. Sólo por nombrar un par de cuestiones todavía no
resueltas: el aborto sigue siendo ilegal en muchos países; el secuestro de mujeres
para explotación sexual es algo que sucede ahora, a la vuelta de tu casa; la
violencia machista contra las mujeres es problema grave, real y urgente; y puedo
seguir todo el día. Así que sí, el feminismo todavía tiene mucho por qué pelear.
Loca, histérica, feminazi, hormonal, desquiciada. Todas estas son palabras con las
que se quiere asociar no sólo a las feministas sino a las mujeres en general. ¿Por
qué? Porque es otra manera de silenciarnos a nosotras y a nuestros sus actos.
Ligarnos con estas palabras refuerza la idea patriarcal de que las mujeres
debemos estar calladas y molestar poco. Por eso, cuando una mujer se queja o
levanta la voz es más fácil tildarla de exagerada, loca u “hormonal” que de verdad
escuchar sus reclamos.
Derribar los mitos que rodean al feminismo también es una tarea colectiva.
ente: Guía de Formación para la participación social y política de las mujeres. Autoras:
Luz Martínez Ten y Rosa Escapa Garrachón.
Tal y como señalan Luz Martínez Ten y Rosa Escapa Garrachón, el feminismo trabaja en
"trasladar al ámbito público cuestiones que no suelen tratarse por considerarse del ámbito
privado. Cuestiones como valorar el trabajo doméstico, el cuidado de las personas y
denunciar y visibilizar relaciones de poder dentro de las familias, en especial los casos de
abuso y violencia contra las mujeres".
El feminismo propone un nuevo contrato social en el que, mediante medidas
de conciliación y corresponsabilidad, haya un reparto más equilibrado de las tareas
familiares para que se equilibre así su presencia en órganos de decisión política, económica,
empresarial o comunitaria.
Imagen: Madre Tierra-Nutrición, pintura de la artista malasia Jennifer Mourin.
¿Cuáles son los derechos de la mujer?
Derechos familiares. En permanente revisión por los nuevos modelos de familia y vida
personal, leyes como el divorcio, el reconocimiento de la paternidad, la elección libre de
pareja,... tienen su origen en el feminismo, la defensa de la libertad de la mujer y la
protección de la esfera familiar.
(Fuente: Derechos Humanos de las Mujeres. PNUD. Derechos humanos de las
mujeres y niñas, Amnistía Internacional España.)