Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.
Antecedentes.
En la década de 1970 las feministas analizaron el alcance de la violencia doméstica
(considerada como un fenómeno exclusivamente masculino) y se crearon centros de
acogida y de ayuda para las mujeres maltratadas y para sus hijos. La violencia
doméstica también está relacionada con los niños maltratados (muchas veces, aunque
no siempre, por abuso sexual) y con acciones verbales y psicológicas que pueden ser
cometidas tanto por mujeres como por hombres.
Algunos autores buscan el origen de los conflictos subyacentes a la violencia
doméstica en las rutinas del hogar adaptadas a una fuerza de trabajo exclusivamente
masculina, que ha dejado de monopolizar los ingresos económicos de la familia con
la incorporación de la mujer al trabajo, la pobreza y la escasa movilidad social.
A lo largo de la historia, el patriarcado, según el movimiento feminista, ha puesto el
poder en manos de maridos y padres en cualquier relación conyugal o de pareja. El
sute entre los hindúes (que exige que la viuda se ofrezca en la pira funeraria de su
marido), el infanticidio femenino en la cultura china e india dominadas por hombres,
los matrimonios concertados entre los musulmanes, que pueden llevar al asesinato o
a la tortura de la mujer, y la esclavitud doméstica en el nuevo hogar indican la
presencia endémica de sexismo y violencia doméstica masculina.
Se desconoce si este tipo de violencia es un fenómeno en alza o en baja, incluso en
países donde hoy existe un mayor número de denuncias y de registros que en épocas
anteriores. Por un lado, es probable que haya una mayor predisposición a denunciar
estos hechos al existir una mayor independencia femenina, más oportunidades de
trabajo fuera del hogar, mayor conciencia feminista y más posibilidades de
anticoncepción.
Por otro lado, la motivación para la violencia es menor al existir una mayor libertad
de elección de compañero, menos matrimonios forzados y una mayor emancipación
de la mujer en cuanto a propiedad, estudios y divorcio. Ninguno de estos elementos
puede ser evaluado con exactitud. La tecnología de la información actual ayuda a
recopilar datos, pero en cambio resulta difícil conocer los procesos y los
antecedentes. Algunas feministas radicales opinan que es la familia la raíz del
problema y que la solución está en liberarse del hombre, mientras que en el extremo
opuesto otros opinan que la mujer debe limitarse a su papel de ama de casa y madre.
Aunque no puede afirmarse que toda la violencia sea cometida por hombres, sí
ocurre así en la mayoría de los casos. A veces son el padre y la madre juntos quienes
cometen las agresiones, como en el caso de malos tratos a los hijos. La patología del
maltrato infantil, desgraciadamente, no tiene fin.
El fratricidio, asesinato de un hermano, también ha sido un hecho frecuente en las
sociedades con derechos de primogenitura. Las herencias de coronas y títulos y las
herencias de propiedades han dado origen a fraudes y asesinatos. Los hermanos
varones, que han constituido a veces grupos de venganza en sociedades poco
estructuradas, aún sigue operando en el mundo de la mafia y en círculos criminales.
Se considera Violencia Intrafamiliar a toda acción u omisión que consista en maltrato
físico, psicológico o sexual, ejecutado por un miembro de la familia en contra de la
mujer o demás integrantes del núcleo familiar.
La Violencia Intrafamiliar constituye una violación de derechos humanos, es un
problema de salud pública y por tanto es uno de los principales obstáculos al
desarrollo de las ciudades y los países, que afecta a 7 de cada 10 mujeres.
La mayor parte de los actos violentos tienen como consecuencia lesiones, trastornos
mentales y reproductivos, enfermedades de transmisión sexual y otros problemas.
Los efectos sobre la salud pueden durar años, y a veces consisten en discapacidades
físicas o mentales permanentes, y aún la muerte.
Se ha comprobado que, por regla general, a lo largo de sus vidas las víctimas de
violencia doméstica o sexual padecen más problemas de salud, generan costos de
atención sanitaria significativamente más elevados y acuden con mayor frecuencia a
los servicios hospitalarios de urgencia que las personas que no sufren violencia, lo
cual impide su aporte pleno al desarrollo.
En su mayoría estos costos no son asumidos por el estado, sino por las mismas
víctimas, consecuentemente las personas más pobres, son las más gravemente
afectadas. De ahí que el sector de la salud debe estar incorporado en la prevención y
tener un papel clave que desempeñar al respecto.
Por otra parte para las víctimas de violencia de género, una de las principales
inquietudes es el acceso a la administración de justicia. A pesar de los avances que se
han dado, aún subsisten obstáculos para el acceso, prejuicios sexistas desde quien
administra justicia.
Conceptualización de la violencia intrafamiliar.
La violencia intrafamiliar o violencia domestica puede definirse como una situación
de abuso de poder o maltrato físico o psicológico, de un miembro de la familia, sobre
todo. Puede manifestarse a través de golpes e incidentes graves, como también
insultos, manejo económico, amenazas, chantajes, control de las actividades, abuso
sexual, aislamiento de familiares y amistades, prohibición a trabajar fuera de la casa,
abandono afectivo, humillaciones o no respetar las opiniones.
Estos son solo algunos de las situaciones que podemos citar como ejemplos de lo que
es la violencia doméstica o violencia intrafamiliar que en nuestro país está muy
marcada por el hecho de que se dé el machismo en muchos lugares principalmente
rurales y pobres de nuestra república.
Hay autores que señalan que la violencia intrafamiliar se da básicamente por tres
factores; uno de ellos es la falta de control de impulsos, la carencia afectiva y la
incapacidad para resolver problemas adecuadamente; y además en algunas personas
podrían aparecer variables de abuso de alcohol y drogas.
Violencia Psicológica.
La violencia psicológica son actitudes que tienen como objetivo causar el temor,
intimidar y controlar las conductas, sentimientos y pensamientos de la persona a
quien se está agrediendo como las descalificaciones, insulto, control, etc.
Constituye toda acción u omisión que cause daño, dolor, perturbación emocional,
alteración psicológica o disminución de la autoestima de la mujer o el familiar
agredido. Es también la intimidación o amenaza mediante la utilización del apremio
moral sobre otro miembro de la familia infundiendo miedo o temor a sufrir un mal
grave o inminente en su persona o en la de sus descendientes o afines hasta el
segundo grado.
Es la que afecta a la salud mental o emocional de la víctima.
Se manifiesta por: palabras soeces, amenazas, burlas, encierros, celos, otros.
Las consecuencias que se producen pueden ser: ansiedad, depresión, temor,
agresividad, irritabilidad, resentimiento, inseguridad, inestabilidad, dependencia,
enfermedades psicosomáticas, perdidas de autoestima, abuso de alcohol y drogas,
intentos de suicidio, accidentes en el trabajo o labor que desempeñe.
Según lo que entendemos por violencia intrafamiliar son golpes, maltratos, lagrimas,
alcohol o incluso hasta la muerte, pero pocas veces tomamos en cuenta que otro tipo
de violencia intrafamiliar es <<La violencia psicológica>>, que se hace presente sin
ningún maltrato de tipo físico, pero que tiene las mimas o peores repercusiones en el
individuo maltratado, puesto que crea seres inseguros e incapaces de resolver sus
problemas, gente aislada que se niega a recibir ayuda profesional, gente cerrada a su
ideología de los roles de género, etc.
Violencia Sexual
La violencia sexual se define como la imposición de actos de carácter sexual contra
la voluntad de la otra persona. Como por ejemplos exposición a actividades sexuales
no deseadas, la manipulación a través de la sexualidad, tocamientos, miradas,
caricias que quien las recibe no las desea, violación; es decir la consumación del acto
sexual por la fuerza. Se considera violencia sexual todo maltrato que constituya
imposición en el ejercicio de la sexualidad de una persona, y que la obligue a tener
relaciones u otras prácticas sexuales con el agresor o con terceros, mediante el uso de
la fuerza física, amenazas o cualquier otro medio coercitivo.
Es obligar a la víctima a tener relaciones sexuales utilizando la fuerza o el chantaje y
desprecio de la capacidad sexual.
Las víctimas agredidas viven una sexualidad para los demás, en donde su placer no
existe o está muy mezclado con sentimientos de culpabilidad, lo que les conduce a
rechazar su cuerpo y su sentir.
Este tipo de violencia se da muchas veces entre los parientes de los niños como tíos,
primos, abuelos, etc. Que obligan a los niños a realizar actos sexuales frente a ellos,
tales como masturbación o mostrarles sus órganos sexuales, etc.
En ambos casos difícilmente la familia o la victima recurre a las autoridades a
denunciar el caso de violencia sexual por vergüenza, por que las autoridades no dan
resultados a la situación, porque no les creen a los niños o porque consideran que los
mayores tienen todo el derecho sobre ellos y que el esposo tiene todo el derecho
sobre la mujer, lo cual es una ideología errónea.
Violencia Económica
La violencia económica se refiere a no cubrir las necesidades básicas de la persona y
ejercer control a través de recursos económicos.
Este tipo de violencia es muy frecuentada sobre las personas de la tercera edad,
aquellas que no pueden sostener su economía por si solos y que necesitan de alguien
que solvente sus gastos, puesto que en muchos de los casos la persona que aporta el
dinero, también es quien limita al adulto mayor sobre sus gastos y no cubre con las
necesidades básicas de este.
Las repercusiones de este tipo de violencia también son psicológicas ya que puede
sentirse inútil e incapaz de remediar la situación y de estar sometido a alguien y
sentirse carga de este lo cual viene terminando en huida del hogar o suicidio.
CAUSAS PARA QUE SE PRODUZCA LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.
En el mundo tres de cada cuatro mujeres sufren diversos tipos de agresiones dentro
del hogar, principalmente a manos de hombres de la familia. En México, cada año
miles de niños son atendidos en hospitales por que han sido víctimas de maltrato por
parte de sus padres o algún otro familiar. Los tipos de violencia muchas veces no se
consideran como tal, porque hombres y mujeres ya sea como hijos, esposas, esposos,
pareja o padres y madres de familia, creen que los golpes, los gritos y las amenazas
son una forma "natural" de "corregir" o "educar". ¿Por qué la violencia?, ¿Por qué
los padres violentos?, ¿Por qué los abusos sexuales en la familia?, ¿Por qué tantos
traumas y cicatrices psicológicas?, etc. Estas son solo algunas de las preguntas que
quizás nos planteemos para saber el origen de la violencia en cada una de las
familias, cuáles son los factores que la originan, en que tipos de familias se dan, etc.
• Alcoholismo
En República Dominicana el alcoholismo se encuentra dentro de la lista de los
problemas más graves puesto que este es un problema que trae consigo una serie de
consecuencias físicas y psicológicas en la persona consumidora de alcohol. La
dependencia del alcohol no solo ocasiona trastornos de salud, sino que también
puede originar dificultades en las relaciones familiares, pérdida del trabajo o
incremento del riesgo de sufrir accidentes de tráfico. El alcoholismo se convierte,
además, en un grave problema para el círculo social que rodea al enfermo. En
algunos países se ha tratado, para controlar el abuso del alcohol, de aprobar leyes que
castiguen su consumo y prohíban la distribución de bebidas alcohólicas a menores de
edad. Así mismo se le considera al alcoholismo una de las principales causas de la
violencia domestica ya que en muchas ocasiones son los hombres quienes al estar
bajo los efectos del alcohol golpean a sus esposas e hijos provocando también
violencia psicológica, sexual y económica.
• Desempleo
Desempleo, paro forzoso o desocupación de los asalariados que pueden y quieren
trabajar, pero no encuentran un puesto de trabajo. En las sociedades en las que la
mayoría de la población vive de trabajar para los demás, el no poder encontrar un
trabajo es un grave problema debido a los costes humanos derivados de la privación
y del sentimiento de rechazo y de fracaso personal. El desempleo también se puede
considerar causa de la violencia, principalmente la violencia económica la cual en
ocasiones provoca que se limite a las familias acerca del dinero para cubrir las
necesidades básicas como la comida, la salud y la recreación.
• Drogadicción
Los efectos de las drogas son múltiples y complejos. En ocasiones, dependen de
factores como la pureza, la vía de administración, la dosis consumida, la frecuencia y
las circunstancias que acompañan al consumo (entorno, lugar, mezcla con otras
sustancias). Las drogas actúan sobre el sistema nervioso central produciendo un
efecto depresor, estimulante o perturbador
• Medio Ambiente Propicio.
El ambiente propicio para que se desarrolle cualquier tipo de violencia entre los
miembros de la familia es un espacio difícil, donde existen preocupaciones o
conflictos, como escasez económica, problemas en el trabajo, falta de empleo,
alcoholismo, drogadicción, hacinamiento, infidelidad y celos.
Ciclo de la Violencia Intrafamiliar.
El ciclo de la Violencia Intrafamiliar es el conjunto de etapas por las que atraviesa
una pareja donde existe violencia doméstica, que tienden a repetirse periódicamente
y juntas conforman el ciclo de la violencia; del que resulta difícil salir cuando se ha
adoptado esta manera de relacionarse.
Fase 1. Incidentes menores
Se manifiestan incidentes menores de violencia.
Recurre a la negación como mecanismo de defensa: tuvo problemas en el trabajo,
esta cansado/a, estaba borracho/a, yo tengo la culpa, ya cambiará con el tiempo.
Fase 2. Explosión Explicación.
Se produce entonces un incidente agudo de agresión, caracterizado por el descontrol
y la destructividad.
Fase 3. Distanciamiento.
En esta fase la pareja se distancia temporalmente, se produce la "ley del hielo".
Fase 4. Reconciliación.
Es la fase del arrepentimiento y las disculpas. El agresor se muestra cariñoso,
arrepentido, suplica perdón y promete no volver a repetir su conducta.
Para salir del círculo de la violencia es necesario cambiar conceptos y actitudes en
cada integrante de la pareja o separarse definitivamente, de lo contrario al
acumularse nuevamente las tensiones el círculo se repetirá
Consecuencias de la violencia intrafamiliar
Las consecuencias de la violencia intrafamiliar son múltiples y variadas. Vamos a
dividirlas en función de la población que sufre el maltrato y del tipo de violencia que
se ejerce.
Consecuencias de la violencia en los menores
Los menores son un colectivo especialmente vulnerable y en el que las
consecuencias de la violencia son más dramáticas, tanto si se ejerce sobre ellos como
si viven en un domicilio en el que se hace uso de la violencia entre los familiares.
Por otro lado, los estudios indican que, en algunos casos, las secuelas emocionales
pueden desembocar en la reproducción en el futuro de esta forma de violencia. Si el
niño crece en un ambiente en el que el uso de la violencia es la manera de resolver
los conflictos es posible que aprenda esta misma pauta desarrollando un déficit en las
habilidades para la resolución de problemas.
Además, en estos menores aparecen alteraciones que afectan a diferentes áreas de su
desarrollo:
• A nivel físico: aparecen retraso en el crecimiento, problemas de sueño,
trastornos de la conducta alimentaria y síntomas psicosomáticos como alergias,
problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, etc.
• A nivel emocional: aparecen problemas de ansiedad, depresión, baja autoestima,
déficit de habilidades sociales, estrés post-traumático y aislamiento social.
• A nivel cognitivo: pueden aparecer retrasos en el desarrollo verbal y del lenguaje
y alteración del rendimiento escolar.
• A nivel de comportamiento: conductas violentas hacia los demás, inmadurez,
déficit de atención, retraimiento y conductas autodestructivas.
Consecuencias de la violencia en la pareja
Aunque la gran mayoría de los casos de violencia son ejercidos del hombre hacia la
mujer, también existen casos en los que el maltrato lo sufren los hombres,
especialmente del tipo psicológico. Las consecuencias derivadas del maltrato las
encontramos en tres niveles:
• A nivel físico: lesiones (heridas, golpes, quemaduras, etc.), mayor vulnerabilidad
a padecer una enfermedad y descuido personal. En el caso de las mujeres sufren
riesgo de embarazos no deseados si son forzadas a mantener relaciones sexuales.
• A nivel psicológico: puede aparecer estrés postraumático, depresión, ansiedad,
baja autoestima, intentos de suicidio, abuso de alcohol y otras sustancias,
disfunciones sexuales, trastornos somáticos (dolores de cabeza, problemas
gastrointestinales, malestar generalizado e inespecífico, etc.), sentimiento de
culpabilidad, sentimiento de desesperanza y vacío.
• A nivel social: actitud de desconfianza y hostilidad hacia todo el mundo,
aislamiento social, sentimiento de peligro y amenaza constantes por parte de todo lo
que les rodea.
Consecuencias de la violencia en la tercera edad y personas discapacitadas
Estos colectivos, al igual que los menores, son especialmente vulnerables. En estos
casos, además de la violencia que sufren, hay que sumarles la edad y en muchos
casos la dependencia física y /o económica del agresor.
Además, muchos de los casos de este tipo de violencia nunca llegan a conocerse
debido a que el anciano o la persona discapacitada no se encuentran en condiciones
de realizar una denuncia. De nuevo podemos dividir las consecuencias en función del
área afectada:
• A nivel físico: aparecen lesiones de todo tipo que en algunos casos dejan graves
secuelas e incluso la muerte, desnutrición, deshidratación, fracturas debido a las
caídas o los golpes, abandono y falta de cuidados.
• A nivel psicológico: depresión, ansiedad, sentimiento de soledad e incapacidad,
sentimiento de indefensión y desesperanza, ideación suicida y problemas somáticos.
• A nivel social: aislamiento del entorno. En algunos casos la única persona con la
que se pueden relacionar es con el propio agresor.
Consecuencias para el agresor
Numerosos estudios coinciden en señalar una serie de consecuencias que aparecen en
la persona que ejerce la violencia:
• Incapacidad para disfrutar de una relación de pareja o familiar satisfactoria y
gratificante.
• Riesgo de ruptura y pérdida de los familiares. Rechazo por parte de la familia y
el entorno social.
• Riesgo de detección y condena por parte de la justicia.
• Aislamiento social.
• Sentimiento de frustración, fracaso y resentimiento.
• Baja autoestima.
• Dificultad para pedir ayuda psicológica.
• Abuso del alcohol y otras sustancias.
Características de la Violencia Intrafamiliar.
De las víctimas de Violencia intrafamiliar.
• Baja Autoestima.
• Acepta la responsabilidad de las agresiones.
• Sufre sentimientos de culpa.
Del Agresor/a
• Personas con una marcada mezcla de amor y temor a la pareja.
• No se creen merecedores del cariño de sus parejas y sienten un temor constante
al abandono.
• Los agresores creen que su compañera/o los aniquila emocionalmente, perdiendo
el poder sobre si mismos.
• La persona agresora logra autoafirmarse si se siente necesario, para lo cual
refuerza la dependencia.
• Han sido formados con un aislamiento emocional.
De los hijos/as donde existe violencia doméstica.
• Apatía.
• Violencia.
• Insensibilidad.
• Dificultad para expresarse.
• Falta de seguridad personal.
• Tendencia a repetir las conductas aprendidas.
• Dificultad para escoger en base a sus propios criterios.
• Pueden presentar síntomas de deficiencia mental.
• Seudomadurez.
• Estados de pánico.
• Control de impulsos alterado.
Factores de riesgo y vulnerabilidad
Aunque cualquier persona (con independencia de su sexo, edad, raza, nivel
sociocultural, etc.) puede ser víctima de violencia intrafamiliar, determinados
estudios coinciden en señalar una serie de características que pueden influir a la hora
de sufrir este tipo de maltrato.
Factores de riesgo para los menores:
• Ser menor de seis años.
• Tener problemas de conducta y/o hiperactividad.
• Padres jóvenes y/o con bajo nivel educativo.
• Padre/madre con problemas de alcohol u otras sustancias.
• Hogar monoparental.
• Elevado número de hijos en la familia.
• Violencia entre los padres.
• Que los padres hayan sufrido maltrato en su infancia.
• Creencias sobre el derecho de los padres a ejercer la violencia para educar a los
hijos.
Factores de riesgo para la violencia de pareja:
• Sexo femenino y menor de 25 años.
• Bajo nivel educativo y/o socioeconómico.
• Experiencias de violencia y maltrato en la infancia.
• Residencia urbana.
• Baja autonomía y baja autoestima de la persona maltratada.
• Creencias tradicionales y de roles de género.
• Bajo poder de decisión de la persona maltratada.
• Escasez de apoyo institucional ante la violencia.
• Justificación y tolerancia de la violencia como forma de resolver los problemas o
de someter a la pareja.
Factores de riesgo para la violencia en personas mayores:
• Pertenecer al sexo femenino.
• Edad avanzada.
• Vínculo conyugal con el cuidador.
• Problemas de movilidad.
• Dependencia económica.
• Dependencia para los cuidados básicos.
• Enfermedad y problemas de salud.
• Impedimentos psíquicos o cognitivos.
• Sobreexposición del cuidador, un único cuidador de la persona dependiente.
• Ausencia de recursos y programas sociales de apoyo a la dependencia y al
cuidador.
• Aislamiento social.
Factores de riesgo en las personas discapacitadas:
• Pertenecer al sexo femenino.
• Inmovilidad física o movilidad limitada.
• Dependencia emocional del cuidador.
• Incapacidad de comunicarse y/o de reconocer el abuso.
• Problemas de salud.
• Bajo nivel educativo y socioeconómico.
• Desempleo y/o imposibilidad de acceder a un empleo.
• Sobreexposición del cuidador.
• Ausencia de recursos y programas sociales de apoyo.
• Aislamiento social.
Prevención de la violencia intrafamiliar
Para llegar a erradicar este tipo de violencia, una herramienta fundamental es la
prevención. Con esta estrategia se busca erradicar el problema desde su raíz y puede
realizarse a tres niveles diferentes:
A nivel primario
Mediante la modificación de las creencias culturales que perpetúan la superioridad
del hombre frente a la mujer o la superioridad del fuerte contra el débil. Cuestionar la
violencia como una vía útil para resolver los conflictos.
Trabajar en reducir el nivel de tolerancia de este tipo de comportamiento a todos los
niveles y buscar el rechazo y la condena de estas situaciones. Y por último, es de
especial importancia realizar campañas de sensibilización y difusión de información
de las formas de violencia, sus consecuencias y cómo actuar frente a ella.
La prevención a nivel primario es de crucial importancia en el ámbito educativo.
A nivel secundario
En este tipo de prevención aparece la necesidad de formación y reciclaje de todos los
profesionales que puedan estar en contacto con víctimas de violencia para que
entiendan la situación en la que se encuentran y poder ayudarles de la forma más
adecuada.
En este contexto es especialmente importante la formación al personal sanitario, a las
fuerzas de seguridad, servicios sociales, abogados y jueces.
En definitiva, a todos los profesionales que puedan estar implicados en la detección o
intervención en situaciones de violencia.
A nivel terciario
Por último, es necesario disponer de una serie de servicios y recursos de atención,
asesoramiento, protección y asistencia a los que puedan acudir las víctimas de
violencia.
ABUSO SEXUAL.
Generalidades.
Según el diccionario de La Real Academia Española (RAE) define al abuso como
usar mal, excesiva, injusta, impropia o indebidamente algo o alguien. El abuso sexual
se puede dar entre personas adultas, un adulto a un niño, o entre niños. Un abusador
sexual obliga a su víctima a tener actividad sexual con él. Entendiéndose como
actividad sexual a todo acto de penetración de los genitales.
El abuso sexual se refiere a cualquier acción que presiona u obliga a alguien a hacer
algo sexualmente que no quiere hacer. También puede referirse al comportamiento
que afecta la habilidad de la persona de controlar su actividad sexual o las
circunstancias bajo las cuales ocurre la actividad sexual. Esto incluye el sexo oral, la
violación o impedir el acceso a métodos anticonceptivos y condones.
Es importante saber que solo porque la víctima “no dijo no”, eso no significa que
haya dicho que “sí”. Cuando alguien no pone resistencia a una insinuación sexual
indeseada, eso no significa que haya dado su permiso. Algunas veces poner
resistencia física puede poner a la víctima bajo mayor riesgo de ser dañada
físicamente o abusada sexualmente.
Algunas personas piensan que si la víctima no ha puesto resistencia, que entonces no
cuenta como abuso. Eso no es cierto. Aun así es abuso. Este mito es malsano porque
hace más difícil que la víctima denuncie lo sucedido y hace más probable que se
culpe a sí mismo(a). No importa si fue drogada o si se sintió presionado(a), intimidad
u obligado(a) a actuar de cierta manera, la culpa nunca la tiene la víctima.
Se debe tener claro que el abuso sexual no es únicamente la penetración de los
genitales, también es el obligar a tener sexo oral, obligar a tocar sus genitales, obligar
a observar masturbándose, etc. Este tipo de actos tan despreciables no tienen un lugar
específico pueden ocurrir dentro de la misma familia, en el trabajo, en los centros
educativos etc. Existen varias señales o síntomas que nos indicarán que ha ocurrido
un abuso sexual:
● Cambios en la conducta de la víctima.
● Señales de dolor en las zonas de los genitales.
● En el caso de los niños muestra de sangramiento.
● Depresión.
● Embarazo.
Vivimos en una sociedad donde la pérdida de valores se ha acrecentado, el consumo
de drogas, alcohol, puede desencadenar este tipo de conductas, como padres se debe
estar atento ante cualquier cambio en la conducta de los hijos, que alerte de que algo
está pasando, desconfiar de todos, hasta de los mismos familiares, es lamentable,
pero es la realidad, como dice el dicho “caras vemos corazones no sabemos”.
La preocupación por el tema está alcanzando cada vez mayor importancia para las
autoridades, como para las diversas instituciones tanto públicas como privadas que se
relacionan con el tema. Existe cada vez mayor información acerca de las severas
repercusiones físicas, psicológicas, sociales y familiares que sufre una niña,
adolescente o joven que es víctima de Violencia Sexual desde el Acoso Sexual hasta
la Violación y por lo tanto es más evidente la necesidad de que sea atendida en forma
adecuada por profesionales de la salud, de protección de menores, policiales y otros.
Familiares
Endogamia
Se puede decir que la familia es el espacio donde el ser humano crece y se desarrolla
como individuo, es el lugar donde logra la individualización.
Cuando el tabú del incesto no se cumple predomina la indiscriminación de vínculos
familiares (familia actual - familia de origen), como la indiscriminación generacional
(padres - hijos) y de tiempo (pasado - presente). Cuanto mayor sea esta
indiscriminación mayor será la patología y la posibilidad de abuso, sobre todo
sexual.
Cuando el hijo significa para los padres una mera prolongación de ellos mismos,
cualquier inadecuación del pequeño respecto a las ilusorias expectativas de los
padres, pueden generar sentimientos de enorme frustración, odio y rechazo, al punto
de desencadenar conductas abusivas, tanto físicas como emocionales.
Para que el niño logre un adecuado desarrollo en la vida, los padres deben sentir que
además de ser parte de ellos, el hijo es a la vez alguien único y diferente y que se
debe respetar como ser humano y que es una persona con derechos y deberes igual
que ellos en el clan familiar.
Culturales
Autoritarismo Masculino
Es de orden cultural, económico y biológico y se origina en la supremacía física y
cultural del hombre sobre la mujer y los niños. En lugar de hacer respetar la ley, él se
cree la Ley (machismo).
Sociales
Aislamiento social
En las familias muy aisladas socialmente, las dificultades de integración pueden
deberse a que viven o provienen de lugares muy apartados o a otros motivos de
índole psicológica. También, es habitual el abuso en aquellas familias que viven
hacinadas por motivos socioeconómicos y que debido a esa cercanía se despiertan en
ellos las necesidades biológicas y afectivas.
Individuales
Aumento de tensión o estrés
Personas que están atravesando una crisis por motivos económicos o afectivos, etc.
(la frustración puede producir aumento de la agresión, regresiones, alcoholismo)
pueden ser personas potencialmente abusadoras, siempre que haya una
predisposición, sobre todo si no cuentan -como en el caso del aislamiento social- con
fuentes de apoyo externas, familiares o comunitarias.
Revictimización
La revictimización es una de las consecuencias del abuso sexual infantil relacionadas
con el área de la sexualidad que supone una mayor gravedad. Por revictimización se
entiende la experiencia posterior de violencia física y/o sexual en víctimas de abuso
sexual infantil por agresores distintos al causante del abuso en la infancia (Maker,
Kemmelmeier y Peterson, 2012). Existe una niña que ha sido revictimizada y es un
caso bastante serio que está siendo tratado por especialistas superiores dentro del
Centro y por todo un equipo multidisciplinario.
Son diversos los estudios que han mostrado el riesgo de revictimización que
presentan las víctimas de abuso sexual infantil. Las revisiones realizadas, por otro
lado, destacan las enormes diferencias existentes entre los porcentajes de
revictimización obtenidos por los diversos estudios, oscilando entre un 16% y un
72%, según las definiciones y las muestras utilizadas (Breitenbucher, 2001;
Messman- Moore y Long, 2003; Roodman y Clum, 2001).
Transmisión intergeneracional
La posible transmisión intergeneracional de las prácticas parentales, así como del
maltrato y el abuso sexual infantil sigue siendo un tema de estudio controvertido y
con resultados que pueden llegar a ser contradictorios. Un niño maltratado tiene alto
riesgo de ser perpetrador de maltrato en la etapa adulta a su pareja o a sus hijos.
Las revisiones específicas sobre la hipótesis de la transmisión intergeneracional del
maltrato, es decir, la hipótesis de la reproducción del maltrato de padres a hijos,
confirman su posible existencia (Green, 1998), aunque los autores constatan la
enorme variabilidad en los porcentajes entre diversos estudios.
Centrado en el tema del abuso sexual infantil, se han obtenido cifras de la posible
transmisión intergeneracional situadas entre el 20% y el 30% de los casos, si bien la
controversia sobre esta posible consecuencia del abuso sexual sigue existiendo y los
resultados de las diversas investigaciones no pueden considerarse definitivos.
Esta consecuencia pudo ser constatada, pero en los padres de los niños víctimas en
las historias psicosociales aparece el dato de que los padres de 4 niños de la muestra
fueron abusados durante su infancia.
La mayoría de los indicadores que a continuación se relacionan fueron encontrados
en los dibujos de los niños de la muestra que fueron analizados por los especialistas
que atendieron las particularidades de todos los casos al ser llevados al centro según
aparece en las historias clínicas revisadas:
1. Indicadores sexualmente inapropiados y agresivos, (símbolos fálicos, exposición
de genitales).
2. Incapacidad para confiar, (perspicacia, suspicacia, ojos y oídos alertas, boca
desmesuradamente grande y reforzada).
3. Figuras humanas pequeñas.
4. Ansiedad, miedo, desamparo, (impotencia).
5. Baja autoestima; depresión, rabia.
6. Conflictos familiares.
7. Daño al esquema corporal y el deterioro del concepto de "humano" en los niños
abusados.
Derechos vulnerados.
El abuso sexual contra los menores es una de las peores formas de violencia. Las
víctimas sufren un daño irreparable a su integridad física, psíquica y moral. Se daña
su derecho a la integridad, la intimidad, la privacidad y, principalmente, se vulnera el
derecho a no ser expuesto a ningún tipo de violencia, abuso, explotación o malos
tratos.
Estos derechos se encuentran protegidos a nivel internacional por la Convención
sobre los Derechos del Niño. A nivel nacional y provincial, en diversas normas, entre
las que se destaca la Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de Niños, Niñas y
Adolescentes.
El abuso sexual es una forma de violencia previsto en el Código Civil y Comercial de
la Nación, que en su artículo 647 prohíbe específicamente cualquier tipo de malos
tratos o hechos que lesionen o menoscaben física o psíquicamente a los menores por
parte de quien tenga a su cargo la responsabilidad parental.
El abuso sexual, además, es un delito sancionado penalmente por el Código Penal de
la Nación en su Título III “Delitos contra la integridad sexual” (artículos 118 a 133).
Están previstos tres tipos de abuso sexual:
En primer lugar, el abuso sexual simple, que sucede cuando un menor es sometido a
contactos sexuales, manoseos o tocamientos en las zonas íntimas con fines sexuales.
Este tipo de contacto sexual se produce en situaciones en las que, o bien el
consentimiento no está dado porque el hecho fue realizado mediante violencia,
amenaza o abuso de poder, o bien no puede ser dado porque se cometió contra un
niño o una niña que tiene menos de 13 años.
En el segundo escenario el factor de la edad es muy importante, ya que el delito se
configura sin necesidad de que el pequeño haya sido sometido en contra de su
voluntad o haya existido abuso de poder.
El segundo tipo de abuso previsto en el Código Penal es el abuso sexual gravemente
ultrajante. Ocurre cuando la situación de abuso explicada precedentemente resulta,
por su duración o debido a las circunstancias de su realización (tiempo, modo, lugar,
medio empleado, entre otros factores) especialmente humillante y denigrante para la
víctima.
El tercer tipo es el abuso sexual agravado por el acceso carnal, que ocurre cuando
existe penetración por cualquier vía: vaginal, anal o bucal aún cuando se introduzcan
objetos u otras partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías.
Existen circunstancias agravantes del delito como el vínculo con el agresor: cuando
quien comete el abuso es el padre, madre, padrastro, madrastra, abuelo, hermano,
tutor, ministro de culto religioso, encargado de la educación o la guarda.
A esto se suma el agravante por aprovechamiento de la situación de convivencia con
los menores y el grave daño a la salud física o mental del menor como consecuencia
del abuso.
También está previsto como agravante que el agresor tuviera conocimiento de que es
portador de una enfermedad de transmisión sexual grave y hubiere existido peligro
de contagio -un agresor portador de VIH que no utiliza preservativo.
Además, están previstas las situaciones en las que el abuso es cometido por dos o
más personas, o a partir del amedrentamiento con armas, o por agresores que
pertenecen a las fuerzas policiales y de seguridad.
Finalmente, el artículo 120 establece el abuso sexual por aprovechamiento de la
inmadurez sexual. Este caso ocurre cuando el abusador, que es un adulto, somete a
un adolescente de entre 13 a 16 años a contactos sexuales gravemente ultrajantes o
con acceso carnal por aprovechamiento de su inmadurez sexual.
SEIS LEYES DE PROTECCIÓN A LA NIÑEZ QUE SANCIONAN LA
VIOLENCIA SEXUAL
Organismos privados y públicos trabajan en la prevención de este delito en
instituciones educativas, los hogares y el entorno social de los menores. Seis leyes
protegen a los niños y adolescentes en casos de violencia sexual, psicológica y física
a nivel nacional e internacional. Las normativas dictan medidas legislativas, sociales,
administrativas y judiciales para defensa de los menores que son abusados o
explotados. Estas disposiciones legales están contenidas en la Convención sobre los
derechos de los niños, en el Protocolo facultativo de la convención sobre los
derechos del niño relativo a la venta de niños, prostitución infantil y la utilización de
niños en la pornografía.
Se unen la normativa del Comité de Derecho del Niño, la Constitución del Ecuador,
Código Orgánico Integral Penal (COIP) y el Código de la Niñez y Adolescencia. La
asambleísta Silvia Salgado, presidenta de la Comisión Aampetra, organismo
encargado de investigar casos de abuso sexual a niños y adolescentes en el sistema
educativo, dijo que las cifras actuales sobre estos casos reflejan que los menores se
encuentran en estado de vulnerabilidad.
“El escenario preocupa por los casos que se han hecho públicos y en función de
conocer que este es un problema estructural que se evidencia en el sistema educativo,
pero puede estar en un contexto exterior, en la familia y en la sociedad”. La
legisladora mencionó que es necesario revisar y ahondar en leyes como el Código de
la Niñez (COIP) y la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI).
El COIP sanciona el delito de abuso sexual a niños y adolescentes con una pena de 3
a 10 años; la violación de 5 a 10 años. En casos de utilización de personas para la
exhibición pública con fines de naturaleza sexual, la sanción es de 5 a 7 años;
contacto con finalidad sexual por medios electrónicos de 3 a 5; y trata de personas
(prostitución, pornografía infantil, turismo sexual, etc.) de 16 a 26 años de privación
de la libertad. Además, la normativa prohíbe la publicación de imágenes, vídeos que
permitan la identificación de niños y adolescentes víctimas de abuso sexual.
Concientizar la denuncia Mayra Soria, fiscal de la Unidad de Género, manifestó que
es necesario que todas las instituciones del Estado se unan para prevenir el delito.
“La agresión sexual que investigamos son casos de personas con vulnerabilidad, es
decir, niños, personas con discapacidad y adolescentes. Del 100% de denuncias el
80% de los agresores se encuentra en el entorno familiar”.
La funcionaria consideró que los casos sobre violencia sexual en menores se
visualizan ahora, ya que existe una mayor conciencia de denuncia, puesto que en
instituciones públicas y privadas se trabaja por la erradicación de este problema
social.
Niños en vulnerabilidad Del total de abusos sexuales a niños y adolescentes, solo el
15% fue denunciado y el 5,3% tuvo una sanción, según el Fondo de las Naciones
Unidas para la infancia (Unicef-Ecuador). Las cifras fueron tomadas del último
estudio efectuado por la Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia
de Género contra las Mujeres, en 2011. Unicef indicó que este problema ocurre
porque las víctimas callan por temor a represalias, vergüenza, impotencia o miedo a
las amenazas.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Violencia de Género y la Agenda Nacional
de las Mujeres e Igualdad de Género (2014-2017), en Ecuador, 6 de cada 10 mujeres
sufrieron algún tipo de violencia: psicológica, física, sexual o patrimonial; y una de
cada 10 padeció abuso sexual antes de cumplir los 18 años. “Para Unicef este tema es
una prioridad global, tenemos una campaña que se llama ‘Fin a la violencia’ y en
muchas de nuestras oficinas, en 192 países, trabajamos para prevenir la violencia”,
dijo Andrea Apolo, vocera del organismo.
A través de la campaña ‘Ahora que lo ves di no más’, emprendida este año, la Unicef
señala que los niños callan ante el abuso sexual por culpa, vergüenza, miedo a las
consecuencias, por temor de ser acusados de complicidad, por estigmatización,
rechazo, carencia de interlocutores dispuestos a creer en sus palabras, y porque
reciben amenazas de daño físico, muerte o tienen un vínculo afectivo con el
abusador.
La Unicef sugiere no victimizar a niños en medios Natalia Calisti, periodista
argentina, participó en un taller para medios, junto con la Unicef y el Ministerio de
Educación, sobre abuso sexual a niños y adolescentes.
La comunicadora dijo que este es uno de los delitos más complejos que los medios
pueden tratar al interior de sus estudios o redacciones. Para ello indicó que es
necesario realizar las notas desde una perspectiva de Derechos Humanos. “Contar
estas historias que duelen son necesarias para visibilizar el abuso sexual, para generar
un debate público, a fin de prevenir e informar”.
La Unicef recomienda utilizar el término abuso sexual contra niños y adolescentes
debido a que minimiza la gravedad del delito. “Es necesario que la construcción de la
noticia sea completa, que esta contenga datos estadísticos, que consten opiniones de
especialistas y mencionen una campaña de ayuda.
Es importante sensibilizar a la persona que está del otro lado”, indicó la funcionaria.
Mencionó que hay que tener cuidado con revictimizar a los niños y adolescentes,
para ello es necesario proteger la identidad de la víctima y evitar que los menores
vuelvan a vivir, a través de la narración del hecho y de lo sucedido.
Explicó que escribir la noticia desde los Derechos Humanos significa mostrar que las
leyes amparan a los niños con respecto a estos delitos. También dirigir al lector sobre
dónde se puede presentar una denuncia sobre este particular.
¿Por qué los menores de edad callan los abusos sexuales?
Son muchos los motivos que confluyen y hacen que los menores no revelen que han
sido o están siendo sexualmente abusados.
● El niño y su familia reciben amenazas de daño físico o de muerte.
● Tienen miedo de las consecuencias que sus dichos puedan ocasionar en el
agresor y su familia.
● Callan por temor a ser acusados de complicidad y complacencia con el abuso
sexual que padecieron.
● Evitan ser estigmatizados y rechazados.
● Sienten culpa, vergüenza y desvalimiento.
● Muchas veces, al padecimiento sufrido se suma otro: carecen de interlocutores
válidos dispuesto a creer en sus palabras.
Las niñas y niños víctimas de abuso sexual requieren de un entorno conformado por
adultos que sean comprensivos y contenedores, que les brinden acceso a los servicios
asistenciales y los protejan tanto de posibles represalias como del proceso de
revictimización. Dependen de los docentes, psicólogos, médicos, policías y
operadores del sistema de protección integral y judiciales, que deben estar
capacitados para ofrecer un abordaje apropiado al trauma que atraviesan.
¿Cómo puedo saber si un niño está siendo o ha sido abusado sexualmente?
Los menores que han sido o son abusados sexualmente pueden estar aparentemente
asintomáticos. Muchos muestran síntomas que no son específicos ni exclusivos del
abuso, sino que se asemejan a otros tipos de trauma, como por ejemplo el maltrato
físico y emocional, haber sido testigos de violencia o haber vivido catástrofes. Las
manifestaciones adquieren diferentes expresiones súbitas o solapadas.
● Incremento de pesadillas y problemas para dormir.
● Conducta retraída.
● Estallidos de angustia.
● Ansiedad.
● Depresión.
● Rechazo que quedarse solos con una persona en particular.
● Conocimiento inapropiado para la edad acerca de la sexualidad, que se
manifiesta mediante conductas y lenguaje sexualizados.
Los niños menores de tres años pueden presentar lesiones genitales y reacciones
inespecíficas que, en un principio, parecen inexplicables: irritabilidad, rechazos,
regresiones, llanto, trastornos del sueño y el apetito. En cualquiera de estos casos, no
debería descartarse la sospecha antes de una cuidadosa evaluación por parte de
profesionales especializados.
La violencia sexual
Se considera violencia sexual, todo comportamiento de naturaleza sexual realizado
sin el consentimiento válido de la otra persona. Incluye conductas como el
exhibicionismo, palabras obscenas, tocamientos, violación, etc.
Se pueden distinguir tres tipos de violencia sexual:
a) Las agresiones sexuales. Son aquellas que se producen mediando violencia o
intimidación. El caso más paradigmático es la violación en sus diferentes formas.
b) Los abusos sexuales. Son aquellos que se realizan sin violencia o intimidación.
Están incluidos aquí los abusos cometidos sobre personas que no pueden prestar
consentimiento válido por tener limitada su capacidad volitiva o intelectiva
(menores, personas privadas de sentido o con determinadas discapacidades psíquicas,
etc.).
c) El acoso sexual. Se trata de comportamientos verbales, no verbales o físicos de
índole sexual y no deseados, que se producen en el marco de una relación laboral,
docente o similar, con el propósito o el efecto de atentar contra la dignidad de la
persona o de crear un entorno intimidatorio hostil, degradante, humillante u
ofensivo.2
Aunque pueda pensarse lo contrario, en muchos casos la violencia sexual proviene de
familiares o de personas conocidas. La violencia sexual, además de daños físicos,
suele producir graves consecuencias psicológicas en las víctimas (ansiedad,
pesadillas, depresión, disminución del deseo sexual...), que se prolongan mucho
tiempo después del comportamiento violento y que requieren generalmente para
poder superarlas de ayuda psicológica especializada.
En muchos casos la violencia sexual no se denuncia. Ello se debe a que
tradicionalmente ha existido una amplia tolerancia social respecto de esta conducta,
así como a otros factores interrelacionados como: el miedo a represalias por parte del
agresor o a ser considerada culpable de lo ocurrido, la vergüenza de que el hecho sea
conocido públicamente, la falta de apoyo familiar o social, el estado de confusión o
conmoción psicológica generada por el comportamiento violento, la falta de
información, etc.
En la siguiente tabla se exponen los datos sobre el número de denuncias relativas a
mujeres víctimas de delitos contra la libertad sexual en la Comunidad, elaborados a
partir de la información facilitada por el Dpto. de Interior del Gobierno Vasco sobre
denuncias interpuestas en las comisarías de la Ertzaintza. Según dicha fuente, las
relativas a mujeres representan el 86% de las denuncias interpuestas por delitos
contra la libertad sexual
Se debe buscar:
• Que el adolescente recupere la seguridad psicológica y física, esto se puede
lograr sacándolo de la situación abusiva o ayudándole a que tome control de su
propio cuerpo. Se requiere de un vínculo seguro, protegido y de compromiso.
• Ayudar al adolescente a externalizar el problema, a diferenciarse él y su
identidad de lo que ha sucedido, ayudarlo a expresar e identificar lo que está
sintiendo, de las emociones asociadas a la situación traumática (miedo, impotencia,
culpa o responsabilidad). Se relata la situación hasta que el joven lo narra sin
compromiso afectivo. Identificando en el otro el responsable, el “malo”. Lo
importante es que el paciente sienta que él es el experto y el terapeuta solo lo ayuda
en su proceso de cambio. En el caso de incesto, es necesario ayudar al adolescente a
entender los patrones interacciónales que facilitaron la consecución del abuso y a que
se mantuviera en secreto.
• Ayudar al paciente a restablecer los vínculos que fueron dañados y fortalecer
una adecuada reinserción social, poniendo énfasis en su capacidad de autoprotección.
(Araya y cols, 1999).
Terapia individual para niños.
Como en esta terapia son los padres lo que lo llevan, es importante explicarles paso
por paso lo que se realizara en la terapia, no cuestionarios y darles un espacio para
responder a las preguntas, dudas y preocupaciones, así como entregarles la
orientación necesaria para que reciban el apoyo terapéutico necesario. (Araya y cols,
1999).
Al relacionarse con el niño el terapeuta debe tener presente la etapa del desarrollo
por la cual atraviesa este, considerando sus herramientas cognitivas. Esto es
importante porque se requiere que los niños puedan relatar lo sucedido, para lo cual
puede servir contarles historias de niños hipotéticos, utilizando materiales didácticos.
Es importante no perder nunca de vista que se deben respetar los tiempos del niño, y
sus necesidades, además de intentar aclarar lo que se le ha dicho al niño por parte de
los adultos o de sus pares. (Araya y cols, 1999).
Es común que los niños pasen por un periodo regresivo durante la terapia, punto que
debe ser aclarado por el terapeuta a los padres para que no lo interpreten como un
empeoramiento de la sintomatología. (Araya y cols, 1999).
Como el niño va reproduciendo lo sucedido de acuerdo a las distintas etapas del ciclo
evolutivo, el niño va a requerir ayuda en esta reelaboración en cada etapa,
especialmente durante la pre pubertad, en que ocurre la desorganización de la
identidad. (Araya y cols, 1999).
La terapia cognitivo-conductual plantea que se debe considerar el tratamiento en
conjunto con los procesos cognitivos y emocionales asociados al abuso. Con relación
a los aspectos emocionales, es necesario identificar los estímulos que evocan la
situación abusiva. Para manejar el miedo y ansiedad asociados, se debe relatar en un
ambiente seguro y protegido. Se utilizan técnicas de relajación, de control e la
respiración, desensibilización sistemática, detención del pensamiento, auto
instrucciones tranquilizadoras, reestructuración cognitiva y role-playing. (Araya y
cols, 1999).
Es necesario entrenar a los niños para que logre visualizar la responsabilidad del
perpetrador. Hay que trabajar los temas relacionados a límites personales, manejo de
estrés y competencia, además de conductas de autoprotección, disminuyendo así la
vulnerabilidad del niño a otro ataque. (Araya y cols, 1999).
Los silencios en la terapia están contraindicados ya que ellos evocan la situación de
secreto. (Araya y cols, 1999).
Terapia grupal para niños y niñas víctimas de abuso sexual e incesto.
A través del tratamiento de niñas y niños víctimas de abuso, se ha acumulado gran
cantidad de conocimiento que ha apoyado que la terapia de grupo es el método de
intervención más efectivo en el tratamiento de este tipo de víctimas (Zarate, 1998).
La psicoterapia grupal para niños se caracteriza por emplear técnicas participativas y
de juegos como medios fundamentales en el proceso de crecimiento personal de cada
niño. Estas técnicas permiten desarrollar una adecuada expresión de la experiencia
abusiva, fomentando en los niños compartir con los demás sus sentimientos y
aprender nuevas reacciones emocionales y habilidades conductuales. Las dinámicas
tienen por objeto animar y cohesionar a los participantes creando un ambiente cálido
y confiable de aceptación y respeto para cada uno de los integrantes (Zarate, 1998).
Las estrategias de intervención están enfocadas a reducir el impacto psicológico
consecuencia del trauma del abuso sexual. Estas intervenciones están dirigidas a
modificar tres componentes básicos: el elemento afectivo, elemento cognitivo, y el
elemento conductual (Zarate, 1998).
El tratamiento de niños víctimas de abuso está enfocado en la evaluación de la
experiencia del abuso sexual en términos de cuatro dinámicas traumatizantes. Estas
son: la estigmatización, impotencia, traición y sexualización traumática. Estas
dinámicas afectan la orientación cognitiva y emocional del niño en su relación con el
mundo, creando un comportamiento disfuncional al distorsionar el auto concepto del
niño, la visión de su mundo y de sus capacidades afectivas (Zarate, 1998).
Maltrato Infantil
La violencia afecta a millones de personas de todo el mundo y produce conflictos
armados, situaciones de injusticia, dominación, pobreza y sufrimiento. Actualmente,
la violencia está en aumento y afecta considerablemente a mujeres y niños, por lo
que la OMS ha adoptado la Resolución 49.25, declarando "la violencia como un
problema prioritario de Salud Pública y reconociendo las graves consecuencias
inmediatas y futuras que la violencia tiene para la salud y el desarrollo psicológico y
social de las personas, las familias, las comunidades y los países".
Violencia de género: la violencia contra las mujeres y las niñas es un fenómeno
complejo y con múltiples causas que ha tenido lugar a lo largo de la historia y se basa
en la relación de desigualdad existente entre hombres y mujeres.
Esta violencia incluye la violencia física, sexual y psicológica en la familia, incluidos
los golpes, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la
dote, la violación por el marido, la mutilación genital y otras prácticas tradicionales
que atentan contra la mujer, la violencia ejercida por personas distintas del marido y
la violencia relacionada con la explotación; la violencia física, sexual y psicológica al
nivel de la comunidad en general, incluidas las violaciones, los abusos sexuales, el
hostigamiento y la intimidación sexual en el trabajo, en instituciones educacionales y
en otros ámbitos, el tráfico de mujeres y la prostitución forzada; y la violencia física,
sexual y psicológica perpetrada o tolerada por el Estado, dondequiera que ocurra.
El término "violencia intrafamiliar" hace referencia a una situación de poder y alude
a todas las formas de abuso que se dan en las relaciones entre los miembros de la
familia. Para hablar de violencia familiar, esta relación de abuso debe ser crónica,
permanente o periódica.
En general, la violencia es ejercida sobre los miembros más débiles de la familia
(niños, mujeres y ancianos) y es el adulto masculino quien más frecuentemente
utiliza las distintas formas de abuso. Un grupo familiar cuyo modo de resolución de
conflictos es violento, será un modelo para los hijos testigos de esa violencia, que
repetirán las mismas conductas cuando formen sus propias parejas, constituyéndose
esa situación en un factor de riesgo, además de ser un daño en sí mismo para los
miembros más débiles de la familia.
El maltrato infantil constituye un problema de salud pública debido a sus
consecuencias en el desarrollo tanto físico como psicosocial de los niños. La
situación de maltrato comprende una a sincronía con los padres que hace el vínculo
afectivo superficial e inseguro, conduciendo al niño a malas relaciones con los
iguales y con los adultos, mal funcionamiento académico y trastornos de conducta.
Éste es un círculo vicioso que parece lleva al fracaso escolar y profesional, al abuso
de posteriores generaciones y trastornos de conducta en la edad adulta.
Es necesaria la prevención integral de la violencia intrafamiliar, aunque presenta
múltiples dificultades. Hay que afrontar las causas que sustentan las desigualdades de
género, estructurales, sociales, económicas y políticas ancladas en la estructura de
nuestra sociedad, pero no por ello inamovibles. En este contexto, las enfermeras,
aunque sólo somos un pequeño eslabón de la gran cadena necesaria para abordar
eficazmente este problema, debemos ser conscientes de la responsabilidad que nos
concierne, siendo sensibles y asumiendo nuestro papel en la detección, en el
tratamiento y en el apoyo a las víctimas
1. Género:
A) Masculino 1 B) Femenino 2
2. Edad:
A) 10-12 1 1 B) 12-16 2 2 C)16-18 33
3. Nivel educativo:
A) Rural 1 B) Urbana 2
5. ¿Con quién reside en su hogar?
D) Familiar 4 E) Otros 5
Instrucciones: Lea determinadamente cada pregunta y proceda a contestar
marcando con un X en la opción de respuesta que considere más adecuada.
Responda según las siguientes opciones:
•5 (Totalmente de acuerdo), 4 (De acuerdo), 3 (Indeciso), 2 (En desacuerdo), 1
(Totalmente en desacuerdo)
PREGUNTAS 1 2 3 4 5
1. ¿Cómo considera que es la relación con sus padres?
2. ¿Ha sido agredido/a por sus padres?
3. ¿Se siente a gusto en su hogar?
4. ¿Sus padres le critican, humillan o se burlan de usted?
Fuente:
Elaborado por: Ana García, Jimena Oyola, Julady Narváez, Marcela Palma, Diana Prieto,
Andrea Castro, Mary Morales.
Gráfico #1
¿Cómo considera que es la relación con sus padres?
Totalmente de
acuerdo
4%
De acuerdo
18%
Totalmente en
desacuerdo
36%
Indeciso
24%
En desacuerdo
18%
Totalmente en desacuerdo En desacuerdo Indeciso De acuerdo Totalmente de acuerdo
Interpretación:
En la primera pregunta el 36% de los encuestados respondió que no tienen en su
totalidad una buena relación con sus padres, el 18% consideró que siente un malestar
en sus relaciones familiares, el 24% indicó que estaba indeciso, el 18% determinó que
tiene una relación normal con su familia y el 4% restante indicó que tiene una excelente
hijos crecen, adquieren una gran independencia. Es una parte normal y natural del
relación con ellos tan íntima como cuando eran pequeños. Todavía necesitan que los
amemos, que los orientemos y que nos divirtamos con ellos. Además, podemos sentir
mucha satisfacción y felicidad a través de nuestra relación con ellos. Una de las cosas
más importantes que un padre puede hacer por su hijo es velar por que su autoestima
algo así como el afecto a uno mismo y comienza, en gran parte, por la relación que los
demás mantengan con otras personas, por la percepción que los demás tengan de ti y
por cómo se sienten estando contigo. En los primeros años de vida los niños entablan
las primeras relaciones con sus padres y hermanos, siendo la relación más intensa
emocional y físicamente hablando la que se crea con sus padres y, sobre todo, con el
Fuente:
Elaborado por: Ana García, Jimena Oyola, Julady Narvaéz, Marcela Palma, Diana Prieto,
Andrea Castro, Mary Morales.
Gráfico #2
¿Se siente a gusto en su hogar?
Totalmente de
acuerdo
15%
Totalmente en
desacuerdo
36%
De acuerdo
20%
Indeciso En desacuerdo
15% 14%
representantes, el 14% consideró que apenas han sido a agredidos por sus familiares,
el 15% indicó que estaba indeciso, el 20% respondió que si había existido algún tipo
de violencia dentro de su círculo familiar y el 15% indicó que está siendo agredido por
calidad de vida. Pese a que la noción de bienestar es subjetiva (aquello que es bueno
para una persona puede no serlo para otra), el bienestar social está asociado a factores
Una familia en la que se castigue sin avisar, exigiendo muchas normas con las que
es importante que los padres y los hijos socialicen entre ellos las normas del hogar y
hablen en familia de sus dudas al respecto. Es función de los mayores que ellos
falta de comunicación.
Pregunta 3: ¿Sus padres le critican, humillan o se burlan de usted?
Fuente:
Elaborado por: Ana García, Jimena Oyola, Julady Narvaéz, Marcela Palma, Diana Prieto,
Andrea Castro, Mary Morales.
Gráfico #3
¿Sus padres le critican, humillan o se burlan de usted?
Totalmente de
acuerdo
19%
Totalmente en
desacuerdo
44%
De acuerdo
14%
Indeciso
12%
En desacuerdo
11%
Totalmente en desacuerdo En desacuerdo Indeciso De acuerdo Totalmente de acuerdo
Interpretación:
El 44% de los encuestados respondió que no ha sido violentado moralmente por sus
La autoestima, las relaciones con los amigos y la propia imagen de los niños se
comportamiento del niño; sin embargo, y de forma más sutil, la ausencia de caricias
Con la violencia dentro del círculo familiar se afecta la capacidad del menor para
su correlación con el mundo. Lo de mayor delicadeza, es que muchas veces los papás
Fuente:
Elaborado por: Ana García, Jimena Oyola, Julady Narvaéz, Marcela Palma, Diana
Prieto, Andrea Castro, Mary Morales.
Gráfico #4
¿Considera que la aplicación de un plan de convivencia mejorará la calidad de
vida intrafamiliar?
Totalmente de
acuerdo
De acuerdo 8%
7%
Indeciso
9%
Totalmente en
desacuerdo
58%
En desacuerdo
18%
de convivencia no era una medida factible para evitar la violencia intrafamiliar, el 18%
Los niños aprenden lo que viven y ven a diario, por eso es inútil hablar y hablar sin
darles el ejemplo. Predicar y no aplicar es uno de los más grandes errores que cometen
los padres, pues es a través de su ejemplo es que los más pequeños aprenden a
Fuente:
Elaborado por: Ana García, Jimena Oyola, Julady Narvaéz, Marcela Palma, Diana
Prieto, Andrea Castro, Mary Morales.
Gráfico #5
¿Pudo contarle a alguien sobre el abuso cuando ocurrió?
Totalmente de
acuerdo
35% Totalmente en
desacuerdo
42%
De acuerdo
6%
Indeciso
17%
Totalmente en desacuerdo Indeciso De acuerdo Totalmente de acuerdo
Interpretación:
En la quinta pregunta, el 42% no tuvo la determinación de contar a alguien sobre el
abuso ocurrido, el 17% tuvo la oportunidad de contar sobre el abuso pero no lo hizo,
el 6% de los encuestados contó sobre su abuso al menos a una persona y el 35% indicó
ocurrido.
otras tienen reacciones retardadas que aparecen, con frecuencia, meses o, incluso, años
prolongado, otras se recuperan con bastante rapidez. Las reacciones pueden cambiar
Algunas personas que han sufrido un trauma se sienten con energías inicialmente para
deprimidas. 2 El impacto del abuso sexual varía de persona a persona y puede ocurrir
Fuente:
Elaborado por: Ana García, Jimena Oyola, Julady Narvaéz, Marcela Palma, Diana
Prieto, Andrea Castro, Mary Morales.
Gráfico #6
¿Podría usted identificar a un menor que ha sido abusado sexualmente
Totalmente en
desacuerdo
28%
Totalmente de
acuerdo
40%
En desacuerdo
8%
Indeciso
5%
De acuerdo
19%
Totalmente en desacuerdo En desacuerdo Indeciso De acuerdo Totalmente de acuerdo
Interpretación:
En la pregunta número 6, el 28% los encuestados respondió que no podría reconocer
violentado sexualmente.
El contacto físico puede envolver el tocar la vagina, pene, pechos o nalgas, el contacto
oral de los genitales, o sexo. El comportamiento sin contacto puede incluir, el tratar de
Fuente:
Elaborado por: Ana García, Jimena Oyola, Julady Narvaéz, Marcela Palma, Diana
Prieto, Andrea Castro, Mary Morales.
Gráfico #7
¿Sintió apoyo de su familia?
Totalmente en En desacuerdo
desacuerdo 1%
2%
Indeciso
17%
Totalmente de
acuerdo
51%
De acuerdo
29%
apoyado en todas las fases del abuso sexual, físico o psicológico, el 29% también tuvo
apoderados que no sólo asisten a las reuniones, sino que estimulan diariamente los
conocimientos que sus hijos van adquiriendo, es parte de la experiencia que algunos
colegios han tomado y que, además, está dando resultados. (Saecker, 2011)
Cuando un adulto de confianza abusa sexualmente a un niño, esta situación crea una tensión
muy grande en las relaciones dentro de la familia. A algunos miembros de la familia puede
hacérseles difícil creer que el abusador haya podido hacer semejante cosa, y pueden ponerse
del lado del niño o del abusador (o sentirse presionados a ponerse de un lado o del otro) en
cuanto a quién dice la verdad. Los miembros de la familia también pueden tener problemas
para manejar la división de lealtades hacia el abusador y hacia la víctima. Aún en familias que
aceptan que el abuso ocurrió, las reacciones hacia el abusador pueden pasar por una gama
muy amplia que va desde querer “encerrarlo para siempre” hasta “odiar el pecado pero amar
al pecador”. Puede que surjan tensiones cuando diferentes miembros de la familia tengan
Fuente:
Elaborado por: Ana García, Jimena Oyola, Julady Narvaéz, Marcela Palma, Diana
Prieto, Andrea Castro, Mary Morales.
Gráfico #8
¿Ha sido agredido/a por sus padres?
Totalmente de
acuerdo
25%
Totalmente en
desacuerdo
40%
De acuerdo
9%
Indeciso En desacuerdo
20% 6%
padres, el 6% indicó que sus padres por lo menos los han agredido una vez, el 20% se
mostró indeciso, el 9% respondió que había sido agredido por sus padres en varias
ocasiones y el 25% restante determinó que sus padres nunca los habían agredido.
La violencia es aquello que se ejecuta con fuerza y brusquedad, o que se hace contra
fuerza. Por otra parte, la familia es la principal forma de organización de los seres
omisión que el integrante de un grupo familiar ejerce contra otro y que produce un
Fuente:
Elaborado por: Ana García, Jimena Oyola, Julady Narvaéz, Marcela Palma, Diana
Prieto, Andrea Castro, Mary Morales
Gráfico #9
¿En qué grado le afectó el abuso?
Totalmente en En desacuerdo
desacuerdo 1%
1%
Indeciso
11%
De acuerdo
23%
Totalmente de
acuerdo
64%
profundo impacto en su vida, el 23% determinó que el abuso le afectó, pero pudo
superarlo después con ayuda, el 11% se mostró indeciso, el 1% indicó que el abuso
Se reportan más de 80,000 casos al año de abuso sexual a los niños/niñas, pero el
número de casos que no se reporta es aún mayor, ya que los niños tienen miedo de
decirle a alguien lo que les pasó y el proceso legal para validar un episodio es difícil.
El problema debe de ser identificado, debe de ponerse fin al abuso y el niño debe de
recibir ayuda profesional. El daño emocional y sicológico a largo plazo debido al abuso
padrastro, hermano u otro pariente; o fuera de la casa, por ejemplo, por un amigo, un
comportamientos angustiantes.
Gráfico #10
Ventas
Totalmente de
acuerdo
36%
Totalmente en
desacuerdo
46%
Indeciso
18%
Totalmente en desacuerdo Indeciso Totalmente de acuerdo
Interpretación.
En la pregunta número 10, el 46% no realizó la respectiva denuncia, el 18% no supo
cómo actuar después del abuso y se mostró indeciso, el 36% restante sí realizó la
denuncia.
La definición de abuso sexual infantil (ASI) utilizada clásicamente se refiere al
violan los tabúes de los roles familiares y de la cultura a la que pertenece. (Alsius, y
otros, 2009)
masturbación, pornografía, etc., o sea toda forma que sobrepase el tono erógeno
Anexos