Вы находитесь на странице: 1из 25

1

2
3
4
En un paquete de galletas, de caramelos o en un brick de zumo tenemos muchas posibilidades de
encontrarnos con un E220, un E150 o incluso con un E304. Estos códigos designan a unos productos que se
añaden a los ingredientes básicos en el momento de su fabricación. La letra “E” corresponde a Europa y el
código que le acompaña identifica al aditivo.

Los colorantes van desde el E100 hasta el E180. Algunos de estos aditivos son artificiales y otros existen
en la naturaleza. Por ejemplo, el E162 es el colorante rojo de la remolacha, por lo que es equivalente es
código al identificativo “rojo de remolacha”. Siendo lo mismo, ¿verdad que sentimos que comemos mejor
con la última terminología? ¡Cuestión de estilo!

Los conservantes, que prolongan la duración de los productos, van del E200 al E290 y el grupo del E300 al
E321 son los antioxidantes. El agua es el principal componente de casi todos los alimentos, pero los
antioxidantes no tienen que ver con el agua sino con las grasas. Estas “Es” impiden que las grasas se pongan
rancias. Las grasas, como el agua, sirven también como medio para cocinar, pero su naturaleza química es
muy diferente a la del agua, tanto que no pueden mezclarse con ella. Los cocineros aprovechan esta
incompatibilidad cuando fríen alimentos para ponerlos crujientes y tostados, y cuando espesan salsas con
algunas gotitas microscópicas. Además, las grasas llevan aromas y los producen, con lo que es importante
mantenerlas en buen estado en los alimentos. De eso se ocupan las “E” de este grupo.

Los agentes de textura, que ligan los ingredientes, los hacen untuosos o impiden la formación de residuos,
del E322 al E483. Los quesos, las natillas, las carnes curadas y cocinadas, y los panes con levadura deben
sus texturas a proteínas alteradas. Este grupo de “Es” ayuda a su estabilidad.

5
LOS ACEITES VEGETALES.

El principal problema con la mayoría de estos aceites es que tienen un contenido demasiado alto de
ácidos grasos poliinsaturados omega-6.

El método de producción de los aceites de vegetales y semillas incluye procesos industriales y el uso de
químicos como el hexano. Los aceites de semillas son altos en ácidos grasos omega-6. Consumirlos en
exceso puede llevar a un mayor índice de inflamación y contribuir potencialmente a enfermedades

Como recomendación general, los especialistas en nutrición apuestan por utilizar grasas animales o aceite de
oliva y otros frutos (es decir, ricos en saturados y monoinsaturados) para freír o cocinar a alta temperatura
(180º), y consumir aceites de semillas, frutos secos y legumbres, o polinsaturados, solo en el caso de que no
vayan a ser expuestos a fuentes caloríficas.

La combinación ideal de grasas en un producto está marcada por un contenido menor del 20% en
polinsaturados y un 80% en una mezcla de lípidos saturados y monoinsaturados (o bien un 60% de uno de
ellos)

El aceite de oliva se alza como favorito para utilizar en nuestro consumo diario, ya sea para freír o no, por su
combinación ejemplar: un 76% de monoinsaturados, 14% de saturados y un residual 10% de polinsaturados.

Si una persona carece de problemas de colesterol, a la hora de freír en una grasa, se convierte en una opción
mucho más saludable hacerlo en una manteca de cerdo (11% de lípidos polinsaturados) que en un aceite de
girasol (65% de polinsaturados).

Resulta más difícil, sin embargo, controlar los aceites que consumimos y que están incluidos en otro tipo de
productos, como la bollería, el pan, las galletas, salsas y en casi todo tipo de platos procesados y congelados.
Este problema también se presenta al salir a comer fuera, debido a que la mayoría de los restaurantes y
cafeterías utilizan aceites vegetales procedentes de semillas en su cocina debido a su bajo precio y poca
diferencia de sabor.

Cuando hablamos de grasas saturadas, monoinsaturadas o poliinsaturadas, nos referimos al número de


dobles enlaces en las moléculas de ácidos grasos.

Las grasas saturadas no contienen dobles enlaces, las monoinsaturadas contienen sólo uno y las
poliinsaturadas contienen dos o más.

El problema con las grasas poliinsaturadas es que estos dobles enlaces las hacen susceptibles a la
oxidación. Los ácidos grasos reaccionan con el oxígeno y esto los daña.

Y si hay muchos de estos ácidos grasos en el organismo (y hay que recordar que se almacenan),
entonces las membranas celulares son más proclives a oxidarse.

Los aceites alto en grasas poliinsaturadas son muy susceptibles a la oxidación, tanto dentro de su envase
como del cuerpo humano. Y a veces tienen altos niveles de grasas trans.

Es importante subrayar que no todos los aceites vegetales son malos. El de coco y el de oliva, por ejemplo,
son una excelente opción.

6
ACEITES VEGETALES.

Los aceites vegetales que deben ser evitados a causa de su alto contenido en omega-6 incluyen el de soja, el
de canola, el de maíz, el de cártamo, el de semilla de algodón, el de girasol, el de maní, el de sésamo, el de
colza y el de salvado de arroz. También deben evitarse todas las margarinas.

Las grasas saturadas, como la manteca, el aceite de coco y la grasa animal, son las mejores para
cocinar porque son las más estables en temperaturas altas. El aceite de oliva es también una muy
buena opción.

Además, si se quiere evitar los aceites vegetales nocivos, es importante leer las etiquetas de los alimentos
para chequear si los contienen.

El aceite de palma es el más utilizado del mundo. Está en multitud de productos que consumimos a diario pese a
que no es una alternativa idónea desde el punto de vista nutricional. Pero lo más preocupante es su producción, ya
que conlleva excesos mediambientales y sociales.

Este aceite se produce a partir de los frutos de la palma africana, una planta perenne que puede llegar a alcanzar
más de 100 años y los 40 metros de altura, aunque debido a su uso productivo lo cierto es que no suelen llegar hasta
los 25 años y los 12 metros de altura. La expansión de monocultivos intensivos, como las plantaciones de aceite de
palma, especialmente en el sudeste asiático, se ha asociado con la deforestación de los bosques tropicales,
la apropiación de tierras pertenecientes a comunidades autóctonas, abusos contra los derechos humanos y
la muerte de animales de diferentes especies, como elefantes, orangutanes y tigres de Sumatra.

El aceite de palma es el más utilizado del mundo, por delante del de soja o el de colza. Se produce a partir
de los frutos de la palma africana (Elaeis guineensis) y se ha convertido en una materia prima usada a nivel
global para la elaboración de una gran cantidad de productos de la industria alimenticia y cosmética.

El aceite de palma está desplazando a las grasas hidrogenadas, que se han demostrado nocivas para la
salud. No obstante, este aceite es muy rico en grasas saturadas, por lo que está lejos de ser una alternativa
idónea desde el punto de vista del equilibrio nutricional y es preferible no abusar de él.

Lo cierto es que podemos encontrar aceite de palma en la composición de una grandísima variedad de
productos (alimenticios y no alimenticios). Desde un punto de vista alimentario, los productos donde comúnmente
podemos distinguir la presencia de este aceite como uno de sus ingredientes son los siguientes:

Bollería, tartas, galletas y pasteles: sobre todo en caso de bollería industrial como sustituto de las grasas
hidrogenadas y de la mantequilla.
Coberturas y cremas: al fundirse mejor que el chocolate tiende a ser utilizado para mantener y almacenar cremas
y coberturas.
Productos untables: es común encontrarlo en margarinas o cremas de cacao ya que por poseer un alto contenido
en grasas saturadas tiende a facilitar el untado.
Productos precocinados: es muy común encontrar aceite de palma como ingrediente en una amplia variedad de
alimentos precocinados, desde pizzas hasta patatas fritas o alimentos empanados. El motivo es sencillo, además de
ser más barato tiende a enranciarse menos.
Aperitivos y chips salados: especialmente porque este aceite tiende a aguantar más frituras que otras grasas.

7
Por qué es tan malo para la salud?
A pesar de su uso tan extendido, siendo muy habitual encontrarlo en una amplia variedad de productos alimenticios
en realidad sumamente diversos (desde galletas a pasteles, pasando por pizzas precocinadas, cremas de cacao o
aperitivos salados), la realidad es que desde un punto de vista nutricional no es una opción muy saludable.

El motivo principal lo encontramos en su alto contenido en grasas saturadas (concretamente en ácidos grasos
saturados de cadena larga). De hecho, en torno a un 50% de las grasas presentes en el aceite de palma son saturadas.
Tal y como han demostrado muchos estudios científicos, un consumo prolongado y regular de grasas saturadas
influyen de forma negativa en el aumento del colesterol LDL en la sangre, lo que duplica el riesgo de sufrir
enfermedades cardiovasculares.

Pero no debemos alarmarnos, dado que para que en realidad el aceite de palma pueda ser perjudicial para nuestra salud
deberíamos consumir productos alimenticios elaborados con él cada día y en grandes cantidades. Si no deseas seguir
consumiéndolos, una buena opción es fijarte en el etiquetado de los productos que adquieras a partir de ahora, y
analizar si en él se encuentra el aceite de palma.

8
9
10
AZÚCAR
El azúcar no es un veneno, pero que consumido en grandes cantidades puede acarrear graves
problemas de salud, como caries dental, obesidad, síndrome metabólico y diabetes tipo II (que se
asocia al consumo de bebidas azucaradas). Por eso la OMS recomienda que el consumo de azúcares
añadidos debe representar menos del 10% de la ingesta total diaria (indica además que si dicha ingesta
se reduce a menos del 5% se obtendrán beneficios adicionales). Recordemos que eso significa un
consumo de unos 50 gramos diarios en una persona adulta, es decir, menos de 18 kg de azúcar al
año (o menos 25 g/día o 9 kg al año si queremos obtener beneficios adicionales). ¿Cuál es el consumo
medio en España? En este país el consumo anual de azúcar está entre 30 kg y 41 kg por habitante y
año; más del triple de lo que sería recomendable. Pero ¿de dónde sale tanto azúcar? Para la
población general, las principales fuentes de azúcar son: el consumo directo(es decir, el azúcar que
añadimos por ejemplo al café o a los postres caseros), las bebidas azucaradas, los productos lácteos
azucarados y la bollería-repostería. En lo que respecta a la población infantil, se podría decir que la
cosa no mejora en absoluto.

En la población general el consumo total de azúcar se reparte entre el consumo directo (24%) y el azúcar añadido a los alimentos (76%).
(Fuente)

¿qué lleva a unos padres a permitir que sus hijos tomen tanto azúcar? ¿Puede que no conozcan la
enorme cantidad de azúcar que contienen esos alimentos? ¿O acaso no saben lo perjudicial que puede
resultar su abuso? La respuesta corta (que no sencilla) es que la mayoría de nosotros vivimos en
un ambiente obesogénico, es decir, un ambiente que favorece la obesidad. ¿Y cómo lo hace? Pues de
muchas formas. Entre los factores que contribuyen a ello podríamos hablar de:

Educación. Gran parte de la población tiene pocos conocimientos en materia de alimentación y


muchos de los que cree tener son erróneos. Existen carencias del sistema educativo en estos
aspectos

Desinformación. Cuando se trata de alimentación, la información poco rigurosa o directamente falsa


está a la orden del día.

Aspectos socioeconómicos. El precio del producto es un factor a tener muy en cuenta, ya que en
muchos casos determina la decisión de compra .

Baja percepción del riesgo


La falta de conocimientos, la despreocupación o, en definitiva, la baja percepción acerca del riesgo que
11
puede suponer una dieta inadecuada, lleva a muchos padres a ofrecer alimentos insanos a sus hijos de
forma habituaL

Comodidad. Muchos creen que comer de forma saludable supone una gran inversión de tiempo y de
esfuerzo en lo que a preparación de alimentos se refiere, y optan por la solución que creen más práctica
(cómoda, limpia, económica, etc.): paquetes individuales de zumo, de galletas, de purés de frutas o de
postres lácteos. Ni que decir tiene, que una dieta saludable no tiene por qué tener todos esos
inconvenientes que se presuponen. De hecho, si está bien planteada puede ser incluso más práctica
(cómoda, fácil, rápida, limpia y económica, etc.).

Falta de tiempo. Algunos padres no disponen de tiempo, no ya para preparar la comida de sus hijos,
sino para estar con ellos.

Gustos y aversiones del niño. Los gustos y aversiones del niño por determinados alimentos condicionan
a muchos padres a la hora de ofrecerle una determinada comida u otra. Así, es frecuente ofrecer yogures
azucarados en lugar de naturales, leche con cacao soluble en lugar de leche sola o patatas fritas en lugar
de calabacín, por poner varios ejemplos.

Cacao soluble para biberón con un 46% de


azúcares. La "mejor" forma de iniciar al bebé
en el consumo de azúcar. Y con el sello de la
Asociación Española de Pediatría

Tamaño de las raciones. El tamaño de las raciones de ciertos alimentos ha aumentado


significativamente con el paso del tiempo (vasos de refresco, hamburguesas, cubos de palomitas de
maíz, etc.). Para que te hagas una idea, desde principios del siglo XX el tamaño de una “ración de
chocolate” (una chocolatina) se ha vistoincrementado en un 1233%. En España dos casos bien conocidos
a este respecto son el petit suisse-Danonino y las galletas Príncipe.

Desinterés
Quizá te suene extraño, pero hay padres que simplemente no se preocupan por lo que comen sus hijos;
cualquier cosa que les llene el estómago les parece adecuada.

Malos hábitos a la hora de comer. Obligar a comer al niño, utilizar la comida a modo de incentivo (es
decir, como premio o castigo) o comer delante del televisor son algunos hábitos nada recomendables si
quieres que tus hijos se alimenten adecuadamente.

Malos hábitos a la hora de comprar. Acudir al supermercado sin saber lo que se va a comprar, hacer la
compra con hambre, no limitarse a comprar lo que se ha planificado previamente o no consultar el
12
etiquetado de los productos que vamos a adquirir son malos hábitos que pueden contribuir a una dieta
poco saludable.

Legislación ineficaz y poca implicación de la Administración. Los responsables de esas campañas


publicitarias saben que convencer a un niño para que adquiera un producto es mucho más fácil que
convencer a un adulto (el primero es mucho más crédulo y no tiene capacidad de discernir). Los
publicistas saben además que con eso ya tienen el trabajo prácticamente hecho; del resto ya se
encargará el niño. Y es que, por si aún no te has dado cuenta, cuando los niños quieren algo
pueden insistir incansablemente y de formas, digamos, bastante efectistas (¿nunca has visto a alguno
pataleando y berreando en el suelo de un supermercado para conseguir una chocolatina?). Como
resultado, es fácil que los padres cedan a estas presiones y acaben por comprar el producto en cuestión.
Pues bien, esto que acabamos de contar tiene un nombre: nag factor o factor de fastidio.

Ubicuidad de publicidad y de alimentos insanos. Los alimentos insanos están omnipresentes en


nuestra sociedad, ya sea en forma de publicidad (en marquesinas de autobuses, televisión, prensa,
radio, Internet, cine, vallas publicitarias, equipamientos deportivos, etc.) o de forma física (en kioskos,
cines, supermercados, universidades, bares, centros comerciales, etc

Marca comercial. La denominación comercial del producto es un elemento que en ocasiones se utiliza
para intentar atraer a los más pequeños: Tigretón o Danonino serían ejemplos de nombres claramente
infantiles.

Diseño del envase . Si te detienes a observar los envases de alimentos infantiles verás
que suelen presentar elementos que los hacen especialmente atractivos para niños, por
ejemplo colores vistosos (básicos y saturados), formas sugerentes (por ejemplo
tarrinas de helado con formas de animales).

13
14
15
16
En el etiquetado de las famosas galletas Chiquilín podemos ver que el contenido de cereales (67%) está
representado únicamente por harina de trigo refinada, que como ya vimos en su día, es poco
recomendable (mejor elegir cereales integrales). Podemos observar además que el contenido de huevos
es tan sólo del 2,4%, mientras que el de miel es del 0,7%. Nada se dice del contenido en azúcar, que es
el segundo ingrediente en importancia cuantitativa, representando alrededor del 21% del peso total del
producto. (Por cierto, debes saber que, a pesar de las propiedades casi milagrosas que algunos atribuyen
a la miel, se trata de un alimento con alrededor de un 83% de azúcares simples).

Otro ejemplo clásico es el de algunas bebidas azucaradas, como por ejemplo la Fanta de Naranja, en
cuyo envase se destaca el contenido en zumo de naranja (8%), mientras que su elevado contenido en
azúcar (12,9%, es decir, 43 gramos en una lata de 33 cl.) pasa inadvertido para la mayoría de los
consumidores.

Fanta de Naranja, con un 8% de zumo y un 12,9% de azúcar. (Fuente)

17
Uno de los que llama especialmente la atención es el siguiente, en el que se juega con eltamaño de las
letras para dar a entender que contiene leche, cuando lo que en realidad se indica es "sabor leche" (hay
que aclarar, eso sí, que el producto contiene suero de leche en polvo y proteína de leche).

Etiquetado de Bollycao Sabor Lec

18
Enriquecer el producto con vitaminas y minerales

Otra táctica relacionada con la anterior es la de enriquecer el alimento con vitaminas y minerales, de modo
que así parezca saludable. Esta práctica se podría resumir con un refrán: "aunque la mona se vista de
seda, mona se queda". Y es que las galletas y demás bollería se caracterizan por contener elevadas
proporciones de harinas refinadas, azúcar y grasa. Así, la adición de vitaminas y minerales no los
convierte en alimentos saludables. Hay que decir además que la suplementación con vitaminas y
minerales es totalmente innecesaria en el contexto de una dieta saludable.

Envase de Tosta Rica Bizcochitos, en el que se promociona el contenido de


leche, 6 vitaminas, hierro, calcio y cereales. (Fuente)

19
Destacar el aporte de energía.

Una buena parte de la publicidad de alimentos infantiles destaca su aporte de energía: energía para el
deporte, energía para crecer, energía para estudiar... Sin embargo debes tener dos cosas muy presentes:
 no todas las fuentes de energía son iguales, o dicho de otro modo, hay unas fuentes de energía mucho
más recomendables que otras: no es lo mismo obtener 500 kcal. a partir de un puñado de galletas que
obtener dicha energía a partir de frutas y verduras.
 los niños españoles van sobrados de "energía". Se puede afirmar que en España no existen
problemas de desnutrición. El problema es precisamente el opuesto: el sobrepeso y la obesidad (recuerda
que un 43% de los niños españoles presentan exceso de peso).

Envase de galletas Chiquilín Energy, en el que se promociona el aporte de


energía.

20
Alegaciones de salud

Otro reclamo que se emplea frecuentemente en la publicidad de alimentos infantiles dirigida a adultos es el
de las alegaciones de salud. En este aspecto el caso más famoso es sin lugar a dudas el del Actimel de
Danone, un producto que como ya mencionamos en alguna ocasión, no obra los milagros que se insinúan
en sus campañas publicitarias

Leche fermentada, con un 8,3% de azúcar añadido. (Fuente)

21
Por otra parte, ya hemos mencionado en repetidas ocasiones que para poder promocionar un alimento
mediante alegaciones de propiedades saludables, éstas deben estar respaldadas mediante estudios
científicos rigurosos y haber sido aprobadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria
(EFSA). Y efectivamente en muchos casos es así. Sin embargo son malinterpertadas por muchos
consumidores (gracias en parte a la inestimable ayuda de la publicidad). Así, si lees "la vitamina D
contribuye al mantenimiento normal de los huesos"significa que sin vitamina D tus huesos se deteriorarán
(algo altamente improbable en el marco de una dieta saludable). Ahora bien, a diferencia de lo que
muchos piensan, eso no quiere decir que consumir muchos alimentos ricos en vitamina D vaya a mejorar
la calidad de tus huesos.

En el envase de las galletas Chiquilín Ositos se puede leer "calcio, fósforo, hierro
y vitamina D para los huesos", alegaciones permitidas, pero . Además se puede
ver un dibujo de un niño sosteniendo unas pesas, lo que puede transmitir la idea
de que este producto otorga fuerza (algo que estaría prohibido por el código
PAOS si éste se aplicara a los envases).

22
Promocionar un producto como sustituto de alimentos saludables

Algunas campañas publicitarias se centran en afirmar o insinuar que un determinado producto puede
consumirse como sustituto de un alimento saludable concreto. Los ejemplos son numerosos: los zumos,
gelatinas y purés de frutas como sustitutos de piezas de fruta, las galletas y "cereales de desayuno" como
sustitutos de cereales, los postres lácteos azucarados como sustitutos de postres saludables (p. ej. fruta),
etc.

Muchos padres piensan que los zumos o purés de frutas pueden sustituir una
pieza de fruta, pero lamento decirte que no es así. (Fuentes 1, 2, 3)

23
-Asociación Española de Pediatría (AEP).

El logotipo de esta asociación de pediatras figura en el envase de numerosos alimentos insanos, tales
como cereales de desayuno y galletas (por ejemplo el cacao soluble para bebés de Nestlé que vimos
anteriormente, Chocapic de Nestlé, Dinosaurus de Artiach y Tosta Rica de Cuétara, entre otros). Sin duda
el caso más famoso es el de las galletas Dinosaurus, debido a la intensa polémica que se generó hace
unos meses a raíz de la denuncia que el dietista-nutricionista Julio Basulto realizó a través de Twitter y
que derivó en una entrevista radiofónica (a partir del min. 48:00). La réplica dada por el vicepresidente de
la AEP a través de una entrevista en el mismo medio radiofónico (a partir del min. 14:00) no hizo sino
acentuar la indignación entre algunos de los dietistas-nutricionistas que apoyaron esta causa. Finalmente
la denuncia fue reflejada en un artículo publicado en BMJ (British Medical Journal), una de las revistas
científicas más relevantes del mundo.

(Haz click para ampliar). Cuatro ejemplos de productos alimenticios en los que se muestra el logotipo de la Asociación Española de
Pediatría: "cereales de desayuno" Chocapic de Nestlé, galletas Tosta Rica de Cuétara y galletas Dinosaurus Huevos y Dinosaurus de

24
Artiach.

25

Вам также может понравиться